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Esquema charla:

1. Nacimiento de Jesús, Belén, María, Cenáculo


2. La comunidad de Jerusalén
3. La comunidad de Samaría
4. La conversión de Pablo
5. La conversión de Cornelio
6. La comunidad de Antioquía
7. La comunidad de Roma
8. Los viajes misioneros de Pablo
9. Otras predicaciones apostólicas
10. Las catacumbas
11. Las Domus Ecclesiae.
12. Los baptisterios.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS

1. PENTECOSTÉS
Primeros cristianos según los hechos de los apóstoles Hch 2, 42-47
Pentecostés Hch 2, 22-41
Gran fuerza misionera de la predicación apostólica Hch 4
“Muchos de los que habían escuchado la palaba abrazaron la fe, y así el número de los creyentes, contando
sólo los hombres, se elevó a unos cinco mil…”
“La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma”.
Hch 5. Comienzan a ser una comunidad visible y sociológicamente identificable.
“Solían reunirse con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón”.
Acudían a la enseñanza de los Apóstoles.
Vivían en comunión.
Celebraban la fracción del pan.
Oraban juntos.

2. LA COMUNIDAD DE JERUSALÉN (año 30)


Pedían el bautismo a los Apóstoles.
Vivían alrededor de ellos.
Por un lado hacían la vida de siempre pero al mismo tiempo llamaban la atención por su estilo particular.
El Sanedrín trató de acabar con ellos, personas “poco instruidas y de poca cultura “ (Hch. 4,13).
Gamaliel los defendió: “Dejad a estos hombres porque si eso es obra de hombres se destruirá por sí mismo,
pero si viene de Dios no podréis destruirlo” (Hch. 5,34).
Durante tres años fueron respetados por todos pero surgieron problemas entre ellos, sobre todo con los
helenistas. Por ello surgieron los diáconos.
El año 34 arrestaron y martirizaron a Esteban, hombre “llenos de gracia y poder que hacía grandes
prodigios y señales en el pueblo”. Ese mismo día se desató una violenta persecución contra la iglesia de
Jerusalén que provocó que “todos, excepto los Apóstoles, se dispersaran por las regiones de Judea y
Samaría”.
Saulo aprobó la muerte de Esteban y además “perseguía la Iglesia, iba de casa en casa y arrastraba hombres
y mujeres a la cárcel”.

3. LA COMUNIDAD DE SAMARÍA (a partir del año 34)


“Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Palabra” (Hch. 8, 4).
El protagonista fue Felipe, uno de los siete diáconos, el cual conquista para el evangelio a la gran mayoría de
la población. La conversión de Simón el Mago es ejemplo de la imperfección de la fe de los primeros
creyentes.
Llamaron desde Samaria a los Apóstoles para confirmar en la fe a todos los creyentes.
Pedro y Juan invocan al Espíritu Santo sobre todos los bautizados.

4. LA CONVERSIÓN DE PABLO (año 36)


Dos años después del martirio de Esteban la fe cristiana se ha seguido extendiendo por Judea y Samaria.
Camino de Damasco para apresar cristianos Pablo recibe la llamada de Jesús a la conversión.
Permanece en Damasco, luego se desplaza a Jerusalén a conocer a los Apóstoles y más tarde vuelve a Tarso,
su ciudad natal.
Pablo iniciará un camino nuevo de apertura más allá del pueblo judío. Él dará el empuje decisivo a la
Iglesia entre los gentiles y desarrollará el carácter universal de la misma.
5. LACONVERSIÓN DE CORNELIO (año 36)
Pedro se desplazó a Joppe a causa de la muerte de Tabita, a la cual devuelve la vida. La noticia de la
resurrección de Tabita se difunde y muchos deciden convertirse a la fe cristiana.
Allí Pedro recibe en sueños una visión que le invita a abrir el mensaje cristiano a los no judíos. Al mismo
tiempo recibe la invitación de Cornelio, centurión romano en Cesarea, a visitarlo para conocer la nueva fe.
Con toda su familia pide y recibe el bautismo (Hch 10, 24-33).
La novedad es que pasa de ser gentil a cristiano sin pasar antes por el judaísmo.
En el año 49, en el concilio de Jerusalén, el problema será debatido y decidirán que no se exigirá a los
gentiles el cumplimiento de las leyes de los judíos. Decidirán que lo fundamental será siempre la fe en
Jesucristo y en el Dios que nos enseñó Jesús.

6. LA COMUNIDAD DE ANTIOQUÍA (año 37)


Mientras Pedro se encuentra en Cesarea en la costa de Palestina existía un grupo de cristianos viviendo y
evangelizando en Antioquía de Siria, siendo la primera comunidad cristiana fuera de las fronteras de Israel.
De nuevo los Apóstoles enviaron a un mensajero, a Bernabé, “hombre bondadoso lleno de Espíritu Santo y
de mucha fe”. En Antioquía, “cuando llegó y vio la gracia que Dios les había concedido se alegró mucho y
exhortaba a todos a permanecer fieles al Señor con un corazón firme. Y una gran multitud se adhirió al
Señor” (Hch 11, 23-34).
Esta comunidad llegó a ser tan numerosa y activa como la de Jerusalén.
Allí convivieron los cristianos provenientes del judaísmo y del paganismo. Como decía San Pablo “el que
vive en Cristo es una nueva creatura, lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente” (2 Cor
5, 17). Por lo tanto ya no hay judío ni pagano, esclavo o libre, hombre o mujer porque todos son uno en
Cristo Jesús.
Bernabé llamó a Pablo para que le ayudara en Antioquía. “Ambos vivieron un año en esa iglesia y
enseñaron a mucha gente. Y fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de
cristianos “(Hch 11, 26).

