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EL TEATRO LATINO. INICIOS Y GÉNEROS DEL TEATRO EN


ROMA. ESPECIAL ATENCIÓN A PLAUTO Y A TERENCIO.

1. LOS ORÍGENES DEL TEATRO LATINO.


1. 1. Los inicios.
1. 2. Géneros teatrales.
1. Tragedia: “fabula graeca”
“fabula praetexta”: Pacuvio (época arcaica)
Séneca (época imperial)
2. Comedia: “palliata”: Plauto y Terencio
“togata”
2. LA TRAGEDIA.

3. LA COMEDIA. SUS TIPOS Y AUTORES MÁS


REPRESENTATIVOS.
3.1. Tipos y actores.
3.2. Autores más representativos.
A. Plauto. (254-184 a. C.)
A. 1. Obras.
A. 2. Argumentos.
A. 3. Personajes.
A. 4. Características.

B. Terencio. (190- 159 a.C.)


B. 1. Vida.
B. 2. Obras
B. 3. Tipos de personajes.
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1. LOS ORÍGENES DEL TEATRO LATINO.

1. 1. Los inicios.

En la introducción en Roma del teatro griego actuó como


vehículo decisivo el ejército: cuando los soldados romanos en la 1ª
Guerra Púnica (264-241 a.C) llegaron a Sicilia y la Magna Grecia a
luchar contra los cartagineses, quedaron entusiasmados con las
representaciones teatrales que se ofrecían en las ciudades griegas. Al
volver a Roma eran ya un público aficionado a las obras dramáticas,
y ésto obligó a los magistrados a promover funciones con el objeto
de ganar popularidad y votos. Los magistrados encargados
especialmente de organizar los festejos eran los ediles.
Así, ya a partir del 240 a. C. en las fiestas oficiales se introdujo
el teatro; Se tiene noticia de que C. Livio Andrónico representa por
primera vez en Roma una obra dramática durante este año; esta
representación era esencialmente una imitación o calco del teatro
griego.
Pero mucho antes de este drama los romanos habían conocido
otras representaciones cómicas rudimentarias y muy primitivas,
venidas de las distintas poblaciones que habitaban Italia antigua. Son
las siguientes:
a) Las saturae Según Tito Livio, en el año 364 a. C., a causa
de una terrible peste, fueron introducidos los juegos escénicos como
medio de apaciguar a los dioses; son una especie de danzas
miméticas, en que los bailarines entablaban una especie de diálogo
sin palabras, a base de gestos, en honor de los dioses para
ahuyentar la peste de la ciudad. Bailaban al son de la flauta.
Posteriormente se fue incorporando letra al espectáculo en metros
variados, acompañados de cantos. Como vemos el teatro nace muy
unido a los ritos religiosos y con una finalidad purificadora.
b) Danzas etruscas bailadas por actores profesionales y
cantadas al son de la flauta.
c) Versos improvisados, los llamados “versos fesceninos”,
en que dos coros se lanzaban entre sí toda clase de atrevidas
invectivas (insultos), gritos, obscenidades, crueldad y pasayadas Era
un diálogo punzante con música y disfraz. Se conservaron en las
bodas y triunfos.
d) La Atelana. Se representa esta farsa desde tiempos muy
primitivos en Atela, ciudad al sur de Roma. Es un breve sainete
satírico de carácter obsceno con cuatro personajes fijos: Doseno,
jorobado astuto; Bucco, tragón; Pappo, viejo bonachón y Macco,
tonto.
e) El Mimo. Es similar en contenido al anterior; no tiene
personajes fijos; el actor imita a personas o animales mediante el
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gesto o la voz. Solía representarse en entreactos teatrales, también


en domicilios privados o plazas públicas. Era en el único género en el
que intervenían mujeres. Era temática habitual el marido burlado, y a
menudo incluía el striptease integral y actos de bestialidad o
crueldad. No llevaban disfraces, aunque posteriormente los fueron
tomando y se desarrolló mucho en época imperial, dando origen a la
pantomima.
f) La Pantomima. Es un género genuino del Lacio; un actor
canta mientras otro, cubierto con máscara, interpreta, sirviéndose
únicamente de su cuerpo en movimiento como vehículo expresivo, el
contenido trágico o cómico del texto musicado. Se valora la función
mímica, en especial el uso de las manos, por encima de la musical.
Todos estos espectáculos habían ido preparando al pueblo para
el grandioso teatro griego, que se introduce en Roma en el s. III a. C.
Incluso después de introducirse ya en Roma los espectáculos
dramáticos a la manera griega, los romanos siguieron cultivando
dichas composiciones en verso.
Los primeros teatros surgen en Roma en el s. III a. C. y se
reducen a simples tablados provisionales, con un escenario sobrio,
sin telón ni decorados, ante el que se apiña un público bullicioso, al
que un heraldo tenía que conminar a menudo a guardar silencio. El
primer teatro que se levantó de piedra (año 154) lo mandó derruir el
Senado. Poco después (año 144), el cónsul Mumio mandó edificar un
teatro aún de madera, pero ya con graderíos, al estilo de los griegos.
La compañía se llama grex o caterva, y el empresario
dominus, que a veces es el mismo autor de la obra y se encarga de
la puesta en escena.
Los ediles encargados de organizar los juegos públicos pedían
a los escritores de fama (Livio Andrónico, Nevio, Ennio...) que
adaptasen obras griegas para representarlas en los mismos.
Todo el teatro antiguo se compone en un verso variado y
acompañado de flauta. Hay muchas partes cantadas y otras
recitadas. Tiene un papel importantísimo el coro en la tragedia, ya
que en la comedia desapareció pronto. Los esquemas métricos varían
según las escenas, predominando los metros yámbicos y trocaicos en
los diálogos, mientras que en las partes cantadas eran también el
anapesto y el dáctilo.

1. 2. Géneros teatrales.

1. Tragedia:
* Al modo griego: “fabula graeca”. Autores: Accio
* Al modo romano: “fabula praetexta”. Autores: Livio Andrónico,
Nevio, Pacuvio, Ennio y Séneca.
2. Comedia:
* Al modo griego: “fabula palliata”. Autores: Plauto y Terencio
* Al modo romano: “fabula togata”. Fue poco representada.

2. LA TRAGEDIA.
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- Adaptación de la tragedia griega.


- Tragedia arcaica:
- Dramas sobre todo de mitos del ciclo troyano (f.
graeca)
- Dramas sobre todo de personajes históricos (f.
praetexta)
- Relación de la tragedia con la épica y con la oratoria.
- Autores arcaicos: Pacuvio
- Autores de época imperial: Séneca.

Desde los primeros tiempos de la adaptación de la tragedia


griega en Roma vemos en los poetas una preocupación
fundamental, que no es otra sino la de tomar del repertorio griego
aquellas obras que respondían a las preocupaciones actuales
del pensamiento nacional romano; es decir, exigencias de tipo
político determinaron desde los primeros momentos la elección del
modelo a reelaborar. Así la tragedia arcaica se inclina
fundamentalmente por los dramas que se referían a mitos del ciclo
troyano, ya que por entonces comenzaban los patricios romanos a
afirmar su descendencia a partir de los héroes de la legendaria
guerra de Troya. Con la tragedia se pretendía, en definitiva, una
vuelta a los orígenes míticos de la estirpe romana.
En esta misma dirección política se enmarca la creación de las
tragedias de tema romano, las fabulae praetexta, que no sólo
escenificaban las gestas de héroes legendarios, sino también de los
personajes históricos.
Por lo tanto, no es extraño que la tragedia se vincule desde los
orígenes con el género típicamente nacional, la épica, pues también
ésta relacionaba los orígenes de Roma con la guerra de Troya.
También se relaciona con la oratoria, pues ambas tratan de
enaltecer los aspectos emocionales por medio de artificios
estilísticos.
* De los autores arcaicos destaca Pacuvio
* Después la tragedia entra en declive y no volverá a encontrar
un autor digno de ella hasta la época imperial con el filósofo Séneca.
En la época imperial las obras teatrales, en vez de ser representadas,
estaban destinadas únicamente a ser recitadas en público o leídas en
un local adecuado, llamado odeum, para un público más bien selecto.
Con el nombre de Séneca (4 a. C-65 d. C.) nos han llegado un total de
diez tragedias, nueve de tema griego (Hercules furens, Troades,
Phoenissae, Medea, Phaedra, Oedipus, Agamennon, Thyestes,
Hercules Oetaeus) y una de argumento histórico romano, Octavia,
donde narra la vida de Octavia, mujer de Nerón, repudiada y
ejecutada por él; pero se cree que no la escribió Séneca.

3. LA COMEDIA. SUS TIPOS Y AUTORES MÁS


REPRESENTATIVOS.

3.1. Tipos y actores.


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* Al modo griego: “fabula palliata”. Autores: Plauto y Terencio


* Al modo romano: “fabula togata”. Fue poco representada.

Los actores eran todos masculinos y esclavos, algunos tenían


que representar varios papeles en la misma obra, cambiándose de
atuendo en los intermedios musicales. No usaban máscara y el atavío
y las pelucas (blancas para los ancianos, morena o rubia para los
jóvenes, pelirrojas las de los esclavos) caracterizaban a los diversos
personajes. En las tragedias y comedias de ambiente griego los
actores se visten con el pallium o manto griego (fabula palliata de
pallium “manto griego), por la afición del público a lo exótico y para
no atentar, con sus burlas, contra la dignidad de la aristocracia
romana. En cambio en las tragedias y comedias de ambiente romano
hay que distinguir la fabula togata o comedia (de toga, manto
nacional romano), de tema y ambiente puramente romano, que
jamás encontró aceptación en el gran público, y se representaba con
la toga normal del ciudadano romano, y la fabula praetexta o
tragedia por emplear la toga bordada de los magistrados.
La que más se representó fue la fabula palliata. Los primeros
autores de comedias, Livio Andrónico y Nevio, también tomaron sus
obras de los comediógrafos griegos, pero generalmente no de
Aristófanes, sino de Menandro, Filemón y otros posteriores, que se
suelen englobar en la comedia media y nueva ateniense del siglo IV
a.C.
Para compensar la ausencia de la máscara, se recurría a
variados juegos escénicos y a la acumulación de peripecias,
refundiendo normalmente dos obras griegas en una sola
(Contaminatio). Como el público no habría tolerado que un ciudadano
romano fuera engañado o ridiculizado en la escena por un esclavo, se
le ofrecían cuadros de costumbres griegas, en las que todo estaba
permitido: mercaderes de esclavos, viejos verdes, jóvenes
atolondrados y sin escrúpulos, esclavos avispados y trapisondistas,
esclavas incitantes que acaban casándose con el protagonista,
problemas entre padres e hijos, etc.
Se usarán máscaras sobre todo después de Terencio y el hecho
de que estuvieran prohibidas (cuando eran de uso corriente desde
antiguo en las diversiones primitivas itálicas) contribuía a resaltar el
carácter extranjero del espectáculo a representar.
Las características generales de las fabula palliata, que se
pueden aplicar a sus máximos representantes, Plauto y Terencio, son
las siguientes:
 Se denominan fabula palliata porque sus personajes van
vestidos con el manto griego, llamado pallium.
 Se producen en ellas anacronismo, al introducirse en ambientes
griegos magistrados, barrios, costumbres… romanos, con el fin
de acercar las obras griegas al pueblo romano.
 Sus tipos suelen ser populares, lo mismo que su lenguaje, y su
tono es picaresco, llegándose en ocasiones a la obscenidad y
grosería
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 Los argumentos son casi siempre amorosos y consisten en las


tribulaciones de un joven atolondrado que necesita dinero para
comprar a una hermosa esclava de la que se ha enamorado
perdidamente. Su padre suele ser un viejo calavera, que no le
da el dinero, y si se descuida le quita a la novia. Por eso tiene
que engañarlo con la ayuda de un pícaro esclavo y de un
parásito. Este último es el gracioso de la comedia latina: un
gorrón que sólo piensa en el modo de conseguir ser invitado a
comer gratis y a cambio está dispuesto a todo. Siempre se está
quejando de hambre y del egoísmo de los demás, con mucha
cara. Las comedias suelen terminar bien para los buenos,
después de enredarse estrepitosamente la acción en una serie
de peripecias hilarantes, en virtud de las cuales se descubre
(anagnórisis) que la amada es de origen libre, raptada por unos
piratas o convertida en esclava por azares del destino que al fin
se aclaran, pudiendo los jóvenes conseguir su amor por fin.
 En la comedia latina no hay suspense, porque antes de
comenzar hay un prólogo en que se nos explica por anticipado
lo que va a pasar. Al público antiguo no le interesaba el
argumento en sí, que siempre era muy similar, sino su forma
de desarrollarse y el ingenio del autor para provocar la
carcajada con sus chistes y peripecias.
 Delante del prólogo los manuscritos nos han transmitido otros
dos elementos ajenos a las obras y que nos dan datos sobre
ellas: las didascaliae nos informan sobre el autor, título y
detalles de la representación y los argumenta son breves
resúmenes en acrósticos del tema de la obra.

3.2. Autores más representativos.

A. Plauto. (254-184 a. C.)

TITO MACCIO PLAUTO nació hacia el año 254 a. C. en el norte de


Italia. Se dice de él que ejerció diversos oficios, que llegó a trabajar
como esclavo en un molino y que conoció, alternativamente la
pobreza y la riqueza. Conocía el griego y posiblemente patrocinó
algunas empresas teatrales.
Compuso sus primeras obras hacia el año 215 a. C. y, a su
muerte, en el año 184 a. C. dejó una abundante producción literaria,
de la que sólo nos quedan veinte comedias.

A. 1. Obras.
La enorme gloria de Plauto hizo que los empresarios anunciaran
como suyas innumerable comedias espúreas, para asegurarse el
éxito de público, de modo que en el s.I a. C. corrían como suyas 130
comedias. El gran erudito Varrón, experto en lengua y literatura,
después de un minucioso estudio, autentificó como seguras de Plauto
sólo 21, que se han conservado transmitidas fielmente y completas
gracias a la garantía verroniana.
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He aquí algunos títulos de sus obras:


* Mostellaria (“La comedia del fantasma”)
* Pseudolus (Nombre de esclavo intrigante)
* Aulularia (“La comedia de la olla”, en la que se inspiró
Molière para crear El Avaro)
* Trinumus (“Las tres monedas”)
* Menaechmi (“Los mellizos”, andanzas de un hermano en
busca de su hermano gemelo)
* Amphitruo (“Anfitrión”, imitada por Molière)
* Captivi (“Los cautivos”, en la que un esclavo, hecho
prisionero con su dueño, se hace pasar por éste para conseguirle la
libertad)
* Miles gloriosus (“El soldado fanfarrón”)
* Mercator (“El mercader”)
* Asinaria (“La comedia de los asnos)
Los prólogos son recitados por:
- un dios (Mercurio en Amphitruo)
- El Lar de la casa en la Aulularia.
- Un personaje alegórico, etc.

