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Que es el silogismo

Se conoce como silogismo al razonamiento deductivo que consta de dos premisas (mayor y menor),
a partir de las cuales se llega a una conclusión. El silogismo es un argumento formado de tres
proposiciones, estando la conclusión contenida en una de las dos primeras y, mostrando a la otra
que la misma conclusión allí está contenida.
El silogismo es tomado como un razonamiento deductivo, ya que partiendo de dos juicios se infiere
uno nuevo. En este sentido, la “premisa mayor”, es aquella que sirve de punto de partida, y es la más
general; por su parte, la “premisa menor” sirve de intermediario y es menos general, y de ellas dos se
deduce la conclusión del razonamiento.

En base a la anterior información, el ejemplo más clásico del silogismo es:

 Todos los hombres son mortales. (Premisa mayor)


 Pedro es hombre. (Premisa menor)
 Luego, Pedro es mortal. (Conclusión)
Según el filósofo y pensador griego Aristóteles, el razonamiento es un encadenamiento de juicios,
que partiendo de una premisa se descubre otras. Aristóteles se basa en el razonamiento deductivo e
inductivo, pero también indica que la clave de deducir lo particular es de lo general. En conclusión,
los juicios aristotélicos son la unión del sujeto y el predicado.

Por otro lado, con respecto al silogismo se debe de tomar en cuenta una serie de reglas para su
validez, como:

 Un silogismo contiene tres proposiciones.


 En dos premisas negativas no se puede concluir nada.
 En dos premisas positivas no puede obtenerse una conclusión negativa.
 Si una premisa es negativa, la conclusión es negativa, y viceversa.
 De dos premisas particulares no se saca conclusión.
 El término medio no pueden entrar en la conclusión.
El modo de silogismo resulta de la disposición de las premisas según su cualidad (afirmativa o
negativa) y cantidad (general o particular). Cada una de las premisas puede ser universal afirmativa
(A), universal negativa (E), particular afirmativa (I) o particular negativa (O).

Elementos del silogismo (juicios y términos)


Según lo anterior tenemos:

 Un término sujeto S,

 Un término predicado P.

 Un término medio M,.

 Un antecedente, el cual consta de dos juicios llamados premisas.

 Un consecuente, el juicio resultante como conclusión

Formación del silogismo (premisas y término)

Formulación de un silogismo
Para poder entender a cabalidad el universo del silogismo, es necesario tener claros los elementos
que lo conforman:

Composición de las premisas

Las premisas pueden estar compuestas por dos de los siguientes tres aspectos:

– Un sujeto, al que llamaremos “S”. Por ejemplo: los hombres, las mujeres, María, Pedro.

– Un predicado, al que llamaremos “P”. Por ejemplo: son inteligentes, no son aguerridos, son
fantásticos, son amigables.

– Un término medio, al que llamaremos “M”. Este en particular es la constante entre las dos
premisas, lo que permite enlazarlas. No aparece en el consecuente, por ser lo que causa las
conclusiones.

Para saber cómo identificar el término medio puede utilizarse el siguiente ejemplo:

PM= “Todos los franceses son latinos”.

Pm= “Francois es francés”.

PC= “Por lo tanto, Francois es latino”.

En este ejemplo se denota claramente que el término medio” o “M” es: franceses, francés.

Por su parte, el consecuente o “conclusión siempre va a estar conformado por los siguientes
elementos:

– Un sujeto, al que llamaremos “S”.

– Un predicado, al que llamaremos “P”.

Esto puede apreciarse en la siguiente frase: “Algunas tazas (S) no tienen azas (P)”.
Extensiones de las premisas

Las relaciones entre estos términos que conforman las premisas y las conclusiones les darán
distintos tipos de connotaciones según su extensión. Estas connotaciones propias de su extensión
(también entendida como el espacio que abarcan) son de dos tipos:

Connotaciones de extensión universal

Se refiere a cuando el enunciado de la premisa incluye o excluye al total de individuos de una raza o
elemento, sea cual fuere su cualidad.

Son fáciles de identificar porque usan las palabras “todos” o “ninguno” en sus proposiciones. Por
ejemplo: “todos los caballos son equinos” o “ningún político es honesto”.

