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Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

LIBERALIZACIÓN FINANCIERA Y ESTABILIZACIÓN MACROECONÓMICA EN MÉXICO:


DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS
Author(s): Antonio Gutiérrez Pérez and Ignacio Perrotini
Source: Investigación Económica, Vol. 54, No. 209 (julio-septiembre 1994), pp. 77-97, 99-106
Published by: Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/42779479
Accessed: 06-02-2020 01:12 UTC

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Investigación Económica 209 , julio- septiembre de 1994 , pp. 77-106

LIBERALIZACIÓN FINANCIERA Y ESTABILIZACIÓN


MACROECONÓMICA EN MÉXICO:
DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS *

Antonio Gutiérrez Pérez t


Ignacio Perrotini **

Si ves a un banquero saltar por una ventana


al vacío, salta detrás de él , hay algo que
ganar.
Voltaire

Introducción

El sistema financiero mexicano experimentó cambios radicales du


la última década. Estos cambios afectaron a las instituciones financie-
ras, a los patrones de regulación, a las condiciones de rivalidad y com-
petencia y al modus operandi del sistema en su conjunto.
Algunos de los cambios más significativos pueden ilustrarse con los
siguientes hechos: el número de bancos disminuyó de más de 60 a 18
entre fines de los años setenta y fines de la década de los ochenta; el

]* En febrero pasado, los autores de este trabajo convenimos con el Dr. Arturo Huerta,
director de Investigación Económica, la presente colaboración. En aquella sazón, nuestro
plan era retomar algunas ideas contenidas en el ensayo sobre el sistema financiero mexicano
que habíamos escrito a solicitud del profesor Dominick Salvatore ( 1 994 ) . A partir de esa
premisa, examinaríamos ciertos aspectos de la oligopolización bancaria y de la propensión
a la fragilidad financiera de la economía (abierta) mexicana. La acendrada vocación hacia
la competencia oligopólica y la corporativización del crédito en el sistema bancario mexicano
serían, pues, los temas centrales de nuestra colaboración. Sin embargo, el sensible falleci-
miento de Antonio Gutiérrez acaecido a fines de febrero de este año, ha modificado el plan
original. En su ausencia, al redactar este artículo, me sujeté tanto como me fuera posible
al texto y razonamiento del ensayo que nos serviría de premisa ; donde fue posible, me limité
a corregir y matizar pequeños detalles aquí y allá, y a actualizar uno que otro dato en
vez de alterar unilateralmente lo que habíamos escrito al alimón. Por lo demás, lo que he
añadido es consistente con las hipótesis que Antonio Gutiérrez sostenía. Pienso que era esta
la única y más justa forma de proceder. De este jaez queda saldado nuestro compromiso con
Investigación Económica. (Ignacio Perrotini).
** Profesor de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía de la
unam. Se agradece el apoyo de Carlos Huerta en la elaboración de cuadros estadísticos y
gráficas.
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78 Antonio Gutiérrez Pérez + e Ignacio Perrotini

sistema bancario pasó de banca universal a banca segme


teriormente, otra vez a banca universal, pero en esta o
la forma de grupos financieros que ofrecen toda clase de se
cieros; el sistema financiero evolucionó de un modelo
financiera" a otro de liberalización financiera, suscitan
ceso de creciente integración con los mercados financi
Unidos, que el Tratado de Libre Comercio de Nortea
eventualmente profundizará.
Estos hechos revelan un proceso de transición en cur
transformar al sector bancario y, más generalmente, al
ciero eii una plataforma Clave del despegue de un nuevo
miento sostenido. Ahora bien, para que este fenómeno
necesario que los bancos recientemente reprivatizados d
ve de la intermediación entre el ahorro y la inversió
modelo de economía abierta. En las líneas siguientes int
cuenta del proceso de transición arriba descrito, así co
dencias actuales y ciertos desafíos futuros.

I. De la crisis al ajuste: Restructuración del sector bancario

Como es sabido, los bancos fueron estatificados en 1982 en un contexto


de crisis financiera. Citicorp, el único banco extranjero con sucursales
en México a la sazón, y el Banco Obrero, propiedad de la burocracia
sindical, fueron exentados de la estatificación. La crisis, detonada por
los problemas para satisfacer obligaciones financieras con el exterior,
marca la debacle de un modelo de acumulación basado en la sustitu-
ción de importaciones.
Entre el momento de la expropiación bancaria gubernamental y la
devolución de los bancos al sector privado, es posible distinguir tres
fases (Gutiérrez, 1991a). La primera (1983-1985) se caracterizó por
un restablecimiento lento y difícil de los circuitos monetarios y finan-
cieros, que habían sido demolidos prácticamente por la crisis, por la
fuga de capitales y por la interrupción de los flujos internacionales de
capital.
A lo largo de la primera fase, el sistema bancario simplemente so-
brevivió (Márquez, 1987). Después de la estatificación, los bancos
èomerciales pasaron a ser "Asociaciones Nacionales de Crédito" (anc)
(Aspe, 1993, p. 81). Como resultado de la inflación y el control sobre

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los rendimientos de depósitos, la demanda de d


minuyó del 19.6% del pib a finales de 1982 a 1
bilidad cambiaría orientó el ahorro privado h
depósitos en divisas. Además, la disminución d
capacidad global de ahorrar.
Entre 1983 y 1985, los bancos comerciales
estancamiento: sus activo y pasivo totales dism
El número de sucursales y cuentas bancarias se
1.1%. Por otra parte, la regulación vigente lim
caria. Los bancos se vieron obligados a manten
de sus depósitos totales como reservas en el Ban
Central. Estas reservas eran requeridas para fi
déficit fiscales. Asimismo, se esperaba que los
o 6% de sus depósitos totales a créditos selectivo
ciación Mexicana de Bancos, 1991).
En suma, durante este periodo caracterizado p
cieras y decadencia económica, el sector bancar
al tiempo que contribuía a financiar el enorme
del pasado. (Véanse cuadros 1 y 2 y gráfica 2).
La siguiente fase discurre entre 1985 y media
con el establecimiento de un nuevo marco legal
y de clasificación bancaria de acuerdo con su
se concluye en esta etapa. Surgió así una nue
El número total de bancos disminuyó de 64
eran nacionales, siete multirregionales y cinco
el Banco Obrero permanecieron sin cambios.
La Ley de Crédito y Servicio Bancario Públ
señala el despegue del nuevo sistema financiero
tos más importantes de esta legislación son: el
límite máximo a los créditos otorgados por el B
no, lo que por tanto redujo el encaje legal de lo
requisito de un incremento en la razón pasiv
el restablecimiento de la influencia e intereses
diante un doble mecanismo', a saber, la separac
rios financieros no bancarios respecto de las an
que el sector privado participara en el sistem
con no más del 34% del total del capital de los
llevó a cabo en la forma de "Certificados de A
(caps).

