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Vivíparo

GATO
Primero debemos mencionar cual es la edad en
la que los gatos llegan a la madurez sexual,
normalmente las hembras entran en la pubertad
primero que los machos y existen diferentes
factores que hacen que pueda ser más
temprana o tardía la llegada de la pubertad.

Pubertad en hembras: Comienza entre los 6 y


9 meses y quiere decir que
sus órganos sexuales son aptos para la la
reproducción.

Pubertad en machos: Comienza entre los 8 y 12 meses de edad, los testículos han
descendido (bajado), los gatos comienzan a producir espermatozoides y sus órganos
sexuales han madurado.

Cuando los gatos han llegado a la madurez sexual, los juegos de cachorros cambian
por lo que llamamos rituales de apareamiento, consiste normalmente en salir por las
noches, identificar a la pareja para la reproducción, ritual de acercamientos y olfateos
y por último la copulación.

El celo es el periodo donde la hembra permite la copulación del macho, se caracteriza


por variar de acuerdo al lugar donde vive la hembra. Los expertos definen el ciclo
hormonal de la gata como poliéstrico estacional, (ciclos solo en una estación
determinada del año) esto quiere decir que durante una época determinada del año
pueden tener varios celos separados por unos días de reposo. Este proceso se realiza
principalmente en la temporada Primavera-verano, las gatas pueden entrar en celo en
cualquier mes del año donde la luz del día sea más prolongada, esto es normalmente
en verano y la probabilidad de que disminuyan los celos es cuando la luz del día es
menor, esto normalmente es en la temporada de invierno.

La duración del llamado "celo" es de días. Un dato curioso del celo en las hembras, es
que, si se encuentran en casa más de dos gatas, o si se reúnen más de dos gatas a
convivir por determinado tiempo, todas o por lo menos en su mayoría se sincronizan
por medio de feromonas para entrar en celo. Esto sucede también en las mujeres que
viven juntas, la sincronización se hace presente incluso en un grupo de trabajadoras
que conviven todos los días mínimo 5 horas.

Cuando ambos sexos están preparados para la reproducción, el encuentro se da


normalmente en la noche, ya que es cuando realizan más recorridos para socializar,
cazar y para aparearse, también es un horario más seguro para que el acto sexual
comience porque no hay gente que los moleste, otro dato curioso es que se necesita
la disposición de la hembra, de no ser así el acto no se podrá llevar a cabo.

Si la hembra ha aceptado, al macho aquí te explicamos paso a paso el proceso de


copulación.
1. Acercamiento: Cuando la hembra se encuentra o le han llevado un macho, ella
hará un acercamiento delimitando espacios, si ella se siente cómoda aceptará al
macho.

2. Reconocimiento: En esta etapa comienzan los olfateos de ambos gatos,


principalmente de la gata, en ese momento comienza el cortejo de la hembra para el
macho.

3. Posición y aceptación: La hembra ha aceptado al macho y se coloca en posición


"de remo" la cual consiste en estirar y levantar las patas traseras para la penetración
del macho.

4. Posición adecuada y comienzo: Una vez en posición, el macho inmoviliza a la


hembra mordiendo el cuello de la gata, ahí comienza el acto sexual.

5. Penetración: En la etapa 5 el macho penetra a la hembra y aún la tiene


inmovilizada por el cuello, eyacula y la hembra ovula por estimulación del acto sexual.

6. Culminación: Después de la eyaculación el macho suelto a la hembra del cuello,


se separan y se asean, el acto puede repetirse de 2 a 4 veces al día.

La reproducción felina es una responsabilidad de todos, si no queremos que nuestras


mascotas se reproduzcan irresponsablemente, esterilicemos y evitemos cachorros en
calidad de calle.

Jesús Cristóbal González Vélez

OVÍPARO
PECES
La gran mayoría de los peces marinos son ovíparos.
En éstos, los huevos son expulsados al medio y la
fertilización es externa. Aunque, en raras ocasiones,
pueden suceder eventos donde ocurra fertilización
interna antes del desove.