Connotaciones de extensión particular

Es cuando el enunciado de la premisa abarca solo un parte del total de individuos de una raza o
elemento, sea cual fuere su cualidad.

También son sencillas de identificar dado que utilizan las palabras “algunos” o “pocos”. Por
ejemplo: “algunos gatos comen peces” o “pocos perros ladran fuerte”.

Cualidades de las premisas

Esto hace alusión a las relaciones que se dan entre los sujetos, predicados y los términos medios
que conforman una premisa. Estas cualidades pueden ser de dos tipos:

Cualidad afirmativa

También es llamada cualidad de unión”. Es una premisa que es afirmativa cuando el sujeto (S) es
predicado (P). Por ejemplo: “todos los hombres nacen puros”.

Cualidad negativa

También es llamada cualidad de separación. Es una premisa que es negativa cuando el sujeto (S) no
es predicado (P). Por ejemplo: “algunos peces no son de río”.
Estructura

El silogismo está estructurado en juicios, dos de estos llamados premisas y uno último, producto de
la deducción entre las dos premisas, llamado consecuente o conclusión.

Ahora bien, teniendo claros los aspectos que conciernen a las premisas y consecuentes, pasamos a
hablar de cómo se estructuran los silogismos:

Premisa mayor (PM)

Se le llama así por ser el enunciado que ocupa el primer lugar en el silogismo. Este juicio posee el
predicado (P) de la conclusión; va acompañado del término medio (M), que sabemos que
desaparecerá en la consecuencia.

Premisa menor (Pm)

Se le llama así por ser el enunciado que ocupa el segundo lugar en el silogismo. Tiene el sujeto (S)
de la conclusión y va acompañado del término medio (M), que también desaparecerá en la
consecuencia.

Consecuente (PC)

Se le llama así por ser el juicio al que se llega. También es denominado conclusión y en esta se unen
o se desunen las cualidades del S y del P.

Es necesario tener claro que de la interacción de los juicios de la premisa mayor y la premisa menor
se construyen los argumentos que dan paso a la concepción de las conclusiones.

Habiendo comprendido lo expuesto en el párrafo anterior, se puede ver al silogismo como un ente
que permite obtener una conclusión producto de la comparación de dos juicios respecto a un tercer
término, al que se le conoce como término medio o “M”.

Reglas

Los silogismos, para ser considerados tales, deben responder a una serie de estatutos bien
demarcados. Son ocho estatutos en total; cuatro de los estatutos responden o condicionan a los
términos, y los otro cuatro condicionan a las premisas.

Ningún silogismo puede tener más de tres términos

Es un estatuto claro que busca que se respete la estructura formal del silogismo. Es decir: dos
términos que se comparan con un tercer término en dos premisas diferentes para dar origen a una
tercera premisa conclusiva donde confluyen el S y el P, en negación o pertenencia, y el término
comparativo desaparece.

Ciertas veces se dan casos de seudo-silogismos, en los que se incorpora por desconocimiento un
cuarto término, violentando su estructura. Obviamente, al no cumplir la norma no es tomado en
cuenta. A este tipo de falso silogismo se le conoce como silogismo de cuatro patas.

A continuación presentamos un ejemplo de un seudo-silogismo:

PM) Los hombres por naturaleza son infieles.


Pm) La mujer no es un hombre.

PC) La mujer no es infiel.

Este es un error típico de silogismo de cuatro patas, cometido al hacer una argumentación
deductiva. ¿Por qué es un error? En este caso la palabra “hombre” es usada para denotar a la raza
humana, incluye ambos sexos; por ende, al introducir la palabra “hombre” en la premisa menor se
está incluyendo la “cuarta pata”, rompiendo la primera regla.

Términos de las premisas no pueden ser más largos en las conclusiones

La conclusión no puede exceder el tamaño de las premisas de las cuales se obtuvo. El consecuente
debe tener, a lo sumo, una extensión proporcional al tamaño de la unión del (S) y el (P) que le
antecedieron.

Ejemplo

PM) Los hombres por naturaleza son infieles.