A. 2. Argumentos.

Todos sus argumentos están tomados de la Comedia Media


griega (Antifanes) o Nueva (Menandro, Filemón ...). Los temas suelen
ser muy parecidos: son casi siempre amorosos y consisten en las
tribulaciones de un joven atolondrado que necesita dinero para
comprar a una hermosa esclava de la que se ha enamorado
perdidamente. Su padre suele ser un viejo calavera, que no le da el
dinero, y si se descuida le quita a la novia. Por eso tiene que
engañarlo con la ayuda de un pícaro esclavo y de un parásito. Este
último es el gracioso de la comedia latina: un gorrón que sólo piensa
en el modo de conseguir ser invitado a comer gratis y a cambio está
dispuesto a todo. Siempre se está quejando de hambre y del egoísmo
de los demás, con mucha cara. Las comedias suelen terminar bien
para los buenos, después de enredarse estrepitosamente la acción en
una serie de peripecias hilarantes, en virtud de las cuales se
descubre (anagnórisis) que la amada es de origen libre, raptada por
unos piratas o convertida en esclava por azares del destino que al fin
se aclaran, pudiendo los jóvenes conseguir su amor por fin.

* LA AULULARIA
Una de las comedias que han ejercido más influencia en la
literatura moderna es la Aulularia. Plauto puso de relieve (quizás
inspirándose en una obra perdida de Menandro) la psicología del
hombre afectado por una especie de locura denominada codicia y
sed de oro.
El pobre Euclión ha encontrado en su casa una olla llena de
monedas de oro. Siente de pronto un miedo incontenible ante el
pensamiento de que puedan robarle su tesoro. En lugar de sacarle
partido al venturoso hallazgo, vive asustado y más pobremente que
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antes, para no despertar sospechas sobre su cambio de fortuna.


Pretende incluso casar a su hija, sin entregarle dote alguna, con su
rico vecino Megadoro. De pronto, el robo del preciado tesoro, que
lleva a cabo el esclavo del joven enamorado de su hija, le sume en la
más profunda desesperación. La devolución del oro, ordenado por
este joven, sobrino de Megadoro, produce en el avaro Euclión un
cambio tan repentino, que, tras sensatas reflexiones sobre sus
deberes de padre, se desprende del tesoro causante de sus
infortunios, dándoselo en dote a su hija, que se casa con su querido
Licónides.
La ridícula tacañería de Euclión, su miedosa manía
persecutoria, su desconfianza rayan en la misantropía y su
insensibilidad ante los problemas sentimentales de su hija, fruto todo
ello de su obsesiva codicia, se convierten en los rasgos típicos del
avaro y llevan en sí el germen de cuantas obras se compusieron
sobre este tema a lo largo de los siglos, desde Plauto al Avaro de
Molìere, la Quimera del oro de Charlot o El tío Miserias de Arniches.

A. 3. Personajes.

Los personajes son convencionales (todo un desfile de tipos


tomados de la vida real en unas escenas rebosantes de vida):
- Joven irreflexivo, derrochador y apasionado.
- Padre conservador, avaro a veces; otras veces, antiguo
calavera con propensión a volver a las andadas, pero intransigente
con su hijo.
- Matronas serias y virtuosas, pero un tanto toscas.
- Jovencitas que sólo piensan en el amor y en el matrimonio.
- Esclavo avispado y trapacero, que ayuda a su joven amo en
sus devaneos amorosos, mientras se complace en torturarlo
constantemente con sus chanzas.
- Traficante de esclavos brutal, avaro, astuto y cínico, a quien
engaña el esclavo, para jolglorio y complaciencia del espectador.
- Parásito adulador y rastrero.
- Soldado fanfarrón.
- Cocinero de alquiler, ladrón y jactancioso.
- Cortesana diestra en las artes de su oficio.

La experiencia de la vida vulgar, que supo reflejar en sus


comedias, aseguró a Plauto un éxito de siglos.

A. 4. Características de Plauto.

 Plauto era un hombre nacido en el seno del pueblo, dotado de


un talento superior que le permitió captar los gustos populares
a la perfección. Dominaba el lenguaje coloquial y la técnica
gramática y todo ello contribuyó a que compusiera unas obras
de corte popular insuperable.
 Como los temas son todos por el estilo, tuvo que compensar su
monotonía con una genial inventiva, que hace que cada obra
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sea totalmente diferente de las demás por sus alocadas e


hilarantes peripecias.
 Con su extraordinario ingenio sabe alargar y dar más peso a las
escenas interesantes, recortando y llenando de gracias las
otras y añadiendo de su cosecha cuadros plenos de humor, de
modo que la obra griega queda totalmente transfigurada y
adquiere una vitalidad asombrosa. Cada escena forma un todo
por sí misma y es un prodigio de ingenio debido a la
experiencia de su agitada existencia y su instinto escénico
portentoso.
 Se destaca Plauto, sobre todo, por su tratamiento de los
esclavos, que llevan todo el peso de la obra: están dotados de
una astucia y audacia tan asombrosas que saben librarse de
todos los peligros en que caen debido a su temeridad y pillería.
Son auténticas obras maestras de la imaginación popular, que
llenan la comedia con su lenguaje desgarrado, su alegría
incontenible, su vitalidad desbordante y su picardía. Son
auténticos bribones, sin el menor escrúpulo, con tal de librarse
del trabajo y darse la buena vida, exponiéndose a los castigos
del amo por sus desobediencias e ingeniándoselas
maravillosamente para librarse de ellos. Pero como
contrapartida son fieles a sus amos y, si los ven en apuros,
ponen en juego todas sus tretas para ayudarlos, aunque les
cueste la vida. Su lengua está en completa armonía con su
carácter y los define magistralmente: sus palabras
malsonantes, sus insultos, sus expresiones de temor o triunfo,
sus embustes, etc. revelan perfectamente su personalidad
pícara y taimada y son un dechado de gracia que deleitaba al
espectador.

En cuanto a las características de su estilo son las siguientes:

1. Todos los recursos estilísticos están empleados con maestría


suprema para conseguir el regocijo del público: cada frase es un
chiste arrollador.
2. Su característica más importante es la prodigiosa inventiva
verbal y rítmica, que le permite ridiculizar el lenguaje de todas
las clases sociales y géneros literarios: en las escenas amorosas
alcanza un lirismo tan almibarado que provoca la carcajada; si
hablan los dioses, magistrados o sacerdotes, su solemnidad y
grandilocuencia están tan bien conseguidas que la parodia de la
épica y tragedia hacían reventar de risa al público, por llevar sus
características a extremos grotescos. La expresividad de su
expresión y su perfecto conocimiento del lenguaje le permiten
burlarse de la lengua del derecho, militar, religiosa, política,
filosófica, médica, etc. explotando al máximo su pedantería para
provocar la hilaridad. Todo lo ridículo y exagerado es
aprovechado para hacer reír, lo que revela una capacidad de
captación y de observación extraordinarias.
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3. No hay escritor en la literatura universal de lengua más variada


y flexible. Además introduce expresiones griegas que el público
conocía de la guerra y recordaba con satisfacción, sirviéndose de
ellas para ridiculizar la pedantería de la moda de imitación de
todo lo griego. Es capaz de alcanzar el más tierno lirismo, el más
desgarrado patetismo, la más grandiosa solemnidad, y además
todo en son de burla.
4. Es un maestro insuperable a la hora de distinguir a los
personajes por su forma de hablar: el lenguaje fino de los amos
contrasta con el grosero de los esclavos. Se distingue
perfectamente por su habla el hombre de la mujer, el viejo del
joven…
5. Inventa muchísimas palabras enormes, formando descomunales
compuestos de gran fuerza expresiva.

B. Terencio. (190- 159 a. C.)

PUBLIO TERENCIO AFER nace en Cartago en torno al año 190 a. C.


Esclavo africano, liberado y educado con solicitud, en un ambiente
cultivado, por su dueño, Terencio Lucano, de quien tomó el nombre.
Siendo aún muy joven se inició en la literatura griega y, al
contrario que Plauto, apenas mantuvo contacto con el pueblo.

B. 1. Obras.
Tienen títulos griegos:
* Andria, su primera comedia, representada el año 166 a. C.
* Hecyra, “La suegra”
* El eunuco
* Heautontimoroumenos, “El verdugo de sí mismo”.
* Formión, nombre del parásito que aparece en esta obra.
* Los Adelfos, “Los hermanos”.
En la Hecyra nos presenta a un joven matrimonio mal avenido.
El padre del marido sospecha que su mujer intriga contra su nuera. Al
final todo se arregla, ya que la suegra sólo trataba de reconciliar el
matrimonio.
En el Heautontimoroumenos y en Los Adelfos se plantea el
problema de la educación de los hijos.

B. 2. Personajes.
Los tipos son parecidos a los del teatro de Plauto: un joven
irreflexivo, enamorado de una joven pobre, pero digna de la pasión
que inspira; el azar devuelve a la joven su familia y sus bienes; el
padre del joven se enternece y accede a las pretensiones
matrimoniales de ambos tórtolos. Todo ello adobado por el criado
ingenioso y sazonado con las mil peripecias que implica un amor
clandestino.
A pesar de esto, los tipos no son tan auténticos como en Plauto,
adolecen de cierta uniformidad e irrealidad, pues no hablan ni actúan
de acuerdo al estrato social al que pertencen. A pesar de dicha
uniformidad, la delicadeza y el realismo del análisis psicológico nos
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da la impresión de que nos hallamos ante seres humanos, no ante


muñecos. De ello surge el contenido moral de este teatro. Por ello se
suele calificar a Terencio como el comediógrafo de la humanitas,
maestro en el manejo de los sentimientos.

B. 3. Características de Terencio.
 No alcanza la comicidad de Plauto. Huye de las groserías, los
juegos de palabras y la caricatura exagerada de la realidad. No
persigue la risa, sino la sonrisa comprensiva del espectador,
capaz de tomar parte en el juego sutil de los sentimientos
humanos.
 Las relaciones humanas están presididas por la ternura, que
incluso aparece en el trato entre amos y esclavos.
 La vis cómica, que impregna el teatro de Plauto, queda muy
reducida; con ello el gran público huye del teatro y se
concentra en los espectáculos de masas, como el anfiteatro y el
circo.

En cuanto a su estilo:
1. La lengua, aunque muy simple en apariencia, no tiene
ningún resabio familiar o popular. Es uniforme y
contribuye a la impresión de monotonía que se
desprende de este teatro. Íntegramente latina, un poco
árida, precisa y sin mucho colorido. Representa el primer
modelo de clasicismo latino.
2. A pesar de la pobreza lingüística aparente, logra la
diversidad de matices delicados que caracterizan el arte
más cultivado.
3. La versificación, muy correcta, está lejos de la variedad
plautina, siendo la uniformidad prácticamente total en
toda la obra.

La comedia de Terencio quedó, pues, relegada a los ambientes


más selectos, para ser leída por los doctos, por la pureza de su estilo,
por su perfección en la construcción de la obra, por su delicadeza y
buen gusto, cualidades que permiten clasificar a la Comedia Latina
entre los grandes géneros literarios de todos los tiempos.

Se puede concluir diciendo que aunque las mismas fuentes


nutrieron a Plauto y Terencio, el uso distinto marcó el futuro de cada
uno de los autores y de la comedia en sí. Terencio no disfrutó de la
loa del público porque el público que asistía a sus representaciones
quería farsas, no comedias parecidas a dramas psicológicos. Esto
hizo que la palliata tuviera ya su fin marcado tras la muerte de
Terencio. Con la muerte de la palliata surge la togata, el renacimiento
de la comedia más común y corriente.
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LA HISTORIOGRAFÍA LATINA

1. CARACTERÍSTICAS Y ORÍGENES DE LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA


1.1. Los Calendaria
1.2. Los Fastos
1.3. Los Annales

2. LA MONOGRAFÍA HISTÓRICA A FINALES DE LA REPÚBLICA: CÉSAR Y


SALUSTIO
2.1. César (100-44 a.C.)
* Vida
*Obra: Commentarii rerum gestarum: De bello Gallico / De
bello civili
* Características y estilo
2.2. Salustio (86-35 a.C.)
* Vida
*Obra: La guerra de Yugurta / La conjuración de Catilina
* Características y estilo

3. LA HISTORIOGRAFÍA EN LA ÉPOCA DE AUGUSTO: TITO LIVIO


3.1. Tito Livio (59/64? a. C.- 17 d. C)
*Obra: Ab urbe condita
* Características
* Estilo
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1. CARACTERÍSTICAS Y ORÍGENES DE LA HISTORIOGRAFÍA


ROMANA

La historia es el género en prosa más importante de la


literatura romana. El cultivo de la historia entre los romanos rebasaba
el marco meramente literario. Los romanos utilizaron la historia como
instrumento político, ya fuera para justificar su supremacía sobre los
demás pueblos (Tito Livio), para destacar el protagonismo de las
familias dominantes (los analistas), para criticar a esa nobleza
romana (Salustio), para defender su propia actuación política (César),
o para criticar a un régimen político (Tácito). En una palabra,
predomina el tipo de historiador comprometido políticamente.
La historiografía romana nace en el último tercio del s. III a. C.
Los primeros historiadores de Roma, llamados analistas primitivos,
estaban al servicio de los intereses de la aristocracia dirigente, tanto
de tipo político como religioso, que habían acumulado desde hacía
mucho tiempo una gran cantidad de documentación oficial. Esta
documentación puede clasificarse en:
1.1 Calendaria: simples listas de tipo religioso, obra de los colegios
sacerdotales (ceremonias, festividades, tradiciones...). Su origen se
remonta al s. V a. C., pero se comenzaron a redactar en forma
detallada a partir del s. III a. C., cuando los pontífices empezaron a
llenar las distintas lagunas del viejo texto, completando la historia
inicial de Roma.
1.2. Fastos: relación de los días en que se podía celebrar justicia.
1.3. Annales: documentos de carácter privado donde las principales
familias romanas referían su crónica familiar o donde los pontífices
contaban lo que sucedía a diario y año tras año en Roma.
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Los primeros historiadores son llamados analistas porque


narraban los acontecimientos por años, a imitación de los anales.
Comienzan sus relatos con la fundación de Roma y extienden su
narración hasta su propio tiempo. Empezaron a redactar sus anales
en griego, porque era la lengua de cultura en todo el Mediterráneo
helenizado. El primer analista de nombre conocido es Fabio Píctor
(III-II a. C.). Pero el historiador romano más antiguo que escribió en
latín fue M. Porcio Catón, el Censor (234-149 a. C.), autor de
Orígenes, de la que se han conservado muy pocos fragmentos. Esta
obra narra el nacimiento y desarrollo de las principales ciudades de
Italia. Se refleja en ella su arrolladora personalidad, siempre en
defensa de la vieja moral y costumbres romanas, para luchar contra
el lujo venido a Roma desde Oriente, que la debilitaba y amenazaba
con corromperla.
Habría que esperar al s. I a. C. para encontrar los primeros
historiadores importantes.

II. LA MONOGRAFÍA HISTÓRICA A FINALES DE LA ÉPOCA


REPUBLICANA: CÉSAR Y SALUSTIO

2.1. CÉSAR

* VIDA
De familia patricia y perteneciente al partido democrático de
Mario, tuvo que sufrir en su juventud destierro decretado por el
dictador Sila. Sus victorias militares impulsaron su carrera política.
Formó junto con Craso y Pompeyo el primer triunvirato. Tras
conquistar las Galias, se enfrenta al Senado y estalla la guerra civil
entre César y Pompeyo (52 a. C), al que derrotó en Farsalia, ciudad
de Tesalia al norte de Grecia. En el 45 a. C. se proclama dictador
perpetuo en Roma. En los Idus de marzo del año 44 es asesinado a
las puertas del Senado por un grupo de conjurados de ideas
republicanas.