En la mayoría para la reproducción de peces, la


fecundación es externa, o sea, tiene lugar fuera del
cuerpo de la hembra. Esta deposita sus huevos en
un nido o los abandona al capricho de las corrientes
oceánicas. Para que estos huevos sean
fecundados, resulta indispensable que el macho
vierta su esperma sobre ellos en el momento
oportuno. Un cierto número de especies de la familia de los lábridos efectúan la freza
de esta manera tan poco segura tras haberse reunido en bancos durante algunas
horas en los parajes de sus arrecifes originarios. Periódicamente, de cinco a quince
machos y hembras se destacan del conjunto de sus congéneres, se unen
estrechamente unos a otros y nadan al unísono hacia la superficie. Cuando se
encuentran alrededor de 1,80 metros por encima del grueso del pelotón, liberan en las
aguas esperma y óvulos, dejando al azar la tarea de unirlos y fecundarlos... La fusión
de los óvulos y los espermatozoides debe producirse en décimas de segundo, por no
decir en el mismo instante, porque cualquier corriente es susceptible de dispersar las
células sexuales y hacer imposible la fecundación y por consiguiente la reproducción
de peces. Los grandes conjuntos reproductores están compuestos sobre todo por
especies que siembran al desgaire unos huevos cuyas oportunidades de ser
fecundados son ínfimas, y enorme el riesgo de sucumbir a la depredación. Pero estas
especies, cuya descendencia parece más comprometida que la de los animales que
velan por su prole, son también extraordinariamente pródigas en células sexuales.
Compensan así, por el número, la falta de solicitud paterna, si bien las oportunidades
acaban siendo iguales por ambos lados. Esta es una ley general que no se aplica
solamente para la reproducción de peces. Los Hálanos y las Ostras, por ejemplo,
derivan a merced de las olas en el curso de su estado larvario, antes de establecerse
en vastas colonias. Los Mejillones azules viven en bancos de varios millares de
individuos en las aguas costeras poco profundas de América y Europa. En la época
de la freza, las hembras expulsan sus óvulos en las aguas, señal química que
desencadena en los machos la emisión del esperma, que va a fecundar los óvulos
planctónicos a la deriva. Efectuar la freza en grupo y producir cantidades
astronómicas de huevos son aquí modalidades puramente instintivas del
comportamiento, que garantizan la fecundación y, por ello mismo, la perpetuación de
la especie.
Jesús Cristóbal González Vélez

OVOVIVÍPARO
TIBURÓN BLANCO
La mayoría de los tiburones tienen
un desarrollo embrionario
ovovivíparo, pues los huevos
eclosionan dentro del oviducto de la
hembra, pero ésta no provee
alimento alguno de forma directa,
sino que las crías se alimentan de la
yema de huevos del saco vitelino y
de los fluidos que las paredes del
oviducto segregan. Las crías nacen
vivas y desarrolladas por completo.
La mayoría de los peces óseos producen gran cantidad de huevos pequeños que se
ponen en el agua, donde son fecundados externamente por
los espermatozoides liberados por los machos. Este es un proceso en el que se
produce un gran despilfarro; la mortalidad inicial entre los huevos y larvas
desprotegidos es enorme y las tasas de supervivencia son función de las condiciones
ambientales. Los tiburones han optado por una estrategia reproductiva diferente: los
huevos se fecundan internamente y se invierte más energía en producir menos crías,
pero más protegidas.
Las especies ovovivíparas que dan a luz crías vivas que se han nutrido a través de
una placenta de manera análoga a los mamíferos.
Dado que las hembras poseen también dos ovarios, durante el acto reproductivo que
dura apenas un minuto, el macho intenta sujetar a la hembra de una de las aletas
pectorales, utilizando su boca y sus dientes para ello… ocasionando numerosas heridas
en las aletas a las hembras.
Una vez que lo consigue, el tiburón macho utiliza nada más que uno de sus
pterigopodios, el que más cerca quede de la hembra, para depositar el semen en el
ovario más cercano de la hembra. Ventajas de disponer de un órgano reproductivo
direccional.
Después de la fecundación, pasados unos 30 días del inicio de la época de
apareamiento, comienza la fase gestación, que, dependiendo de cada especie, durará
entre 10 y más de 24 meses. Durante este tiempo las nuevas crías de tiburón se
alimentan del saco vitelino ya que la madre no posee conexión umbilical con los
cachorros.

Jesús Cristóbal González Vélez


MAMÍFEROS
LEÓN
Habitualmente las leonas adultas crían
cada dos años, pero si los cachorros no
sobreviven, es posible que se
embaracen nuevamente antes de ese
período de tiempo.

La hembra se desarrolla sexualmente a


los cuatro años y los machos a los
tres. Cuando ella llega al celo, puede
aparearse con su pareja hasta 20 veces
diarias. Es tanta la actividad, que el
macho puede dejar de nutrirse.

La gestación es de 92 a 119 días. En cada parto tienen de 1 a 4 crías, pero pocos


llegan a los dos años de edad. Llegan al mundo con numerosas manchas negras que
van desapareciendo a medida que avanzan en edad.

Para parir, la leona seleccionará una cueva, muy apartada del grupo, nutriéndose
solamente de presas pequeñas. Al parir, inician una fase de “mudanza” continua para
proteger a sus hijos. Cada 15 días los toman por el cuello y los llevan a un nuevo
refugio para evitar el contacto con los depredadores, quienes perciben en olor del
recién nacido. Si hace falta, adoptan leoncillos huérfanos y se encargan de su
manutención.

Al cumplir las cinco semanas se estabilizan y se integran de nuevo a la manada.

La gestación dura un periodo de unos 100 días, tienen un promedio de tres cachorros
supervivientes, la hembra leona puede amamantar a crías pertenecientes a otras
leonas, incluso adoptar alguna huérfana. La madurez sexual se alcanza a partir de los
tres años.

Jesús Cristóbal González Vélez

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