Pm) Pedro es un hombre.

PC) Pedro es sinceramente un individuo infiel, se puede notar por…

Acá vemos cómo se puede acabar con la elegancia de una estructura pensada para el resumen y la
síntesis, agregando aspectos irrelevantes.

No se puede incluir el término medio en la conclusión

La función principal del término medio es la de servir de enlace entre las proposiciones, entre las
premisas. Por ser un factor común, no puede incluirse en las conclusiones. En las conclusiones solo
van un S y un P.

A continuación se muestra un argumento errado por inclusión del “M”:

PM) Los hombres por naturaleza son infieles.

Pm) Pedro es un hombre.

PC) Pedro es un hombre infiel.

El término medio debe tener carácter universal en uno de los juicios

De no aparecer un “M” con la condición de universalidad, el silogismo daría cabida a comparaciones


individuales propias de un silogismo de cuatro patas.

Ejemplo

PM) Todos los gatos son felinos.

Pm) Algunos felinos son tigres.

PC) Por lo tanto, algunos tigres son gatos.

Acá se puede denotar que no es una proposición válida, porque la premisa mayor —al ser
afirmativa— denota un predicado “particular”, dando paso a una falsa generalización.
Reglas de las premisas

Si hay dos premisas negativas no se pueden obtener conclusiones

Esta explicación es muy simple. La función que cumple “M” es la de relacionar al “S” con el “P”. Si
negamos la relación de “P” con “M” y de “S” con “M”, no hay punto de enlace que valga, no hay
analogía alguna que se pueda hacer.

Ejemplo

PM) Todos los barcos no se hunden.

Pm) El marino errante no es un barco.

PC) ¿?

No puede obtenerse una conclusión negativa de dos premisas afirmativas

Esto es tan lógico como lo planteado en la regla anterior. Si “S” guarda relación con “M” y “P” también
guarda relación con “M”, entonces no hay forma de que en las conclusiones “S” y “P” no estén
relacionadas positivamente.

Ejemplo

PM) Todos los perros son fieles.

Pm) August es un perro.

PC) August es infiel. (?!)

Dos premisas de carácter particular no pueden generar una conclusión

Esto rompería toda la lógica conceptual del silogismo. El silogismo plantea ir de lo universal a lo
específico para dar conocer una conclusión que relaciona lo macro con lo micro. Si las dos premisas
que tenemos son micro (son específicas), entonces no guardan relación entre sí y, por ende, no hay
conclusión que valga.

Ejemplo

PM) Algún mono es velludo.

Pm) Algún gato maúlla.

PC) ¿?

Conclusiones siempre irán en pos de las partículas débiles

Por débil se entiende lo particular frente a lo universal y lo negativo frente a lo positivo. Tal y como se
manifiesta en el enunciado, las conclusiones están condicionadas por lo negativo y lo particular al
momento de ser llevadas a cabo.

Ejemplo

PM) Todos los perros son caninos.


Pm) August no es un perro.

PC) August no es un canino.

Modos

Cuando se habla de “modos” se habla de la cantidad de posibles combinaciones de juicios según su


clasificación; es decir, de tipos A, E, I, O.

A continuación se explicarán las clasificaciones y luego se ejemplificarán las cuatro combinaciones


más simples que pueden hacerse dentro del universo de 256 mezclas posibles.

Clasificación de los juicios

Luego de tener claros las cualidades de las premisas y sus extensiones, es hora de fijar los tipos de
juicios que estas pueden contener o emitir. Tenemos las siguientes cuatro clases:

A: universal afirmativa

Esta especifica que todo “S” es “P”. Por ejemplo: “todos los gatos son felinos” (S: universal-P:
particular).

E: universal negativa

Esta especifica que ningún “S” es “P”. Por ejemplo: “ningún gato es felino” (S: universal-P:
universal).

I: particular afirmativa

Esta especifica que algún “S” es “P”. Por ejemplo: “algún gato es felino” (S: particular-P: particular).

O: Particular negativa

Esta especifica que algún “S” no es “P”. Por ejemplo: “algún gato no es felino” (S: particular-P:
universal).