* OBRA
Su obra tiene un carácter único en su género. César no se tomó
en serio su actividad literaria sino como una distracción en las horas
de ocio y como instrumento de propaganda política.
Su obra Commentarii rerum gestarum consta de
- De bello Gallico (7 libros): donde narra sus campañas militares en
las Galias.
- De bello civili (3 libros): obra inconclusa donde cuenta los
episodios de su enfrentamiento con Pompeyo. Intenta justificar su
actuación, inculpando al Senado y a Pompeyo del conflicto.
Ambas obras son, ante todo, un autotestimonio del político que
quiere fijar su propia visión de los acontecimientos. No son
presentadas como “historia”, sino como “memoria oficial”.

* CARACTERÍSTICAS
15

 No trata los temas históricos por su interés en sí mismos, sino


porque le interesa hacerse propaganda y justificar ante la
opinión pública sus hechos militares: la guerra de las Galias se
había hecho impopular en Roma, porque César retenía durante
siete años su cargo de procónsul, lo que era irregular y se le
veía como una amenaza de dictador. Por otra parte la guerra no
producía beneficios a nadie excepto a él y en cambio le suponía
al estado una sangría de vida y dinero. César trataba de
demostrar en su obra que la guerra no era ningún capricho
personal. Motivos similares se pueden aducir en la otra obra, ya
que sus enemigos no le perdonaban la muerte y desolación
sembradas en Roma en la lucha fratricida de la cual era
considerado culpable. César pretende demostrar que los
primeros pasos de la guerra habían sido dados por Pompeyo y
que él no había hecho más que defenderse.
 En conjunto es imparcial, aunque a veces omite detalles que
pudieran perjudicarle. No escribe con pasión, sino con un frío
cálculo para no poner nada inútil. Da la impresión de una
crónica periodística magistralmente escrita.
 Su realismo y curiosidad natural le llevan a insertar excursus
etnográficos y geográficos de gran interés por la información
que nos proporcionan sobre las tribus bárbaras (v.gr. las
costumbres de los galos y germanos, la construcción de un
puente sobre el Rin, etc.)
 Narra todo en tercera persona para dar mayor impresión de
objetividad. No pretende emocionar sino conseguir con eficacia
su propósito propagandístico y todo está inteligentemente
estudiado para ello.
 Las fuentes que utiliza son los informes de los oficiales de
César, los propios diarios de campaña y además en el caso de
De bello Gallico, los informes oficiales de César al Senado.

* ESTILO

 Es un modelo de clasicismo y de buen dominio del latín, de una


elegancia sin igual, lograda con la más pura sencillez y
claridad, debidas en gran medida a la ausencia de pasión, por
lo que nunca se deja arrastrar por el relato y mantiene siempre
un frío dominio sobre lo escrito.
 No explica más que lo esencial, con gran precisión y
consiguiendo siempre mantener la atención, gracias a su
vivacidad, que hace revivir todo ante nuestros ojos, eliminando
todo elemento engorroso o inútil.
 Intercala discursos emotivos de sus personajes, llenos de
energía y vigor y que contribuyen a dar al relato actualidad y
un toque de dramatismo psicológico.

* LENGUA: es elegante, ágil, evitando palabras desfasadas y


buscando la máxima pureza tanto en el vocabulario como en la
16

construcción, con frases bien engarzadas y de unas dimensiones


medias, sin caer en el período demasiado recargado ni tampoco
excesivamente seco por su brevedad. Se puede decir que todo
está en un punto justo por su sencillez y naturalidad.

2.2. SALUSTIO (Gaius Salustius Crispus, (86-35 a. C.))

* VIDA
Nace en el seno de una acomodada familia sabina. De muy
joven se traslada a Roma donde frecuentó la escuela de retórica. Su
actividad política se vio condicionada por el hecho de apoyar a la
causa de César, quien lo rehabilita, tras su expulsión del Senado, y lo
nombra procónsul de la provincia africana de Numidia. Tras el
asesinato de César, se retira de la política y se dedica a la redacción
de sus obras, desengañado de los honores. Esto es precisamente la
causa de que haya dado un tono moralizante a su obra, en la que se
respira un fuerte resentimiento debido a su fracaso y a los ataques
de que fue objeto y que él siempre interpretó como un manejo
político del partido contrario, que aprovechaba el ataque personal a
sus adversarios para desprestigiar al partido contrario. Por ello en su
obra aprovecha toda ocasión para criticar la situación política de
Roma por su corrupción; ataca a la nobleza por su lujo y avaricia,
pero también al partido popular dirigido por demagogos faltos de
honradez y que utilizaban a la masa para conseguir el poder. Veía en
todo ello un gran peligro para Roma y la causa de su decadencia en
último término. Frente a ello y siguiendo la línea moralista iniciada
por Catón y muy arraigada en la literatura romana, ensalza los
primitivos tiempos romanos de austeridad y honradez, que dieron a
Roma un ejército aguerrido y sufrido que la hizo dueña de todo el
mundo conocido. Pretende que se renuncie al lujo venido de Oriente
para que Roma recobre su primera fuerza y no se derrumbe. Esto va
a ser una constante en la literatura latina.

* OBRA
Toda su producción constituye una crónica de la decadencia de
su tiempo. Salustio fue el intérprete de la crisis de la república y el
primer gran historiador romano strictu sensu. Elige como género
historiográfico la MONOGRAFÍA, lo que le permite centrarse en un
único episodio, cercano a su tiempo, y desarrollarlo exhaustivamente
desde sus comienzos hasta su conclusión. Además de sus
Historiae de las que sólo nos quedan unos pocos fragmentos y
narraba el período desde el 79 al 66 con toda la multiplicidad de la
vida romana y la caída del partido popular ante la creciente fuerza
del partido senatorial, escribió dos monografías:
.
- La guerra de Yugurta, en la que narra la lucha de Roma contra
Yugurta, rey de Numidia (114-104 a. C.), lo que le sirve de pretexto
para hacer un análisis de la política romana de esa época que
preludia las grandes convulsiones del s. I .a.C., porque en esta guerra
se encumbró su vencedor, Mario, jefe del partido popular, que,
17

valiéndose de su ejército, posteriormente instauró en Roma la


primera dictadura militar, preludio del imperio.
- La conjuración de Catilina, donde analiza los antecedentes,
desarrollo y conclusión del intento de golpe de Estado protagonizado
por Catilina en el 63 a. C., año del consulado de Cicerón. La intención
de Salustio es, por un lado, exculpar a César de toda la implicación
en la conjura (de lo que en su momento fue inculpado y parece que
es una realidad histórica) y por otro, mostrar un cuadro de
costumbres que pusiera al desnudo la corrupción de la nobleza. Su
partidismo político se deja notar en el escaso protagonismo que
concede a Cicerón, representante de la nobleza senatorial, quien
desveló la conjuración pronunciando ante el Senado sus famosos
discursos contra Catilina, conocidos como Catilinarias.
Ambos hechos se prestaban a profundas reflexiones sobre la
situación sociopolítica romana, y permitían analizar la conducta
vergonzosa de los dos partidos políticos en lucha, que redundaba en
perjuicio del Estado y ponía continuamente en peligro a la República
por sacrificar a sus ambiciones de poder la paz y estabilidad de la
nación con continuos enfrentamientos manchados de sangre. En ellas
aprovecha para criticar duramente el comportamiento de los jefes de
los partidos y también del pueblo, cuya desidia le hace prestarse al
juego político de la ambición de los partidos. El pueblo también es
parte importante por servir al juego de la demagogia de unos y otros,
sirviendo en las clientelas de los optimates o en las filas del partido
popular y practicando la violencia electoral para aupar a sus
favoritos. Su posición política es inestable y contradictoria
vendiéndose al mejor postor o al que le prometa tierras o pan gratis,
favoreciendo con ello la inmoralidad e impidiendo una línea política
firme y honrada. Salustio refleja en sus obras todas estas intrigas y
el trasfondo de la lucha política con toda su corrupción porque cree
que ésto preludia la ruina del régimen imperante y el advenimiento
de la tiranía, lo que a la larga será la perdición de Roma. Para él,
como para Tucídides, la historia es maestra de la vida y la labor del
historiador es abrir los ojos al lector para sacar enseñanzas de los
hechos.

* CARACTERÍSTICAS:
 Salustio ha tomado como fondo estos dos hechos
aparentemente poco importantes de la historia de Roma, para
exponer ampliamente toda la vida de la ciudad, haciendo
profundas reflexiones sobre la situación sociopolítica, dándole
así a su historia un valor universal que transciende el momento
presente para elevarse a un nivel casi filosófico.
 Su profundo pesimismo, desengaño y resentimiento le dan a la
narración un tinte derrotista y dramático, como si su posición
fuera fatalista y pensara que todo está marcado de antemano y
no se puede hacer nada para luchar por el destino.
 El sentido pesimista de su historia nace por tanto en Salustio
de la convicción de que el acontecer histórico se debate entre
dos fuerzas: la iniciativa humana y la fuerza del azar, que
18

muchas veces hace a los hombres del destino, mientras otras


es el hombre el que domina las circunstancias con su energía y
firme voluntad. Siente una ferviente admiración por la virtus
antigua romana de los antepasados, hombres de bien austeros
y fuertes que forjaron la gloria de Roma: de nada sirve la
piedad y confianza de los dioses, si no se pone por parte
humana lo necesario para resolver los problemas. Salustio
admira la energía de Iugurtha, y Catilina, pero la condena,
porque no va encaminada al bien y pone de manifiesto cómo el
destino los conduce a su ruina. La energía humana sólo triunfa
a la larga si va encaminada al bien, como pasaba con los
antepasados romanos.

* ESTILO
 Había recibido una esmerada formación. Conocía muy bien a
los historiadores griegos y en especial a Tucídides, autor de La
guerra del Peloponeso, obra que narraba las guerras entre
Atenas y Esparta en el siglo Va C., con un nivel elevadísimo
tanto literaria como históricamente, debido al extraordinario
sentido crítico de Tucídides. La admiración por Tucídides llevó a
Salustio a seguir sus pasos, estudiándolo cuidadosamente e
imitando su método histórico y su estilo.
 Escribe con imparcialidad amarga, al observar la degeneración
de su patria. En sus observaciones pesimistas a veces se
percibe una fina ironía.
 Su estilo es denso, sin adornos, tan breve que a veces es difícil
de traducir, sobre todo en las reflexiones moralizantes que
introduce sobre todo en el comienzo de sus obras y que
constituyen una especie de prólogo a ellas.
 Utiliza frecuentes arcaísmos en su vocabulario y toda la
narración va envuelta en una atmósfera arcaica, para realzar
aún más el pasado glorioso de Roma, que quiere que sirva de
modelo frente a la decadencia contemporánea.
 Como todos los historiadores latinos introduce discursos de sus
personajes, mediante los cuales los caracteriza
psicológicamente con gran maestría: en ellos observamos sus
cualidades o vicios, su cinismo, degeneración, estupidez,
pasión, etc… Contribuyen a dar a la obra calor y energía.

Para concluir no debemos olvidar que Salustio fue realmente el


creador de la historiografía como género literario en latín, ya que
César es más bien un hombre público que escribió sus propias
memorias, por muy alto nivel que ellas tengan. Sin embargo al leer a
Salustio, no debemos perder de vista que en la Antigüedad la
historia no era concebida como una ciencia, sino como arte. Los
historiadores antiguos no tenían a su alcance los medios de la
investigación moderna y por tanto no podían alcanzar la veracidad
total, especialmente para los tiempos más antiguos, de los que no
había documentos. Trataban simplemente de informar en la mayor
medida posible, pero para ellos era esencial siempre sacar una
19

lección de los hechos: consideraban a la historia “maestra de la vida”


y pretendían enseñar deleitando, es decir, con un estilo esmerado en
el que ponían a contribución todos sus amplios conocimientos. Por
ello sus obras son arte consumado, en el que hemos de buscar,
además de información, placer estético e instrucción moral.

III. LA HISTORIOGRAFÍA EN LA ÉPOCA DE AUGUSTO

3.1. TITO LIVIO


* VIDA
Nace en Patavium (Padua), en el seno de una familia noble
provinciana, en la que habían perdurado las costumbres severas
rústicas antiguas, el respeto profundo a la religión y un espíritu de
casta más acusado que en Roma. Hacia el año 30 a. C. partió a Roma
donde realiza estudios de gramática, retórica y filosofía. De joven
vive el fin del sistema republicano, desangrado por las guerras
civiles, pero, aunque de convicciones republicanas, no se
compromete políticamente. Es un intelectual puro y dedicó su vida a
la historia. Estuvo vinculado al círculo de escritores próximos a
Mecenas y Augusto, sin por ello caer en la adulación o en el
servilismo.
* OBRA: En su Ab urbe condita (Desde la fundación de
Roma), obra monumental de 142 libros, refiere la historia de la
ciudad desde su fundación hasta la época de Augusto. Por ser
publicada habitualmente en tomos de diez libros se la conoce
también por Las Décadas. No nos ha llegado completa y se han
conservado la primera década (libros del I al X: época monárquica y
primeros siglos de la república, hasta el año 293 a C.), la tercera
(libros del XXI al XXX: segunda guerra púnica) y la cuarta (libros XXXI
al XL: final de las guerras púnicas) y parte de la quinta (libros XLI al
XLV: la conquista de Macedonia). Todo lo demás se ha perdido,
porque las enormes proporciones de la obra dificultaron mucho el
que fuera copiada y transmitida en aquellos tiempos.

* CARACTERÍSTICAS:
A. MÉTODO HISTÓRICO
 Tito Livio es un historiador que no viajó ni conoció
personalmente los escenarios de sus hechos. Se limita a leer
las obras de sus predecesores y tomar la información más
verosímil, aunque a veces se equivoca, por carecer de
experiencia política y militar.
 Los documentos conservados no le inspiran confianza, porque
sabe que a menudo han sido falsificados y además son toscos
y, si los transcribiera, el conjunto de su obra perdería armonía.
Por eso no le importa introducir las leyendas tradicionales.
 Con gran sentido común y temperamento artístico utiliza las
narraciones tradicionales, que encuentra en los analistas y en
los historiadores griegos, armonizando los distintos datos y
resolviendo sus contradicciones en la manera de lo posible.
B. CONCEPCIÓN HISTÓRICA
20

Tres pensamientos dan vida al grandioso proyecto de Tito Livio:


 Cumplir el deseo de Cicerón de realizar una historia nacional
que reuniera todas las cualidades de la elocuencia y los
encantos de la poesía, superando las obras de sus
predecesores, faltos de técnica literaria.
 Enseñar a sus contemporáneos cómo Roma ha caído en una
gran degeneración moral que la llevará a su ruina, si no vuelve
a la senda de las antiguas virtudes nacionales que él quiere
recordar: austeridad, disciplina y justicia. En la primera parte
presenta la historia de Roma como modelo a imitar. En cambio
la última parte es la muestra de las miserias y desgracias a las
que ha llevado el lujo y la corrupción.
 Asociarse al ideal de Augusto de paz y restauración moral y
cívica de Roma para remontarse a las fuentes de la grandeza
romana en todos los aspectos: religioso, literario, moral y
patriótico: el Principado de Augusto había traído a Roma la paz
después de un siglo de guerras civiles que habían arrasado
Italia. Augusto proyectó aprovechar la paz para promover un
plan de reconstrucción de Roma, no sólo económicamente, sino
también artística y moralmente. Para ello se rodeó de
intelectuales, que acogieron con entusiasmo la idea y
contribuyeron con sus obras, en las que, como profetas
inspirados por la divinidad del Príncipe, trataban de hacer
llegar al pueblo su mensaje de paz y vuelta a las antiguas
virtudes y gloria. Los autores que más contribuyeron a ello
fueron Virgilio, Horacio y Tito Livio.
Su obra por tanto no es de ciencia, sino de arte. El autor se siente
un paladín de esta vigorosa reconstrucción nacional que cambia el
heroísmo y piedad genuinos de su pueblo que le han hecho dueño
del mundo, celebrando su gloria en el curso de los siglos y
advirtiéndole del peligro que amenaza a su presente, si se aleja de
sus principales cualidades y se entrega a la degeneración al estilo del
Oriente por él sometido: la ruina de Oriente es una premonición
sobre la ruina itálica, si sigue sus pasos. Como él mismo dice: “… al
relajarse las costumbres… se precipitaron a la ruina, hasta que se
llegó a estos tiempos en que no podemos surgir ni nuestros vicios ni
sus remedios”. Esta puede ser la afirmación que mejor condense la
idea moral de Livio y la alerta a sus conciudadanos ante la crisis que
tienen ante sus ojos.

