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EL TEATRO LATINO. INICIOS Y GÉNEROS DEL TEATRO EN ROMA.


ESPECIAL ATENCIÓN A PLAUTO Y A TERENCIO

I. LOS ORÍGENES DEL TEATRO LATINO.


I. A. LOS INICIOS
I. B. GÉNEROS TEATRALES
1. Tragedia: “fabula graeca”
“fabula praetexta”: Pacuvio (época arcaica)
Séneca (época imperial)
2. Comedia: “palliata”: Plauto y Terencio
“togata”

II. LA COMEDIA. SUS TIPOS Y AUTORES MÁS REPRESENTATIVOS.


II.A TIPOS
II.B AUTORES MÁS REPRESENTATIVOS
II. B.1. PLAUTO (254-184 a. C.)
II. B.2 TERENCIO (190- 159 a.C.)
- Vida.
- Obras
- Tipos de personajes.
- Relevancia del teatro de Terencio.

III. LAS COMEDIAS DE PLAUTO. CARACTERÍSTICAS Y TÍTULOS MÁS


DESTACADOS, ARGUMENTOS Y PERSONAJES

III.A CARACTERÍSTICAS
III. B. TÍTULOS MÁS DESTACADOS
III.C. ARGUMENTOS
III. D PERSONAJES

I. LOS ORÍGENES DEL TEATRO LATINO.

I. A. LOS INICIOS
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En la introducción en Roma del teatro griego actuó como vehículo decisivo el


ejército: cuando los soldados romanos en la 1ª Guerra Púnica (264-241 a.C) llegaron a
Sicilia y la Magna Grecia a luchar contra los cartagineses, quedaron entusiasmados con
las representaciones teatrales que se ofrecían en las ciudades griegas. Al volver a Roma
eran ya un público aficionado a las obras dramáticas, y ésto obligó a los magistrados a
promover funciones con el objeto de ganar popularidad y votos. Los magistrados
encargados especialmente de organizar los festejos eran los ediles.
Así, ya a partir del 240 a. C. en las fiestas oficiales se introdujo el teatro; Se tiene
noticia de que C. Livio Andrónico representa por primera vez en Roma una obra
dramática durante este año; esta representación era esencialmente una imitación o calco
del teatro griego.
Pero mucho antes de este drama los romanos habían conocido otras
representaciones cómicas rudimentarias y muy primitivas, venidas de las distintas
poblaciones que habitaban Italia antigua. Son las siguientes:
a) Las saturae Según Tito Livio, en el año 364 a. C., a causa de una terrible
peste, fueron introducidos los juegos escénicos como medio de apaciguar a los dioses;
son una especie de danzas miméticas, en que los bailarines entablaban una especie de
diálogo sin palabras, a base de gestos, en honor de los dioses para ahuyentar la peste de
la ciudad. Bailaban al son de la flauta. Posteriormente se fue incorporando letra al
espectáculo en metros variados, acompañados de cantos. Como vemos el teatro nace
muy unido a los ritos religiosos y con una finalidad purificadora.
b) Danzas etruscas bailadas por actores profesionales y cantadas al son de la
flauta.
c) Versos improvisados, los llamados “versos fesceninos”, en que dos coros se
lanzaban entre sí toda clase de atrevidas invectivas (insultos), gritos, obscenidades,
crueldad y pasayadas Era un diálogo punzante con música y disfraz. Se conservaron en
las bodas y triunfos.
d) La Atelana. Se representa esta farsa desde tiempos muy primitivos en Atela,
ciudad al sur de Roma. Es un breve sainete satírico de carácter obsceno con cuatro
personajes fijos: Doseno, jorobado astuto; Bucco, tragón; Pappo, viejo bonachón y
Macco, tonto.
e) El Mimo. Es similar en contenido al anterior; no tiene personajes fijos; el actor
imita a personas o animales mediante el gesto o la voz. Solía representarse en entreactos
teatrales, también en domicilios privados o plazas públicas. Era en el único género en el
que intervenían mujeres. Era temática habitual el marido burlado, y a menudo incluía el
striptease integral y actos de bestialidad o crueldad. No llevaban disfraces, aunque
posteriormente los fueron tomando y se desarrolló mucho en época imperial, dando
origen a la pantomima.
f) La Pantomima. Es un género genuino del Lacio; un actor canta mientras otro,
cubierto con máscara, interpreta, sirviéndose únicamente de su cuerpo en movimiento
como vehículo expresivo, el contenido trágico o cómico del texto musicado. Se valora la
función mímica, en especial el uso de las manos, por encima de la musical.
Todos estos espectáculos habían ido preparando al pueblo para el grandioso
teatro griego, que se introduce en Roma en el s. III a. C.
Incluso después de introducirse ya en Roma los espectáculos dramáticos a la
manera griega, los romanos siguieron cultivando dichas composiciones en verso.
Los primeros teatros surgen en Roma en el s. III a. C. y se reducen a simples
tablados provisionales, con un escenario sobrio, sin telón ni decorados, ante el que se
apiña un público bullicioso, al que un heraldo tenía que conminar a menudo a guardar
silencio. El primer teatro que se levantó de piedra (año 154) lo mandó derruir el Senado.
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Poco después (año 144), el cónsul Mumio mandó edificar un teatro aún de madera, pero
ya con graderíos, al estilo de los griegos.
La compañía se llama grex o caterva, y el empresario dominus, que a veces es el
mismo autor de la obra y se encarga de la puesta en escena.
Los ediles encargados de organizar los juegos públicos pedían a los escritores de
fama (Livio Andrónico, Nevio, Ennio...) que adaptasen obras griegas para representarlas
en los mismos.
Todo el teatro antiguo se compone en un verso variado y acompañado de flauta.
Hay muchas partes cantadas y otras recitadas. Tiene un papel importantísimo el coro en
la tragedia, ya que en la comedia desapareció pronto. Los esquemas métricos varían
según las escenas, predominando los metros yámbicos y trocaicos en los diálogos,
mientras que en las partes cantadas eran también el anapesto y el dáctilo.

I. B. GÉNEROS TEATRALES
1. Tragedia:
* Al modo griego: “fabula graeca”. Autores: Accio
* Al modo romano: “fabula praetexta”. Autores: Livio Andrónico, Nevio, Pacuvio,
Ennio y Séneca.
2. Comedia:
* Al modo griego: “fabula palliata”. Autores: Plauto y Terencio
* Al modo romano: “fabula togata”. Fue poco representada.

II. LA COMEDIA. SUS TIPOS Y AUTORES MÁS REPRESENTATIVOS.

II.A. TIPOS Y ACTORES

* Al modo griego: “fabula palliata”. Autores: Plauto y Terencio


* Al modo romano: “fabula togata”. Fue poco representada.

Los actores eran todos masculinos y esclavos, algunos tenían que representar
varios papeles en la misma obra, cambiándose de atuendo en los intermedios musicales.
No usaban máscara y el atavío y las pelucas (blancas para los ancianos, morena o rubia
para los jóvenes, pelirrojas las de los esclavos) caracterizaban a los diversos personajes.
En las tragedias y comedias de ambiente griego los actores se visten con el pallium o
manto griego (fabula palliata de pallium “manto griego), por la afición del público a lo
exótico y para no atentar, con sus burlas, contra la dignidad de la aristocracia romana. En
cambio en las tragedias y comedias de ambiente romano hay que distinguir la fabula
togata o comedia (de toga, manto nacional romano), de tema y ambiente puramente
romano, que jamás encontró aceptación en el gran público, y se representaba con la toga
normal del ciudadano romano, y la fabula praetexta o tragedia por emplear la toga
bordada de los magistrados.
La que más se representó fue la fabula palliata. Los primeros autores de
comedias, Livio Andrónico y Nevio, también tomaron sus obras de los comediógrafos
griegos, pero generalmente no de Aristófanes, sino de Menandro, Filemón y otros
posteriores, que se suelen englobar en la comedia media y nueva ateniense del siglo IV
a.C.
Para compensar la ausencia de la máscara, se recurría a variados juegos escénicos
y a la acumulación de peripecias, refundiendo normalmente dos obras griegas en una sola
(Contaminatio). Como el público no habría tolerado que un ciudadano romano fuera
engañado o ridiculizado en la escena por un esclavo, se le ofrecían cuadros de
costumbres griegas, en las que todo estaba permitido: mercaderes de esclavos, viejos
verdes, jóvenes atolondrados y sin escrúpulos, esclavos avispados y trapisondistas,
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esclavas incitantes que acaban casándose con el protagonista, problemas entre padres e
hijos, etc.
Se usarán máscaras sobre todo después de Terencio y el hecho de que estuvieran
prohibidas (cuando eran de uso corriente desde antiguo en las diversiones primitivas
itálicas) contribuía a resaltar el carácter extranjero del espectáculo a representar.
Las características generales de las fabula palliata, que se pueden aplicar a sus
máximos representantes, Plauto y Terencio, son las siguientes:
 Se denominan fabula palliata porque sus personajes van vestidos con el manto
griego, llamado pallium.
 Se producen en ellas anacronismo, al introducirse en ambientes griegos
magistrados, barrios, costumbres… romanos, con el fin de acercar las obras
griegas al pueblo romano.
 Sus tipos suelen ser populares, lo mismo que su lenguaje, y su tono es picaresco,
llegándose en ocasiones a la obscenidad y grosería
 Los argumentos son casi siempre amorosos y consisten en las tribulaciones de un
joven atolondrado que necesita dinero para comprar a una hermosa esclava de la
que se ha enamorado perdidamente. Su padre suele ser un viejo calavera, que no
le da el dinero, y si se descuida le quita a la novia. Por eso tiene que engañarlo
con la ayuda de un pícaro esclavo y de un parásito. Este último es el gracioso de
la comedia latina: un gorrón que sólo piensa en el modo de conseguir ser invitado
a comer gratis y a cambio está dispuesto a todo. Siempre se está quejando de
hambre y del egoísmo de los demás, con mucha cara. Las comedias suelen
terminar bien para los buenos, después de enredarse estrepitosamente la acción
en una serie de peripecias hilarantes, en virtud de las cuales se descubre
(anagnórisis) que la amada es de origen libre, raptada por unos piratas o
convertida en esclava por azares del destino que al fin se aclaran, pudiendo los
jóvenes conseguir su amor por fin.
 En la comedia latina no hay suspense, porque antes de comenzar hay un prólogo
en que se nos explica por anticipado lo que va a pasar. Al público antiguo no le
interesaba el argumento en sí, que siempre era muy similar, sino su forma de
desarrollarse y el ingenio del autor para provocar la carcajada con sus chistes y
peripecias.
 Delante del prólogo los manuscritos nos han transmitido otros dos elementos
ajenos a las obras y que nos dan datos sobre ellas: las didascaliae nos informan
sobre el autor, título y detalles de la representación y los argumenta son breves
resúmenes en acrósticos del tema de la obra.

II.B AUTORES MÁS REPRESENTATIVOS.

II.B.1 PLAUTO (254-184 a. C.)

Plauto nació hacia el año 254 a. C. en el norte de Italia. Se dice de él que ejerció
diversos oficios, que llegó a trabajar como esclavo en un molino y que conoció,
alternativamente la pobreza y la riqueza. Conocía el griego y posiblemente patrocinó
algunas empresas teatrales.
Compuso sus primeras obras hacia el año 215 a. C. y, a su muerte, en el año 184
a. C. dejó una abundante producción literaria, de la que sólo nos quedan veinte
comedias.
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II. B.2 TERENCIO (190- 159 a. C.)

Esclavo africano, liberado y educado con solicitud, en un ambiente cultivado, por


su dueño, Terencio Lucano, de quien tomó el nombre, llamándose P. Terencio Afer.
Siendo aún muy joven se inició en la literatura griega y, al contrario que Plauto,
apenas mantuvo contacto con el pueblo.
Obras (tienen títulos griegos):
* Andria, su primera comedia, representada el año 166 a. C.
* Hecyra, “La suegra”
* El eunuco
* Heautontimoroumenos, “El verdugo de sí mismo”.
* Formión, nombre del parásito que aparece en esta obra.
* Los Adelfos, “Los hermanos”.
En la Hecyra nos presenta a un joven matrimonio mal avenido. El padre del
marido sospecha que su mujer intriga contra su nuera. Al final todo se arregla, ya que la
suegra sólo trataba de reconciliar el matrimonio.
En el Heautontimoroumenos y en Los Adelfos se plantea el problema de la
educación de los hijos.
Los tipos son parecidos a los del teatro de Plauto: un joven irreflexivo,
enamorado de una joven pobre, pero digna de la pasión que inspira; el azar devuelve a la
joven su familia y sus bienes; el padre del joven se enternece y accede a las pretensiones
matrimoniales de ambos tórtolos. Todo ello adobado por el criado ingenioso y sazonado
con las mil peripecias que implica un amor clandestino.
El teatro de Terencio no alcanza la comicidad del de Plauto. Huye de las
groserías, los juegos de palabras y la caricatura exagerada de la realidad. No persigue la
risa, sino la sonrisa comprensiva del espectador, capaz de tomar parte en el juego sutil de
los sentimientos humanos. Las relaciones humanas están presididas por la ternura, que
incluso aparece en el trato entre amos y esclavos.
Ahora bien en este tipo de teatro, la vis cómica, que impregnan el teatro de
Plauto, queda muy reducida; con ello el gran público huye del teatro y se concentra en
los espectáculos de masas, como el anfiteatro y el circo.
La comedia de Terencio quedó, pues, relegada a los ambientes más selectos, para
ser leída por los doctos, por la pureza de su estilo, por su perfección en la construcción
de la obra, por su delicadeza y buen gusto, cualidades que permiten clasificar a la
Comedia Latina entre los grandes géneros literarios de todos los tiempos.

III. LAS COMEDIAS DE PLAUTO. CARACTERÍSTICAS Y TÍTULOS MÁS


DESTACADOS, ARGUMENTOS Y PERSONAJES

III. A. CARACTERÍSTICAS

 Plauto era un hombre nacido en el seno del pueblo, dotado de un talento superior
que le permitió captar los gustos populares a la perfección. Dominaba el lenguaje
coloquial y la técnica gramática y todo ello contribuyó a que compusiera unas
obras de corte popular insuperable.
 Como los temas son todos por el estilo, tuvo que compensar su monotonía con
una genial inventiva, que hace que cada obra sea totalmente diferente de las
demás por sus alocadas e hilarantes peripecias.
 Con su extraordinario ingenio sabe alargar y dar más peso a las escenas
interesantes, recortando y llenando de gracias las otras y añadiendo de su cosecha
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cuadros plenos de humor, de modo que la obra griega queda totalmente


transfigurada y adquiere una vitalidad asombrosa. Cada escena forma un todo
por sí misma y es un prodigio de ingenio debido a la experiencia de su agitada
existencia y su instinto escénico portentoso.
 Se destaca Plauto, sobre todo, por su tratamiento de los esclavos, que llevan
todo el peso de la obra: están dotados de una astucia y audacia tan asombrosas
que saben librarse de todos los peligros en que caen debido a su temeridad y
pillería. Son auténticas obras maestras de la imaginación popular, que llenan la
comedia con su lenguaje desgarrado, su alegría incontenible, su vitalidad
desbordante y su picardía. Son auténticos bribones, sin el menor escrúpulo, con
tal de librarse del trabajo y darse la buena vida, exponiéndose a los castigos del
amo por sus desobediencias e ingeniándoselas maravillosamente para librarse de
ellos. Pero como contrapartida son fieles a sus amos y, si los ven en apuros,
ponen en juego todas sus tretas para ayudarlos, aunque les cueste la vida. Su
lengua está en completa armonía con su carácter y los define magistralmente: sus
palabras malsonantes, sus insultos, sus expresiones de temor o triunfo, sus
embustes, etc. revelan perfectamente su personalidad pícara y taimada y son un
dechado de gracia que deleitaba al espectador.

