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Arte poética/Vicente Huidobro (creacionismo)

Que el verso sea como una llave


Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;


El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.


El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!


Hacedla florecer en el poema ;

Sólo para nosotros


Viven todas las cosas bajo el Sol.

El Poeta es un pequeño Dios.


Arte poética/ J. L. Borges

Mirar el río hecho de tiempo y agua


y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño


que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo


de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso


un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara


nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,


lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable


que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
Ars/José Asunción Silva

El verso es vaso santo; poned en él tan sólo


Un pensamiento puro,

En cuyo fondo bullan hirvientes las imágenes


como burbujas de oro de un viejo vino oscuro!

Allí verted las flores que la continua lucha,


Ajó del mundo frío,

Recuerdos deliciosos de tiempos que no vuelven,


y nardos empapados en gotas de rocío.

Para que la existencia mísera se embalsame


Cual de una ciencia ignota,
Quemándose en el fuego del alma enternecida
De aquel supremo bálsamo, ¡basta una sola gota!
Arte poética/Alfonso Reyes

Asustadiza gracia del poema:


flor temerosa, recatada en yema.

Y se cierra, como la sensitiva,


si la llega a tocar la mano viva.

—Mano mejor que la mano de Orfeo,


mano que la presumo y no la creo,

para traer la Eurídice dormida


hasta la superficie de la vida.
POÉTICA/Manuel Bandeira

Estoy harto del lirismo comedido


Del lirismo bien educado
Del lirismo funcionario público con cuaderno de notas expediente protocolo
[y palabras de aprecio al Sr. Director.

Estoy harto del lirismo que se detiene y va a averiguar en el diccionario


[el carácter vernáculo de un vocablo.

Abajo los puristas.

Todas las palabras, sobre todo los barbarismos universales.


Todas las construcciones, sobre todo las sintaxis de excepción.
Todos los ritmos, sobre todo los innumerables.

Estoy harto del lirismo galanteador,


Político,
Raquítico,
Sifilítico.
De todo el lirismo que capitula ante cualquier cosa que le sea ajena.
Por lo demás no es lirismo.
Será contabilidad, tabla de cosenos, secretario del amante ejemplar con cien
[modelos de cartas y las diferentes maneras de agradar a las mujeres, etc.

Mejor quiero el lirismo de los locos.


El lirismo de los borrachos.
El lirismo difícil y pungente de los borrachos.
El lirismo de los borrachos de Shakespeare.

–No quiero saber nada del lirismo que no es liberación.

Libertinaje, 1930. Traducción de Ángel Crespo.


Arte poética/Pablo Neruda

Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas,


dotado de corazón singular y sueños funestos,
precipitadamente pálido, marchito en la frente,
y con luto de viudo furioso por cada día de mi vida,
ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente
y de todo sonido que acojo temblando,
tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría,
un oído que nace, una angustia indirecta,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cascada de extensión fija y profunda,
como un camarero humillado, como una campana un poco ronca,
como un espejo viejo, como un olor de casa sola
en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios,
y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores,
—posiblemente de otro modo aún menos melancólico—,
pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho,
las noches de sustancia infinita caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con sacrificio
me piden lo profético que hay en mí, con melancolía
y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.
Arte poética/ Jaime Torres Bodet

Agosto endulza, inteligencia,


el grano en que el racimo al esbozarse piensa
y en gotas de ámbar lúcido condensa
el frenesí del cielo meridiano.

Lo que de la mirada hasta la mano


tarda la sed en consumar su ofensa
te deja recibir, uva indefensa,
el último derroche del verano.

Ay, pero entre los dedos transparentes


con que la asiduidad de la caricia
para una sabia copa te resume

¿de qué azúcar sincero te arrepientes,


tú, que la lentitud vuelves delicia,
arte el sabor y crítica el perfume?
Arte poética/ Juan Gelman

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,


como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,


las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,


rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
Arte poética/Paul Verlaine
Coge la retórica y amordázala.
Prefiere la música a toda otra cosa, Sujeta la rima, y dale sentido
persigue la sílaba impar, imprecisa, a esa carambola de vano sonido,
más ágil y más soluble en la brisa, que, si la dejamos, ¿hasta dónde irá?
que –libre de lastre– ni pesa ni posa.
¡Ah, la sinrazón de la pobre rima!
Que vuestra palabra tenga un indeciso ¿Qué párvulo sordo, qué negro
y equívoco paso, si lo decidís. mochales,
Nada más hermoso que la canción gris, nos forjó esa joya de cuatro reales
donde lo indeciso se une a lo preciso. que suena a oropel hueco con la lima?

