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CURSO

PASTORAL EN SALUD
DOCENTE
DRA. INÉS C. ROSAS GUZMÁN
ESTUDIANTE
RODOLFO EMIL ARROYO SAAVEDRA
TEMA
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ASUMIR EL COMPROMISO DE VOLUNTARIADO
SOCIAL EN LA COMUNIDAD
CICLO
VIII
RESPONSABILIDAD SOCIAL
La responsabilidad social es un término que se refiere a la carga, compromiso u obligación, de los miembros
de una sociedad ya sea como individuos o como miembros de algún grupo, tanto entre sí como para la sociedad
en su conjunto. El concepto introduce una valoración positiva o negativa al impacto que una decisión tiene en la
sociedad. Esa valorización puede ser tanto ética como legal, etc. Generalmente se considera que la
responsabilidad social se diferencia de la responsabilidad política porque no se limita a la valoración del ejercicio
del poder a través de una autoridad estatal.

La responsabilidad social es la teoría ética o ideológica de que una entidad ya sea


un gobierno, corporación, organización o individuo tiene una responsabilidad hacia la sociedad. Esta
responsabilidad puede ser “negativa”, significando que hay responsabilidad de abstenerse de actuar (actitud de
“abstención”) o puede ser “positiva”, significando que hay una responsabilidad de actuar (actitud proactiva).

La responsabilidad social es la obligación que los miembros de una comunidad tienen para preservar las buenas
condiciones de su alrededor.

Este concepto se relaciona estrechamente con la ética y la moral, dado que las decisiones que toman tanto los
individuos como las sociedades o grupos en general tienen consecuencias sobre el resto y hay que desarrollar
una conciencia de conjunto.

En cuanto a aspectos legales, la responsabilidad social es regulada de una forma informal por decretos, normas
internas y demás regulaciones en cuanto a la hora de obrar.

Este término comenzó a hacerse muy popular hace sólo algunos años aunque es muy antiguo y sus inicios fueron
para cuidar de los derechos humanos.

La responsabilidad social tiene muchas interpretaciones como consecuencia de las distintas visiones que
condicionan su actuar, las acciones asociadas a esta práctica se direccionan generalmente a empresas, olvidando
que este enfoque resulta ser un tema estratégico para repensar en las intervenciones de desarrollo social y
bienestar integral de las comunidades. La responsabilidad social resulta ser una nueva visión, que debe
estructurarse con criterios, metodologías y prácticas que permitan a las empresas, la sociedad civil y el estado,
accionar de manera co-participativa en el desarrollo de los pueblos y el país.

En el 2004, Schwald, conceptualiza la responsabilidad social como una filosofía de los actos; ser socialmente
responsable es “ser consciente del daño que nuestros actos pueden ocasionar a cualquier individuo o grupo
social” y añade que: “la responsabilidad empresarial (RSE) es una extensión de la responsabilidad social individual
que tiene todo ciudadano hacia su entorno físico y social lo que se denomina ciudadanía corporativa” (2004,
p.103).

Diversos autores (Caravedo, 1998; Portocarrero; Sanborn y LLusera, 2000; Schwald y Gómez, 2004; Schwald,
2004) coinciden en señalar que la gestión de responsabilidad social implica varias cosas, entre ellas, que las
empresas desarrollen una visión de futuro con la comunidad y la sociedad en general; que se promueva liderazgos
internos para la mejora de la productividad y la movilización de recursos humanos. Estas acciones suelen
coincidir con los procesos de construcción, transformación y movilización de comunidades.

La responsabilidad social “es un compromiso que las empresas asumen por el bienestar del entorno social que
las rodea” (Caravedo, 1998, p.15). Este compromiso, lleva a las empresas a realizar acciones que eviten o mitiguen
cualquier impacto negativo que sus operaciones puedan ocasionar sobre las personas, que habitan determinado
espacio, y potenciar todos los impactos positivos que una inversión trae a las áreas en que se desarrollan las
operaciones.

Para efectos de la responsabilidad social, el consultar a la población tiene una doble dirección; por un lado, la
empresa informa a la población de todos los aspectos del proyecto que tienen un impacto socio económico y por
otro recibe las preocupaciones de la comunidad y otros agentes y las toma en cuenta para el diseño del proyecto.
Así se optimiza la información que la empresa incluye en su proceso de toma de decisiones y beneficia a la
localidad (León, 2001).

Así, las intervenciones en el marco de la responsabilidad social, que a modo personal deben enmarcarse en el
proceso de intervenciones comunitarias, sugieren tener una adecuación cultural; Marín (1998) propone el término
de "intervención culturalmente apropiada”; aquella (intervención) que ha sido diseñada "para reflejar
apropiadamente las actitudes, expectativas, normas y conductas del grupo" (p. 283-284)

La validez y solidez de las propuestas en responsabilidad social se podrán lograr solo si los agentes externos
consideran en su quehacer al contexto de trabajo, a los sujetos involucrados, a los sistemas, a la formación e
información, respetando el derecho de las comunidades la posición de los profesionales debe estar orientada a
facilitar recursos, espacios, conocimientos y aprendizajes; este elemento constituiría nuestro cuarto punto en
común.

