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El mito de creación de los mexicanos


en la Histoire du mechique

Luis Barjau

La obra Histoire du mechique se encuentra


en la Biblioteca Nacional de París, resguardada
como el país de origen, mismo que adjudica a la
labor de recopilación que hizo Andrés de Ol-
bajo el número 19031. Fue escrita en francés en mos, quien vivió entre 1490 y 1568.
1543 por André Thevet y consta de 88 fojas de No se conoce con precisión la fecha del texto
290 x 207 mm. Su autor puso su firma en las fo- original en español, aunque el propio documen-
jas número 1 y 79, Yanotó: traduite del spagnol, to da algunas pistas. Desde luego su asigna-
sin que se conozca hasta la fecha el original en ción poscortesiana está indicada por diversos
esta lengua.! En 1905, M. Edouard de Jonghe lo datos, mismos que descartan la posibilidad de
dio a la imprenta por primera vez en París. que le haya antecedido un único documento in-
Sesenta años después de impresa, a partir dígena pintado (amoxtli), del cual los españoles
de una nueva versión al español hecha por don hayan vertido los datos por medio de intérpre-
Ramón Rosales Munguía, y con su autoriza- tes. Ejemplo de que su procedencia es colonial
ción, el doctor Ángel María Garibay la publicó son los datos hallados en la edición de Garibay
en la editorial Porrúa (colección Sepan cuan- ya citada y que a propósito de una escultura de
tos) en México en 1965. Es la penúltima edi- una deidad popoluca refieren: "cuando los es-
ción que se conoce y forma parte, junto con pañoles lo encontraron";3 también se observa
otros opúsculos antiguos, del libro que Garibay el dato: "México es la cabecera y principal ciu-
titulara Teogonía e historia de los mexicanos. dad de la Nueva España".4
Recientemente esta importante obra vio la luz Se sabe que Histoire du mechique es posterior
de nuevo en la edición de Rafael Tena titulada al nombramiento del primer virrey: "México
Mitos e historias de los antiguos nahuas, alIado es [oo.] arzobispado y donde el virrey y la audien-
de dos textos clásicos: Historia de los mexica- cia están establecidos".5 También es posterior
nos por sus pinturas y Leyenda de los soles. 2 a la conquista de Nueva Galicia (Guadalajara)
Tena indica como fecha de elaboración del do- por Nuño de Guzmán, y a la pacificación del mis-
cumento el quinquenio 1548-1553, y a Francia mo territorio, a la que salió de México el virrey

1 Ángel María Garibay, Teogonía e historia de los mexi-


canos, México, Porrúa (Sepan cuantos, 37), 1965, p. 15. 3 Ángel María Garibay, op, cit., p. 95.
2 Rafael Tena, Mitos e historias de los antiguos nahuas, 4 Ibidem, p. 96.
México, Conaculta (Cien de México), 2002. f'Idem.

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Mendoza el 22 de septiembre de 1541: 6 "don- Olmos. En los años sesenta, en la primera edi-
de Nuño de Guzmán estuvo cuando conquistó la ción de Garibay,lO él insiste en una hipótesis
Nueva Galicia".7 Según las efemérides de O'Gor- que ya había arriesgado en su Historia de la
man,8 el documento escrito más cercano a es- literatura nahua: ll fray Marcos de Niza (no
tas últimas fechas es la Relación de Tadeo de confundir con Marcos Tadeo) es el autor de
Niza, de 1548. una gran parte del documento, el cual junto
Pero se descubre en la página 1011a fecha del con sus bienes quedó en el convento; posterior-
manuscrito, por lo menos de la parte V, parágra- mente otro fraile (desconocido) anexó este ma-
fos 89-98: 1543, ya que en el parágrafo 92 se dice terial a otro escrito, es decir, la parte de la
que México "fue fundada hace CCXXII años", es Histoire relativa a los mitos y que con seguri-
decir, 1321, por supuesto contando desde 1543. dad sí pertenece a los escritos de Olmos. Esta
Al respecto, Tena arguye que si la fundación de hipótesis pues, confirma la de De Jonghe, si
México fue en el año 2 Calli, éste corresponde a bien con correcciones. Así, la sección IV, 92-
1325 y no a 1321. Si agregamos los 222 años ci- 224, corresponde precisamente al Mito de las
tados ("CCXXII años"), se obtendría 1546 como edades o soles, que es de interés particular y
fecha de redacción del manuscrito. 9 que sí pertenece al padre Olmos.
Las partes que en su origen integraron nues- La importancia de este documento es eviden-
tro documento, según Garibay, tienen la siguien- te: Olmos fue el primer cronista español que
te procedencia y contenidos: a) datos de Tezcoco, recabó información sobre la mitología y la reli-
parágrafos 1-43; b) datos de México, parágrafos giosidad del pueblo mexicano antiguo; desde el
44-88; exposición' sobre el calendario, parágra- siglo XVI sus escritos se convirtieron en una
fos 89-98, y d) mitología, parágrafos 99-229. fuente en la que habrían de abrevar, irremisi-
Las fuentes consultadas y regiones donde blemente, todos los demás cronistas que trata-
probablemente el autor obtuvo información, de ban los mismos temas. A él debemos, para bien
acuerdo con los distintos contenidos son: 1) cie- y para mal, la escritura de los principios estruc-
los: varios códices y relato expositivo; 2) soles turados que regían y con que regían el mundo
cosmogónicos: varios códices y diversas relacio- los dioses locales.
nes; 3) la segunda edición: poema tenochca; 4) El contenido de la fuente ulmiana permite
búsqueda de los huesos de los muertos: poema apreciar la estructuración de las ideas arcai-
tenochca hallado en la Leyenda de los Soles; 5) cas de los mexicanos contenidas en la mitolo-
creación del maguey: poema texcocano; 6) otro gía de creación de los dioses, del mundo y de los
mito de la creación del maguey: poema texcoca- hombres. Los datos aparecen entremezclados y
no; 7) mismo tema: poema de Chalco; 8) crea- fragmentados en relación con otros que sobre el
ción del sol: México o Texcoco; 9) poema de mismo tema surgieron de distintas fuentes y que
Tezcatlipoca: región incierta; 10) huida de Que- se conservaron también en los amoxtli o libros
tzalcóatl: poema incompleto, región central. pintados, reservados para la clase sacerdotal.
Acerca de los orígenes del documento se han La saga mitológica contenida en la Histoire
emitido diversas opiniones e hipótesis que vale está ordenada en el siguiente sentido:
la pena comentar. A principios del siglo xx, De
Jonghe afirmó que provenía de los escritos de 1. Los trece cielos y sus deidades.
2. Mitos cosmogónicos de los cuatro soles.
3. Creación del cielo (nueva creación).
GEdmundo O'Gorman, "Introducción", en Fernando de 4. Creación del maguey.
Alva Ixtlixóchitl, Obras históricas, t. 1, México, UNAM,
1975¡ p.ll.
7 Angel María Garibay, op. cit., p. 97. 10 Idem.
8 Edmundo O'Gorman, op. cit., p. ll. 11 Ángel María Garibay, Historia de la literatura nahua,
u Ángel María Garibay, op. cit., p. ll7. t. 11, México, Poma, 1953-1954, pp. 47 Yss.

