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¿Guarda usted Rencor o perdona?

Cantico 130
 
¿Qué es perdonar? ¿Qué es el rencor? Con este discurso público
queremos que usted hermano o amigo pueda desarraigar del corazón
cualquier tendencia a ofenderse y guardar rencor. Vamos a ver cómo
podemos evitar tales sentimientos y como disiparlos cuando aparezcan.
Deseamos que con este discurso bíblico crezca en su mente y en su
corazón un deseo intenso de imitar el amor y la misericordia de Jehová.
 
Vamos a empezar recordando una verdad que a veces solemos olvidar y
es que todos los seres humanos tenemos defectos, somo pecadores
nadie es perfecto y constantemente tropezamos, pero principalmente
en el empleo de nuestra lengua pues tendemos a minimizar nuestras
propias faltas y creer que los demás son mas pecadores que nosotros.
¿Así que como debemos ver a los demás? que nos enseña nuestro
padre celestial al respecto?, quiero animarlos a abran su biblia digital o
física Filipenses 2:3
 
que nos aconseja la biblia a ver a los demás superiores a nosotros, a
tener humildad mental para soportar y sobrellevar la personalidad de
nuestro semejante.
 
¿Ahora que es el rencor? Un diccionario dice sobre la palabra rencor
que es un sentimiento de enfado profundo y persistente; un
resentimiento arraigado que desequilibra y enferma el cuerpo y la
mente. El origen del rencor puede deberse a varias razones (insulto,
abuso de confianza, engaños, ofensas, maltratos palabras o hasta
miradas mal dirigidas).
 
Son muchas razones para guardar rencor y Jehová nuestro padre
celestial tiene motivos para estar indignado con nosotros a causa de
nuestras fallas pues constantemente dejamos de cumplir sus requisitos
por nuestra condición pecaminosa y aunque en ocasiones Jehová
muestre su justa indignación no se queda resentido el no guarda rencor
el perdona los que abandonan la maldad

Y en la biblia encontramos varios ejemplos de personas a quienes


Jehová perdono. Diríjase conmigo a la biblia para leer este relato 2
Crónicas 33:1-6 hizo realmente lo peor y que sucedería entonces? 2
Crónicas 33:10-13
 
El rey Manases peco gravemente contra Jehová, más fue perdonado
cuando se arrepintió muestra de ello es que Jehová lo regreso a su
reino.
 
La parábola del hijo pródigo suministra comprensión más profunda de
la admirable actitud de Jehová de misericordia y consideración. La
manera en que reaccionó el padre de la parábola al ver regresar a su
hijo descarriado ejemplifica de manera muy atrayente cómo es el Padre
celestial, Jehová. En la parábola, el hijo había dejado el hogar, se había
ido muy lejos y había malgastado su tiempo y dinero en una vida
disoluta, incluso asociación con rameras. Vino a estar en pobreza y
con hambre y, habiendo recobrado el juicio, decidió volver a su padre.
Note, ahora, lo que dice la parábola: “Mientras estaba él todavía lejos,
su padre alcanzó a verlo y se enterneció, y corrió y se echó sobre su
cuello y lo besó tiernamente.”
 
De modo que, cuando alcanzó a ver a su hijo en la distancia, el padre
no dijo: ‘No voy a moverme un solo centímetro ni decir una sola palabra
hasta que ese pecador se arrodille ante mí y pida formalmente ser
aceptado de nuevo.’ No, sino que, al ver a su hijo, que se dirigía hacia
él y, de hecho, discerniendo lo que estaba en la mente de su hijo, el
padre salió a su encuentro. No fue antes, sino después de esta expresión
paternal de piedad que tuvo lugar la petición formal de perdón de parte
del hijo. Esto ejemplifica de manera excelente como debe ser nuestra
actitud hacia nuestro semejante cuando sentimos que nos ha fallado de
alguna manera.
 
Considere también el caso del apóstol Pedro. Cometió un pecado
grave al negar a Jesús varias veces. ¿Por qué lo perdonó Dios? Pedro
había sido honrado en el servicio a Dios y a Cristo. Su pecado fue el
resultado de debilidad carnal, estaba en verdad arrepentido y “lloró
amargamente”.
 