7. LA COMUNIDAD DE ROMA (a partir del año 42)


En el año 41 los acontecimientos vuelven a precipitarse con el martirio de Santiago el Mayor y el
prendimiento de Pedro. Fue liberado milagrosamente, siendo acogido en la casa de la madre de Marcos.
Según antiquísimos testimonios del s. II (Papías, Ireneo de Lyon, Tertuliano, Clemente de Alejandría) Pedro
estuvo en Roma desde los comienzos del reinado de Claudio.
Marcos, discípulo de Pedro, lo acompañó a Roma, donde le pidieron que pusiera por escrito las enseñanzas
aprendidas de Pedro.
Se sabe que antes de que Pablo fuera enviado a Roma para ser procesado existían cristianos en la ciudad, se
supone que desde el año 42 (Tácito, “Anales”).
Entre los primeros oyentes se encontraban personas humildes y de la aristocracia.
Pedro volvió a Jerusalén para el concilio del año 49, donde decidieron no imponer a los cristianos
provenientes del judaísmo las costumbres judías. Lo único necesario es la fe en Jesucristo y no las normas
de la ley mosaica.
En el año 64 fue martirizado bajo la persecución de Nerón, el cual a consecuencia de su locura acusó a los
cristianos de incendiarios.
En Roma comenzó a percibirse el cristianismo como peligroso. Según Tácito era seguidores de una
execrable superstición y odiaban al género humano. Como Nerón, muchos los acusaban de culpables ante
las desgracias de la sociedad.

8. LOS VIAJES MISIONEROS DE PABLO


De su experiencia de Cristo deriva su misión de predicar fuera de Palestina para llevar el Evangelio a todas
las gentes.
“¿Qué he de hacer Señor?” se pregunta Pablo. De su disponibilidad inicial pasa a la misión: “Habiendo
vuelto a Jerusalén, y estando en oración en el Templo, caí en éxtasis; y lo vi a él que me decía: Date prisa,
marcha inmediatamente de Jerusalén… Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles “ (Hch 22, 18-21).
PRIMER VIAJE: Turquía, 45-48.
Se dirigieron ante todo a los judíos. Las conversiones brotaron entre toda clase de personas, judías o
paganas. Fueron surgiendo problemas que los obligaban a escapar de un sitio a otro. Vuelven a Antioquía
constatando que fueron mejor acogidos por los paganos que por los judíos.
Tras este viaje se suscitó la discusión sobre los cristianos provenientes del paganismo, cuestión zanjada en el
concilio de Jerusalén y comunicada a Antioquia por medio de una carta.

SEGUNDO VIAJE: Macedonia y Acaya (Europa) 50-53.


Pablo quería afianzar las comunidades surgidas de su primer viaje. Un paso decisivo fue el paso a Europa, a
Grecia. En Atenas primero lo escuchan con interés para luego reaccionar con incredulidad y rechazo. En
Corinto es bien acogido, donde se muestra no con “sublimidad de elocuencia o de sabiduría” sino que se
presentó “en debilidad, temor y temblor”. Su predicación consistió no en “persuasivos discursos de
sabiduría, sino en la manifestación del Espíritu y de poder de Dios “(1 Cor 2, 1-5).

TERCER VIAJE: Éfeso, 54-57.


Allí permaneció tres años, pasando también a Macedonia. Fue a Jerusalén en el 58, llevando una colecta
para los pobres de Judea. Allí es arrestado por su condición de ciudadano romano es llevado a Roma en al
año 59.

CUARTO VIAJE: Roma, 61-63.


Allí permaneció en libertad vigilada desde el 61 al 63. Pudo tomar contacto con los judíos de la ciudad a
quienes “enseñaba lo referente al Señor Jesucristo” y a todo el que acudía a él. Recupera la libertad en el año
63. Fue martirizado en el año 67.

9. OTRAS PREDICACIONES APOSTÓLICAS


Eusebio de Cesarea, en su “Historia eclesiástica” escrita en el s. IV, nos relata cómo los apóstoles se
extendieron por todo el mundo conocido entonces: Tomás predicó a los Partos, Juan en Asia, Pedro en el
Ponto y en Roma, Andrés en Escitia (Mar Negro), Mateo en Etiopía y Bartolomé en la India.

10. LAS CATACUMBAS


Profesiones en las catacumbas de Domitila: carnicero de carne de cerdo, elaborador de jamones, tejedor,
guardarropa de las termas, portero de una finca, dependiente de alimentos, vendedor de botellas, vendedor
de cebada, fabricante de llaves y cerraduras, lechero, un artesano de marfil, medico, tonelero, panadero,
cordelero, soldados y aurigas.
Los cristianos, sobre todo con los mártires, cambiaron el aniversario del nacimiento por el de la muerte, que
se celebraba como el aniversario del nacimiento a la vida nueva. Del relato del martirio de Policarpo:
“Pudimos recoger sus huesos, más preciados que las gemas de gran valor, y los pusimos en un lugar
adecuado en cuanto fue posible (…) el Señor nos concederá celebrar el día del nacimiento del mártir, para
el recuerdo de los que combatieron y para preparar y alentar a los que combatirán” (Cipriano, De la
inmortalidad, 20).
En las sepulturas se expresa una visión de la vida idealizada según la esperanza cristiana. Ellas son ocasión
para afirmar aspectos de la fe y de exhortar a los vivos a una vida según los valores de una espiritualidad
cristiana.
Dichos lugares son ocasión para proyectar un modelo de humanidad nuevo. A las mujeres y a los niños se
les atribuyen cualidades que los paganos reservaban a los hombres y poderosos: el niño es recordado por su
sabiduría, la joven por su energía, y a los hombres se les atribuye la castidad, la inocencia y el pudor.
El título de siervo se usa en el clero, en los poderosos, en las consagradas e incluso en esposas o jóvenes.
Al Papa se le llama “siervo de los siervos de Dios”.
La ciudad de los difuntos se convierte pues en espejo del sentir y del vivir de los cristianos.
11. TEXTOS SOBRE LA VIDA DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES
CRISTIANAS
DE LA CARTA A DIOGNETO (s. II-III)
1. Son hombres como los demás
"Los cristianos no se diferencian ni por el país donde habitan, ni por la lengua que hablan, ni por el modo de
vestir. No se aíslan en sus ciudades, ni emplean lenguajes particulares: la misma vida que llevan no tiene
nada de extraño. Su doctrina no nace de disquisiciones de intelectuales ni tampoco siguen, como hacen
tantos, un sistema filosófico, fruto del pensamiento humano. Viven en ciudades griegas o extranjeras, según
los casos, y se adaptan a las tradiciones locales lo mismo en el vestir que en el comer, y dan testimonio en
las cosas de cada día de una forma de vivir que, según el parecer de todos, tiene algo de extraordinario".

