ENERO 2020 JHORDAN DÁVALOS

*Los nombres de los protagonistas de esta crónica han sido cambiados

CRÓNICA l El coyoterismo promueve la migración y termina separando familias, pero ¿qué

hay detrás de quienes ejercen esta actividad?

LA SOMBRA DEL COYOTE

Este trabajo relata una realidad que pocos conocen. Se trata de quienes forman parte del entorno
de una persona que promueve el tráfico de personas en el Ecuador. Sus vivencias y como en la
actualidad viven aquellos que fueron parte de las consecuencias de la más grande crisis económica
que enfrento nuestro país

E
n la búsqueda de una definición para el
sustantivo “coyote”, la más acertada a
la realidad de nuestro pueblo, es la
publicada por la página web Fundeú. Esta define
al coyote como una “persona que se encarga
oficiosamente de hacer trámites, especialmente
para los emigrantes que no tienen la
documentación en regla, a cambio de una
remuneración”.

En América Latina y particularmente en el

Ecuador tuvo su momento de auge, luego del
feriado bancario en el año de 1999. Miles de
ciudadanos huyendo de la crisis económica que
sufría el país, buscaban el sueño de triunfar en
países con estabilidad económica y laboral.
Estados Unidos fue uno de los destinos más
apetecidos por los migrantes, pero las
condiciones para el ingreso eran rigurosas, por
lo que hombres y mujeres intentaban cruzar sus
fronteras de forma ilegal.

Es ahí que aparece la imagen del coyotero o

coyote, esta persona que a cambio de una gran
cantidad de dinero, rompía con las fronteras y
Tomada de internet
abría las puertas para cumplir los sueños de
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muchos. Luego de varios años de bonanza, y a felicidad fuera de su tierra, para obtener
partir de las crisis económicas mundiales, este ganancias mediante el tráfico ilegal de
´trabajo´ fue decayendo en nuestro país; muchos personas. De acuerdo con cifras de la
coyoteros fueron detenidos y de otros no se
Subsecretaria de Garantías Democráticas del
conoce mayor registro. Al igual que el resto de
Ministerio del Interior, el tráfico ilegal de
personas, estos individuos tenían familias; pero
personas alcanza el tercer puesto en el
también es necesario cuestionarnos ¿Qué es de
ranking de los delitos internacionales de
aquellos personajes que no fueron detenidos?
¿Perdura la buena economía, fruto de su trabajo?
mayor incidencia, luego del narcotráfico y

¿Qué hay de sus familias? las armas.

