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Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao en 1864. La guerra carlista que vivió allí de
niño pasaría a ser tema de su primera novela, Paz en la guerra. Unamuno estudió Filosofía
y Letras en Madrid, pero pasó casi todo el resto de su vida en Salamanca, donde obtuvo
la cátedra de griego e historia de la lengua. Subió al rectorado de la Universidad de
Salamanca en 1901.
La base del "sentimiento trágico de la vida"--título del libro que Unamuno publicó en
1913--es la paradoja entre el vivir y el conocer, ya que "todo lo vital es antirracional, no
ya sólo irracional, y todo lo racional, antivital." La vida en sí es una paradoja, y la persona
se contradice a sí mismo. Unamuno se consideró "un hombre de contradicción y de pelea.
uno que dice una cosa con el corazón y la contraria con la cabeza, y que hace de esta lucha
su vida." En más de una ocasión el angustiado escritor declaró que "la paz es mentira."
Identificó la vida con la agonía, entendida ésta en el sentido etimológico de "lucha." Estas
preocupaciones son manifiestas en el libro Del sentimiento trágico de la vida, en el que
Unamuno explica que tanto el sentimiento como la razón definen al individuo: "El más
trágico problema de la filosofía es el de conciliar las necesidades intelectuales con las
necesidades afectivas y con las volitivas."
Unamuno es uno de los escritores más importantes del grupo llamado la "Generación del
98," preocupados por el futuro de España ante el mundo moderno. El año 1898 fue el en
que España perdió sus últimas colonias ultramarinas, hecho que provocó un examen de
la situación histórica del país. Los escritores identificados con la Generación del 98
abogaban por una "europeización" de España. Para Unamuno esa europeización debía
abarcar también una "españolización" de lo europeo.
Unamuno adaptó el tema bíblico del cainismo en su novela Abel Sánchez (1917),
ampliando el tema de la envidia al reconocer una dialéctica entre el envidiado y el
envidioso, que se necesitan mutuamente. No es que haya víctimas y verdugos, sino que
todos llevamos dentro un Caín y un Abel luchando en íntima tragedia. Ante este destino
trágico Unamuno propone la caridad y el perdón como únicas respuestas.
Unamuno unió tres novelas cortas bajo el título de una de ellas, San Manuel Bueno, martir
(1931). En la novela aparecen unas de las grandes obsesiones unamunianas: la
inmortalidad y la fe. El protagonista de San Manuel Bueno, martir es un cura que pierde
la fe. Este hombre, sin fe ni esperanza, se convertirá sin embargo en ejemplo de la caridad.
Unamuno establece un contraste entre una verdad trágica y una felicidad ilusoria, optando
en esta obra por la segunda, a diferencia de lo que había sostenido en obras más
tempranas.
Escritor infatigable, Unamuno escribió varios libros de poesía, entre ellos un diario de su
destierro en Francia durante los años veinte y unas meditaciones sobre una pintura de
Cristo del famoso pintor Velázquez. Igual que sus obras narrativas, la obra poética de
Unamuno constituye un tipo de autobiografía espiritual, expresión de su constante lucha
vital. Se mantuvo al margen de las modas poéticas del momento como el modernismo, el
simbolismo o el vanguardismo, prefiriendo expresarse de manera más sobria.
(Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924) Escritor checo en lengua alemana cuya obra señala
el inicio de la profunda renovación que experimentaría la novela europea en las primeras
décadas del siglo XX. Franz Kafka dejó definitivamente atrás el realismo decimonónico
al convertir sus narraciones en parábolas de turbadora e inagotable riqueza simbólica:
protagonizadas por antihéroes extraviados en un mundo incomprensible, sus novelas
reflejan una realidad en apariencia reconocible y cotidiana, pero sometida a inquietantes
mutaciones que sumergen al lector en una opresiva y asfixiante pesadilla, plasmación de
las angustias e incertidumbres que embargan al hombre contemporáneo.
Franz Kafka
Biografía
Los años universitarios le dejaron tiempo para cultivar sus aficiones filosóficas y
literarias; leyó a numerosos autores y conoció al futuro escritor y crítico literario Max
Brod, con quien trabó una íntima amistad destinada a perdurar toda una vida. La
personalidad enérgica y activa de Brod, totalmente opuesta a la del temeroso e
introvertido Kafka, mitigó su soledad y su marcada tendencia al aislamiento.