* ESTILO
 Sentía una gran pasión por la retórica y admiraba
extraordinariamente a Cicerón, por lo que pretende llevar a la
práctica el deseo de éste de componer una historia que se
ajustara a las leyes de la oratoria, con una forma armoniosa,
uniforme, fluida y abundante, sin la aspereza de la oratoria
política y forense.
 Donde con más plenitud se puede apreciar su ideal de estilo es
en los primeros libros, que narran en hermosas leyendas los
orígenes de Roma: su relato se asemeja al del historiador
21

griego Heródoto, siendo fluido, majestuoso, equilibrado,


balanceándose unas frases con otras a imitación de Cicerón.
Nos admira su riqueza y amplitud, que contrasta con la
brevedad de Salustio.
 Su LENGUA se caracteriza por sus arcaísmos, empleados con
discreción para contribuir a dar la atmósfera de antigüedad al
relato, así como los giros tomados de la poesía épica, que le
dan un encanto y una solemnidad majestuosa.
 A medida que avanza la narración, se va ajustando más a las
normas ciceronianas, alcanzando una continua perfección
estilística y un estilo modelo de clasicismo, renunciando a los
arcaísmos y giros poéticos según se sale de los tiempos
antiguos y nos adentramos en épocas más cercanas. Adquiere
así su narración una solidez admirable, aunque pierde brillantez
y variedad. Sus frases son más densas y simétricas que en
Cicerón, por haber llevado a sus últimas consecuencias las
normas de éste.
 Es un estilo estudiadísimo y con muchísimos recursos para
evitar la monotonía que podría producir una obra tan colosal:
metáforas frecuentes, brillantes y ricas, comparaciones
plenamente desarrolladas y toda clase de figuras estilísticas,
que convierten su narración en un prodigio de perfección
clásica, a pesar de que con sus innovaciones ya anuncia la
evolución del latín imperial, no limitándose a imitar a Cicerón,
sino desarrollándolo inteligentemente y adaptándolo a las
nuevas necesidades de la época.
 DISCURSOS: Como en todos los historiadores antiguos, la
narración está en Tito Livio salpicada de abundantes discursos,
que sirven para determinar los rasgos psicológicos del héroe
que habla. En ellos se siente palpitar la vida y nos llenan de
emoción por transmitirnos los peligros, sentimientos y
experiencias de los protagonistas de la historia. Los discursos
tienen por otra parte la misión de contrapesar los grandes
espacios narrativos y contribuir a romper la monotonía del
relato.
 FUERZA ÉPICA: Livio construye su historia como un gran
drama, componiendo su relato con rigor, vigor y una gran
fuerza expresiva, consiguiendo un tono épico que recuerda a
Homero y Virgilio por su armonía y grandiosidad. Va
presentando los hechos con una emoción gradual hasta
concluir en una culminación dramática plena de vitalidad.
22

ORATORIA Y RETÓRICA. CICERÓN: VIDA Y OBRA

1. RETÓRICA Y ORATORIA EN LA ROMA REPUBLICANA


1.1. Definición
1.2. Oratoria y Educación
1.3. La oratoria preciceroniana

2. ORATORIA Y RETÓRICA: TIPOS Y PARTES DEL DISCURSO


2.1. Partes del discurso
2.2. Tipos de discursos
2.3. Tendencias o escuelas de retórica
4. CICERÓN: VIDA Y OBRAS
4.1. Vida
4.2. Obra:
4.2.1. Discursos
4.2.2. Tratados de retórica
4.3. Estilo
23

1. RETÓRICA Y ORATORIA EN LA ROMA REPUBLICANA

1.1. Definición: Retórica es el “Arte de hablar con elocuencia;


de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra” (R.A.E.).
El término oratoria procede del latín oratoria,-ae (virtus dicendi, es
decir, “el arte del decir”), que se forma a partir de orator,-oris.

1.2. Oratoria y Educación:


En Roma la enseñanza superior, a la que tenían acceso
exclusivamente los jóvenes pertenecientes a familias acomodadas y
con pretensiones políticas, se impartía en las escuelas de retórica.
Los alumnos componían, memorizaban y recitaban discursos sobre
temas ficticios. El maestro corregía la pronunciación, el tono de voz,
los gestos y cuantos defectos observase. Estos ejercicios escolares se
denominaban suasoriae y controversiae. Las suasoriae, ejercicios
para principiantes, eran consultas imaginarias hechas a personajes
famosos, históricos o legendarios, que deben explicar las razones
que les inducen a tomar una decisión en un momento determinado.
Las controversiae eran prácticas oratorias destinadas a alumnos de
nivel más avanzado y tenían generalmente un contenido jurídico.
Ambos ejercicios constituían el entrenamiento del futuro abogado o
político.
Los jóvenes completaban esta formación en el Foro, donde
escuchaban los discursos de oradores famosos, hasta que con la
instauración del régimen imperial, cesaron las rivalidades electorales
y, por tanto, la actividad oratoria. La retórica se refugia en las
escuelas y se va convirtiendo en puro artificio.

1.3. La oratoria preciceroniana

La fuente principal para el conocimiento de la oratoria primitiva


es el Brutus de Cicerón, verdadera historia de la oratoria romana, en
la que se citan unos doscientos nombres de oradores. Los ejemplos
más antiguos de oratoria son las laudationes funebres, discursos
conmemorativos que se pronunciaban con ocasión de los funerales
de ciudadanos ilustres. No obstante, la oratoria política y forense sólo
puede existir y tener vitalidad en el marco de un estado que
garantice las libertades políticas y la independencia judicial. Por ello
estos géneros oratorios en Roma se desarrollaron durante la
República.
A partir del s. II a.C. tenemos en Roma la figura de Catón, el
Censor quien en sus discursos atacaba la corrupción sin importarle
la categoría social o política de los acusados. Su estilo era brusco y
cortado, cuidaba poco la elocutio, la expresión. A él se atribuye la
máxima rem tene, verba sequentur (aténte a la cuestión, las
palabras vendrán después).
Contemporáneos de Catón eran Lucio Emilio Paulo, Escipión
Emiliano y Servio Sulpicio Galba, oradores y hombres de Estado.
Con ellos la oratoria deja de ser, como concebía Catón, un arma en
24

las luchas políticas y forenses para convertirse en un arte regido por


unas normas fijas.
Los hermanos Tiberio y Cayo Sempronio Graco, tribunos de
la plebe en 133 y 123 a. C. respectivamente, crearon un nuevo tipo
de oratoria llamada popular, en oposición a la oratoria senatorial o
aristocrática.
Los maestros de Cicerón fueron Marco Antonio, que escribió
sobre retórica y Licinio Craso, que estaba especialmente dotado
para el arte de la elocuencia.
Por último cabe mencionar a Q. Hortensio Hórtalo que se
enfrentó a Cicerón en el proceso contra Verres (70 a.C.) y salió
derrotado. Su oratoria representa la culminación del asianismo
romano.

2. ORATORIA Y RETÓRICA: TIPOS Y PARTES DEL DISCURSO

La retórica nació en Grecia a mediados del s. V como


sistematización técnica de los procedimientos estilísticos del orador,
es decir, con la finalidad de ofrecer normas al discurso judicial y
político. Pero no llegó a Roma hasta la primera mitad del s. II a.C.,
momento en que los rétores griegos abrieron las primeras escuelas.
La finalidad de todo discurso es persuadere (persuadir), lo que
implica que debe cumplir tres funciones básicas: debe docere
(enseñar), delectare (deleitar) y movere (conmover). Mientras el
docere se dirige a la razón, el delectare afecta a la parte sensorial y
el movere a la emocional.
En la elaboración de un discurso se distinguen cinco fases:
 Inventio: la invención de la materia (el estado de la cuestión y
los argumentos de demostración).
 Ordo-dispositio: la ordenación y disposición (estructura) del
discurso.
 Elocutio: expresión lingüística (ritmo, orden y elección de
palabras, figuras retóricas).
 Memoria: memorización.
 Pronuntatio: declamación.

2.1. Partes del discurso:

 Exordio: introducción en la que se justifica la intervención del


orador en el proceso.
 Narración: exposición de los hechos relacionados con el caso.
 Proposición: enumeración de los argumentos que a
continuación se van a exponer.
 Confirmación: se desarrollan los argumentos enumerados.
 Refutación: se intenta rebatir los argumentos de la parte
contraria y las posibles objeciones.
 Peroración: el orador cierra su discurso rogando a los jueces
una sentencia favorable (captatio benevolentiae).
25

2.2. Tipos de discursos:

a) Discursos laudatorios o epidícticos (genus laudativum aut


demostrativum): son discursos de lucimiento. Su arquetipo es el
discurso pronunciado ante una reunión solemne en alabanza de una
persona, comunidad o acción con motivo de una celebración
(panegírico).
b) Discursos políticos (genus deliberativum), discursos
deliberativos pronunciados ante una asamblea popular reunida para
debatir sobre un hecho futuro.
c) Discursos judiciales (genus iudicale), discursos pronunciados
ante un tribunal que emitirá un juicio sobre un hecho pasado.

Así, por ejemplo, los discursos de Cicerón se dividen en


judiciales, pronunciados ante un tribunal como abogado defensor
(discursos pro “en defensa de...”) o como acusador (discursos in
“contra ...”) y políticos, pronunciados ante el senado o en el foro.
2.3. Tendencias o escuelas de retórica:

1. Escuela aticista, que defendía un estilo sobrio y severo. Tenía


una argumentación contundente e intelectual, sin concesiones al
sentimiento ni la emoción, con una forma desnuda de artificios y
una frase directa y breve El modelo griego era Lisias. Entre los
oradores aticistas figuraban Licinio Calvo, M. Bruto y el propio Julio
César.
2. Escuela asianista, que defendía, en la forma, un estilo
exuberante, abigarrado de adornos y figuras. Se distinguía por la
sutileza dialéctica, el ingenio, la argumentación cuidada hasta los
más ínfimos detalles.
3. Escuela rodia, situada en un punto intermedio entre las dos
anteriores. Cicerón optará por un estilo rodio. Para Cicerón es
Demóstenes y no Lisias (oradores griegos) su prototipo.

4. CICERÓN: VIDA Y OBRAS

4.1. Vida (106-43 a.C):

Marco Tulio Cicerón nace en Arpino, patria de Mario, líder


popular y antiaristocrático. De familia acomodada, perteneciente al
orden ecuestre. Ninguno de sus miembros había ejercido cargos
públicos, por ello será considerado en los círculos aristocráticos de
Roma como homo novus -un advenedizo-.
Estudia elocuencia con Lucio Licinio Craso y derecho con Quinto
Mucio Escévola. Así mismo, viajará a Grecia para perfeccionar su
formación retórica con Apolonio Molón y en Rodas precisamente
asimilará el estilo rodio, sobrio y elegante, que define todos sus
discursos. Cicerón se dio cuenta de que había que superar los
excesos de las otras dos escuelas de retórica, aprovechando lo mejor
de cada una, es decir, evitando por un lado la ampulosidad (escuela
26

asianista) y por otro la sequedad (escuela ática) y consiguiendo una


construcción grave y digna, sin afectación, pero tampoco carente de
gracia. Su argumentación debía ser noble, evitando el engaño sutil,
pero sin caer en el extremo opuesto, o sea cultivando los matices con
sobriedad y elegancia. Su valía intelectual unida a su enciclopédica
instrucción hizo que al debutar como abogado en el Foro romano a su
vuelta de Grecia, quedaran inmediatamente anuladas a su lado las
más brillantes figuras de su tiempo. Se convirtió en el orador más
glorioso de Roma. Inicialmente se dedica a la abogacía, que
compaginará después con su actividad política: cuestor en Sicilia
(año 75). Su carrera política se afianzará con su éxito en la acusación
contra Verres (Verrinas). En el año 63 y con el apoyo de los patricios,
es elegido cónsul y se enfrenta a Catilina y ante el Senado pone al
descubierto la conjuración que éste tramaba contra el Estado
pronunciando sus cuatro célebres Catilinarias. A raíz de este hecho es
nombrado padre de la patria.
Retirado de la escena política, se verá afectado por el triunfo de
los populares. Sufrirá exilio. En la guerra civil entre César y Pompeyo,
se pone del lado de éste último. No obstante, César lo respeta y lo
indulta. Tras el asesinato de César, vuelve a la actividad política,
pronunciando en el Senado sus catorce Filípicas contra Marco
Antonio. Tras la formación del segundo triunvirato, en que participa
Marco Antonio, Cicerón huye de Roma temiendo por su vida. Morirá
poco después a manos de los esbirros de su enemigo político, Marco
Antonio.
4.2. Obra:

4.2.1. DISCURSOS: 58 conservados, algunos de ellos mutilados.


Se clasifican en:
 Discursos judiciales o forenses, pronunciados en el Foro
ante los tribunales de justicia en defensa o acusación de una
causa judicial:
- causas civiles: Pro Quinctio, del año 81, el más antiguo de los
conservados; Pro A. Caecina y Pro Q. Roscio Comoedo, procesos
sobre cuestiones de propiedad y dinero; Pro Archia poeta y Pro L.
Cornelio Balbo, que tratan sobre la posesión del derecho de
ciudadanía. El primero es un panegírico de la poesía y de los méritos
literarios.
- causas criminales: Pro A. Cluentio y Pro S. Roscio Amerino,
sobre parricidios.
- causas penales: la mayoría son discursos políticos y tratan de
la conducta extorsionadora de funcionarios. In Verrem, contra el
propretor de Sicilia, Verres, que despojó los templos de sus tesoros y
se enriqueció con sus saqueos. Pro Milone, en el que intentó, sin
éxito, exculpar a su amigo Milón del asesinato de Clodio, su
adversario político. Pro Marcello, Pro Q. Ligario y Pro rege Deiotaro,
pronunciados ante César para solicitarle clemencia hacia sus
anteriores adversarios.
27

 Discursos políticos, pronunciados ante el Senado o los


comicios a favor o en contra de un proyecto de ley. Entre ellos
destacan como auténticas obras de arte los discursos In
Catilinam, con motivo de la conjuración de Catilina y Filípicas,
contra Marco Antonio y llamadas así en honor de los discursos
de Demóstenes contra Filipo, rey de Macedonia. Fueron sus
mejores piezas oratorias debido a la pureza del vocabulario, la
justeza de sus términos, la variedad de sus recursos estilísticos,
la densidad de la expresión, el vigor de las frases, la vivacidad
del ritmo y el equilibrio de los períodos, donde se reflejan la
pasión del hombre y el ardor de la lucha por sus ideales. Otro
discurso político, por ejemplo, In Pisonem

4.2.2. TRATADOS DE RETÓRICA: Su intención es, por un lado,


difundir en Roma la doctrina retórica de los griegos y, por otro, crear
su propia literatura retórica.
De oratore, donde aparece su filosofía educativa. Brutus,
Orator y De optimo genere oratorum, constituyen una justificación de
su propia obra y de su estilo oratorio. En Brutus hace una historia
crítica de la oratoria latina, que nos da inestimables informes sobre
los oradores anteriores y los avances de la técnica retórica en Roma
hasta su tiempo. En Orator traza la figura del orador ideal y en De
optimo genere oratorum propone como modelo a Demóstenes.
Para Cicerón el perfecto orador es aquel que es, al mismo
tiempo, retor y filósofo y que posee, por tanto, una formación
integral y no puramente técnica.