2. Habitan en la tierra, pero son ciudadanos del cielo


"Habitan en la propia patria como extranjeros. Cumplen con lealtad sus deberes ciudadanos, pero son
tratados como forasteros. Cualquier tierra extranjera es para ellos su patria y toda patria es tierra extranjera.
Se casan como todos, tienen hijos, pero no abandonan a sus recién nacidos.
Tienen en común la mesa, pero no la cama. Están en la carne, pero no viven según la carne. Habitan en la
tierra, pero son ciudadanos del cielo.
Obedecen a las leyes del Estado, pero, con su vida, van más allá de la ley. Aman a todos y son perseguidos
por todos. No son conocidos, pero todos los condenan. Son matados, pero siguen viviendo. Son pobres, pero
hacen ricos a muchos.
No tienen nada, pero abundan en todo. Son despreciados, pero en el desprecio encuentran gloria ante Dios.
Se ultraja su honor, pero se da testimonio de su justicia.
Están cubiertos de injurias y ellos bendicen. Son maltratados y ellos tratan a todos con amor.
Hacen el bien y son castigados como malhechores. Aunque se los castigue, están serenos, como si, en vez de
la muerte, recibieran la vida. Son atacados por los judíos como una raza extranjera. Los persiguen los
paganos, pero ninguno de los que los odian sabe decir el por qué ".

3. Están en el mundo como el alma en el cuerpo


"Por tanto, los cristianos están en el mundo lo mismo que el alma en el cuerpo. Como el alma se difunde
por todas las partes del cuerpo, así los cristianos se esparcen por las distintas ciudades de la tierra.
El alma habita en el cuerpo, pero no es del cuerpo; los cristianos habitan en el mundo, pero no son del
mundo.
Como el alma invisible es prisionera del cuerpo visible,
así los cristianos son una realidad bien visible en el mundo, mientras es invisible el culto espiritual que
rinden a Dios.
Como la carne odia al alma y le hace guerra, sin haber recibido ofensa alguna, solo porque se opone al
deleite
y gozo de los placeres que hacen daño, así el mundo odia a los cristianos, que no le han causado algún mal,
sino porque solamente se han opuesto a una manera de vida cuya esencia es el placer.
Como el alma ama a la carne y a los miembros que la odian, así los cristianos aman a quien los odia.
El alma, aun cuando sostiene al cuerpo, está encerrada en él; así los cristianos aun cuando son el sostén del
mundo,
viven presos en él como en una cárcel. El alma inmortal habita en una tienda mortal: así los cristianos viven
como extranjeros
en medio de las cosas que se corrompen, en espera de la incorruptibilidad del cielo.
Con la mortificación en el comer y en el beber, se afina el alma y se hace mejor; a
sí también los cristianos, maltratados y perseguidos,
aumentan cada día en número. Dios les ha asignado un puesto tan sublime,
que no deben abandonarlo de ningún modo" (Sources Chrétiennes, 33 bis, 62-67).
SAN TEÓFILO DE ANTIOQUÍA S. II
1. Los cristianos honran al emperador y rezan por él (libro I, 2)
"Yo honraré al emperador, pero no lo adoraré; rezaré, sin embargo, por él. Yo adoro al Dios verdadero y
único por quien sé que el soberano fue hecho. Y entonces podrías preguntarme: '¿Y por qué, pues, no adoras
al emperador?' El emperador, por su naturaleza, debe ser honrado con legítima deferencia, no adorado. El no
es Dios, sino un hombre a quien Dios ha puesto no para que sea adorado, sino para que ejerza en la tierra la
justicia.
El gobierno del Estado le ha sido confiado de algún modo por Dios. Y así como el emperador no puede
tolerar que su título sea llevado por cuantos le están subordinados -nadie, en efecto, puede ser llamado
emperador-, de la misma manera nadie puede ser adorado excepto Dios. El soberano por lo tanto debe ser
honrado con sentimientos de reverencia; hay que prestarle obediencia y rezar por él. Así se cumple la
voluntad de Dios".

2. La vida de los cristianos es prueba de la grandeza y belleza de su religión (libro III, 15)
"En los cristianos se da un sabio dominio de sí mismos, se practica la continencia, se observa el matrimonio
único, la castidad es custodiada, la injusticia es excluida, la piedad es apreciada con los hechos. Dios es
reconocido, la verdad considerada norma suprema.
La gracia los custodia, la paz los protege, la palabra sagrada los guía, la sabiduría los instruye, la vida
(eterna) los dirige, Dios es su rey".

3. Los cristianos observan las leyes de Dios


"Los cristianos llevan grabadas en su corazón las leyes de Dios y las observan en la esperanza del siglo
futuro. Por esto no cometen adulterio ni fornicación; no levantan falso testimonio; no se adueñan de los
depósitos que han recibido; no anhelan lo que no les pertenece; honran al padre y a la madre, hacen bien al
prójimo; y, cuando son jueces, juzgan justamente. No adoran ídolos de forma humana; todo aquello que no
quieren que los otros les hagan a ellos, ellos no se lo hacen a nadie. No comen carnes ofrecidas a los ídolos,
porque están contaminadas. Sus hijas son puras y vírgenes y huyen de la prostitución; los hombres se
abstienen de toda unión ilegítima y de toda impureza; igualmente sus mujeres son castas, en la esperanza de
la gran recompensa en el otro mundo... "

“LA APOLOGÍA”, ARÍSTIDES S. II


1. Son buenos y caritativos
"Socorren a quienes los ofenden, haciendo que se vuelvan amigos suyos; hacen bien a los enemigos. No
adoran dioses extranjeros; son dulces, buenos, pudorosos, sinceros y se aman entre sí; no desprecian a la
viuda; salvan al huérfano; el que posee da, sin rezongar, al que no posee. Cuando ven forasteros, los hacen
entrar en casa y se gozan de ello, reconociendo en ellos verdaderos hermanos, ya que así llaman no a los que
lo son según la carne, sino a los que lo son según el alma.
Cuando un pobre muere, si se enteran, contribuyen a sus funerales según los recursos que tengan; si vienen a
saber que algunos son perseguidos o encarcelados o condenados por el nombre de Cristo, ponen en común
sus limosnas y les envían aquello que necesitan, y si pueden, los liberan; si hay un esclavo o un pobre que
deba ser socorrido, ayunan dos o tres días, y el alimento que habían preparado para sí se lo envían,
estimando que él también tiene que gozar, habiendo sido como ellos llamado a la dicha".