En cuanto a las características de su estilo son las siguientes:

1. Todos los recursos estilísticos están empleados con maestría suprema para
conseguir el regocijo del público: cada frase es un chiste arrollador.
2. Su característica más importante es la prodigiosa inventiva verbal y rítmica, que le
permite ridiculizar el lenguaje de todas las clases sociales y géneros literarios: en
las escenas amorosas alcanza un lirismo tan almibarado que provoca la carcajada;
si hablan los dioses, magistrados o sacerdotes, su solemnidad y grandilocuencia
están tan bien conseguidas que la parodia de la épica y tragedia hacían reventar de
risa al público, por llevar sus características a extremos grotescos. La expresividad
de su expresión y su perfecto conocimiento del lenguaje le permiten burlarse de la
lengua del derecho, militar, religiosa, política, filosófica, médica, etc. explotando al
máximo su pedantería para provocar la hilaridad. Todo lo ridículo y exagerado es
aprovechado para hacer reír, lo que revela una capacidad de captación y de
observación extraordinarias.
3. No hay escritor en la literatura universal de lengua más variada y flexible. Además
introduce expresiones griegas que el público conocía de la guerra y recordaba con
satisfacción, sirviéndose de ellas para ridiculizar la pedantería de la moda de
imitación de todo lo griego. Es capaz de alcanzar el más tierno lirismo, el más
desgarrado patetismo, la más grandiosa solemnidad, y además todo en son de
burla.
4. Es un maestro insuperable a la hora de distinguir a los personajes por su forma de
hablar: el lenguaje fino de los amos contrasta con el grosero de los esclavos. Se
distingue perfectamente por su habla el hombre de la mujer, el viejo del joven…
5. Inventa muchísimas palabras enormes, formando descomunales compuestos de
gran fuerza expresiva.

III. B. TÍTULOS MÁS DESTACADOS


La enorme gloria de Plauto hizo que los empresarios anunciaran como suyas
innumerable comedias espúreas, para asegurarse el éxito de público, de modo que en el
s.I a. C. corrían como suyas 130 comedias. El gran erudito Varrón, experto en lengua y
literatura, después de un minucioso estudio, autentificó como seguras de Plauto sólo 21,
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que se han conservado transmitidas fielmente y completas gracias a la garantía


verroniana.
He aquí algunos títulos de sus obras:
* Mostellaria (“La comedia del fantasma”)
* Pseudolus (Nombre de esclavo intrigante)
* Aulularia (“La comedia de la olla”, en la que se inspiró Molière para crear El
Avaro)
* Trinumus (“Las tres monedas”)
* Menaechmi (“Los mellizos”, andanzas de un hermano en busca de su hermano
gemelo)
* Amphitruo (“Anfitrión”, imitada por Molière)
* Captivi (“Los cautivos”, en la que un esclavo, hecho prisionero con su dueño,
se hace pasar por éste para conseguirle la libertad)
* Miles gloriosus (“El soldado fanfarrón”)
* Mercator (“El mercader”)
* Asinaria (“La comedia de los asnos)
Los prólogos son recitados por:
- un dios (Mercurio en Amphitruo)
- El Lar de la casa en la Aulularia.
- Un personaje alegórico, etc.

III. C. ARGUMENTOS

Todos sus argumentos están tomados de la Comedia Media griega (Antifanes) o


Nueva (Menandro, Filemón ...). Los temas suelen ser muy parecidos: son casi siempre
amorosos y consisten en las tribulaciones de un joven atolondrado que necesita dinero
para comprar a una hermosa esclava de la que se ha enamorado perdidamente. Su padre
suele ser un viejo calavera, que no le da el dinero, y si se descuida le quita a la novia. Por
eso tiene que engañarlo con la ayuda de un pícaro esclavo y de un parásito. Este último
es el gracioso de la comedia latina: un gorrón que sólo piensa en el modo de conseguir
ser invitado a comer gratis y a cambio está dispuesto a todo. Siempre se está quejando
de hambre y del egoísmo de los demás, con mucha cara. Las comedias suelen terminar
bien para los buenos, después de enredarse estrepitosamente la acción en una serie de
peripecias hilarantes, en virtud de las cuales se descubre (anagnórisis) que la amada es de
origen libre, raptada por unos piratas o convertida en esclava por azares del destino que
al fin se aclaran, pudiendo los jóvenes conseguir su amor por fin.

III. D. PERSONAJES

Los personajes son convencionales (todo un desfile de tipos tomados de la vida


real en unas escenas rebosantes de vida):
- Joven irreflexivo, derrochador y apasionado.
- Padre conservador, avaro a veces; otras veces, antiguo calavera con propensión
a volver a las andadas, pero intransigente con su hijo.
- Matronas serias y virtuosas, pero un tanto toscas.
- Jovencitas que sólo piensan en el amor y en el matrimonio.
- Esclavo avispado y trapacero, que ayuda a su joven amo en sus devaneos
amorosos, mientras se complace en torturarlo constantemente con sus chanzas.
- Traficante de esclavos brutal, avaro, astuto y cínico, a quien engaña el esclavo,
para jolglorio y complaciencia del espectador.
- Parásito adulador y rastrero.
- Soldado fanfarrón.
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- Cocinero de alquiler, ladrón y jactancioso.


- Cortesana diestra en las artes de su oficio.

La experiencia de la vida vulgar, que supo reflejar en sus comedias, aseguró a


Plauto un éxito de siglos.

* LA AULULARIA
Una de las comedias que han ejercido más influencia en la literatura moderna es la
Aulularia. Plauto puso de relieve (quizás inspirándose en una obra perdida de
Menandro) la psicología del hombre afectado por una especie de locura denominada
codicia y sed de oro.
El pobre Euclión ha encontrado en su casa una olla llena de monedas de oro.
Siente de pronto un miedo incontenible ante el pensamiento de que puedan robarle su
tesoro. En lugar de sacarle partido al venturoso hallazgo, vive asustado y más
pobremente que antes, para no despertar sospechas sobre su cambio de fortuna. Pretende
incluso casar a su hija, sin entregarle dote alguna, con su rico vecino Megadoro. De
pronto, el robo del preciado tesoro, que lleva a cabo el esclavo del joven enamorado de
su hija, le sume en la más profunda desesperación. La devolución del oro, ordenado por
este joven, sobrino de Megadoro, produce en el avaro Euclión un cambio tan repentino,
que, tras sensatas reflexiones sobre sus deberes de padre, se desprende del tesoro
causante de sus infortunios, dándoselo en dote a su hija, que se casa con su querido
Licónides.
La ridícula tacañería de Euclión, su miedosa manía persecutoria, su desconfianza
rayan en la misantropía y su insensibilidad ante los problemas sentimentales de su hija,
fruto todo ello de su obsesiva codicia, se convierten en los rasgos típicos del avaro y
llevan en sí el germen de cuantas obras se compusieron sobre este tema a lo largo de los
siglos, desde Plauto al Avaro de Molìere, la Quimera del oro de Charlot o El tío
Miserias de Arniches.

LA HISTORIOGRAFÍA LATINA

1. CARACTERÍSTICAS Y ORÍGENES DE LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA


1.1. Los Calendaria
1.2. Los Fastos
1.3. Los Annales

2. LA MONOGRAFÍA HISTÓRICA A FINALES DE LA REPÚBLICA: CÉSAR Y


SALUSTIO
2.1. César (100-44 a.C.)
* Vida
*Obra: Commentarii rerum gestarum: De bello Gallico / De bello civili
* Características y estilo
2.2. Salustio (86-35 a.C.)
* Vida
*Obra: La guerra de Yugurta / La conjuración de Catilina
* Características y estilo

3. LA HISTORIOGRAFÍA EN LA ÉPOCA DE AUGUSTO: TITO LIVIO


3.1. Tito Livio (59/64? a. C.- 17 d. C)
*Obra: Ab urbe condita
* Características
* Estilo
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1. CARACTERÍSTICAS Y ORÍGENES DE LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA

La historia es el género en prosa más importante de la literatura romana. El


cultivo de la historia entre los romanos rebasaba el marco meramente literario. Los
romanos utilizaron la historia como instrumento político, ya fuera para justificar su
supremacía sobre los demás pueblos (Tito Livio), para destacar el protagonismo de las
familias dominantes (los analistas), para criticar a esa nobleza romana (Salustio), para
defender su propia actuación política (César), o para criticar a un régimen político
(Tácito). En una palabra, predomina el tipo de historiador comprometido políticamente.
La historiografía romana nace en el último tercio del s. III a. C. Los primeros
historiadores de Roma, llamados analistas primitivos, estaban al servicio de los intereses
de la aristocracia dirigente, tanto de tipo político como religioso, que habían acumulado
desde hacía mucho tiempo una gran cantidad de documentación oficial. Esta
documentación puede clasificarse en:
1.1 Calendaria: simples listas de tipo religioso, obra de los colegios sacerdotales
(ceremonias, festividades, tradiciones...). Su origen se remonta al s. V a. C., pero se
comenzaron a redactar en forma detallada a partir del s. III a. C., cuando los pontífices
empezaron a llenar las distintas lagunas del viejo texto, completando la historia inicial de
Roma.
1.2. Fastos: relación de los días en que se podía celebrar justicia.
1.3. Annales: documentos de carácter privado donde las principales familias romanas
referían su crónica familiar o donde los pontífices contaban lo que sucedía a diario y año
tras año en Roma.
Los primeros historiadores son llamados analistas porque narraban los
acontecimientos por años, a imitación de los anales. Comienzan sus relatos con la
fundación de Roma y extienden su narración hasta su propio tiempo. Empezaron a
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redactar sus anales en griego, porque era la lengua de cultura en todo el Mediterráneo
helenizado. El primer analista de nombre conocido es Fabio Píctor (III-II a. C.). Pero el
historiador romano más antiguo que escribió en latín fue M. Porcio Catón, el Censor
(234-149 a. C.), autor de Orígenes, de la que se han conservado muy pocos fragmentos.
Esta obra narra el nacimiento y desarrollo de las principales ciudades de Italia. Se refleja
en ella su arrolladora personalidad, siempre en defensa de la vieja moral y costumbres
romanas, para luchar contra el lujo venido a Roma desde Oriente, que la debilitaba y
amenazaba con corromperla.
Habría que esperar al s. I a. C. para encontrar los primeros historiadores
importantes.

II. LA MONOGRAFÍA HISTÓRICA A FINALES DE LA ÉPOCA


REPUBLICANA: CÉSAR Y SALUSTIO

2.1. CÉSAR

* VIDA
De familia patricia y perteneciente al partido democrático de Mario, tuvo que
sufrir en su juventud destierro decretado por el dictador Sila. Sus victorias militares
impulsaron su carrera política. Formó junto con Craso y Pompeyo el primer triunvirato.
Tras conquistar las Galias, se enfrenta al Senado y estalla la guerra civil entre César y
Pompeyo (52 a. C), al que derrotó en Farsalia, ciudad de Tesalia al norte de Grecia. En
el 45 a. C. se proclama dictador perpetuo en Roma. En los Idus de marzo del año 44 es
asesinado a las puertas del Senado por un grupo de conjurados de ideas republicanas.

* OBRA
Su obra tiene un carácter único en su género. César no se tomó en serio su
actividad literaria sino como una distracción en las horas de ocio y como instrumento de
propaganda política.
Su obra Commentarii rerum gestarum consta de
- De bello Gallico (7 libros): donde narra sus campañas militares en las Galias.
- De bello civili (3 libros): obra inconclusa donde cuenta los episodios de su
enfrentamiento con Pompeyo. Intenta justificar su actuación, inculpando al Senado y a
Pompeyo del conflicto.
Ambas obras son, ante todo, un autotestimonio del político que quiere fijar su
propia visión de los acontecimientos. No son presentadas como “historia”, sino como
“memoria oficial”.

* CARACTERÍSTICAS

 No trata los temas históricos por su interés en sí mismos, sino porque le interesa
hacerse propaganda y justificar ante la opinión pública sus hechos militares: la
guerra de las Galias se había hecho impopular en Roma, porque César retenía
durante siete años su cargo de procónsul, lo que era irregular y se le veía como
una amenaza de dictador. Por otra parte la guerra no producía beneficios a nadie
excepto a él y en cambio le suponía al estado una sangría de vida y dinero. César
trataba de demostrar en su obra que la guerra no era ningún capricho personal.
Motivos similares se pueden aducir en la otra obra, ya que sus enemigos no le
perdonaban la muerte y desolación sembradas en Roma en la lucha fratricida de la
cual era considerado culpable. César pretende demostrar que los primeros pasos
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de la guerra habían sido dados por Pompeyo y que él no había hecho más que
defenderse.
 En conjunto es imparcial, aunque a veces omite detalles que pudieran
perjudicarle. No escribe con pasión, sino con un frío cálculo para no poner nada
inútil. Da la impresión de una crónica periodística magistralmente escrita.
 Su realismo y curiosidad natural le llevan a insertar excursus etnográficos y
geográficos de gran interés por la información que nos proporcionan sobre las
tribus bárbaras (v.gr. las costumbres de los galos y germanos, la construcción de
un puente sobre el Rin, etc.)
 Narra todo en tercera persona para dar mayor impresión de objetividad. No
pretende emocionar sino conseguir con eficacia su propósito propagandístico y
todo está inteligentemente estudiado para ello.
 Las fuentes que utiliza son los informes de los oficiales de César, los propios
diarios de campaña y además en el caso de De bello Gallico, los informes
oficiales de César al Senado.

* ESTILO

 Es un modelo de clasicismo y de buen dominio del latín, de una elegancia sin


igual, lograda con la más pura sencillez y claridad, debidas en gran medida a la
ausencia de pasión, por lo que nunca se deja arrastrar por el relato y mantiene
siempre un frío dominio sobre lo escrito.
 No explica más que lo esencial, con gran precisión y consiguiendo siempre
mantener la atención, gracias a su vivacidad, que hace revivir todo ante nuestros
ojos, eliminando todo elemento engorroso o inútil.
 Intercala discursos emotivos de sus personajes, llenos de energía y vigor y que
contribuyen a dar al relato actualidad y un toque de dramatismo psicológico.

* LENGUA: es elegante, ágil, evitando palabras desfasadas y buscando la máxima


pureza tanto en el vocabulario como en la construcción, con frases bien engarzadas y
de unas dimensiones medias, sin caer en el período demasiado recargado ni tampoco
excesivamente seco por su brevedad. Se puede decir que todo está en un punto justo
por su sencillez y naturalidad.