Como al apóstol Pedro a quien se le hacía muy difícil manifestar una
actitud de perdonar, y por eso preguntó a su Maestro el señor Jesucristo,
si era de suponerse que continuara perdonando a su hermano hasta siete
veces. ¿Cómo respondió Jesús? ‘No hasta siete veces sino hasta setenta
y siete veces’; en otras palabras, no debe haber límite en cuanto a
perdonar a otra persona, esto quiere decir que no voy a sumar las faltas
que me cometen que no voy a traer del pasado lo que alguna vez me
hicieron. Sin duda Pedro recordó muy bien esas palabras de Jesús,
pues años más tarde escribió: “Ante todo, tengan amor intenso los
unos para los otros, porque el amor cubre una multitud de pecados.”
Y una multitud es una cantidad grande, ¿no es cierto? De hecho, en
Proverbios 10:12 leemos que “el amor cubre aun todas las
transgresiones.”
 
Ese ejemplo de amor genuino de parte de Jehová Dios en cuanto a
perdonar nuestros pecados se establece como modelo para que
nosotros lo imitemos. Su Palabra aconseja algo especial en Efesios.
4:32: El texto dice “háganse” lo que denota una acción de algo que
quizás no hagamos con frecuencia por eso se dice que puede ser mas
fácil hacer regalos de valor material aun costosos que el desplegar
generosamente la bondad y el perdón,
 
Como por ejemplo dentro del círculo familiar, ¡cuántas oportunidades
hay, día tras día, de ser una persona que sepa perdonar! Tanto el
esposo como la esposa, en la relación entre sí, o en el papel de padres,
así como los hijos, todos cometemos errores, algunos menores o
pequeños, algunos más grandes, que resultan en serias
consecuencias. ¿Cuál debería ser la actitud de los otros miembros de
la familia?
¿Aprovechar para criticar a quien se equivoca? ¿Menospreciarlo?,
señalarlo? ¿O mas bien actuar compasivamente, con ternura para con
el que ha cometido el error y minimizando las consecuencias o
mostrando maneras de mitigar los resultados? Por algo se dice que un
matrimonio feliz es la unión de dos personas que saben perdonar.’
 El mismo principio aplica a la familia espiritual, de mayor tamaño, de
la cual forman parte todos los cristianos. Puesto que ninguno de
nosotros es perfecto, es probable que a veces cualquier incluso los que
llevan la delantera en la congregación, o los que llevan la delantera
en cierto país, se equivoquen y cometan errores al tomar decisiones. El
que estas personas no sean perfectas suministra una verdadera prueba
para los individuos o grupos que están bajo la superintendencia de ellos.
Cuando un hermano nuestro se equivoca y es corregido y este acepta
su disciplina y regresa al pueblo de Jehová como nos sentimos verdad
que es regocijante.
 
Puede decirse que, así como ‘un matrimonio feliz es la unión de dos
personas que saben perdonar,’ de ese modo la felicidad dentro de la
congregación depende de cuán prontos estemos a perdonarnos unos a
otros. Jesús dijo que a sus seguidores se les identificaría por su amor
mutuo.
 
Esto ya nos permite ver que lo que muchas veces ocurre a nuestro
alrededor no tiene mayor significado como para ofendernos, si alguien
habla de usted quizás no lo conoce bien, quizás usted no conoce bien
a esa persona a ese hermano suyo, en vez de prender el fuego del
rencor con pensamientos o ideas equivocadas concédale la duda y vea
una oportunidad para estrechar su relación con ese otro siervo de
Jehová, el señor Jesucristo fue nuestro ejemplo también en este sentido
pues lo acusaron entre muchas cosas de glotón de borracho pero el
sabia que sus obras refutarían cualquier acusación por eso confió
plenamente en Jehová quien si puede ver los corazones para
contemplar en cada uno de nosotros cualidades especiales que nos
mantienen con el deseo de servir y agradar a Jehová por ello esta usted
aquí.
 
Sin embargo, no siempre es fácil escapar de esos sentimientos de
rencor u orgullo: Imagine la siguiente situación:

Usted tiene un pequeño problema de índole personal y lo confía a un


amigo íntimo a su hermano o hermana. Este promete no revelarlo a
nadie. Luego usted descubre que otros se han enterado del asunto
¿Que opinaría de su amigo? ¿Decidiría cortar la amistad con él? ¿Diría:
“¿Voy a saludarlo, pero no quiero tener nada más que ver con él?
¿Guardare las distancias”? hasta aquí llegamos y empieza a evitarlo. 
 
No se apresure a sacar conclusiones y a enfadarse. Piense: ¿Sería
acaso que el hermano hablo sin pensar? ¿Ha hecho usted lo mismo
alguna vez? ¿Se trata quizás de un malentendido? ¿Estaba el tal vez
buscando consejo que pudiera beneficiarlo a usted? ¿Puede restarle
importancia al asunto, olvidarlo y perdonar? ¿Era tan importante
mantenerlo en secreto? ¿Está totalmente seguro de que fue el quien se
lo informo a la otra persona? La Biblia nos aconseja que no guardemos
resentimiento
 
El abrigar animosidad contra alguien puede llevarnos a lastimar a
nuestro prójimo, o incluso a tomar medidas extremas. Si dejamos que
nos guíe el instinto natural, quizás lleguemos a cobrarle antipatía a
nuestro hermano y la antipatía alimentada por la indiferencia puede
tornarse en odio y el odio es una emoción fuerte que causa daño
es posible que manifestemos una actitud homicida al tratar a la
persona Incluso pudiera hacer que nos vengáramos.
 