La responsabilidad social del profesional que trabaja con comunidades versa sobre atributos de conocimiento
especializado precisos para evaluar estructuras sociales comprender y analizar diversos fenómenos que
circundan el comportamiento de los sujetos. Sin embargo es indispensable que los profesionales reconozcan que
son los miembros de la comunidad los que brindarán los elementos necesarios para evaluarla o conocerla
teniendo así la unión entre el saber técnico-científico y el saber común (Barba, 1993).

En las prácticas comunitarias los saberes científicos se encuentran y relacionan con los saberes populares o
empíricos, los saberes individuales con los colectivos. Este encuentro de saberes y prácticas está sujeto a la
tensión entre la complementariedad y la dominación en el escenario comunitario; por ello es necesario construir
un marco de acuerdo y debate, entre el interventor y los grupos, que tome aspectos valorativos, posiciones
ideológicas y miradas políticas (Ussher, 2008).

Dentro de los márgenes de responsabilidad social o cualquier intervención comunitaria no se puede trabajar en
una comunidad, sin tomar en cuenta las tensiones políticas, la existencia de redes, el devenir histórico, los planes
y objetivos sociales establecidos, los problemas que atraviesan, las necesidades y los intereses que se ponen en
juego en las acciones colectivas. Así, el operador comunitario debe plantearse objetivos que sean no solo
necesarios, sino plausibles de alcanzar (Unger, 2007).

El profesional acompaña el desarrollo de información y generar procesos para que se produzca creativamente
el conocimiento colectivo. “Si se espera que la comunidad realice, pero no se le permite decidir, no se le informa,
no se considera recursos o se le impone con mayor o menor sutileza la tarea a realizar, la concepción pasiva y
débil del otro estará presente” y con ello las consecuencias de un trabajo improductivo (Santiago; Serrano-García
y Perfecto, 1983: p.19-20).

La red de Responsabilidad social en el 2006, propuso denominar a ésta como una filosofía que tiene como pilares
fundamentales, valores éticos y morales y cuya principal incidencia se manifiestan en nuestros actos y de qué
maneras estas pueden afectar o dañar a otra persona o a un determinado entorno social. Los profesionales o
técnicos que implementen trabajos con la comunidad deben ser cuidadosos de sus actos en tanto atente contra
los resultados que plantee la intervención.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL PARA LA SALUD Y ENFERMERÍA

La responsabilidad social para la salud se refleja en las acciones de los responsables de la toma de decisiones
tanto del sector público como privado, para establecer políticas y prácticas que promuevan y protejan la salud.
Las políticas y prácticas que aplican los sectores público y privado deben de evitar perjudicar la salud de los
individuos; proteger el medio ambiente y garantizar el uso sostenible de los recursos; restringir la producción y
el comercio de productos y sustancias inherentemente perjudiciales y desalentar las prácticas
de mercática nocivas para la salud; proteger al ciudadano en el Mercado y al individuo en el lugar de trabajo, e
incluir evaluaciones del impacto sanitario centradas en la equidad como parte integral del desarrollo de las
políticas. También se debe analizar la responsabilidad jurídica.

Ética social es la aplicación crítica del razonamiento ético a los problemas sociales. Enfoca el rol y la
responsabilidad social de los profesionales y de las organizaciones sanitarias en la construcción de un sistema
de salud justo, equitativo, que respete los derechos humanos y los derechos de los enfermos. Los cambios en la
forma de organizar y de estructurar los servicios de salud no alteran las expectativas sociales acerca de los
profesionales de salud. Enfermería y medicina son respuestas humanas y éticas a la vulnerabilidad de la persona
enferma. El enfermo, como un ser humano necesitado de ayuda, impone al hospital el compromiso moral de
construir una imagen ética para la organización que incluya como su responsabilidad moral suprema el bien del
enfermo. La práctica de la enfermería ha sido siempre marcada por el cuidado a las personas. Cuidar es el más
poderoso símbolo de la enfermería en el fundamentar de su ética. Las enfermeras deben tomar en serio el reto
de aplicar sus conocimientos de expertas de manera a contribuir para el bien estar común de la sociedad, pues
deben cuidar a las personas. El ideal de profesionalismo de las enfermeras debe contemplar la búsqueda del bien
de la comunidad por acciones cooperativas y solidarias.

Como enfermeras(os) debemos tomar en serio el reto de aplicar nuestros conocimientos de expertas de manera
a contribuir para el bien estar común de la sociedad, pues debemos cuidar a las personas. Nuestro ideal de
profesionalismo debe incluir la búsqueda del bien de la comunidad actuando con una relación más cooperativa y
solidaria. Debemos cultivar la solidaridad para que pasemos del deber de hacer el bien para el placer de hacerlo.
Debemos cultivar la solidaridad para que pasemos de la obligación de cuidar, para el placer del cuidado.