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80 Antonio Gutiérrez Pérez t e Ignacio Perrotini

Esta fase se caracterizó por un proceso de innovación


principio ligado al financiamiento de la deuda pública y
a la creación de liquidez y al financiamiento de los age
y el extraordinario crecimiento del sector financiero no
ticularmente las casas de bolsa. Los activos de los bancos no-bancos
crecieron de 2.9% del pib en 1985 a casi 7% en 1988. La legislaci
financiera, que impedía a los bancos comerciales competir con l
casas de bolsa en pie de igualdad, explica parcialmente este fenóme
(Banco de México, 1990).
Entre 1983 y mediados de 1988 la evolución del sistema financier
respondió acusadamente a los cambios macroeconómicos. El seve
ajuste recesivo se tradujo en un deterioro de las principales variabl
económicas: estancamiento del pib, drástica reducción del salario re
y del empleo, contracción del consumo y reducción de la tasa de fo
mación de capital bruto. La situación macroeconómica era de inesta
bilidad financiera e incertidumbre. Como reacción de los mercados al
s hock monetarista de los años ochenta (Lipietz, 1987, p. 155, passim),
continuó la fuga de capitales y la hiperinflación estimuló la volatili-
dad de las tasas de interés, la inestabilidad monetaria y las turbulen-
cias en el tipo de cambio. (Véanse cuadros 2 y 5 y gráfica 1). El Banco
de México siguió una política de tipo de cambio real que priorizaba la
preservación de las reservas internacionales. Esta política se mantuvo
por lo menos hasta los albores de 1986. En estas circunstancias, el sis-
tema financiero se subordinó técnica y políticamente a las metas ma-
croeconómicas de los programas de ajuste y estabilización del gobierno
de Miguel de la Madrid.
El sector bancario desempeñó una doble función: impidió quiebras
masivas y financió déficit fiscales crecientes. Lo primero se logró me-
diante el Fideicomiso para Coberturas y Riesgos Cambiarios (ficorca),
un programa financiero de cobertura de riesgo cambiario y refinan-
ciamiento de deuda, ficorca fue esencial para la reducción de la deuda
externa privada, de casi 24 mil millones de dólares a finales de 1982
a poco más de 7 mil millones de dólares en 1988. Semejante reducción
fue posible sólo gracias a ficorca, que otorgó 12 mil millones en cré-
ditos comerciales. Mediante este programa el Banco de México desem-
peñó la función de prestamista de última instancia, al tiempo que los
bancos comerciales intermediaban más de 4800 transacciones (Lustig,
1992). Por otra parte, en relación con la segunda función las activi-
dades gubernamentales financiadas por el sector bancario aumentaron

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de 10.3 a 57.8%. En general, entre 1983 y 19


bancos se destinaron a financiar el ajuste más q
rrollo económico. (Véanse cuadros 3 y 6 y gráf
Hacia mediados de la década de los ochenta, el
comenzó a mejorar: la razón capital-activo d
fase de recuperación desde 1984 hasta ascender
de 1988; su base de capital se incrementó aún m
ción de activos físicos en 1987-1988; el peso de
minuyó consistentemente y la tasa de ganancia
se cuadro 4). Parece que al ser el gobierno el
demanda de crédito, el riesgo tendió a disminui
Las reformas macroeconómica y financiera p
para la subsecuente desregulación y reprivatiza
merciales. Más tarde, durante los primeros a
noventa, los bancos fueron vendidos a una razó
valente a diez; los nuevos dueños tuvieron qjie p
veces el valor en libros de los bancos. Las ref
atendían a tres propósitos, el rescate de las fina
de las empresas privadas y la recreación de un m
sólido. Estos tres propósitos, eran condiciones
ficientes - para que las políticas de estabiliza
crecimiento sostenido. De no haberse logrado
habría retomado su papel fundamental en la ex
inicio de los noventa.

II. Del ajuste a la desregulación: la ruta hacia la integración

La última fase de la prolongada transición empezó a mediados de


1988 y se extiende hasta el presente. Se verifica en un periodo en que
la economía describe casi un ciclo completo: recuperación en 1987-
1988, cuando la economía creció a una tasa de 1.3% en promedio anual;
reanimación y expansión del Producto Interno Bruto (pib) entre 1989
y 1992 a una tasa de crecimiento de más de 3% y, finalmente, estan-
camiento y recesión en 1993 con un crecimiento del pib de 0.4%. (Véanse
cuadros 2 y 5). (cepal, 1993). 'Entre las características más relevan-
tes de esta etapa, destácanse la desregulación y liberalización finan-
cieras (Borja, 1991), la configuración de nuevos grupos de capital y
la integración con los circuitos financieros de Estados Unidos, incre-

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mento en la cartera vencida del sector bancario, equili


flación, aumento en las tasas de interés y rezago del ti
(Véanse cuadros 5 y 7 y gráficas 1 y 3).
La política macroeconómica durante el sexenio que
cluir ha puesto el énfasis en dos objetivos. La prioridad
el Plan Nacional de Desarrollo, ha sido la estabilidad de
tomizada en la inflación de un dígito, 8.7% en 1993. La
nodigital es el corolario de una estrategia dual. Por
saneamiento de las finanzas públicas" y el Pacto de S
han permitido crear "las condiciones para anclar los
los salarios nominales", según reza el decálogo de José
pp. 31-36); por otra, la apertura comercial - utiliza
para modificar los precios relativos y forzar el cambio
y el rezago del tipo de cambio.2 Sin embargo, la estrate
ria ha tenido un efecto contraccionista, cuyo impacto
empleo y ventas ha afectado la liquidez de las empresas
, productiva y la capacidad de generación de ahorro
'Las consecuencias negativas sobre la rentabilidad del se
serían patentes, si no fuera porque la desregulación y el
a favor del oligopolio financiero permiten paliar, media
nes más severas del mark up (la tasa de interés activa),
la recesión.
El segundo objetivo de la política macroeconómica, era el creci-
miento económico sostenido a una tasa de 6% en promedio anual a lo
largo del sexenio, suficiente para atemperar las tensiones en el mer-
cado laboral acumuladas durante la década pasada debido a la crisis
financiera y al ajuste recesivo con crecimiento cero durante 1982-1988.