2. Viven en la justicia y santidad


"Observan exactamente los mandamientos de Dios, viviendo santa y justamente, así como el Señor Dios les
ha mandado; le rinden gracias cada mañana y cada tarde, por cada comida o bebida y todo otro bien...
Estas son, oh emperador, sus leyes. Los bienes que deben recibir de Dios, se los piden, y así atraviesan por
este mundo hasta el fin de los tiempos, puesto que Dios lo ha sujetado todo a ellos. Le están, pues,
agradecidos, porque para ellos ha sido hecho el universo entero y la creación. Por cierto, esta gente ha
hallado la verdad".
“EL APOLOGÉTICO” TERTULIANO (S. II-III)

Los cristianos no son inútiles e improductivos


"Se nos acusa de ser improductivos en las varias formas de actividad. Pero ¿cómo se puede decir esto de
hombres que viven con ustedes, que comen como ustedes, que visten los mismos trajes, que siguen el mismo
género de vida y tienen las mismas necesidades de vida?
Nosotros nos acordamos de dar gracias a Dios, Señor y creador, y no rehusamos ningún fruto de su obra. A
la verdad, nosotros usamos las cosas con moderación, no en forma descomedida o mala. Convivimos con
ustedes y frecuentamos el foro, el mercado, los baños, las tiendas, los talleres, los establos, participando en
todas las actividades.
Navegamos también juntamente con ustedes, militamos en el ejército, cultivamos la tierra, ejercemos el
comercio, permutamos las mercaderías y ponemos en venta, para uso de ustedes, el fruto de nuestro trabajo.
Yo sinceramente no entiendo cómo podemos parecer inútiles e improductivos para los asuntos de ustedes,
cuando vivimos con ustedes y de ustedes.
Sí, hay gente que tiene motivo para quejarse de los cristianos, porque no puede comerciar con ellos: son los
protectores de prostitutas, los rufianes y sus cómplices; les siguen los criminales, los envenenadores, los
encantadores, los adivinos, los hechiceros, los astrólogos. ¡Es maravilloso ser improductivos para esta
gente!... Y después, en las cárceles ustedes no encuentran nunca un cristiano, a no ser que esté ahí por
motivos religiosos. Nosotros hemos aprendido de Dios a vivir en la honestidad".
“Se dice que somos malvados a causa de un rito que consiste en el infanticidio, a causa de las cenas que con
ello nos damos y de las orgías incestuosas después del banquete…”

15. ACUSACIONES Y PERSECUCIONES


1. Principal acusación: ser la causa de todas las desgracias del imperio. Las divinidades tradicionales,
desprovistas del culto de los cristianos, habrían despojado a Roma de su protección.
2. Las acusaciones eran de ateísmo, sacrilegio y lesa majestad.
3. Van surgiendo esporádicamente episodios de auténtica persecución desde Nerón hasta mediados del
s III, pero son siempre de carácter local..
4. Los episodios de persecución cruenta se dan durante el tiempo de los emperadores Domiciano (81-
95), Trajano (98-117), Marco Aurelio (161-180) y Septimio Severo (193-219).
5. En el año 250 Decio lanzó la primera persecución general que se extendió a todo el imperio.
Valeriano (250-253) continuó dicha persecución. Entre el 303 y el 305 Diocleciano lanza la última
persecución general.
6. Con el Edicto de Milán en el año 313 el emperador Constantino inicia una nueva era de paz para los
cristianos.
7. A partir de entonces existió otro tipo de reacción de mundo pagano, no violenta, pero igualmente
peligrosa, que consistió en la absorción del cristianismo en los esquemas ideológicos y de poder del
mundo desvirtuando su contenido esencial y reduciéndolo a un simple mensaje aceptado por la
mayoría.

16. LA TRADICIÓN ESCRITA


Cristianos y judíos han dado siempre mucha importancia a los documentos escritos sobre la fe. Los
primeros cristianos, judíos de origen, estudiaban y aprendía la Torá, los Salmos y los Profetas. Desde el s. III
a.C. poseemos una traducción al griego del A.T., llamada traducción de los Setenta.
Se piensa que desde los años 40 existen documentos escritos con las palabras y los hechos de Jesús. Los
evangelios como los conocemos fueron compuestos durante la generación de los testigos oculares.
Los medios de comunicación de la época permitían una rápida difusión de dichos escritos.
Qumrán. Masada. Oxirinco.
LA EXPANSIÓN DEL CRISTIANISMO, Rodney Stark

1. CONVERSIÓN Y CRECIMIENTO DEL CRISTIANISMO

AÑO Nº cristianos Porcentaje población imperio


30 120 0,000 %
40 1000 0,0017 %
50 1400 0,0023 %
100 7530 0,0126 %
150 40496 0,07 %
200 217795 0,36 %
250 1171356 1,90 %
300 6299832 10,50 %
350 33882008 56,50 %

Orígenes en el s. III decía: “Demos por hecho que los cristianos eran pocos en el comienzo”.
Se supone que la iglesia de Roma era excepcionalmente poderosa (cfr. Dionisio de Corinto año 170, petición
de Ignacio de Antioquía).
La proporción de cristianos era sustancialmente más alta en las zonas urbanas.
En el año 311 el emperador Galerio cambió de postura y de obligar a los cristianos a rezar a los dioses
romanos pasó a pedirles que orasen a “su propio Dios por nuestra seguridad y la del Estado”.
El edicto de Constantino fue la continuación de una política del Estado.
La base social:
Lejos de ser un grupo social deprimido entre los primeros cristianos predominaban las personas con
pretensiones sociales entre la sociedad de las ciudades. Pertenecían a círculos urbanos de artesanos bien
situados, mercaderes y miembros de profesiones liberales. Las clases más bajas estaban muy poco
representadas en la Iglesia primitiva.
Ejemplos: Erasto, tesorero de la ciudad de Corinto. Pomponia Graecina, de la clase senatorial, los Flavios
cristianos, Gala Placidia (foto), la petición de Ignacio de Antioquía.
Al parecer el cristianismo se apoyó al principio en la clase media y alta. Los primeros escritores se dirigían
a lectores cultos y educados.