VOLUNTARIADO SOCIAL

El voluntariado social consiste en la actividad desinteresada llevada a cabo por personas que dedican su tiempo
y su trabajo para corregir condiciones sociales adversas para mejorar el desarrollo social. Aunque no hacen
alarde de sus esfuerzos y contribuciones, su aporte a la sociedad mundial es importantísimo.

El voluntariado social es una actitud ante la vida y una forma de aprendizaje, una manera de conocerse a uno
mismo a través del conocimiento de los otros, es un camino de apertura y búsqueda constante. El voluntariado
aprende más de las preguntas que de las respuestas. Pero, sobre todo, es un compromiso social libre y
conscientemente asumido.
Si consideramos que el voluntariado es una actitud ante la vida, entendemos que el motor del mismo es la
motivación personal; si es una forma de aprendizaje, la humanidad tiene esperanza de un mundo mejor; y si es un
compromiso social, todos los seres humanos tienen el deber de participar en él.

El voluntariado social surgió como una reacción contra toda forma de discriminación: racial, religiosa, cultural,
económica, de edad, de sexo o de ideas políticas, hacia la década de los setenta. Es cierto que hoy existen muchas
organizaciones humanitarias y de cooperación, pero el voluntariado social está aún en sus albores.

Las bases del voluntariado social son la solidaridad, la pasión por la justicia y la verdadera gratuidad. El
voluntario no nace, se hace.

Objetivos

 Asumir y cumplir responsablemente los compromisos.


 Desarrollar las actividades dentro del marco de la confidencialidad.
 Actuar sin percibir beneficio alguno como remuneración de las actividades voluntarias.
 Respetar los derechos de los destinatarios de la acción voluntaria.
 Actuar según instrucciones técnicas para el adecuado desarrollo de las actividades encomendadas por
los responsables de los programas designados por la entidad organizadora.
 Observar las medidas de seguridad e higiene en toda actividad.
 Buscar soluciones a los grandes problemas del siglo XXI: la inmigración, las minorías excluidas, la
conservación del medio ambiente, la acentuación del desempleo, las necesidades derivadas del
envejecimiento de la población, las nuevas enfermedades, etc.

Para fomentar el voluntariado social hacen falta:

 Personas comprometidas con un servicio social concreto, que participen en proyectos de solidaridad y
beneficencia.
 Seres capaces de denunciar conductas discriminatorias de cualquier tipo.
 Personas dispuestas a trabajar libre, consciente y responsablemente como miembros de una
determinada asociación, cuyo fin sea el bienestar de la sociedad.

 Para lograr el auge del voluntariado social no basta con formar un movimiento en favor de la justicia y
de solidaridad esperando un reconocimiento. El voluntariado no consiste en suplir la falta de
convocatoria desde otras instancias, ni en encubrir injusticias y explotaciones.
 El voluntariado social llegará a su plenitud si existe una verdadera solidaridad que trabaja en busca de
la justicia y de la concordia, con plena gratuidad, sin buscar nada a cambio ni imponer ningún modelo
de desarrollo o concepción de vida alguna que pueda conducir al desarraigo de las tradiciones y a la
pérdida de la identidad.

Cualidades que identifican al voluntariado social

 La justicia: Es el principio fundamental del voluntariado, ya que el objetivo principal es defender a las
personas débiles, a las marginadas, a las que sufren, es hacer justicia.
 La libertad: El voluntariado responde a una motivación íntima de acuerdo a unos principios, convicciones
éticas, morales, religiosas o políticas.
 El servicio social: El voluntariado genera mejores condiciones de vida en la sociedad.
 El compromiso: La elección de ser un voluntario social es una opción personal, en la medida de sus
posibilidades y limitaciones individuales, pero asumida responsablemente.
 La dedicación: Si bien es una actividad voluntaria, exige mucho esfuerzo.
 La generosidad y el altruismo: El voluntariado consiste en hacer el bien sin esperar nada a cambio. Se
opone al egoísmo.
 La participación: El voluntariado promueve la intervención directa y activa de los ciudadanos y
ciudadanas en las responsabilidades comunes, en un ambiente de tolerancia y respeto a las diferencias.
 La actitud positiva: El voluntariado se basa en actuaciones solidarias concretas que se asientan en
profundos ideales y en una ética de la paz y la justicia. El voluntariado nos acerca y ayuda a comprender
determinadas situaciones sociales, a la vez que facilita la toma de conciencia.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Atlas, B. (22 de Febrero de 2008). El voluntariado Social . Obtenido de


http://www.abc.com.py/articulos/el-voluntariado-social-1045944.html

 Mori Sánchez, M. (2009). RESPONSABILIDAD SOCIAL. UNA MIRADA DESDE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA.
Lima. Obtenido de http://www.scielo.org.pe/pdf/liber/v15n2/a10v15n2.pdf

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