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TÍTULO: EL PENSAMIENTO ESTRATÉGICO.

AUTOR: MsC Rafael Bestard Bizet.

En realidad este artículo es una compilación de otros artículos


sobre este tema. Indiscutiblemente la combinación del
pensamiento estratégico con el sistémico se convierte hoy en
día en una poderosísima arma en manos del educador para
enfrentar su tarea. Esto le permite menos desgaste intelectual y
emocional y una mejor dirección de la orquesta educativa.

El objetivo de la estrategia es poner a nuestro favor las


condiciones más favorables para cumplir con los objetivos
propuestos, juzgando el momento preciso para intervenir u y
siempre evaluando correctamente las limitaciones y
potencialidades con las que se cuenta.

El educador debe estar seguro de poder explotar la situación en


su provecho, según lo exijan las circunstancias. La estrategia
no está vinculada a procedimientos determinados. El
pensamiento de las personas tiende a ajustar los fenómenos y
eventos de los escenarios reales a un modelo lineal, a un
método paso por paso. Otras creen que el éxito de la estrategia
es cuestión de suerte o de inspiración y no faltan las que inician
el proceso con ideas preconcebidas que coartan por completo
las soluciones creativas.

El punto de partida del pensamiento estratégico es comprender


que el cerebro humano, que es la herramienta que vamos a usar
en el proceso, no se basa en el pensamiento lineal. Lo segundo
es aceptar , que la receta para alcanzar el éxito en la ejecución
de la estrategia consiste en combinar el método analítico con la
flexibilidad mental para aceptar que la lógica de la estrategia es
paradójica.

Si aceptamos que el análisis es el requisito sable para pensar


estratégicamente, cuando el pensador estratégico se enfrenta a
un problema, a una tendencia, a una situación o eventos que
parecen constituir un todo armonioso o que parecen estar
perfectamente agrupados, lo primero que hace es descomponer
ese todo en sus partes constitutivas. Luego empieza a descubrir
el significado de cada una de esas partes para entrar a
reagruparlas de manera calculada con el fin de maximizar las
oportunidades en beneficio de los intereses u objetivos a
lograr.

El estratega no se dedica a recetar remedios para los síntomas.


Existe una tendencia a plantear interrogantes que no están
encaminadas a hallar la solución a los problemas sino a
aplicarle remedios a los síntomas. Para el estratega lo más
importante es localizar y definir el asunto crítico del problema
más que descubrir la solución. Esto quiere decir que el primer
paso en el pensamiento estratégico es determinar cuál es el
asunto crítico de la situación, es decir llegar al meollo del
asunto. Y esto será cuestión de actitud positiva y de método.
Desde el principio se debe hacer algo que es muy difícil:
formular el interrogante del problema de tal manera que facilite
el descubrimiento de la solución. Si la comprensión del asunto
crítico del problema es claro para todos los integrantes de tu
equipo de trabajo, surgirán las soluciones creativas. Si el
problema se define pobremente o los integrantes del grupo lo
comprenden a medias, las mentes no trabajarán con agudeza y
se extraviarán. Si tu y tu equipo están bien entrenados y
motivados para formular las preguntas acertadas, sus
propuestas no serán vagas sino prácticas y concretas.

Se recomienda que el estratega utilice un proceso de


abstracción para mostrar qué pasaría en caso de que el asunto
crítico que se ha determinado no se resolviera. En este paso de
la abstracción se recomienda usar las tormentas de ideas y las
encuestas de opinión para reagrupar y particularizar los
aspectos en los cuales el sistema creado no funciona como
debería.

El paso siguiente es clasificar estos aspectos de acuerdo a sus


factores comunes en subgrupos afines. Hecho esto se debe
mirar cada grupo como una unidad y preguntarse cuál es el
asunto crítico que cada unidad posee. La fuente del problema
debe ser entendida antes de recetar soluciones. Una vez que el
proceso de abstracción se haya completado se debe decidir
cuál es el enfoque apropiado para encontrar la solución. Hallada
en principio la solución, se debe entonces pasar a la tarea de
trabajar en la implantación de los programas y en la redacción
de planes de acción detallados. Recuerda que la estrategia es
buena solamente si la táctica es exitosa, lo que quiere decir que
ninguna solución, por perfecta que parezca, habrá de resolver el
asunto crítico y será de poca utilidad hasta que haya sido
implementada.

En esto no faltaran personas que quieran acortar el camino


entre la identificación de los asuntos críticos y la
implementación de las soluciones, saltándose los pasos
intermedios como son las planeación del mejoramiento
operativo y la organización para ejecutar acciones concretas.
La estrategia es un plan abstracto que debe convertirse en un
plan de acción y esto no se puede materializar de la noche a la
mañana.

Para aquellos que estén familiarizados con la programación de


computadoras o con los árboles de decisión usados en el
proceso de toma de decisiones, el diagrama de asuntos de
discusión les será de utilidad. Divida el problema general en dos
o mas subasuntos que sean mutuamente excluyentes y estén
exhaustivamente documentados. Siga subdividiendo hasta
alcanzar un nivel donde los subasuntos sean individualmente
manejables. Si usted procede de esta manera, por mas grandes
que sean los problemas que este manejando, los podrá
gradualmente reducir a un tamaño donde los resultados se
puedan definir y medir.

IMPORTANCIA DE LA INFORMACIÓN.
Cada tipo de análisis requerirá de considerable habilidad,
experiencia y método. Por eso es arte. El análisis solo podrá
manejarse si hay acceso constante a una información bastante
confiable sobre el mercado. Las empresas fuertemente
orientadas hacia el mercado, constantemente están obteniendo
información sobre sus mercados de tal forma que la van
analizando sistemáticamente. Las empresas poco orientadas
hacia el mercado y que buscan la información solo en épocas
de afanes, no son muy afortunadas. Cuando estas ultimas se
enfrenta al análisis de amenazas u oportunidades de negocio
les toca hacer un esfuerzo muy grande para tratar de llenar el
vacío que tienen en el flujo de información sobre sus propios
mercados.
Ninguna estrategia de negocios puede construirse sobre
análisis o información fragmentaria. En este caso si las cosas
salen bien será una simple cuestión de suerte o de intuición. El
verdadero estratega no depende ni de una ni la otra. La
estrategia no se concibe en escenarios estáticos donde los
competidores no reaccionan o donde no existe las
discontinuidades. Si así fuera, la estrategia seria un asunto
meramente administrativo.

Para el buen educador convertirse en un estrategia de


excelencia es una exigencia básica de la época actual. Agrupar
y reagrupar, organizar y reorganizar los factores de un sistema
o proceso. Encontrar las contradicciones generadoras del
desarrollo de un fenómeno y crear los modelos para que se
conduzca en su solución por un camino ascendente de éxito son
algunas de las cuestiones que se resuelven aplicando el
pensamiento estratégico a los problemas educativos. Practique,
por favor, este estilo de pensamiento. Hágalo un hábito esencial
en el trabajo de equipo. Busque soluciones nuevas a problemas
viejos. Innove, investigue, arriésguese, cree. He ahí los
ingredientes básicos del pensamiento estratégico. Donde los
demás solo ven en una mano puesta delante de la cara, los
dedos, el estratega ve lo que está detrás de ella. Ver más que
lo evidente eso esa es la perspicacia del estratega. Hágalo así
en su labor. De verdad que vale la pena.

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