Detrás de los velos, las miradas bellas. La música siempre, y en tono menor.
En el mediodía, una luz que oscila. Que tu verso sea fugaz y suave,
Un cielo de otoño templado perfila sutil y ligero, como vuelo de ave
un confuso azul de claras estrellas. que busca otros cielos y otro nuevo
amor.
Matiz, claroscuro, veladura sola.
Nada de color. Sólo los matices. Que tu verso sea la buena ventura
El matiz compone parejas felices esparcida al aire de la madrugada,
entre sueño y sueño, entre flauta y viola. que huele a tomillo y a menta granada…
Todo lo demás es literatura.
Aleja de ti la punta asesina,
la gracia cruel y el rictus de hielo, Antaño y hogaño, 1884. Traducción de
que harían llorar los ojos del cielo Esteban Torre
con todo ese ajo de mala cocina.
.
¿Ars poética?/ Czeslaw Milosz

Siempre sentí la nostalgia por una forma más capaz,


que no fuese demasiado poesía ni demasiado prosa
y que permitiera la comprensión sin exponer a nadie,
ni al autor ni al lector, a torturas de orden superior.

En la esencia misma de la poesía hay algo indecente:


surge de nosotros algo que ni sospechamos que estuviera allí,
parpadeamos entonces, como si un tigre saltara de nosotros,
firme en la luz, la cola golpeando sus costados.

Por eso justamente se dice que la poesía está dictada por el demonio,
aunque se exagera al sostener que debe tratarse de un ángel.
Es difícil comprender de dónde viene el orgullo de los poetas
si a veces sienten vergüenza por ser visible su debilidad.

¿Qué hombre razonable aceptaría ser territorio de demonios


que se comportan en él como en casa propia, hablando múltiples lenguas,
y que, no satisfechos de robarle la boca y la mano,
tratan, por comodidad propia, de cambiarle el destino?

Pero lo que es morboso recibe hoy mucho aprecio;


cualquiera podría pensar que sólo estoy bromeando
o que he encontrado un nuevo modo
de alabar el Arte sirviéndome de la ironía.

Hubo un tiempo en que se leían sólo los libros sabios


que ayudaban a soportar el dolor y la desgracia.
Esto, sin embargo, no es lo mismo que hojear mil obras
que provienen directamente de una clínica psiquiátrica.

Además, el mundo es distinto de lo que parece,


y nosotros somos distintos de lo que farfullamos.
La gente conserva entonces una silenciosa honestidad
conquistando así el respeto de los parientes y del vecindario.
La utilidad de la poesía está en recordarnos
que es difícil seguir siendo la misma persona,
porque nuestra casa está abierta; su puerta, sin llave,
y los huéspedes invisibles salen y entran.
Lo que aquí digo no es, de acuerdo, poesía.
Porque es lícito escribir versos rara vez y sin ganas,
bajo un apremio insoportable y sólo con la esperanza
de que los espíritus buenos, no malignos, hagan de nosotros un instrumento.
Ars poética/Rafael Cadenas

Que cada palabra lleve lo que dice.


Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.

No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir


brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad.
Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis
palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.

Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame


la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.
Ars poética/Pablo Antonio Cuadra

Volver es necesario
a la fuente del canto:
encontrar la poesía de las cosas corrientes,
cantar para cualquiera
con el tono ordinario
que se usa en el amor,
que sonría entendida la Juana cocinera
o que llore abatida si es un verso de llanto
y que el canto no extrañe a la luz del comal;
que lo pueda en su trabajo decir el jornalero,
que lo cante el guitarrero
y luego lo repita el vaquero en el corral.
Debemos de cantar
como canta el gurrión al azahar:
encontrar la poesía de las cosas comunes
la poesía del día, la del martes, la del lunes,
la del jarro, la hamaca y el jicote,
el pipián, el chayote,
el trago y el jornal;
el nombre y el lugar que tienen las estrellas,
las diversas señales que pinta el horizonte,
las hierbas y las flores que crecen en el monte
y aquellas que soñamos si queremos soñar.