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5. Creación del sol en una versión texcoca- Creación de cielo y tierra.


na, que interfiere en el mito genésico del Creación del sol.
mundo con la participación de Xochipilli Creación del maíz.
y Nanahuaton, probablemente Teccizté- Tezcatlipoca.
catl y Nanahuatzin de otras versiones. Quetzalcóatl.
6. Mito cosmogónico de Chalco que descri-
be nueve cielos. Si bien este orden sucesivo debe ser respeta-
7. Creación del maíz o del dios Cintéotl. do en la interpretación, el orden que dispongo
8. Identificación de Tezcatlipoca. con la numeración romana crea una alternati-
9. Quetzalcóatl como introductor de los sa- va de lectura y, por ende, una opción interpre-
crificios en Tula. tativa.
10. La llegada de Tezcatlipoca a Tula.
11. La huida de Quetzalcóatl.
IV Creación del hombre. Mito texcocano
Los dos últimos temas pueden ser compara-
das con las versiones de Sahagún y de Durán; Esta parte, identificada con el número IV según
mucho más elaboradas en términos narrativos. el orden propuesto, aparece en primer lugar en
Respecto al mito de creación, el documento la Histoire du mechique; tiene la particularidad
es fragmentario y desordenado, pues los infor- de ser al mismo tiempo un mito (o una de sus
mes acerca de las deidades provienen de diversas partes) de creación y de fundación. En Texco-
regiones con variantes locales, además de que co aparecen los primeros hombres, los que son
el propio recopilador no tuvo en mente dejar a su vez fundadores del lugar. Acorde al texto,
una constancia precisa sobre el mito de crea- en rigor no se puede hablar de la creación de
ción, sino en general sobre "las antiguallas de los hombres con intervención divina, sino de
los indios" respecto a sus asuntos religiosos, una aparición mágica de los hombres. Si bien
entre otros temas. Por ello, el orden -indicado es cierto que la flecha que genera a la humani-
con números romanos- que propongo a conti- dad cae del cielo -según versiones de otras re-
nuación para fines interpretativos no afecta en giones ahí se ubican las deidades, y por ello se
nada al texto: podría inferir la creación divina de los seres
humanos-, una interpretación textual, la más
I Aparición de los dioses. conveniente en este tipo de análisis sobre fuen-
II Creación del cielo y la tierra. tes particulares que han de ser comparadas y
III Creación del sol y la luna. equilibradas entre sí, sugiere la idea de apari-
IV Creación del hombre. ción mágica.
V Otros. Como el flechazo fundador proveniente del
cielo ocurre en la madrugada, la inmediata
Comparando con narraciones equivalentes asociación no puede ser otra que con el primer
de muchas otras culturas antiguas, este orden rayo solar. La luz y su velocidad siembran la
es el más adecuado. En cambio, el original pre- vida, así como la flecha real y su propia veloci-
senta el siguiente orden: dad siembran la muerte. La flecha da en un lu-
gar llamado Tezcalco ("en el mármol").
Creación del hombre. El flechazo produjo un hoyo en la tierra de
Creación del fuego. donde emergió la primera pareja: Tzontecá-
Los trece cielos. matl (o Tochtli) él, y Tzompachtli ella. La fuente
La leyenda de los soles. especifica que Tzontecámatl significa "cabeza",
Nueva creación. traducción que carece de un detallado conoci-
Creación del maguey. miento de la lengua náhuatl, pues si bien es

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"cabeza", el término denota sobre todo "cabeza Cuando los siete hijos fueron a vivir y a fun-
cortada". Esta versión es más acorde con la pro- dar la ciudad de Texcoco, el sitio no era "sino
pia descripción del hombre que hace la fuente: un espeso monte"13 poblado de bestiasde cuyas
una figura sin cuerpo. Coincide además por pieles vestían; los cabellos de ellos y de ella ja-
una sugerencia indirecta: las cabezas parecen más eran cortados, haciéndose semejantes al
estar aladas como las de los querubines. Dichas espeso monte. La tierra a fundar era regalada
sugerencias se dan porque el hombre se llama con ofrendas de yerbas, pero mediaba un inter-
también Tlohtli: "gavilán", y porque estos se- cambio equitativo: mientras que el espeso mon-
res "no caminaban sino a saltos, como las urra- te de la tierra proporcionaba comida y abrigo,
cas o los gorriones".12 las cabezas humanas le devolvían las yerbas
La asociación del autor anónimo pudo haber de sus cabellos.
sido inconsciente o deliberada; para fines mito- No existía, por tanto, la posibilidad de guerra
gráficos el efecto es el mismo: el querube bíbli- en situación de intercambio tan equitativo: "tan
co es la cabeza alada de un piño, símbolo de sin malicia eran".14 Tampoco tenían noción del
pureza (la testa era el espíritu; el cuerpo los tiempo hasta que los mexicanos les llevaron el
bajos instintos luciferinos) y señal (las alas) de calendario.
procedencia celestial. Los querubines se incli- Si Tlohtli y Tzompachtli fueron los primeros
naban reverentemente sobre el lugar en que señores de Texcoco, sus siete hijos se "fueron al
está presente Dios (Salmos 99:1); donde Él se lugar donde es Tezcuco", "se salieron por el país
reunía con su pueblo, aceptaba la sangre de ex- a ver tierras nuevas y se quedaron donde me-
piación (Números 7:89; Levítico 16:14-16). jor les parecía".15 La aparente confusión no
Con el riesgo de pérdida que da la osadía de hace sino identificar un sólo lugar nombrado
la interpretación mitológica, continuaré seña- de dos maneras: Tezcalcoffezcuco. ¿Se trata de
lando las asociaciones inmediatas de los mite- variantes del náhuatl, o de una traducción del
mas, para desPllés intentar una visión de su náhuatl al castellano?
conjunto. Uno de los hijos de la primera pareja, quien
Si el cielo metió en la tierra una flecha que aparentemente salió a tierras nuevas, regresó
engendró a la primera pareja, el hombre -sin con un "ídolo", el primer dios a quien le levan-
cuerpo-- engendró a su prole al meter la len- taron altar: espejo humeante, Tezcatlipoca. Al
gua en la boca de la mujer; lo primero que el mismo tiempo se hicieron agricultores, sembra-
hombre hizo fue un arco y flechas para dispa- ron maíz y frijol con semillas traídas de Chalco:
rar a los pájaros. Si erraba el tiro, la misma fle- sembraron sobre la tierra la ofrenda de sus fe-
cha encontraba en tierra el blanco de un conejo míneos cabellos, como los cielos sembraron a la
u otro animal y comía la carne cruda, pues no primera pareja sobre el "hueco" del espejo.
se conocía el fuego. La pareja originaria engen- Después de la muerte de Tzontecomatl le
dró seis niños y una niña que fueron a vivir a sucedió un hijo que se casó con la princesa de
Texcoco. Engendrar: flecha de cielo a tierra, Culhuacan. Ellos procrearon a la nación que co-
palabra de boca en boca. Flechar: vivificar y menzó a ser llamada "otomí", y empezó a cons-
matar; a su vez, vivir. truir casas.
Al principio, el cielo disparó el primer rayo El segundo señor, Techutlala, hijo de Tlohtli,
de sol; después, el rostro alado flecha en el cielo fue muerto por los hermanos de su mujer; su
a otro ser viviente como él, es decir, alado; él, el asesinato significó el de casi toda su parentela
creador, el sol, es simultáneamente halcón o sanguínea. El mayor de los hermanos usurpa-
azor (tlohtli) que flecha a la tierra femenina.
1:1 Ibidem, p. 92.
14 Idem.
1~ Ángel María Garibay, op. cit., 19G5, p. 91. Ir, Ibidem, pp. 91-92.