1 Aproximadamente desde 1986, las autoridades monetarias introdujeron una modificación


en la política cambiaría: ahora la prioridad no es conservar las reservas, sino mantener fija
la paridad peso-dólar. El efecto monetario de la reducción del precio internacional del pe-
tróleo en 1985-1986 y de la hiperinflación de 1986-1988, impedía justipreciar aquella modi-
ficación en esos años. Por el contrario, que el Banco de México profesa una política de tipo
de cambio nominal, resulta obvio entre 1992 y 1994, después de que el efecto de precios
inferiores de los hidrocarburos y de la estabilidad de precios relativos ha sido ya descontado.
2 La lógica de esta política es simple: se fijan algunos precios clave, donde salarios, tipo
de cambio, servicios públicos y tasas de interés aparecen como "anclas de estabilización".
De ello resultan baja inflación y superávit en las finanzas públicas. Por cierto, se supone
también que este resultado conduciría a una mayor estabilidad del tipo de cambio, al com-
binarse con el ajuste de la cuenta corriente y el concomitante incremento en las reservas
internacionales implícitos en esta estrategia. No hace falta insistir en que tal hipótesis no
encuentra soporte empírico en las estadísticas macroeconómicas recientes, al menos respecto
del tipo de cambio, la cuenta corriente y la posición neta de activos con el exterior.

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Liberación financiera y estabilización 83

En este punto la estrategia consiste en hacer q


cimiento gire en torno de las ventajas compar
tura de la economía mejorarían la competitivid
tables y los términos de intercambio; por cada
crecimiento la economía se tornaría más int
corto plazo, el mercado de trabajo tendería al
ción del ingreso se tornaría más equitativa. D
nuestras importaciones y la mejoría de los térm
brecha tecnológica disminuiría sin que la econom
tricción externa y sí, en cambio, experimenta
nización del aparato productivo. Desafortunada
sexenio el crecimiento real promedio anual ser
lo proyectado (2.4%). (Véase cuadro 5).
En el último lustro la economía mexicana ha sufrido cambios histó-
ricos radicales. En la medida en que la apertura comercial estimló la
rivalidad externa, se estableció así un techo al incremento de precios.
Por otra parte, se negoció un programa de restructuración de largo
plazo de la deuda externa que alentó las expectativas de corto y me-
diano plazos sobre el peso en los mercados financieros. Expectativas que
se complementan con el magnetismo del tlcna para arraigar inversión
de largo plazo.
Vista en retrospectiva, la estrategia macroeconómica neoliberal arro-
jó resultados aceptables sólo durante un periodo limitado, 1989-1991,
como se observa en el cuadro 5. En 1992 y 1993 la tasa de crecimiento
se rezagó otra vez vis-a-vis la tasa de crecimiento poblacional; el des-
equilibrio exterior, el talón de Aquiles de la estrategia económica, es
fuente de inestabilidad monetaria al registrar sendos records histó-
ricos en esos años. La economía muestra una vez más su adición al'
ahorro externo, pues el balance de pagos se logró mediante el ingre
de más de 20 mil millones de dólares. Dado el régimen de tipo de cam
bio quasi fijo - la tasa de desliz de la paridad combinada con la band
de fluctuación no consiguen ajustar el tipo de cambio a la tasa
equilibrio - , la interrogante es ¿por cuánto tiempo podrá financiar
la brecha comercial con capital de corto plazo sin que nos alcance
restricción externa? En el largo plazo sólo la productividad y el ahor
garantizan el equilibrio estable de la balanza de pagos. Y en el caso d
México el problema es de productividad y de insuficiencia de ahorr
del sector privado, como lo indica el balance actual de nuestra macr
economia abierta:

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(AiVX) < 0 = [A (S - I) < 0] + [A(T - G) > 0] [1]

donde ANX = variación de las exportaciones netas, S = ahorro, I =


inversion, T - recaudación tributaria, G = gasto gubernamental.
En general, la más estable evolución macroeconómica fue esencial
para el relanzamiento de la intermediación financiera. Por ejemplo,
entre 1989 y 1991 el crédito al sector privado aumentó 35% y represen-
tó el 78% del total del financiamiento en 1992. (Véanse cuadro 5 y
gráfica 2).
En modo similar, el ahorro financiero cobró ímpetu: medido por
la razón AÍ2/pib creció de 26.9 a 31.4% en 1991, mientras que medido
como AÍ4/pib ascendió de 43.7 a 45.1%. Comparativamente, este últi-
mo índice de penetración financiera es muy bajo todavía vis-a- vis Es-
tados Unidos (73%), Chile (79%), España (104%) y Corea del Sur
(64%).
I La reforma estructural del sistema financiero tiene como objetivo la
adaptación de éste al nuevo patrón de crecimiento, centrado en encla-
ves de bienes exportables. Ello ha implicado una reasignación de re-
cursos financieros en función de la ley de los precios.3 El efecto de la
reforma se puede apreciar mejor en antítesis directa con lo que se
supone debía producir, es decir, estabilidad financiera. Dos problemas
reclaman nuestra atención. Primero, aunque la tasa de retomo del
sector bancario se recuperó en 1991-1992, la cartera vencida aumentó
de 2.4% en 1991 a 5.5% en 1992, lo cual obligó a un incremento de la
razón reservas/activo. Por ejemplo, durante sólo el primer trimestre
de 1993 las reservas para créditos en riesgo se incrementaron en un
monto equivalente al de 1990. Los bancos comerciales reaccionaron
reduciendo gastos y, más significativo aún, incrementando los márge-
nes financieros de 5.54% en 1991 a 6.13% en 1992. (Véanse cuadro 7
y gráfica 3).
La política de restricción crediticia no sólo ha deflacionado la econo-
mía, sino que, además, ha incrementado el costo financiero del capital
y provocado una desaceleración de la tasa de crecimiento económico.
El margen financiero es uno de los más altos a escala internacio-
nal. El sector bancario no puede ser pivote dinámico del ahorro y la

3 El supuesto de este argumento es que la inversión pública provoca el consabido mone-


tarista efecto crowding out. Para una crítica de este razonamiento post ergo propter hoc
véanse Minsky (1986) y Tobin (1987).