Ahora bien, las premisas, independientemente de su posición (eso se vio en la estructura de los
silogismos) podrán componerse y superponerse con las siguientes combinaciones (Recordemos las
asignaciones sujeto: “S”; predicado: “P»; y término medio: “M”):

Primer modo

(P-M) / (S-M) = (S-P)

Ejemplo

PM) Los gatos son felinos.

Pm) August es un felino.

PC) August es un gato.

Segundo modo

(M-P) / (S-M) = (S-P)


Ejemplo

PM) Algunos felinos maúllan.

Pm) August es un felino.

PC) August maúlla.

Tercer modo

(P-M) / (M-S) = (S-P)

Ejemplo

PM) Los gatos son felinos.

Pm) Los felinos maúllan.

PC) El maullido es de los gatos.

Cuarto modo

(M-P) / (M-S) = (S-P)

Ejemplo

PM) Algunos felinos maúllan.

Pm) Algunos felinos son gatos.

PC) Los gatos maúllan.

Es necesario tener presente que en estos ejemplos el contenido del primer paréntesis es la premisa
superior, el del segundo es la premisa inferior y el tercero representa la conclusión.

Se pudo apreciar claramente cómo la lógica se impuso en cada caso y cómo los silogismos nos
arrojaron conclusiones irrefutables.

Importancia

A pesar del tiempo que lleva de fundado este recurso filosófico (más de 2300 años), no pierde su
esencia e importancia. Se ha resistido al tiempo y ha dado paso a grandes escuelas de la razón y el
pensamiento, inmortalizando a Aristóteles.

Los silogismos permiten al hombre entender de manera plena, simple y eficaz el entorno, justificando
y relacionando cada uno de los eventos que se suscitan cercanos a él.

Los silogismos demuestran que solo por medio de la observación, de la práctica y del ensayo error
es que se llega a la comprensión real de los fenómenos físicos, sociales, psicológicos y naturales.

Todo evento global guarda relación con alguna partícula, y si se halla el conectivo adecuado, el
silogismo permitirá la aparición de una conclusión que amalgame el universo con el evento concreto,
dejando un aprendizaje.
El silogismo representa una herramienta sin igual del desarrollo lógico, tanto en el ámbito pedagógico
como en el andragógico. Es un recurso para la potenciación de razonamiento y la lógica deductiva.

Argumentación deductiva (el silogismo)

Un argumento deductivo es aquel cuya conclusión deriva de manera necesaria de sus premisas, a
esta propiedad exclusiva de este tipo de argumento se le denomina validez. Más adelante veremos
este último concepto.

En un argumento deductivo la inferencia3 es más fuerte que en los argumentos inductivos. Esto se
debe a que el contenido informativo de la conclusión está ya en las premisas, es decir, en la
conclusión no se obtiene información nueva. La conclusión sólo hace explícito algo que ya se dice en
las premisas, aunque de una manera implícita. Veamos el siguiente ejemplo:

• Todos los gatos maúllan

• Félix es un gato

- Félix maúlla

Como podemos observar, lo que concluimos está ya contenido en las premisas, así inferimos que
Félix maúlla sobre la base de que en las premisas se nos ha afirmado que "Todos los gatos maúllan".

En el argumento deductivo es irrelevante el contenido, pues lo único que interesa es la forma o


estructura, es decir, verificar si hay una relación lógica entre las premisas y la conclusión, si las
premisas ofrecen un apoyo suficientemente fuerte para afirmar la necesidad de la conclusión.

En el argumento deductivo no es importante ni necesario verificar si las premisas son verdaderas o


falsas, pues esto depende del contenido y es objeto de estudio de las otras ciencias particulares. Lo
que nos importa es determinar si es una estructura válida.

Materia remota y próxima del silogismo

La materia del silogismo. El conjunto de elementos que integran el silogismo se llama materia del
silogismo. Y se distingue la materia próxima y la materia remota. La materia próxima designa a las
tres proposiciones que lo componen. La materia remota designa a los tres términos de que consta.