2. LA MISIÓN A LOS JUDÍOS.

2.1 ¿Rechazaron los judíos el cristianismo?


Los judíos fueron una continua fuente de conversiones al menos hasta el s. IV. Fueron la base inicial para el
crecimiento de la iglesia durante el s. I e inicios del s.II.
En cualquier caso desde el principio el judaísmo se mostró hostil a la expansión del cristianismo.
Fueron los judíos helenizados los que respondieron más positivamente al cristianismo cuando éste se
presentó entre ellos. Pertenecían a una clase social media alta y vivían fundamentalmente en ciudades. No
sólo eran marginados socialmente sino que eran gente relativamente acomodada, mundana y secular.
Trataron de adaptar la fe al lugar y al tiempo en que vivían. Con el tiempo se habían adaptado al estilo de
vida de los diferentes países de acogida y se convirtieron en entidades marginales respecto al judaísmo de
Jerusalén. Ya en el s. III a.C. la Torá había sido traducida al griego. Gran cantidad de ellos no eran judíos en
sentido étnico y sólo era parcialmente judía en lo religioso. Sin embargo tampoco eran griegos esos judíos.
La Ley mosaica los situaba en un lugar aparte.
El cristianismo ofreció a los judíos helenizados el doble de continuidad cultural que a los gentiles. Les dio la
posibilidad de conservar gran parte del contenido religioso de ambas culturas y ayudarlos a resolver las
contradicciones entre ellas. Parte del Nuevo Testamento está dedicado a exponer cómo el cristianismo es
una extensión y cumplimiento del Antiguo.
2.2. La misión a los judíos.
En todos los grandes centros del Imperio había una población importante de judíos de la diáspora que estaba
acostumbrada a recibir maestros de Jerusalén. Éstos además solían tener conexiones afectivas o familiares.
Los primeros misioneros debieron centrarse en los judíos helenizados. Éstos además tendrían menos dudas
respecto a un mesías procedente de Palestina.
Se está de acuerdo en los siguientes hechos:
• Muchos conversos mencionados en el NT son judíos helenizados.
• En el NT se da por hecho que sus lectores están familiarizados con la versión bíblica de los Setenta.
• Los misioneros cristianos acudían a predicar a las sinagogas.
• Los testimonios arqueológicos nos muestran que las primeras iglesias cristianas estaban en los
barrios judíos de las ciudades.
La coexistencia de cristianos y judíos parece constatarse hasta el s. VII. El cristianismo ofrecía una
apropiada solución para salir de la situación de marginalidad en que vivían muchos judíos.
En conclusión, la misión hacia los judíos de la diáspora debió de haber sido un considerable éxito a largo
alcance.

3. EPIDEMIAS, REDES SOCIALES Y CONVERSIÓN

3.1 Epidemias, redes sociales y conversión.


En el año 165 hubo una gravísima epidemia, al parecer de viruela. Duró quince años y murió de un cuarto a
un tercio de la población. El mismo emperador, Marco Aurelio, falleció.
En el 251 el Imperio volvió a ser azotado por una nueva epidemia, esta vez de sarampión. Ambas
enfermedades pueden provocar enormes tasas de mortalidad en una población que nunca antes haya sido
expuesta a ellas.
Este grave despoblamiento fue responsable de ciertas políticas alguna vez atribuidas a la degeneración
moral, como el reasentamiento en masa de bárbaros.
Se puede decir también que el cristianismo no se hubiera convertido en una religión tan dominante si no
hubiera sido porque la sociedad clásica se vio desbaratada y desmoralizada por estas catástrofes.

3.2. Las epidemias.


Se pueden argumentar tres tesis:
• Las epidemias empantanaron la capacidad explicativa y consolatoria del paganismo y de la filosofía
griega. Sin embargo el cristianismo ofreció una explicación mucho más satisfactoria y proyectó una
esperanzadora imagen del futuro.
• Los valores cristianos del amor y la caridad se tradujeron desde los inicios en normas de servicio
social y de solidaridad comunitaria. Al llegar los desastres los cristianos estaban más preparados para
hacerles frente, lo que se tradujo en tasas de supervivencia mucho más altas entre ellos. Esto fue
considerado muchas veces como un milagro.
• La epidemias dejan a la gente sin los lazos interpersonales que previamente los habían ligado a un
orden moral convencional. Un gran número de personas perdió los vínculos que pudieron impedirles
alguna vez convertirse en cristianos. La mayor tasa de supervivencia de los cristianos pudo favorecer
reemplazar los lazos perdidos por nuevos vínculos con cristianos. Este cambio en las redes sociales
pudo favorecer las conversiones al cristianismo.

3.3. Crisis y Fe.


Las crisis producidas por los desastres naturales se han traducido habitualmente en crisis de fe. Los desastres
plantean cuestiones a la religión dominante a la que ésta se muestra incapaz de responder. Muchas veces son
incapaces de dar una respuesta satisfactoria de “por qué” ocurren los desastres y además se muestran muchas
veces como “inoperantes” ante el desastre.
Los contenidos de la religión pagana y cristiana eran más bien diferentes en su capacidad explicativa y en su
aptitud relativa a movilizar recursos humanos.
Ante una ciudad con hedor a muerte, si somos paganos sabemos que nuestros sacerdotes profesan una crasa
ignorancia y para colmo han huido de la ciudad. Los filósofos tampoco supieron dar una respuesta adecuada.
Los cristianos sí que afirman tener una respuesta desde su fe. Las enseñanzas de su fe hacían que sus vidas
tuvieran un significado incluso más allá de una muerte repentina y sorprendente. Podían encontrar calor,
consuelo y cura inmediata en la perspectiva de una existencia celestial.
Cita de Cipriano de Cártago (Mortalidad, 15-20) “La expansión del cristianismo” , Rodney Stark, p. 80
Cita de Dionisio de Alejandría, p. 81.
En resumen, donde todas las religiones fueron cuestionadas el cristianismo ofreció explicación y consuelo y
sobre todo un modo de actuar.