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Liberación financiera y estabilización 85

inversion en una economía abierta, sino a condic


logue el margen financiero con las tasas internac
segmetación oligopólica del mercado financiero.
manda de crédito determinará que los grande
aprovechen el arbitrage entre las tasas de interé
acceder con ventajas comparativas al ahorro ex
una miríada de micro, pequeñas y medianas in
confrontando condiciones de crédito no comp
dro 8).
La situación actual del sistema bancario representa un dilema. Por
un lado, su estructura de mercado corresponde a la de un oligopolio
cuyo desenvolvimiento implica deseconomías para el sector no finan-
ciero de la economía. La estrategia adoptada para reducir el grado
de oligopolio, aumentar su "eficiencia" y forzar una asignación "ópti-
ma" del ahorro, ha sido la de aumentar la rivalidad mediante la libe-
ralización - lenta y gradual - financiera; la licencia de participación
en el mercado nacional extendida a nuevos intermediarios financieros
(nacionales e internacionales) constituye el mecanismo de esa estrate-
gia. Por otro lado, la intensificación de la rivalidad podría acelerar
las quiebras y/o fusiones, de donde resultaría una superior concentra-
ción del capital, es decir, un mayor grado de oligopolio. A fin de con-
frontar la creciente rivalidad que se avecina, los bancos tendrán que
realizar ajustes al menos en cuatro ámbitos: 1) reducir sus costos de
operación, que son más elevados (8.82% del activo) que los costos
de los bancos norteamericanos (2.12%) (Skiles, 1991); 2) limpiar la
cartera vencida, pues ello reduciría la fragilidad financiera de las em-
presas con pasivos riesgosos y sentaría las bases para reactivar la de-
manda de crédito y la profundización financiera de la economía; 3)
seleccionar la especialización y el nicho de mercado más rentables y
4) aumentar drásticamente la inversión en tecnologías de procesos fi-
nancieros de punta.
Cuatro aspectos de la modernización financiera merecen mención
particular:
1. La desregulación interna de los mercados: las autoridades mone-
tarias suprimieron los techos a las tasas de interés sobre depósitos; el
encaje legal, instrumento del Banco Central para regular la oferta
monetaria e incidir en los precios relativos, fue eliminado y se esta-
bleció un régimen de "coeficientes de liquidez", que también fuera

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reemplazado en 1992 por un sistema de reservas banc


al 25% de la demanda de depósitos,4 liberalización
los instrumentos tradicionales de intermediación financi
de los segmentos de créditos obligatorios o cautiv
ción de las comisiones que las firmas de seguros cobr
garantizar la solvencia de los bancos y la estabilidad fi
blecieron regulación prudencial y regímenes de capit
sonancia con el Acuerdo de Basilea sobre bases de c
zación bancaria y constitución inmediata de holdin
diversos tipos de instituciones financieras (Stoga,
los canales de crédito bancario obligatorio a fines de
ochenta, el financiamiento del déficit fiscal pasó a d
palmente de operaciones de mercado abierto. Así, Mé
una nueva era de política monetarias conservadora
tendencia que, seguramente, se fortalecerá con la auto
al Banco de México a partir de abril de 1994.
2. Liberalización y apertura comercial. Aquí los hec
son: trusts neutrales; inversión en acciones suscritas
balización de servicios financieros y libre participaci
instrumentos, inclusive los certificados de la Tesorería
deuda pública esencial en la captación de ahorro exte
tado (30% de las acciones) a la propiedad de corpor
ras y, finalmente, mayor participación del capital ex
circuitos monetarios y financieros nacionales. Esto últ
la historia financiera moderna de México. Actualmen
opera legalmente en el mercado nacional, aunque lo
jeros tienen 114 oficinas que representan a 142 instit
Bank America, First Chicago, Morgan y Chase Ma
bancos europeos ya realizan diversas transacciones, des
to de corto plazo hasta operaciones de mercado de ca
financiera, actividades que llevan a cabo principalme

4 La liquidación de estos valores, se cambió por Bonos de Desarrollo


(bondes) a plazo de diez años en la fecha de su vencimiento. No obstan
el Banco de México ordenó la liberación parcial de la tenencia obliga
con el fin de "otorgar a la banca un mayor margen de maniobra para
ciones de liquidez, aumentar la oferta de recursos prestables y promo
disminución de los márgenes de intermediación" (Banco de México,
1992 el Banco de México amortizó 62% de la cartera de bondes a diez años que por este
concepto existía a fines de 1991.

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de mercado de la banca corporativa. Así, al me


nes financieras han invertido en acciones de gr
El TLCNA ha sido un factor detonante de esta tendencia hacia la
fusión con la banco comercial internacional.
3. La creciente internacionalización del capital financiero mexicano.
Los bancos tienen 14 sucursales, 11 agencias y 21 oficinas de represen-
tación en el extranjero. Realizan, además, inversiones en 13 bancos
extranjeros. Por otra parte, la concurrencia de acciones y fondos de
inversión de empresas mexicanos (Telmex, Cifra, Vitro, Cemex y Sidex,
entre otras), sobre todo en 1991-1993 señala el retorno de títulos mexi-
canos al mercado internacional de capitales.
4. La reorganización de los circuitos y agentes financieros mediante
la constitución de holdings posibilitada por la política de ajuste macro-
económico y la reprivatización.6 La reprivatización de la banca generó
un ingreso al fisco de 12 mil millones de dólares. En promedio el pre-
cio de venta de los bancos fue de tres veces su valor en libros. Por
ejemplo, el precio de Bancrecer fue 2.53 veces su valor en libros; Ban-
co del Atlántico se vendió por 5.3 su valor en libros; Banamex y Ban
comer por 2.62 y 2.99 respectivamente (Baring Securities, 1992). Así
el alto precio de compra como proporción del valor contable, combi-
nado con la precaria base de capital, obligó a los inversionistas priva
dos a financiar y apalancar con fondos extranjeros la compra de los
bancos. Medida riesgosa por lo demás, si se toma en cuenta que e
la política macroeconómica neoliberal del actual régimen el tipo d
cambio es un precio-ancla que, en el largo plazo, tendrá que ajustarse
a la tasa de equilibrio.
Sin embargo, los nuevos banqueros compraron negocios que habían
mantenido altas tasas de retorno en los últimos años, lo que signific
flujos de ingreso estables. Como señaló Alan Stoga, los neobanqueros
compraron "licencias bancarias más que activos bancarios" (Stoga,
1990). En otras palabras, el valor presente de los bancos está estrecha-
mente relacionado con su valor futuro basado en la tasa de beneficio
esperada.
Un supuesto de las autoridades monetarias en la transición hacia

5 El IFG y el Banco de Bilbao-Viscaya invirtieron en Probursa, Vestcorp en Grupo Mé-


xico y el Bank of Nova Scotia en Inverlat.
6 La restructuración de las finanzas públicas, con su transición de déficit fiscales estruc-
turales a superávit reales, obedece también a esta reorganización (Brailovsky et al.} 1989,
pp. 292-233).

