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Criterios orientadores
para la
Pastoral Educativa
en Uruguay

CONFERENCIA ESPISCOPAL DEL URUGUAY


2

Montevideo

24 de abril de 2009

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


3

TABLA DE CONTENIDO
Presentación ...................................................................................................... 5
1 Primera parte .................................................................................................9
1.1 Aportes de la educación católica a la cultura del país.
Breve bosquejo histórico .......................................................................9
1.1.1 Los inicios ......................................................................................9
1.1.2 Diversidad de la propuesta educativa católica .........................11
1.1.3 El panorama de nuestros días ...................................................12
1.1.4 El Departamento de Educación de la Conferencia Episcopal
del Uruguay ................................................................................13
1.2 Aportes para una lectura del contexto cultural,
educativo y eclesial en que nos desenvolvemos ..............................14
1.2.1 Algunos rasgos de nuestra realidad ..........................................14
1.2.2 El contexto cultural .....................................................................15
1.2.3 Acerca de la laicidad ..................................................................16
1.2.4 El fenómeno religioso ................................................................19
1.2.5 En cuanto a la educación ............................................................22
1.2.6 En cuanto a la familia .................................................................25
1.2.7 En cuanto a los educadores y nuestros centros ........................26
1.3 Principios .............................................................................. 28
1.3.1 Educar antes que nada es humanizar ........................................28
1.3.2 Algunos rasgos del hombre que pretendemos formar ............28
1.3.3 El ser humano: categorías antropológicas fundamentales .......29
1.3.3.1 En su dimensión personal por querer ser .....................38
1.3.3.2 En su dimensión comunitaria por querer ser ............... 38
1.3.3.3 En su dimensión espiritual por querer ser.....................39
1.3.4 Eclesialidad ..................................................................................39
1.3.5 Identidad y misión de la escuela católica...................................40
1.3.6 Las escuelas son subsidiarias de la responsabilidad
educadora de la familia ..............................................................42
1.3.7 En la escuela católica la dimensión comunitaria es esencial ... 43
1.3.8 En la escuela católica lo central es el alumno............................44
1.3.9 En la escuela católica se promueve la calidad y la excelencia .....
educativa......................................................................................44
1.3.10 En la escuela católica se incentiva la finalidad educativa ............
integral e integradora ..................................................................46
1.3.11 La escuela católica tiene como vocación el servicio a todos
los habitantes del país.................................................................47
4

2 Segunda parte ............................................................................................ 49

2.1 Criterios orientadores ........................................................................ 49


2.1.1 Se evangelice educando y se eduque evangelizando ............. 49
2.1.2 Se fortalece la Comunidad Educativa evangelizadora ............. 51
2.1.3 Se asume los procesos evangelizadores, desde una pastoral
orgánica y diversificada a la vez .............................................. 53
2.1.4 Se asume la categoría de “discípulo” ....................................... 53
2.1.5 Se propone educar en lo vocacional como proyecto de vida . 53
2.1.6 Se concretan itinerarios pedagógicos para el diálogo fe
y cultura ..................................................................................... 55
2.1.7 Se fortalece y se propone una pastoral de educadores
como agentes de evangelización .............................................. 55
2.1.8 Se propicia una educación social, en la solidaridad
y el voluntariado ......................................................................... 56
2.1.9 Se incentiva la puesta en práctica de metodologías
de enseñanza y de trabajo que promuevan
la acción-reflexión-acción ......................................................... 56
2.1.10 Se integra a las familias al proyecto pedagógico
institucional................................................................................. 57
2.1.11 Se plantea como horizonte la búsqueda de la calidad ........... 57
2.1.12 Es una escuela con identidad que dialoga y está abierta
a otras convicciones................................................................... 58

3 Siglas y Bibliografía ................................................................................... 61

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


5

PRESENTACIÓN
La escuela católica está llamada a una profunda
renovación. Debemos rescatar la identidad católica de nuestros
centros educativos por medio de un impulso misionero valiente y
audaz, de modo de que llegue a ser una opción profética plasmada
en una pastoral de educación participativa. Dichos proyectos
deben promover la formación integral de la persona teniendo
su fundamento en Cristo, con identidad eclesial y cultural, y con
excelencia académica. Además han de generar solidaridad y
caridad con los más pobres. El acompañamiento de los procesos
educativos, la participación en ellos de los padres de familia y
la formación de docentes, son tareas prioritarias de la pastoral
educativa. Documento de Aparecida 337.

Con gran alegría queremos presentarles estos CRITERIOS ORIENTADORES


PARA LA PASTORAL EDUCATIVA EN URUGUAY. Este documento ha sido fruto
del trabajo constante de nuestra Conferencia en los últimos años, a través
del Departamento de Educación y debe ser comprendido en el contexto del
servicio pastoral que como Conferencia deseamos ofrecer en este campo de
evangelización, y está dirigido a los centros formales de primera y segunda
enseñanza, es decir los colegios y liceos católicos de nuestro país.

La acción evangelizadora de nuestra Iglesia a través de la educación, ha estado


presente desde siempre en nuestra cultura y en nuestro ser nacional, en los
comienzos de la evangelización en nuestra patria y desde la fundación de la
“escuela de la patria”.

Andado el tiempo, cuando nuestra Iglesia nacional va cobrando forma y organiza-


ción propia, supo de los desvelos de nuestro primer Obispo, Mons. Jacinto Vera
y sus sucesores, así como de un grupo de laicos, quienes fundan la Asociación
de la Enseñanza Católica. No podemos dejar de mencionar el aporte de nuestro
primer Arzobispo, Mons. Mariano Soler, desde su prédica en el Club Católico y a
través de su Magisterio, así como el de numerosos Presbíteros, Religiosos, Reli-
giosas y Laicos que han gastado la vida evangelizando-educando.

Para elaborar y entregar estos CRITERIOS ORIENTADORES nos han inspirado por
un lado, el “ver” la realidad de nuestra cultura, del país y de la educación católica,
y por otro, el firme deseo de asumir nuestra responsabilidad como pastores de
acuerdo a lo que la misma Iglesia nos indica: “depende de la autoridad de la
Iglesia la formación y educación religiosa católica que se imparte en la escuela
6

católica, corresponde a la Conferencia Episcopal dar normas generales sobre


esta actividad, y compete al Obispo diocesano organizarla y ejercer vigilancia
sobre la misma” (Código de Derecho Canónico, 804).

Ellos son presentados por esta Conferencia con el ánimo de alentar, promover y
sostener este servicio pastoral en el campo de la educación. Somos conscientes
de los innumerables esfuerzos y de la siembra incesante de semillas de
esperanzas que supone la tarea educativa. Mucho valoramos y agradecemos este
esfuerzo evangelizador, ya que toda acción educativa es acción evangelizadora.
Constituyen una referencia y una guía ineludible al momento de revisar la acción
evangelizadora de nuestras escuelas, de impulsar su renovación y su vocación
misionera.

Damos gracias al Señor por todos los educadores que se encuentran


comprometidos con el servicio a nuestra sociedad, a través de nuestros centros
educativos y por tantos católicos comprometidos en todas las ramas de la
enseñanza en el Uruguay.

Pedimos al Señor que bendiga estos esfuerzos y que, a través de la acción de


su Espíritu, renueve en cada corazón el “ardor”, semejante al que sintieron los
discípulos de Emaús, para que sean fortalecidos y renovados en su actitud
de discípulos misioneros, y puedan ser puentes para que nuestros niños,
adolescentes y jóvenes se encuentren con Jesús.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


7

Mons. Carlos María Collazzi sdb Mons. Rodolfo Wirz Mons. Nicolás Cotugno sdb
Obispo de Mercedes Obispo de Maldonado Arzobispo de Montevideo
Presidente de la CEU Vicepresidente de la CEU

Mons. Martín Pérez Mons. Orlando Romero Mons. Roberto Cáceres


Obispo de Flor
oorrida
Florida Obispo de Canelones Obispo Emérito de Melo

Mons. Hermes Garín Mons. Francisco Barbosa


Obispo Auxiliar de Canelones Obispo de Minas
Mons. Luis del Castillo
Obispo de Melo

Mons. Pablo Galimberti Mons. Arturo Fajardo Mons. Raúl Scarrone


Obispo de Salto Obispo de San José de Mayo Obispo Emérito de Florida

Mons. Julio Bonino Mons. Heriberto Bodeant


Obispo de Tacuarembó Obispo auxiliar de Salto

Florida, 24 de abril de 2009.


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Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


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1 PRIMERA PARTE

1.1 Aportes de la educación


católica a la cultura del país.
Breve bosquejo histórico

3. En plena revolución, Artigas se


1.1.1 Los inicios1 preocupa por la educación y, en nota
que dirige el 10 de setiembre de 1815
al Cabildo de Montevideo, solicita fun-
1. Desde los comienzos de la evange- dar en Purificación, donde está instala-
lización en nuestra patria, la Iglesia se do, la “escuela de la patria”, una escue-
preocupó por la educación. La primera la de primeras letras para la enseñanza
escuela de primeras letras en el actual de los jóvenes, que será confiada al
territorio de nuestro país fue un peque- sacerdote José Benito Lamas. Este fue
ño colegio de los Padres Jesuitas, el el primero de los maestros patriotas.
“San Francisco Javier”, que se instala Más adelante, como Vicario Apostó-
con la fundación de la Colonia del Sa- lico, traerá a las Hermanas de la Visi-
cramento (1680). tación (salesas), monjas de clausura
2. En la época colonial, (1746) se ins- que abren un colegio de niñas, y a las
talan en Montevideo los jesuitas, en la Hermanas del Huerto, que, además de
Residencia San Estanislao de Kostka. A atender el Hospital Maciel, abren el pri-
los tres años, se mudan a la actual pla- mer colegio para niñas (1861).
za Matriz, donde comienza a funcionar 4. El 26 de mayo de 1816 se inaugura
la primera escuela de Montevideo. En la primera Biblioteca Pública con 5000
1760, el Hospicio de los Franciscanos, volúmenes provenidos de los acervos
se constituye en “Convento San Ber- de los Pbros. Dámaso Larrañaga y Pé-
nardino de Siena”, casa que cumplirá rez Castellanos, de José Raymundo
una importante actividad religiosa y Guerra y el convento franciscano. Dá-
cultural, y donde se crea una escuela. maso Larrañaga fue su primer Director
y Artigas, sensible a la repercusión de
este hecho, decide el 30 de mayo que
el saludo y santo y seña del Ejército
1. Cfr. Sínodo 2005 Documento de trabajo.
fuese la frase “Sean los orientales tan
Cuadernos del Sínodo (2005) Arquidiócesis de
Montevideo. p.184. ilustrados como valientes”.
10

5. La ley de Creación de la Universidad fundada en 1876, como Liceo de


de la República, (1833), fue redactada Estudios Universitarios. 2.
por el Pbro. Dámaso Antonio Larrañaga
8. Más tarde, es de destacar el aporte
y los primeros rectores de nuestra
de Mons. Mariano Soler en diálogo con
Universidad fueron el propio Dámaso
la cultura y su enseñanza desde el Club
Larrañaga y Mons. Lorenzo Fernández.
Católico, y cuyo abundante magisterio
6. Nuestro primer Obispo, Mons. Ja- episcopal iluminó aún más allá de
cinto Vera, tiene gran preocupación por nuestras fronteras. 3
la educación. Incentiva a los sacerdotes
9. Es de subrayar también, la impor-
del clero a promocionarla y trae varias
tancia que dan los laicos a la Educa-
congregaciones religiosas para que se
ción Católica. El Pbro. Nicolás Luquese
establezcan en nuestra diócesis y se
reúne a un grupo de señoritas y forman
dediquen, según su carisma, a la ense-
“La Asociación de la Enseñanza Católi-
ñanza. Responderán a su llamado los
ca”, con la que a partir de 1885 fundan y
padres del Sagrado Corazón de Jesús
sostienen diecisiete colegios católicos,
de Betharram (vascos), los salesianos,
entre ellos Santa Elena (1885); Nuestra
las vicentinas, los jesuitas, las Hijas de
Señora de los Dolores (1888), hoy San-
María Auxiliadora, las dominicas. El se-
ta Teresita, en Av. Pedro de Mendoza;
gundo Obispo, Mons. Inocencio María
San José (1889) en Paso Molino, hoy
de Yereguy, invita a los Hnos. de la Sa-
San José de la Misericordia; Inmacu-
grada Familia.
lado Corazón de María (1889), hoy en
7. En 1884, Mariano Soler junto a la calle Mercedes; Sagrado Corazón
Francisco Bauzá, fundan el Instituto (1902), hoy Sagrado Corazón - Vedru-
Pedagógico, que queda instalado el 15 na; San José (1910), en camino Millán;
de mayo de ese año y cuya Constitución y Sagrada Familia, en Malvín (1917).
fue aprobada en diciembre. Este instituto
se proponía crear una red de escuelas
católicas que fuese una alternativa
ante la escuela oficial vareliana, y
representó durante más de doce años
un experiencia nueva en el área de la
educación privada y católica en el país,
con perfil y fundamentos propios. La
Sociedad Católica de Enseñanza Libre,
presidida por el obispo de Montevideo 2. Cfr. Monreal S. 2000. Francisco Bauzá y su
Monseñor Inocencio María Yéregui, proyecto educativo. En: Revista Prisma. Monte-
era responsable del funcionamiento de video. UCU.
3. Cfr. Discurso de Juan Pablo II en la UCU 08
la Universidad Libre de Montevideo, 05 88