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dores puso gobernadores en esas tierras, él V Creación del fuego. Mito pirogénico
"era muy ingenioso" e "iguales fueron sus hijos de origen popoluca
y vivían como filósofos".16
Los nahuas- de Tezcuco aparecieron en la Esta parte V, según el orden propuesto, apare-
misma tierra que ellos fundaron por una volun- ce en segundo lugar en la Histoire du mechi-
tad celestial, cuyas características (10 inmedia- que. Es el mito que explica las peripecias
to era el conocimiento del movimiento astral) ocurridas por el descubrimiento del fuego en
heredaron los propios actores como una suerte manos de los popolucas ("bárbaros, hombres de
de destino cósmico. En el mito, los hombres se otra nación y lenguaje") que veneraban al sol,
conducen, por decirlo así, cósmicamente: si fue- a diferencia de los otomíes de Tezcuco que eran
ron engendrados del cielo, sin cuerpos, y la adoradores de la luna.
cabeza femenina, la fértil, tiene largas yerbas Los popolucas y los otomíes encarnan la
como cabellera, éstas mismas ofrendan los rivalidad cosmográfica del sol y de la luna; en-
hombres a la tierra. tre los nahuas y otros pueblos se presentó de
Si el acto de creación fue un flechazo celeste, manera simultánea con Quetzalcóatl y Tezca-
la primera acción humana devuelve el flechazo tlipoca. Así, a diferencia de otras tradiciones,
a los cielos, de lo cual se nutre la propia criatu- este último dios sería aquí el civilizador. Entre
ra humana. Si el lugar del flechazo se llamó los nahuas, la rivalidad enunciada generaba
Tezcalco (o Tezcuco), el-primogénito del primer la sucesión de las edades del tiempo. Acaso la
hombre introdujo en dicho lugar al primer dios: pugna entre popolucas y otomíes sea un ante-
Espejo humeante. Si los primeros hombres son cedente arcaico de esa antinomia del tiempo
cabezas, redondeces astrales, los hombres jue- entre los nahuas.
gan a la pelota, cabezas oscilantes por los aires, Bajo el sol, por casualidad, descuido, ociosi-
como el sol, la luna o Venus. Si el primogénito dad o juego, un indio popoluca hizo girar, entre
de la primera pareja de cabezas que simula el ambas manos y con movimiento de taladro, un
paso de los astros en el juego fundó la ciudad, bastón sobre un pedazo de madera y así obtuvo
la agriculura y la religión, da paso también, al el fuego.
casarse con una princesa culhua, a otra etnia Al ver los otomíes con gran envidia este des-
extranjera, los otomíes. Es coincidente, pues, cubrimiento, amenazaron con guerra a los po-
la fundación legítima, con la usurpación. Quizá polucas a menos que su dios sol superara tres
la propia idea arcaica de la pertenencia cósmi- pruebas maravillosas: que poblasen y despobla-
ca haya restado vigor a la fundación y a la apro- sen un llano; que apareciesen dos bandos en
piación territorial. guerra y luego desapareciesen; qu~ el propio sol
El destino cósmico aludido se constituye por se detuviera al mediodía. Las dos primeras se
rudimentos ideológicos de notoria circularidad, cumplieron tal cual; mas en la tercera el sol
y el pensamiento no es un factor de ruptura. (deidad popoluca) se niega a desaparecer con el
Arcaicas ideas, pero que acaso hayan tenido pretexto de que otros dioses lo esperan adelan-
fuerza indomeñable a lo largo de la historia me- te y debe observar lo que hacen. Pero a cambio
soamericana. el dios envía sus barbas (¿rayos?, ¿dardos?) y
Los siete hijos de Tlohtli y Tzompachtli que con ello los otomíes se dan por vencidos.
"se salieron por el país a ver tierras nuevas y En una paráfrasis astral de estos sucesos,
se quedaron donde mejor les parecía" es un la luna (la noche, las tinieblas originales)
tema que no puede evitar recordar a las siete cede ante el resplandor (las barbas) inmi-
tribus de Israel y la tierra prometida. nente del día. Otra vez encontramos en este
punto rudimentos del complejo ceremonial
del Fuego Nuevo de sociedades indígenas
w Ibidem, p. 93. posteriores.