4.3. Estilo

 Acumula en sí todas las virtudes de un buen orador:


enciclopédica sabiduría, profundidad de conocimientos, genial
inteligencia, dominio del latín y de la técnica de la elocuencia,
arte de la palabra justa, fina ironía, perfecto equilibrio en la
construcción de sus frases, brillante ritmo y la armonía de
fondo y forma, cualidades todas que le dieron a su obra una
belleza solemne, llena de dignidad.
 Pero además la ferviente pasión con que se entregó a su
vocación política, la convicción de tener la razón y la honradez
de sus principios le dan una fuerza persuasiva llena de ardor,
que nos arrastra y nos emociona, porque ha abrazado una
causa justa con honestidad y pasión y ha luchado por ella en
cuerpo y alma. La sinceridad de sus sentimientos está a la par
con su dominio estilístico formando un todo
consustancialmente unido.
 No se somete a las minucias, sino que su inteligencia sabe
contrapesarlas para no cansar, sacándole partido a lo más
interesante y omitiendo los detalles engorrosos. Consigue así
siempre ser ameno. Introduce anécdotas, citas, figuras
literarias, comparaciones que dan variedad. Nos lleva sin sentir
a la meta de su argumentación con vigorosa delicadeza. Sabe
28

arrancar patetismo a los momentos de emoción y su fina ironía


le da un elegante sentido del humor.
 Dio a la prosa latina su suprema perfección, como Virgilio se la
dará a la poesía. Hizo al latín capaz de expresar los más sutiles
matices y las más complejas y profundas concepciones
racionales, científicas y filosóficas. Su expresión es de una
riqueza grandiosa, yendo de la más sencilla naturalidad a la
solemnidad más grandiosa, del más fino humor al más
apasionado patetismo.

En conclusión podemos afirmar que su sentimiento estético y


humanístico, enamorado de toda razón y saber, persuadido de que
debía trabajar por el bien de los hombres, le ha convertido en uno de
los puntales del pensamiento occidental.
29

LA POESÍA ÉPICA

0. LA POESÍA ÉPICA: Características genéricas

1. LA ÉPICA GRIEGA Y SU INFLUENCIA SOBRE LA LATINA:


1.1. La épica homérica
1.2. La épica histórica
1.3. La épica homérica y la épica latina: influencia y contrastes

2. ORÍGENES DE LA ÉPICA ROMANA:


2.1. Los comienzos de la épica romana: Livio Andrónico
2.2. Comienzos de la epopeya histórica: el Bellum Poenicum de Nevio
2.3. Ennio y la helenización de la épica romana

3. LA ÉPICA DE LA ÉPOCA DE AUGUSTO:


3.1. Virgilio
3.1.1. Vida
3.1.2. Otras obras
3.1.3. La Eneida

0. LA POESÍA ÉPICA: Características genéricas

La épica suele ser la primera manifestación literaria escrita de


un pueblo. Presenta características comunes en muchas culturas: es
una poesía narrativa que relata las hazañas de unos héroes
pertenecientes a un pasado mítico o legendario en el que la voluntad
de los dioses interfiere constantemente el acontecer humano. La
poesía épica transmite los valores de una sociedad aristocrática,
basados en la exaltación del honor guerrero.
Antes de ser fijada por escrito, la poesía épica pasa por una
larga fase de transmisión oral, en cuyo transcurso evolucionará de
ser cantada, en sus inicios, con acompañamiento musical, a una
ejecución recitada. Estas características aparecen prefiguradas en la
épica homérica.
Es necesario distinguir dos etapas en la formación del género:
* La épica primitiva, heroica o tradicional, cuyas características son
las siguientes:
 Suele tener un carácter totalmente objetivo, sin concesiones a
la expresión de los sentimientos del poeta y su finalidad es
realzar y glorificar la grandeza, heroísmo y honor de los
héroes.
 El poeta suele presentarse como inspirado por una Musa
divina, que le infunde la información necesaria sobre la
tradición y la leyenda, de modo que no pueda cometer ningún
error u omisión. Así no debe inventar nada y hace aparecer su
tema como algo superior a él e inspirado, al que no se puede
tocar ni cambiar nada por su carácter cuasireligioso: el ritmo
regular del verso, el recitado mecánico y la uniformidad del
30

relato contribuyen a dar a la narración también un acento de


independencia del poeta.
 La épica heroica es oral: sus cantores la aprendían de memoria
y la transmitían de generación en generación e iban
recitándola errantes de pueblo en pueblo, viviendo de la
generosidad de su auditorio. Muchos eran ciegos, se
acompañaban de un instrumento musical como la lira y
marcaban el ritmo con su bastón. Estas características se dan
en la épica primitiva de todos los pueblos.
 El metro es siempre el mismo y ayuda a recordar las palabras
con su ritmo, lo que ha hecho que se conserven a lo largo de
milenios palabras muy antiguas, que incluso no se entendían
ya, pero que no podían ser sustituidas por otras de la misma
medida y los poetas se veían por ello obligados a mantenerlas
en un lugar fijo del verso, especialmente en las fórmulas.
 La transmisión oral se puede mantener gracias a la técnica
formularia: las fórmulas son porciones de verso de una
determinada medida que el recitador encaja en el curso de su
actuación, cuando le van haciendo falta para completar un
verso: cada tema, héroe, situación y objeto disponen de un
repertorio de fórmulas propias que favorecen el recuerdo del
recitador y le ayudan en su tarea de improvisación oral ante el
público, permitiéndole rellenar un verso o una parte de él. Esto
produce en las obras una sensación muy especial de
monotonía machacona y reiterativa solemne, con una aureola
característica de antigüedad, ya que precisamente en estas
fórmulas es donde se han conservado las palabras más
arcaicas. El estilo formulario da a la épica ese aire de
primitivismo que hoy nos subyuga por esa magia especial que
de él se desprende. Ello hace también que la acción avance
muy lentamente, repitiéndose continuamente las mismas
fórmulas cuando se nombra al mismo héroe a al mismo objeto
y contribuyendo a crear una atmósfera cargada de
resonancias, que distinguen a la épica primitiva de todos los
demás géneros y le da una fuerza y una emoción llenas de
frescura y simplicidad.
 Al no existir la escritura, los recursos poéticos empleados son
muy primitivos, por no haberse desarrollado aún una técnica
estilística propiamente dicha. Se utilizan preferentemente
aliteraciones, metáforas, símiles y otras figuras de tipo
instintivo y espontáneo, sin conocimiento de un arte
consciente, lo que produce esa sensación de simplicidad y
primitivismo que se tiene al leer estas obras.

* La épica culta:
 Por el contrario la épica culta aparece ya en tiempos en que
hay escritura y ya no se transmite oralmente, por lo que no
precisa de fórmulas, aunque conserve algunas para respetar
las características del género y enlazar con la épica anterior.
31

 Es una obra de un poeta personal y culto, que no improvisa un


tema a petición del auditorio, sino que con un arte consciente y
refinado, valiéndose de su erudición, compone una obra de
sabor antiguo, pero de acuerdo con las más estrictas normas
poéticas e incluyendo en la narración no sólo los hechos
legendarios, sino cuantos cree oportunos de su propia
invención.
 La épica pasa a constituir una obra de arte consciente,
individual, para un público culto y el autor introduce en ella
rasgos sentimentales, que le dan un aire más moderno.

Pertenece al la épica oral primitiva las antiguas epopeyas orientales


como el Gilgamés asirio-babilónico y los Mahabharata y Ramayana
sánscritos y la Ilíada y Odisea griegas, aunque todas ellas hayan sido
luego recopiladas, dándoles una unidad profunda, por poetas
geniales en el momento en que aparece la escritura. Es, en cambio,
culta toda la épica latina, que comienza a ser cultivada en el siglo III
a.C. en que ya había escritura hacía muchos siglos y en Grecia ya
existía un modelo épico perfectísimo, que los poetas romanos tratan
de imitar.

1. LA ÉPICA GRIEGA Y SU INFLUENCIA SOBRE LA LATINA:

1.1. La épica homérica

La primera manifestación de la épica occidental son dos


poemas griegos, la Ilíada y la Odisea, que la tradición atribuía a
Homero (ca. s. VIII a.C.), pero que son, ante todo, continuación y
resultado de una tradición épica oral iniciada varios siglos antes. La
guerra de Troya es el marco en el que se desarrollan. Hay un
trasfondo histórico, ratificado por la arqueología, sobre el que se
fueron tejiendo con el tiempo estos cantos con los que aedos y
rapsodas recorrían toda Grecia.

El tema de la Ilíada se centra en un episodio (la cólera de


Aquiles) ocurrido en el último año de la guerra de Troya, en
torno al que se narran las hazañas de los héroes griegos y
troyanos. Y, como prolongación, en parte, de este ciclo
mítico, la Odisea relata las aventuras de Ulises que tras la
destrucción de Troya, inicia un azaroso y prolongado viaje de
regreso a su patria, Ítaca, que no es sino un viaje de
colonización en un escenario marítimo fantástico.

1.2. La épica histórica:

El género épico evolucionará de la narración propiamente


épica, que se nutre del mito, hacia la histórica, vinculada a las
tradiciones referidas a los orígenes de un pueblo. En esta línea se
inserta la épica romana que nace como género que pretende exaltar
en forma poética los orígenes y las glorias del pueblo romano,
32

tal como lo habían hecho en la historiografía los primeros analistas.


Como antecedente se ha de señalar un tipo de epopeya histórica que
se desarrolló en el período helenístico y en la que se celebraban las
gestas de algún héroe local.

1.3. La épica homérica y la épica latina: influencia y


contrastes:

El hecho de que la primera obra épica en latín sea


precisamente una traducción de la Odisea, constata la función de
modelo que ejerció la épica homérica sobre la latina.
La épica latina hereda alguno de los recursos literarios de la
épica homérica, como son el uso del epíteto y del símil que sirve
para señalar el paso de un episodio a otro. Así mismo, a partir de
Ennio, el hexámetro dactílico, ya consagrado por Homero como el
metro épico por excelencia, es adoptado por la épica latina.
No obstante, si lo fundamental de la épica homérica es su
carácter oral que se refleja en el lenguaje mediante la llamada
dicción formular (repetición de esquemas métricos que abarcan
partes de versos o versos enteros), en cambio en la épica latina no
hay ninguna huella de esa primitiva fase de transmisión oral.
Así mismo, la épica latina se encuentra enraizada en las
leyendas autóctonas y en la creencia en los dioses nacionales, frente
al carácter más universal de la épica homérica.

2. ORÍGENES DE LA ÉPICA ROMANA :

2.1. Los comienzos de la épica romana: Livio Andrónico (s. III


a.C.)

Griego de Tarento (Magna Grecia), vendido como esclavo a


la gens Livia. Se ocupó de la instrucción de los hijos de su
dueño. Fue manumitido y, como liberto, se dedicó a la
literatura como autor teatral y como iniciador de la lírica y la
épica. Hace una traducción de la Odisea, quizá por
motivos pedagógicos (recordemos que los poemas
homéricos fueron los textos escolares de la Antigüedad).

La elección de la Odisea en vez de la Ilíada no es arbitraria: las


aventuras de Ulises, del héroe colonizador en su azaroso periplo por
el Mediterráneo, presentaba paralelismos evidentes con la historia de
Eneas, el héroe que, según una tradición del s. V a.C., era el fundador
de la estirpe romana. Es decir, la Odisea contenía elementos más
próximos tanto a la historia de Roma, como a su mentalidad de
pueblo romano.
33

Su Odisea no es un simple calco del original, sino, más bien,


una adaptación en la que pretende hacer una transposición
cultural, sirviéndose de los siguientes procedimientos:
 El hexámetro homérico es sustituido por un verso típico de la
tradición poética oral romana, el saturnio.
 Tiende a sustituir los nombres de las divinidades griegas por los
correspondientes romanos.
 Al traducir los nombres suele introducir los patronímicos.
 Modifica las imágenes poéticas del original cuando
resultan extrañas en latín, adecuándolas para su mejor
comprensión: así, el miedo de Ulises se manifiesta en Homero a
través de la expresión “se le aflojaron las piernas” (más visual),
en Livio, en cambio, mediante la imagen “se le heló el
corazón” (más abstracta).
 Utiliza la técnica de la contaminación a distancia (como lo
hacen los autores teatrales), que consiste en amplificar la
traducción mediante la inserción de palabras tomadas de otros
lugares del mismo contexto o incluso de pasajes de otras
obras.
 Aplica el principio de la equivalencia, así introduce
variaciones, amplificaciones, simplificaciones, paráfrasis
explicativas, hechas sobre los comentarios de los eruditos
alejandrinos al texto homérico.

2.2. Comienzos de la epopeya histórica: el Bellum Poenicum de


Nevio:

Ciudadano romano de condición plebeya. Se opuso a


personajes influyentes de su tiempo como Escipión el
Africano y fue encarcelado por difamación. Participó en la
Primera Guerra Púnica. Su obra se conserva muy
fragmentariamente.

Escribe el primer poema épico latino original, Bellum Poenicum,


que se inscribe en la tradición de la epopeya histórica. Su carácter
innovador se manifiesta: - en la elección de un episodio histórico
contemporáneo (la 1ª guerra púnica 264-241 a.C.); - en su
planteamiento monográfico (relata las primeras acciones militares de
este conflicto, para dar un brusco salto hacia el pasado y narrar la
historia de Eneas); - y por último, en el uso de la técnica de la
inserción o del excursus sobre los orígenes de la ciudad de Roma. Por
el contrario, se muestra tradicional en el uso del saturnio.
Nevio será el modelo de Virgilio por transmitir en su Bellum
Poenicum una visión providencial de la historia de Roma: la fundación
de Roma es una decisión de los dioses y Eneas es su instrumento.

2.3. Ennio y la helenización de la épica romana:

Nace el 239 a.C. cerca de Tarento. Participa en la 2ª guerra


púnica. Catón el Censor lo introduce en Roma donde se
34

dedica a la enseñanza y a su actividad literaria. Se relacionó


con el círculo pro-helenista de los Escipiones. Además de
poeta épico, fue un destacado autor teatral. Su obra se
conserva fragmentariamente.

Hasta la Eneida de Virgilio, Ennio fue considerado el poeta


nacional por excelencia con su poema épico Annales, que constaba
de XVIII libros.
Es innovador en la forma y conservador en el contenido:
sustituye el saturnio por el hexámetro homérico, pero mantiene la
narración analítica de los primeros historiadores romanos (desde la
destrucción de Troya hasta la 2ª guerra púnica). Siguiendo la
tradición homérica, inicia su obra con una invocación a las Musas,
aparece la escena de la asamblea de los dioses y , es más, desde un
principio, el poeta se presenta como reencarnación de Homero.
En el uso de los recursos estilísticos, Ennio está sobre todo
influido por la épica helenística. Trata de imitar la lengua griega:
incide en el uso del participio, de períodos amplios...
Ennio interpreta los hechos desde un punto de vista ético y
humano, así por ejemplo, no ocultar su aversión por la crueldad de la
guerra o presenta a Escipión el Africano como ideal romano de
humanitas.