DATO: Cecilia recuerda que Marco, su ex esposo,

En el año 1999 el Ecuador sufrió la crisis económica más
grande de su historia. Dejando como consecuencias: la
siempre tuvo el don de palabra y una
dolarización, muertes y familias destruidas fruto de la
migración.
cualidad de ganar amigos impresionante, sin
embargo sus vidas estaban envueltas por los
Frente al espejo. problemas económicos existentes, muchas
veces la falta de empleo y las necesidades
Cecilia, una mujer que físicamente aparenta
que tenían con la llegada de sus primeros
menos años de los que en realidad tiene,
hijos. Consiguió un trabajo como mensajero
refleja en su mirada la dura lucha que vive
en una empresa dedicada al turismo, lo que
día a día por sacar adelante a sus siete hijos.
le permitió conocer y vincularse con gente
“Como todo el mundo, una se ilusiona con dedicada a los viajes, además de los
tener hijos y una pareja que te haga feliz, procesos que se cumplen en este negocio.
pero ahora creo que no se puede tener las
"ÉL SIEMPRE FUE UNA PERSONA QUE LE
dos cosas en la vida”, menciona entre unas
GUSTABA AYUDAR A LOS DEMÁS"
melancólicas risas.
Cecilia, ex esposa
La migración es un problema social que
Cierto día, rememora Cecilia, llegó con un
tomó fuerza en nuestro país a partir del año
maletín lleno de dinero. Salimos de
dos mil, luego de las crisis políticas y
compras, no solo para nosotros, sino
económicas que se vivió en el Ecuador las
también para el resto de familia, él siempre
cuales dejaron ganancias para los más ricos,
fue una persona que le gustaba ayudar a los
pero desempleo y pobreza en las clases
demás.
medias y bajas. Un grupo poco conocido
(coyoteros) en nuestra sociedad, se valió de
esa búsqueda del deseo de otros de buscar la
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Marco, con voz entre cortada, cuenta lo
complicada que fue su niñez, ya que desde
muy corta edad tuvo que trabajar y pasar por
varias necesidades. Prefería realizar
cualquier sacrificio, esperando que a sus
hijos no les falte nada y sean unos
profesionales exitosos. Se había internado en
el mundo del coyoterismo gracias a sus
habilidades; y de a poco había dejado la
pobreza en la que se encontraban. Autos,
motos, vivienda, ropa y diversión fue lo que
él disfrutaba y brindaba a sus familiares.
Este negocio se encontraba en su tiempo de
bonanza previo al feriado bancario que se
vivía en el país y luego de la dolarización
mucho más. Según la Dirección Nacional de
Migración, durante los años 1999 y 2000, se
dio un aumento impresionante de los flujos
migratorios hacia Estados Unidos y Europa,
por parte de los ecuatorianos. El destino de
los clientes de Marco siempre fue Estados
Unidos, él cuenta que cobraba entre 12 mil y
15 mil por persona para cumplir con el
sueño de muchos ciudadanos. Existía una
variedad de técnicas para movilizar gente,
desde falsificar documentos y hacerlos pasar
por hijos de ciudadanos americanos, hasta
llevarlos vía marítima hasta Centroamérica
y cruzar la frontera a pie. Mario manifiesta
que nunca logró entender como la gente en
tanta crisis, se endeudaba, “pedía plata a los
chulqueros, creo que se encontraban en un
estado de conmoción total luego de la
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dolarización. Los que más viajaban eran
gente de Azogues, Cuenca y del Oriente”
resalta. Para el Ministerio del Interior otra
provincia que presenta un alto índice de
coyoterismo, además de las señaladas, es
Chimborazo.
En el entorno familiar las cosas eran
diferentes a la situación que se vivía en el
país, Cecilia se encargaba del cuidado de los
niños. Ella había creado a un Marco
diferente para que sus hijos no sufran por la
actividad que realizaba su esposo, ellos
siempre se habían llevado la mejor imagen
de su padre: cariñoso, alegre y colaborador.
Pero este trabajo llego a un punto donde el
coyotero pasa de ser victimario a víctima, él
se convirtió en otro desempleado más, que
se juntó a la gran lista de ciudadanos
postulantes a ocupar una plaza de trabajo.
Muchas personas viendo los éxodos de
desaparecidos o detenidos por entrar al país
del norte, dejaron de hacerlo. Mario se
convirtió en víctima no solo por la falta de
trabajo, sino de los excesos que tuvo en el
tiempo de su auge económico, mujeres,
alcohol y joyas fueron sus pasiones; que lo
dejaron sin un respaldo económico para el
futuro y el porvenir de sus hijos.
Verónica Gutiérrez, funcionaria del
Ministerio de Relaciones y Movilidad
Humana resalta el trabajo que se ha
realizado en los últimos años, ya que hubo
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cambios en el Código Integral Penal, en el
cual se impusieron mayores sanciones para
quienes realizan este trabajo. En
actualidad los quienes estén implicados en
tráfico de personas pueden ser condenados
de seis a veinte años de prisión.
Cecilia no mantiene ninguna relación con
Mario, quien logró marcharse a Estados
Unidos. Sus hijos mantienen cierta relación
pero se enmarca más por el factor o que por
lo afectivo. Cecilia y sus hijos -ya jóvenes
todos- nunca pensaron ser parte de ese
problema llamado migración; el cual ella
veía con tristeza desde lejos. Ellos tuvieron
siete hijos, Sebastián de 23 años recuerda a
su padre como alguien cariñoso
preocupado, recuerda que cuando
pequeño veía el drama de los hijos de
migrantes y que nunca pensó formar parte
de ello. Se encuentra cursando los últimos
semestres de la carrera de medicina
veterinaria
“Me he esforzado por mi familia y mi papás.
Creo que a mi papá le faltó una preparación
profesional y por eso tuvo que insertarse en
este triste mundo del coyoterismo, no lo
juzgo, es más le agradezco porque me da
fortaleza y ganas de buscar un porvenir para
mi familia y para mí” manifiesta Sebastián.
Cristina, la menor de la familia, aunque no
recuerda mucho a su padre cuenta que
siempre habla con él, para ella es una
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relación lejana pero normal. Por otra parte,
su madre señala que ellos se han
la acostumbrado a vivir sin padre, ha tenido
que asistir a psicólogos con ellos; pues dos
de sus hijos cayeron en una crisis de
alcoholismo. Lo importante es que ellos han
salido de ese mundo y ahora se han
convertido en profesionales; es un orgullo
para mí, atina a decir.
Manifiesta que sus hijos mayores presumían
de las actividades que realizaba su padre y
que en cierto momento tuvo que ser sincera
y permitirles conocer las actividades que
realizaba Marco.
“Ellos lo tomaron de forma tranquila, saben
y
que su papá ayudo a muchas personas para
era
que logren cosas buenas en su vida, como
construir una casa, darles lo necesario a sus
hijos para que salgan adelante. Mis hijos
mayores mantienen una relación con él
(Marco), pero no a profundidad, siento que
tienen ciertos resentimientos por su
abandono, más que por su trabajo” concluye
Cecilia, quien muestra una sonrisa,
posiblemente de alegría por desahogar tantos
años de tristeza y silencio, quizás de sueños,
pero dejando una enseñanza que es al amor
hacia el sueño de otros, el sueño de sus hijos.
El tráfico de personas ha mostrado los
rostros de tristeza de las familias que se han
roto por alcanzar un sueño. Pero en este caso
vemos que existe mucho de lo que no se
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hablado sobre quienes ejercen esta labor, el

entorno de quienes se ocultan en una
actividad compleja para también cumplir
sueños. Sin embargo, queda un par de
pregunta por responder ¿Qué hace el estado
por garantizar una vida digna para sus
ciudadanos? ¿Quiénes son los verdaderos
culpables de estas historias y sus
consecuencias?