¿Como procede usted en tales situaciones? ¿Guarda rencor o
perdona?
 
El permanecer enfadados contra otra persona daña las relaciones
humanas, suscita contiendas, ocasiona problemas maritales y ruptura
familiar incluso abre brechas entre los hermanos de la congregación.
Estos sentimientos hacen parte de nuestra imperfección y nuestras
debilidades, pero lo más importante es que podemos combatir el
rencor y perdonar de corazón a nuestros semejantes.
 
La Biblia nos recomienda “Llegue a ser conocido de todos los hombres
lo razonables que son ustedes”. Y también: “En cuanto dependa de
ustedes, sean pacíficos con todos los hombres”. También dice No te
des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido”, puesto que “digno de
confianza es el amigo que habla con franqueza”, Estar dispuesto a
perdonar es una prueba de verdadero amor a los demás, pero el
perdonar es una acción que implica varias cosas, tome nota de ellas
ser sincero, razonable, tolerante, realista tener voluntad estar dispuesto
a olvidar. En Colosenses 3:13, 14 se encuentra otro consejo práctico:
 
La vida está llena de pequeñas molestias. La frase “continúen
soportándose” comunica la idea de tolerar lo que nos disgusta
de los demás. “Perdonar” implica no guardar rencor. Es prudente no
abrigar resentimiento, sino despedirlo de la mente; lo único que
logramos permaneciendo enojados es abrumarnos aún más.
 
Jehová quiere que no escatimemos esfuerzos para solucionar los
problemas y perdonarnos de corazón recuerde que como leímos en
Colosenses El amor nos permite perdonar a nuestros hermanos pues es
un vínculo perfecto de unión.
 
Observe la siguiente imagen… se identifica con alguna de estas
situaciones, si así es no se afane o se sienta mal pues como hemos visto
son muchas las circunstancias que nos pueden llevar a sentirnos mal con
nuestro semejante, pero también debe quedarnos claro que Jehová
nos a dotado de la facultad de perdonar, de olvidar y amar a nuestro
prójimo. Observe ahora esta imagen…. Eso es lo que Jehová quiere
que a pesar de las diferencias predomine el perdón el amor y no el odio
ni el rencor
 
Escuche esta impactante advertencia que encontramos en el libro
perspicacia volumen 2 pagina 1188 “Dios condena a la persona que
guarda rencor o busca venganza personal por males reales o
imaginarios cometidos contra él o contra otros”.
Esto es un asunto serio porque podríamos entristecer el espíritu santo,
recuerde que debemos perdonar a los demás, recuerde que debemos
evitar los efectos dañinos del odio la venganza, que debemos
minimizar esas pequeñas faltas que todos cometemos debido a
nuestra imperfección personalidad o debilidad y como toda buen
obrar es necesario practicar el perdonar y ello es necesario fortalecer
nuestro amor por nuestro prójimo, primero recibiendo todo este alimento
espiritual que Jehová nos provee para ver como el ve a los demás. Él
siempre ve y destaca las cualidades de cada uno de nosotros y se basa
en ellas para animarnos a mejorar e imitar el buen ejemplo de los
demás, hermano y amigo el perdón no es una bonita palabra o un
sentimiento el perdón requiere una acción por parte de todos para que
vivamos con alegría anhelando agradar a Jehová y poder vivir para
siempre junto a toda nuestra familia y hermanos.
 
Perdonar es una prueba de verdadero amor a los demás,
practiquemos el perdón con nuestra familia, con nuestros vecinos,
amigos y hermanos seamos generosos al perdonar recuerde también
que si usted desea ser perdonado tendrá que demostrar que perdona
de corazón, que olvida las faltas y que recobra el amor por su prójimo
solo de esa manera Jehová nos perdonara a nosotros además
hacer esto con frecuencia nos llenara de alegría de gozo pues nos
aceraremos más a Jehová.
 
Aun que puedan aparecer esos sentimientos de orgullo debemos
perdonar. Por último, recuerde las últimas palabras del cantico
que entonamos:
 
 
 
Dios promete su cariño,
 
y su compasión también,
a quien sigue tras sus pasos
perdonando como él.

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