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


11

1.1.2 Diversidad de la propuesta 12. Desde sus inicios la educación ca-


educativa católica tólica también se desarrolló en hoga-
res para niños y jóvenes en dificultad,
como las actuales obras de los Cotto-
10. La enseñanza católica no se limitó
lengos masculino y femenino y el Ho-
a los colegios de enseñanza Primaria
gar Margarita Uriarte de Herrera, entre
o Secundaria. En 1893 se fundan los
otros.
Talleres Don Bosco, como escuela de
artes y oficios. Esta institución, aún 13. Ha sido relevante en la educación
hoy vigente, fue seguida de otras que católica la edición de libros de texto
formaron a muchos adolescentes y que formaron a generaciones urugua-
jóvenes para el mundo del trabajo: la yas en nuestros colegios o fuera de
Escuela-Taller María Auxiliadora, la es- ellos. Recordamos entre otros esfuer-
cuela de Artes Gráficas Don Orione, la zos, los libros elaborados bajo la direc-
escuela de Oficios Banneux, hoy Don ción del Hermano Damasceno, de la
Bosco, en el barrio Marconi, la Escue- Sagrada Familia, para las más diversas
la de oficios “La Casilla” en La Teja, asignaturas: Matemática, Idioma Espa-
entre otras. A este tipo de enseñanza ñol, Ciencias, pero especialmente los
podríamos sumar muchas academias libros de Historia Nacional, populariza-
y pequeños talleres que en las diver- dos con la sigla HD.
sas parroquias fueron surgiendo como
14. Para una mejor formación de edu-
modo de formar a las clases populares.
cadores, las Hijas de María Auxiliadora
La educación en y para el trabajo hoy
fundaron en 1905 el Instituto Magiste-
se continúa en experiencias novedo-
rial María Auxiliadora, que ha formado
sas de educación no formal, como es
a generaciones de maestras. En 1978
el caso del Movimiento Tacurú y Guri-
el Instituto recibe su habilitación.
saes, obras educativas para jóvenes en
situación de riesgo social. 15. La formación superior tuvo en la
Iglesia una protagonista de primer or-
11. Fue también importante el apor-
den. La ley de creación de la Universi-
te eclesial a la enseñanza agrícola: la
dad de la República fue redactada por
Escuela Agrícola Jackson (1905-1995)
Larrañaga. Los primeros rectores de
del Manga; la del Paso de la Horqueta,
nuestra Universidad fueron Larrañaga
en Colonia; Don Orione, en La Flores-
y su sucesor como Vicario Apostólico
ta; Instituto de Gestión Agropecuaria,
del Uruguay Mons. Lorenzo Fernández.
(I.G.A.P), en Tacuarembó. Fueron cen-
En 1954 se funda el Instituto de Filoso-
tros que formaron centenares de jóve-
fía, Ciencias y Letras que dará lugar a
nes para el agro.
la Universidad Católica del Uruguay en
1985. En 1967 inicia sus cursos el Ins-
12

tituto Teológico del Uruguay, que des- seculares, por parroquias o por grupos
de 2002 tiene el reconocimiento de la de laicos con distinta forma jurídica.
Santa Sede como Facultad Teológica y
16. Los ámbitos que abarca también
desde 2004 es reconocido como insti-
son variados: Escuelas Maternales,
tuto universitario por el Estado.
Educación Inicial, Primaria, Secundaria,
16. Un servicio educativo complemen- Técnico - profesional, técnica - agraria
tario en este ámbito es el realizado por y Universitaria. El paso de tiempo y
las residencias universitarias como Sa- las necesidades educativas de nues-
grada Familia, Conventuales, Teresia- tra sociedad nos han hecho responder
nas, Capuchinas, Dominicas, Teresas, con creatividad, generando nuevas
entre otras. respuestas y nuevas modalidades, in-
cursionando no solo en el ámbito de
17. Con el correr de los años se siguen
la educación formal, sino además en el
fundando colegios parroquiales; y dis-
campo de lo no formal.
tintas congregaciones, institutos secu-
lares, asociaciones laicales y grupos 17. Actualmente la Iglesia uruguaya
de laicos, van abriendo las puertas de está ofreciendo a nuestra sociedad un
centros de enseñanza, enriqueciendo servicio educativo y cultural 4 a través
así a nuestra Iglesia con gran variedad de 295 instituciones, lo cual le permi-
de carismas educativos. te estar presente en todo el país con
sus 175 centros educativos (educación
18. Distintas instituciones católicas,
formal) y los 120 centros de educación
muchas veces en convenios con INAU,
no formal o proyectos socioeducativos
han abierto centros de educación no
alternativos de muy variadas caracte-
formal con diversas modalidades, que
rísticas (CAIF, Clubes del Niño, Centros
permiten un mayor servicio de la edu-
juveniles, Hogares, Centros de capaci-
cación católica a los niños y jóvenes
tación, Convenios educativo-laborales,
más pobres: CAIF, Club del Niño, Casa-
Refugios, Proyectos productivos, Pro-
joven entre otros.
yectos para madres adolescentes, para
niños en situación de calle, proyectos
de libertad asistida, casas para la mu-
1.1.3 El panorama de nuestros días
jer, etc.).
18. Podemos estimar que la población
15. El panorama de nuestros días
de nuestros centros educativos forma-
es más complejo y diverso en lo que
les es de 64.000 alumnos y que ello
atañe al estilo de gestión de nuestros
Centros Educativos. Reconocemos los
que encuentran gestionados por las
4. Cfr. Aportes de la Educación Católica al Deba-
congregaciones religiosas, institutos te Educativo (2006) pp. 8-9.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


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conforma aproximadamente el 8,6 % articular el intercambio y coordinación


del total de población escolarizada del de los responsables diocesanos de
país. educación y los organismos de educa-
ción católica.
19. En su mayoría son instituciones
pequeñas. Del total de centros educati- 22. El Departamento de Educación de
vos católicos, el 30,8 % tiene menos de la Conferencia Episcopal tiene los
200 alumnos y el 65,4% no supera los siguientes cometidos:5
400 alumnos. El 57% de los colegios
• Cooperar en la elaboración de
pertenece al interior, y los restantes a
las orientaciones generales
de Montevideo. Es de destacar que un
para la educación en general,
buen porcentaje de los mismos se con-
propiciando una educación hu-
centran en barrios periféricos de Mon-
manizadora, que se preocupe
tevideo y en pequeñas localidades del
por el desarrollo integral del ser
interior.
humano y que promueva la for-
20. La forma jurídica de nuestras co- mación de buenos ciudadanos
munidades educativas también pone para el país.
de manifiesto su finalidad y vocación. • Colaborar y asesorar a la CEU
El 91% de los centros educativos cató- con su reflexión sobre los fines
licos son asociaciones civiles sin fines y la realidad de la educación en
de lucro, registradas en el Ministerio de general y del sistema educativo
Educación y Cultura, lo que implica que en nuestro país, y sobre la iden-
están sujetas a sus controles y que sus tidad y la misión de la educa-
comisiones directivas y fiscales son ho- ción católica en particular en el
norarias. El resto se compone de coo- Uruguay.
perativas y otras formas jurídicas. • Difundir las orientaciones que
sobre pastoral educativa brin-
da el Magisterio Universal y la
1.1.4 El Departamento de Educación CEU.
de la Conferencia Episcopal • Ser el ámbito de intercambio
del Uruguay entre los responsables diocesa-
nos de educación y los organis-
mos de educación católica.
21. El Departamento de Educación es
• Coordinar y promover el diá-
el espacio desde el cual, a partir de una
logo con los Departamentos o
perspectiva pastoral, se busca colabo-
Comisiones afines de la CEU, y
rar con la Conferencia Episcopal Uru-
guaya en la reflexión sobre la identidad
y misión de la educación católica, y
5. Cfr. CEU, noviembre de 2005.
14

de la Pastoral de Conjunto na- la Pastoral Familiar, vínculos a seguir


cional, a fin de promover una cultivando y acrecentando.
Pastoral orgánica diocesana y
nacional. 6
• Propiciar el diálogo con insti- 1.2 Aportes para una lectura
tuciones civiles relacionadas al del contexto cultural, edu-
ámbito educativo y del sistema
educativo, a fin de promover el cativo y eclesial en que nos
diálogo y el encuentro de los desenvolvemos
distintos actores involucrados
en la sociedad en su conjunto.
• Promover y evaluar la “educa-
ción no formal”, ya que el De- 1.2.1 Algunos rasgos de nuestra
partamento de Educación es el realidad
organismo de la CEU con ese
cometido7 26. En el conjunto de realidades que
23. Al momento, el Departamento de vive el pueblo uruguayo, queremos
Educación Católica se integra por el destacar algunas situaciones que nos
Obispo Presidente y el Secretario de- interpelan, en el entendido de que son
signados a esos efectos por la CEU, el situaciones que afectan nuestra acción
responsable diocesano designado por pastoral en el campo de la educación:8
su Obispo, y representantes de la Uni- • El despertar religioso y la bús-
versidad Católica, AUDEC, Catequesis, queda del sentido de la vida.
Asociación de Padres y educadores. • La fragmentación y pérdida del
24. “Depende de la autoridad de la Igle- sentido en personas y grupos, la
sia la formación y educación religiosa confusión de valores (por ejem-
católica que se imparte en la escuela plo, en cuanto a los modelos de
católica, corresponde a la Conferencia familia,...).
Episcopal dar normas generales sobre • Una actitud de desaliento y de
esta actividad, y compete al Obispo falta de horizontes que se per-
diocesano organizarla y ejercer vigilan- cibe en ciertos grupos sociales
cia sobre la misma” (CIC 804). (jóvenes, empresarios).
• La inestabilidad laboral.
25. Existe una estrecha relación entre • Los rostros más dramáticos de
la Educación Católica, la Catequesis y la pobreza: niños con escaso o

6. Cfr Orientaciones Pastorales 2008 – 2013. 8. Cfr Orientaciones Pastorales CEU 2001 -2006.
7. Cfr Acta 567, 4 CEU 2004. (2001).

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


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nulo respaldo familiar, ancianos diversas, a veces contradictorias.


abandonados. Algunos valores morales se debili-
• La movilización de la sociedad tan y se excluyen y se distancian
civil y la emergencia de nuevos del mensaje y de la vivencia de la
roles del Estado. fe eclesial. Sin embargo, muchos,
de acuerdo a sus aspiraciones es-
pirituales y alarmados por esta si-
1.2.2 El contexto cultural 9 tuación, coinciden -a pesar de sus
diferentes concepciones de la vida
27. Estamos en un Uruguay sometido y del ser humano- en la necesidad
a cambios profundos. Asistimos a un urgente de la búsqueda de los va-
cambio de época que nos concierne lores éticos o morales en los ámbi-
a todos y que nadie puede eludir. No tos de la educación, la política, la
solo influye en nuestras tradicionales familia, la gestión económica.
concepciones políticas, en nuestras b. Cada día es más fuerte la búsque-
frágiles estructuras socioeconómicas, da de las raíces de la cultura y de
y en nuestra peculiar manera de rela- las culturas uruguayas. Se aspira a
cionarnos con Dios, sino que afecta una descentralización que fortalez-
incisivamente a nuestra cultura en su ca a los actores y las capacidades
totalidad. Aparecen desafíos nuevos locales.
que requieren nuevas estrategias y
respuestas adecuadas que sintonicen c. Muchos uruguayos padecen de
con el espíritu de la “nueva evangeli- soledad, desencanto y depresión
zación”, propuesta incesantemente por psicológica. Los motivos son múl-
el Papa Juan Pablo II. tiples. Entre otros: sus situaciones
de marginación, pobreza y empo-
a. Muchos de los valores, que en brecimiento; la falta de trabajo; el
otras épocas no tan lejanas dieron desarraigo vital por haber emigra-
sentido a nuestra vida y conviven- do del campo a las ciudades en
cia, pierden hoy fuerza de atrac- condiciones de desamparo; la falta
ción. Los valores más estables se de sentido último de la vida. Ello
tornan relativos; los códigos de provoca, a menudo, la adicción, la
conducta responden a valoraciones que hace que, más que el ser una
persona solidaria puedan más las
drogas y el alcohol, la que también
9. Cfr Orientaciones Pastorales CEU 2001 -2006.
(2001). Con la palabra cultura se indica el modo
genera violencia y un elevado nú-
peculiar como, en un pueblo, las personas culti- mero de suicidios, aun entre ado-
van su relación con la naturaleza, entre sí mismos lescentes y jóvenes.
y con Dios (GS 53 b) de modo que puedan alcan-
zar su verdadera y plena humanidad. (GS 53 a).
16

d. Entre nosotros hay muchos que h. El paso de la mujer desde lo priva-


defienden la centralidad de la per- do (hogar) a lo público (laboral, po-
sona humana y sus derechos. Lle- lítico) va en aumento. Sin embargo,
vados de esta convicción, son soli- es patente entre otros aspectos, su
darios, buscan denodadamente la condición desigual en cuanto a re-
paz y colaboran en diversas ONGs muneración económica, ejercicio
e iniciativas barriales en procura de de puestos de responsabilidad,
mejores condiciones de vida de los consideración social de su rol y
más desposeídos. sus aportes, comparada con la del
varón. Persiste todavía en nuestra
e. El disfrute compulsivo de lo inme-
cultura un larvado machismo. A
diato, lo presente, lo visible y lo
pesar de todo, la mujer sigue man-
tangible, dificultan el asumir com-
teniendo el trabajo del hogar, el de
promisos estables, sobre todo para
fuera de casa remunerado, su for-
siempre. Se rehuye lo arduo, lo que
mación laboral, la vida conyugal
implica mantener la palabra dada,
como esposa y la educación de los
la responsabiIidad y el compromi-
hijos.
so. Ello incide en el mundo laboral,
familiar y sobre todo matrimonial. i. En el campo de la educación y de
la enseñanza, en el transcurrir del
f. Muchos asumen un estilo de vida
tiempo el fenómeno de la laicidad
egoísta, prescindente de los pro-
se ha expresado de muy diversas
blemas y los desafíos colectivos.
formas, con distintas conceptua-
Se debilita el sentido de gratuidad
lizaciones y prácticas. Ello ha de-
ante los otros, y las relaciones in-
terminado variadas experiencias,
terpersonales están con frecuencia
y ha generado en ese sentido, un
teñidas de desconfianza, afán de
modo particular de percibir este
posesión y utilidad y, a menudo,
fenómeno, que tiene sus raíces en
de revancha.
procesos que vienen desde el fon-
g. El economicismo es comúnmente do de nuestra historia como nación
el que mide los éxitos y fracasos y como Iglesia.
para numerosas personas. El ma-
terialismo y el consumismo inspi-
ran sus conductas. El tener rique- 1.2.3 Acerca de la laicidad
za, poder, belleza, prestigio, inte-
ligencia atrae y puede más que el 28. Para el propósito de este documen-
ser persona solidaria al servicio el to, nos referimos al concepto de laici-
barrio, de las causas comunitarias, dad como el modelo histórico concre-
del país mismo. to de separación Iglesia – Estado que
se implantó para el caso de nuestro

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


17

país. Y entendemos al laicismo como parece haberse convertido en el em-


el tono o prejuicio antirreligioso y/o an- blema fundamental de la posmoder-
ticlerical que fue tomando el proceso nidad, en especial de la democracia
en Uruguay. moderna.
29. Retomamos inicialmente concep- 31. Por tanto, todos los creyentes, y de
tos del propio Benedicto XVI, cuando modo especial los creyentes en Cristo,
sostiene que en realidad, hoy la laici- tienen el deber de contribuir a elaborar
dad se entiende, por lo común, como un concepto de laicidad que, por una
exclusión de la religión de los diversos parte, reconozca a Dios y a su ley mo-
ámbitos de la sociedad y como su con- ral, a Cristo y a su Iglesia el lugar que
finamiento al ámbito de la conciencia les corresponde en la vida humana, in-
individual. La laicidad se manifestaría dividual y social, y que, por otra, afirme
en la total separación entre el Estado y respete “la legítima autonomía de las
y la Iglesia, no teniendo esta última realidades terrenas”, entendiendo con
título alguno para intervenir sobre te- esta expresión -como afirma el conci-
mas relativos a la vida y al comporta- lio Vaticano II- que “las cosas creadas y
miento de los ciudadanos; la laicidad las sociedades mismas gozan de leyes
comportaría incluso la exclusión de y valores propios que el hombre ha de
los símbolos religiosos de los lugares descubrir, aplicar y ordenar paulatina-
públicos destinados al desempeño de mente” (Gaudium et Spes, 36).
las funciones propias de la comunidad
32. Esta afirmación conciliar constituye
política: oficinas, escuelas, tribunales,
la base doctrinal de la “sana laicidad”,
hospitales, cárceles, etc.
la cual implica que las realidades terre-
30. Basándose en estas múltiples ma- nas ciertamente gozan de una autono-
neras de concebir la laicidad, se habla mía efectiva de la esfera eclesiástica,
hoy de “pensamiento laico”, de “moral pero no del orden moral. Por tanto, a
laica”, de “ciencia laica”, de “política la Iglesia no compete indicar cuál orde-
laica”. En efecto, en la base de esta namiento político y social se debe pre-
concepción hay una visión a-religiosa ferir, sino que es el pueblo quien debe
de la vida, del pensamiento y de la mo- decidir libremente los modos mejores
ral, es decir, una visión en la que no y más adecuados de organizar la vida
hay lugar para Dios, para un Misterio política. Toda intervención directa de
que trascienda la pura razón, para una la Iglesia en este campo sería una inje-
ley moral de valor absoluto, vigente en rencia indebida.
todo tiempo y en toda situación. Sola-
33. Por otra parte, la “sana laicidad”
mente dándose cuenta de esto, puede
implica que el Estado no considere a
medirse el peso de los problemas que
la religión como un simple sentimien-
entraña un término como laicidad, que
18

to individual, que se podría confinar al quedar indiferente y silenciosa la Igle-