2.2. SALUSTIO (Gaius Salustius Crispus, (86-35 a. C.))

* VIDA
Nace en el seno de una acomodada familia sabina. De muy joven se traslada a
Roma donde frecuentó la escuela de retórica. Su actividad política se vio condicionada
por el hecho de apoyar a la causa de César, quien lo rehabilita, tras su expulsión del
Senado, y lo nombra procónsul de la provincia africana de Numidia. Tras el asesinato de
César, se retira de la política y se dedica a la redacción de sus obras, desengañado de los
honores. Esto es precisamente la causa de que haya dado un tono moralizante a su obra,
en la que se respira un fuerte resentimiento debido a su fracaso y a los ataques de que fue
objeto y que él siempre interpretó como un manejo político del partido contrario, que
aprovechaba el ataque personal a sus adversarios para desprestigiar al partido contrario.
Por ello en su obra aprovecha toda ocasión para criticar la situación política de Roma
por su corrupción; ataca a la nobleza por su lujo y avaricia, pero también al partido
popular dirigido por demagogos faltos de honradez y que utilizaban a la masa para
conseguir el poder. Veía en todo ello un gran peligro para Roma y la causa de su
decadencia en último término. Frente a ello y siguiendo la línea moralista iniciada por
12

Catón y muy arraigada en la literatura romana, ensalza los primitivos tiempos romanos
de austeridad y honradez, que dieron a Roma un ejército aguerrido y sufrido que la hizo
dueña de todo el mundo conocido. Pretende que se renuncie al lujo venido de Oriente
para que Roma recobre su primera fuerza y no se derrumbe. Esto va a ser una constante
en la literatura latina.

* OBRA
Toda su producción constituye una crónica de la decadencia de su tiempo.
Salustio fue el intérprete de la crisis de la república y el primer gran historiador romano
strictu sensu. Elige como género historiográfico la MONOGRAFÍA, lo que le permite
centrarse en un único episodio, cercano a su tiempo, y desarrollarlo exhaustivamente
desde sus comienzos hasta su conclusión. Además de sus Historiae de las que sólo
nos quedan unos pocos fragmentos y narraba el período desde el 79 al 66 con toda la
multiplicidad de la vida romana y la caída del partido popular ante la creciente fuerza del
partido senatorial, escribió dos monografías:
.
- La guerra de Yugurta, en la que narra la lucha de Roma contra Yugurta, rey de
Numidia (114-104 a. C.), lo que le sirve de pretexto para hacer un análisis de la política
romana de esa época que preludia las grandes convulsiones del s. I .a.C., porque en esta
guerra se encumbró su vencedor, Mario, jefe del partido popular, que, valiéndose de su
ejército, posteriormente instauró en Roma la primera dictadura militar, preludio del
imperio.
- La conjuración de Catilina, donde analiza los antecedentes, desarrollo y conclusión
del intento de golpe de Estado protagonizado por Catilina en el 63 a. C., año del
consulado de Cicerón. La intención de Salustio es, por un lado, exculpar a César de toda
la implicación en la conjura (de lo que en su momento fue inculpado y parece que es una
realidad histórica) y por otro, mostrar un cuadro de costumbres que pusiera al desnudo
la corrupción de la nobleza. Su partidismo político se deja notar en el escaso
protagonismo que concede a Cicerón, representante de la nobleza senatorial, quien
desveló la conjuración pronunciando ante el Senado sus famosos discursos contra
Catilina, conocidos como Catilinarias.
Ambos hechos se prestaban a profundas reflexiones sobre la situación
sociopolítica romana, y permitían analizar la conducta vergonzosa de los dos partidos
políticos en lucha, que redundaba en perjuicio del Estado y ponía continuamente en
peligro a la República por sacrificar a sus ambiciones de poder la paz y estabilidad de la
nación con continuos enfrentamientos manchados de sangre. En ellas aprovecha para
criticar duramente el comportamiento de los jefes de los partidos y también del pueblo,
cuya desidia le hace prestarse al juego político de la ambición de los partidos. El pueblo
también es parte importante por servir al juego de la demagogia de unos y otros,
sirviendo en las clientelas de los optimates o en las filas del partido popular y practicando
la violencia electoral para aupar a sus favoritos. Su posición política es inestable y
contradictoria vendiéndose al mejor postor o al que le prometa tierras o pan gratis,
favoreciendo con ello la inmoralidad e impidiendo una línea política firme y honrada.
Salustio refleja en sus obras todas estas intrigas y el trasfondo de la lucha política con
toda su corrupción porque cree que ésto preludia la ruina del régimen imperante y el
advenimiento de la tiranía, lo que a la larga será la perdición de Roma. Para él, como
para Tucídides, la historia es maestra de la vida y la labor del historiador es abrir los ojos
al lector para sacar enseñanzas de los hechos.

* CARACTERÍSTICAS:
13

 Salustio ha tomado como fondo estos dos hechos aparentemente poco


importantes de la historia de Roma, para exponer ampliamente toda la vida de la
ciudad, haciendo profundas reflexiones sobre la situación sociopolítica, dándole
así a su historia un valor universal que transciende el momento presente para
elevarse a un nivel casi filosófico.
 Su profundo pesimismo, desengaño y resentimiento le dan a la narración un tinte
derrotista y dramático, como si su posición fuera fatalista y pensara que todo está
marcado de antemano y no se puede hacer nada para luchar por el destino.
 El sentido pesimista de su historia nace por tanto en Salustio de la convicción de
que el acontecer histórico se debate entre dos fuerzas: la iniciativa humana y la
fuerza del azar, que muchas veces hace a los hombres del destino, mientras otras
es el hombre el que domina las circunstancias con su energía y firme voluntad.
Siente una ferviente admiración por la virtus antigua romana de los antepasados,
hombres de bien austeros y fuertes que forjaron la gloria de Roma: de nada sirve
la piedad y confianza de los dioses, si no se pone por parte humana lo necesario
para resolver los problemas. Salustio admira la energía de Iugurtha, y Catilina,
pero la condena, porque no va encaminada al bien y pone de manifiesto cómo el
destino los conduce a su ruina. La energía humana sólo triunfa a la larga si va
encaminada al bien, como pasaba con los antepasados romanos.

* ESTILO
 Había recibido una esmerada formación. Conocía muy bien a los historiadores
griegos y en especial a Tucídides, autor de La guerra del Peloponeso, obra que
narraba las guerras entre Atenas y Esparta en el siglo Va C., con un nivel
elevadísimo tanto literaria como históricamente, debido al extraordinario sentido
crítico de Tucídides. La admiración por Tucídides llevó a Salustio a seguir sus
pasos, estudiándolo cuidadosamente e imitando su método histórico y su estilo.
 Escribe con imparcialidad amarga, al observar la degeneración de su patria. En
sus observaciones pesimistas a veces se percibe una fina ironía.
 Su estilo es denso, sin adornos, tan breve que a veces es difícil de traducir, sobre
todo en las reflexiones moralizantes que introduce sobre todo en el comienzo de
sus obras y que constituyen una especie de prólogo a ellas.
 Utiliza frecuentes arcaísmos en su vocabulario y toda la narración va envuelta en
una atmósfera arcaica, para realzar aún más el pasado glorioso de Roma, que
quiere que sirva de modelo frente a la decadencia contemporánea.
 Como todos los historiadores latinos introduce discursos de sus personajes,
mediante los cuales los caracteriza psicológicamente con gran maestría: en ellos
observamos sus cualidades o vicios, su cinismo, degeneración, estupidez, pasión,
etc… Contribuyen a dar a la obra calor y energía.

Para concluir no debemos olvidar que Salustio fue realmente el creador de la


historiografía como género literario en latín, ya que César es más bien un hombre público
que escribió sus propias memorias, por muy alto nivel que ellas tengan. Sin embargo al
leer a Salustio, no debemos perder de vista que en la Antigüedad la historia no era
concebida como una ciencia, sino como arte. Los historiadores antiguos no tenían a su
alcance los medios de la investigación moderna y por tanto no podían alcanzar la
veracidad total, especialmente para los tiempos más antiguos, de los que no había
documentos. Trataban simplemente de informar en la mayor medida posible, pero para
ellos era esencial siempre sacar una lección de los hechos: consideraban a la historia
“maestra de la vida” y pretendían enseñar deleitando, es decir, con un estilo esmerado en
el que ponían a contribución todos sus amplios conocimientos. Por ello sus obras son
14

arte consumado, en el que hemos de buscar, además de información, placer estético e


instrucción moral.

III. LA HISTORIOGRAFÍA EN LA ÉPOCA DE AUGUSTO

3.1. TITO LIVIO


* VIDA
Nace en Patavium (Padua), en el seno de una familia noble provinciana, en la que
habían perdurado las costumbres severas rústicas antiguas, el respeto profundo a la
religión y un espíritu de casta más acusado que en Roma. Hacia el año 30 a. C. partió a
Roma donde realiza estudios de gramática, retórica y filosofía. De joven vive el fin del
sistema republicano, desangrado por las guerras civiles, pero, aunque de convicciones
republicanas, no se compromete políticamente. Es un intelectual puro y dedicó su vida a
la historia. Estuvo vinculado al círculo de escritores próximos a Mecenas y Augusto, sin
por ello caer en la adulación o en el servilismo.
* OBRA: En su Ab urbe condita (Desde la fundación de Roma), obra
monumental de 142 libros, refiere la historia de la ciudad desde su fundación hasta la
época de Augusto. Por ser publicada habitualmente en tomos de diez libros se la conoce
también por Las Décadas. No nos ha llegado completa y se han conservado la primera
década (libros del I al X: época monárquica y primeros siglos de la república, hasta el
año 293 a C.), la tercera (libros del XXI al XXX: segunda guerra púnica) y la cuarta
(libros XXXI al XL: final de las guerras púnicas) y parte de la quinta (libros XLI al XLV:
la conquista de Macedonia). Todo lo demás se ha perdido, porque las enormes
proporciones de la obra dificultaron mucho el que fuera copiada y transmitida en
aquellos tiempos.

* CARACTERÍSTICAS:
A. MÉTODO HISTÓRICO
 Tito Livio es un historiador que no viajó ni conoció personalmente los escenarios
de sus hechos. Se limita a leer las obras de sus predecesores y tomar la
información más verosímil, aunque a veces se equivoca, por carecer de
experiencia política y militar.
 Los documentos conservados no le inspiran confianza, porque sabe que a
menudo han sido falsificados y además son toscos y, si los transcribiera, el
conjunto de su obra perdería armonía. Por eso no le importa introducir las
leyendas tradicionales.
 Con gran sentido común y temperamento artístico utiliza las narraciones
tradicionales, que encuentra en los analistas y en los historiadores griegos,
armonizando los distintos datos y resolviendo sus contradicciones en la manera
de lo posible.
B. CONCEPCIÓN HISTÓRICA
Tres pensamientos dan vida al grandioso proyecto de Tito Livio:
 Cumplir el deseo de Cicerón de realizar una historia nacional que reuniera todas
las cualidades de la elocuencia y los encantos de la poesía, superando las obras de
sus predecesores, faltos de técnica literaria.
 Enseñar a sus contemporáneos cómo Roma ha caído en una gran degeneración
moral que la llevará a su ruina, si no vuelve a la senda de las antiguas virtudes
nacionales que él quiere recordar: austeridad, disciplina y justicia. En la primera
parte presenta la historia de Roma como modelo a imitar. En cambio la última
parte es la muestra de las miserias y desgracias a las que ha llevado el lujo y la
corrupción.
15

 Asociarse al ideal de Augusto de paz y restauración moral y cívica de Roma para


remontarse a las fuentes de la grandeza romana en todos los aspectos: religioso,
literario, moral y patriótico: el Principado de Augusto había traído a Roma la paz
después de un siglo de guerras civiles que habían arrasado Italia. Augusto
proyectó aprovechar la paz para promover un plan de reconstrucción de Roma,
no sólo económicamente, sino también artística y moralmente. Para ello se rodeó
de intelectuales, que acogieron con entusiasmo la idea y contribuyeron con sus
obras, en las que, como profetas inspirados por la divinidad del Príncipe, trataban
de hacer llegar al pueblo su mensaje de paz y vuelta a las antiguas virtudes y
gloria. Los autores que más contribuyeron a ello fueron Virgilio, Horacio y Tito
Livio.
Su obra por tanto no es de ciencia, sino de arte. El autor se siente un paladín de esta
vigorosa reconstrucción nacional que cambia el heroísmo y piedad genuinos de su pueblo
que le han hecho dueño del mundo, celebrando su gloria en el curso de los siglos y
advirtiéndole del peligro que amenaza a su presente, si se aleja de sus principales
cualidades y se entrega a la degeneración al estilo del Oriente por él sometido: la ruina de
Oriente es una premonición sobre la ruina itálica, si sigue sus pasos. Como él mismo
dice: “… al relajarse las costumbres… se precipitaron a la ruina, hasta que se llegó a
estos tiempos en que no podemos surgir ni nuestros vicios ni sus remedios”. Esta puede
ser la afirmación que mejor condense la idea moral de Livio y la alerta a sus
conciudadanos ante la crisis que tienen ante sus ojos.

* ESTILO
 Sentía una gran pasión por la retórica y admiraba extraordinariamente a Cicerón,
por lo que pretende llevar a la práctica el deseo de éste de componer una historia
que se ajustara a las leyes de la oratoria, con una forma armoniosa, uniforme,
fluida y abundante, sin la aspereza de la oratoria política y forense.
 Donde con más plenitud se puede apreciar su ideal de estilo es en los primeros
libros, que narran en hermosas leyendas los orígenes de Roma: su relato se
asemeja al del historiador griego Heródoto, siendo fluido, majestuoso,
equilibrado, balanceándose unas frases con otras a imitación de Cicerón. Nos
admira su riqueza y amplitud, que contrasta con la brevedad de Salustio.
 Su LENGUA se caracteriza por sus arcaísmos, empleados con discreción para
contribuir a dar la atmósfera de antigüedad al relato, así como los giros tomados
de la poesía épica, que le dan un encanto y una solemnidad majestuosa.
 A medida que avanza la narración, se va ajustando más a las normas ciceronianas,
alcanzando una continua perfección estilística y un estilo modelo de clasicismo,
renunciando a los arcaísmos y giros poéticos según se sale de los tiempos
antiguos y nos adentramos en épocas más cercanas. Adquiere así su narración
una solidez admirable, aunque pierde brillantez y variedad. Sus frases son más
densas y simétricas que en Cicerón, por haber llevado a sus últimas
consecuencias las normas de éste.
 Es un estilo estudiadísimo y con muchísimos recursos para evitar la monotonía
que podría producir una obra tan colosal: metáforas frecuentes, brillantes y ricas,
comparaciones plenamente desarrolladas y toda clase de figuras estilísticas, que
convierten su narración en un prodigio de perfección clásica, a pesar de que con
sus innovaciones ya anuncia la evolución del latín imperial, no limitándose a
imitar a Cicerón, sino desarrollándolo inteligentemente y adaptándolo a las
nuevas necesidades de la época.
 DISCURSOS: Como en todos los historiadores antiguos, la narración está en
Tito Livio salpicada de abundantes discursos, que sirven para determinar los
16

rasgos psicológicos del héroe que habla. En ellos se siente palpitar la vida y nos
llenan de emoción por transmitirnos los peligros, sentimientos y experiencias de
los protagonistas de la historia. Los discursos tienen por otra parte la misión de
contrapesar los grandes espacios narrativos y contribuir a romper la monotonía
del relato.
 FUERZA ÉPICA: Livio construye su historia como un gran drama,
componiendo su relato con rigor, vigor y una gran fuerza expresiva, consiguiendo
un tono épico que recuerda a Homero y Virgilio por su armonía y grandiosidad.
Va presentando los hechos con una emoción gradual hasta concluir en una
culminación dramática plena de vitalidad.
17

ORATORIA Y RETÓRICA. CICERÓN: VIDA Y OBRA

1. RETÓRICA Y ORATORIA EN LA ROMA REPUBLICANA


1.1. Definición
1.2. Oratoria y Educación
1.3. La oratoria preciceroniana

2. ORATORIA Y RETÓRICA: TIPOS Y PARTES DEL DISCURSO


2.1. Partes del discurso
2.2. Tipos de discursos
2.3. Tendencias o escuelas de retórica
4. CICERÓN: VIDA Y OBRAS
4.1. Vida
4.2. Obra:
4.2.1. Discursos
4.2.2. Tratados de retórica
4.3. Estilo
18

1. RETÓRICA Y ORATORIA EN LA ROMA REPUBLICANA

1.1. Definición: Retórica es el “Arte de hablar con elocuencia; de deleitar,


persuadir y conmover por medio de la palabra” (R.A.E.). El término oratoria procede
del latín oratoria,-ae (virtus dicendi, es decir, “el arte del decir”), que se forma a partir
de orator,-oris.

