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Justa remuneración,

La remuneración del personal constituye el precio del servicio prestado. Debe ser equitativa y,
en todo lo que sea posible, dar satisfacción a la vez al personal y a la empresa, al empleador y al
empleado. Fayol desde el mismo comienzo de la presentación de este principio, explica la
complejidad y la relatividad del tema. Las remuneraciones, por ejemplo, dependen muchas
veces de factores externos a la organización:

a) Muchas de esas variables no pueden ser modificables por la mera voluntad del empresario ni
de los trabajadores; b) sin embargo otros factores quedan bajo el dominio de la voluntad de las
partes.

a) "La tasa de remuneración depende, en primer lugar, de circunstancias independientes de la


voluntad del patrón y del valor de los agentes, tales como la carestía de la vida, la abundancia o
la escasez de personal, el estado general de los negocios, la situación económica de la empresa."

b) "...depende, en segundo término, del valor de los agentes; y por último, del modo de
retribución adoptado."

"El modo de retribución del personal puede tener una influencia considerable sobre la marcha
de los negocios; su elección es, por consiguiente, un problema importante. Es también un
problema arduo, que recibe, en la práctica, soluciones muy diversas, de las cuales ninguna ha
parecido hasta el presente absolutamente satisfactoria."

"Mediante el modo de retribución se busca generalmente lo siguiente:

1º Que asegure una remuneración equitativa

2º Que estimule el celo, recompensando el esfuerzo útil;

3º Que no pueda conducir a excesos de remuneración, rebasando el

límite razonable."

Unidad de dirección,

Si un empleado o subordinado tiene que trabajar bajo la influencia de muchos jefes o superiores,
esto crea una situación confusa, un dilema y un desorden. Esto también afecta la eficiencia
general, la productividad y el beneficio de la organización.

Por tanto, de acuerdo con el principio de la unidad de mando, demasiados jefes o superiores no
deben dirigir ni supervisar la misma cantidad de trabajo realizado por un trabajador o empleado.
En otras palabras, el trabajo de un trabajador o de un empleado siempre debe ser supervisado
por un solo jefe.

La unidad de mando evita la posibilidad que un empleado no sepa qué órdenes seguir o a quién
reportarle. Esto se aplica incluso cuando una organización está siendo dirigida por un comité.
Por ejemplo, en Estados Unidos, un superintendente de escuelas públicas es responsable en sus
actividades diarias ante el presidente de la junta escolar, no ante la junta escolar general.
La unidad de comando puede ayudar a prevenir problemas, como que un empleado sienta la
necesidad de responder ante más de un jefe o una situación en la que un supervisor de alto nivel
mande directamente a un miembro del equipo, sin consultar al supervisor inmediato de ese
miembro. Esto agrega claridad al proceso de gestión tanto para los miembros del equipo como
para los supervisores. Genera como resultado menos confusión y caos, con respecto a la tarea
asignada al empleado y los resultados obtenidos en el desempeño efectivo de sus funciones.

Subordinación del interés personal a los intereses de la empresa

El interés de un subordinado o de un grupo de subordinados no debe prevalecer sobre el interés


de la empresa; esto significa que el interés de la familia debe predominar sobre el interés de los
miembros. Se deben hacer a un lado la ambición, el egoísmo, la pereza y todas las pasiones
humanas que afectan el desarrollo de una organización La organización, para que pueda lograr
esta situación, solicita firmeza y buen ejemplo de sus jefes. Las reuniones de trabajo deben ser
lo más equitativas que sea posible y debe existir una vigilancia estrecha para solucionar
conflictos y prever situaciones adversas.

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