ámbito privado. Al contrario, la religión, sia, que tiene el deber de proclamar
al estar organizada también en estruc- con firmeza la verdad sobre el hombre
turas visibles, como sucede con la Igle- y sobre su destino. 10
sia, ha de reconocerse como presen-
36. A su vez, Benedicto XVI en su dis-
cia comunitaria pública. Esto supone,
curso en el encuentro con las autori-
además, que a cada confesión religio-
dades del estado francés en París, en
sa (con tal de que no esté en contraste
Palacio del Elíseo, el viernes 12 de se-
con el orden moral y no sea peligrosa
tiembre de 2008, retoma el concepto
para el orden público) se le garantice
de “laicidad positiva” ya manejado por
el libre ejercicio de las actividades de
el presidente Sarkozy y dice: “Usted,
culto -espirituales, culturales, educati-
Señor Presidente, utilizó la bella ex-
vas y caritativas- de la comunidad de
presión “laicidad positiva” para desig-
los creyentes.
nar esta comprensión más abierta. En
34. A la luz de estas consideraciones, efecto, es fundamental, por una parte,
ciertamente no es expresión de laici- insistir en la distinción entre el ámbito
dad sino su degeneración en laicismo, político y el religioso para tutelar tanto
la hostilidad contra cualquier forma de la libertad religiosa de los ciudadanos,
relevancia política y cultural de la reli- como la responsabilidad del Estado
gión; en particular, contra la presencia hacia ellos y, por otra parte, adquirir
de todo símbolo religioso en las institu- una más clara conciencia de las fun-
ciones públicas. ciones insustituibles de la religión para
la formación de las conciencias y de la
35. Tampoco es signo de sana laici-
contribución que puede aportar, junto
dad negar a la comunidad cristiana, y a
a otras instancias, para la creación de
quienes la representan legítimamente,
un consenso ético de fondo en la so-
el derecho de pronunciarse sobre los
ciedad”. 11
problemas morales que hoy interpelan
la conciencia de todos los seres huma- 37. En los últimos años se ha mani-
nos, en particular de los legisladores festado un proceso de redefinición del
y de los juristas. En efecto, no se trata concepto de laicidad en nuestro país.
de injerencia indebida de la Iglesia en Este proceso ha estado especialmente
la actividad legislativa, propia y exclu-
siva del Estado, sino de la afirmación
y de la defensa de los grandes valores 10. La laicidad, según Benedicto XVI, 9 de diciem-
que dan sentido a la vida de la perso- bre del 2006. Discurso al 56º Congreso Nacional
na y salvaguardan su dignidad. Estos de la Unión de Juristas Católicos Italianos.
valores, antes de ser cristianos, son 11. Cfr. Discurso del Santo Padre Benedicto XVI,
París, Palacio del Elíseo, Viernes 12 de setiembre
humanos; por eso ante ellos no puede de 2008.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


19

jalonado por las intervenciones públi- entre otras cosas, dignidad humana,
cas del anterior y el actual presidente autonomía y capacidad de decisión,
de la República que han tomado la ini- la laicidad es generar las condiciones
ciativa de promover la reflexión colec- para que la gente decida por sí misma
tiva al respecto. 12 en un marco de dignidad.
38. El Dr. Jorge Batlle, en una confe- 40. Desde esa perspectiva, la laicidad
rencia ante un grupo de empresarios, no inhibe al factor religioso. ¡Cómo va
introdujo el tema porque “el laicismo a inhibirlo si, al fin y al cabo, el hecho
nos ha llevado a decir lo que el laicis- religioso es la consecuencia del ejerci-
mo no quiere decir”, … “los valores cio de derechos consagrados en tantas
morales, los valores éticos tienen que declaraciones universales y en tantos
estar en la base de la enseñanza de los textos constitucionales! La laicidad no
seres humanos”.13 es incompatible con la religión; sim-
plemente no confunde lo secular y lo
39. Por su parte el Dr. Tabaré Vázquez
religioso. […]
decía acerca de la laicidad: 14 “[…] Se-
ñores: ¿De qué hablamos cuando ha- 41. Se falta a la laicidad cuando se im-
blamos de laicidad? Responder esta pone a la gente. Pero también se falta
interrogante requiere, en primer lugar, a la laicidad cuando se priva a la gente
una precisión terminológica. No es de acceder al conocimiento y a toda la
un detalle menor. La palabra laicidad, información disponible. La laicidad no
como el término laicismo, derivan de es empujar por un solo camino y es-
laico pero, obviamente, laico, laicis- conder otros. La laicidad es mostrar
mo y laicidad no son lo mismo. […] En todos los caminos y poner a disposi-
nuestra opinión, la laicidad es un mar- ción del individuo los elementos para
co de relación en el que los ciudadanos que opte libre y responsablemente por
podemos entendernos desde la diver- el que prefiera. La laicidad no es la in-
sidad pero en igualdad. La laicidad es diferencia del que no toma partido. La
garantía de respeto al semejante y de laicidad es asumir el compromiso de la
ciudadanía en la pluralidad. O dicho igualdad en la diversidad. Igualdad de
de otra manera: la laicidad es factor derechos, igualdad de oportunidades,
de democracia. Y si la democracia es, igualdad ante la ley, igualdad ante la
vida”.
12. Cfr. Aportes de la Educación Católica al Deba- 42. En síntesis se trata de encontrar los
te Educativo (AUDEC) (2006). caminos para con-vivir, respetando y
13. Cfr. Dr. Jorge Batlle, “Uruguayos a las cosas”.
asegurando el respeto a las conviccio-
Conferencia en el foro organizado por ACDE.
Montevideo, 7 de marzo de 2001. nes creyentes o no creyentes de cada
14. Tomado del sitio Web de Presidencia de la uruguayo y uruguaya. Esto implica no
República.
20

ignorar sino reconocer para construir c. Como Iglesia entendemos que


el nosotros colectivo con todas las for- es bueno preguntarnos en qué
mas de pensar al respecto y no en con- y por qué no respondemos a
tra de las distintas formas de pensar. las búsquedas de nuestros con-
temporáneos y por qué nuestros
creyentes (los de nuestras comu-
1.2.4 El fenómeno religioso 15
nidades parroquiales y educati-
43. Ocurre hoy un fenómeno crecien- vas, los fieles sencillos y los de
te, no tanto cultual sino cultural, expre- a pie y los docentes de nuestras
sado en la búsqueda de lo esotérico: comunidades) participan en el
el tarot, la magia, los videntes y otras movimiento del supermercado
prácticas. Son muchos los que recu- de ofertas religiosas y pseudo re-
rren a ellas, incluso aún practicando ligiosas del ambiente.
alguna religión. Advertimos también Además de existir crisis de senti-
ofertas de “formación”, como los gru- do y búsqueda de sentido, existe
pos de metafísica, los círculos gnósti- también (y en algunos sectores
cos, etc. En el fondo estas búsquedas se trata de algo vivido con dolor
nos revelan la aspiración a encontrar el y frustración) un extendido des-
sentido de la vida que late en lo más encanto acerca de la respuesta
profundo del corazón humano. que damos eclesialmente a las
a. El confuso camino de tradiciones preguntas y desafíos con que se
o propuestas de carácter religio- confronta el hombre de hoy.
so, al margen de cualquier reli- Es común escuchar a la Iglesia
gión instituida, el recurso a las hablando sobre todo. Pero son
filosofías y prácticas orientales, muchos los que no reciben su
conforman una urgente ansia por palabra como respuesta a sus
lo religioso que ha dado lugar a preguntas. Muchos tienen la
un supermercado de ofertas, que sensación de que se habla de
poco o nada tienen que ver con aquello que nadie pregunta. Es
las religiones tradicionales.16 un problema grave, porque si los
b. Lo religioso se alberga aún en lo hombres y mujeres de nuestro
privado y personal, todavía lo pú- tiempo se sintieran desencanta-
blico es mirado con recelo. Pesa dos de Jesucristo no tendríamos
mucho entre nosotros la históri- salvación. “Señor, ¿a quién ire-
ca “privatización de lo religioso”. mos?, solo Tú tienes palabras de
vida eterna.”
15. Cfr. CEU 2001 -2006. (2001).
16. Cfr. PGC 57.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


21

d. “El número de cristianos sin Igle- g. Entre las diócesis, los Movimien-
sia va creciendo, especialmente tos, los grupos y las diversas
entre los jóvenes y, para muchas organizaciones eclesiales, no se
personas, la propia Iglesia resulta da todavía la anhelada comunión
más un punto de referencia que y participación eclesial. A pesar
uno de pertenencia. Aunque una de los esfuerzos realizados, las
persona declare ser miembro de Orientaciones pastorales comu-
una determinada Iglesia, en la nes no ejercen todavía el impul-
práctica no se siente totalmente so deseado de cohesión.
identificada con ella, con su mi-
h. En cuanto a la relación entre la
sión, con su ética, ni con sus de-
pastoral educativa y la pastoral
claraciones oficiales” 17
territorial, si bien percibimos una
e. Nuestra Iglesia es más comuni- inquietud por mejorar su coor-
taria, quizás dada su pequeña dinación y complementación,
escala. Una Iglesia más reducida, detectamos algunas debilidades
más afianzada en motivos de fe y que no favorecen una adecua-
razones de esperanza, haciendo da articulación entre ellas: en
presente en la sociedad la gra- muchas oportunidades, estas
tuidad y el amor tiende a poner debilidades tienen su origen en
su fundamento en la centralidad visiones inadecuadas acerca de
de Jesucristo, va encontrando su la finalidad y sentido de los cen-
manera de responder al mundo tros educativos como campo de
de hoy y su voz es escuchada y, evangelización.
generalmente, aceptada, excep-
i. En el ejercicio de su misión evan-
to en temas como el de la sexua-
gelizadora no se dan todavía
lidad, en los que no tiene tanta
las características de la “nueva
acogida18. Se la valora como
evangelización”. Hay un cierto
educadora de personas.
complejo de ser y mostrarse pú-
f. Nuestra Iglesia (…) se esfuerza blicamente católico.
por despojarse de la mentalidad
j. Se constata en nuestra Iglesia una
clerical, tratando de integrar y
creciente despreocupación por la
responsabilizar a los laicos en la
vivencia y práctica sacramental,
vida y misión eclesiales. (…).
sobre todo por el sacramento
de la reconciliación. Una de sus
posibles causas parece ser la
dificultad de adaptar o renovar
17. Cfr. PGC 58. nuestras celebraciones litúrgicas
18. Cfr. PGC 61. a la situación de los fieles.
22

k. Sufrimos, como en tantas otras b El nivel de calidad de educación ha


Iglesias Particulares, la crisis decaído en algunos centros edu-
vocacional, tanto en el clero cativos. Las causas son múltiples,
como en las Congregaciones entre las que pueden mencionarse
religiosas. Se están haciendo el descenso en el nivel de la forma-
esfuerzos por superarla pero aún ción de los docentes, las nuevas
no han dado sus frutos. situaciones culturales, socioeco-
nómicas y en el aprendizaje.
l. Nuestra Iglesia a pesar de los
distintos esfuerzos y proyectos Sin embargo, se estiman como
que reconocemos en su acción muy positivas las iniciativas de
evangelizadora, no ha logrado la gestión pública y de la gestión
asumir el desafío de evangelizar privada que aparecen por doquier
el mundo de la cultura, de la para asegurar una mejor forma-
educación y del trabajo. ción de los docentes. Todavía los
centros públicos de educación de
gestión privada, no perciben una
1.2.5 En cuanto a la educación ayuda económica estatal que co-
rresponda a criterios acordes con
una legítima justicia distributiva, a
44. En cuanto a la situación de la edu- pesar de los reclamos insistentes
cación en particular, podemos se- de numerosos padres de familia y
ñalar algunos rasgos que la han de los Obispos.
caracterizado en los últimos tiem-
c La educación muestra importan-
pos:
tes problemas de calidad, que se
a Hay una nueva y creciente inquie- expresan en los altos índices de re-
tud por la educación en valores y petición, especialmente en primer
en derechos humanos en la ense- año de escuela. Ya en la educación
ñanza pública, tanto en la de ges- media, el problema pasa a ser el de
tión estatal como en la de gestión aquellos que no logran continuar
privada. Esta coyuntura ofrece una asistiendo, la deserción, que impli-
excelente posibilidad a la Iglesia ca a uno de cada tres adolescentes,
para dialogar y colaborar a ese ni- aún a pesar de que la educación es
vel, y de este modo propender a obligatoria. Y la deserción continúa
alcanzar acuerdos comunes.19 año a año, de tal manera que más
de una tercera parte de los adoles-
centes no logra completar el Ciclo
Básico, en tanto que apenas más
19. Cfr. Orientaciones Pastorales CEU 2001 -2006. de un tercio culmina los seis años
(2001). de educación media, números que

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


23

en muchos países tienden a ser del Hombre y en la Con-


similares. Los aprendizajes logra- vención Americana sobre
dos por quienes permanecen en la Derechos Humanos.
educación formal muestran impor-
• La sociedad uruguaya ne-
tantes carencias y están entre los
cesita un proceso de diálo-
más desiguales de América Latina,
go más amplio entre todos
si comparamos la distancia regis-
los actores -políticos, edu-
trada entre quienes aprenden más
cativos, gremiales, empre-
y quienes aprenden menos.
sariales y de la sociedad
d Los esfuerzos para enfrentar estos civil organizada-, ya que la
problemas resultan insuficientes, dimensión de la crisis de la
por lo que se hace necesario pro- educación uruguaya exige
fundizar el proceso de cambio. En el aporte de todos. 21
ese sentido, el documento de AU-
f La educación no formal a través
DEC “Aportes de la Educación Cató-
de múltiples iniciativas de grupos
lica al Debate Educativo” (AECDE)20
de índole diversa llega a los ex-
plantea un conjunto de propuestas
cluidos, a quienes se los capacita
para enfrentar los críticos desafíos
integralmente como personas y
que enfrenta la educación urugua-
se procura ayudarlos a superar las
ya.
iniquidades del sistema. La Iglesia
e En el proceso de análisis y discu- cuenta, en este campo, con no po-
sión del Proyecto de Ley General cas experiencias y tiene el desafío
de Educación se plantearon algu- de ayudar a clarificar el enfoque de
nas posiciones que nos parece de este tipo de educación22.
interés retomar:
g Valoramos especialmente la tarea
• Frente al predominio de que realizan las distintas organi-
posiciones estatistas ex- zaciones y centros de formación
cluyentes de la educación eclesiales en el campo de la edu-
pública de gestión priva- cación y de la educación católica
da, recordamos y reivindi- en particular, desde hace ya varias
camos que la libertad de décadas. A través de su acción
enseñanza es un derecho sostenida, se anima y concreta la
garantizado en la Consti- educación integral de muchos uru-
tución, en la Declaración
Universal de los Derechos
21. Cfr. Declaración de Instituciones Educativas
no estatales al finalizar el Congreso Nacional de
20. Cfr. Aportes de la Educación Católica al Deba- Educación. (2006).
te Educativo (AUDEC) (2006). 22. Cfr. PGC 36.
24

guayos y uruguayas, ya sea en el ción religiosa de sus hijos. La fami-


campo de la educación formal y no lia es el primer espacio educativo
formal, como en los niveles inicia- de la persona”. Más allá del acceso
les o superiores de enseñanza. Es- universal a la educación primaria,
tamos convencidos de que es un el derecho a la educación no resul-
aporte significativo e insustituible ta ejercido por buena parte de los
para el desarrollo de nuestra socie- niños y adolescentes, que luego de
dad y de nuestra cultura. varios años de asistencia escolar,
h En el país aún no se han encontra- no logra adquirir la alfabetización
do las formas más adecuadas para fundamental y posteriormente no
compatibilizar dos derechos fun- completa los años de educación
damentales: el derecho a la educa- básica obligatoria establecidos por
ción y el derecho a la libertad de la ley.
enseñanza. Los padres, entonces, no solo pue-
den, sino que deben elegir a los
El derecho a la educación y la liber- educadores que, según la filosofía
tad de educación hacen a la digni- y la escala de valores familiares,
dad y la libertad de la persona; por permitan a sus hijos alcanzar la ple-
ello son ampliamente reconocidos na capacidad corporal, intelectual y
en las leyes nacionales e interna- social. En el Uruguay, el derecho a
cionales. la educación y la libertad de ense-
El inciso 3 del artículo 68 de la ñanza se encuentran garantizados
Constitución de la República pres- en la Constitución de la República.
cribe que “todo padre o tutor tiene Estos derechos se implican mutua-
derecho a elegir, para la enseñanza mente (…).
de sus hijos o pupilos, los maes- (…) Es necesario que todos los ciu-
tros o instituciones que desee”. dadanos tengan libertad para ele-
gir el tipo de educación y, en con-
La Declaración Universal de los secuencia, libertad para elegir en
Derechos del Hombre, aprobada condiciones de igualdad el centro
en 1948 en París por las Naciones educativo, con una calidad educa-
Unidas, expresa que “los padres tiva acorde a las exigencias y posi-
tienen derecho preferente a esco- bilidades de cada situación
ger el tipo de educación que habrá La práctica demuestra que, mien-
de darse a sus hijos” tras no se garantice la igualdad
En el mismo sentido, Juan Pablo de oportunidades en el ejercicio
II expresó que el Estado “debe de- de este derecho, serán pocos los
fender especialmente el derecho que en Uruguay puedan realmen-
de los padres de familia a la educa- te elegir la educación que quieran