Decir los que queremos.


Querer lo que decimos.
Cantemos
¡aquello que vivimos!
Ars Poética/ Archibald MacLeish

Un poema ha de ser palpable


y mudo como fruta redonda.

Mudo
como un viejo medallón entre los dedos.

Silente como piedra suave,


como piedra visible tras el musgo y la ventana.

Un poema entonces, ha de ser


como el vuelo de los pájaros.

Un poema ha de ser inmóvil en el tiempo


como la luna cuando asciende,

atravesando junto a ella


y rama tras rama, la noche con sus árboles.

Y como la luna tras las hojas del invierno,


va olvidando nuestra mente las palabras.

Un poema ha de ser inmóvil en el tiempo,


como lo es la luna cuando asciende.

Un poema ha de ser igual


a una mentira.

Para toda la historia que nos duele,


un camino vacío y una hoja cayendo.

Para el amor
golpeadas hierbas y dos luces sobre el mar.

Un poema no ha de significar nunca,


sino que ha de ser por un momento.
Ars poética/ Claribel Alegría

Yo,
poeta de oficio,
condenada tantas veces
a ser cuervo
jamás me cambiaría
por la Venus de Milo:
mientras reina en el Louvre
y se muere de tedio
y junta polvo.
Yo descubro el sol
todos los días
y entre valles
volcanes
y despojos de guerra
avizoro la tierra prometida.
Arte poética/ Ramón Irigoyen

Every poem an epitaph


Eliot

Un poema si no es una pedrada


-y en la sien-
es un fiambre de palabras muertas
si no es una pedrada que partiendo
de una honda certera
se incrusta en una sien
y ya hay un muerto.
La poesía es el tema del poema/ Wallace Stevens

La poesía es el tema del poema.


De aquí el poema nace.

Y aquí vuelve. Entre ambos,


Nacimiento y retorno,

Hay una ausencia en lo real,


Las cosas como son.
O eso es lo que decimos.

¿Pero están separados? ¿Es acaso una ausencia?


Para el poema, que allí adquiere

Su verdadera faz, verde de sol,


Rojo de nube, tierra que siente, cielo que piensa?

De éstos toma.
Tal vez da
En reciprocidad universal.
Un Arte Poética/ Ricardo Defarges

Hasta la luz entra más débil por el cristal de tu conciencia;


hasta los cuerpos queman menos cuando recientes en la tierra.

Las cosas se afirman y viven dentro de ti, con menos fuerza.


Aún quisieras tú decir algo que se diga por vez primera.

Aún te propones ese diálogo en que el otro nunca está cerca.


¿Es ansiedad por dar la vida, o un intento de merecerla bajo la forma del amor?
Sin objeto tu sentir piensas.
Como el frío viento de marzo, marchas en tu misión a ciegas.

Habla, pues, y cuéntale al hombre esa aventura,


para él vieja, de irse apagando sin remedio.
Quieres que ello sin estridencia se cumpla en ti.
Y en algún modo, es una aspiración ya cierta:
por muy alta que se pronuncie,
siempre el hombre es sordo a la queja.

Mas no hagas voz de tu silencio; encuentra una palabra densa,


bien que repetida y oscura como la de un hombre cualquiera.
No hay tragedia en la vida humana, hay sólo una valiente anécdota.

Y del mundo, tenaz y vasto, aunque en tu interior pierda fuerza,


recoge, como un fiel resumen, y como luz de hoy en tu senda,
la de las gotas de la lluvia que fugazmente se atraviesan en el aire,
caricia oscura que tu piel absorbe muy lenta.
Ars poetica/ Bohdan Ihor Antonych

Miniaturas del sol —la manzana de la inspiración


en el árbol de la vida —en el árbol del arte,
y la creación, como un veredicto, implacable creación
con el mundo regatea por la belleza—
el comercio es la musa de los avaros.