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Amatéotl, "dios de papel", fue otra deidad Mediodía


popoluca. Se construyó con hojas de papel de Nepantla Tonatiuh
corteza de árbol machacada del tamaño de una
mano, que remojadas en sangre se iban pegan-
do a la imagen hasta conformarla. Hagamos
un análisis de la mano: huella humana en el
3prn
o 9arn
reino vegetal, embarrada en el propio corazón
para modelar a Dios. Ofrenda sanguínea de-
vuelta al vegetal (que Dios donó al hombre) y

o
que a su vez sustenta al propio numen. De nue-
vo la circularidad hierofánica en el quehacer y
el pensar religiosos.
Ocaso
O
Amanecer
Onaqui Iquitza
11 Los trece cielos Tonatiuh Tonatiuh
9prn 3arn
Esta parte, numerada con 1 y 11 según el orden

o
ya señalado, aparece en sexto lugar en la His-
toire du mechique.
En este punto la fuente alude a una de las
partes del universo gráfico, por decirlo así, eri- Medianoche
gida en trece estratos que alojan a otros tan- Yohualnepantla
tos dioses. No se menciona la parte que otras
fuentes reconocen como integrada por nueve el astro era conocido básicamente en los cuatro
estratos descendentes hasta el inframundo. movimientos vistos en el esquema superior;
Con todo, en este caso se reconoce un estrato por ello no es casual su asignación a ese estra-
superior o "treceno" donde se ubica la deidad to. Por lo demás, cuatro fueron también los so-
originaria; se reconoce también que el conjun- les o edades del tiempo.
to de los dioses integra una jerarquía que cul-
mina con Ometecuhtli y encarna el misterio Cielo núm. Deidad
de la dualidad, que es clave de la religiosidad
13 Ometecuhtli
mesoamericana.
12 Tlahuizcalpantecllhtli
Por un hecho curioso, podría pensarse que si 11 Yohualtecllhtli
bien dichos estratos se yerguen hacia arriba, 10 TezcatliplIca
tal posición diseña también una curva que cul- 9 QuetzaleohlIatzi n
mina en la redondez inevitable. Ese hecho 8 Tlalocantecuhtl i
estriba en que al undécimo cielo, reinado de 7 Tonacateuctli y Tonacacihuatl
Yohualtecuhtli, le sigue el de Tlahuizcalpante- 6 M ictlantecuhtl i
cuhtli, alba del día. Para tener una idea más 5 Tonaloque (cinco dioses)
clara de la curva, considérese que Yohualtecu- 4 Tonatiuh
htli quiere decir "señor de la noche", y que los 3 Chalehiuhtlicue
2 Xiuhtli
nahuas conocieron los puntos sucesivos del mo-
1 X illhteuct Ji
vimiento del sol.
Según esta jerarquía de dioses y estratos,
primero fue el tiempo, después la tierra, ense- Sin embargo, hay datos dudosos en este orde-
guida el agua representada por Chalchiuhtli- namiento: 1) en séptimo lugar están Tonacate-
cue y finalmente el sol. Esto concuerda con que cuhtli y Tonacacihuatl, pero sabemos que son

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las mismas deidades que Ometecuhtli y Omecí- punto y deidad; siguen "Chalchiuhtonatiuh" y
huatl, que hacen la dualidad del decimotercer "Yohualtonatiuh", y por último "Ehecatona-
estrato; 2) Mictlantecuhtli se ubica en el sexto tiuh". El primer nombre no tiene sentido en
estrato, pero sabemos que es el dios del infra- náhuatl y es desconocido, si bien podría referir-
mundo y, por tanto, pertenece a la jerarquía de se a Chalchiuhtlicue; el segundo junta Chal-
nueve estratos "hacia abajo", donde ocupa el úl- chiuh (chalchihuitl, "esmeralda, jade verde,
timo sitio junto a su consorte Mictlancihuatl. precioso") a Tonatiuh, lo cual promete que la
raíz chalchihuitl va a iniciar cada uno de los
nombres, cosa que no ocurre así. Además, Chal-
V Mitos cosmogénicos. chiuhtonatiuh haría el sinsentido "sol verde";
Leyenda de los soles podría ser "sol precioso" si no fuera porque
frente al primer compuesto, también con "chal-
Esta parte V según aparece en sexto lugar en chihuitl", no logra establecer ninguna distin-
la Histoire du mechique y representa la parte ción de importancia. Otras fuentes enumeran
nodal del mito de las edades o soles. En esta en cambio: nahui océlotl (4 tigre), nahui ehéca-
versión se especifica una creación del mundo tl (4 viento), nahui quiahuitl (4 fuego), nahui
donde los hombres fueton creados de rocas. atl (4 agua).
Otro punto notable estriba en señalar que el En estos casos, océlotl, ehécatl, quiahuitl y
mundo "había sido destruido una vez",17 pero atl, corresponden a las deidades Tezcatlipoca,
en aquella primera creación "los dioses habían Quetzalcóatl, Tláloc (como lluvia de fuego) y
creado cuatro soles bajo cuatro figuras".18 Di- Chalchiuhtlicue, agua. Pero en la Histoire du
cho en otras palabras, hay una marcada dife- mechique, la identidad de los dioses con los rum-
rencia entre la creación del mundo y la creación bos del universo y los elementos es confusa.
de los soles: mundo y soles son dos cosas distin- En el tercer sol, al igual que en otras fuentes,
tas. Y esta distinción parece ser la misma en- se menciona la presencia de gigantes cuya sim-
tre hombre y tiempo. Con mayor razón si bología para el ámbito mesoamericano no ha
consideramos la parte primera del mito, cuan- sido establecida. Sólo debemos traer a colación
do especifica que los primeros hombres no se que para otras sociedades antiguas dicho sím-
"ocupaban del tiempo, ni sabían contar meses bolo tuvo un sentido deífico-vegetal asociado a
ni años".19 los sacrificios por cremación. 21 Frazer explica
Al igual que en otras versiones, es clara la que el sacrificio de esta naturaleza correspon-
asignación de cuatro figuras (deidades) a los de a cultos solares, y simulaban una garantía
soles o edades, lo cual hace que esta fuente per- mágica (parasimpatética) del efecto benéfico del
tenezca al grupo que privilegia este número sol (el fuego) sobre los alimentos vegetales. 22 Por
para las etapas del mito. 20 cierto, aunque no podamos legitimar con ello la
El orden que presentan los soles en esta ver- explicación citada, en el siguiente sol-el cuar-
sión es incorrecto según otros datos verídicos to-los habitantes se alimentaban sólo de miz-
acerca de la orientación cosmográfica y de la quitl (mizquilitl: hojas tiernas comestibles del
relación de cada punto del universo con las mezquite)
insignias y atributos de las deidades. Así se El parágrafo 107 imprime al texto un sesgo
empieza con "Chalchiuhtonayo" como primer de transculturación: es un agregado directo
(consciente o no) del cronista español, o la opi-
nión de un lego indígena aculturado, ya que un
17 Ibidem, p. 103.
18 Idem.
19 Ibidem, p. 92. 21 James George Frazer, La rama dorada. México. FCE.
20 Luis Barjau, El mito mexicano de las edades, México, 1969.
INAHlMiguel Ángel Porrúa, 1998, p. 66, cuadro 3. 22 Idem.