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


25

para sus hijos. Por ello es necesa- ejercicio de sus responsabilidades de


rio debatir sobre las condiciones apoyar el crecimiento de sus hijos. La
y exigencias que deben concurrir diversidad de valores a que aludíamos
para garantizar este derecho cons- anteriormente; el convencimiento de
titucional. algunos de que los “nuevos tiempos”
El Estado tiene el deber de garanti- piden “nuevos códigos” (uniones li-
zar el ejercicio concreto de la liber- bres, nuevas concepciones de la pare-
tad de educación, facilitando que ja y de la familia); la necesidad de asu-
las familias puedan elegir el centro mir diversos trabajos para mantener
educativo y respetando la identidad la familia; la emigración; la tendencia
y autonomía de los centros. Debe creciente de los estados conyugales
también brindar un apoyo eficaz a irregulares; el aumento de número de
la identidad y la calidad de la en- divorcios; la dificultad en asumir com-
señanza ofrecida por los centros, a promisos estables y duraderos y las
partir de modelos educativos dife- crisis matrimoniales: todos estos fac-
renciados que favorezcan la capa- tores desestabilizan la familia. Ha de
cidad de elección de las familias; añadirse aún el abandono creciente de
este es un instrumento necesario los ancianos y de los niños, y la mayor
para el ejercicio del derecho cons- frecuencia de familias monoparentales.
titucional. Percibimos una orfandad de hecho que
i Podemos decir que el derecho a la es cada vez más generalizada.
educación es ejercido por la casi
a. Se registran situaciones de vio-
totalidad de los ciudadanos, pero el
lencia doméstica familiar, con
derecho a la libertad de enseñanza
sus consiguientes secuelas: di-
es un derecho aún no plenamente
vorcios, huidas del hogar, des-
alcanzado en la sociedad urugua-
amparo de los hijos.
ya; es una asignatura pendiente.23
b. Las bajas tasas de natalidad y
de mortalidad, la práctica del
1.2.6 En cuanto a la familia24 aborto y el bajo crecimiento
demográfico provocan el rápi-
45. Las familias uruguayas enfrentan do envejecimiento de nuestra
importantes dificultades y cuentan con sociedad. Este proceso de en-
escasos apoyos, especialmente en el vejecimiento, que viene desde
hace décadas, origina la dis-
minución de la población eco-
23. Cfr. Aportes de la Educación Católica al Deba- nómicamente activa, el escaso
te Educativo (AUDEC) (2006) porcentaje de población infan-
24. Cfr. Orientaciones Pastorales CEU 2001 -2006.
til y juvenil, la tendencia con-
(2001).
26

servadora de nuestra sociedad delos de familias, y que esta si-


y su dificultad para crear e in- tuación muchas veces cambia a
novar. lo largo de su trayecto en nues-
tro centro. A todos y cada uno
c. Lamentablemente persisten
debemos acompañarlos, hacer-
entre nosotros, sin que de
ello se tome suficiente y clara nos presentes en su realidad y
conciencia, fuertes rasgos de anunciarles la buena nueva, ya
la cultura de la muerte, tales que tienen como preocupación
como la práctica del aborto y central común la educación de
también, cada vez más, de la sus hijos.
eutanasia. 47. Entre las familias, observamos di-
d. Muchas familias, afirmadas en versas situaciones y motivaciones al
sus valores asumidos en co- buscar nuestro servicio:
mún por padres e hijos, y/o • las que realizan la opción por
estimuladas y apoyadas por nuestra prestación, fundada en
su fe religiosa, se mantienen motivos relacionados con la ca-
unidas, educan con sacrificio a lidad educativa, la seguridad, el
sus hijos, viven un ritmo labo- orden, la cercanía, etc.,
ral exigente y llevan una vida • las que nos reconocen por la
sobria, alejada de la seductora propuesta humanista de nues-
y enfermiza atracción del con- tras instituciones,
sumismo. • las que comparten nuestra vi-
e. La mujer es, en muchas oca- sión del mundo, del hombre y
siones, el sostén de la familia. de Dios,
Además de asegurar su apor- • las que, compartiendo nuestra
te económico por su trabajo, propuesta educativa, tienen se-
dedica sus horas a la marcha rias dificultades para acceder
del hogar, está cercana a la a ella, fundamentalmente por
educación de los hijos, apoya motivos económicos.
la vida y trabajo del esposo, e
incrementa el clima íntimo del 1.2.7 En cuanto a los educadores y
hogar. nuestros centros
46. Si nos referimos a las familias que
se acercan a nuestros centros educati-
vos reconocemos: 48. Para el desarrollo de la actividad
educativa en nuestros centros, es in-
• que se hacen presentes en dispensable la presencia de los edu-
nuestros centros diversos mo- cadores en sus variadas funciones,

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


27

directivos, docentes, coordinadores, tando las actividades de


catequistas, animadores juveniles, etc. formación y reflexión
que promuevan el diálo-
49. Esta presencia generadora de vida
go fe-ciencia, fe-cultura,
y esperanza y generosa en su entrega,
fe-vida, y que ayuden
se caracteriza entre otras aspectos
a desarrollar la misión
por:
evangelizadora de nues-
• la presencia mayoritaria de tras escuelas.
educadores laicos, no solo mejorar los procesos de
en las responsabilidades de selección del personal, de
docencia directa sino también modo de que quienes se
en los cargos de dirección y de desempeñan en nuestras
gestión. instituciones, adhieran a
• ser una expresión genuina, en no nuestra cosmovisión o
pocos casos, del compromiso se reconozcan cada vez
del laicado católico con la misión más compartiendo nues-
evangelizadora de la Iglesia tros ideales y nuestros
en el campo de la educación y sueños.
de la Escuela Católica, misión • la presencia de concepciones
que es compartida en muchas reduccionistas de la cultura,
oportunidades con religiosos y manifestándose en lo ambien-
consagrados. tal y en los mismos docentes.
• que esta realidad incontroverti- Estas concepciones están origi-
ble presenta grandes desafíos a nadas en determinadas visiones
fin de alimentar y sostener tan- y se trasuntan en los planes y
to la identidad católica de nues- programas de formación inicial
tros centros, como su gestión y en las experiencias vividas
profesional y su readecuación por los docentes. Ello no siem-
organizacional a esta nueva rea- pre ayuda a la puesta en prác-
lidad. En este punto estamos tica del proyecto educativo ins-
especialmente desafiados a: titucional y la comprensión del
redoblar nuestros esfuer- sentido último de la misión de
zos por ofrecer instancias un centro educativo católico en
de formación que ayu- el campo de la cultura.
den a sostener y a desa- • participar de la falta de recono-
rrollarse a los docentes cimiento social a la función do-
en su misión educadora, cente que revela nuestro tiem-
en su dimensión perso- po, junto con factores como la
nal y técnica, incremen- magra retribución y la falta de
28

incentivos, que ayudan a gene- en torno a nuestra identidad y


rar un sensación de desánimo e misión, pues los actores se re-
infortunio que no favorecen el nuevan, la realidad nos plantea
desarrollo de sentimientos po- nuevos desafíos y debemos en-
sitivos, de felicidad, de agrado contrar caminos certeros que
y gusto por la tarea educativa, alimenten la utopía de la comu-
más allá de las satisfacciones nidad educativa inspirada en la
que otorga el ejercicio de la propuesta de las Bienaventu-
misma. ranzas.
• el fenómeno del multiempleo,
que no favorece la posibilidad
de contar con equipos de do- 1.3 Principios
centes estables, con posibilida-
des reales de identificarse con
un proyecto educativo inspira-
do en el carisma institucional. 1.3.1 Educar antes que nada es
• que en su gran mayoría nues- humanizar
tros equipos de educadores, al
igual que lo que sucede a nivel 50. Asumir la tarea educativa de modo
general con la función docente, intencional y consciente presupone
se compone en su inmensa ma- una visión antropológica, dado que “el
yoría por mujeres. objetivo de toda educación genuina es
• renovadas demandas con res- humanizar y personalizar el hombre,
pecto a la función educadora de sin desviarlo, antes bien, orientán-
la escuela y de los docentes, a dolo eficazmente hacia su fin último
fin de dar respuestas compro- que trasciende la finitud esencial del
metidas a las nuevas realida- hombre”.25
des que se hacen presentes en
nuestra sociedad: violencia, he- 51. Dada su condición de tarea de hu-
donismo, adicciones. manización, al asumir la tarea educativa
• una falsa dicotomía entre lo se hace necesario entonces reflexionar
curricular y lo pastoral, que se sobre el ser humano y sobre la con-
hace presente en nuestros cen- cepción que tenemos acerca de él.
tros educativos, generándose
desencuentros y tensiones que
no siempre son adecuadamen-
te resueltos.
Ello nos indica la necesidad
de trabajar permanentemente 25. Cfr. Puebla, Conclusiones finales 1024

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


29

1.3.2 Algunos rasgos del hombre contingente, inacabado. Es entonces


que pretendemos formar que, para encontrar sentido a su vida
“se apoya en la experiencia religiosa y
compromete su vida en unas creencias
52. Cuando soñamos con promover
compartidas con su comunidad
el crecimiento, a través del servicio
religiosa”26
educativo, de la persona de nuestros
alumnos pretendemos abarcar a toda
la persona y a todas las personas que
1.3.3 El ser humano: categorías
se encuentran en nuestros centros
antropológicas fundamentales
educativos.
53. El ser humano es esencialmente
contingente y necesitado, llamado a la
El hombre como ser corporal:
plenitud y a construirse como persona
corporeidad27
en relación consigo mismo, con los
demás, los objetos, el mundo y con lo
54. El cuerpo es considerado hoy
trascendente.
como algo fundamental para explicar y
En esa búsqueda continua de su comprender al hombre en su totalidad,
mismidad, por establecer relaciones no como una parte externa y negativa,
con sus pares y el mundo, por sino como expresión y presencia de su
insertarse en una humanidad y en un totalidad, como su modo de ser y reali-
medio, hace historia y crea cultura, zar la propia vida personal.
toma conciencia de sí mismo, puede
55. El hombre se nos muestra como un
determinar un proyecto de vida y optar
“espíritu encarnado” o, mejor, como un
por los medios para lograrlo.
“espíritu corporalizado”. Hablaremos,
Hacerse a sí mismo y construir pues, de corporeidad, en el sentido de
cultura, hace que se interrogue por que el cuerpo afecta a la totalidad del
su pasado, su presente, escudriñe su hombre. Es expresión del hombre real
entorno y anhele un futuro. En estas y lo más originario suyo. El espíritu no
contingencias se pregunta sobre sí es algo que se añade al ser vital para
mismo, en el encuentro con otros se convertirlo en hombre, sino que la cor-
descubre, valora y revela aunque no poreidad incluye por igual cuerpo y es-
puede alcanzar una comprensión plena. píritu. El hombre existe y se realiza ex-
Vive momentos de profunda alegría,
dolor, frustración y muerte como
experiencias claves para su realización 26. Cfr. Antropología catequética Claretianos
en el mundo. Se hace evidente en él la http//www.cmfapostolado.org/recursos/areasa-
postol/laicos/html/mostoles/antrocate.htm.
realidad de sentirse necesitado, finito, 27. Cfr. Ídem anterior.
30

presándose corporalmente. El cuerpo de él, y lo propio del tener es exteriori-


es lo que le permite ser con los otros y dad, es decir, la posesión de un objeto
realizarse en el mundo. distinto de mí y del que puedo desha-
cerme. He de afirmar que “yo soy mi
56. Nuestro cuerpo no es un objeto
cuerpo”. Esto significa: - Que el cuerpo
como los otros objetos. Más allá de
es vivido desde dentro como yo mis-
todos los aspectos objetivables (medir,
mo. - Que el organismo participa en
pesar, mover...), nosotros somos nues-
toda la realización de la persona. - Que
tro propio cuerpo. La persona concre-
la persona se realiza en el cuerpo y a
ta es, ciertamente, un ser orgánico. Es
través del cuerpo. - Que el hombre no
decir, el hombre, como ser corporal,
está solo orgánicamente en el mundo,
pertenece al mundo de los seres vivos
sino humanamente, expresándose y
y, por ello, se encuentran en él todos
realizándose en diálogo con los de-
los aspectos y funciones propios de
más.
los otros organismos vivientes: nace,
crece, se reproduce...; el cuerpo se ve 59. De esta manera, ahora alma y cuer-
sometido a todas las leyes del mundo po dejan de tener sentido dualista, y
físico y biológico: siente hambre, nece- tanto un término como el otro indican
sita descanso, está ligado al tiempo y a todo el hombre. Así, el cuerpo indi-
al espacio, es decir a la finitud. ca que la persona humana es también
organismo vivo, que realiza su existen-
57. Pero también ha de quedarnos cla-
cia a partir del organismo, pero revis-
ro que no podemos identificar al hom-
tiéndolo de significado humano. Del
bre sólo con su dimensión orgánica.
mismo modo, el alma indica a todo el
Pues el hombre, como ser corporal, es
hombre, en cuanto que se tiene que
cuerpo humano. El cuerpo participa en
realizar en el cuerpo pero sin identifi-
toda la vida de la persona y esta se ex-
carse totalmente con él, sino siendo la
presa y realiza por medio de él. Toda
fuente de donde brotan todas las acti-
persona humana se considera espon-
vidades libres y personales.
táneamente sujeto único de acciones
corporales y espirituales. Y así, del
El significado del cuerpo humano
mismo modo que el pensar va unido a
la palabra, el cuerpo orgánico se pleni-
60. Los tres significados que resalta-
fica como cuerpo humano creando una
remos forman un todo coherente y ar-
auténtica unidad personal de acción y
mónico: la expresión no es nunca so-
de realización.
lamente para mí, sino también para los
58. Así pues, no se puede afirmar, sin demás y se desarrolla necesariamente
caer en el equívoco, que yo tengo un en el mundo; la presencia para los otros
cuerpo, ya que no puedo deshacerme implica expresión en el mundo mate-