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una banca regida por el mercado, es que los neobanqu


el viejo principio de que la demanda de depósitos det
les y ciclos del crédito. De lo que, por tanto, resultar
robustas y estabilidad financiera.7 En teoría, una de l
damentales de la banca es financiar el desarrollo y
económico. En esta acepción, la banca es una activi
esencialmente tomadora de riesgos (Gurley y Shaw
táné, en el caso particular del sistema financiero m
conducta oligopólica de la banca, la liberalización f
reducido sino que ha aumentado la inestabilidad fi
de que en 1987 descendiera a su punto más bajo, la r
cida/activo ha crecido sistemáticamente hasta ascender en 1992-1993
a la tasa máxima alcanzada en 1982-1983. (Véanse cuadro 7 y grá-
fica 3). Al parecer, el incremento dramático en la vulnerabilidad de
algunos bancos está relacionado con el ciclo crediticio desencadenado
por la desregulación y la eliminación de los requerimientos de reserva.
Por otra parte, el superávit de las finanzas públicas, generado por
políticas fiscales conservadoras, y la tasa de crecimiento económico más
acelerada en el periodo 1989-1992 en comparación con el sexenio 1982-
1988, indujeron al sistema bancario a tomar más riesgos. Todo lo cual
refleja un cambio en las expectativas de mercado.
Con el propósito de aumentar la rivalidad y la competitividad, el
gobierno autorizó once nuevas licencias bancarias: un banco nacional,
Inbursa; cinco bancos multirregionales (Banco del Sureste, Interaccio-
nes, Quadrum, Invex y Mifel) y cinco regionales - Interbanco, Capi-
tal, Promotor del Norte, De la Industria y Regional de Monterrey.
Asimismo, se autorizaron cuatro "Sociedades Financieras Limitadas",
una en el sector de bienes raíces y tres que operarán como instituciones
de ahorro y préstamo. Con igual fin, en 1993 se autorizaron dos fusio-
nes entre bancos multirregionales, BCH-Cremi y Bancrecer-Banoro, su-
puestamente para aumentar su competitividad.
En general, se supone que las coinversiones, las fusiones, la liberali-
zación financiera y la competencia extraniera, las nuevas licencias ban-
carias. la consolidación de holdings y la disciplina fiscal aumentarán la
rivalidad e inducirán una asignación eficiente y a costos competitivos
del crédito. Además, puede decirse que por primera vez en la historia

7 La cuestión de si un sistema de "banca libre" ( free banking) u otro de banca central


(central banking) es más eficiente y estable, es un debate que data del siglo xix. (Véanse
Bagehot, 1873; Goodhart, 1988; Friedman, 1962).

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Liberación financiera y estabilización 89

bancaria moderna del país se están gestando con


gimiento y desarrollo de una verdadera estructu
al menos en algunas áreas (Guadalajara, Mont
xico). En consecuencia, los elevados márgenes
tender a contraerse sensiblemente, acusando el ef
tación en la estructura del mercado hacia un me
lio,8 como de una oferta de crédito y tasas de in
Desafortunadamente, la evidencia empírica no co
sis.9 Si bien las tasas de interés encontraron un
mente 14% - en el mes de mayo, todavía muestr
pese a que las expectativas inflacionarias favorec
sustancial.
Como parte del objetivo de alinear al sector bancario con las ten-
dencias de los mercados financieros internacionales, donde la banca
universal y los holdings predominan, la desregulación y el tipo de li-
beralización financiera han favorecido la configuración de grupos. Así,
es probable que en el futuro los nuevos holdings tiendan a establecer
unidades estratégicas multifuncionales de crédito ( malls /inancieros).
La competencia será entre holdings por nichos específicos de mercado
- tarjetas de crédito, créditos hipotecarios, banca electrónica, créditos
corporativos y agrícolas, seguros, factoraje, etc. - y tendrá como cen-
tro gravitacional al grupo financiero. Por ley, el grupo financiero debe
mantener el 51% o más del total de las acciones; también administra
los fondos pero no puede realizar transacciones en el mercado directa-
mente (Stoga, 1990). Actualmente existen 27 grupos financieros que
combinan intereses financieros con actividades industriales y comer-
ciales, no obstante las restricciones legales que ordenan la separación
de intereses entre las finanzas y el capital productivo. La razón es muy
8 BANAMEX y bancomer, los dos bancos con más activos, pasivos y sucursales de México
concentran aproximadamente el 60% del mercado.
9 Las tasas de interés han fluctuado con cierta vehemencia entre 1991 y abril de 1994.
La tasa de interés nominal del cete a 28 días fue de 16.54"% en 1991, 16.7?% en 1992 y
de 11.78% en 1993, pero el rendimiento real acumulado fue de 1.92, 4.33 y 7.39% respec-
tivamente. Por otra parte, los indicadores del costo de los pasivos bancarios, cpp y cpt,
subieron en 1992 (22.76 y 19.06% respectivamente) respecto a 1991 (19.95% el cpp y
16.26% el cpt) y se redujeron en 1993 (14.68% el cpp y 12.52% el cpt). La Tasa de
Interés Interbancaria Promedio (tiip), introducida en 1993, descendió de 22.52'% en enero
a 13.69% en diciembre de ese año. Durante el primer trimestre de 1994 la tasa de interés
referencial (cete a 28 días) y el cpp mostraron una marcada tendencia a la baja. Sin em-
bargo, la inestabilidad financiera y la turbulencia bursátil de marzo y abril volvieron a ubicar
el rendimiento nominal del cete a 28 días en más de 16'%, para estacionarse luego en alre-
dedor de 14,5'%. (Banco de México, 1992 y 1993).

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90 Antonio Gutiérrez Pérez t e Ignacio Perrotini

simple : los nuevos banqueros son los principales accioni


presas más importantes de la industria y el comercio.
juego, pues, es el restablecimiento de grupos financier
similares a los que existían antes de la estatificación ba
Está en juego, con ello, el control de los circuitos mon
tanto, la oportunidad de controlar el ahorro. Por eje
inversión de 1200 millones de pesos, los propitarios
Banpaís (Probursa y Mexival) controlarán recursos por
millones de pesos.