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mundo destruido por las aguas, un exterminio Quizá en esta fuente se podría ver con ma-
por causas de "pecado" y una condena al "in- yor claridad cómo la creación del mundo y de
fierno", donde los penitentes eran quemados, los soles corresponde a dos tradiciones narrati-
son elementos clásicos del cristianismo. vas distintas, y cómo la vecindad y la intercul-
El parágrafo 108 agudiza aún más este ses- turación de los grupos sociales terminó por
go tendencioso y plantea otras dudas sobre la amalgamar ambas tradiciones en una sola, que
descripción y calificación hispanas de ciertos posteriormente otras fuentes expusieron como
dioses. Se da a entender que la condena al "in- una sola "leyenda" de cinco soles o edades.
fierno" habría sido la causa de que los hombres "Después de la destrucción del mundo, como
posteriores guardaran la costumbre de la cre- se ha contado leste señalamiento garantiza que
mación porque Mictlantecuhtli, el "dios del in- esta parte del texto y la anterior provienen de
fierno" y demonio embaucador, los habría una misma fuente}, cuentan la creación del
engañado can la promesa de la resurrección. 23 mundo de esta manera". A continuación se ex-
La verdad es que para el caso mesoamericano ponen las peripecias del viaje de Quetzalcóatl
no se conocen nociones equivalentes a infierno, al inframundo en búsqueda de los huesos huma-
demonios ni pecados. nos fundadores. Dichas peripecias correspon-
El cronista termina con la afirmación clásica den a la descripción del quinto sol en fuentes
de la obra sahaguniana: "En lo cual se ve bien como los Anales de Cuauhtitlán.
que el demonio les decía una verdad para ha- Dice: "Luego que las aguas pasaron encima
cerles creer mil embustes". Para Sahagún, de la tierra", pero el cuarto sol había terminado
como para tantos otros cronistas, los dioses por tempestades y vientos que dispersaron a los
mesoamericanos eran una prueba viva del en- hombres convertidos en monos. Mientras la nue-
gaño que el demonio había logrado sobre las va creación se refiere a un segundo intento en
creencias de los indios. Un "engaño" que sin cuyo final los todos hombres se habían ahoga-
embargo había durado diez mil años y creó el do. El consiguiente descenso al infierno donde
esplendor de las ciudades antiguas y de la civi- las almas fueron quemadas, pudo haber sido,
lización de esta parte del mundo. como dijimos, un agregado europeo.
En esta nueva creación se especifica la he-
chura humana por acción de los dioses. Tezca-
V Nueva creación tlipoca y Ehécatl (Quetzalcóatl) aparecen como
las fuerzas' dialécticas encontradas, generado-
Así llegamos al punto donde resulta evidente ras del tiempo y del mundo. Esta dialéctica es
que gran parte de la complejidad propia de esta explícita tanto en la tradición narrativa de los
fuente se debe a la procedencia de los relatos, cuatro soles, como en la otra de cinco soles, pero
pues la explicación de los orígenes en cada región en la Histoire du mechique aparece en la segun-
o ciudad tiene variantes, así como a la compleji- da o nueva creación.
dad natural de todos los mitos de las culturas Para crear el cielo, Tezcatlipoca y Ehécatl
antiguas y a las contradicciones de la narra- entran en una deidad hermafrodita, pues tenía
ción mitológica. figura de hombre pero algunos decían que era
Como hemos visto, esta fuente se distingue mujer: Tlalteutl (tlalli, tierra; teutl, dios). El pri-
porque considera la creación del mundo en dos mer personaje entra por la boca y el segundo
intentos al margen de la creación de los soles o por el ombligo. Ambos númenes se encuentran
edades, aunque a su modo éstas sean también así en el corazón de la diosa, centro de la tierra.
formas de la creación del mundo. Habiéndose juntado, cohabitando allí, forman
el cielo bajo.
El hermafroditismo de una deidad, lejos de
2:J Ángel María Garibay. op. cit., 1965. p. 104. ser algo extraño, es una constante en la mito-

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grafía universal, pues incluso en el caso del nu- Si dichas etapas de creación corresponden a
men judeocristiano persiste dicha condición, una segunda instancia, y si se considera que la
según se ha demostrado. 24 primera fue la creación del cielo y sus posibles
El pasaje de la penetración de la diosa na- estratos, la segunda instancia también se pue-
hua tiene una simbolización oscura, pues de asociar a la fundación de los estratos del in-
Tezcatlipoca en algunas ocasiones es tierra framundo. Si bien éstos fueron nueve, su punto
(como ocelote, es corazón de la tierra), en otras de culminación es la fundación del "infierno"
luna, y en otras sol, y sin embargo entra en la (en realidad el Mictlán) por Mictlantecuhtli,
tierra; entra en tierra de sexo impreciso, donde "en el año octavo".
se amalgama con otro elemento (aire) para ¿Por qué deberían ser ambas instancias crea-
crear el cielo. Tierra que penetra la tierra, cen- tivas -llamadas "el primer día" y el "segundo
tro de la tierra, la luz de la noche en el corazón año"- equivalentes de cielo (con trece estra-
de la oscuridad para crear el cielo, escenario tos) e inframundo (con nueve)? Porque en el
diurno y nocturno del movimiento de los as- primero se funda el cielo no sólo "hacia arriba",
tros. Tezcatlipoca es espejo del universo. Uno sino originado por Tezcatlipoca y Ehécatl, quie-
de sus reveladores nombres era Tlaltetecuin: nes ocupan, según establece más adelante la
"que salta hiriendo la tierra".25 propia fuente,27 los estratos diez y nueve. Y por-
De esa unión, en el corazón de Tlalteutl se que en la segunda instancia se crean elementos
generó el cielo. Un cielo bajo que requirió de de la oscuridad -como la noche y las estre-
otros dioses para sostener su actual altura. llas-, y ésta culmina con la presencia de Mic-
Quizá la estratificación en trece niveles ocupa- tlantecuhtli.
dos por determinados dioses tenga una rela- Tezcatlipoca y Ehécatl deciden darle un po-
ción con el acto fundador de la creación y seedor humano a la tierra, y para ello el segun-
sostenimiento del cielo. do baja al Mictlán a buscar a Mictlantecuhtli,
Se dice que todo eso fue hecho el primer día quien debe darle ceniza de difuntos para hacer
del año, pero en el segundo año dos dioses, Ci- otros hombres. La donación es simultánea al
tlaltonac ("estrella brillante") y su mujer Citla- arrepentimiento del propio dios de la muerte,
licue ("estrella hermana menor") hicieron las quien trata de arrebatar los huesos sin que pue-
estrellas. da evitarse su caída y quiebre. Desde entonces
Yoaltecuhtli y Yacohuiztli hicieron la noche, los hombres de esa edad son pequeños en compa-
Tlaloc hizo el agua y la lluvia, y Mictlantecuh- ración con los gigantes de la primera edad. En
tli hizo el "infierno" en el año octavo. este punto hemos de suponer que si Ehécatl-
Aquí es claro que día y año son equivalentes Quetzalcóatl es proyectado hacia abajo -hacia
a etapa. Una afirmación similar consta en una la oscuridad- para renovar la vida humana,
obra evangélica26 donde se trata de establecer Tezcatlipoca está predispuesto -según sus di-
que los días de la creación del Génesis corres- visas, pero sobre todo el papel que ocupa como
ponden también a etapas que pueden coincidir fuerza antinómica del primero- en sentido
con otras de la evolución establecidas por las contrario, hacia arriba, y de la lucha de estas
investigaciones geológicas. fuerzas opuestas se genera la energía o el mo-
vimiento del mundo. Ehécatl se esconde de la
persecución de Mictlantecuhtli en una olla de
21 James George Frazer. El folklore en el Antiguo Testa-
barro; esconde con él los huesos de la última
II/ento. México. FCE. 1981. pp. 9 v ss.
2' Ángel María Garibay. "Voc~bulario de las palabras y
generación humana, y en ese apaztle los otros
frases en lengua náhuatl que llsa Sahagún en su ohra··. en dioses hacen escurrir, por sacrificio, sangre de
fray Bernardino de Sahagún. Historia general de las cosas sus lenguas. Así recomienza la vida humana.
de Nueva España. México. Porrúa. 1982, p. 954.
:!(iW. W. Rand, Diccionario de la Biblia. Nashville. Cari-
be. 1969. p. 156. D Luis Barjau. op. cit.. 1992. p. 47. esq. 5.