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31

rial y social; y la acción humana en el poral. (…) El cuerpo es presencia de


mundo adquiere su sentido gracias a la la persona que quiere ser reconocida
realización de la persona en sus rela- como tal.
ciones con los demás hombres.
64. Pero esta presencia es siempre in-
completa e imperfecta. En cierto modo
a) El cuerpo como expresión y ma- es también ausencia. Se trata siempre
nifestación de una presencia corporal y, como tal,
ligada a las leyes del tiempo y del es-
61. El cuerpo es el lugar donde la per- pacio. Cualquier expresión corporal es
sona se realiza y se expresa. Se puede limitada e imperfecta, parcial y ambi-
sostener que el hombre se manifiesta gua. Las palabras, los gestos, las crea-
realizándose y se realiza manifestándo- ciones materiales, nunca responden
se. El cuerpo tiene un carácter sacra- plenamente a la voluntad expresiva de
mental: expresa o significa la realidad la persona. Por lo mismo se requiere,
interior, y expresándola la realiza al por parte del que escucha, benevolen-
mismo tiempo. cia, y, por parte del que se expresa, es-
fuerzo por hacerse entender.
62. El sentido fundamental del cuerpo
es, pues, ser el campo expresivo del
hombre, el medio a través del cual la c) El cuerpo como instrumento de
persona realiza y expresa todas sus po- acción
sibilidades humanas. El cuerpo huma-
no es la misma persona en cuanto que 65. El cuerpo es el instrumento a tra-
se expresa y realiza de forma visible y vés del cual el hombre se realiza como
concreta en el mundo. persona en el mundo. Por medio de él
puede dominar el mundo material que
le rodea y transformarlo al servicio del
b) El cuerpo como presencia co-
propio hombre. Como instrumento de
municación y lenguaje
acción, el cuerpo necesita un período
de aprendizaje y de adiestramiento
63. El cuerpo no es una pantalla o un
para poder obrar con tino y destreza. A
telón detrás del cual se esconde la per-
través de esta función instrumental del
sona. Es, en primer lugar, expresión de
cuerpo, el hombre descubre la expe-
la persona y por lo mismo presencia de
riencia de su propia limitación y fragi-
la persona. Es la forma más fundamen-
lidad: fatiga, enfermedades, necesidad
tal de presencia en el mundo humano.
de alimento, descanso y distracción.
Toda otra forma de llamada, de pala-
bra, de respuesta, de conocimiento, 66. Señalemos también que el cuerpo
está basada sobre esta presencia cor- humano no es un instrumento neutro
32

para el dominio del mundo material. La hombre ha de hacer propio el patrimo-


acción del hombre en el mundo sólo nio cultural. Todas las cosas, por otra
tiene sentido cuando se utiliza para el parte, llevan las huellas de los otros.
reconocimiento y promoción de los Esta presencia parece que es muy dis-
otros... tinta de la presencia de las cosas en-
tre sí o de los árboles de un bosque.
El “otro” parece que está en el corazón
d) La existencia corporal diferen-
mismo de la existencia como tormen-
ciada: hombre y mujer
to, alegría, sufrimiento, aspiración,
amor, presencia sin la cual mi existen-
67. El hombre como ser corpóreo exis-
cia se vería privada de sentido. (…) La
te en el mundo de forma diferenciada,
coexistencia con los demás pueda se-
como hombre y mujer. Esto quiere de-
pararse del hombre mismo. Los otros,
cir que vive toda su realidad humana
en especial las personas amadas, pare-
como una existencia sexuada.
ce que constituyen todo el sentido de
68. La sexualidad es una manera de mi existencia personal. En la soledad
ser del hombre entero que lo carac- radical, cuando nadie tiene interés por
teriza desde lo más profundo hasta lo mí, la vida pierde todo valor.
más externo de su ser. Para realizarse
70. Estar con los demás, vivir para los
totalmente como persona tiene que te-
demás, darse a los otros, pertenece a la
ner en cuenta el hecho de ser hombre
esencia misma del hombre. Así lo afir-
o mujer. La estructura sexual de la per-
ma un amplio sector de la Antropología
sona humana, igual que su existencia
moderna que concede una gran aten-
corporal, ha de ser entendida como
ción a la comunión con los otros como
presencia, lenguaje y reconocimiento
dimensión constitutiva del hombre.
del otro. La significación profundamen-
te humana de la sexualidad se alcan- 71. En esta orientación constitutiva ha-
za sólo cuando se la entiende como cia los demás, las cosas materiales co-
orientación intersubjetiva de toda la bran también su significado humano.
persona, cuerpo y alma, hacia el otro. Pero la primera verdad siempre será el
hombre, no la materia. La primacía de
la materia induciría a tratar a los otros
El hombre es un ser en relación
como medios y cosas. El primado del
otro concederá el primer lugar a la per-
69. El hombre, antes de llegar a ser
sona inviolable, que quiere ser recono-
hombre y comportarse como tal, tiene
cida y servida en el mundo material y
necesidad no sólo de pan, sino también
de la cual toman las cosas su verdade-
de palabras y de amor. En una larga
ro significado.
práctica de contactos interhumanos, el

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33

a) Intersubjetividad: ser con los ne la experiencia de “ser alguien” jun-


otros to a los otros. El hombre realizado es
aquel que consigue vivir un amor real y
72. La nueva Antropología descubre auténtico con los otros. El camino de la
al hombre como ser-en-relación. El propia realización personal pasa nece-
“encuentro” constituye una experien- sariamente por el descubrimiento de la
cia fundamental que hace descubrir al vida como “don de sí” a los otros.
hombre hasta qué punto su existencia
está siempre orientada hacia los de-
c) Incomunicación: ser contra
más, en comunión con los otros. El
los otros
otro no existe porque se piense en él o
se demuestre su existencia. Se impone
75. El hombre puede fracasar y, de
por sí mismo, irrumpe en la existencia
hecho, fracasa en su relación con los
aunque no se le espere.
otros. Las relaciones interpersonales
73. La experiencia del “ser con los pueden caracterizarse también por la
otros” significa que el otro se nos reve- indiferencia y el conflicto. Entonces se
la como un “tú” y necesita ser tratado convierte en ser-contra-los-otros. De
como persona y no como una cosa. Su un modo general, podemos calificar
presencia, al mismo tiempo, nos invita esta situación como:
ser “alguien” delante de él. A través de
• Agresividad: el hombre lobo; su-
esta relación interpersonal el hombre
pone el rechazo del ser personal
descubre su propia realidad como per-
del otro, situándose en posición
sona y se realiza como tal.
frente a él.
• Cosificación: el hombre objeto;
b) Donación: ser para los otros
nada es gratuito, el más mínimo
servicio, cualquier tipo de relación,
74. El hombre no sólo existe con los
se comercializa. El otro se convier-
otros sino para los otros. Este “ser para
te en una cosa.
los otros” se manifiesta y se desarrolla
fundamentalmente a través de la ex- • Aislamiento: el hombre solitario;
periencia de amor: del amor recibido es la negación más radical del
de los otros y del amor ofrecido a los hombre como ser en relación. El
otros. No puede realizarse el hombre hombre queda aislado en su pro-
como persona si no es reconocido pia oscuridad y encerrado en sí
como “alguien”, lo que equivale a ser mismo. El hombre solitario no se
amado profunda y gratuitamente. Así encuentra situado frente a nadie,
capta y afirma su existencia, su sentido sólo se sitúa frente a las cosas; se
y dignidad, así logra su equilibrio y tie- crea su propio mundo, pequeño y
34

narcisista, en el que él mismo es b) Libertad como liberación


una cosa más.
79. No siempre elegimos un camino
de libertad de forma clara y evidente.
El hombre es un ser libre
Unas veces porque no nos decidimos
a ser más libres, otras, a causa de los
condicionamientos culturales y socia-
a) Significado de la libertad
les que nos limitan.
76. La libertad significa que podemos 80. Tanto nuestro proceso personal
responsabilizarnos de nuestra propia como la marcha de la historia están
vida y de las posibilidades de recono- marcados por una contraposición de
cer a los demás. Esta responsabilidad fuerzas: por una lado el deseo de la
no podemos eludirla sin poner en peli- libertad y por otro el miedo y la opo-
gro nuestra libertad. sición a ella. Ha de ser siempre nues-
tra propia decisión la que ha de dar un
77. El auténtico valor de la libertad
empuje y una salida a esta pugna.
está en hacernos posible el dominio de
nosotros mismos y de los condiciona- 81. A esta decisión y conquista deno-
mientos de todo tipo, para poder es- minamos proceso de liberación - lo
tablecer unas relaciones más humanas que Erich Fromm llama “libertad de”-,
y responsables con los demás. A esto como paso previo, aunque imprescin-
llamamos genéricamente “madurez dible para poder vivir una libertad más
humana”, que es siempre relativa. No creativa. Siempre habrá algo que nos
podemos separar nuestra propia liber- condicione, nuestro propio organismo
tad de la de los demás, la una implica lo hace, pero siempre está en nuestras
la otra. manos vivir de acuerdo con unos valo-
res personales: buscar una salida, su-
78. Vivimos y conquistamos la libertad
perando ataduras.
en las diversas situaciones y circuns-
tancias reales que nos toca vivir. Así
entendida, la libertad, teniendo siem- c) Libertad para construir
pre en cuenta sus oportunidades y limi-
taciones, es la posibilidad de conducir 82. Cuanto más liberados estemos de
nuestro proceso histórico. Y no es un miedos al futuro y a nuestra responsa-
sueño, sino una realidad, aunque im- bilidad, mejor estaremos preparados
perfecta, pues siempre descubrimos, para vivir la libertad. Cuando hay unas
detrás de cada conquista, una nueva condiciones objetivas de libertad per-
exigencia. sonal (desbloqueos) y social, tenemos
más posibilidades de hacer de la liber-
tad algo creativo.

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35

83. En la medida en que nos liberamos riesgo significa atrofiar la propia per-
de toda atadura estamos más capaci- sonalidad, ser personas “paralizadas”
tados para aceptar a los demás des- en una etapa de la vida. El riesgo de
de nuestra interioridad. Es la “libertad decidirse es siempre compensado por
para” amar (término acuñado por Erich la liberación de la creatividad: se hace
Fromm) la finalidad de todo proceso de frente a los problemas y se aportan so-
liberación, y la que nos gratifica gozo- luciones; nace una personalidad fuerte
samente en la lucha, más árida y dura, y decidida.
por la liberación.
86. Así pues, ser libre exige esfuerzo
84. Si antes dijimos que la libertad im- y entrenamiento constante; tenemos
plica responsabilidad, al llegar a este que conquistar palmo a palmo nuestra
punto podemos concretar más: afir- libertad para no perdernos en el instin-
mamos que la libertad significa para to, en el consumismo, la explotación,
el hombre una exigencia ética, es de- el miedo al futuro, etc. Pero la libertad
cir, tener en cuenta los intereses y la tiene que partir de las realidades con-
libertad de los demás, su respeto y cretas en que vivimos. No podemos
dignidad. Este reconocimiento del va- plantear una auténtica libertad humana
lor de las otras personas nunca es una sin tener en cuenta las necesidades de
conquista definitiva y, por eso, siempre cada hombre (comida, vestido, vivien-
tendremos nuevas exigencias de liber- da, cultura, etc.).
tad, que en cada circunstancia de la
historia adquiere un matiz nuevo. Por
El hombre es un ser religioso
eso no podemos reducir la libertad a
legalismos, por encima de todo lega-
87. El hombre, por encima de todas
lismo hay que salvar los valores de la
sus dimensiones existenciales, es per-
persona.
sona, y de ello dimanan sus facultades,
sus grandezas y sus miserias, en defini-
d) Exigencias de la libertad tiva, lo que le otorga una personalidad
propia e intransferible. El configurar su
85. Ser libre no es siempre fácil, nos personalidad es su gran tarea, y ha de
lleva toda la vida y no siempre se lo- lograrlo a través de su inteligencia, de
gran las metas propuestas. La vivencia su libertad y abriéndose al mundo, a
de la libertad exige de nosotros fideli- los otros y a Dios.
dad a la decisión tomada, a los valores
88. De su persona tiene que surgir el
en los que creemos. Es preciso afron-
sentido de su vida, que no es otra cosa
tar el riesgo de nuestra propia decisión
que el desarrollo de su proyecto vital.
de cara al futuro, aunque no lo conoz-
El hombre no puede ser espiritualmen-
camos en su totalidad. No afrontar este
te sano si carece de sentido, es decir,
36

de finalidad, de valor. Para encontrar mente humano, de más humano en el


este sentido se apoya en la experien- hombre.
cia religiosa y compromete su vida en
unas creencias compartidas con su
b) La religión y el sentido
comunidad religiosa. Esta experiencia
religiosa es posiblemente el único ca-
93. La pregunta por el sentido tiene orí-
mino para dar un sentido pleno a su
genes religiosos, ya que la religión fue
existencia, porque procura al hombre
la primera respuesta que encontramos
unas pautas morales de comporta-
en la historia de la humanidad. Consi-
miento que permiten su quehacer, y
deramos al hombre como un ser esen-
sobre todo porque le ofrece la relación
cialmente abierto a la trascendencia.
con un Dios personal, que plenifica to-
Comprendemos la existencia humana
talmente su proyecto vital y le garanti-
desde su apertura a un Tú infinito, a
za la vida eterna.
Dios.

a) El sentido de la existencia
c) Las estructuras de sentido
89. El preguntar por el sentido de la
94. La experiencia religiosa es la expe-
existencia es preguntar por la exigen-
riencia de la presencia de la divinidad
cia más profunda y radical del hombre,
en el mundo. Y la presencia de lo divi-
pues es preguntar por el hombre mis-
no hace sagrado el lugar o el objeto en
mo y por su hacer y hacerse. Se trata
que se manifiesta. Por esta presencia
de juzgar si vale o no la pena vivir la
de lo divino, el mundo y el tiempo se
vida, si la vida tiene o no sentido.
sacralizan, y cobran un sentido tras-
90. El sentido es una exigencia, es cendente.
algo que tiene que haber. Aunque cabe
95. El grupo humano que participa en
la sorpresa: podría no haberlo. Y esta
esa experiencia religiosa se constituye
sorpresa es posible porque se trata de
en comunidad y crea instituciones para
una exigencia subjetiva: es el hombre
mantener y prolongar su creencia. De
mismo el que exige el sentido. No es
este modo la experiencia religiosa se
algo objetivo.
convierte en una estructura de senti-
91. El sentido tiene que existir para do. Esta estructura se manifiesta en
mí. No basta con que exista para los diversos aspectos: espacio y tiempo
demás, si yo no me lo he apropiado. sagrados (el mundo se organiza en un
cosmos, ya que todo queda orientado
92. El sentido de la vida humana es la
y centrado con respecto al lugar reli-
verdadera expresión del ser humano
gioso; consagración del tiempo, apare-
de por sí, de lo que hay de verdadera-