Cada instante de felicidad hay que pagarlo. Tan sólo la perspectiva


en forma de rueda enseña sobre la perfección de la medida.
Abiertamente confieso urbi et orbi extasiado, oprimido, con orgullo, con desesperanza.

Y vendrán con aceite sagrado, también con básculas


juicios falsos sobre lo bello y pesarán la melancolía,
el diapasón de la embriaguez,el pensamiento, la libertad de expresión,
mientras tú, como siempre, estarás solo, para olvidarlo todo.
Arte Poética/ Mario Benedetti

Que golpee y golpee


hasta que nadie
pueda ya hacerse el sordo
que golpee y golpee
hasta que el poeta
sepa
o por lo menos crea
que es a él a quien llaman.
Arte poética/Roque Dalton

La angustia existe.
El hombre usa sus antiguos desastres como un espejo.
Una hora apenas después del crepúsculo
ese hombre recoge los hirientes residuos de su día
acongojadamente los pone cerca del corazón
y se hunde con un sudor de tísico aún no resignado
en sus profundas habitaciones solitarias.

Ahí tal hombre fuma gravemente


inventaría las desastrosas telarañas del techo
abomina de la frescura de la flor
se exilia de su misma piel asfixiante
mira sus torvos pies
cree que la cama es un sepulcro diario
no tiene un cobre en el bolsillo
tiene hambre
solloza.

Pero los hombres, los demás hombres


abren su pecho alegremente al sol
o a los asesinos callejeros
elevan el rostro del pan desde los hombros
como una generosa bandera contra el hambre
se ríen hasta que duele el aire con los niños
llenan de pasos mínimos el vientre de las bienaventuradas
parten las piedras como frutas obstinadas en su solemnidad
cantan desnudos en el cordial vaso del agua
bromean con el mar lo toman jovialmente de los cuernos
construyen en los páramos melodiosos hogares de la luz
se embriagan como Dios anchamente
establecen sus puños contra la desesperanza
sus fuegos vengadores contra el crimen
su amor de interminables raíces
contra la atroz guadaña del odio.

La angustia existe, sí.

Como la desesperanza
el crimen o el doio.

¿Para quién deberá ser la voz del poeta?


Arte poética/Javier Heraud

En verdad, en verdad hablando,


la poesía es un trabajo difícil
que se pierde o se gana
al compás de los años otoñales.

(Cuando uno es joven


y las flores que caen no se recogen
uno escribe y escribe entre las noches,
y a veces se llenan cientos y cientos
de cuartillas inservibles.
Uno puede alardear y decir
"y escribo y no corrijo,
los poemas salen de mi mano
como la primavera que derrumbaron
los viejos cipreses de mi calle")

Pero conforme pasa el tiempo


y los años se filtran entre las sienes,
la poesía se va haciendo
trabajo de alfarero,
arcilla que se cuece entre las manos,
arcilla que moldean fuegos rápidos.

Y la poesía es
un relámpago maravilloso,
una lluvia de palabras silenciosas,
un bosque de latidos y esperanzas,
el canto de los pueblos oprimidos,
el nuevo canto de los pueblos liberados.
Y la poesía es entonces,
el amor, la muerte,
la redención del hombre.
Arte poética/Luis Rogelio Nogueras

Ahora sé
que el poema, antes de ser las líneas trazadas
con prisa,
es la conversación en el café,
la sonrisa azul de Blanca Luz,
la muerte de este hombre,
el apretón de manos o la vida entre dos.

Ahora sé
que trazar estas líneas
no es
sino la forma última de hacer la poesía,
el último acto del poema,
la función de trasplantar la vida a la hoja.

La poesía empieza en todas partes


y termina siempre en los papeles.
Arte poética/José Ángel Buesa

Ama tu verso, y ama sabiamente tu vida,


la estrofa que más vive, siempre es la mas vivida.
Un mal verso supera la más perfecta prosa,
aunque en prosa y en verso digas la misma cosa.

Así como el exceso de virtud hace el vicio,


el exceso de arte llega a ser artificio.
Escribe de tal modo que te entienda la gente,
igual si es ignorante que si es indiferente.

Cumple la ley suprema de desdeñarlas todas,


sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas.
Y sobre todo, en arte y vida, sé diverso,
pues sólo así tu mente revivirá en tu verso.

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