Finalizados sus estudios, trabajó en diversos bufetes de abogados y, desde 1908, en una
compañía de seguros de Praga. Allí desempeño sus tareas con eficiencia y puntualidad,
llegando a merecer un ascenso; sin embargo, carecía por completo de ambición
profesional. El aburrido empleo (que no abandonaría definitivamente hasta 1920, a causa
de su deteriorada salud) le ocupaba solamente las mañanas y podía dedicar las tardes y
las noches a la literatura, su verdadera pasión.
Kafka en 1906
En 1911 conoció a Yitzchak Lowy, actor de teatro yiddish; pronto empezó a interesarse
por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia y
favorecieron su adhesión al sionismo. Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado
en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su
muerte. El diagnóstico decidió a Kafka a romper definitivamente su compromiso
matrimonial con Felice Bauer, a la que había conocido en 1912 a través de Max Brod.
Durante los cinco años que duró, la relación con Felice había sido repetidamente
abandonada y retomada debido a las interminables vacilaciones de Kafka.
La obra de Kafka
El estallido de la Primera Guerra Mundial y el final del noviazgo con Felice Bauer
señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica en la que redactó las obras más
características de su producción. Su legado, que plantea numerosas dificultades de
interpretación, se caracteriza en cambio por una extrema y deliberada claridad estilística,
como se observa en la más conocida de sus narraciones, La metamorfosis (1915). Su
protagonista es un mediocre viajante de comercio, Gregorio Samsa; un mañana, al
despertarse, Samsa descubre que se ha transformado en un enorme insecto, lo que es
narrado con normalidad pese a la monstruosidad de la situación. Este doble juego será
una constante en la creación del autor, y en él reside en buena medida su singularidad y
eficacia.
Sus medios de defensa resultan insuficientes y equivocados; al cabo de casi un año, sin
haber llegado nunca a conocer cuál era la acusación, y extenuado e impotente tras una
lucha imposible y absurda, Joseph K. es llevado sin resistencia a la afueras de la ciudad
y ejecutado. El centro de la obra es el crecimiento del sentimiento de culpa y los tormentos
que éste desencadena. La novela fue dramatizada en 1947 por André Gide y Jean-Louis
Barrault, mientras que Gottfried von Einem hizo con ella una ópera, con libreto de Boris
Blacher y Heinz von Cramer, que se estrenó en 1953. En 1962, Orson Welles rodó una
soberbia adaptación cinematográfica.
Sin embargo, topa de inmediato con inesperadas e insuperables dificultades. Por un lado,
el castillo parece ser la sede de una monstruosa e incomprensible maquinaria burocrática
a la que es casi imposible acceder; cuando parece lograrlo, no obtiene sino
comunicaciones contradictorias. Por otro, no obtiene ninguna cooperación de las gentes
del pueblo, que aceptan con naturalidad los absurdos dictados del castillo y parecen
dejarlo de lado. A pesar de su empeño y sus esfuerzos, K. nunca logra más que aparentes
avances en su propósito de iniciar su trabajo e integrarse en la comunidad, seguidos de
retrocesos que lo devuelven una y otra vez al punto de partida. Max Brod hizo una versión
dramática de esta obra en 1953.
América (1927), por último, es una novela inconclusa, además de fragmentaria, que
presenta dos grandes saltos y carece de final. Aunque en la publicación póstuma ocupa el
tercer lugar, fue la primera que escribió: su primer capítulo, "El chófer", se había impreso
en 1913 como relato independiente. Su protagonista es Karl Rossmann, un muchacho de
dieciséis años que, a consecuencia de una desdichada aventura con la criada de sus padres,
se ve obligado a separarse de ellos y de Alemania, su patria, para emigrar a América,
donde uno de sus tíos debe recibirle.
La muralla china (1931) es un volumen que recoge relatos y textos en prosa escritos a
partir de 1917; además del cuento que le da título, abarca dieciocho narraciones diversas
y dos colecciones de notas y pensamientos. Los Diarios 1910-1923 se publicaron en 1948-
1949, aunque una selección de ellos y de las cartas del autor ya se habían impreso en 1937
en Praga. Estos textos son de gran importancia para la interpretación de la persona y la
obra de Kafka, e incluyen un proyecto inconcluso de obra aforística que Max Brod
compiló con el título Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el
verdadero camino.
La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que
impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo fantástico de sus obras
juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se consigue captar ni el
principio ni el fin. Sus personajes, significativamente designados con una inicial (Joseph
K. o simplemente K.), son zarandeados y amenazados por instancias ocultas,
materializadas en las autoritarias estructuras burocratizadas y anónimas creadas por la
misma sociedad. Así, el protagonista de El proceso no llegará a conocer el motivo de su
condena a muerte, y el agrimensor de El castillo buscará en vano el rostro del aparato
burocrático en el que pretende integrarse; ambos padecen la angustiosa desorientación, la
impotencia y finalmente el sentimiento de culpa y desamparo frente a un mundo
ininteligible y deshumanizado que escapa a todo intento de control y que acaba
degradando y sometiendo al hombre.