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37

ce una finalidad religiosa en la historia de nuestra vida. Por situar-


del hombre); la institucionalización de se en el terreno de la creen-
la experiencia religiosa (comunidad re- cia, el sentido se convierte
ligiosa, dogmas, ritos, sacerdocio, fies- en un tema propio de la fi-
tas, pautas morales, etc.). losofía y de la religión, no
de la ciencia.
d) Pautas para una tarea con El sentido de la vida como
sentido tarea ética. La realización
de los valores es lo que
El hombre necesita encon- verdaderamente da senti-
trar un sentido al mundo, do a la vida. Lo moralmen-
a la historia y a su propia te bueno es algo que lleva
vida. en sí mismo su sentido y su
valor, y por ello está ligado
El acto por el que el hombre
a seres moralmente libres,
encuentra sentido al mun-
por lo que se asegura el
do se llama concepción del
sentido de la existencia, de
mundo, y se basa en las
nuestra propia existencia a
experiencias y vivencias
partir del bien moral.
del mundo y de la vida. Es
lo que hemos denominado Religión, ética y sentido de
estructura de sentido. la existencia. La dimensión
religiosa del hombre tie-
Es el hombre el que da el
ne un papel decisivo para
sentido a su vida -aunque
entender el sentido de la
lo haga a través de una es-
existencia humana, y, al
tructura de sentido colecti-
tiempo, está emparentado
va, desde una religión, por
con la ética. Por ello, una
ejemplo- al asumir cons-
moral que quiera respon-
ciente y libremente dicha
der a todas las expectati-
estructura y al utilizarla en
vas del hombre tiene que
cada caso concreto de su
abrirse a la teología, a la
vida.
religión. La exigencia ética
El sentido es objeto de de quehacerse es la que
creencia, no se puede de- proyecta al hombre hacia
mostrar. La mayoría de la trascendencia como for-
nuestras convicciones más ma de lograr una comple-
firmes y también las accio- ta perfección de sí mismo.
nes más comprometidas Por lo tanto, la vida como
38

tarea sólo puede enten- Dios personal que plenifi-


derse desde lo sagrado, lo ca absolutamente nuestro
que da significación plena proyecto vital y nos garan-
al hombre y a toda su exis- tiza la vida eterna.
tencia.
96. Si bien afirmamos la unidad y la in-
La esperanza y el sentido
divisibilidad de la persona humana de
trascendente de la existen-
acuerdo a una visión antropológica cris-
cia. El vivir del hombre es
tiana, solo a los efectos prácticos nos
un quehacerse, es decir,
parece adecuado señalar algunas ca-
que el hombre es libre y
racterísticas, entre otras de la persona.
moralmente responsable
de su proyecto de vida.
Ello nos obliga a hablar del
1.3.3.1 En su dimensión personal, por
futuro como esperanza,
querer ser
viéndolo como el horizonte
donde se han de desarro-
llar todas las posibilidades
a. una persona libre y res-
humanas. Pero el proyecto
ponsable, capaz de asu-
humano tropieza con la ba-
mir su propio proyecto
rrera de la muerte, y ante
de vida, integrando en
este hecho, el hombre se
él sus aspiraciones y de-
abre a la trascendencia por
seos, sus posibilidades
medio de la esperanza, que
reales y deberes.
le remite a un más allá de la
experiencia cotidiana y le
b. una persona que quiere
conecta con un Tú, el Dios
dar un sentido a su vida
personal y providente que
y que tiende hacia la ma-
le ofrece la plenitud. De
durez, el equilibrio y la
aquí que la esperanza sea
plenitud en todos los as-
una dimensión esencial de
pectos.
la persona por cuanto re-
presenta la máxima cate-
c. una persona que valora
goría del proyecto existen-
su propia dignidad y está
cial humano en cuanto que
interesada en su propio
se vincula con la libertad,
desarrollo.
nos abre a nuevas formas
de vivir con los otros, nos
d. una persona consciente
pone en presencia de un
de sus condiciones pecu-

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


39

liares, de sus cualidades problemas de su tiempo


y sus límites, y dispuesta y del mundo.
a dejarse orientar y a op-
tar responsablemente.
1.3.3.3 En su dimensión espiritual,
por querer ser
1.3.3.2 En su dimensión comunitaria,
por querer ser
a. una persona que se re-
conoce creada a imagen
a. una persona abierta a los y semejanza de Dios, en
demás, consciente del relación filial con él, y en
valor de las demás per- relación fraterna con los
sonas y capaz de cons- hombres, que cree en
truir la comunidad con Jesucristo como Salva-
su aportación. dor y Señor.

b. una persona que se cons- b. una persona que acoge


truye en relación con los el mensaje del evange-
otros en el amor, en el lio como respuesta a las
servicio y en el perdón. aspiraciones más pro-
fundas de su vida y del
c. una persona con un sano mundo.
juicio crítico, capaz de
dialogar y trabajar con c. una persona que vive,
los demás. celebra y testimonia su
fe personalmente y en
d. una persona que sabe la comunidad de los cre-
integrarse responsable- yentes a todos los nive-
mente en la comunidad les.
a todos los niveles (local,
nacional, internacional) y d. una persona que asume
de contribuir a mejorar- los valores del Evangelio,
la. cuya plenitud se encuen-
tra en Cristo y lucha por
e. una persona situada en encarnarlos y vivirlos.
la cultura de su pueblo, y
al mismo tiempo abierto
a otras culturas y a los
40

1.3.4 Eclesialidad pues, escrita en el corazón mismo de


su identidad de institución escolar. Ella
es verdadero y propio sujeto eclesial
97. Para definir la eclesialidad de un
en razón de su acción escolar, “en la
centro educativo no basta agregar el
que se funden armónicamente fe, cul-
calificativo católico a su denominación.
tura y vida”.(11) Es preciso, por tanto,
La eclesialidad no es un calificativo sino
reafirmar con fuerza que la dimensión
define el ser de algo, es algo sustanti-
eclesial no constituye una característi-
vo. No consideramos un sobreentendi-
ca yuxtapuesta, sino que es cualidad
do que la afirmación “somos un cole-
propia y específica, carácter distintivo
gio católico” coincida con la afirmación
que impregna y anima cada momento
“somos Iglesia”, esta Iglesia concreta
de su acción educativa, parte funda-
y particular. La eclesialidad habla de
mental de su misma identidad y punto
identidad, adhesión, pertenencia y so-
central de su misión.(12) La promoción
bre todo, comunión.
de tal dimensión es el objetivo de cada
98. Ante este cuestionamiento que mu- uno de los elementos que integran la
chas veces se nos plantea de cuál es la comunidad educativa. (ECUTM 11)
identidad eclesial de nuestros centros
educativos o escuelas, encontramos
pistas para la reflexión y análisis en el 1.3.5 Identidad y misión de la
documento la Escuela Católica en los escuela católica
Umbrales del Tercer Milenio (1997).
(ECUTM).
100. Consideramos bueno señalar
99. De la identidad católica, en efecto, que la escuela es en su naturaleza una
nacen los rasgos peculiares de la escue- institución secular. A partir de estar
la católica, que se “estructura” como realidad debemos asumir la tensión de
sujeto eclesial, lugar de auténtica y construir esa comunidad eclesial en el
específica acción pastoral. Comparte ámbito escolar.
la misión evangelizadora de la Iglesia,
101. La realización de una verdade-
y es lugar privilegiado en el que se
ra comunidad educativa, construida
realiza la educación cristiana. En este
sobre la base de valores de proyectos
sentido, “las escuelas católicas son al
compartidos, representa para la escue-
mismo tiempo lugares de evangeliza-
la católica una ardua tarea a realizar. En
ción, de educación integral, de incultu-
efecto, la presencia en ella de alumnos,
ración y de aprendizaje de un diálogo
e incluso de enseñantes, procedentes
vital entre jóvenes de religiones y de
de contextos culturales y religiosos di-
ambientes sociales diferentes”. (10) La
versos requiere un empeño de discerni-
eclesialidad de la escuela católica está,
miento y acompañamiento aún mayor.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


41

La elaboración de un proyecto com- memoria y profecía de los valores del


partido se convierte en un llamamiento Evangelio [19], así también, el educa-
imprescindible que ha de impulsar la dor laico es llamado a realizar “su mi-
escuela católica a definirse como lugar nisterio en la Iglesia viviendo desde la
de experiencia eclesial. (…) .28 fe su vocación secular en la estructura
comunitaria de la escuela” [20]. (…) 30
102. Esta comunidad, en razón de su
identidad y su raíz eclesial, debe aspirar 104. En una sociedad plural es muy
a constituirse en comunidad cristiana, importante que se articulen distintos
o sea, comunidad de fe, capaz de crear modelos de escuelas, ya que permitiría
relaciones de comunión, educativas concretar el ideal de libertad de ense-
por sí mismas, cada vez más profun- ñanza.
das. Y es, precisamente, la presencia y
105. La razón de ser y la identidad
la vida de una comunidad educativa en
de escuela católica encuentran su fun-
la que todos los miembros son partíci-
damento en la rica experiencia eclesial
pes de una comunión fraterna, nutrida
en esta materia y en importantísimos
por la relación vital con Cristo y con la
documentos de la Iglesia universal.
Iglesia, lo que hace de la escuela cató-
Conociendo las dificultades y desafíos
lica un ámbito propicio para una expe-
que día a día se nos presentan para ha-
riencia auténticamente eclesial. (…) 29
cer realidad la identidad de la escuela
103. Esta misión exige de todos los católica, nos interesa señalar al menos
miembros de la comunidad educativa como horizonte utópico algunas ideas-
la conciencia de que corresponde a los fuerzas en este sentido, y marcamos la
educadores, como personas y como referencia a los efectos de facilitar la
comunidad una responsabilidad inelu- búsqueda a quien le interese.
dible de fomentar el estilo cristiano ori-
106. Consideramos que es funda-
ginal. Requiere de ellos que sean tes-
mental que desde el inicio del vínculo
tigos de Jesucristo y que manifiesten
de la escuela católica con su alumnos y
que la vida cristiana es portadora de
educadores tiene que haber claridad de
luz y sentido para todos. Al igual que
información, de modo que todo aquel
la persona consagrada está llamada a
que participe en la comunidad educa-
testimoniar su específica vocación a la
tiva realmente sepa cuál es el ideario,
vida de comunión en el amor [18], para
identidad, proyecto formativo, “reglas
ser en la comunidad escolar signo,
de juego”, eclesialidad, a fin de que
después no sea necesario rectificar,
clarificar, recordar, pedir permiso “en
28. Cfr. Educar Juntos en la Escuela Católica. Mi-
sión Compartida de personas consagradas y
fieles laicos. 5.
29. Cfr. Idem anterior 14. 30. Cfr. Idem anterior 15.
42

nuestra propia casa”, sobre aspectos munidad cristiana es la matriz.33


elementales (catequesis, sacramentos, • Todos los cristianos tienen dere-
valores, ambiente, etc.) y que más allá cho a la educación cristiana. 34
de la situación personal de alumnos, • Lo que define a la escuela ca-
padres y docentes, se esté de acuerdo tólica es su referencia a la con-
en la meta, con el compromiso de inte- cepción cristiana de la realidad.
grarse y acercarse en la medida de las Jesucristo es el centro de tal
posibilidades. concepción. 35
• Las tareas se polarizan en la sín-
107. La experiencia muestra que
tesis entre cultura y fe, y entre
cuanto mayor identidad, eclesialidad
fe y vida; tal síntesis se realiza
y raíces se evidencien en nuestras ins-
mediante la integración de los
tituciones, tanto mayor puede ser la
diversos contenidos del saber
apertura a las situaciones tan diversifi-
humano, especificado en las va-
cadas de los que se acercan a los cen-
rias disciplinas, a la luz del men-
tros educativos católicos.
saje evangélico, y mediante el
• La Iglesia aprecia mucho y bus- desarrollo de las virtudes que
ca penetrar de su espíritu y dig- caracterizan al cristiano.36
nificar también los demás me- • La escuela católica es, pues,
dios, que pertenecen al común lugar de evangelización, de au-
patrimonio de la humanidad y téntico apostolado y de acción
contribuyen grandemente al pastoral, no en virtud de activi-
cultivar las almas y formar los dades complementarias o para-
hombres, (…) sobre todo, las lelas o paraescolares, sino por la
escuelas. 31 naturaleza misma de su misión,
• La presencia de la Iglesia en la especialmente dirigida a formar
tarea de la enseñanza se ma- la personalidad cristiana.37
nifiesta, sobre todo, por la es- • La escuela católica se configura
cuela católica. Ella busca, no como escuela para la persona y
en menor grado que las demás de las personas. Por esto, la es-
escuelas, los fines culturales y cuela católica, empeñándose en
la formación humana de la ju- promover al hombre integral, lo
ventud. 32 hace, obedeciendo a la solicitud
• En virtud de su identidad, la es-
cuela católica es lugar de expe-
riencia eclesial, de la que la co- 33. Cfr. ECUTM 12.
34. Cfr. GE 2.
35. Cfr. EC 33.
31. Cfr. Gravissimum Educationis 4. 36. Cfr. EC 37.
32. Cfr. Gravissimum Educationis 8. 37. Cfr. DREC 33.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


43

de la Iglesia, consciente de que 110. En la comunidad educativa, los


todos los valores humanos en- padres, primeros y naturales responsa-
cuentran su plena realización y, bles de la educación de los hijos, tienen
también su unidad, en Cristo.38 un rol de especial importancia. Objeti-
vo constante de la formación escolar
es, por tanto, el encuentro y el diálo-
1.3.6 Las escuelas son subsidiarias
go con los padres y las familias, que
de la responsabilidad educa-
se ven favorecidos también a través de
dora de la familia
la promoción de las asociaciones de
padres, para establecer, con su insus-
108. La escuela católica tiene interés tituible aporte, aquella personalización
en proseguir e intensificar la colabora- educativa que hace eficaz el proceso
ción con las familias. Colaboración que educativo.41
no se debe a motivos de oportunidad,
sino que se basa en motivos de fe. La
tradición católica enseña que la fami- 1.3.7 En la escuela católica la dimen-
lia tiene una misión educativa propia y sión comunitaria es esencial
original, que viene de Dios.39
109. Los padres son los primeros y 111. La declaración Gravissimum
principales educadores de sus hijos. Educationis (1965) (18) (GE) marca un
El camino que hay que seguir es el de cambio decisivo en la historia de la
la apertura, del encuentro y de la cola- escuela católica: el paso de la escuela-
boración. No pocas veces sucede que institución al de escuela-comunidad.
cuando se habla de los hijos, se des- La dimensión comunitaria es especial-
pierta la conciencia educativa de los mente fruto de la diversa conciencia
padres. Al mismo tiempo, la escuela que de Iglesia alcanzó el Concilio Va-
trata de involucrar sobre todo a las fa- ticano II. Dicha dimensión comunitaria
milias en el proyecto educativo, sea en en cuanto tal no es en el texto conciliar
la etapa de programación, sea en la de una simple categoría sociológica, sino
evaluación. La experiencia enseña que que es, sobre todo, teológica. De este
padres poco sensibles en un principio modo se recobra la visión de Iglesia
han llegado a ser óptimos colaborado- como Pueblo de Dios, tratada en el ca-
res después.40 pítulo segundo de la Lumen Gentium.
(...)42.