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- - - Ensayos

Hay una tradición interpretativa de la pre- pretexto de la tristeza innata de los hombres.
sencia de los gigantes en la mitología de muchos Por eso, entre otras razones, el consumo de em-
pueblos -incluidos los europeos- representa- briagantes aparece asociado a la religiosidad:
da por James G. Frazer. 28 En dicha tradición se en México, la propia estructuración del dogma
alude a deidades arcaicas del mundo vegetal, a de la fe involucra al maguey y sus extractos.
las cuales se asocia también el sacrificio huma- El dios del viento, Ehécatl, escucha que los
no en hogueras. Esta forma de ofrenda divina dioses afirman la necesidad de la ebriedad; de
contiene la fuerza mágica (de magia simpatéti- ahí que él se acuerde de la virgen Mayahuel, la
ca) para garantizar la renovación constante de busque, la encuentre dormida y la despierte
la alimentación de origen vegetal. para llevarla al mundo.
Sin poder llegar todavía a una afirmación El hecho de que el viento lleve a la planta
clara en este punto de la Histoire, rocordemos del maguey sobre sus espaldas, y la despierte
una tradición según la cual el cielo recién creado al mundo, puede ser una alusión directa a los
fue sostenido por grandes árboles. 29 El recamien- ciclos de la fertilidad a niveles de la observa-
zo de la vida humana como resultado del san- ción humana más primaria: de hecho se puede
grado de la lengua de los dioses sobre una olla, decir que el viento transporta y siembra el po-
donde se esconde Ehécatl con los huesos de las len de las plantas.
viejas generaciones de hombres, concuerda con Lo contradictorio es un elemento sustancial
otro pasaje tezcucano. En éste, primero cae una de las mitologías. Aquí tenemos que Quetzal-
flecha en un agujero de donde nace la primera cóatl es el creador del pulque, mientras en
pareja, y después el hombre introduce la lengua otras fuentes al Quetzalcóatl abstinente de
en la boca de la mujer para engendrar a los hom- Tula le es revelada esta bebida (que lo pierde)
bres. Anteriormente, por observación de esos por otra deidad: Tezcatlipoca. Un modo de sor-
símbolos había sido posible ensayar un paran- tear esta contradicción radica en la aceptación
gón entre la flecha celeste y lengua humana; de que en Tezcatlipoca reside el polo antinómi-
pero en esta parte del mito los hombres nacen co junto con el cual se gesta la dinámica del
de la sangre de la lengua de las deidades derra- universo; así, en esta deidad cae la flecha crea-
mada en un cuenco. Hay así, sin duda, una conti- dora del cielo, proveniente del otro polo antinó-
nuidad simbólica entre flecha celeste, lenguaje mico de la divinidad.
divino y la sangre como ofrenda para retroali- Recordemos que en otras tradiciones Tezca-
mentar la existencia humana. Lo mágico simpa- tlipoca es reconocido también como creador del
tético estaría dado en este caso por el hecho de pulque (bajo el nombre de Tezcatzoncatl se le
que posteriormente los hombres ofrendan su considera uno de los dioses de la ebriedad), y
propia sangre para alimentar a las deidades. Una así cuando Ehécatl-Quetzalcóatl aparece como
vez más aparece la circularidad de la acción y descubridor del maguey lo hace frente al Espe-
del pensamiento indígena que proviene de la jo humeante.
observación de los movimientos de los astros. Cicimitl (f. Tzitzimitl: el demonio)30 guarda-
ba a Mayahuel del conocimiento de los hom-
bres. Ella, como abuela de la diosa del pulque,
V Creación del maguey concede a Ehécatl que la lleve al mundo, pero
de inmediato se arrepiente y la busca. En la
De la misma manera que el contento es una ga- tierra, para esconderse, Ehécatl y Mayahuel se
rantía de la alabanza humana hacia las deida- habían puesto en un árbol de dos ramas, una
des, la ebriedad es una decisión divina so para cada deidad: Quetzalhuexotl ("sauce pre-

~"w. W. Rand. op. cit.. p. 736. :JO Alonso de Malina, Vocabulario dc la lengua CClstellana
2" Ángel María Garibay, op. cit" 1965, y mexicana y mexicana y castellana. México. POlTúa,