Tan singular es la opresiva atmósfera que emana de sus más características narraciones,
que incluso la lengua común ha incorporado el adjetivo kafkiano para referirse a una
situación particularmente absurda y angustiosa. Los elementos fantásticos o absurdos,
como la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregorio Samsa en La
metamorfosis, evidencian la alienación del individuo e introducen en la realidad más
cotidiana aquella distorsión que permite desvelar su propia y más profunda
inconsistencia, un método que se ha llegado a considerar como una especial y literaria
reducción al absurdo.
Albert Camus
Formó entonces una compañía de teatro de aficionados que representaba obras clásicas
ante un auditorio integrado por trabajadores. Luego ejerció como periodista durante un
corto período de tiempo en un diario de la capital argelina, mientras viajaba intensamente
por Europa. En 1939 publicó Bodas, conjunto de artículos que incluyen numerosas
reflexiones inspiradas en sus lecturas y viajes. En 1940 marchó a París, donde pronto
encontró trabajo como redactor en Paris-Soir.
Albert Camus empezó a ser conocido en 1942, cuando se publicaron su novela corta El
extranjero, ambientada en Argelia, y el ensayo El mito de Sísifo, obras que se
complementan y que reflejan la influencia que sobre él tuvo el existencialismo. Tal influjo
se materializa en una visión del destino humano como absurdo, y su mejor exponente
quizá sea el «extranjero» de su novela, incapaz de participar en las pasiones de los
hombres y que vive incluso su propia desgracia desde una indiferencia absoluta, la misma,
según Camus, que marca la naturaleza y el mundo.
Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial se implicó en los acontecimientos del
momento: militó en la Resistencia y fue uno de los fundadores del periódico clandestino
Combat, y de 1945 a 1947, su director y editorialista. Sus primeras obras de teatro, El
malentendido y Calígula, prolongan esta línea de pensamiento que tanto debe al
existencialismo, mientras los problemas que había planteado la guerra le inspiraron Cartas
a un amigo alemán.
(Émile o Emil Michel Cioran; Rasinari, 1911 - París, 1995) Filósofo francés de origen
rumano cuyo pensamiento se caracteriza por su extremo pesimismo y nihilismo. Hijo de
un pope rural, estudió filosofía en Bucarest, donde entabló amistad con Eugène Ionesco
y Mircea Eliade; su tesis doctoral versó sobre Henri Bergson, en unos años en que
asimilaba influencias de Kant, Schopenhauer y Nietzsche. Posteriormente viajó a
Alemania y fue por breve tiempo profesor de filosofía en Brasov. Logró en 1937 una beca
del Instituto Francés de Bucarest y marchó a París, donde, con alguna ausencia, residió
hasta su muerte.
Émile Cioran
Su obra surge de un impulso interior negativo, fruto de una conciencia del sinsentido de
la existencia y de una voluntad de oponerse a éste mediante el ejercicio terapéutico de la
escritura. En sus textos, Émile Cioran se muestra convencido de la naturaleza
intrínsecamente maligna de la humanidad, y se complace en la recreación de la cara
oscura de ésta, para extraer conclusiones en absoluto tranquilizadoras. En sus últimos
tiempos abrazó el budismo.
Libro a libro, E. M. Cioran fue afirmando su personalidad nihilista y marginal que, sin
embargo, fue creciendo en popularidad. Con su radical libertad de pensamiento (que regía
también su vida personal, al igual que el ascetismo y la actitud burlona hacia todo lo que
le rodeaba), Cioran es uno de los pensadores más creativos y originales del siglo XX, por
mucho que para su desprecio y diversión fuera a menudo calificado de hereje, provocador,
"esteta de la desesperación" o "cortesano del vacío", a causa de su amargura y su visión
corrosiva. Por otra parte, él se calificaba a sí mismo de "hombre sin biografía" y se
aplicaba otras consideraciones igualmente burlonas. Otras obras suyas son Ejercicios de
admiración (1986) y El crepúsculo del pensamiento (1991).
BIBLIOGRAFÍA
http://www.swarthmore.edu/Humanities/mguardi1/espanol_11/unamuno.htm
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/k/kafka.htm
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/camus.htm
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cioran.htm