Sei sulla pagina 1di 26

San Pedro y San Pablo

La solemnidad conjunta de San Pedro y San


Pablo es la conmemoración del martirio en Roma
de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso.

Se celebrada el 29 de junio a nivel mundial,


fundadores de la Iglesia de Roma, es la fiesta de “la
unidad y la catolicidad de la Iglesia”.
San Pedro y San Pablo
son apóstoles testigos de
Jesús que dieron un gran
testimonio.

Son las dos columnas del


edificio de la fe cristiana.

Dieron su vida por Jesús


y gracias a ellos el
cristianismo se extendió
por todo el mundo.
San Pedro

“Encontró primero a su
hermano Simón y le dijo:
«Hemos encontrado al Mesías.
Y se lo presentó a Jesús.
Jesús miró fijamente a Simón y
le dijo:
«Tú eres Simón, hijo de Jonás,
pero te llamarás Kefas» (que
quiere decir Piedra). Juan1:41-42
Pedro es nombre por el cual me llamó Jesús.
Antes me llamaba Simón, hijo de Jonás.
Nací en Betsaida de Galilea.
Mi padre era pescador y seguí el mismo oficio.
Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su
hermano, que echaban la red en el mar; porque eran
pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré
pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al
instante las redes, le siguieron. Mateo 4:18-20
Durante el tiempo que
estuve con Jesús,
muchos fueron los
prodigios y milagros que
realizó.
Atendió y curó:
Tullidos, cojos, ciegos,
poseídos, adúlteras.
Resucitó a su amigo
Lázaro.
Entre muchos otros
milagros
Nos previno de los sufrimientos y las
persecuciones que, a través del tiempo,
padeceríamos todos sus seguidores.

En la cena pascual Jesús


dijo: “He deseado con
ansia comer esta pascua
con ustedes antes de
padecer, porque les digo
que ya no volveré a
comer, hasta que se
cumpla el Reino de
Dios”.
Ya para terminar la cena, tomó el pan, lo bendijo, lo
partió y nos lo dio a comer diciendo: “Tomad; esto es mi
cuerpo. Luego, tomo un cáliz y, dicha la bendición, nos
lo ofreció para que bebiéramos todos de él y nos dijo;
Esta es mi sangre de la Alianza que se verterá por
muchos.” “Haced esto en memoria mía”.
Después, “Él se acercó y en voz baja y triste, me dijo:
“Te doy mi palabra de que esta misma noche, antes que
cante un gallo dos veces, tu me negaras tres veces”.
Jesús fue hecho prisionero y crucificado. Al tercer
día de su muerte, su cuerpo ya no estaba en el
sepulcro. Había Resucitado.
Después recibimos al Espíritu Santo, “como lenguas
de fuego posándose sobre cada uno de nosotros”. El
Espíritu de Dios volvía al mundo, dejado su Amor
Eterno. El cual trasmitimos a todos los pueblos de la
Tierra.
Los Sumos Sacerdotes
y ancianos, estaban
sumamente molestos
con nosotros. Fuimos
perseguidos, azotados,
hechos prisioneros,
algunos fueron
sacrificados, otros mas
matados a pedradas;
pero todos siempre
con la fe en el Señor
Jesús.
Habían pasado ya
muchos años de mi vida
y rápidamente se
aproximaba a su fin mi
peregrinaje en la tierra.
Y un día vinieron unos
soldados por mí,
sentenciados a morir en
la cruz, en el mismo
suplicio de mí amado
Señor y Maestro, Jesús.
Pedro fue sepultado en una fosa improvisada en
un cementerio publico para gente pobre y humilde,
denominado Vaticano.
Después, sobre la pobre tumba se erigió un
monumento triunfal.
A finales del siglo III, el emperador Constantino,
hizo construir un gran templo llamado Basílica
Constantiniana.
Y a principios del siglo XVI, el Papa Julio II, mando
demolerla para construir la actual Basílica de San
Pedro.
Pero hay otro monumento en recuerdo y honor de
San Pedro, infinitamente más augusto que la
Basílica de San Pedro:

Es la misma iglesia, que guiada por los


Sucesores, los Papas, se va construyendo,
ampliando y perfeccionando al paso de los siglos,
sobre él, como sobre piedra viva e inconmovible,
querida y puesta por Cristo a su fundamento.