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Ensayos - -

cioso") era la de Ehécatl, y Xochicuahuitl ("fies- agua; ante esto, la pareja divina resolvió: "es
ta de la serpiente enflorada") la de Mayahuel. menester hacer la tierra"31 y para eso se tras-
Las Cicime (plural de Cicimitl) devoran a Maya- formaron en dos serpientes que tesaron a Tlal-
huel; aquí encontramos una primera manifes- tecuhtli, una la asió de la mano derecha y el
tación de la teofagia, una singularidad religiosa pie izquierdo, y la otra, de la mano izquierda y
que representa también un punto de encuentro el pie derecho.
con la simbología judeocristiana finalmente Tlaltecuhtli se partió en mitades; con una de
asilada en el rito de la ingestión de la hostia de ellas los dioses hicieron la tierra y "la otra mi-
pan ázimo: "lo que se ofrece en sacrificio". tad la subieron al cielo, de lo cual los otros dio-
En todas estas peripecias se observa un tras- ses quedaron muy corridos"Y es decir,
fondo cultual de carácter vegetal; las arcaicas avergonzados y confundidos. ¿Por qué? Sin
deidades de la vegetación -antecesoras a tan- duda esto es difícil de establecer, pero debemos
tos cultos religiosos en el mundo-- pululan tam- recordar que en otra parte del mito, reseñado
bién aquí. Incluso otros dioses ya aislados del por la misma fuente, se había señalado la crea-
hálito vegetal vuelven a mimetizarse con aque- ción de los cielos sostenidos por dos dioses, qui-
llos: Ehécatl se integra a la rama de un árbol, zá los que "quedaron muy corridos" ante la
y aun como el dios trickster (bromista) primiti- osadía de una nueva instalación divina.
vo, alcanza la metamorfosis que lo convierte en La descripción de la diosa Tlaltecuhtli coin-
otro ser: se vuelve árbol pero regresa a su esta- cide a todas luces con la efigie de Coatlicue en
do original de elemento natural. Su transforma- la sala Mexica del Museo Nacional de Antropo-
ción pasajera es un engaño para conseguir su logía, no sólo por la presencia de "ojos y dien-
propósito, que esta vez trata de llevar a la vir- tes" en las coyunturas, sino porque la figura es
gen dormida, de la simiente al estado de una humana y está flanqueada por dos grandes
planta, el metl (agave) de que se extrae licor em- serpientes.
briagante. Incluso al final de la gesta creativa Además existe la hipótesis establecida por
del dios, y como para acentuar su carácter deí- Rubén Bonifaz Nuño,33 de que en realidad la
fico-vegetal con que se alegra el hombre matI- efigie de la llamada Coatlicue es el dios Tlaloc.
zando su perenne estado de vigilia, se agrega Los dioses "rompen" a Tlaltecuhtli para hacer
al pulque una "medicina" que es también vege- cielo y tierra, y dicho daño es reparado por
tal, la raíz ucpatli (patli: medicina, ungüento). otras diosas que le otorgan nada menos que la
Los númenes de la vegetación, como ahora facultad de sustentar a la especie humana y
es evidente, están presentes en los orígenes de hacer así de ella una acreedora divina. El pago,
la religiosidad y del pensamiento mesoameri- la expiación, la ofrenda, el sacrificio, la resti-
cano. y son númenes embriagadores. tución, o el factor de equilibrio: la propia san-
gre de los hombres. No quería dar fruto "si no
era regada con sangre de hombres".34 Queda
11 Creación de cielo y tierra confirmada así la idea de que el sustento natu-
ral -en este caso, vegetal- de los hombres es
Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, la antinómica una dádiva de los dioses, quienes a su vez son
energía creativa, "bajaron del cielo a la diosa una suerte de dádiva geométrica del cosmos.
Tlaltecuhtli". Tecuhtli es señor; tlalli, tierra. Se El sustento implica una deuda, y para que
trata del mismo nombre que se le da a Tláloc. haya un equilibrio cósmico el hombre debe ga-
Tlaltecuhtli tiene ojos y bocas en las coyuntu-
ras, como el monumento de Coatlicue en el Mu- :JI Ángel María Garibay. op. cit.. 1965. p. 108.
seo Nacional de Antropología. Antes de que 32 Idem.
3:3 Rubén Bonifaz Nuño, Imagen de Tia/oc. l\Iéxico.
fuese bajada ya existía el elemento agua (¿so-
UNAM,1986.
bre qué lecho?) y la deidad caminó sobre el ;l<Idem.

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---Ensayos

rantizar su abundancia con la ofrenda de su


propia esencia. La diosa se disuelve en las par-
tes de la tierra. Nótese que integra solamente
esas partes; esto es, que no tiene ninguna rela-
ción con los mares.

111 Creación del sol. Mito genésico


tezcucano

Teotihuacan es la casa del sol: no solamente


por estar al este de Tenochtitlan, sino porque
el mito señala que ahí es la cuna del sol. Aquí
se narra el capítulo donde Nanahuatzin se lan-
za a la pira divina y se transforma en el astro,
gesta que en otras fuentes aparece como ellla-
mado Quinto Sol.
La creación del sol ocurre de este modo: Citla-
licue (citlalli, estrella), deidad de todas las estre-
llas de la Vía Láctea, desparramó desde el cielo
sobre Teotihuacan a mil seiscientos de sus hi-
jos, quienes al llegar murieron. Pasaron 25
años en tinieblas hasta que se juntaron Tezcat-
lipoca, Ehécatl-Quetzalcóatl y ella misma, la
estrella, y resolvieron que el sol alumbrara la
tierra. En otras palabras, la madre de las estre-
llas envió innumerables luces a la ciudad de los
dioses, pero se apagaron al llegar; para vencer
a las tinieblas fue menester reunirse con el es-
pejo y con el viento, y así aparecer la prodigiosa
luz mayor que hace visible todo cuanto dormía hombres, las pruebas o intermediación de és-
en la oscuridad. tos con los dioses (acción que, encarnada, se
Nanahuaton o Nanahuatl, hijo de Itzpapalo- llamó "demonio" entre los griegos) y el sol. Todo
tl y de Cuzcamiauh, quienes "tomaban cuerpo ello ocurre con un fluido celeste que baja hacia
y figura cuando bien les parecía", vivía como la Ciudad de los Dioses. El grupo humano que
protegido de otra pareja, Pilzintecuhtli y Xo- pulula en la claridad de aquella mítica ciudad
chiquetzal, padres de Xochipilli. Todos en vence a las tinieblas eternas en connivencia
acuerdo con las deidades, se juntan para hacer con las deidades. Hay un acuerdo implícito: el
el sol, que es convocado por medio de ricas hombre debe ofrendar a los dioses, a cambio de
ofrendas. Así, se ofrecía perlas e incienso a los la vida en la luminosidad, el más alto valor, su
dioses. El bastardo Nanahuaton, que era po- propia esencia, su sangre. Este acuerdo es la
bre, sólo ofrecía su sangre hasta que se arrojó a base del destino del hombre mesoamericano; en
una pira de fuego, se fue al infierno (inframun- torno a él se extiende su propia realidad social.
do) y de allí trae ricas ofrendas. Como resulta- Tarea importante sería buscar estas huellas an-
do de sus actos, fue escogido para ser sol. tiguas en la actualidad sociocultural concreta.
Las secuencias y consecuencias del mundo En Chalco se narraban fragmentos del mito
son: los dioses, las tinieblas, las estrellas, los anterior con características locales. Allí el mun-

