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Infección bacteriana:
Las bacterias son microorganismos que contiene una sola célula, y la mayoría de ellas no
provocan daño alguno, pues algunas de ellas incluso pueden ayudar a combatir ciertas
infecciones.
Cuando estos pequeños seres vivos se reproducen es cuando provocan una enfermedad.
Desprenden toxinas y dañan los tejidos.
En este caso es cuando es necesario tomar antibiótico; es muy importante seguir las
indicaciones del médico al pie de la letra y no suspender el tratamiento, ya que de lo contrario
la función del antibiótico que es atacar la bacteria no se logrará; incluso, la enfermedad podría
regresar con más fuerza.
Asimismo, es importante no consumir alcohol cuando se está tomando antibiótico, en esta
nota te decimos por qué.
Los síntomas de las infecciones virales y bacterianas son muy similares. Las pruebas son la
única forma de identificarlas con certeza, pero quizás sean costosas y tomen mucho tiempo.
Es posible que algunas diferencias sutiles te ayuden a distinguir si tienes una infección viral o
una infección bacteriana. Algunas infecciones son más duraderas y es posible que el moco
sea de un color diferente según el tipo de infección. Asegúrate de quedarte en casa y de
cuidarte si estás enfermo. Dale a tu cuerpo un tiempo para que descanse y se recupere.
LAS INFECCIONES virales en humanos, animales y plantas son causa de muerte, daño y
pérdidas económicas. Las mejoras en el nivel de salud pública e higiene personal contribuyen
en forma muy importante y efectiva a controlar la diseminación de las enfermedades
infecciosas, incluyendo las causadas por virus. Sin embargo, las vacunas tienen un papel
primordial en la prevención activa de las enfermedades virales en el hombre y en los
animales. Las vacunas pueden ser infecciosas (hechas con virus activos) o no infecciosas
(hechas con virus inactivados). El proceso de vacunación se basa en la idea de que se puede
lograr inmunidad específica contra una enfermedad, en particular si se provoca ésta en
condiciones controladas de manera que el individuo no padece los síntomas asociados con la
enfermedad y el sistema inmune reacciona produciendo un arsenal de anticuerpos y células
inmunes con capacidad para destruir o neutralizar cualquiera otra invasión por parte del
mismo agente infeccioso.
El procedimiento de atenuación permite obtener cepas de virus que tienen una reducida
capacidad para producir enfermedad; estas cepas se denominan avirulentas, en contraste con
las cepas virulentas capaces de producir enfermedad. Las cepas avirulentas son obtenidas
por métodos empíricos como el pasar (propagar) un virus determinado en cultivos de células
que provienen de una especie animal diferente a la del hospedero natural de ese virus en
particular. El uso de cepas emparentadas antigénicamente con una cepa virulenta, pero que
provocan una enfermedad más leve en el hospedero, es una técnica conocida desde el
tiempo de Edward Jenner, quien en 1798 utilizó preparaciones de virus de la viruela vacuna
para inmunizar humanos contra la viruela. Actualmente, se utiliza un virus de
la vacuna, descendiente del virus de la viruela vacuna, para "vacunar" contra la viruela. De
hecho, vacuna se ha convertido en sinónimo de cualquier substancia inmunogénica utilizada
en la prevención de enfermedades infecciosas.
Tratamiento de las infecciones Virales
Las vacunas preparadas a partir de virus muertos o inactivos deben carecer de infectividad y,
sin embargo, ser suficientemente inmunogénicas para provocar inmunidad protectora. Los
agentes inactivantes utilizados para matar al virus deben ser capaces de actuar sobre el ácido
nucleico viral. El formaldehído y la b-propiolactona son dos de los agentes más usados para
inactivar preparaciones virales. El formaldehído produce entrecruzamientos entre las proteínas
virales y también afecta a los grupos amino presentes en los nucleótidos. La b-propiolactona
inactiva a los virus por medio de la alkilación de las proteínas y ácidos nucleicos virales. Un
problema fundamental asociado con la preparación de una vacuna muerta consiste en que se
debe garantizar la completa inactivación de todas las partículas virales presentes en una dosis
de la vacuna.