3.4. Respuesta cristiana y pagana.


Hay testimonios de fuentes paganas que señalan que ése fue el comportamiento de los cristianos. Las fuentes
cristianas son igualmente creíbles.
En el s. IV el emperador Juliano lanzó una campaña para instituir centros paganos de caridad en un esfuerzo
por igualar a los cristianos. Juliano aborrecía a los cristianos y sospechaba de sus intenciones pero reconocía
que habían creado un estado de asistencia social en miniatura dentro del Imperio, el cual carecía de dichos
servicios sociales. Atribuía el crecimiento de los cristianos a su carácter moral y a su benevolencia incluso
con los extraños y a su cuidado por las tumbas de los muertos.
El testimonio de Juliano apoya la tesis de que los paganos no igualaron los niveles de caridad cristianos
durante las epidemias dado que tampoco lo hicieron en tiempos normales, cuando el riesgo era mucho
menor.
Tucídides nos narra los efectos de una epidemia en el año 431 a.C. en Atenas y los efectos en la población,
señalando la ineficacia tanto de la ciencia como de la religión (cfr. Rodney Stark, o.c. pág. 83).
El famoso médico Galeno huyó de Roma ante la epidemia del s. II. Dicha actitud no fue considerada como
algo inusual, es lo que cualquier persona prudente habría hecho.
Tertuliano en cambio proclamaba: “Es nuestra preocupación por el desposeído y nuestra práctica de
amorosos cuidados lo que nos marca ante los ojos de nuestros adversarios. Dicen: ¡Mira cómo se aman!”

3.5. Tasa diferente de mortalidad.


Los cristianos, a riesgo de su propia vida, consiguieron salvar un inmenso número de vidas. Al mismo
tiempo se constataba que ellos eran menos proclives a morir. Los cuidados básicos consistentes en dar
comida y bebida salvaron muchas vidas en vez de dejarlas morir miserablemente.
La tasa de supervivencia cristiana, muy superior a la de los demás, fue interpretada como algo milagroso.
Esa tasa de supervivencia se tradujo además en una mayor inmunidad ante dichas enfermedades con lo que
podían pasar por invulnerables ante las enfermedades. De este modo se creó una legión de cuidadores
milagrosos.
Dicha tasa de supervivencia aumentó considerablemente en los paganos las probabilidades de acrecentar sus
lazos con los cristianos, primer paso en muchas ocasiones para llegar a la conversión.

4. LA FUNCIÓN DE LA MUJER EN LA DIFUSIÓN DEL CRISTIANISMO

Dentro de la cultura cristiana las mujeres gozaban de un status muy superior que el que tenían en el mundo
grecorromano. De hecho en el 370 el emperador Valentiniano I le pidió al papa Dámaso I que dejaran de
hablar con las mujeres paganas para evitar sus conversiones.

4.1. Proporción de hombres y mujeres entre paganos y cristianos


Los hombres era mayoría en el mundo grecorromano. Se calcula una proporción de 140 hombres por 100
mujeres en Italia. Entre otras cosas porque se forzó el natural desarrollo de la vida humana. Por ejemplo, el
abandono de niños no deseados o deformes era una práctica legal, moralmente aceptada y ampliamente
practicada por todas las clases sociales. A esto se suma las muertes producidas en los partos naturales y en
los abortos.
Todo esto era diferente entre los cristianos. Pablo en su carta a los Romanos manda saludos a 15 mujeres y
18 hombres. El predominio de las mujeres era reconocido por todos.
Las razones de dicho predominio pudieron ser:
• La prohibición del infanticidio y el aborto.
• Las mujeres eran más proclives a abrazar el cristianismo que los hombres.
4.2. Diversa tendencia entre los sexos respecto a la conversión.
El cristianismo penetraba a menudo en las clases altas a través de las esposas. Ellas ejercieron su influencia
para que sus maridos protegieran a la Iglesia. Marcia, concubina del emperador Cómodo consiguió que éste
liberara al futuro papa Calixto.
Teniendo en cuenta el tipo de conversiones (primarias, donde el converso está comprometido con la
comunidad y secundarias, donde el converso tiene una actitud pasiva y su conversión se basa en lazos
personales con otro converso primario) en las mujeres prevaleció un tipo de conversión primaria.
Se ha estudiado a fondo las razones de por qué las mujeres son más sensibles que los hombres ante la
religión.

4.3. Estatus relativo de las mujeres cristianas.


• Entre los cristianos se rechazaba el infanticidio, el divorcio, el incesto, la infidelidad y la poligamia.
• Rechazaban el doble rasero que concedía al varón demasiadas licencias sexuales. Se animaba a
mantener la virginidad antes del matrimonio y se condenaba el sexo extramatrimonial, tanto en
hombre como en mujeres.
• Cuando enviudaban las mujeres cristianas tenían importantes ventajas. Las viudas paganas era
presionadas para casarse de nuevo. Las viudas cristianas eran profundamente respetadas. La
comunidad cristiana las ayudaba y respetaba su decisión de casarse nuevamente o no.
• Las mujeres cristianas gozaron de una mayor seguridad e igualdad marital. Se casaban a una edad
más avanzada que las paganas y gozaban de mayor libertad de elección. Las paganas se casaban
siendo muy jóvenes y muchas siendo niñas, antes de la pubertad. La ley romana indicaba los doce
años como edad mínima para casarse pero no se censuraban los casos en los que se casaban antes.