3. LA ÉPICA DE LA ÉPOCA DE AUGUSTO:

3.1. Virgilio (70-19 a.C.)

3.1.1. Vida

Nace en Andes, cerca de Mantua, el 70 a.C. y muere en Brindisi


el 19 a.C. tras su viaje a Grecia. De familia acomodada de
campesinos, por lo que fue enviado a Roma, donde recibió una
esmerada instrucción retórica y filosófica. Fue introducido en el
círculo de los poetae neoteroi, quienes, encabezados por Catulo,
pretendían una renovación de la lírica latina a partir de los modelos
alejandrinos. Se inició en el epicureísmo, aunque supo armonizar
diversas, incluso antitéticas, orientaciones filosóficas. Tras la
publicación de sus Bucólicas -año 42 a.C.- fue protegido de Mecenas,
y se convirtió a partir de entonces en poeta oficial de la corte.

3.1.2. Otras obras:

 Bucólicas o Églogas: poemas líricos a imitación del poeta


griego Teócrito, localizados en un ambiente pastoril idealizado.
Virgilio despoja a estos cantos pastoriles del tono más realista y
rudo de Teócrito. Los pastores de Teócrito son de carne y hueso,
los de Virgilio están extremadamente idealizados: son un
dechado de erudición y sensibilidad, y suelen ser trasunto de
algún personaje político coetáneo. Como en Teócrito, el
35

escenario es a menudo Sicilia. En las Buc. V y X crea la


Arcadia, el paraíso poético, que llega a convertirse en un
cliché para la literatura posterior.
 Geórgicas: poema didáctico que tiene como referentes
literarios la obra de Hesíodo, Los trabajos y los días y el poema
de Lucrecio Sobre la naturaleza de las cosas (De rerum natura).
Consta de cuatro libros organizados de dos en dos: sobre el
cultivo del campo y los árboles; la ganadería y la apicultura.
Virgilio expone su ideal de vida sencilla y laboriosa (labor
omnia vincit), colaborando así con el programa de
reconstrucción política y social de Augusto tal como también
hizo en su Eneida, en contra de la emigración del campo a la
ciudad.

3.1.3. La Eneida:

Obra inconclusa por la muerte prematura de Virgilio. En su


lecho de muerte rogó que se destruyera el manuscrito, pero
Augusto encargó su publicación. El interés del emperador se
debía a que la Eneida ensalzaba una nueva era bajo su
gobierno, enraizándola con la historia de la fundación de
Roma y vinculando la gens Julia a la que pertenecía Augusto
con Eneas, hijo de Venus.
La Eneida es una gran epopeya nacional que pretende
justificar el imperialismo romano y de la Gens Julia, atribuyéndolo a
la providencia divina (reflexión típicamente estoica). La Roma
imperial se ensalza mediante su vinculación al ciclo mítico troyano.
Eneas, príncipe troyano e hijo de Venus, será el fundador del pueblo
romano. Los miembros de la Gens Julia descienden de Rómulo y
Remo, fundadores de Roma, y es designio divino que gobiernen el
mundo.

* CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA

o En su obra hay una amalgama de elementos que proceden de


diversas fuentes: desde Homero, pasando por Apolonio de Rodas
(Argonaúticas) en el helenismo, siguiendo con los poetas épicos
arcaicos como Nevio y Ennio o poetas didácticos como Lucrecio
para asimilar algunas de las innovaciones de los neotéricos o
poetae novi (Catulo, Varrón) o los temas de la tragedia.
El modelo fundamental es Homero: - la estructura del poema
en doce cantos, inspirados en la Odisea los seis primeros (las
aventuras marítimas de Eneas desde Troya a Italia) y en la Ilíada
los seis últimos (las luchas con Turno en Italia, tras la alianza con
Latino); - el uso de los recursos estilísticos de tradición
homérica: los epítetos, los símiles, las fórmulas...; - la
composición a partir de motivos, situaciones y episodios paralelos
a los homéricos. Introduce la creación del personaje de Turno,
antagonista de Eneas en la segunda parte y que recuerda la
rivalidad de Héctor y Aquiles en la Ilíada.
36

o Virgilio dota a sus personajes de una mayor carga psicológica y


simbólica. Los héroes homéricos son instintivos y están poco
individualizados. Los virgilianos son más complejos y, en gran
medida, arquetipos: Eneas es el modelo ideal de romano
(magnanimus, pius), consciente de que ha de cumplir un destino
inexorable, fatum. Su cualidad más destacada es la pietas,
sentimiento de respeto y sumisión a los mandatos divinos. Eneas
no se ajusta al canon del héroe homérico. No lucha por afán de
gloria, sino porque es su deber. Se enamora y se muestra valeroso
unas veces, tímido otras. No es un héroe monolítico, duda (por
ejemplo, entre su amor por Dido y cumplir su destino).
o Frente a la consideración homérica del destino y del acontecer
histórico, en Virgilio se identifica el fatum con Júpiter, símbolo de
orden y justicia. Los dioses virgilianos son menos arbitrarios que
los homéricos, son más ecuánimes y disciplinados. Están imbuidos
de filosofía estoica, proyección del concepto romano de disciplina.
En contrapartida, los dioses homéricos se muestran partidistas,
apasionados, se rebelan contra las decisiones de Zeus. Es un
Olimpo convulso frente al orden que impera en el Olimpo de
Virgilio.
o En vez del punto de vista de narración objetivo y distante de
Homero, la mirada de Virgilio está más centrada en lo que le pasa
al héroe por dentro, en desnudar su alma.

* ESTILO
- Está frecuentemente influido por Ennio, habiendo llevado el
hexámetro griego, introducido por él en Roma, a la suprema
perfección, creando así una maravillosa correspondencia entre
la imaginación poética y la expresión rítmica
- Consigue los matices más delicados con los medios más
sobrios, siendo maestro insuperable en la expresión justa y
parca de los más intensos sentimientos, emocionándonos por
su profundidad y serenidad. El más angustioso dolor, la más
ardiente pasión, la alegría más viva o el amor más tierno están
plasmados en sus versos con igual autenticidad. De la misma
manera sus descripciones pueden alcanzar la más espléndida
luminosidad o la más tétrica tenebrosidad, sin caer nunca en
excesos.
- Su estilo es noble, aunque breve, sobrio, elocuente sin
ampulosidad y extraordinariamente expresivo por la sabia
elección de sus palabras, especialmente los adjetivos. Todos los
términos están tomados con el máximo cuidado, siendo
insustituibles, y reflejando un conocimiento extraordinario de la
lengua, dando una impresión de total naturalidad y sencillez
que oculta el esmerado trabajo de elaboración.
- El lenguaje de Virgilio es plenamente latino sin grandes
innovaciones ni neologismos: usa arcaísmos y los grecismos
que utilizan se justifican por razones métricas o estilísticas. Se
sitúa en una línea de moderación respecto a las innovaciones
37

léxicas de los neotéricos. En suma, Virgilio crea un lenguaje


poético “clásico” sobrio y elegante.

PARALELISMOS DE LA ENEIDA CON LA ILÍADA Y LA ODISEA.

 En la Odisea Ulises relata sus aventuras de marinero errante


ante el rey Alcínoo, así también en el libro II de la Eneida Eneas
cuenta sus hazañas ante Dido.
 Los juegos fúnebres en honor de Anquises, padre de Eneas, (L.
V) tienen su correspondencia en los juegos fúnebres en honor
de Patroclo de la Ilíada.
 Eneas como Ulises realizará una catábasis, es decir, una bajada
a los infiernos (L. VI)
 La descripción del escudo de Eneas (L. VIII) igual que la
descripción del escudo de Aquiles en la Ilíada se convierten en
largas digresiones.
 Se repiten escenas típicas como las de combate cuerpo a
cuerpo, de sacrificio y banquete, las asambleas de los dioses.

(Otros autores épicos son Ovidio con Las Metamorfosis y Lucano con
La Farsalia, pero no entran en Selectividad)
38

LA POESÍA LÍRICA

1. LA POESÍA LÍRICA

I. EL NACIMIENTO DE LA LÍRICA LATINA Y EL FIN DE LA


REPÚBLICA
 Valerio Catulo: vida, obra y el amor en su poesía.

II. LA LÍRICA EN ÉPOCA DE AUGUSTO


 Horacio: vida y obra. Los tópicos horacianos

I. EL NACIMIENTO DE LA LÍRICA LATINA Y EL FIN DE LA


REPÚBLICA
El nacimiento de la lírica se ve influido por una serie de
circunstancias:
A) CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS: La lírica nace en Roma en el s.
I. a.C. en circunstancias sociopolíticas que la condicionaron
fundamentalmente:
 Como consecuencia de la reforma militar de Mario, desde
principios de siglo vive Roma un ambiente de guerras civiles, ya
que cada general cuenta con un ejército fiel y pretende
conseguir con él el poder del estado. En consecuencia se
producen continuos enfrentamientos entre los generales
ambiciosos, que culminarán con la guerra entre César y
Pompeyo y la instauración del Imperio y fin del régimen
republicano.
 Otro motivo de enfrentamientos es la rivalidad de los dos
grandes “partidos” políticos que había en Roma, populares y
optimates. El derramamiento de sangre está a la orden del día,
ya que uno y otro cometen toda clase de atropellos para
conseguir votos y los generales ambiciosos se apoyan en estos
votos para instaurar así sus dictaduras, como la popular de
Mario y la senatorial de Sila, que produjeron períodos de terror
por la depuración de sus contrarios. Se crea así un clima de odio
civil que provoca una radicalización de las posturas políticas
cada vez más encarnizada y violenta y a la que sólo pondrá fin el
advenimiento del Imperio de Augusto, que anuló por las armas
toda oposición e implantó la paz.
B) INDIVIDUALISMO: Este clima de inestabilidad y crisis es sin
embargo el que dio el siglo de oro a las letras latinas, encabezadas
por Lucrecio, César, Cicerón, Salustio, Catulo, etc. Efectivamente la
rivalidad política por una parte estimulaba apasionadamente el
empeño de las personalidades con vocación política por hacer valer
sus ideas en una lucha ardiente de temperamentos y doctrinas. Pero
por otra parte la corrupción y violencia reinantes provocan la
inhibición de muchos, que se desentienden de la política y se
refugian en un individualismo exacerbado, en que se rinde culto
39

apasionado al sentimiento personal, que se convierte en el núcleo de


su poesía, dando así nacimiento a la lírica. Hasta este momento en
Roma predominantemente se había cultivado la poesía de tema
nacional, épica, o bien con fines instructivos o satíricos, didáctica y
sátira, pero ahora los poetas dejan de lado todo sentimiento
patriótico, porque se sienten impotentes ante la dramática situación
nacional: no pueden cantar a una patria desgarrada por las luchas
intestinas y devorada por el crimen. Ninguno de los dos bandos les
atrae, porque ambos están corrompidos por igual. Se han pasado los
tiempos de Ennio en que Roma unida luchaba contra el enemigo
exterior: ahora es una pugna fratricida que les espanta y de la que
quieren olvidarse, refugiándose en su propio yo, y así surge la lírica.
C) POESÍA ELITISTA PARA CÍRCULOS CULTOS: Los poetas líricos no
se dirigen a la masa del pueblo, sino a los círculos aristocráticos de
refinados gustos helenizantes, que conocían a la perfección la técnica
estilística por su formación retórica, y esto impuso a la lírica desde el
principio un nivel técnico muy alto. Pero también condicionó su
contenido, porque esta élite vive en un ambiente mundano y frívolo
de culto al placer y al lujo, donde no tiene cabida lo vulgar, pero ha
perdido por otra parte la fe en la religión y vive en la más absoluta
amoralidad, y ello se refleja en la poesía, que cultiva sin ningún
pudor los temas más escabrosos. La pérdida de la fe en la religión y
el racionalismo superficial imperante producen en la mayoría un
escepticismo y una gran desorientación, por haber entrado en crisis
los valores tradicionales y no haberse buscado honesta y seriamente
otros nuevos mediante una reflexión profunda, sino dejándose los
espíritus arrastrar por la comodidad.
La superficialidad así lo invade todo y la mayoría de los poetas
escriben sobre bagatelas sin verdadero sentimiento, pero con gran
perfección estilística. Es una poesía llena de erudición y tecnicismos,
con brillantes juegos de palabras y recursos ingeniosos, pero hueca y
sin emoción lírica auténtica. Este movimiento poético recibe el
nombre griego de los neotéricos o el de su traducción latina poetas
novi, por su culto a la novedad.
Sólo las grandes figuras se libran de la banalidad reinante y se
entregan a la composición de una poesía sincera, de auténticos
sentimientos personales y lírica por tanto como Catulo, o bien tratan
de buscar nuevas doctrinas morales que sustituyan a la antigua
religión en la que nadie cree ya, a la luz de la razón, como hizo el
gran poeta Lucrecio, que escribió un gran poema didáctico, De rerum
natura, en hermosos hexámetros ardientemente apasionados para
divulgar las doctrinas de Epicuro sobre la búsqueda de la felicidad
auténtica por la virtud, desterrando el miedo a los dioses y a la
muerte, porque el hombre bueno no tiene nada que temer de Dios.
Como modelos ya no se sigue a los poetas tradicionales latinos,
considerados rústicos y torpes, sino a los eruditos poetas griegos
alejandrinos, que habían conseguido prodigiosos avances estilísticos
aunque adolecían de exceso de erudición y de falta de autenticidad
por hacer una poesía sin sincero sentimiento. De ellos se tomó: a)
una preocupación formal obsesionante, que sólo en Catulo se
40

equilibra con un fondo igualmente válido, mientras en los demás el


contenido es banal. b) se toman también los metros y estrofas
griegas. c) se abandona el cultivo de grandes poemas y se prefiere la
obra breve, cuidadísima, llena de erudición y helenismos. d) se
introduce el gusto por todo lo exótico y brillante, tomándose mitos y
leyendas orientales, llenos de colorido y magia. e) los autores
alejandrinos más imitados son Calímaco, Apolonio de Rodas, Teócrito
de Siracusa y Arato.

* GAIUS VALERIUS CATULUS (84-54 a.C.)