1.2. Oratoria y Educación:


En Roma la enseñanza superior, a la que tenían acceso exclusivamente los
jóvenes pertenecientes a familias acomodadas y con pretensiones políticas, se impartía en
las escuelas de retórica. Los alumnos componían, memorizaban y recitaban discursos
sobre temas ficticios. El maestro corregía la pronunciación, el tono de voz, los gestos y
cuantos defectos observase. Estos ejercicios escolares se denominaban suasoriae y
controversiae. Las suasoriae, ejercicios para principiantes, eran consultas imaginarias
hechas a personajes famosos, históricos o legendarios, que deben explicar las razones
que les inducen a tomar una decisión en un momento determinado. Las controversiae
eran prácticas oratorias destinadas a alumnos de nivel más avanzado y tenían
generalmente un contenido jurídico. Ambos ejercicios constituían el entrenamiento del
futuro abogado o político.
Los jóvenes completaban esta formación en el Foro, donde escuchaban los
discursos de oradores famosos, hasta que con la instauración del régimen imperial,
cesaron las rivalidades electorales y, por tanto, la actividad oratoria. La retórica se
refugia en las escuelas y se va convirtiendo en puro artificio.

1.3. La oratoria preciceroniana

La fuente principal para el conocimiento de la oratoria primitiva es el Brutus de


Cicerón, verdadera historia de la oratoria romana, en la que se citan unos doscientos
nombres de oradores. Los ejemplos más antiguos de oratoria son las laudationes
funebres, discursos conmemorativos que se pronunciaban con ocasión de los funerales de
ciudadanos ilustres. No obstante, la oratoria política y forense sólo puede existir y tener
vitalidad en el marco de un estado que garantice las libertades políticas y la
independencia judicial. Por ello estos géneros oratorios en Roma se desarrollaron
durante la República.
A partir del s. II a.C. tenemos en Roma la figura de Catón, el Censor quien en
sus discursos atacaba la corrupción sin importarle la categoría social o política de los
acusados. Su estilo era brusco y cortado, cuidaba poco la elocutio, la expresión. A él se
atribuye la máxima rem tene, verba sequentur (aténte a la cuestión, las palabras vendrán
después).
Contemporáneos de Catón eran Lucio Emilio Paulo, Escipión Emiliano y
Servio Sulpicio Galba, oradores y hombres de Estado. Con ellos la oratoria deja de ser,
como concebía Catón, un arma en las luchas políticas y forenses para convertirse en un
arte regido por unas normas fijas.
Los hermanos Tiberio y Cayo Sempronio Graco, tribunos de la plebe en 133 y
123 a. C. respectivamente, crearon un nuevo tipo de oratoria llamada popular, en
oposición a la oratoria senatorial o aristocrática.
Los maestros de Cicerón fueron Marco Antonio, que escribió sobre retórica y
Licinio Craso, que estaba especialmente dotado para el arte de la elocuencia.
Por último cabe mencionar a Q. Hortensio Hórtalo que se enfrentó a Cicerón en
el proceso contra Verres (70 a.C.) y salió derrotado. Su oratoria representa la
culminación del asianismo romano.
19

2. ORATORIA Y RETÓRICA: TIPOS Y PARTES DEL DISCURSO

La retórica nació en Grecia a mediados del s. V como sistematización técnica de


los procedimientos estilísticos del orador, es decir, con la finalidad de ofrecer normas al
discurso judicial y político. Pero no llegó a Roma hasta la primera mitad del s. II a.C.,
momento en que los rétores griegos abrieron las primeras escuelas.
La finalidad de todo discurso es persuadere (persuadir), lo que implica que debe
cumplir tres funciones básicas: debe docere (enseñar), delectare (deleitar) y movere
(conmover). Mientras el docere se dirige a la razón, el delectare afecta a la parte
sensorial y el movere a la emocional.
En la elaboración de un discurso se distinguen cinco fases:
 Inventio: la invención de la materia (el estado de la cuestión y los argumentos de
demostración).
 Ordo-dispositio: la ordenación y disposición (estructura) del discurso.
 Elocutio: expresión lingüística (ritmo, orden y elección de palabras, figuras
retóricas).
 Memoria: memorización.
 Pronuntatio: declamación.

2.1. Partes del discurso:

 Exordio: introducción en la que se justifica la intervención del orador en el


proceso.
 Narración: exposición de los hechos relacionados con el caso.
 Proposición: enumeración de los argumentos que a continuación se van a
exponer.
 Confirmación: se desarrollan los argumentos enumerados.
 Refutación: se intenta rebatir los argumentos de la parte contraria y las posibles
objeciones.
 Peroración: el orador cierra su discurso rogando a los jueces una sentencia
favorable (captatio benevolentiae).

2.2. Tipos de discursos:

a) Discursos laudatorios o epidícticos (genus laudativum aut demostrativum): son


discursos de lucimiento. Su arquetipo es el discurso pronunciado ante una reunión
solemne en alabanza de una persona, comunidad o acción con motivo de una celebración
(panegírico).
b) Discursos políticos (genus deliberativum), discursos deliberativos pronunciados ante
una asamblea popular reunida para debatir sobre un hecho futuro.
c) Discursos judiciales (genus iudicale), discursos pronunciados ante un tribunal que
emitirá un juicio sobre un hecho pasado.

Así, por ejemplo, los discursos de Cicerón se dividen en judiciales, pronunciados


ante un tribunal como abogado defensor (discursos pro “en defensa de...”) o como
acusador (discursos in “contra ...”) y políticos, pronunciados ante el senado o en el foro.
2.3. Tendencias o escuelas de retórica:

1. Escuela aticista, que defendía un estilo sobrio y severo. Tenía una argumentación
contundente e intelectual, sin concesiones al sentimiento ni la emoción, con una forma
20

desnuda de artificios y una frase directa y breve El modelo griego era Lisias. Entre los
oradores aticistas figuraban Licinio Calvo, M. Bruto y el propio Julio César.
2. Escuela asianista, que defendía, en la forma, un estilo exuberante, abigarrado de
adornos y figuras. Se distinguía por la sutileza dialéctica, el ingenio, la argumentación
cuidada hasta los más ínfimos detalles.
3. Escuela rodia, situada en un punto intermedio entre las dos anteriores. Cicerón
optará por un estilo rodio. Para Cicerón es Demóstenes y no Lisias (oradores griegos)
su prototipo.

4. CICERÓN: VIDA Y OBRAS

4.1. Vida (106-43 a.C):

Marco Tulio Cicerón nace en Arpino, patria de Mario, líder popular y


antiaristocrático. De familia acomodada, perteneciente al orden ecuestre. Ninguno de sus
miembros había ejercido cargos públicos, por ello será considerado en los círculos
aristocráticos de Roma como homo novus -un advenedizo-.
Estudia elocuencia con Lucio Licinio Craso y derecho con Quinto Mucio
Escévola. Así mismo, viajará a Grecia para perfeccionar su formación retórica con
Apolonio Molón y en Rodas precisamente asimilará el estilo rodio, sobrio y elegante,
que define todos sus discursos. Cicerón se dio cuenta de que había que superar los
excesos de las otras dos escuelas de retórica, aprovechando lo mejor de cada una, es
decir, evitando por un lado la ampulosidad (escuela asianista) y por otro la sequedad
(escuela ática) y consiguiendo una construcción grave y digna, sin afectación, pero
tampoco carente de gracia. Su argumentación debía ser noble, evitando el engaño sutil,
pero sin caer en el extremo opuesto, o sea cultivando los matices con sobriedad y
elegancia. Su valía intelectual unida a su enciclopédica instrucción hizo que al debutar
como abogado en el Foro romano a su vuelta de Grecia, quedaran inmediatamente
anuladas a su lado las más brillantes figuras de su tiempo. Se convirtió en el orador más
glorioso de Roma. Inicialmente se dedica a la abogacía, que compaginará después con su
actividad política: cuestor en Sicilia (año 75). Su carrera política se afianzará con su
éxito en la acusación contra Verres (Verrinas). En el año 63 y con el apoyo de los
patricios, es elegido cónsul y se enfrenta a Catilina y ante el Senado pone al descubierto
la conjuración que éste tramaba contra el Estado pronunciando sus cuatro célebres
Catilinarias. A raíz de este hecho es nombrado padre de la patria.
Retirado de la escena política, se verá afectado por el triunfo de los populares.
Sufrirá exilio. En la guerra civil entre César y Pompeyo, se pone del lado de éste último.
No obstante, César lo respeta y lo indulta. Tras el asesinato de César, vuelve a la
actividad política, pronunciando en el Senado sus catorce Filípicas contra Marco
Antonio. Tras la formación del segundo triunvirato, en que participa Marco Antonio,
Cicerón huye de Roma temiendo por su vida. Morirá poco después a manos de los
esbirros de su enemigo político, Marco Antonio.
4.2. Obra:

4.2.1. DISCURSOS: 58 conservados, algunos de ellos mutilados. Se clasifican en:


 Discursos judiciales o forenses, pronunciados en el Foro ante los tribunales de
justicia en defensa o acusación de una causa judicial:
- causas civiles: Pro Quinctio, del año 81, el más antiguo de los conservados; Pro
A. Caecina y Pro Q. Roscio Comoedo, procesos sobre cuestiones de propiedad y dinero;
21

Pro Archia poeta y Pro L. Cornelio Balbo, que tratan sobre la posesión del derecho de
ciudadanía. El primero es un panegírico de la poesía y de los méritos literarios.
- causas criminales: Pro A. Cluentio y Pro S. Roscio Amerino, sobre parricidios.
- causas penales: la mayoría son discursos políticos y tratan de la conducta
extorsionadora de funcionarios. In Verrem, contra el propretor de Sicilia, Verres, que
despojó los templos de sus tesoros y se enriqueció con sus saqueos. Pro Milone, en el
que intentó, sin éxito, exculpar a su amigo Milón del asesinato de Clodio, su adversario
político. Pro Marcello, Pro Q. Ligario y Pro rege Deiotaro, pronunciados ante César
para solicitarle clemencia hacia sus anteriores adversarios.

 Discursos políticos, pronunciados ante el Senado o los comicios a favor o en


contra de un proyecto de ley. Entre ellos destacan como auténticas obras de arte
los discursos In Catilinam, con motivo de la conjuración de Catilina y Filípicas,
contra Marco Antonio y llamadas así en honor de los discursos de Demóstenes
contra Filipo, rey de Macedonia. Fueron sus mejores piezas oratorias debido a la
pureza del vocabulario, la justeza de sus términos, la variedad de sus recursos
estilísticos, la densidad de la expresión, el vigor de las frases, la vivacidad del
ritmo y el equilibrio de los períodos, donde se reflejan la pasión del hombre y el
ardor de la lucha por sus ideales. Otro discurso político, por ejemplo, In Pisonem

4.2.2. TRATADOS DE RETÓRICA: Su intención es, por un lado, difundir en


Roma la doctrina retórica de los griegos y, por otro, crear su propia literatura retórica.
De oratore, donde aparece su filosofía educativa. Brutus, Orator y De optimo
genere oratorum, constituyen una justificación de su propia obra y de su estilo oratorio.
En Brutus hace una historia crítica de la oratoria latina, que nos da inestimables informes
sobre los oradores anteriores y los avances de la técnica retórica en Roma hasta su
tiempo. En Orator traza la figura del orador ideal y en De optimo genere oratorum
propone como modelo a Demóstenes.
Para Cicerón el perfecto orador es aquel que es, al mismo tiempo, retor y filósofo
y que posee, por tanto, una formación integral y no puramente técnica.

4.3. Estilo

 Acumula en sí todas las virtudes de un buen orador: enciclopédica sabiduría,


profundidad de conocimientos, genial inteligencia, dominio del latín y de la
técnica de la elocuencia, arte de la palabra justa, fina ironía, perfecto equilibrio en
la construcción de sus frases, brillante ritmo y la armonía de fondo y forma,
cualidades todas que le dieron a su obra una belleza solemne, llena de dignidad.
 Pero además la ferviente pasión con que se entregó a su vocación política, la
convicción de tener la razón y la honradez de sus principios le dan una fuerza
persuasiva llena de ardor, que nos arrastra y nos emociona, porque ha abrazado
una causa justa con honestidad y pasión y ha luchado por ella en cuerpo y alma.
La sinceridad de sus sentimientos está a la par con su dominio estilístico
formando un todo consustancialmente unido.
 No se somete a las minucias, sino que su inteligencia sabe contrapesarlas para no
cansar, sacándole partido a lo más interesante y omitiendo los detalles
engorrosos. Consigue así siempre ser ameno. Introduce anécdotas, citas, figuras
literarias, comparaciones que dan variedad. Nos lleva sin sentir a la meta de su
argumentación con vigorosa delicadeza. Sabe arrancar patetismo a los momentos
de emoción y su fina ironía le da un elegante sentido del humor.
22

 Dio a la prosa latina su suprema perfección, como Virgilio se la dará a la poesía.


Hizo al latín capaz de expresar los más sutiles matices y las más complejas y
profundas concepciones racionales, científicas y filosóficas. Su expresión es de
una riqueza grandiosa, yendo de la más sencilla naturalidad a la solemnidad más
grandiosa, del más fino humor al más apasionado patetismo.