4.4. Diferencia sexual y funciones religiosas.


• La iglesia primitiva atrajo a un número inusual de mujeres de alto estatus.
• Después del s. V las funciones de las mujeres se volvieron mucho más limitadas.
• Se le ha dado demasiada importancia al pasaje de Pablo donde parece que les prohíbe a las mujeres
incluso hablar dentro de la iglesia (1 Cor 14, 34-36).
• En Rom 16, 1-2 se alaba a la diaconisa Febe. Su caso no era aislado. Los diáconos de aquel tiempo
tuvieron una gran importancia. Pablo además suele mandar saludos a las mujeres más eminentes de
la comunidad, como Prisca que “arriesgó su cuello” por él y María que “había trabajado muy
duramente entre ellos”.
• Un estudio de las persecuciones romanas sugiere que las mujeres tuvieron un buen estatus y
posiciones de poder. La proporción de mujeres martirizadas induce a pensar que los romanos las
consideraban como poseedoras de cierta posición oficial dentro de la Iglesia.
• El gran número de mujeres en la comunidad cristiana favoreció que hubiera muchos conversos
secundarios.

Existió una cierta tolerancia con los matrimonios mixtos. El papa Calixto dictaminó que las mujeres
cristianas podían vivir en “justo concubinato” sin embarcarse en el matrimonio. Así intentaba solucionar el
problema de las mujeres de clase alta , las cuales no encontraban maridos entre los hombres de la comunidad
cristiana. Se deduce que a las mujeres de clase media baja se les permitía casarse con paganos. Los
matrimonios mixtos eran pues muy frecuentes. Fue un tema discutido por los Padres de la Iglesia.
El alto grado de compromiso que suscitó la Iglesia primitiva entre sus miembros hizo que éstos se sintieran
seguros cuando se unían en matrimonios mixtos.
El matrimonio exógamo permitió que se mantuviera un alto grado de fecundidad en las mujeres cristianas,
las cuales se casaban en su mayoría y fue una las razones de la rápida expansión del cristianismo.

4.5. La fertilidad.
Tácito nos informa que pese a las medidas de los emperadores para apoyar la fertilidad (regalo de tierras,
subsidios económicos, sanciones a las parejas sin hijos, a lo solteras de cierta edad, prohibición del celibato)
prevaleció la escasez de niños. Las epidemias junto a esta baja fertilidad fueron los factores por los que se
produjo una escasez en la población del Imperio. Se trató de compensar permitiendo un importante flujo de
población bárbara. Los cristianos mantuvieron una importante tasa de natalidad y una tasa de mortalidad
sustancialmente menor.
Causas de la baja fertilidad en el Imperio:
• La baja estima masculina por el matrimonio. Encontraban muy difícil relacionarse con las mujeres. A
las mujeres se les exigía virginidad y fidelidad mientras los hombres eran promiscuos.
• Infanticidio: era común y razonable deja expuestos a los bebés no deseados. Estaba justificado por la
ley y defendida por los filósofos. En Asquelon fueron hallados los restos humanos de unos cien
bebés en el sumidero atascado de unos baños públicos.
• Aborto: existía un amplio repertorio de técnicas abortivas, la mayoría de las cuales eran muy
peligrosas y provocaron la muerte de muchas mujeres (ingerir veneno, introducir veneno en el útero,
métodos mecánicos de extracción). La relativa abundancia de abortos se justifica por el intento de
ocultar las relaciones sexuales ilícitas. También se daba por motivos económicos. Los hombres
tenían el poder de obligar a abortar a sus mujeres.
• Control de la natalidad con métodos anticonceptivos.
• Escasez de mujeres.

4.6. La fertilidad cristiana.


• Entre los cristianos había una cultura de santificación del vínculo matrimonial. Se condenaba por
igual la promiscuidad masculina y femenina.
• En la relación hombre-mujer había una simetría novedosa en aquel tiempo.
• Se fue haciendo hincapié en que el propósito principal del sexo era la procreación.
• Desde el principio fue prohibido absolutamente el aborto y el infanticidio. Se dice ya en la Didajé
(s.I).
• Control de natalidad: al igual que los judíos, los primeros cristianos se oponían a cualquier práctica
sexual que desviaba el semen de la vagina.
• Abundancia de mujeres fértiles: se calcula que el 60% de la comunidad cristiana la componían las
mujeres que además procuraban casarse. La mayorías de los niños de matrimonios mixtos fueron
educados dentro de la Iglesia.
• El mayor índice de fertilidad de las mujeres cristianas fue uno de los factores, junto con las
conversiones, que ayudó a que creciera la población cristiana.

5. LA CRISTIANIZACIÓN DEL IMPERIO URBANO

El primer cristianismo fue ante todo un fenómeno urbano. La primera expansión fue en las grandes ciudades
de Asia Menor.
Las grandes ciudades el imperio eran: Roma con 650000 habitantes, Alejandría con 400000, Éfeso con
200000, Antioquía con 150000, Corinto con 100000, Cádiz 100000.
Cuánto más grandes más posibilidades había de que hubiera cristianos.
En las ciudades se daba una tasa más alta de no convencionalismo, lo cual hacía a la gente más receptiva a
nuevas corrientes.
En aquel tiempo era relativamente fácil desplazarse a cualquier parte del imperio.
Los factores vitales para preparar la recepción del mensaje cristiano fueron las comunicaciones, el contacto
cultural y las redes de relaciones interpersonales.
Los lugares familiarizados con la cultura judía fueron más receptivos (los “temerosos de Dios”).
Las sinagogas de las ciudades (los judíos de la Diáspora) fueron los principales centros de expansión y
crecimiento de la iglesia al principio.
El estudio de la expansión de la herejía gnóstica en las ciudades confirma también la mayor presencia de
cristianos en las ciudades.