III. El sistema bancario mexicano y el tlcna

Es ya un lugar común decir que el tlcna condiciona los lím


de los cuales se desarrollarán las finanzas mexicanas. Lo que
bio, acaso amerite alguna reflexión es la integración asim
México con Estados Unidos y Canadá.
De hecho, hay por lo menos tres asimetrías que explican
laberíntico de las negociaciones entre los países miembro
sobre el sector financiero. Primero, la asimetría en dimens
los sistemas financieros de Canadá, Estados Unidos y Méxic
se cuadro 9 y gráfica 4).
La clasificación de los mil bancos más grandes del mundo
por la revista The Banker en 1993 incluye 178 bancos estado
1 1 canadienses y sólo 6 mexicanos. Puesto de otro modo, el
de Citicorp, el banco más grande de Estados Unidos, suma 2
millones de dólares y su capital rebasa los 7 mil millones d
En contraste, banamex, el banco más grande de México, con
vos por un poco más de 33 mil millones de dólares y su cap
rebasa los mil millones de dólares. Más aún, el activo total
bancario mexicano en su conjunto, alrededor de 150 mil mi
dólares, representa menos del 75% del activo del Citicorp. E
tenor, los dos bancos más importantes de Canadá, el Roy
Canada y el Canadian Imperial Bank of Commerce ostentan
res 45 y 50 respectivamente en la lista de The Banker; amb
activos equivalentes aproximadamente al 75% del activo
sistema bancario mexicano ( The Banker, 1993). Nótese ta
en 1989 la cartera bancaria como proporción del pib fue
Estados Unidos, 55% en Canadá y 28.5% en México. La par

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Liberación financiera y estabilización 91

de los banco sen el financiamiento del pib de e


56, 58.1 y 33% respectivamente (The Banker
En el caso de los mercados de valores la asimet
ficativa. A fines de 1992 el valor de mercado del mercado de valores
de Estados Unidos, el más grande del mundo, fue casi 80% del pnb
y cotizaban en él 7014 compañías y la razón precio-utilidad fue de
22.70. El mercado de valores de Canadá, en el que en 1992 cotizaban
1119 compañías, fue el sexto más grande del mundo, su valor de mer-
cado es de 43.2% del pib y su razón precio-utilidad fue en ese año de
22.70. Finalmente, la bolsa de valores de México (bmv) ocupó el do-
cea vo lugar, con un valor de mercado de 43.4% del pib, una lista de
195 empresas que cotizan y una razón precio-utilidad de 12.28. La
capitalización de la bmv fue sólo el 2.9% de la tasa de capitalización
del mercado de valores norteamericano y aproximadamente 50% de
la del canadiense. En otros términos, por cada dólar capitalizado en la
bmv se capitalizan 34.2 dólares en el mercado de valores norteameri-
cano y 1.8 dólares en Canadá. Por otra parte, en Estados Unidos ope-
ran 1600 corredores de bolsa y el capital de la casa de bolsa más
grande supera los 50 mil millones de dólares. En México, entre tanto,
hay menos de 30 corredores de bolsa con un capital total inferior a
1500 millones de dólares (International Finance Corp., 1992).
La siguiente asimetría se refiere a las legislaciones financieras vigen-
tes en los tres países. Mientras que México y Canadá, cada quien a
su modo, permiten tanto la integración de diferentes clases de servicios
financieros como la operación de los bancos a escala nacional, en Es-
tados Unidos aún prevalece la segmentación del mercado financiero
establecida por la Ley Glass-Steagall de 1933. Esta ley separa a las
diversas instituciones financieras con base al tipo de activo y pasivo
que manejan. Además, la Ley McFadden (1927) prohibe la apertura
de sucursales y la realización de actividades bancarias a nivel nacional.10
La tercera y acaso menos debatida asimetría - quizá también la más
importante - es la diferencia en calidad y fortaleza relativa de las tres
monedas: peso, dólar norteamericano y dólar canadiense. El carácter
hegemónico del dólar, por oposición a la relativa debilidad del dólar
canadiense y a la ostensible vulnerabilidad del peso mexicano, podría
conducir de hecho a un resultado paradójico: tres economías con una

10 La Ley McFadden, que en algunos casos aplica estas restricciones incluso a nivel intra-
estatal, se ha ido desmantelando paulatinamente en la práctica como efecto de la globaliza-
ción financiera y de la crisis bancaria norteamericana de los ochenta.

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92 Antonio Gutiérrez Pérez ť e Ignacio Perrotini

sola moneda. Tal escenario cuestionaría el papel del Ban


y, en menor medida, el del Banco Central de Canadá en
su capacidad de controlar la política monetaria en form
igual modo, su capacidad para garantizar la solvencia
pagos se vería afectada también (Gutiérrez, 1991b).
Las "respuestas" a estas tres asimetrías, tal como fu
das en el marco del tlcna, pueden resumirse así: tr
transición gradual hacia la apertura total y salvaguard
1992).

Trato nacional o "igual oportunidad para competir": significa que


cada país miembro del tlcna concederá a las instituciones financieras
de los otros dos socios comerciales trato igual (al que reciben los ban-
cos y otros intermediarios financieros nacionales). Trato nacional im-
plica negación del principio de reciprocidad; las instituciones finan-
cieras norteamericanas podrán operar como banca universal a nivel
nacional, mientras que los bancos canadienses y mexicanos estarán su-
jetos a la regulación norteamericana. En compensación, Estados Uni-
dos acordó permitirle a los bancos mexicanos que ya cuentan con una
casa de bolsa en suelo norteamericano continuar sus operaciones hasta
por cinco años más. Sin embargo, no podrán expandir sus negocios.
Para Canadá esto1 no representa ninguna ventaja adicional, porque
Estados Unidos ya le había hecho esta concesión en su Acuerdo de
Libre Comercio bilateral de 1988.
Tal parece que tanto México como Canadá confían en que la larga-
mente esperada reforma financiera en Estados Unidos ocurra pronto.
Así, es probable que sólo entonces se impondría en el país del Tío Sam
un sistema bancario verdaderamente nacional y universal, y el prin-
cipio de reciprocidad pasaría a regir las relaciones financieras dentro
del tlcna.