En conclusión podemos afirmar que su sentimiento estético y humanístico,


enamorado de toda razón y saber, persuadido de que debía trabajar por el bien de los
hombres, le ha convertido en uno de los puntales del pensamiento occidental.
23

LA POESÍA ÉPICA

0. LA POESÍA ÉPICA: Características genéricas

1. LA ÉPICA GRIEGA Y SU INFLUENCIA SOBRE LA LATINA:


1.1. La épica homérica
1.2. La épica histórica
1.3. La épica homérica y la épica latina: influencia y contrastes

2. ORÍGENES DE LA ÉPICA ROMANA:


2.1. Los comienzos de la épica romana: Livio Andrónico
2.2. Comienzos de la epopeya histórica: el Bellum Poenicum de Nevio
2.3. Ennio y la helenización de la épica romana

3. LA ÉPICA DE LA ÉPOCA DE AUGUSTO:


3.1. Virgilio
3.1.1. Vida
3.1.2. Otras obras
3.1.3. La Eneida

0. LA POESÍA ÉPICA: Características genéricas

La épica suele ser la primera manifestación literaria escrita de un pueblo. Presenta


características comunes en muchas culturas: es una poesía narrativa que relata las
hazañas de unos héroes pertenecientes a un pasado mítico o legendario en el que la
voluntad de los dioses interfiere constantemente el acontecer humano. La poesía épica
transmite los valores de una sociedad aristocrática, basados en la exaltación del honor
guerrero.
Antes de ser fijada por escrito, la poesía épica pasa por una larga fase de
transmisión oral, en cuyo transcurso evolucionará de ser cantada, en sus inicios, con
acompañamiento musical, a una ejecución recitada. Estas características aparecen
prefiguradas en la épica homérica.
Es necesario distinguir dos etapas en la formación del género:
* La épica primitiva, heroica o tradicional, cuyas características son las siguientes:
 Suele tener un carácter totalmente objetivo, sin concesiones a la expresión de los
sentimientos del poeta y su finalidad es realzar y glorificar la grandeza, heroísmo
y honor de los héroes.
 El poeta suele presentarse como inspirado por una Musa divina, que le infunde la
información necesaria sobre la tradición y la leyenda, de modo que no pueda
cometer ningún error u omisión. Así no debe inventar nada y hace aparecer su
tema como algo superior a él e inspirado, al que no se puede tocar ni cambiar
nada por su carácter cuasireligioso: el ritmo regular del verso, el recitado
mecánico y la uniformidad del relato contribuyen a dar a la narración también un
acento de independencia del poeta.
 La épica heroica es oral: sus cantores la aprendían de memoria y la transmitían
de generación en generación e iban recitándola errantes de pueblo en pueblo,
viviendo de la generosidad de su auditorio. Muchos eran ciegos, se
acompañaban de un instrumento musical como la lira y marcaban el ritmo con su
bastón. Estas características se dan en la épica primitiva de todos los pueblos.
24

 El metro es siempre el mismo y ayuda a recordar las palabras con su ritmo, lo


que ha hecho que se conserven a lo largo de milenios palabras muy antiguas, que
incluso no se entendían ya, pero que no podían ser sustituidas por otras de la
misma medida y los poetas se veían por ello obligados a mantenerlas en un lugar
fijo del verso, especialmente en las fórmulas.
 La transmisión oral se puede mantener gracias a la técnica formularia: las
fórmulas son porciones de verso de una determinada medida que el recitador
encaja en el curso de su actuación, cuando le van haciendo falta para completar
un verso: cada tema, héroe, situación y objeto disponen de un repertorio de
fórmulas propias que favorecen el recuerdo del recitador y le ayudan en su tarea
de improvisación oral ante el público, permitiéndole rellenar un verso o una parte
de él. Esto produce en las obras una sensación muy especial de monotonía
machacona y reiterativa solemne, con una aureola característica de antigüedad,
ya que precisamente en estas fórmulas es donde se han conservado las palabras
más arcaicas. El estilo formulario da a la épica ese aire de primitivismo que hoy
nos subyuga por esa magia especial que de él se desprende. Ello hace también
que la acción avance muy lentamente, repitiéndose continuamente las mismas
fórmulas cuando se nombra al mismo héroe a al mismo objeto y contribuyendo a
crear una atmósfera cargada de resonancias, que distinguen a la épica primitiva
de todos los demás géneros y le da una fuerza y una emoción llenas de frescura y
simplicidad.
 Al no existir la escritura, los recursos poéticos empleados son muy primitivos,
por no haberse desarrollado aún una técnica estilística propiamente dicha. Se
utilizan preferentemente aliteraciones, metáforas, símiles y otras figuras de tipo
instintivo y espontáneo, sin conocimiento de un arte consciente, lo que produce
esa sensación de simplicidad y primitivismo que se tiene al leer estas obras.

* La épica culta:
 Por el contrario la épica culta aparece ya en tiempos en que hay escritura y ya no
se transmite oralmente, por lo que no precisa de fórmulas, aunque conserve
algunas para respetar las características del género y enlazar con la épica anterior.
 Es una obra de un poeta personal y culto, que no improvisa un tema a petición
del auditorio, sino que con un arte consciente y refinado, valiéndose de su
erudición, compone una obra de sabor antiguo, pero de acuerdo con las más
estrictas normas poéticas e incluyendo en la narración no sólo los hechos
legendarios, sino cuantos cree oportunos de su propia invención.
 La épica pasa a constituir una obra de arte consciente, individual, para un público
culto y el autor introduce en ella rasgos sentimentales, que le dan un aire más
moderno.

Pertenece al la épica oral primitiva las antiguas epopeyas orientales como el Gilgamés
asirio-babilónico y los Mahabharata y Ramayana sánscritos y la Ilíada y Odisea griegas,
aunque todas ellas hayan sido luego recopiladas, dándoles una unidad profunda, por
poetas geniales en el momento en que aparece la escritura. Es, en cambio, culta toda la
épica latina, que comienza a ser cultivada en el siglo III a.C. en que ya había escritura
hacía muchos siglos y en Grecia ya existía un modelo épico perfectísimo, que los poetas
romanos tratan de imitar.

1. LA ÉPICA GRIEGA Y SU INFLUENCIA SOBRE LA LATINA:

1.1. La épica homérica


25

La primera manifestación de la épica occidental son dos poemas griegos, la


Ilíada y la Odisea, que la tradición atribuía a Homero (ca. s. VIII a.C.), pero que son,
ante todo, continuación y resultado de una tradición épica oral iniciada varios siglos
antes. La guerra de Troya es el marco en el que se desarrollan. Hay un trasfondo
histórico, ratificado por la arqueología, sobre el que se fueron tejiendo con el tiempo
estos cantos con los que aedos y rapsodas recorrían toda Grecia.

El tema de la Ilíada se centra en un episodio (la cólera de Aquiles) ocurrido en


el último año de la guerra de Troya, en torno al que se narran las hazañas de
los héroes griegos y troyanos. Y, como prolongación, en parte, de este ciclo
mítico, la Odisea relata las aventuras de Ulises que tras la destrucción de
Troya, inicia un azaroso y prolongado viaje de regreso a su patria, Ítaca, que
no es sino un viaje de colonización en un escenario marítimo fantástico.

1.2. La épica histórica:

El género épico evolucionará de la narración propiamente épica, que se nutre del


mito, hacia la histórica, vinculada a las tradiciones referidas a los orígenes de un pueblo.
En esta línea se inserta la épica romana que nace como género que pretende exaltar en
forma poética los orígenes y las glorias del pueblo romano, tal como lo habían hecho
en la historiografía los primeros analistas. Como antecedente se ha de señalar un tipo de
epopeya histórica que se desarrolló en el período helenístico y en la que se celebraban las
gestas de algún héroe local.

1.3. La épica homérica y la épica latina: influencia y contrastes:

El hecho de que la primera obra épica en latín sea precisamente una traducción de
la Odisea, constata la función de modelo que ejerció la épica homérica sobre la latina.
La épica latina hereda alguno de los recursos literarios de la épica homérica,
como son el uso del epíteto y del símil que sirve para señalar el paso de un episodio a
otro. Así mismo, a partir de Ennio, el hexámetro dactílico, ya consagrado por Homero
como el metro épico por excelencia, es adoptado por la épica latina.
No obstante, si lo fundamental de la épica homérica es su carácter oral que se
refleja en el lenguaje mediante la llamada dicción formular (repetición de esquemas
métricos que abarcan partes de versos o versos enteros), en cambio en la épica latina no
hay ninguna huella de esa primitiva fase de transmisión oral.
Así mismo, la épica latina se encuentra enraizada en las leyendas autóctonas y en
la creencia en los dioses nacionales, frente al carácter más universal de la épica homérica.

2. ORÍGENES DE LA ÉPICA ROMANA :

2.1. Los comienzos de la épica romana: Livio Andrónico (s. III a.C.)

Griego de Tarento (Magna Grecia), vendido como esclavo a la gens Livia. Se


ocupó de la instrucción de los hijos de su dueño. Fue manumitido y, como
liberto, se dedicó a la literatura como autor teatral y como iniciador de la
lírica y la épica. Hace una traducción de la Odisea, quizá por motivos
26

pedagógicos (recordemos que los poemas homéricos fueron los textos


escolares de la Antigüedad).

La elección de la Odisea en vez de la Ilíada no es arbitraria: las aventuras de


Ulises, del héroe colonizador en su azaroso periplo por el Mediterráneo, presentaba
paralelismos evidentes con la historia de Eneas, el héroe que, según una tradición del s.
V a.C., era el fundador de la estirpe romana. Es decir, la Odisea contenía elementos más
próximos tanto a la historia de Roma, como a su mentalidad de pueblo romano.
Su Odisea no es un simple calco del original, sino, más bien, una adaptación en
la que pretende hacer una transposición cultural, sirviéndose de los siguientes
procedimientos:
 El hexámetro homérico es sustituido por un verso típico de la tradición poética
oral romana, el saturnio.
 Tiende a sustituir los nombres de las divinidades griegas por los correspondientes
romanos.
 Al traducir los nombres suele introducir los patronímicos.
 Modifica las imágenes poéticas del original cuando resultan extrañas en latín,
adecuándolas para su mejor comprensión: así, el miedo de Ulises se manifiesta en
Homero a través de la expresión “se le aflojaron las piernas” (más visual), en
Livio, en cambio, mediante la imagen “se le heló el corazón” (más abstracta).
 Utiliza la técnica de la contaminación a distancia (como lo hacen los autores
teatrales), que consiste en amplificar la traducción mediante la inserción de
palabras tomadas de otros lugares del mismo contexto o incluso de pasajes de
otras obras.
 Aplica el principio de la equivalencia, así introduce variaciones,
amplificaciones, simplificaciones, paráfrasis explicativas, hechas sobre los
comentarios de los eruditos alejandrinos al texto homérico.

2.2. Comienzos de la epopeya histórica: el Bellum Poenicum de Nevio:

Ciudadano romano de condición plebeya. Se opuso a personajes influyentes


de su tiempo como Escipión el Africano y fue encarcelado por difamación.
Participó en la Primera Guerra Púnica. Su obra se conserva muy
fragmentariamente.

Escribe el primer poema épico latino original, Bellum Poenicum, que se inscribe
en la tradición de la epopeya histórica. Su carácter innovador se manifiesta: - en la
elección de un episodio histórico contemporáneo (la 1ª guerra púnica 264-241 a.C.); - en
su planteamiento monográfico (relata las primeras acciones militares de este conflicto,
para dar un brusco salto hacia el pasado y narrar la historia de Eneas); - y por último, en
el uso de la técnica de la inserción o del excursus sobre los orígenes de la ciudad de
Roma. Por el contrario, se muestra tradicional en el uso del saturnio.
Nevio será el modelo de Virgilio por transmitir en su Bellum Poenicum una visión
providencial de la historia de Roma: la fundación de Roma es una decisión de los dioses
y Eneas es su instrumento.

2.3. Ennio y la helenización de la épica romana:

Nace el 239 a.C. cerca de Tarento. Participa en la 2ª guerra púnica. Catón el


Censor lo introduce en Roma donde se dedica a la enseñanza y a su actividad
literaria. Se relacionó con el círculo pro-helenista de los Escipiones. Además
27

de poeta épico, fue un destacado autor teatral. Su obra se conserva


fragmentariamente.

Hasta la Eneida de Virgilio, Ennio fue considerado el poeta nacional por


excelencia con su poema épico Annales, que constaba de XVIII libros.
Es innovador en la forma y conservador en el contenido: sustituye el saturnio
por el hexámetro homérico, pero mantiene la narración analítica de los primeros
historiadores romanos (desde la destrucción de Troya hasta la 2ª guerra púnica).
Siguiendo la tradición homérica, inicia su obra con una invocación a las Musas, aparece
la escena de la asamblea de los dioses y , es más, desde un principio, el poeta se presenta
como reencarnación de Homero.
En el uso de los recursos estilísticos, Ennio está sobre todo influido por la épica
helenística. Trata de imitar la lengua griega: incide en el uso del participio, de períodos
amplios...
Ennio interpreta los hechos desde un punto de vista ético y humano, así por
ejemplo, no ocultar su aversión por la crueldad de la guerra o presenta a Escipión el
Africano como ideal romano de humanitas.

3. LA ÉPICA DE LA ÉPOCA DE AUGUSTO:

3.1. Virgilio (70-19 a.C.)

3.1.1. Vida

Nace en Andes, cerca de Mantua, el 70 a.C. y muere en Brindisi el 19 a.C. tras su


viaje a Grecia. De familia acomodada de campesinos, por lo que fue enviado a Roma,
donde recibió una esmerada instrucción retórica y filosófica. Fue introducido en el
círculo de los poetae neoteroi, quienes, encabezados por Catulo, pretendían una
renovación de la lírica latina a partir de los modelos alejandrinos. Se inició en el
epicureísmo, aunque supo armonizar diversas, incluso antitéticas, orientaciones
filosóficas. Tras la publicación de sus Bucólicas -año 42 a.C.- fue protegido de Mecenas,
y se convirtió a partir de entonces en poeta oficial de la corte.

3.1.2. Otras obras:

 Bucólicas o Églogas: poemas líricos a imitación del poeta griego Teócrito,


localizados en un ambiente pastoril idealizado. Virgilio despoja a estos cantos
pastoriles del tono más realista y rudo de Teócrito. Los pastores de Teócrito son
de carne y hueso, los de Virgilio están extremadamente idealizados: son un
dechado de erudición y sensibilidad, y suelen ser trasunto de algún personaje
político coetáneo. Como en Teócrito, el escenario es a menudo Sicilia. En las
Buc. V y X crea la Arcadia, el paraíso poético, que llega a convertirse en un
cliché para la literatura posterior.
 Geórgicas: poema didáctico que tiene como referentes literarios la obra de
Hesíodo, Los trabajos y los días y el poema de Lucrecio Sobre la naturaleza de
las cosas (De rerum natura). Consta de cuatro libros organizados de dos en dos:
sobre el cultivo del campo y los árboles; la ganadería y la apicultura. Virgilio
expone su ideal de vida sencilla y laboriosa (labor omnia vincit), colaborando
así con el programa de reconstrucción política y social de Augusto tal como
también hizo en su Eneida, en contra de la emigración del campo a la ciudad.
28

3.1.3. La Eneida:

Obra inconclusa por la muerte prematura de Virgilio. En su lecho de muerte


rogó que se destruyera el manuscrito, pero Augusto encargó su publicación.
El interés del emperador se debía a que la Eneida ensalzaba una nueva era
bajo su gobierno, enraizándola con la historia de la fundación de Roma y
vinculando la gens Julia a la que pertenecía Augusto con Eneas, hijo de
Venus.
La Eneida es una gran epopeya nacional que pretende justificar el imperialismo
romano y de la Gens Julia, atribuyéndolo a la providencia divina (reflexión típicamente
estoica). La Roma imperial se ensalza mediante su vinculación al ciclo mítico troyano.
Eneas, príncipe troyano e hijo de Venus, será el fundador del pueblo romano. Los
miembros de la Gens Julia descienden de Rómulo y Remo, fundadores de Roma, y es
designio divino que gobiernen el mundo.

* CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA

o En su obra hay una amalgama de elementos que proceden de diversas fuentes: desde
Homero, pasando por Apolonio de Rodas (Argonaúticas) en el helenismo, siguiendo
con los poetas épicos arcaicos como Nevio y Ennio o poetas didácticos como
Lucrecio para asimilar algunas de las innovaciones de los neotéricos o poetae novi
(Catulo, Varrón) o los temas de la tragedia.
El modelo fundamental es Homero: - la estructura del poema en doce cantos,
inspirados en la Odisea los seis primeros (las aventuras marítimas de Eneas desde
Troya a Italia) y en la Ilíada los seis últimos (las luchas con Turno en Italia, tras la
alianza con Latino); - el uso de los recursos estilísticos de tradición homérica: los
epítetos, los símiles, las fórmulas...; - la composición a partir de motivos, situaciones y
episodios paralelos a los homéricos. Introduce la creación del personaje de Turno,
antagonista de Eneas en la segunda parte y que recuerda la rivalidad de Héctor y
Aquiles en la Ilíada.
o Virgilio dota a sus personajes de una mayor carga psicológica y simbólica. Los
héroes homéricos son instintivos y están poco individualizados. Los virgilianos son
más complejos y, en gran medida, arquetipos: Eneas es el modelo ideal de romano
(magnanimus, pius), consciente de que ha de cumplir un destino inexorable, fatum.
Su cualidad más destacada es la pietas, sentimiento de respeto y sumisión a los
mandatos divinos. Eneas no se ajusta al canon del héroe homérico. No lucha por afán
de gloria, sino porque es su deber. Se enamora y se muestra valeroso unas veces,
tímido otras. No es un héroe monolítico, duda (por ejemplo, entre su amor por Dido
y cumplir su destino).
o Frente a la consideración homérica del destino y del acontecer histórico, en Virgilio
se identifica el fatum con Júpiter, símbolo de orden y justicia. Los dioses virgilianos
son menos arbitrarios que los homéricos, son más ecuánimes y disciplinados. Están
imbuidos de filosofía estoica, proyección del concepto romano de disciplina. En
contrapartida, los dioses homéricos se muestran partidistas, apasionados, se rebelan
contra las decisiones de Zeus. Es un Olimpo convulso frente al orden que impera en
el Olimpo de Virgilio.
o En vez del punto de vista de narración objetivo y distante de Homero, la mirada de
Virgilio está más centrada en lo que le pasa al héroe por dentro, en desnudar su alma.

* ESTILO
29

- Está frecuentemente influido por Ennio, habiendo llevado el hexámetro griego,


introducido por él en Roma, a la suprema perfección, creando así una maravillosa
correspondencia entre la imaginación poética y la expresión rítmica
- Consigue los matices más delicados con los medios más sobrios, siendo maestro
insuperable en la expresión justa y parca de los más intensos sentimientos,
emocionándonos por su profundidad y serenidad. El más angustioso dolor, la más
ardiente pasión, la alegría más viva o el amor más tierno están plasmados en sus
versos con igual autenticidad. De la misma manera sus descripciones pueden
alcanzar la más espléndida luminosidad o la más tétrica tenebrosidad, sin caer
nunca en excesos.
- Su estilo es noble, aunque breve, sobrio, elocuente sin ampulosidad y
extraordinariamente expresivo por la sabia elección de sus palabras,
especialmente los adjetivos. Todos los términos están tomados con el máximo
cuidado, siendo insustituibles, y reflejando un conocimiento extraordinario de la
lengua, dando una impresión de total naturalidad y sencillez que oculta el
esmerado trabajo de elaboración.
- El lenguaje de Virgilio es plenamente latino sin grandes innovaciones ni
neologismos: usa arcaísmos y los grecismos que utilizan se justifican por razones
métricas o estilísticas. Se sitúa en una línea de moderación respecto a las
innovaciones léxicas de los neotéricos. En suma, Virgilio crea un lenguaje
poético “clásico” sobrio y elegante.

PARALELISMOS DE LA ENEIDA CON LA ILÍADA Y LA ODISEA.

 En la Odisea Ulises relata sus aventuras de marinero errante ante el rey Alcínoo,
así también en el libro II de la Eneida Eneas cuenta sus hazañas ante Dido.
 Los juegos fúnebres en honor de Anquises, padre de Eneas, (L. V) tienen su
correspondencia en los juegos fúnebres en honor de Patroclo de la Ilíada.
 Eneas como Ulises realizará una catábasis, es decir, una bajada a los infiernos (L.
VI)
 La descripción del escudo de Eneas (L. VIII) igual que la descripción del escudo
de Aquiles en la Ilíada se convierten en largas digresiones.
 Se repiten escenas típicas como las de combate cuerpo a cuerpo, de sacrificio y
banquete, las asambleas de los dioses.

(Otros autores épicos son Ovidio con Las Metamorfosis y Lucano con La Farsalia, pero
no entran en Selectividad)
30

LA POESÍA LÍRICA

1. LA POESÍA LÍRICA

I. EL NACIMIENTO DE LA LÍRICA LATINA Y EL FIN DE LA


REPÚBLICA
 Valerio Catulo: vida, obra y el amor en su poesía.

II. LA LÍRICA EN ÉPOCA DE AUGUSTO


 Horacio: vida y obra. Los tópicos horacianos

I. EL NACIMIENTO DE LA LÍRICA LATINA Y EL FIN DE LA


REPÚBLICA
El nacimiento de la lírica se ve influido por una serie de circunstancias:
A) CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS: La lírica nace en Roma en el s. I. a.C. en
circunstancias sociopolíticas que la condicionaron fundamentalmente:
 Como consecuencia de la reforma militar de Mario, desde principios de
siglo vive Roma un ambiente de guerras civiles, ya que cada general cuenta con un
ejército fiel y pretende conseguir con él el poder del estado. En consecuencia se
producen continuos enfrentamientos entre los generales ambiciosos, que
culminarán con la guerra entre César y Pompeyo y la instauración del Imperio y fin
del régimen republicano.
 Otro motivo de enfrentamientos es la rivalidad de los dos grandes
“partidos” políticos que había en Roma, populares y optimates. El derramamiento
de sangre está a la orden del día, ya que uno y otro cometen toda clase de
atropellos para conseguir votos y los generales ambiciosos se apoyan en estos
votos para instaurar así sus dictaduras, como la popular de Mario y la senatorial de
Sila, que produjeron períodos de terror por la depuración de sus contrarios. Se
crea así un clima de odio civil que provoca una radicalización de las posturas
políticas cada vez más encarnizada y violenta y a la que sólo pondrá fin el
advenimiento del Imperio de Augusto, que anuló por las armas toda oposición e
implantó la paz.
B) INDIVIDUALISMO: Este clima de inestabilidad y crisis es sin embargo el que
dio el siglo de oro a las letras latinas, encabezadas por Lucrecio, César, Cicerón,
Salustio, Catulo, etc. Efectivamente la rivalidad política por una parte estimulaba
apasionadamente el empeño de las personalidades con vocación política por hacer valer
sus ideas en una lucha ardiente de temperamentos y doctrinas. Pero por otra parte la
corrupción y violencia reinantes provocan la inhibición de muchos, que se desentienden
de la política y se refugian en un individualismo exacerbado, en que se rinde culto
apasionado al sentimiento personal, que se convierte en el núcleo de su poesía, dando así
nacimiento a la lírica. Hasta este momento en Roma predominantemente se había
cultivado la poesía de tema nacional, épica, o bien con fines instructivos o satíricos,
didáctica y sátira, pero ahora los poetas dejan de lado todo sentimiento patriótico,
porque se sienten impotentes ante la dramática situación nacional: no pueden cantar a
una patria desgarrada por las luchas intestinas y devorada por el crimen. Ninguno de los
dos bandos les atrae, porque ambos están corrompidos por igual. Se han pasado los
tiempos de Ennio en que Roma unida luchaba contra el enemigo exterior: ahora es una
31

pugna fratricida que les espanta y de la que quieren olvidarse, refugiándose en su propio
yo, y así surge la lírica.
C) POESÍA ELITISTA PARA CÍRCULOS CULTOS: Los poetas líricos no se
dirigen a la masa del pueblo, sino a los círculos aristocráticos de refinados gustos
helenizantes, que conocían a la perfección la técnica estilística por su formación retórica,
y esto impuso a la lírica desde el principio un nivel técnico muy alto. Pero también
condicionó su contenido, porque esta élite vive en un ambiente mundano y frívolo de
culto al placer y al lujo, donde no tiene cabida lo vulgar, pero ha perdido por otra parte
la fe en la religión y vive en la más absoluta amoralidad, y ello se refleja en la poesía, que
cultiva sin ningún pudor los temas más escabrosos. La pérdida de la fe en la religión y el
racionalismo superficial imperante producen en la mayoría un escepticismo y una gran
desorientación, por haber entrado en crisis los valores tradicionales y no haberse buscado
honesta y seriamente otros nuevos mediante una reflexión profunda, sino dejándose los
espíritus arrastrar por la comodidad.
La superficialidad así lo invade todo y la mayoría de los poetas escriben sobre
bagatelas sin verdadero sentimiento, pero con gran perfección estilística. Es una poesía
llena de erudición y tecnicismos, con brillantes juegos de palabras y recursos ingeniosos,
pero hueca y sin emoción lírica auténtica. Este movimiento poético recibe el nombre
griego de los neotéricos o el de su traducción latina poetas novi, por su culto a la
novedad.
Sólo las grandes figuras se libran de la banalidad reinante y se entregan a la
composición de una poesía sincera, de auténticos sentimientos personales y lírica por
tanto como Catulo, o bien tratan de buscar nuevas doctrinas morales que sustituyan a la
antigua religión en la que nadie cree ya, a la luz de la razón, como hizo el gran poeta
Lucrecio, que escribió un gran poema didáctico, De rerum natura, en hermosos
hexámetros ardientemente apasionados para divulgar las doctrinas de Epicuro sobre la
búsqueda de la felicidad auténtica por la virtud, desterrando el miedo a los dioses y a la
muerte, porque el hombre bueno no tiene nada que temer de Dios.
Como modelos ya no se sigue a los poetas tradicionales latinos, considerados
rústicos y torpes, sino a los eruditos poetas griegos alejandrinos, que habían conseguido
prodigiosos avances estilísticos aunque adolecían de exceso de erudición y de falta de
autenticidad por hacer una poesía sin sincero sentimiento. De ellos se tomó: a) una
preocupación formal obsesionante, que sólo en Catulo se equilibra con un fondo
igualmente válido, mientras en los demás el contenido es banal. b) se toman también los
metros y estrofas griegas. c) se abandona el cultivo de grandes poemas y se prefiere la
obra breve, cuidadísima, llena de erudición y helenismos. d) se introduce el gusto por
todo lo exótico y brillante, tomándose mitos y leyendas orientales, llenos de colorido y
magia. e) los autores alejandrinos más imitados son Calímaco, Apolonio de Rodas,
Teócrito de Siracusa y Arato.

* GAIUS VALERIUS CATULUS (84-54 a.C.)

De entre todos los neotéricos, el único que escapó a la banalidad reinante en el


movimiento y a su superficialidad y snobismo fue Catulo, que supo unir una forma de
alto nivel estilístico a un fondo sincero y apasionado, lleno de auténtico lirismo,
consiguiendo así el equilibrio entre contenido y expresión que le ha convertido en un
modelo de clasicismo.
Nació en Verona al norte de Italia en el seno de una familia aristocrática. Muy
joven vino a Roma a completar su educación, pero se entregó a una vida de disipación
que le produjo la muerte a temprana edad. Estuvo apasionadamente enamorado de una
mujer casada, a quien en sus versos llamaba Lesbia, en honor de la poetisa griega Safo.
32

Esta mujer encendió su pasión y luego lo abandonó. Catulo nos narra en sus poemas los
altibajos de su vehemente amor.
Obra: Nos han sido transmitidos de él 116 poemas, la mayoría muy breves. Unos
son epigramas escritos en metros yámbicos y otros están en dísticos elegíacos.
CARACTERÍSTICAS:
1. Introdujo numerosos metros y estrofas griegas, sobre todo de Safo, a quien
admiraba mucho e imita con frecuencia.
2. Sus poemas suelen reflejar su amor por Lesbia en todos los momentos: ternura,
pasión, celos, ruptura, etc. Otros tocan el tema de la amistad y no faltan los
poemas sarcásticos dirigidos contra sus enemigos.
3. Hay también algunos poemas largos sobre mitología, como las bodas de Tetis y
Peleo, y de tema oriental, Atis.
4. Su obra se caracteriza por una vehemencia arrebatadora, con un fuego que le
devora y le da un calor y una vida muy intensos: sus poemas amorosos pasan de la
ternura más dulce a la furia más horrible de los celos, siempre con una intensidad
sin igual, que convierte a su poesía en un modelo de autenticidad lírica. No hay
nada fingido, su sentimiento es siempre sincero y lo plasma con un vigor que nos
estremece. En sus poemas de invectiva, su ironía alcanza una rabia también
intensísima, produciendo un violento sarcasmo. En cambio los poemas largos son
más eruditos y fríos, aunque de gran belleza.
5. Catulo era un apasionado que odiaba con la misma intensidad con que amaba y que
ha sabido plasmar en sus versos magistralmente los dos extremos de su pasión: así
en el amor su ternura llega hasta la locura, pero los celos le llevan a la más rabiosa
desesperación. Siente el más dulce cariño por sus amigos, en cambio ataca con
furia a sus enemigos. En él no hay término medio.

ESTILO:
1. Sus procedimientos formales cambian radicalmente según la clase de poema: los
amorosos son elegantes y delicados, en cambio en la invectiva es violento hasta la
descortesía y en cambio los largos alejandrinos son eruditos y llenos de palabras
extrañas. A todos estos matices se ajusta su lengua y su metro con la estructura
de la frase.
2. Su estilo se caracteriza por su sensibilidad y vigor con una sencillez llena de
grandeza. Es la combinación suprema del sentimiento latino con la perfección
formal griega, produciendo un equilibrio clásico admirable.
3. Modifica su lengua según el género: los poemas largos mitológicos son
cuidadísimos, helenizantes, plagados de palabras cultas y compuestos y con una
construcción amplia y solemne. En cambio, los breves están llenos de términos
familiares. Sus palabras coloquiales y sus cariñosos diminutivos le dan una
naturalidad y una gracia afectuosa llena de vida.
Su estilo en resumen se puede definir como de una elegancia sencilla y vigorosa, sin
nada que rompa la más perfecta naturalidad.