38. Cfr. ECUTM 9.


39. Cfr. DREC 42. 41. Cfr. ECUTM 20.
40. Cfr. DREC 29, 43. 42. Cfr. DREC 31.
44

De la escuela-comunidad forman par- el docente, en efecto, no escribe sobre


te todos los que están comprometi- materia inerte, sino sobre el alma mis-
dos directamente en ella: profesores, ma de los hombres. 45
personal directivo, administrativo y
auxiliar; los padres, figuras centrales
en cuanto naturales e insustituibles 1.3.8 En la escuela católica lo central
educadores de sus hijos y, los alum- es el alumno
nos, copartícipes y responsables como
verdaderos protagonistas y sujetos ac-
112. Lo central de toda institución
tivos del proceso educativo. GE (19).
educativa es el educando; su razón
La comunidad escolar en su conjunto
de ser y la articulación de su proyecto
-con diversidad de funciones, pero con
educativo tienen como eje su persona.
idénticos fines- posee las característi-
cas de la comunidad cristiana, si es un 113. Cuidar que en el currículum
lugar impregnado de caridad.43 explícito e implícito se atienda al cre-
cimiento integral de la persona de los
Son necesarias relaciones personales
alumnos es tarea y responsabilidad
con educadores significativos, y las
de directivos y educadores. En espe-
mismas enseñanzas tienen mayor inci-
cial deberá atenderse al desarrollo de
dencia en la formación del estudiante si
aquellas dimensiones de la persona
van impartidas en un contexto de com-
que aparecen menos estimuladas des-
promiso personal, de reciprocidad au-
de las concepciones curriculares ope-
téntica, de coherencia en las actitudes,
rantes en nuestras escuelas, o en los
estilos y comportamientos diarios. La
supuestos previos de los educadores.
comunidad educativa, considerada en
su conjunto, está, por lo tanto, llamada 114. La dimensión de la alteridad y
a promover un tipo de escuela que sea la trascendencia, el desarrollo del sen-
lugar de formación integral mediante la tido estético y artístico, el cuidado de
relación interpersonal. 44 la dimensión afectiva tanto en lo intra-
personal como en lo interpersonal, son
En la escuela católica “los educado-
algunas dimensiones pendientes en el
res cristianos, como personas y como
desarrollo curricular. Sea ello referido
comunidad, son los primeros respon-
a los espacios físicos o pedagógicos,
sables en crear el peculiar estilo cris-
a las actividades, a los tiempos o a los
tiano”. La docencia es una actividad
contenidos.
de extraordinario peso moral, una de
las más altas y creativas del hombre:

43. Cfr. DREC 32.


44. Cfr. ECUTM 18. 45. Cfr. ECUTM 19.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


45

115. Esta centralidad debe permear Actitudes a promover:


las opciones curriculares, las modali-
dades de evaluación, la forma que el • Leer los signos de los tiempos,
centro establece relación y contacto propiciando una contemplación
con su entorno, la selección y la forma- actualizada de la realidad.
ción de los docentes, la selección de • Mostrar a Dios, más que de-
contenidos y materias a enseñar, aten- mostrarlo; la fuerza del testimo-
diendo a las reales necesidades de las nio será lo que nos distinga.
personas y no a las creadas artificial- • Inculturarnos e inculturar nues-
mente por la sociedad y la cultura. tra propuesta educativa.
• Valorar y respetar la sociedad
116. Consideramos a nuestros
plural promoviendo una actitud
alumnos protagonistas de su propia
de diálogo.
educación, según su edad, madurez y
• Innovar e innovarnos promovien-
talentos y pretendemos acompañarlos
do una mentalidad de cambio.
para ayudarlos a realizarse como per-
• Aprender de los demás, discer-
sonas.
nir juntos, nunca solos, saber
ser humildes ante la Verdad.
1.3.9 En la escuela católica se
Características:
promueven la calidad y la
excelencia educativa
• Considerar en primer lugar a las
personas: sean ellos alumnos,
117. Preocuparnos por una educa- docentes o conductores de la
ción de calidad es preocuparnos por su organización, cuidando de privi-
“naturaleza”, por “el modo de ser” de legiar a quien es el destinatario
la educación, por su sentido último y último del servicio educativo.
cómo ello lo concretamos en nuestros • Buscar los consensos impres-
centros educativos. Para que nuestros cindibles entre los distintos
centros sean testimonio de calidad, en- integrantes de la Comunidad
tendemos que es ineludible acrecentar Educativa pues para una acción
algunas actitudes y características por educativa eficaz es fundamental
las cuales deben ser reconocidos nues- la sintonía y el acuerdo entre las
tros centros. partes.
• Entusiasmar a todos los actores
con el horizonte institucional,
imaginado futuros escenarios,
promoviendo un liderazgo com-
partido, manteniendo fidelidad
a las promesas realizadas.
46

• Fortalecer las capacidades de ra, de manera que el debido interés por


todos los integrantes de la co- la calidad y excelencia educativa no la
munidad educativa, a través de convierta en una escuela para los me-
la formación permanente. jores o los “sobrevivientes” del siste-
• Apostar al trabajo en equipo. ma, en la que se lucen los éxitos de los
• Presentar un currículo bien pla- triunfadores y se oculta a las víctimas
neado y estructurado, con sis- de un proceso educativo pensado sólo
temas de coordinación y actua- para los mejores. Procurando conjugar
lización periódica. Es ineludible la fidelidad al proyecto educativo y a
describir y documentar los pro- los valores evangélicos, incorporan-
cesos y los resultados. do a los diferentes, propiciando que
• Promover un clima de aprendi- nuestras comunidades estén abiertas
zaje ya que partimos de la con- a todos, en una actitud de acogida, de
vicción de que la motivación y respeto y de atención personal.
los logros de cada estudiante
119. Debemos mantener viva la
están muy influidos por la cultu-
preocupación por los alumnos más ne-
ra o clima de cada centro.
cesitados, más desestructurados por
• Tomar decisiones cimentadas en
situaciones familiares, más limitados
evaluaciones debidamente acor-
por carencias físicas o psíquicas, más
dadas y en evidencias claras.
en desventaja por motivos culturales,
• Promover una cultura evalua-
económicos y que son merecedores
tiva como forma de suscitar la
de una especial solicitud para expresar
mejora continua, en la que cada
la incondicional apertura al prójimo.
actor pueda descubrir sus forta-
En consecuencia, luchar por desterrar
lezas y debilidades y dar cuenta
la imagen generalizada de una escuela
de los criterios que orientan su
evangelizadora que no está abierta a
hacer. Sólo se cambia y se me-
los débiles, a los inadaptados, a los ex-
jora aquello que se conoce y
cluidos y que no es receptiva al diálogo
que puede volverse explícito.
con las culturas emergentes.
120. Para hacer realidad estos sue-
1.3.10 En la escuela católica se in-
ños se vuelve necesario tomar las de-
centiva la finalidad educativa
cisiones adecuadas en los momentos
integral e integradora
adecuados, disponer para ello de per-
sonal especializado, con una adecuada
118. En este sentido, deseamos formación, con estructuras y medios
hacer de la atención a la diversidad de trabajo que faciliten el desarrollo de
un distintivo que identifique la acción su tarea.
educativa de la escuela evangelizado-

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


47

1.3.11 La escuela católica tiene como 122. En efecto, “el poder público,
vocación el servicio a todos a quien corresponde amparar y defen-
los habitantes del país der las libertades de los ciudadanos,
atendiendo a la justicia distributiva,
debe procurar distribuir los subsidios
121. En esta perspectiva, la escuela
públicos de modo que los padres pue-
católica establece un diálogo sereno y
dan escoger con libertad absoluta, se-
constructivo con los Estados y con la
gún su propia conciencia, las escuelas
comunidad civil. El diálogo y la colabo-
para sus hijos “. (19) En el marco no
ración deben basarse en el mutuo res-
sólo de la proclamación formal, sino
peto, en el reconocimiento recíproco
del efectivo ejercicio de este derecho
del propio rol y en el servicio común al
fundamental del hombre se pone, en
hombre. Para llevar a cabo esto, la es-
algunos países, el problema crucial del
cuela católica se integra de buen grado
reconocimiento jurídico y financiero de
en los planes escolares y cumple la le-
la escuela no estatal. Hacemos nuestro
gislación de cada país, siempre que es-
el deseo según lo expresado por Juan
tos sean respetuosos de los derechos
Pablo II, de que en todos los países
fundamentales de la persona, comen-
democráticos “se ponga en práctica
zando desde el respeto a la vida y a la
una verdadera igualdad para las escue-
libertad religiosa. La relación correcta
las no estatales, que al mismo tiempo
entre Estado y escuela, no sólo cató-
respete su proyecto educativo“. (20)
lica, se establece a partir no tanto de
ECUTM 17.
las relaciones institucionales, cuanto
del derecho de la persona a recibir una
educación adecuada, según una libre
opción, derecho al que se responde
según el principio de la subsidiaridad.
(18)
48

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


49

2 SEGUNDA PARTE

2.1 Criterios orientadores

123. La Iglesia desarrolla su acción Los Centros Educativos católicos de


evangelizadora-educativa por medio nuestro país procuramos ser Centros
de las familias y comunidades cristia- en los que:
nas, los movimientos pastorales, la
acción social, los medios de comu-
nicación, las personas insertas en la
realidad que les toca desenvolverse y 2.1.1 Se evangeliza educando y se
también por las escuelas y centros de educa evangelizando.
formación.
124. Un Centro Educativo que se 126. La primera razón de la escuela
encuentre configurado desde el Evan- consiste en su estricto objetivo educa-
gelio debe ser portador de rasgos con- tivo. En su raíz está la transmisión de
traculturales y debe estar dinamizado unos conocimientos que no pueden
por los retos sociales a los que debe instrumentalizarse al servicio de cual-
responder, de modo de proponer el quier otra causa. Tampoco es posible
modelo de sociedad y de ser humano asumir la educación desde un sentido
que nos anuncia Jesús en el evangelio reduccionista del propio concepto de
y un nuevo concepto de educación que escuela, interpretándolo como marco
insistirá, más que en las respuestas y exclusivamente académico. La siem-
contenidos, en proporcionar la brújula pre pretendida educación integral nos
y los criterios que habiliten a navegar abre a la escuela como ámbito de vida,
en un mundo complejo e incierto. escuela integral, plataforma educativa
125. Por ello creemos importante en la que se constituyen grupos huma-
enumerar algunas claves que nos per- nos originados por afinidades cultura-
mitirán articular este ministerio eclesial les, sociales y también religiosas.
de la educación en nuestros Centros 127. Resulta fundamental precisar
Educativos, al servicio de la fe y de la los fines de la acción educativa. Esta
justicia y su contribución en el desarro- tarea se reduce cuando están ausentes
llo de nuevas personas y de una socie- los principios morales, la educación
dad que avanza hacia el Reino en me- en las virtudes. Si educar es enseñar
dio de la tensión entre el “ya sí” pero a ser autónomos, educar es acercarse
“todavía no”.
50

a la persona en todas sus dimensio- 129. Toda acción educativa es evan-


nes: física, afectiva, intelectual, ética, gelizadora y a su vez toda acción evan-
espiritual,…, superando dicotomías y gelizadora es educativa, de modo que
tensiones; es atender a las dimensio- no se puede separar evangelización de
nes del saber, como aprender a apren- educación. Por ello el enunciado que
der, del ser como realización de todas se evangelice educando y se eduque
las dimensiones humanas, y del creer evangelizando, tiene su fundamento
como expresión honda de la totalidad es el misterio de la encarnación, por el
del mismo ser: “El mundo frecuente- cual todo lo humano redimido es divi-
mente, sin sentirlo o expresarlo, tiene no y lo divino se hace humano. 47
sed de ideal y de valores que vamos a
130. Análogamente a la acción de
llamar morales para no ofender a na-
Dios, que en la misma acción siempre
die. Qué noble tarea de la educación la
humaniza y siempre salva, el educador
de suscitar en cada persona, según las
católico al educar, evangeliza.
tradiciones y sus convicciones y con
pleno respeto del pluralismo esta ele- 131. Podemos señalar al menos
vación del pensamiento y del espíritu cuatro factores que hacen de la escue-
hasta lo universal y una cierta supera- la católica un lugar favorecido para la
ción de sí mismo”.46 transmisión de la fe:
128. Para un centro educativo, evan-
1. en primer lugar nos intensa
gelizar es expresar el mensaje evangé-
señalar que es un agente de
lico en términos de la cultura actual y
socialización religiosa;
de la de nuestros jóvenes y al mismo
tiempo promover la coherencia entre 2. dispone de un plan sistemáti-
los ideales del Centro y su estilo y or- co para educar la fe, a lo largo
ganización. Por eso es una respuesta del ciclo escolar y acompa-
de todas las personas y estructuras del ñando las distintas experien-
centro a la necesidad de vivir con sen- cias que son vividas durante
tido, esperanza y coherencia, teniendo el mismo;
como modelo al Jesús del Evangelio y
3. es un espacio privilegiado para
su Buena Noticia, y de acuerdo con un
el diálogo cultura-fe, cultura –
proyecto que lleva al compromiso con
vida, en atención a que su la-
determinados principios.
bor se centra en anunciar el
evangelio en medio de la tarea
de enseñanza y aprendizaje.
46. Cfr. DELORS, Jacques, La educación encierra
una tesoro Informe a la UNESCO de la Comisión
Internacional sobre la educación para el Siglo
XXI), Santillana, Madrid, 1996, p. 18. 47. Cfr. Evangeli Nuntiandi Nº 17 y ss.

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


51

4. la acción de la escuela católica toral orgánica, especialmente


brinda la posibilidad de ofre- asumiendo los planes pastora-
cer un testimonio colectivo de les diocesanos y cultivando y
praxis evangélicas. acrecentando los vínculos de
comunión con las respectivas
parroquias.
2.1.2 Se fortalece la Comunidad
Educativa evangelizadora. d. valorar la riqueza de carismas
fundacionales de las familias
religiosas insertas en las dió-
132. Toda comunidad educativa que
cesis, dedicadas a evangelizar
procure evangelizar también es evan-
dentro del ámbito de la educa-
gelizada, así como todos y cada uno
ción .
de sus integrantes desde su vocación
y responsabilidad en la comunidad. A e. asumir la misión compartida
fin de fortalecer nuestras comunidades como desafío de riqueza evan-
educativas creemos conveniente: gelizadora.
El Concilio Vaticano II define
a. favorecer en nuestros Cen-
a los laicos como todos los
tros Educativos su compromi-
fieles cristianos, a excepción
so evangelizador, resaltando
de los miembros que han
la dimensión de “Comunidad
recibido un orden sagrado y
Educativa”, en la que todos sus
los que están consagrados (los
integrantes, docentes, padres,
religiosos). El gran paso lo dio
alumnos, y funcionarios, vivan
el Concilio con su definición
esta dimensión eclesial.
de la Iglesia como pueblo de
b. exhortar a todas las comuni- Dios en marcha (LG 9) y el
dades a elaborar su Proyecto reconocimiento del sacerdocio
Educativo, a fin de construir de los laicos (LG 10 y 31). "Los
caminos de coherencia entre laicos -dice el Concilio- están
sus opciones pedagógicas y especialmente llamados a
metodológicas con la persona hacer presente y operante a
y enseñazas de Jesucristo y la Iglesia en aquellos lugares
con la visión de ser humano y y circunstancias en que sólo
de cultura que de ellos devie- puede llegar a ser sal de la
ne. tierra a través de ellos" (LG 33;
Código de Derecho Canónico,
c. profundizar la eclesialidad de
Canon 225).
las comunidades educativas, a
través de su inserción en la pas-
52

Andando el tiempo, muchos ción su formación académica,


laicos fueron consustanciándo- en gestión y como evangeliza-
se con la espiritualidad propia dores. Por ello, aquellos a quie-
de las comunidades religiosas nes les compete nombrar un
que animan los centros educa- Director de un centro educati-
tivos, compartiendo con ellas el vo católico, dialogarán con los
quehacer de las obras. De esta Obispos Diocesanos, de modo
forma ha ido construyéndose de obtener el beneplácito de
una COMUNIDAD de laicos y estos en su designación.
religiosos. Se hace necesario
g. promover programas de for-
acompañar cada vez más a
mación permanente de todos
aquellos centros en los que se
los integrantes de la comuni-
transfieren responsabilidades
dad educativa en cuanto a lo
institucionales a los laicos.
pedagógico, lo didáctico y lo
Una comunidad de fe, de Igle- pastoral.
sia, donde religiosos y laicos
h. integrar a las familias al pro-
comulgan en ideales y accio-
yecto pedagógico institucional.
nes. De ello se trata la misión
compartida, compartir el caris- i. promover itinerarios pedagó-
ma, el modo propio de sentir gicos comunes y coordinados,
y vivir el evangelio, para ofre- en el ámbito de la educación
cerlo, en servicio generoso catequética y religiosa, como
al evangelizar-educando, a la en el campo de lo afectivo
Iglesia y a través de ella, a la sexual, que respetando el mar-
sociedad. co de realidad de cada centro
educativo y del contexto socio-
f. confirmar al Director en su
cultural, permitan coordinar
misión evangelizadora promo-
los contenidos en sus distintas
viendo su liderazgo en la ani-
manifestaciones, las compe-
mación pastoral y su forma-
tencias y metodologías de tra-
ción sistemática como evan-
bajo.
gelizador.
Dado que los directores son
los primeros evangelizadores
y primeros responsables de la
misión evangelizadora de sus
respectivas comunidades, se
tendrá en cuenta para su selec-