5.1 Características de las ciudades del imperio:


• Densidad muy alta.
• Predominio de bloques de apartamentos donde la gente vivía en habitaciones.
• Las casas no tenían hornos ni chimeneas, por lo cual las ventanas solo tenían cortinas.
• Las calles eran estrechas (la principal avenida de Antioquia tenía 9 metros de ancho, la Vía Apia 6,5
metros).
• Por lo incómodo de las viviendas la gente pasaba mucho tiempo en los espacios públicos.
• No existía el jabón. Eso unido a la gran densidad de población creaba graves problemas sanitarios.
La enfermedad, rasgo dominante en la sociedad de aquel tiempo, era la compañera común de la
suciedad, los insectos y el hacinamiento. La ciudad y sus habitantes eran extremadamente sucios.
• Aunque se traía agua en acueductos se almacenaba y distribuía mal. Se llevaba a los lugares públicos
y a los ricos. A menudo estaba contaminada (Plinio aconsejaba hervir siempre el agua).
• El sistema de alcantarillado era totalmente insuficiente. La gente usaba principalmente orinales que
comúnmente se vaciaba por la ventana.
• En ocasiones los cadáveres eran abandonados en la vía pública.
• No extraña su afición al incienso.
• La edad media rondaba los treinta años.
• Había una gran población de recién llegados, de población nueva continuamente. La tasa de
criminalidad era bastante alta. La diversidad étnica contribuyó a ello. En Antioquía se levantó un
muro para separar a sirios y griegos y evitar tumultos.
• A veces vemos las últimas ruinas de una ciudad que periódicamente estuvo en ruinas. Si las
estructuras fueron transitorias también lo fue su población. En seis siglos Antioquía fue invadida
once veces y saqueada cinco veces, sitiada dos veces, incendiada cuatro veces, sufrió diez terremotos
graves, tres epidemias graves y cinco hambrunas. Cuarenta catástrofes en total.
Antioquía era un lugar estratégico. También inundado de miseria, peligro, miedo, desesperación y odio con
intensos antagonismos étnicos. Por todo ello es normal que la gente estuviera anhelando un alivio, una
esperanza, una verdad, la salvación. Tampoco es de extrañar que los misioneros cristianos fueran tan
calurosamente acogidos aquí.

5.2. Aportaciones del cristianismo:


 El cristianismo se mostró en las ciudades como un factor revitalizante ante tanta desestructuración
humana, física y moral tan predominante.
 Aportó nuevas normas y nuevos tipos de relaciones sociales.
 Ofreció caridad y esperanza a todos los desposeídos y una base humana para establecer lazos y
relaciones personales, un sentido de familia más acorde con la dignidad de las personas, una base
para la solidaridad social, ofreciendo atenciones y cuidados efectivos.
 Aportó una nueva cultura capaz de transformar la vida de las personas y hace más tolerable la vida
en las ciudades.
TEXTOS SOBRE LA VIDA DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES
CRISTIANAS

DE LA CARTA A DIOGNETO (s. II-III)

1. Son hombres como los demás


"Los cristianos no se diferencian ni por el país donde habitan, ni por la lengua
que hablan, ni por el modo de vestir. No se aíslan en sus ciudades, ni emplean
lenguajes particulares: la misma vida que llevan no tiene nada de extraño. Su
doctrina no nace de disquisiciones de intelectuales ni tampoco siguen, como
hacen tantos, un sistema filosófico, fruto del pensamiento humano. Viven en
ciudades griegas o extranjeras, según los casos, y se adaptan a las tradiciones
locales lo mismo en el vestir que en el comer, y dan testimonio en las cosas de
cada día de una forma de vivir que, según el parecer de todos, tiene algo de
extraordinario".

2. Habitan en la tierra, pero son ciudadanos del cielo


"Habitan en la propia patria como extranjeros. Cumplen con lealtad sus deberes
ciudadanos, pero son tratados como forasteros. Cualquier tierra extranjera es para
ellos su patria y toda patria es tierra extranjera.
Se casan como todos, tienen hijos, pero no abandonan a sus recién nacidos.
Tienen en común la mesa, pero no la cama. Están en la carne, pero no viven
según la carne. Habitan en la tierra, pero son ciudadanos del cielo.
Obedecen a las leyes del Estado, pero, con su vida, van más allá de la ley. Aman
a todos y son perseguidos por todos. No son conocidos, pero todos los condenan.
Son matados, pero siguen viviendo. Son pobres, pero hacen ricos a muchos.
No tienen nada, pero abundan en todo. Son despreciados, pero en el desprecio
encuentran gloria ante Dios.
Se ultraja su honor, pero se da testimonio de su justicia.
Están cubiertos de injurias y ellos bendicen. Son maltratados y ellos tratan a
todos con amor.
Hacen el bien y son castigados como malhechores. Aunque se los castigue, están
serenos, como si, en vez de la muerte, recibieran la vida. Son atacados por los
judíos como una raza extranjera. Los persiguen los paganos, pero ninguno de los
que los odian sabe decir el por qué ".

3. Están en el mundo como el alma en el cuerpo


"Por tanto, los cristianos están en el mundo lo mismo que el alma en el cuerpo.
Como el alma se difunde por todas las partes del cuerpo, así los cristianos se
esparcen por las distintas ciudades de la tierra.
El alma habita en el cuerpo, pero no es del cuerpo; los cristianos habitan en el
mundo, pero no son del mundo.
Como el alma invisible es prisionera del cuerpo visible, así los cristianos son una
realidad bien visible en el mundo, mientras es invisible el culto espiritual que
rinden a Dios.
Como la carne odia al alma y le hace guerra, sin haber recibido ofensa alguna,
solo porque se opone al deleite y gozo de los placeres que hacen daño, así el
mundo odia a los cristianos, que no le han causado algún mal, sino porque
solamente se han opuesto a una manera de vida cuya esencia es el placer.
Como el alma ama a la carne y a los miembros que la odian, así los cristianos
aman a quien los odia.
El alma, aun cuando sostiene al cuerpo, está encerrada en él; así los cristianos
aun cuando son el sostén del mundo, viven presos en él como en una cárcel. El
alma inmortal habita en una tienda mortal: así los cristianos viven como
extranjeros en medio de las cosas que se corrompen, en espera de la
incorruptibilidad del cielo.
Con la mortificación en el comer y en el beber, se afina el alma y se hace mejor;
así también los cristianos, maltratados y perseguidos,
aumentan cada día en número. Dios les ha asignado un puesto tan sublime, que
no deben abandonarlo de ningún modo"

Himno al amor de Dios

¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará
contra nosotros? El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por
todos nosotros, ¿no nos concederá con él toda clase de favores? ¿Quién podrá
acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más
aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?
¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las
angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? Como
dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se
nos considera como a ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto
obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la
certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo
presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni
ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en
Cristo Jesús, nuestro Señor. .
Rom. 8, 31-39

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