VERSIFICACIÓN: es flexible y variada, habiendo adaptado al latín con gran


perfección los metros griegos, lo que prueba una gran destreza y talento. Fue el
precursor de Horacio, que culminó su obra de adaptación de la métrica griega al latín.
También influyó mucho en Virgilio, que aprendió en él los recursos alejandrinos y se
valió de su delicada labor en la formación de la lengua lírica latina, que podemos decir
que Catulo y Lucrecio iniciaron y Virgilio, Horacio y Ovidio llevaron a sus grado
máximo de perfección.

II. LA LÍRICA EN ÉPOCA DE AUGUSTO


33

A) CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS: con el fin de la República y el


advenimiento del Imperio, la situación sociopolítica cambia radicalmente y esto
condiciona profundamente a la literatura. Frente a la época crítica de Catulo, en un clima
de guerra civil y violencia, el Imperio se caracteriza por la paz y la reconstrucción
nacional. Augusto pide a todos los intelectuales y artistas que colaboren con él en la
tarea del engrandecimiento de Roma y divulguen sus ideales entre el pueblo. Por ello el
poeta deja de ser individualista y trata de enaltecer en sus obras el espíritu nacional. Se
convierte así en “profeta” o portador de la divinidad del “príncipe” ante la plebe y para
ella escribe, procurando ser entendido por la masa. La poesía deja así de ser elitista, para
ser patrimonio de todo el pueblo, por lo que sus temas no son tan egocéntricos, sino de
interés común, predominando el tema patriótico, aunque también tienen cabida los
sentimientos personales
B) POETAS DEL CÍRCULO DE MECENAS: Los poetas en esta época viven
protegidos bajo el mecenazgo de grandes señores, favoritos del príncipe, de los que el
más conocido fue Mecenas, a cuyo círculo pertenecieron Virgilio y Horacio.

*QUINTUS HORATIUS FLACCUS (65-8-a.C.)

Contemporáneo y amigo de Virgilio, perteneció como él al círculo de Mecenas y


fue también poeta favorito del príncipe. Nació en la Abulia, al sur de Italia, hijo de un
liberto, cuya única obsesión era proporcionar a su hijo una buena educación. Por eso fue
llevado a Roma y luego a Atenas. Se sintió atraído por la poesía y filosofía,
especialmente por el epicureismo, que le proporcionó siempre la máxima de la
moderación sin exceso para conseguir la felicidad.
Horacio poseía un espíritu delicado, muy bien dotado del don de la observación:
nada se le oculta a su perspicacia, y todo desfila por su obra tratado con una amable
ironía o simpatía, sin desagradar nunca. Tiene la virtud de la discreción. Su agudeza
psicológica, su inspiración y su espontaneidad mundana le permitieron hacer una poesía
llena de encanto, con una sensibilidad artística sin arrebatadoras emociones, pero
desbordante de delicadeza e ingenio.
Le domina una minuciosa inquietud por el perfecto equilibrio, su gusto exquisito
y nadie ha logrado en latín una expresión tan refinada, aunque Virgilio le supere en
profundidad y Catulo en intensidad.

Obra: Prescindiendo de la Sátira y Epístolas, que son objeto de otros temas,


vamos a limitarnos aquí a sus obras líricas, que se agrupan en dos colecciones: Los
épodos, 17 poemas cortos en metros yámbicos, de tono sarcástico y que son lo más
violento que escribió y Las odas o Carmina, que constituyen cuatro libros de poemas de
temas variados entre los que destacan el Carmen saeculare, que es un canto oficial en
honor de Apolo y Diana.

CARACTERÍSTICAS:
1. La intención de Horacio fue componer una obra lírica en latín con toda la variedad
del lirismo griego, tomando principalmente como modelos a los poetas arcaicos
griegos Alceo, Safo, Anacreonte y Píndaro, de quienes tomó los metros y las
estrofas, completando la labor iniciada por Catulo. Fijó su ritmo con mayor rigor y
se impuso el obtener del latín efectos admirables con las formas más sobrias
posibles, absteniéndose severamente de los adornos catulianos, llegando así en la
lírica al sobrio clasicismo que Virgilio había dado a la épica.
34

2. Todos los temas se prestan en él al lirismo y nos encontramos en sus poemas


composiciones mitológicas, personales, reflexiones filosóficas, paisajes, amistad,
amor, sátira y sobre todo temas familiares y patrióticos. Muchas de su odas son
invitaciones a sus amigos a practicar la moral epicúrea, renunciando al lujo y
ambición y disfrutando una vida tranquila y sencilla, llena de pequeños placeres, sin
preocupaciones ni sobresaltos (aurea mediocritas).
3. El tono es casi siempre benévolo y cortés, manifestando un espíritu amante del
arte, muy sensible a las formas, reflejos, colores e impresiones sensoriales en
general, sin otra emoción que la estética. Está lleno de alusiones cultas a la
mitología y literatura griegas, pero sin afán de erudición, con una sencilla
elegancia.
4. Algunos poemas son más extensos y, a imitación de Píndaro, tienen una gran
libertad de desarrollo, pasando de unos temas a otros con transiciones inesperadas,
pero midiendo sus efectos con gran sabiduría, sin que se pierda nunca la unidad
esencial, en una especie de sinfonía maravillosa en que se trasciende el momento
presente para elevarse a las más altas consideraciones mitológicas, religiosas y
nacionales.
5. Especial atención merecen sus cantos patrióticos, en apoyo de la política religioso-
moral de Augusto, que él impregna de su buen sentido y moderación. Están
escritos con erudición, dignidad, gravedad y solemnidad, aunque sin pasión, con
gran perfección artística, pero sin fervor, porque no se deja arrastrar nunca por sus
sentimientos.

ESTILO:

1. Como todas las figuras destacadas de este Siglo de Oro, es un modelo de


clasicismo, pero dotado de una mesura totalmente helénica. Es la expresión de un
temperamento artístico fino, sensual, delicado y lleno de equilibrio, que no se deja
arrebatar por ninguna pasión, sino que contiene todo ímpetu sentimental para
conseguir la belleza suprema.
2. Es sin embargo un poeta sincero y auténtico, sólo que domina sus impulsos por su
deseo imperioso de perfección formal, a la que sacrifica sus emociones.
3. Sus dotes más admirables son la fantasía y penetración psicológica, condimentadas
con una gracia exquisita, que hace que su lectura proporcione el más agradable
placer.
4. Su trabajo fue minuciosamente escrupuloso y muy consciente, aspirando a la
sobriedad y plenitud, en lo que fue insuperable maestro. Tiene buen gusto, sutileza
y sensibilidad, debido a su precisión, variedad y delicadeza.
5. LENGUA: se caracteriza por su dignidad amable, empleando en todo momento
palabras apropiadas, genuinamente latinas, aunque aderezadas de préstamos
griegos o arcaísmos, para crear una atmósfera de erudición o antigüedad siempre
armoniosa con el conjunto. Su lengua es siempre sobria y su expresión sencilla y
natural, como en todos los clásicos. Sus frases avanzan ligeras y fáciles, sin dar
impresión de elaboración, porque sabe darle un tono de sencilla naturalidad a todo
lo que toca.

Los tópicos de Horacio:


Las Odas son el vehículo para exponer sus pensamientos y sentimientos sobre
aspectos muy diversos de la vida. En breves pinceladas resume sus ideales: aurea
mediocritas (la dorada medianía), carpe diem (aprovecha el momento), tempus fugit (el
tiempo huye- la fugacidad de la vida). Una vida sin destacar ni por unas cosas ni por
otras; es decir, renuncia a todo tipo de ambición; es consciente de la fugacidad de la vida,
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huye de los tumultos, de las masas para centrarse en el yo. Muchos le vieron como la
persona que se aísla en el campo, que pretende vivir y dejar vivir. El amor para Horacio
es un sentimiento secundario.
Todas estas ideas se enuncian a través de tópicos o fórmulas que se han ido
repitiendo a través de las distintas etapas literarias. Éstos son algunos de los más
importantes:
* Carpe diem (“aprovecha el momento”): se relaciona con el paso del tiempo, la llegada
de la muerte y vivir el presente.
* Fortuna mutabilis (“la Fortuna o la suerte cambia”): se relaciona con la idea de
conocerse bien y fiarse de uno mismo, sin confiar en la suerte cambiante.
* Ubi sunt?( “¿Dónde están ahora?”): se relaciona con el hecho de que la muerte llega y
todo lo iguala, sólo el recuerdo del pasado permanece.
* Beatus ille (“Feliz aquél que...”): se relaciona con el aprecio de la vida tranquila, frente
a la agitación de la vida mundana y de sus preocupaciones.
* Tempus fugit (“el tiempo huye”): se relaciona con la fugacidad de la vida, el rápido
paso de los años y como llega inevitablemente la muerte.
* Aurea mediocritas (“La dulce medianía” o “el término medio”): esta idea tiene que ver
con el aprecio y satisfacción por lo sencillo, lo cotidiano, lo que se posee... frente a lo
puramente material e insustancial y las riquezas. Es preferible disfrutar de una posición
mediana pero sin sobresaltos a una elevada pero llena de peligros e incertidumbres.

II. LA TRAGEDIA.
- Adaptación de la tragedia griega.
- Tragedia arcaica:
- Dramas sobre todo de mitos del ciclo troyano (f. graeca)
- Dramas sobre todo de personajes históricos (f. praetexta)
- Relación de la tragedia con la épica y con la oratoria.
- Autores arcaicos: Pacuvio
- Autores de época imperial: Séneca.
II. LA TRAGEDIA

Desde los primeros tiempos de la adaptación de la tragedia griega en Roma


vemos en los poetas una preocupación fundamental, que no es otra sino la de tomar del
repertorio griego aquellas obras que respondían a las preocupaciones actuales del
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pensamiento nacional romano; es decir, exigencias de tipo político determinaron desde


los primeros momentos la elección del modelo a reelaborar. Así la tragedia arcaica se
inclina fundamentalmente por los dramas que se referían a mitos del ciclo troyano, ya
que por entonces comenzaban los patricios romanos a afirmar su descendencia a partir
de los héroes de la legendaria guerra de Troya. Con la tragedia se pretendía, en
definitiva, una vuelta a los orígenes míticos de la estirpe romana.
En esta misma dirección política se enmarca la creación de las tragedias de tema
romano, las fabulae praetexta, que no sólo escenificaban las gestas de héroes
legendarios, sino también de los personajes históricos.
Por lo tanto, no es extraño que la tragedia se vincule desde los orígenes con el
género típicamente nacional, la épica, pues también ésta relacionaba los orígenes de
Roma con la guerra de Troya. También se relacina con la oratoria, pues ambass tratan
de enaltecer los aspectos emocionales por medio de artificios estilísticos.
* De los autores arcaicos destaca Pacuvio
* Después la tragedia entra en declive y no volverá a encontrar un autor digno de
ella hasta la época imperial con el filósofo Séneca. En la época imperial las obras
teatrales, en vez de ser representadas, estaban destinadas únicamente a ser recitadas en
público o leídas en un local adecuado, llamado odeum, para un público más bien selecto.
Con el nombre de Séneca (4 a. C-65 d. C.) nos han llegado un total de diez tragedias,
nueve de tema griego (Hercules furens, Troades, Phoenissae, Medea, Phaedra,
Oedipus, Agamennon, Thyestes, Hercules Oetaeus) y una de argumento histórico
romano, Octavia, donde narra la vida de Octavia, mujer de Nerón, repudiada y ejecutada
por él; pero se cree que no la escribió Séneca.

3.2. Tácito (55 d. C.- 117/120? d. C.)


*Obra:
Obras menores (opera minora): Diálogo de oradores/ El Agricola/ Germania
Obras mayores (opera maiora): Historias / Annales
* Concepción de la historia y el estilo.
3.3. Suetonio (69 d. C.- 126 d.C.)
* Obra: Hombres ilustres / La vida de los doce Césares
3.2. TÁCITO

* VIDA
Nace en la Galia Narbonense (suroeste de Francia), poco antes de la subida de
Nerón al poder. De familia noble, cursó estudios de Retórica. Inicia su carrera política de
la mano de su suegro, J. Agrícola, uno de los personajes más influyentes de la corte de
Vespasiano. Fue cónsul con Nerva y procónsul con Trajano.

* OBRA
a. Obras menores (opera minora):
El Diálogo de oradores es un tratado de crítica literaria en forma dialogada de
estilo ciceroniano. El tema más interesante es la causa de la crisis de la elocuencia que
Tácito centra en la decadencia moral y en la transformación político-social que restringe
la libertad de palabra.
El Agricola, monografía que narra la vida de su suegro, el cónsul Agrícola,
personaje clave en la conquista y pacificación de Britania
La Germania, monografía que constituye un tratado de geografía y etnografía
sobre las tribus de los germanos.
b. Obras mayores (opera maiora):
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Las Historias, que constaban probablemente de 14 libros y abarcaban los años


69-96, desde la muerte de Nerón hasta la de Domiciano; por tanto, los hechos referidos
son contemporáneos a la vida del autor. La obra se ha conservado parcialmente.
Los Annales, escritos posteriormente, refieren acontecimientos históricos
anteriores que van desde la muerte de Augusto (14 d. C.) hasta la de Nerón (68 d. C.).
Constaba de 16 a 18 libros de los que se han perdido varios.

* CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA Y EL ESTILO


Como Tucídides, sigue un método científico a la hora de escribir e interpretar el
acontecer histórico: explica los hechos por sus causas, no descuida ninguna fuente de
información y somete las fuentes a crítica.
Las fuentes que utiliza son las obras históricas de sus predecesores, los
testimonios oculares de testigos o protagonistas, las tradiciones orales, los archivos del
Senado (Acta Senatus), el diario oficial del pueblo romano (Acta diurna populi Romani)
y los archivos de palacio (Commentarii principum).
Tiene una visión imparcial de los acontecimientos: el escritor debe escribir sin
tomar partido, sin amor y sin odio.
Su intención es emitir un juicio sobre el Imperio como régimen de gobierno:
recrimina los abusos y violencias de los déspotas así como la vil adulación de los
súbditos. Su ideal político es la monarquía.
Utiliza en sus obras mayores un estilo expositivo típico de la historiografía
romana: expone los hechos año tras año, alternando la narración de los acontecimientos
internos con la de los externos.
Es el maestro de la brevedad y concisión, sobre todo mediante la elipsis y la
supresión del verbo. Su léxico es de gran variedad: arcaísmos, neologismos, giros
poéticos.

3.3. SUETONIO

Secretario particular de Adriano con quien compartía múltiples intereses.


Cultiva el género biográfico. De su amplia producción se han conservado
íntegramente las Doce biografías de emperadores desde César a Domiciano (Duodecim
Caesarum vitae), y de su Viri illustres, De grammaticis et rethoricis y Vita Terentii.
Es el primer historiador que añade a la descripción moral de los biografiados, su
retrato físico.
Las vidas de los Césares quedan aisladas unas de otras, sin una perspectiva
histórica general, incluso refiere chismes de palacio o anécdotas escandalosas.
Sus biografías se convirtieron en modelo en épocas posteriores.