De entre todos los neotéricos, el único que escapó a la banalidad


reinante en el movimiento y a su superficialidad y snobismo fue
Catulo, que supo unir una forma de alto nivel estilístico a un fondo
sincero y apasionado, lleno de auténtico lirismo, consiguiendo así el
equilibrio entre contenido y expresión que le ha convertido en un
modelo de clasicismo.
Nació en Verona al norte de Italia en el seno de una familia
aristocrática. Muy joven vino a Roma a completar su educación, pero
se entregó a una vida de disipación que le produjo la muerte a
temprana edad. Estuvo apasionadamente enamorado de una mujer
casada, a quien en sus versos llamaba Lesbia, en honor de la poetisa
griega Safo. Esta mujer encendió su pasión y luego lo abandonó.
Catulo nos narra en sus poemas los altibajos de su vehemente amor.
Obra: Nos han sido transmitidos de él 116 poemas, la mayoría
muy breves. Unos son epigramas escritos en metros yámbicos y otros
están en dísticos elegíacos.
CARACTERÍSTICAS:
1. Introdujo numerosos metros y estrofas griegas, sobre todo de
Safo, a quien admiraba mucho e imita con frecuencia.
2. Sus poemas suelen reflejar su amor por Lesbia en todos los
momentos: ternura, pasión, celos, ruptura, etc. Otros tocan el
tema de la amistad y no faltan los poemas sarcásticos dirigidos
contra sus enemigos.
3. Hay también algunos poemas largos sobre mitología, como las
bodas de Tetis y Peleo, y de tema oriental, Atis.
4. Su obra se caracteriza por una vehemencia arrebatadora, con un
fuego que le devora y le da un calor y una vida muy intensos:
sus poemas amorosos pasan de la ternura más dulce a la furia
más horrible de los celos, siempre con una intensidad sin igual,
que convierte a su poesía en un modelo de autenticidad lírica.
No hay nada fingido, su sentimiento es siempre sincero y lo
plasma con un vigor que nos estremece. En sus poemas de
invectiva, su ironía alcanza una rabia también intensísima,
produciendo un violento sarcasmo. En cambio los poemas largos
son más eruditos y fríos, aunque de gran belleza.
5. Catulo era un apasionado que odiaba con la misma intensidad
con que amaba y que ha sabido plasmar en sus versos
magistralmente los dos extremos de su pasión: así en el amor su
ternura llega hasta la locura, pero los celos le llevan a la más
41

rabiosa desesperación. Siente el más dulce cariño por sus


amigos, en cambio ataca con furia a sus enemigos. En él no hay
término medio.

ESTILO:
1. Sus procedimientos formales cambian radicalmente según la
clase de poema: los amorosos son elegantes y delicados, en
cambio en la invectiva es violento hasta la descortesía y en
cambio los largos alejandrinos son eruditos y llenos de palabras
extrañas. A todos estos matices se ajusta su lengua y su metro
con la estructura de la frase.
2. Su estilo se caracteriza por su sensibilidad y vigor con una
sencillez llena de grandeza. Es la combinación suprema del
sentimiento latino con la perfección formal griega, produciendo
un equilibrio clásico admirable.
3. Modifica su lengua según el género: los poemas largos
mitológicos son cuidadísimos, helenizantes, plagados de
palabras cultas y compuestos y con una construcción amplia y
solemne. En cambio, los breves están llenos de términos
familiares. Sus palabras coloquiales y sus cariñosos diminutivos
le dan una naturalidad y una gracia afectuosa llena de vida.
Su estilo en resumen se puede definir como de una elegancia
sencilla y vigorosa, sin nada que rompa la más perfecta naturalidad.

VERSIFICACIÓN: es flexible y variada, habiendo adaptado al latín


con gran perfección los metros griegos, lo que prueba una gran
destreza y talento. Fue el precursor de Horacio, que culminó su obra
de adaptación de la métrica griega al latín. También influyó mucho en
Virgilio, que aprendió en él los recursos alejandrinos y se valió de su
delicada labor en la formación de la lengua lírica latina, que podemos
decir que Catulo y Lucrecio iniciaron y Virgilio, Horacio y Ovidio
llevaron a sus grado máximo de perfección.

II. LA LÍRICA EN ÉPOCA DE AUGUSTO

A) CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS: con el fin de la República y el


advenimiento del Imperio, la situación sociopolítica cambia
radicalmente y esto condiciona profundamente a la literatura. Frente
a la época crítica de Catulo, en un clima de guerra civil y violencia, el
Imperio se caracteriza por la paz y la reconstrucción nacional.
Augusto pide a todos los intelectuales y artistas que colaboren con él
en la tarea del engrandecimiento de Roma y divulguen sus ideales
entre el pueblo. Por ello el poeta deja de ser individualista y trata de
enaltecer en sus obras el espíritu nacional. Se convierte así en
“profeta” o portador de la divinidad del “príncipe” ante la plebe y
para ella escribe, procurando ser entendido por la masa. La poesía
deja así de ser elitista, para ser patrimonio de todo el pueblo, por lo
que sus temas no son tan egocéntricos, sino de interés común,
predominando el tema patriótico, aunque también tienen cabida los
sentimientos personales
42

B) POETAS DEL CÍRCULO DE MECENAS: Los poetas en esta


época viven protegidos bajo el mecenazgo de grandes señores,
favoritos del príncipe, de los que el más conocido fue Mecenas, a
cuyo círculo pertenecieron Virgilio y Horacio.

*QUINTUS HORATIUS FLACCUS (65-8-a.C.)

Contemporáneo y amigo de Virgilio, perteneció como él al


círculo de Mecenas y fue también poeta favorito del príncipe. Nació
en la Abulia, al sur de Italia, hijo de un liberto, cuya única obsesión
era proporcionar a su hijo una buena educación. Por eso fue llevado a
Roma y luego a Atenas. Se sintió atraído por la poesía y filosofía,
especialmente por el epicureismo, que le proporcionó siempre la
máxima de la moderación sin exceso para conseguir la felicidad.
Horacio poseía un espíritu delicado, muy bien dotado del don
de la observación: nada se le oculta a su perspicacia, y todo desfila
por su obra tratado con una amable ironía o simpatía, sin desagradar
nunca. Tiene la virtud de la discreción. Su agudeza psicológica, su
inspiración y su espontaneidad mundana le permitieron hacer una
poesía llena de encanto, con una sensibilidad artística sin
arrebatadoras emociones, pero desbordante de delicadeza e ingenio.
Le domina una minuciosa inquietud por el perfecto equilibrio,
su gusto exquisito y nadie ha logrado en latín una expresión tan
refinada, aunque Virgilio le supere en profundidad y Catulo en
intensidad.

Obra: Prescindiendo de la Sátira y Epístolas, que son objeto de


otros temas, vamos a limitarnos aquí a sus obras líricas, que se
agrupan en dos colecciones: Los épodos, 17 poemas cortos en
metros yámbicos, de tono sarcástico y que son lo más violento que
escribió y Las odas o Carmina, que constituyen cuatro libros de
poemas de temas variados entre los que destacan el Carmen
saeculare, que es un canto oficial en honor de Apolo y Diana.

CARACTERÍSTICAS:
1. La intención de Horacio fue componer una obra lírica en latín
con toda la variedad del lirismo griego, tomando principalmente
como modelos a los poetas arcaicos griegos Alceo, Safo,
Anacreonte y Píndaro, de quienes tomó los metros y las estrofas,
completando la labor iniciada por Catulo. Fijó su ritmo con
mayor rigor y se impuso el obtener del latín efectos admirables
con las formas más sobrias posibles, absteniéndose
severamente de los adornos catulianos, llegando así en la lírica
al sobrio clasicismo que Virgilio había dado a la épica.
2. Todos los temas se prestan en él al lirismo y nos encontramos en
sus poemas composiciones mitológicas, personales, reflexiones
filosóficas, paisajes, amistad, amor, sátira y sobre todo temas
familiares y patrióticos. Muchas de su odas son invitaciones a
43

sus amigos a practicar la moral epicúrea, renunciando al lujo y


ambición y disfrutando una vida tranquila y sencilla, llena de
pequeños placeres, sin preocupaciones ni sobresaltos (aurea
mediocritas).
3. El tono es casi siempre benévolo y cortés, manifestando un
espíritu amante del arte, muy sensible a las formas, reflejos,
colores e impresiones sensoriales en general, sin otra emoción
que la estética. Está lleno de alusiones cultas a la mitología y
literatura griegas, pero sin afán de erudición, con una sencilla
elegancia.
4. Algunos poemas son más extensos y, a imitación de Píndaro,
tienen una gran libertad de desarrollo, pasando de unos temas a
otros con transiciones inesperadas, pero midiendo sus efectos
con gran sabiduría, sin que se pierda nunca la unidad esencial,
en una especie de sinfonía maravillosa en que se trasciende el
momento presente para elevarse a las más altas
consideraciones mitológicas, religiosas y nacionales.
5. Especial atención merecen sus cantos patrióticos, en apoyo de la
política religioso-moral de Augusto, que él impregna de su buen
sentido y moderación. Están escritos con erudición, dignidad,
gravedad y solemnidad, aunque sin pasión, con gran perfección
artística, pero sin fervor, porque no se deja arrastrar nunca por
sus sentimientos.

ESTILO:

1. Como todas las figuras destacadas de este Siglo de Oro, es un


modelo de clasicismo, pero dotado de una mesura totalmente
helénica. Es la expresión de un temperamento artístico fino,
sensual, delicado y lleno de equilibrio, que no se deja arrebatar
por ninguna pasión, sino que contiene todo ímpetu sentimental
para conseguir la belleza suprema.
2. Es sin embargo un poeta sincero y auténtico, sólo que domina
sus impulsos por su deseo imperioso de perfección formal, a la
que sacrifica sus emociones.
3. Sus dotes más admirables son la fantasía y penetración
psicológica, condimentadas con una gracia exquisita, que hace
que su lectura proporcione el más agradable placer.
4. Su trabajo fue minuciosamente escrupuloso y muy consciente,
aspirando a la sobriedad y plenitud, en lo que fue insuperable
maestro. Tiene buen gusto, sutileza y sensibilidad, debido a su
precisión, variedad y delicadeza.
5. LENGUA: se caracteriza por su dignidad amable, empleando en
todo momento palabras apropiadas, genuinamente latinas,
aunque aderezadas de préstamos griegos o arcaísmos, para
crear una atmósfera de erudición o antigüedad siempre
armoniosa con el conjunto. Su lengua es siempre sobria y su
expresión sencilla y natural, como en todos los clásicos. Sus
frases avanzan ligeras y fáciles, sin dar impresión de
44

elaboración, porque sabe darle un tono de sencilla naturalidad a


todo lo que toca.

Los tópicos de Horacio:


Las Odas son el vehículo para exponer sus pensamientos y
sentimientos sobre aspectos muy diversos de la vida. En breves
pinceladas resume sus ideales: aurea mediocritas (la dorada
medianía), carpe diem (aprovecha el momento), tempus fugit (el
tiempo huye- la fugacidad de la vida). Una vida sin destacar ni por
unas cosas ni por otras; es decir, renuncia a todo tipo de ambición; es
consciente de la fugacidad de la vida, huye de los tumultos, de las
masas para centrarse en el yo. Muchos le vieron como la persona que
se aísla en el campo, que pretende vivir y dejar vivir. El amor para
Horacio es un sentimiento secundario.
Todas estas ideas se enuncian a través de tópicos o fórmulas
que se han ido repitiendo a través de las distintas etapas literarias.
Éstos son algunos de los más importantes:
* Carpe diem (“aprovecha el momento”): se relaciona con el paso del
tiempo, la llegada de la muerte y vivir el presente.
* Fortuna mutabilis (“la Fortuna o la suerte cambia”): se relaciona
con la idea de conocerse bien y fiarse de uno mismo, sin confiar en la
suerte cambiante.
* Ubi sunt?( “¿Dónde están ahora?”): se relaciona con el hecho de
que la muerte llega y todo lo iguala, sólo el recuerdo del pasado
permanece.
* Beatus ille (“Feliz aquél que...”): se relaciona con el aprecio de la
vida tranquila, frente a la agitación de la vida mundana y de sus
preocupaciones.
* Tempus fugit (“el tiempo huye”): se relaciona con la fugacidad de la
vida, el rápido paso de los años y como llega inevitablemente la
muerte.
* Aurea mediocritas (“La dulce medianía” o “el término medio”): esta
idea tiene que ver con el aprecio y satisfacción por lo sencillo, lo
cotidiano, lo que se posee... frente a lo puramente material e
insustancial y las riquezas. Es preferible disfrutar de una posición
mediana pero sin sobresaltos a una elevada pero llena de peligros e
incertidumbres.
45

3.2. Tácito (55 d. C.- 117/120? d. C.)


*Obra:
Obras menores (opera minora): Diálogo de oradores/ El
Agricola/ Germania
Obras mayores (opera maiora): Historias / Annales
* Concepción de la historia y el estilo.
3.3. Suetonio (69 d. C.- 126 d.C.)
* Obra: Hombres ilustres / La vida de los doce Césares
3.2. TÁCITO

* VIDA
Nace en la Galia Narbonense (suroeste de Francia), poco antes
de la subida de Nerón al poder. De familia noble, cursó estudios de
Retórica. Inicia su carrera política de la mano de su suegro, J.
Agrícola, uno de los personajes más influyentes de la corte de
Vespasiano. Fue cónsul con Nerva y procónsul con Trajano.

* OBRA
a. Obras menores (opera minora):
El Diálogo de oradores es un tratado de crítica literaria en
forma dialogada de estilo ciceroniano. El tema más interesante es la
causa de la crisis de la elocuencia que Tácito centra en la decadencia
moral y en la transformación político-social que restringe la libertad
de palabra.
El Agricola, monografía que narra la vida de su suegro, el
cónsul Agrícola, personaje clave en la conquista y pacificación de
Britania
La Germania, monografía que constituye un tratado de
geografía y etnografía sobre las tribus de los germanos.
b. Obras mayores (opera maiora):
Las Historias, que constaban probablemente de 14 libros y
abarcaban los años 69-96, desde la muerte de Nerón hasta la de
Domiciano; por tanto, los hechos referidos son contemporáneos a la
vida del autor. La obra se ha conservado parcialmente.
Los Annales, escritos posteriormente, refieren acontecimientos
históricos anteriores que van desde la muerte de Augusto (14 d. C.)
hasta la de Nerón (68 d. C.). Constaba de 16 a 18 libros de los que se
han perdido varios.

* CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA Y EL ESTILO


46

Como Tucídides, sigue un método científico a la hora de escribir


e interpretar el acontecer histórico: explica los hechos por sus
causas, no descuida ninguna fuente de información y somete las
fuentes a crítica.
Las fuentes que utiliza son las obras históricas de sus
predecesores, los testimonios oculares de testigos o protagonistas,
las tradiciones orales, los archivos del Senado (Acta Senatus), el
diario oficial del pueblo romano (Acta diurna populi Romani) y los
archivos de palacio (Commentarii principum).
Tiene una visión imparcial de los acontecimientos: el escritor
debe escribir sin tomar partido, sin amor y sin odio.
Su intención es emitir un juicio sobre el Imperio como régimen
de gobierno: recrimina los abusos y violencias de los déspotas así
como la vil adulación de los súbditos. Su ideal político es la
monarquía.
Utiliza en sus obras mayores un estilo expositivo típico de la
historiografía romana: expone los hechos año tras año, alternando la
narración de los acontecimientos internos con la de los externos.
Es el maestro de la brevedad y concisión, sobre todo mediante
la elipsis y la supresión del verbo. Su léxico es de gran variedad:
arcaísmos, neologismos, giros poéticos.

3.3. SUETONIO

Secretario particular de Adriano con quien compartía múltiples


intereses.
Cultiva el género biográfico. De su amplia producción se han
conservado íntegramente las Doce biografías de emperadores
desde César a Domiciano (Duodecim Caesarum vitae), y de su Viri
illustres, De grammaticis et rethoricis y Vita Terentii.
Es el primer historiador que añade a la descripción moral de los
biografiados, su retrato físico.
Las vidas de los Césares quedan aisladas unas de otras, sin una
perspectiva histórica general, incluso refiere chismes de palacio o
anécdotas escandalosas.
Sus biografías se convirtieron en modelo en épocas posteriores.