“TÚ ERES PEDRO Y SOBRE ESTA PIEDRA


EDIFICARÉ MI IGLESIA”. MT.-16,18.
San Pablo
Su nombre hebreo era Saulo.
• Era judío de raza,
• Griego de educación y
• Ciudadano romano (de Tarso).
Inteligente y bien preparado.
Estudió en las mejores escuelas
de Jerusalén.

Era enemigo de la nueva religión


cristiana, estaba convencido y
comprometido con su fe judía.
Se dedicó a combatir a los cristianos, quienes
le temían.

Los jefes del Sanedrín de Jerusalén le


encargaron que apresara a los cristianos de la
ciudad de Damasco.

En el camino, se le apareció Jesús en medio


de un gran resplandor, cayó en tierra y oyó
una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué
me persigues?” ( Hechos 9, 1-9.20-22.).
Pablo comprendió que Jesús era verdaderamente
Hijo de Dios y que al perseguir a los cristianos
perseguía al mismo Cristo que vivía en cada
cristiano.
Después de este acontecimiento, Saulo se levantó
del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía
nada.
Lo llevaron a Damasco y pasó tres días sin comer
ni beber. Ananías, obedeciendo a Jesús, hizo que
Saulo recobrara la vista, se levantara y fuera
bautizado.
Saulo se cambió el nombre por Pablo.

En Jerusalén se puso a la orden de San Pedro.

La conversión de Pablo fue total y es el más


grande apóstol que la Iglesia ha tenido.

Fue el “apóstol de los gentiles” ya que llevó el


Evangelio a todos los hombres, no sólo al pueblo
judío.

Comprendió muy bien el significado de ser


apóstol, fue fiel de hacer apostolado a favor del
mensaje de Jesús.
Su labor no fue fácil.
Los cristianos desconfiaban de
él, por su fama de perseguidor
de las comunidades cristianas.
Los judíos, le tenían coraje por
"cambiarse de bando".

Realizó cuatro grandes viajes


apostólicos para llevar el
mensaje de salvación, creando
nuevas comunidades cristianas
en los lugares por los que
pasaba y enseñando y apoyando
las comunidades ya existentes.
Escribió catorce cartas o
epístolas que forman
parte de la Sagrada
Escritura.
Al igual que Pedro, fue
martirizado en Roma.
Le cortaron la cabeza con
una espada, como era
ciudadano romano, no
podían condenarlo a morir
en una cruz, ya que era
una muerte reservada
para los esclavos.
¿Qué nos enseña la vida de San Pablo?

Nos enseña la importancia de la labor


apostólica de los cristianos. Todos los
cristianos debemos ser apóstoles,
anunciar a Cristo comunicando su
mensaje con la palabra y el ejemplo,
cada uno en el lugar donde viva y de
diferentes maneras.
Nos enseña el valor de la conversión.
Nos enseña a hacer caso a Jesús
dejando nuestra vida antigua de pecado
para comenzar una vida dedicada a la
santidad, a las buenas obras y al
apostolado.
Esta conversión siguió varios
pasos:
1. Cristo dio el primer paso: Cristo
buscó la conversión de Pablo, le
tenía una misión concreta.
2. Pablo aceptó los dones de
Cristo: El mayor de estos dones
fue el de ver a Cristo en el camino
a Damasco y reconocerlo como
Hijo de Dios.
3. Pablo vivió el amor que Cristo
le dio: No sólo aceptó este amor,
sino que los hizo parte de su vida.
4. Pablo comunicó el amor que Cristo le dio:
Llevó el gran don que había recibido a los demás.
Dedicó su vida a fundar comunidades cristianas,
llevando el Evangelio y animando con sus cartas a
los nuevos cristianos, en común acuerdo con San
Pedro.
Estos mismos pasos son los que Cristo utiliza en
cada uno de los cristianos.
Nosotros podemos dar una respuesta personal a
este llamado, así como lo hicieron Pedro y Pablo
en su época y con las circunstancias de la vida.
Así cada uno de nosotros hoy puede dar una
respuesta al llamado de Jesús.

Potrebbero piacerti anche