3.2. Ovidio: Las Metamorfosis

4. LA ÉPICA EN TIEMPOS DE NERÓN: Lucano, La Farsalia

3.2. Ovidio: Las Metamorfosis

Se trata de un epopeya mitológica de quince libros en que Ovidio narra todas las
metamorfosis de dioses, hombres y héroes desde el principio del mundo hasta su época,
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culminando con la apoteosis de Cesar exaltado como antecesor de Augusto. Tan amplio
material mitológico lo estructura temáticamente, siguiendo ya precedentes alejandrinos.
Los dioses de Ovidio son más sensuales y frívolos que los hombres. Están
totalmente humanizados y tratados en ocasiones con ironía. Destacar lo humorístico
indica una postura crítica propia de una mentalidad alejada del mundo heroico de la
épica. Su obra testimonio la disolución de ese mundo. Se distancia de la tradición épica
y, por tanto, su obra es anticlásica. Utiliza el monólogo como procedimiento de
introspección psicológica. Su estilo es ya barroco en su elaboración retórica.

4. LA ÉPICA EN TIEMPOS DE NERÓN: Lucano, La Farsalia

Sobrino de Séneca y como él, estoico y víctima de Nerón. Su muerte prematura


le impidió concluir la Farsalia. Se trata de un poema histórico, cargado de pesimismo,
muy próximo a historiadores como Salustio o Tácito. Es una obra anticlásica porque no
celebra los orígenes y grandeza de Roma, sino su disolución y fin, y en ella el aparato
divino ha desaparecido. Su estilo es retórico.

2. LA ELEGÍA
2.1. Sus orígenes y su introducción en Roma.
2.2. Autores.
2.2.1. La lírica de Ovidio: vida y obra (poemas eróticos, grandes poemas
y elegías personales).

2. LA ELEGÍA

2.1. INTRODUCCIÓN: LOS ORÍGENES DE LA ELEGÍA ROMANA Y SUS


CARACTERÍSTICAS
La elegía romana en tiempos de Augusto se ciñe temáticamente a la esfera
privada del otium. Entronca con la elegía griega, pero casi únicamente por la forma
métrica, el dístico elegíaco (combinación de hexámetro y pentámetro dactílico). Entre
los griegos la elegía daba cabida a una gran variedad de temas: arengas guerreras
(Calino), temas políticos (Solón), expresión de sentimientos amorosos tratados desde un
punto de vista objetivo y erudito (Calímaco)
Los romanos tomaron de los elegíacos griegos no pocos temas: el contraste entre
la muerte y el amor, entre el goce y el sufrimiento de la vida, las narraciones eróticas
extraídas de la mitología (así en Las Metamorfosis o en las Heroidas de Ovidio). Pero, lo
que individualiza la elegía romana de la griega es que es cauce de expresión de la vida
personal del poeta, es poesía amorosa subjetiva. Conecta, pues, más con el epigrama
helenístico en el que la vivencia erótica desempeñaba un papel importante. Puede
conjeturarse que la elegía romana arrancó del epigrama erótico, pero recogió otros
elementos afines tomados de la poesía bucólica, de la elegía objetiva.

2.2 AUTORES
Los más importantes son Cornelio Galo, su creador, Tibulo (influido por
Catulo), Sulpicia, Propercio (de más hondo pathos) y especialmente Ovidio
2.2.1. La lírica de Ovidio: (43 a.C.-17 ó 17 d. C.)
Procede de una rica familia ecuestre. Estudió retórica y completa su formación en
Atenas. Se dedicó a la carrera política por complacer a su padre. Aunque Mesala intentó
atraerlo a su círculo, Ovidio, económicamente independiente, no quiso pertenecer a él. El
año 8 d. C. sufrió exilio a Tomos (Mar Negro). Las causas de su destierro no están claras
(ël mismo habla de carmen et error: el poema puede referirse a su Ars amatoria y el
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error a alguna desaveniencia con Augusto). Si bien fue una experiencia personal penosa,
resultó muy fructífera en su actividad literaria: en el exilio escribe Tristia, Pontica, y
reelabora sus Fastos. Suplica repetidas veces en sus poemas la clemencia de Augusto que
nunca llegó, pues Ovidio morirá un año después que aquél.

Su obra se divide en dos grupos:

Poemas eróticos:
* Amores: colección de elegías eróticas semejantes a las de Tibulo y Propercio. Consta
de tres libros dedicados a Corina, su amada, a la que describe de manera muy general,
por lo que resuslta difícil saber si se trata de una mujer determinada. Es una especie de
novela de amor, en ella rara vez expresa con sinceridad sus sentimientos.
* Heroidas: 21 cartas de amor de figuras mitológicas femeninas a sus maridos o amantes
ausentes (por ejemplo, Briseida a Aquiles, Fedra a Hipólito, Ariadna a Teseo ...) Está
inspirada en los ejercicios prácticos de gramática y retórica.
* Arte de amar (Ars amatoria): poema didáctico escrito en dísticos elegíacos. Consta de
tres libros dedicados a las jóvenes romanas solteras, dándoles consejos sobre cómo
comportarse en el tema amoroso. Muestra un conocimiento profundo sobre el tema.
* Remedios de amor: poema didáctico, lleno de ironía y refinamiento.

Grandes poemas:
* Metamorfosis: 15 libros, íntegramente escritos en hexámetros, que constituyen un ciclo
de narraciones cuyo rasgo común es que acaban con una transformación. Ovidio
pretende hacer una especie de epopeya mitológica (perpetuum carmen), dando una
relación cronológica a cada una de las poesías mediante habilidosas transiciones, desde el
origen del mundo hasta la apoteosis de César. Ya existían precedentes de una
sistematización temática de la materia mitológica en los poetas alejandrinos.
* Fastos: elegías en que trata de exponer secuenciadamente las fiestas romanas del
calendario romano con sus costumbres y las leyes relacionadas con ellas. Su proyecto
inicial era componer 12 cantos, pero concluyó la mitad.
* Tristia (5 libros) y Ponticae (4 libros): son dos colecciones de elegías en dísticos,
escritas en el destierro. La elegía subjetiva se convierte en instrumento de comunicación
meramente personal. Escritas en forma epistolar. Abundan las lisonjas al emperador y a
su familia con el objetivo de lograr su perdón. También contienen muchas cartas dirigidas
a su mujer, familiares y amigos. Son poemas autónomos en que destaca su tono
quejumbroso.
1.2.1. Los neotéricos o poetae novi:

* Características comunes:
No constituyen una escuela, sino un grupo de poetas a los que Cicerón llamó
Poetae Novi. Representan una generación: su infancia o juventud coincide con la
dictadura de Sila y la muerte de la mayoría ocurre entre los años 48-31 a. C. Se
constituye como grupo en tiempos de César y este hecho ha de vincularse con la llegada
a Roma de poetas, filósofos y hombres de letras, procedentes de diferentes regiones de
Oriente, con las que Roma, a raíz de las conquistas de Pompeyo, había intensificado su
relación.
Como poetas, les une el rechazo de la poesía romana anterior, tanto en su
forma como en su espíritu. Sus modelos griegos son los poetas alejandrinos. Frente a
los largos poemas épicos optan por poemas breves, muy elaborados, de gran
perfección formal y de gran erudición.
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Se trata, pues, de una concepción de la poesía como l’art pour l’art: los grandes
temas se destierran, aparecen otros temas más individuales o exóticos, en algunos casos,
pretexto para el ejercicio del arte literario.
Abandonan el hexámetro dactílico en favor de la polimetría (usan con gran
exquisited diversos metros de tradición poética griega: eólicos, troqueos, yambos,
galiambos...)
Su carácter innovador en materia literaria, por cuanto que pretenden romper con
la tradición representada por Ennio, no se corresponde con su posición política: fueron
enemigos de toda innovación.
Todos los poetas neotéricos procedían de la Galia Cisalpina y, entre ellos, hay que
destacar a Valerio Catón, maestro de los neotéricos, a Licinio Calvo, a Helvio Cinna
y, sobre todo, a Valerio Catulo, el único del que se han conservado sus poesías y
considerado por los antiguos como creador de la lírica amorosa latina.

Los neotéricos o poetae novi


* Características comunes

1.2. AUTORES
1.2.1. Valerio Catulo (84-54 a.C.):
De familia noble, llevó una vida acomodada y murió muy joven, a los 30 años de
edad. Gustaba del otium, de la vida en sociedad, del trato de los amigos, de amor y del
arte poético.Su vida y obra literaria van muy de la mano, de modo que muchos datos
biográficos se entresacan de la lectura de sus poemas. Un hecho determinante en su vida
y obra poética será su amor por Clodia (a la que alude con el pseudónimo de Lesbia),
mujer casada y de origen noble; relación que pasará por diferentes fases: del arrebato y
gozo de la pasión al tormento del rechazo o a la melancolía del recuerdo o a la
humillación de fugaces reconciliaciones.
Nos dejó 116 poemas de extensión y ritmo muy variados. En ellos se concentra
todo cuanto caracteriza a los neotéricos: poesía erótica, experiencias amicales,
descripciones de la naturaleza, sátira política y privada, epitalamios... Su obra se divide
en dos grandes grupos:
- poemas líricos y epigramas, más personales, inspirados en líricos griegos
antiguos como Safo o Arquíloco, y relacionados con su vida, su amor, sus amistades, sus
odios. Su vena satírica le llevó a componer epigramas hirientes y mordaces contra César
y Pompeyo. Otros poemas suyos describen su pasión por Lesbia y los vaivenes de su
relación. Algunos son simples cartas de circunstancias, sobre todo, de condolencia.
- poemas narrativos de contenido mitológico, donde hace alarde de erudición,
se muestra como poeta doctus. Su fuente es la poesía alejandrina y, en especial,
Calímaco. Entre éstos figuran:
* Attis, descripción mitológica del delirio orgiástico de los sacerdotes de Cibeles, la
diosa-madre frigia
* La cabellera de Berenice, plagio del poeta Calímaco, que imaginó la transformación en
cometa de la cabellera de esta reina de Egipto.
* Las bodas de Tetis y Peleo, su poema más extenso (408 versos). En este epitalamio o
poema nupcial, se narra la leyenda de Teseo, dentro de la que destaca el episodio del
abandono de Ariadna. Constituye un prototipo de amor desgraciado. El lamento de
Ariadna influirá en la manera en cómo Virgilio describirá el dolor de la reina Dido,
abandonada por Eneas.
Catulo es el precursor de la elegía erótica subjetiva, que es creación original de la
literatura romana. Es, por tanto, el precursor de Horacio y de los elegíacos de la época
de Augusto. Sus poemas más personales describen su único y profundo amor por Lesbia.
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A la declaración de amor (LI, ille mi par esse deo videtur), en que hace una exhaustiva
descripción de los síntomas del amor, le siguen otros poemas en que da rienda suelta a su
pasión: de la alegría y el entusiasmo desbordados (V, Lesbia mia, vivamos,nos
amemos... dame un beso, y mil, y luego ciento...) y la ternura y jugueteo amoroso
(II,Passer, deliciae meae puellae), a la desesperación y el desengaño (LXXXV, La odio
y la quiero; VIII, Triste Catulo, deja de hacer el tonto y lo que ves perdido, perdido
sea), incluso al escarnio de la amada (LXXII, Ahora te he conocido; conque, aunque
más y más ardo, más barata y vil eres tú para mí).

1.2.2. La lírica de HORACIO (65-8 a. C.)


Hijo de un liberto. Estudia retórica en Roma y filosofía en Atenas. Ocupa el cargo
de scriva quaestoris (secretario del inspector de hacienda) y empieza a escribir poesía.
Virgilio y Varo lo presentan a Mecenas y se incorpora a su círculo de artistas. Mecenas le
regala la quinta de la Sabina y allí transcurrirán sus días más felices, libre de apuros
económicos, alejado del mundanal ruido y de los molestos convencionalismos de la vida
urbana. A través de Mecenas se fue aproximando a Augusto, pero no aceptó ningún
cargo político.
Su obra se divide en :
* Epodos o yambos: 17 poemas cortos escritos casi todos en dísticos yámbicos. En la
lírica griega este metro servía de cauce a la invectiva política y personal. En Horacio no
hay virulencia en el ataque personal y las pocas personas, objeto de su escarnio, apenas
tienen relevancia política (el poetastro Mevio, el usurero Alfio ...). Se deja notar la
influencia del griego Arquíloco. Los gramáticos dieron a la colección el nombre de
epodos, porque en la mayoría de las composiciones un verso más breve (epodo)sigue a
otro más largo. Destaca entre sus epodos aquel famoso que comienza Beatus ille qui
procul negotiis (Dichoso aquel que lejos de sus preocupaciones), motivo que fue
recogido por algunos poetas del Renacimiento español.
* Sátiras o Sermones: dos libros en hexámetros. Entra en competencia con Lucilio y
pretende renovarlo como Virgilio pretendía hacerlo con Ennio. Los tiempos habían
cambiado y en la Roma de Augusto la crítica política y muy personal de Lucilio no tenía
cabida, por ello, la sátira horaciana se dirige contra personas sin significación política.
Otra fuente de inspiración para sus Sermones son las diatribas morales de los filósofos
cínicos (ej. Bión de Borístines). La forma dialogada de sus sátiras deriva precisamente de
estas diatribas, así como temas como la insatisfacción de la propia vida y la envidia por lo
ajeno. Horacio muestra su genialidad, sobre todo, cuando cuenta pequeñas experiencias
(como cuando trata de librarse de un transeúnte en la vía Sacra o cuando el contraste
entre la vida rural y urbana desemboca en la diatriba con la fábula del raton de la ciudad
y del campo). Con Horacio elementos formales esenciales -diálogo, ejemplos ilustrativos,
variedad y secuencia libre de los temas-, que ya existían en la satura y en la diatriba,
alcanzan su máximo nivel de perfección.
* Odas o Carmina (canciones): son 4 libros; los tres primeros publicados en el 23 y casi
diez años después el cuarto. Horacio recrea en sus Odas la lírica griega antigua, a poetas
como Safo, Píndaro y Anacreonte. Pero la poesía de su tiempo no es la de los siglos VII
y VI a. C. , no es poesía para ser cantada, sino para la recitación y la lectura. Únicamente
el Carmen Saeculare, entroncado con la tradición de himnos cultuales, se hizo, por
encargo expreso de Augusto, para la declamación de un doble coro de muchachas y
muchachos.
Horacio cuando designa su poesía lírica como Aeolium carmen, se refiere a la
versificación eólica: emplea, sobre todo, la estrofa alcaica o sáfica, que ya había
introducido Catulo. Pero será Alceo y no Safo, entre los poetas eólicos, la fuente de la
que tomará sus temas, y beberá especialmente de poetas jonios como Anacreonte o
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Píndaro. Muchas de sus odas, no obstante, carecen de un determinado modelo griego:


son creaciones libres dentro de un estilo personal.
Muchas de sus Odas están dedicadas a grandes personajes: Tiberio, Agripa,
Augusto ... Se alió con Augusto en la medida en que sus intenciones religiosas y morales
se adecuaban a su sentido moderado de la religiosidad y la moralidad.
Horacio vio en sus Odas la cima de su arte poético, pero no tuvieron la
aceptación esperada entre el público.
La influencia de Horacio en la literatura europea posterior es inferiora a la de
Virgilio. Su obra poética se convirtió pronto en manual escolar, pero no gozó de la
popularidad y difusión de la de su coetáneo.

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