Liberalización financiera gradual y controlada: la transición h


la apertura total del sector financiero mexicano no ocurrirá a
del año 2Ó04, según lo estipulado en el capítulo xiv del document
tlcna. El periodo de transición, que comprende además un plaz
gracia extraordinario de tres años, permitirá a los holdings consol
sus posiciones de mercado y les otorga el tiempo necesario par
mentar su competitividad. Durante el lapso de transición, el lí
máximo a la participación de mercado de los inversionistas extranj

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Liberación financiera y estabilización 93

aumentará gradualmente. La proporción del a


tipo específico de actividad financiera de que s
bancario, por ejemplo, la variación va de 8 a
bolsa de 10 a 20!%. Además, se han establecid
participación individual en el mercado, 1.5%
para las casas de bolsa.
Para las compañías de seguros canadienses y
ya operan en México, hay dos procedimientos. P
de compañías mexicanas el límite máximo aum
te de 301% en 1994 a 51% en 1998; posteriorme
mentará a 100%. Segundo, las empresas sucu
extranjeras tendrán un límite individual de 1.5
total no mayor a 6%, que en 1999 aumentará a
serán eliminadas en el año 2000.
Los bancos no-bancos canadienses y norteamericanos podrán emitir
tarjetas de crédito, crédito al consumo y crédito hipotecario en el mer
cado nacional en las mismas condiciones que los mexicanos. Con l
restricción de que durante el periodo de transición su activo agregad
no excederá el 3% de la suma del activo de los bancos y los banco
no-bancos. Canadá, a su vezl concede a los bancos mexicanos el mism
trato que concedió a Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio
acordado entre ambos países en 1988: quedan exentos de la regla
10/25. Esta norma establece dos cosas. Primero, que ninguna empres
o accionista no residente podrá poseer más del 10% del total de accio
nes de una institución financiera canadiense. Segundo, que los inver-
sionistas extranjeros en conjunto o podrán capturar más del 25% del
mercado.

Así, el TLCNA protege al sector financiero por un periodo muy largo.


Se evita con esto que el proceso de liberalización y globalización que-
brante el poder de oligopolio de la banca comercial mexicana. Puede
concluirse que, en lo que concierne a las finanzas, el tlcna configura
esencialmente un modelo de proteccionismo financiero. Mediante la
liberalización financiera, la economía mexicana transita actualmente
de la "represión financiera" (McKinnon, 1973; Shaw, 1973) al pro-
teccionismo financiero. Existe el riesgo concomitante de que el grado
de oligopolio no se reduzca con la rivalidad gradual externa. Pero
ello no cancela, por otra parte, los desafíos que la liberalización ha
impuesto principalmente a la banca y al mercado de valores. Antes
bien, las estrategias para avanzar en la profundización financiera de

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94 Antonio Gutiérrez Pérez t e Ignacio Perrotini

la economía deben redefinirse. El tlcna convierte en


modernización de la plataforma tecnológica bancaria
como la recalificación de la mano de obra en consonanci
de la rivalidad financiera global. Si el capital financier
se ajustara adecuadamente a las nuevas circunstancia
tencia implícitas en el tlcna, a largo plazo su funci
escena financiera global quedaría confinada a algun
mercado nacional y al manejo de operaciones menuda
nacionales. Acaso aumentados sus negocios por la comp
bancos a lo largo de la frontera con Estados Unidos.
mercado más rentables (crédito corporativo, transaccion
nales, ingeniería financiera, etc. ) serían capturados po
corporaciones financieras norteamericanas y canadiens

No obstante el proteccionismo financiero, el tlcna im


ciente competencia: por tanto, en los próximos años el
ciero, especialmente la banca y el mercado de valores,
a un proceso de "destrucción creativa", como decía Sch
este proceso involucre más o menos turbulencias, depen
como evolucione el patrón de regulación financiera.
México negoció algunas medidas de salvaguarda tem
banca y el mercado de valores que contrapesarían el po
negativo de las asimetrías mencionadas, y así garantizar
dad de las instituciones financiera : se congelaría hasta p
después de expirado el plazo de transición, la participac
de las empresas financieras subsidiarias, habida cue
participación de capital fuera igual al 25% para los ban
las casas de bolsa al momento de la congelación.
En suma, las salvaguardas indican que el tlcna impone
tricciones a la autonomía del Banco de México en e
política monetaria y financiera. Aunque se ha soslayad
la integración monetaria en el tlcna, a diferencia de
europea, lo cierto es que lo que está en disputa es el con
cuitos monetarios, la estabilidad o vulnerabilidad financ
diciones monetarias del desarrollo económico. Por ello,
la reforma financiera y monetaria, la autonomía del B
tendrá que servir también para crear mecanismos institu
tarios y financieros que reduzcan los choques aleatorio
resultar del tlcna.

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Liberación financiera y estabilización 95

Conclusiones

La última década ha sido pletòrica en mutaciones en el sistem


ciero mexicano. Transición macroeconómica y transición fi
caracterizan al periodo comprendido entre 1982 y 1993. Duran
años, el sistema bancario experimentó crisis, recuperación y ex
la economía evolucionó de la "represión financiera" a la libera
oligopólica, con desregulación y apertura gradual. Sin emb
tránsito hacia un entorno de estabilidad financiera está aún l
haber concluido. El tlcna traerá consigo nuevos cambios y
Puesto que la reforma financiera con su liberalización oligopó
ha podido generar condiciones ad hoc al crecimiento económico
se busca reducir los márgenes de intermediación del crédito ac
la apertura a la concurrencia de inversionistas extranjeros, des
y aumentando el número de instituciones de crédito que oper
el mercado nacional a partir de 1994.
Se concluye, por tanto, que la rivalidad ha pasado a ser la cl
la reforma financiera para acrecentar la competitividad del s
financiero mexicano. De ello depende la modernización bancar
pende de ello que, finalmente, se reduzcan los márgenes de in
diación y las tasas de interés.11 Si por virtud de la liberalizació
gopolio financiero se tornara más rígido, la estrategia habría f
en cuyo caso habría que comenzar ab ovo.

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11 Los altos rendimientos nominales en el mercado financiero, son necesarios p


el ahorro externo que posibilita el equilibrio en la balanza de pagos de una econom
con cuenta comercial deficitaria y tipo de cambio fijo (Dornbusch, 1980, parte 4)
demás, un ajuste del tipo de cambio vía devaluación podría tener efectos recesivo
el nivel de endeudamiento externo actual del sector privado. Véase Krugman y Ta

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Liberación financiera y estabilización 99

Anexo 1. ( Cuadros )

Cuadro 1. Indicadores generales de la banca


1982-1985
(Saldos reales en miles de millones de pesos, 1982 = 100)

1982 1983 1984 1985

Activo 3 474 3 512.8 3 565.5 3 442.8


Pasivo 3 378 3 407.1 3 465.4 3 339.2
Capital contable 97 105.5 99.9 102.9
Captación directa 2 452 2 259.2 2 406.4 2 179.7
Cartera total 1 770 1 848.8 1 982.8 2 894.7
Cartera valores 188 132.8 131 884.4
Cartera vigente 1 518 1 633 1 804.5 1 964.8
Cartera vencida 64 83 47.3 45.5
Utilidad neta 14.9 16.3 23.4 24.9
Fuente: Comisión Nacional Bancaria.