52
Ensayos . _-

do había comenzado por el agua. Los dioses 1 Quetzalcóatl


creadores, Tezcatlipoca y Ehécatl, eran hijos
de Citlalicue, quien había hecho las estrellas, Esta deidad ha sido la punta de lanza para
el sol y la luna. Señalaban la existencia de nue- una recomposición mitológica más activa. En
ve ciclos, aunque no indicaban su dirección, ni torno a su figura se han diseñado narraciones
su jerarquía. contrastantes y ha sido el puente para vincu-
lar la mitología indígena con Occidente. En el
siglo XVI los españoles identificaron a Quetzal-
V Creación del maíz cóatl con Santo Tomás; se hizo muy popular
entre los historiadores la leyenda -no existen
La base del sustento indígena, el maíz, también datos incuestionables para demostrar su vera-
era creación divina. Todos los dioses bajaron a cidad- de que Moctezuma 11 Xocoyotzin con-
una caverna donde holgaban Pilzintecuhtli y siderara la llegada de Cortés como el regreso
Xochipilli, de quienes nació Cinteotl, dios vege- de Quetzalcóatl.
tal que se metió debajo de la tierra. De diversas ¿Regreso de este dios, en qué forma? El cul-
partes de su cuerpo germinaron las plantas; el to a Quetzalcóatl no sólo era plenamente vi-
maíz nació de sus Ul'ias'- gente en Tenochtitlan, sino que su figura era
principal en el teocalli, ya que se veneraba por
igual junto a Huitzilopochtli, Tláloc y Tezca-
1 Tezcatlipoca tlipoca. ¿Regreso de Quetzalcóatl del mismo
modo que el regreso mesiánico en la tradición
Küa deidad interviene en casi todas las peripe- judía?
cias mitológ-icas de los antiguos nahuas. Su di- En la Histoire du mechique encontramos
ferenciación con Ehécatl-Quetzalcóatl provoca otra narración singular de la gesta de esta dei-
la fuerza dinámica creadora de todas las cosas dad, donde podemos ~bservar fragmentos na-
de este mundo. La Histoire du mechique consig- rrativos de diversas procedencias.
na el notable pasaje en el que Tezcatlipoca con- En primer lugar aparece Quetzalcóatl como
vertido en mono habla por las espaldas de los hijo de Camaxtli y Chimalma. El primero era
hombres desprevenidos, y convertido en ave gol- claramente una deidad tlaxcalteca equivalente
pea sus alas para despertar a los que duermen. a Huitzilopochtli; esta parte de la narración
Él creó el aire, es decir a Ehécatl, y lo envió por puede ser, pues, un agregado de los mitos de
un puente que atraviesa el mar hasta la casa aquella región. La crianza del dios por parte de
del sol, para traer la música. El puente es cons- sus abuelos, y la muerte de su madre en el mo-
truido por los sirvientes de Tezcatlipoca: la tor- mento del parto, recuerda la gesta de Tepozté-
tuga, la sil'ena y la ballena. catl y Ome Tochtli 35 y por ello evidencia una
Cada uno de los cuatro músicos del sol viste asociación a las deidades de la embriaguez. De
de color distinto. Uno tiene tres pies; los demás, hecho, la propia fuente refiere a Quetzalcóatl
orejas tan grandes que les cubren el cuerpo. El como descubridor del maguey. Los intentos fra-
aire, al final del puente, frente a la casa dorada, tricidas de los que Quetzalcóatl escapa por as-
canta como artilugio para atraer a los músicos tucia y con la benevolencia paterna, tienen una
pues el sol les ha impedido irse. El irresistible clara vinculación con los pasajes bíblicos del Ja-
lleva la música a los hombres para que canten cob que obtiene la bendición de Isaac (Génesis,
y dancen en honor de las deidades. 27). En ambos, el héroe se gana la voluntad pa-
Otra vez: la música del ritual es un reflejo
solar que arranca el aire; es vida para dar vida
a los dioses. La circularidad de la reflexión (re- :lo Pablo González Casanova, Es/udlOs clr lingüis//('(I y fi·
fracción) cósmica se vuelve a cumplir. lologia nahuas, México. UNA:Vr. 1989.

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terna con ofrendas de caza, más ricas y prontas del Areópago. En suma, la mitología clásica com-
que las de sus hermanos. parte con el pasaje nahua el infanticidio (Aga-
Aparece por fin como el fratricida vengador menón sacrifica a su hija lfigenia), el parricidio,
de la muerte del padre a manos de todos sus el sacrificio humano y la costumbre funeraria
hermanos; aquí son evidentes las coinciden- de la incineración.
cias con pasajes clásicos de la mitología grie- Curiosamente, en la Histoire du mechique
ga; de hecho, el ciclo mitológico edípico destaca Quetzalcóatl aparece como el introductor de
el parricidio de un patriarca dominador y aca- los sacrificios humanos en Tula, mas en mu-
parador que diera pie al arquetipo del "padre chas otras versiones se ha repetido lo contra-
originario". rio: la prohibición de ese rito por iniciativa del
Por otra parte, las tradiciones griegas en dios.
torno a la orestíada hacen que Electra, herma- Los orígenes de la cremación, urdidos mito-
na del héroe Orestes (ambos, junto con lfigenia, lógicamente, también son notables: los herma-
hijos de Agamenón y Clitemnestra) tramara nos del dios hacen las tentativas, infructuosas,
con éste la venganza de la muerte de su padre, de quemarlo; por fin, cuando Tezcatlipoca lo
perpetrada por su madre en contubernio con el expulsa de Tula, Quetzalcóatl es incinerado, de
usurpador Egisto. Orestes da muerte a su pa- allí el origen de la cremación.
drastro y a su madre. El acercamiento a ésta Por último, hay otro detalle más de esta fuen-
fue realizado con el engaño de llevar las ceni- te: es el dato único de la pertenencia del espejo
zas de él mismo, supuestamente muerto en (símbolo por excelencia de Tezcatlipoca) a Quet-
una carrera de carros. En la tradición esquila- zalcóatl, el talismán con el cual hacía llover a
na Orestes es juzgado en el tribunal ateniense voluntad.

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