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


53

2.1.3 Se asumen los procesos evan- 2.1.4 Se asume la categoría de


gelizadores desde una pasto- “discípulo”.
ral orgánica y diversificada a
la vez.
135. Se ha de asumir el discipulado
como camino de formación, evitando
133. La escuela católica es una centrarnos únicamente en la etapa en
realidad eclesial de misión, de “pas- que el alumno está en nuestras comu-
toral de frontera”, abierta a todos y nidades educativo pastorales. ya que
que recibe a alumnos y familias, con como comunidad cristiana debemos
muy diversos procesos y estadios de invitarlos a ser discípulos de Jesús para
evangelización, o no evangelizados, o siempre (Lc. 14:26,27). Así les mostra-
iniciados; ello nos alerta acerca de la remos sus posibilidades de inserción y
necesidad de asumir las distintas situa- compromiso en otras realidades ecle-
ciones tal como lo señala el Directorio siales, con la finalidad de incorporarlos
Catequístico General (1971) (DCG). al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, de
modo que contribuyan, desde sus rea-
134. El proceso evangelizador, está
lidades y posibilidades, con la evange-
estructurado en etapas o “momentos
lización de las personas y estructuras,
esenciales”:
para que las semillas del Reino germi-
nen en la tierra de los hombres.
a. la acción misionera para los no
creyentes y para los que viven
en la indiferencia religiosa;
2.1.5 Se propone educar en lo
b. la acción catequético-inicia- vocacional como proyecto de
toria para los que optan por el vida.
Evangelio y para los que nece-
sitan completar o reestructurar
136. Acompañando a todos sus
su iniciación;
miembros, en especial a sus alumnos,
c. la acción pastoral para los fie- para que puedan descubrir el proyecto
les cristianos ya maduros, en que Dios tiene para ellos, encontrando
el seno de la comunidad cris- su lugar en el mundo y en la Iglesia.
tiana”. (DCG). (49)
137. Propiciando el crecimiento de
Se hace necesario incursionar en personas que busquen su realización
celebraciones litúrgicas diferencia- y la de sus semejantes y que sean
das y acordes cada etapa de la vida transformadoras de su realidad, con-
de los niños y jóvenes. tribuyendo a fortalecer y desarrollar
las semillas del Reino presentes en la
sociedad.
54

138. Apostando por la finalidad utó- a. Creemos que es clave abordar la


pica de la educación, tal como sostiene sexualidad como una totalidad.
E. Mounier: “Educar es despertar a un La sexualidad, como el carácter
ser humano, ayudarle a ser él mismo, o la personalidad, es un aspecto
a construir su personalidad y a encau- esencial de la persona, aspecto
zar su vocación en el mundo”, con una fundamental del que no pode-
perspectiva critica que lo capacite para mos prescindir a la hora de plan-
el análisis de la realidad, acercándose tearnos un programa educativo
a lo concreto desde una visión global integrador y que intente abarcar
del mundo. a la persona en todos sus aspec-
tos y la ayude a unificar todas
139. Asumiendo la dimensión social
sus dimensiones. 48
de la vida: no se estudia solamente para
hacer carrera y “realizarse uno mismo y
b. Toda propuesta educativa es
los que le rodean” sino también con un
expresión de una determinada
horizonte de “servicio” a la sociedad,
concepción del hombre. Te-
buscando su transformación.
ner muy clara como educado-
140. Promoviendo el aprendizaje res humanistas cristianos cuál
a “vivir en sociedades plurales”, pues es nuestra visión del hombre
esta es la realidad que encuentran nos ayudará a ser coherentes
cuando alternan en los ámbitos socia- en todos nuestros planteos y
les que habitualmente frecuentan fuera nuestras acciones concretas
del ámbito de la escuela católica. en este campo de la Educación
141. Propiciando una clara concien- Sexual.49
cia acerca de lo social y una adecuada
educación en derechos humanos y en
la ciudadanía, no solo como conteni-
dos específicos sino como prácticas
habituales y reconocibles en el hacer 48. Cfr. Grandes líneas para la educación en el
institucional. amor en los Colegios católicos. Propuestas para
una reflexión. EAC (1988).
142. Promoviendo una sana y clara 49. Es necesario que los agentes de la Educación
conciencia por la responsabilidad y en el Amor adhieran al Magisterio de la Iglesia en
el cuidado por el medio ambiente y materia de sexualidad y otros temas afines; que
se les dé una seria formación, razonada, con len-
adecuados programas y acciones que guaje que les sea comprensible, mediante inicia-
eduquen en el cuidado y la protección tivas pedagógicas que les faciliten el aprendizaje,
del “jardín” de todos. y ofrecerles libros y documentos de consulta que
les ayuden en su formación. Los Obispos – Doc-
143. Asumiendo la educación en el tores y Pastores- han de ejercer, en esta materia,
amor en toda la riqueza que sobre ella estas dos funciones de su ministerio episcopal
nos enseña la Iglesia, por lo tanto: con un saludable equilibrio. (Acta CEU 567, 4).

Criterios orientadores para la Pastoral Educativa en Uruguay


55

2.1.6 Se concretan itinerarios 2.1.7 Se fortalece y se propone una


pedagógicos para el diálogo pastoral de educadores como
fe y cultura. agentes de evangelización.

144. La escuela católica deberá 146. Cada educador, desde su ca-


asumir la evangelización del currículo risma peculiar, es sujeto activo de la
como desafío prioritario. Para ello se evangelización. Nadie tiene en forma
procurará, entre otros aspectos: exclusiva la responsabilidad de evan-
gelizar. En el entendido de que no hay
a. identificar distintos conteni- evangelización sin evangelizadores
dos y dimensiones que se evi- que asuman este reto, nuestras escue-
dencian en el currículo a los las afrontan el desafío de:
efectos de propiciar el diálogo a. promover a sus educadores
fe-ciencia, fe-vida. como agentes esenciales de la
b. favorecer una visión integra- evangelización, atendiendo a
dora e interdisciplinaria de su formación pastoral.
los fenómenos estudiados que b. proponer una acción pastoral
ayude a superar reduccionis- diversificada para sus educa-
mos y rupturas inconducen- dores, buscando atender la
tes. multiplicidad de situaciones
c. promover el trabajo de equi- y los procesos personales de
pos de docentes, a fin de que crecimiento en la fe para acom-
se elaboren y propongan acti- pañarlos desde la realidad en
vidades e itinerarios formati- que se encuentran situados.
vos, en los que se concreten c. acompañar a los educadores
las mejores condiciones para en la elaboración personal del
el diálogo fe-ciencia, fe-vida. diálogo fe y cultura a fin de que
ello se trasunte en el currículo.
145. Como nos señalara Juan Pablo d. construir criterios para la selec-
II “Una fe que se colocara al margen de ción del personal y elaboración
todo lo que es humano y, por lo tanto, de de itinerarios formativos del
todo lo que es cultura, será una fe que mismo, contemplando estra-
no refleja la plenitud de lo que la Palabra tegias, contenidos y metodo-
de Dios manifiesta y revela”. logías para los educadores que
se integran a nuestras comu-
nidades, teniendo en cuenta
todas las dimensiones de su
persona.
56

2.1.8 Se propicia una educación interrelación con su medio y de forma-


social, en la solidaridad y el ción de su voluntad y carácter. Cono-
voluntariado. ciendo con claridad lo que se espera
de él, asume una actitud activa en vis-
tas al logro de esas metas.
147. Promoviendo una formación
en esta dimensión que, además de 151. El alumno aprenderá a llevar
cimentar los contenidos doctrinales su propio control personal de logros, y
de la Iglesia, lleve a los jóvenes a la cada vez más conscientemente organi-
comprensión personal de la unidad zará sus actividades y su tiempo, reco-
fe-justicia y a opciones de solidaridad, nociendo lo que ha logrado y lo que le
voluntariado y servicio en un tiem- falta, aceptando sus habilidades y sus
po histórico–cultural dominado por la limitaciones. Adquirirá progresivamen-
competitividad, el individualismo y la te una autoimagen realista, una visión
indiferencia ante el otro. positiva del mundo a través de todo su
quehacer y una capacidad de expresar
148. Generando itinerarios de inclu-
su interioridad y de trascender en una
sión, teniendo una especial atención
búsqueda activa de Dios.
por los más marginados de la socie-
dad, para que los pobres y los exclui- 152. Para alcanzar un buen desem-
dos sean el centro de la propuesta. peño en los estudios no basta el entu-
siasmo. Es fundamental la orientación
149. Desarrollando estrategias y
que se dé a los alumnos y los métodos
programas variados de apoyo, de soli-
de trabajo.
daridad cristiana y de trabajo conjunto
con otras instituciones católicas y de la 153. Para orientar el aprendizaje, es
sociedad civil. fundamental conocer lo que se busca
y cómo buscarlo; no se puede ayu-
dar con eficacia al alumno a aprender
2.1.9 Se incentiva la puesta en si él no participa activamente. No hay
práctica de metodologías de aprendizaje sin la actividad intelectual
enseñanza y de trabajo que propia del que tiene que aprender.
promuevan la acción-reflexión-
154. El principio de actividad per-
acción.
sonal por parte del alumno es insus-
tituible. Pero dicha experiencia debe
150. El alumno, de acuerdo con su ir acompañada de la instancia de re-
nivel de madurez, es un sujeto capaz flexión, de modo de desarrollar proce-
de aprender a descubrir el mundo, a sos metacognitivos en el alumno que lo
resolver sus problemas y tomar de- ayuden a aprender a pensar y a apren-
cisiones, en un proceso constante de der a aprender; así podrá reorientar

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sus esfuerzos en el futuro y apropiarse nal y familiar de la fe y de su rol


de los contenidos propuestos. de animadores y guías de la Igle-
sia doméstica que es la familia.
“La familia al igual que la Iglesia,
2.1.10 Se integra a las familias al pro- debe ser un espacio donde el
yecto pedagógico institucional. Evangelio sea transmitido y des-
de donde este se irradie”. Cate-
chesi Tradendae 71 (CT).
155. Para que los padres puedan
asumir su rol de educadores en sinto- e. que se considere el protago-
nía con el Proyecto Pedagógico Institu- nismo de los abuelos en la
cional (PPI), será necesario encontrar educación y en su colabora-
los medios específicos que, de acuer- ción con las familias ante las
do a las circunstancias de cada centro dificultades de los padres para
y del contexto en el que se ubica, ase- llevar adelante la educación de
guren: sus hijos.

a. una adecuada comunicación


2.1.11 Se plantea como horizonte la
institucional del centro con las
búsqueda de la calidad.
familias.
b. las instancias de comunicación
156. Aparecida, en su numeral 34350,
y diálogo con las familias para
nos señala que “a una educación de
que puedan acompañar de me-
calidad tienen derecho todos los alum-
jor manera el proceso de creci-
nos y alumnas de nuestros pueblos sin
miento de su hijos.
distinción”. Por ello, entre otros aspec-
c. su participación y compromiso tos, es necesario fortalecer en todos
con el itinerario de formación los centros educativos su identidad
en la fe y de iniciación sacra- católica, reforzando su misión evange-
mental que se les propone a lizadora y la profesionalidad de su ges-
los alumnos, y que libremente tión de modo de promover un servicio
la familia ha optado por esti- de calidad.
mular y acompañar.
157. Se hace imperioso fortalecer a
d. que se les propongan progra- aquellos centros educativos católicos
mas adecuados que impliquen que nuclean a los educandos y familias
actividades de formación y ex- de menores recursos.
periencias catequéticas, a fin
de fortalecer a los padres en la
vivencia y crecimiento perso- 50. Cfr. Aparecida, Documento final, Nº 343.
58

2.1.12 Es una escuela con identidad b. posibilitar la elección entre las


que dialoga y está abierta a propuestas educativas de di-
otras convicciones. versos centros.
Estos centros estarán orienta-
158. La escuela católica, según su dos por distintas identidades,
concepto de laicidad, entiende que creencias y valores, lo que
debe posibilitar experiencias que, de constituye la mejor forma de
acuerdo al contexto de nuestra época, concretar la pluralidad en un
ayuden a los seres humanos, indepen- sistema educativo. (…)
dientemente de su edad y momento
c. estimular a que en nuestros
histórico personal, a encontrarle sen-
centros educativos se viva un
tido a la existencia por medio de la
clima de libertad religiosa.
educación de la trascendencia, de su
dimensión espiritual – religiosa. Nuestras comunidades educa-
tivas son plurales y se desen-
159. Aplicada esta visión de la laici-
vuelven en un contexto plural,
dad al campo educativo debe caracte-
pues como Iglesia somos ‘sa-
rizarse por:
cramento’, signo e instrumen-
to de la relación del ser huma-
a. promover un educador respe-
no con Dios, y también signo
tuoso de los procesos perso-
e instrumento de la relación de
nales de sus alumnos. 51
los seres humanos entre sí.
(…) “La laicidad, además del
(…) En las instituciones cató-
respeto a la pluralidad de va-
licas, entendemos que la con-
lores de los educandos y sus
fesionalidad no nos habilita
familias, significa que el educa-
a imponer una verdad, sino a
dor no utilizará su función para
proponer con claridad el Evan-
formar o difundir sus opciones
gelio de Jesucristo. En los cen-
filosóficas, políticas y religiosas.
tros educativos se puede vivir
En los centros educativos de
una laicidad (entendida princi-
gestión privada, son las familias
palmente como pluralidad) en
o los jóvenes quienes optan por
un sentido amplio y positivo,
la propuesta axiológica y filosó-
en cuanto se presenta una vi-
fica de la institución.

51. Cfr Aportes de la Educación Católica al Deba-


te Educativo (AUDEC) (2006).

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sión del mundo, del hombre, buscar la verdad y plantear su


de la vida y de Dios, en diálo- punto de vista. Queremos su-
go con otras concepciones. brayar que la formación en la
En este sentido, la laicidad en fe exige la libertad. El respeto
nuestros centros educativos a la pluralidad y la posibilidad
es una realidad, en cuanto hay de no creer son condiciones
respeto y apertura para que el necesarias para una auténtica
educando y su familia puedan educación en la fe. (…)
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3 SIGLAS Y BIBLIOGRAFÍA

Aparecida. Documento final Declaración de Instituciones Educativas


no estatales al finalizar el Congre-
Aportes de la Educación Católica al
so Nacional de Educación. 2006.
Debate Educativo. AUDEC.
2006. DELORS, Jacques, La educación en-
cierra una tesoro Informe a la
AA. VV Concepto auténtico de laicidad.
UNESCO de la Comisión Inter-
Colección APORTES 15. CEDI-
nacional sobre la educación para
DOSC. 2006.
el Siglo XXI, Santillana, Madrid,
CT Catechesi Tradendae. 1996, p. 18.
Cfr. confer. (conferir, confrontar, com- DREC - Dimensión Religiosa de la edu-
párese, véase). cación en la Escuela Católica.
Congregación para la Educación
ECUTM - Escuela católica en los Um-
Católica. 1988.
brales del Tercer Milenio. Sagra-
da Congregación para la Educa- GE. Gravissimum Educationis. Declara-
ción Católica. 1997. ción conciliar. 1965.
EC - Escuela Católica. Sagrada Congre- LG. Lumen Gentium. 1965.
gación para la Educación Católi-
Orientaciones Pastorales CEU 2001-
ca. 1977.
2006. 2001.
Educar Juntos en la Escuela Católica.
PGC. Proyecto global del CELAM
Misión compartida de personas
(2000).
consagradas y fieles laicos. Con-
gregación para la Educación Ca- Sínodo 2005. Documento de trabajo.
tólica. Cuadernos del Sínodo. 2005. Ar-
quidiócesis de Montevideo.
DCG. Directorio Catequístico General.
1971.
62

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