La materia próxima se refiere, pues, a las tres proposiciones, de las cuales la primera se llama
premisa mayor, la segunda premisa menor, y la tercera es la conclusión. La premisa mayor suele
contener una ley general. La premisa menor suele designar un caso particular relacionado con la
mayor. La conclusión expresa la nueva relación de términos que resulta de las dos premisas.

La materia remota está en los tres términos, que se llaman mayor, menor y medio. El más importante
(como ya hemos visto) es el término medio, y sirve para establecer el contacto o relación entre los
otros dos. Este término medio se reconoce fácilmente porque se repite en las dos premisas, y, en
cambio, no debe pasar a la conclusión. En la premisa mayor hay dos términos: el término medio y el
término mayor. Igualmente la premisa menor tiene dos términos: el medio y el menor. En la
conclusión aparece el término menor enlazado con el término mayor, gracias al previo enlace que ha
tenido con el término medio. En el siguiente ejemplo:

Todo ladrón debe ser castigado (premisa mayor)

Este hombre es un ladrón (premisa menor)

Luego, este hombre debe ser castigado (conclusión)


El término medio es ladrón, el término mayor es debe ser castigado, y el término menor es este
hombre.

La razón del nombre término mayor, menor y medio, está en su correspondiente extensión. En el
ejemplo citado debe ser castigado tiene mayor extensión que los otros dos, y contiene la extensión
de ladrón que es el término medio. Esto es lo que se expresa en la premisa mayor: La clase de los
ladrones está contenida en la clase de los que deben ser castigados. En la menor se incluye Este
hombre (término menor) en la clase de los ladrones (término medio). En la conclusión se expresa
que el término menor está incluido en el mayor. A partir de aquí, se entiende como funciona todo
silogismo.

Clases de silogismo
Los principales tipos de silogismo son:

Silogismo categórico, es aquel en que la premisa mayor afirma o niega. Esto quiere decir, A es
parte de C, y B es parte de C, por ejemplo:
Todos los seres vivos respiran. Un animal es un ser vivo. Un animal respira.

Silogismo hipotético, también llamado condicional, aquel en que la premisa mayor presenta una
alternativa, y la menor afirma o niega una de las alternativas, por ejemplo:
Si no hace la tarea, no saldrá bien en la materia. Si no sale bien en la materia, entonces no pasa de
año. Por lo tanto, si no hace la tarea, no va a pasar de año.

Silogismo disyuntivo, se caracteriza porque no afirma que las premisas sean ciertas, sino
únicamente una de ellas, pero no simultáneamente, por ejemplo:
Esta tarde visitaran a los tíos o primos. La visita no es a los tíos. Luego, la visita es a los primos.

Principios generales del silogismo

Si acentuamos la mirada descubrimos que el silogismo se basa en los principios de conveniencia y


discrepancia. Si ilustramos el principio de convivencia en el ejemplo:

Los peruanos son latinoamericanos;

Es asi que los aimaras son peruanos;

Luego los aimaras son latinoamericanos.

Veamos que allí se quiere decir que: dado que todos los peruanos tienen la propiedad de ser
latinoamericanos y dado que todos los aimaras tienen la propiedad de ser peruanos, puede
concluirse que todos los aimaras tienen la propiedad de ser latinoamericanos.

El principio de conveniencia se enuncia indicando que: “dos cosas que convienen en algo (propiedad
común) con una tercera, convienen entre si en ese algo”. Y este principio tiene vigencia en la
construcción de los silogismos que concluyen afirmativamente.
El principio de discrepancia rige en los silogismos que concluyen negativamente, asi:

Ningún peruano es europeo;

Es así que los uros son peruanos;

Luego ningún uro es europeo;

Pues, dado que ningún peruano tiene la propiedad de ser europeo, y dado que todos los uros tienen
la propiedad de ser peruanos, se concluye que los uros no tienen la propiedad de ser europeos. De
ahí que el principio de discrepancia se enuncie así: “si tenemos dos cosas de las cuales una
conviene en algo con una tercera, entonces no convienen entre si”.

El silogismo jurídico

El silogismo es una herramienta que apoya a la interpretación de la norma, que permite adecuar la
norma con respecto a los hechos para garantizar la solidez de la argumentación del jurista, así como
su posición en el procedimiento judicial.

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