3.2. Ovidio: Las Metamorfosis

4. LA ÉPICA EN TIEMPOS DE NERÓN: Lucano, La Farsalia

3.2. Ovidio: Las Metamorfosis

Se trata de un epopeya mitológica de quince libros en que


Ovidio narra todas las metamorfosis de dioses, hombres y héroes
desde el principio del mundo hasta su época, culminando con la
apoteosis de Cesar exaltado como antecesor de Augusto. Tan amplio
47

material mitológico lo estructura temáticamente, siguiendo ya


precedentes alejandrinos.
Los dioses de Ovidio son más sensuales y frívolos que los
hombres. Están totalmente humanizados y tratados en ocasiones con
ironía. Destacar lo humorístico indica una postura crítica propia de
una mentalidad alejada del mundo heroico de la épica. Su obra
testimonio la disolución de ese mundo. Se distancia de la tradición
épica y, por tanto, su obra es anticlásica. Utiliza el monólogo como
procedimiento de introspección psicológica. Su estilo es ya barroco
en su elaboración retórica.

4. LA ÉPICA EN TIEMPOS DE NERÓN: Lucano, La Farsalia

Sobrino de Séneca y como él, estoico y víctima de Nerón. Su


muerte prematura le impidió concluir la Farsalia. Se trata de un
poema histórico, cargado de pesimismo, muy próximo a
historiadores como Salustio o Tácito. Es una obra anticlásica porque
no celebra los orígenes y grandeza de Roma, sino su disolución y fin,
y en ella el aparato divino ha desaparecido. Su estilo es retórico.

2. LA ELEGÍA
2.1. Sus orígenes y su introducción en Roma.
2.2. Autores.
2.2.1. La lírica de Ovidio: vida y obra (poemas eróticos,
grandes poemas y elegías personales).

2. LA ELEGÍA

2.1. INTRODUCCIÓN: LOS ORÍGENES DE LA ELEGÍA ROMANA Y SUS


CARACTERÍSTICAS
La elegía romana en tiempos de Augusto se ciñe
temáticamente a la esfera privada del otium. Entronca con la elegía
griega, pero casi únicamente por la forma métrica, el dístico
elegíaco (combinación de hexámetro y pentámetro dactílico). Entre
los griegos la elegía daba cabida a una gran variedad de temas:
arengas guerreras (Calino), temas políticos (Solón), expresión de
sentimientos amorosos tratados desde un punto de vista objetivo y
erudito (Calímaco)
Los romanos tomaron de los elegíacos griegos no pocos temas:
el contraste entre la muerte y el amor, entre el goce y el sufrimiento
de la vida, las narraciones eróticas extraídas de la mitología (así en
Las Metamorfosis o en las Heroidas de Ovidio). Pero, lo que
individualiza la elegía romana de la griega es que es cauce de
expresión de la vida personal del poeta, es poesía amorosa
subjetiva. Conecta, pues, más con el epigrama helenístico en el que
la vivencia erótica desempeñaba un papel importante. Puede
conjeturarse que la elegía romana arrancó del epigrama
erótico, pero recogió otros elementos afines tomados de la
poesía bucólica, de la elegía objetiva.
48

2.2 AUTORES
Los más importantes son Cornelio Galo, su creador, Tibulo
(influido por Catulo), Sulpicia, Propercio (de más hondo pathos) y
especialmente Ovidio
2.2.1. La lírica de Ovidio: (43 a.C.-17 ó 17 d. C.)
Procede de una rica familia ecuestre. Estudió retórica y
completa su formación en Atenas. Se dedicó a la carrera política por
complacer a su padre. Aunque Mesala intentó atraerlo a su círculo,
Ovidio, económicamente independiente, no quiso pertenecer a él. El
año 8 d. C. sufrió exilio a Tomos (Mar Negro). Las causas de su
destierro no están claras (ël mismo habla de carmen et error: el
poema puede referirse a su Ars amatoria y el error a alguna
desaveniencia con Augusto). Si bien fue una experiencia personal
penosa, resultó muy fructífera en su actividad literaria: en el exilio
escribe Tristia, Pontica, y reelabora sus Fastos. Suplica repetidas
veces en sus poemas la clemencia de Augusto que nunca llegó, pues
Ovidio morirá un año después que aquél.

Su obra se divide en dos grupos:

Poemas eróticos:
* Amores: colección de elegías eróticas semejantes a las de Tibulo y
Propercio. Consta de tres libros dedicados a Corina, su amada, a la
que describe de manera muy general, por lo que resuslta difícil saber
si se trata de una mujer determinada. Es una especie de novela de
amor, en ella rara vez expresa con sinceridad sus sentimientos.
* Heroidas: 21 cartas de amor de figuras mitológicas femeninas a sus
maridos o amantes ausentes (por ejemplo, Briseida a Aquiles, Fedra a
Hipólito, Ariadna a Teseo ...) Está inspirada en los ejercicios prácticos
de gramática y retórica.
* Arte de amar (Ars amatoria): poema didáctico escrito en dísticos
elegíacos. Consta de tres libros dedicados a las jóvenes romanas
solteras, dándoles consejos sobre cómo comportarse en el tema
amoroso. Muestra un conocimiento profundo sobre el tema.
* Remedios de amor: poema didáctico, lleno de ironía y refinamiento.

Grandes poemas:
* Metamorfosis: 15 libros, íntegramente escritos en hexámetros, que
constituyen un ciclo de narraciones cuyo rasgo común es que acaban
con una transformación. Ovidio pretende hacer una especie de
epopeya mitológica (perpetuum carmen), dando una relación
cronológica a cada una de las poesías mediante habilidosas
transiciones, desde el origen del mundo hasta la apoteosis de César.
Ya existían precedentes de una sistematización temática de la
materia mitológica en los poetas alejandrinos.
* Fastos: elegías en que trata de exponer secuenciadamente las
fiestas romanas del calendario romano con sus costumbres y las
leyes relacionadas con ellas. Su proyecto inicial era componer 12
cantos, pero concluyó la mitad.
49

* Tristia (5 libros) y Ponticae (4 libros): son dos colecciones de


elegías en dísticos, escritas en el destierro. La elegía subjetiva se
convierte en instrumento de comunicación meramente personal.
Escritas en forma epistolar. Abundan las lisonjas al emperador y a su
familia con el objetivo de lograr su perdón. También contienen
muchas cartas dirigidas a su mujer, familiares y amigos. Son poemas
autónomos en que destaca su tono quejumbroso.
1.2.1. Los neotéricos o poetae novi:

* Características comunes:
No constituyen una escuela, sino un grupo de poetas a los
que Cicerón llamó Poetae Novi. Representan una generación:
su infancia o juventud coincide con la dictadura de Sila y la muerte
de la mayoría ocurre entre los años 48-31 a. C. Se constituye como
grupo en tiempos de César y este hecho ha de vincularse con la
llegada a Roma de poetas, filósofos y hombres de letras, procedentes
de diferentes regiones de Oriente, con las que Roma, a raíz de las
conquistas de Pompeyo, había intensificado su relación.
Como poetas, les une el rechazo de la poesía romana
anterior, tanto en su forma como en su espíritu. Sus modelos
griegos son los poetas alejandrinos. Frente a los largos poemas
épicos optan por poemas breves, muy elaborados, de gran
perfección formal y de gran erudición.
Se trata, pues, de una concepción de la poesía como l’art pour
l’art: los grandes temas se destierran, aparecen otros temas más
individuales o exóticos, en algunos casos, pretexto para el ejercicio
del arte literario.
Abandonan el hexámetro dactílico en favor de la polimetría
(usan con gran exquisited diversos metros de tradición poética
griega: eólicos, troqueos, yambos, galiambos...)
Su carácter innovador en materia literaria, por cuanto que
pretenden romper con la tradición representada por Ennio, no se
corresponde con su posición política: fueron enemigos de toda
innovación.
Todos los poetas neotéricos procedían de la Galia Cisalpina y,
entre ellos, hay que destacar a Valerio Catón, maestro de los
neotéricos, a Licinio Calvo, a Helvio Cinna y, sobre todo, a
Valerio Catulo, el único del que se han conservado sus poesías y
considerado por los antiguos como creador de la lírica amorosa
latina.

Los neotéricos o poetae novi


* Características comunes

1.2. AUTORES
1.2.1. Valerio Catulo (84-54 a.C.):
De familia noble, llevó una vida acomodada y murió muy joven,
a los 30 años de edad. Gustaba del otium, de la vida en sociedad, del
trato de los amigos, de amor y del arte poético.Su vida y obra
50

literaria van muy de la mano, de modo que muchos datos biográficos


se entresacan de la lectura de sus poemas. Un hecho determinante
en su vida y obra poética será su amor por Clodia (a la que alude con
el pseudónimo de Lesbia), mujer casada y de origen noble; relación
que pasará por diferentes fases: del arrebato y gozo de la pasión al
tormento del rechazo o a la melancolía del recuerdo o a la
humillación de fugaces reconciliaciones.
Nos dejó 116 poemas de extensión y ritmo muy variados. En
ellos se concentra todo cuanto caracteriza a los neotéricos: poesía
erótica, experiencias amicales, descripciones de la naturaleza, sátira
política y privada, epitalamios... Su obra se divide en dos grandes
grupos:
- poemas líricos y epigramas, más personales, inspirados en
líricos griegos antiguos como Safo o Arquíloco, y relacionados con su
vida, su amor, sus amistades, sus odios. Su vena satírica le llevó a
componer epigramas hirientes y mordaces contra César y Pompeyo.
Otros poemas suyos describen su pasión por Lesbia y los vaivenes de
su relación. Algunos son simples cartas de circunstancias, sobre todo,
de condolencia.
- poemas narrativos de contenido mitológico, donde hace
alarde de erudición, se muestra como poeta doctus. Su fuente es la
poesía alejandrina y, en especial, Calímaco. Entre éstos figuran:
* Attis, descripción mitológica del delirio orgiástico de los sacerdotes
de Cibeles, la diosa-madre frigia
* La cabellera de Berenice, plagio del poeta Calímaco, que imaginó la
transformación en cometa de la cabellera de esta reina de Egipto.
* Las bodas de Tetis y Peleo, su poema más extenso (408 versos). En
este epitalamio o poema nupcial, se narra la leyenda de Teseo,
dentro de la que destaca el episodio del abandono de Ariadna.
Constituye un prototipo de amor desgraciado. El lamento de Ariadna
influirá en la manera en cómo Virgilio describirá el dolor de la reina
Dido, abandonada por Eneas.
Catulo es el precursor de la elegía erótica subjetiva, que es
creación original de la literatura romana. Es, por tanto, el precursor
de Horacio y de los elegíacos de la época de Augusto. Sus poemas
más personales describen su único y profundo amor por Lesbia. A la
declaración de amor (LI, ille mi par esse deo videtur), en que hace
una exhaustiva descripción de los síntomas del amor, le siguen otros
poemas en que da rienda suelta a su pasión: de la alegría y el
entusiasmo desbordados (V, Lesbia mia, vivamos,nos amemos...
dame un beso, y mil, y luego ciento...) y la ternura y jugueteo
amoroso (II,Passer, deliciae meae puellae), a la desesperación y el
desengaño (LXXXV, La odio y la quiero; VIII, Triste Catulo, deja de
hacer el tonto y lo que ves perdido, perdido sea), incluso al escarnio
de la amada (LXXII, Ahora te he conocido; conque, aunque más y
más ardo, más barata y vil eres tú para mí).

1.2.2. La lírica de HORACIO (65-8 a. C.)


Hijo de un liberto. Estudia retórica en Roma y filosofía en
Atenas. Ocupa el cargo de scriva quaestoris (secretario del inspector
51

de hacienda) y empieza a escribir poesía. Virgilio y Varo lo presentan


a Mecenas y se incorpora a su círculo de artistas. Mecenas le regala
la quinta de la Sabina y allí transcurrirán sus días más felices, libre de
apuros económicos, alejado del mundanal ruido y de los molestos
convencionalismos de la vida urbana. A través de Mecenas se fue
aproximando a Augusto, pero no aceptó ningún cargo político.
Su obra se divide en :
* Epodos o yambos: 17 poemas cortos escritos casi todos en dísticos
yámbicos. En la lírica griega este metro servía de cauce a la invectiva
política y personal. En Horacio no hay virulencia en el ataque
personal y las pocas personas, objeto de su escarnio, apenas tienen
relevancia política (el poetastro Mevio, el usurero Alfio ...). Se deja
notar la influencia del griego Arquíloco. Los gramáticos dieron a la
colección el nombre de epodos, porque en la mayoría de las
composiciones un verso más breve (epodo)sigue a otro más largo.
Destaca entre sus epodos aquel famoso que comienza Beatus ille qui
procul negotiis (Dichoso aquel que lejos de sus preocupaciones),
motivo que fue recogido por algunos poetas del Renacimiento
español.
* Sátiras o Sermones: dos libros en hexámetros. Entra en
competencia con Lucilio y pretende renovarlo como Virgilio pretendía
hacerlo con Ennio. Los tiempos habían cambiado y en la Roma de
Augusto la crítica política y muy personal de Lucilio no tenía cabida,
por ello, la sátira horaciana se dirige contra personas sin significación
política. Otra fuente de inspiración para sus Sermones son las
diatribas morales de los filósofos cínicos (ej. Bión de Borístines). La
forma dialogada de sus sátiras deriva precisamente de estas
diatribas, así como temas como la insatisfacción de la propia vida y la
envidia por lo ajeno. Horacio muestra su genialidad, sobre todo,
cuando cuenta pequeñas experiencias (como cuando trata de librarse
de un transeúnte en la vía Sacra o cuando el contraste entre la vida
rural y urbana desemboca en la diatriba con la fábula del raton de la
ciudad y del campo). Con Horacio elementos formales esenciales
-diálogo, ejemplos ilustrativos, variedad y secuencia libre de los
temas-, que ya existían en la satura y en la diatriba, alcanzan su
máximo nivel de perfección.
* Odas o Carmina (canciones): son 4 libros; los tres primeros
publicados en el 23 y casi diez años después el cuarto. Horacio recrea
en sus Odas la lírica griega antigua, a poetas como Safo, Píndaro y
Anacreonte. Pero la poesía de su tiempo no es la de los siglos VII y VI
a. C. , no es poesía para ser cantada, sino para la recitación y la
lectura. Únicamente el Carmen Saeculare, entroncado con la
tradición de himnos cultuales, se hizo, por encargo expreso de
Augusto, para la declamación de un doble coro de muchachas y
muchachos.
Horacio cuando designa su poesía lírica como Aeolium carmen,
se refiere a la versificación eólica: emplea, sobre todo, la estrofa
alcaica o sáfica, que ya había introducido Catulo. Pero será Alceo y no
Safo, entre los poetas eólicos, la fuente de la que tomará sus temas,
y beberá especialmente de poetas jonios como Anacreonte o Píndaro.
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Muchas de sus odas, no obstante, carecen de un determinado


modelo griego: son creaciones libres dentro de un estilo personal.
Muchas de sus Odas están dedicadas a grandes personajes:
Tiberio, Agripa, Augusto ... Se alió con Augusto en la medida en que
sus intenciones religiosas y morales se adecuaban a su sentido
moderado de la religiosidad y la moralidad.
Horacio vio en sus Odas la cima de su arte poético, pero no
tuvieron la aceptación esperada entre el público.
La influencia de Horacio en la literatura europea posterior es
inferiora a la de Virgilio. Su obra poética se convirtió pronto en
manual escolar, pero no gozó de la popularidad y difusión de la de su
coetáneo.

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