Cuadro 2. México: Principales indicadores macroeconómicos ,


1982-1987

1982 1983 1984 1985 1986 1987

vnT1 05 -4.2 36 2J> -3.8 L5


ipc2 98.9 80.6 59.2 63.7 105.7 159.2
Déficit
financiero/piB 16.9 6.6 8.5 9.6 16.0 16.1
Cuenta corriente 3 - 6.2 5.4 4.2 1.2 - 1.7 3.9
Balanza comercial3 6.8 13.7 12.9 8.5 4.6 8.4
Deuda externa3 86.7 89.8 96.6 96.6 101.0 107.5
Tipo de cambio4 96.5 143.9 192.6 371.5 923.0 2 198.5
Tasa de interés 5 -33.9 - 3.7 1.3 15.3 13.4 - 2.6

1 Tasa de crecimiento ajustada por la inflación.


2 Incremento porcentual de diciembre a diciembre d
3 Miles de millones de dólares de Estados Unidos.
4 Tipo de cambio controlado.
5 Tasa de interés real compuesta.
Fuente: Banco de México y nafin.

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100 Antonio Gutiérrez Pérez t e Ignacio Perrotini

Cuadro 3. Financiamiento otorgado por la banca comercia


a sectores no financieros, 1982-1987
(Porcentaje)

Sector público Sector privado


participación % participación %

1982 10.3 89.7


1983 10.1 89.9

1984 12.9 87.1

1986 34.2 65.8

1986 53.0 47.0

1987 57.8 42.2

Fuente: Banco de México.

Cuadro 4. Indicadores financieros de la banca comercial me


1985-1988

1985 1986 1987 1988

Títulos/activo 2.98 3.27 4.43 7.03


Cartera total/captación total 92.84 97.74 100.70 88.93
Cartera vencida/cartera total 2.07 1.16 0.51 0.89
Cartera vencida/capital contable 75.53 42.08 14.54 15.01
Utilidad neta/capital contable 24.16 28.11 27.92 25.58
Utilidad neta/activo total 0.72 0.92 1.23 1.79
Retorno/título promedio 34.16 39.55 42.72 35.28
Margen financiero 4.53 4.77 4.66 6.53

Fuente: Comisión Nacional Bancaria.

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Liberación financiera y estabilización 101

Cuadro 5. México: Principales indicadores m


1988-1993

1988 1989 1990 1991 1992 1993 *

PIB1 -1.2 3.3 4.4 3.6 2.6 0.4


ipc2 51.7 19.7 29.9 18.8 11.9 8.7

Déficit ( - ) o superávit
financiero/piB 3 - 12.5 - 5.7 - 4.0 - 0.4 1.5 1.0
Cuenta corriente 4 - 2.4 - 4.0 - 5.2 - 13.8 - 22.9 - 21.0
Balanza comercial4 1.7 - 0.6 - 3.0 - 1.1 - 20.7 - 19.5
Deuda externa4 86.7 89.8 96.6 96.6 101.0 125.0
Tipo de cambio 5 2 257 2 637 2 939 3 096 3 183 3.3

a Datos de la cepal.
1 Tasa de crecimiento ajustada por la inflación.
2 Incremento porcentual de diciembre a diciembre del índice de precios al consumidor.
3 No incluye ingreso por privatizaciones en los años 1991 a 1993.
4 Miles de millones de dólares de Estados Unidos. Los datos de la deuda son los de la
total desembolsada.
5 Tipo de cambio controlado. La paridad cambiaría de 1993 elimina tres cifras, de acuer
a la reforma fiduciaria.
Fuente: Banco de México, nafin y cepal (1993).

Cuadro 6. Financiamiento otorgado por la banca comercial mexicana


a sectores no financieros, 1988-1992
(Porcentaje)

Sector público Sector privado


participación % participación °/o

1988 47.3 52.7


1989 31.7 68.3
1990 27.9 72.1
1991 22.5 77.5
1992 22.5 77.5

Fuente: Banco de México.

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102 Antonio Gutiérrez Pérez t e Ignacio Perrotini

Cuadro 7. Indicadores financieros de la banca comerci


1989-1992

1989 1990 1991 1992

Títulos/activo 6.43 6.16 5.56 5.65


Cartera vencida/cartera total 1.42 2.08 2.36 5.51
Utilidad neta/activo total 1.58 1.41 1.21 1.39
Margen financiero 4.95 5.96 5.54 6.13

Fuente: Comisión Nacional Bancaria.

Cuadro 8. Comparación internacional de sistemas bancarios , 199

Margen financiero j Retorno Ingreso no financiero/


Activo total sobre activo Ingreso total

Canadá 3.15 1.19 31

Italia 3.56 1.26 27

España 3.98 1 .58 26


Estados Unidos 3.61 0.79 34

México 5.44 1.39 27

Fuente: ocde y Comisión Nacional Bancaria.

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Liberación financiera y estabilización 103

Cuadro 9. Bancos principales: Estados Unidos Mé


(Miles de millones de dólares y porcent

Razón de
Retorno capital
Posición Capital Activo sobre activos (bpi)

Estados Unidos

Bank America Corp 25 8 580 179 371 1.50 11.5


Citicorp 29 7 752 211 899 0.68 9.6
Chemical Bank 31 7 400 138 263 0.97 11.3

NationsBank 35 7 174 119 151 1.17 11.5

México

Bank America Corp 25 8580 179 371 1.50 11.5


Banamex 201 1 285 33 161 3.18 n.d.

Bancomer 240 974 37 829 2.77 10.06

Banca Serfín 279 854 20 993 0.72 6.97

Comermex 716 221 7 972 1.17 n.d.

Canadá

Royal Bank 45 5 435 106 900 0.05 9.20


Canadian Imperial
Bank of Commerce 50 4 950 99 258 0.02 8.70

Bank America Corp 201 1 285 33 161 3.18 10.06


Toronto-Dominion 70 3 906 56 591 0.90 9.90

Fuente: The Banker, julio, 1993.

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104 Antonio Gutiérrez Pérez + e Ignacio Perrotini

Gráfica 1. Tipo de cambio del peso mexicano ( 1982


nuevos pesos

Fuente: Banco de México, nafin y cepal (1993).

Gráfica 2. Financiamiento otorgado por la banca comerciai a sectores


no financieros (1982-1992)

Fuente: Banco de Mexico.

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Liberación financiera y estabilización 105

Gráfica 3. Evolución de la cartera vencida y el m


(1985-1992)

Fuente: Comisión Nacional Bancaria.

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106 Antonio Gutiérrez Pérez t e Ignacio Perrotini

Gráfica 4. Capital y activo de los cuatro principales ban


Canadá y México

Fuente: The Banker, julio de 1993.

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