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MODELO DE GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN EN UNA

INSTITUCIÓN FORMADORA DE DOCENTES, SAN LUIS


POTOSÍ. MÉXICO

Francisco Hernández Ortiz


fhernandez@beceneslp.edu.mx
Benemérita y Centenaria Escuela Normal
del Estado de San Luis Potosí. (BECENE).

RESUMEN
En el presente trabajo se pone a discusión la experiencia de un modelo de gestión y administración
experimentado en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí (BECENE).
Desde el estudio de casos, se parte de un análisis de la situación actual de la educación normal, se toma
como base para la investigación los conceptos teórico: Estado, políticas públicas, educación, globalización,
gestión, administración y calidad educativa desde la perspectiva de la educación normal.
El trabajo da a conocer algunos puntos sustantivos experimentados en la BECENE, como evidencia para
transformar y fortalecer la gestión institucional y responder a la educación nacional de la formación de
docentes dentro del marco de la educación superior. Experiencia documentada a lo largo de ocho años,
transformando la cultura, formas de organización, negociación y gestión de los servicios educativos como
reto para mejorar la calidad de la educación en la formación de los docentes.

Palabras clave: estado, política pública, gestión, administración, calidad educativa, formación docente.

INTRODUCCIÓN
Las investigaciones sobre las escuelas normales han sido varias y desde perspectivas
metodológicas diferentes; las que aluden al origen, las exigencias de la modernidad, y las
influencias de la tradición, tres variables subyacen a los estudios como lo señala Figueroa
(2000) la realidad en la que viven las escuelas normales y su riqueza en la construcción
de conocimiento sobre la formación docente, es pertinente que se haga visible su
contribución. Latapí (2004) señala que el Estado Mexicano en las reformas educativas,
tanto de la educación básica como de la educación normal se ha concentrado en la
renovación del currículo, producción de materiales y libros de texto, la formación del
magisterio y su participación en los procesos de reforma, sin embargo es pertinente que
por medio de la investigación se dé a conocer la contribución que hacen las normales a la
formación de docentes en México.

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La investigación en la formación de docentes desde la mirada de Sandoval (2011)
señala que los saberes docentes, su construcción desde la vivencia cotidiana en las aulas
y en la escuela, aunado a las condiciones laborales que viven los profesores, hacen de la
profesión una tarea compleja, multifacética, para quienes estudian o pretenden ingresar
al magisterio, estos factores van configurando un conjunto de rasgos que determinan parte
de la identidad.
Desde la complejidad de la formación inicial en las escuelas normales se viven
procesos académicos en donde se interrelacionan variables, desafíos, contradicciones y
problemáticas que viven los alumnos, y profesores de las escuelas normales como lo
señala Mercado (2007), específicamente es determinante en la configuración de los
rasgos profesionales de los futuros profesores a través del trabajo de asesoría y la práctica
docente en condiciones reales de trabajo en el cuarto grado de la carrera en las escuelas
normales del país. Es desde estos espacios en donde los alumnos se vinculan
directamente con la práctica real del trabajo de los docentes en las escuelas de educación
básica. Aquí se enfrentan también a la realidad socioeducativa y económica que vive el
país, desde la colonia, la comunidad o las zonas rurales donde realizan sus prácticas, los
normalistas conocen y analizan esa complejidad de los procesos educativos de las
escuelas mexicanas.
Los procesos de formación inicial y su valor en la configuración de los rasgos
profesionales de un docente, desde las instituciones normalistas, hay evidencia a través
de la investigación que recupera el papel de estas escuelas que a lo largo de casi
doscientos años han construido un marco epistemológico de la formación del profesorado
para la educación básica; recientemente se han encontrado trabajos como el de Farías y
Ramírez (2010) quienes a través de los portafolios documentan las experiencias de la
formación, se fundamentan los procesos de reflexión y análisis de las dimensiones de la
práctica pedagógica como parte de la formación profesional.
Dentro del escenario de la educación superior, las escuelas normales son objeto
de cuestionamientos en el campo de la investigación por su poca contribución al campo
del conocimiento de la educación, así lo señala Ramírez (2004) quien alude que en el
Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología no
existen registros de profesores investigadores de las escuelas normales adscritos a esta
dependencia, lo que refleja una desigualdad en este campo; no por ello quiere decir que

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no realicen investigación, si no que ésta aún no ha sido impulsada potencialmente para
que su profesorado acceda a estatus de investigadores. Formar en la investigación es un
planteamiento que hace González (2010) al considerar como una parte crucial al que
deben acceder las escuelas normales.
Desde el 2008 las escuelas normales públicas accedieron a los beneficios del
Programa para el Desarrollo del Profesorado (PROMEP), ahora llamado Programa para
el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP) y la conformación de cuerpos académicos,
estas iniciativas han dinamizado los procesos académicos y de investigación en las
escuelas normales. Vera (2011) argumenta las implicaciones de estas políticas públicas
de apoyo al profesorado de las escuelas normales: han provocado cambios sustantivos
en los perfiles profesionales de los equipos docentes y al mismo tiempo la definición de
líneas de generación y/o aplicación de conocimiento, fortalecimiento de la gestión y el
desarrollo curricular y la investigación en diversos campo del conocimiento que inciden en
la formación docente desde lo interdisciplinario o multidisciplinario, lo que a corto plazo
está favoreciendo el trabajo en estos centros de educación superior.
Con el programa para la transformación y fortalecimiento académico de las
escuelas normales implementado por la Secretaría de Educación Pública desde 1997,
actualmente la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la
Educación con el Plan de Apoyo a la Calidad y la Transformación de las Escuelas
Normales (PACTEN) como lo documenta Barba (2010) hay un reconocimiento de las
comunidades académicas de las escuelas normales de los beneficios de este programa
federal como parte de las políticas públicas de transformar las escuelas normales del país,
ha incidido en el mejoramiento de los procesos académicos, financieros, infraestructura y
materiales, pero también hay obstáculos de naturaleza administrativa, política pedagógica
y de gestión en las instituciones públicas del país. Los logros y retos son diferentes en
cada escuela, en cada región y estado del país. Las escuelas normales no han podido
construir un modelo de gestión y organización que ayude a dinamizar los procesos
académicos, de investigación, gestión y administración que responda a la realidad
nacional de la educación nacional. Las normales tiene como misión formar al profesorado
mexicano bajo criterios de calidad que respondan a las necesidades actuales de la
educación básica, por otro lado esas mismas instituciones deben responder a las

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responsabilidades de docencia, investigación y extensión de la cultura como centros de
educación superior. Un reto de la educación normal.

M ETODOLOGÍA
Este trabajo es producto de una investigación más amplia, realizada en la Benemérita y
Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí, institución pública, fundada en
1849, actualmente ofrece siete licenciaturas en educación, dos maestrías y un doctorado.
La población estudiantil en el 2016 fue de 1015 alumnos (936 de licenciaturas, 73 de
maestría y 6 de doctorado) con 176 profesores, 43 personas al servicio administrativo y
de apoyo 24, haciendo una población de trabajadores de 243. Del número global de
profesores, hay 58 tiempos completos, 17 perfiles profesionales dictaminados (PRODEP),
seis cuerpos académicos en formación, dos miembros del Sistema Nacional de
Investigadores del CONACyT. La investigación utilizó el método de estudios de caso,
considerando variables: académica, de gestión y administración. Bajo un procedimiento
analítico y sintético se identificaron ejes que definen su organización, funcionamiento,
administración y gestión como institución de educación superior. Como hipótesis de
trabajo La aplicación de un sistema de gestión de la calidad en una institución normalista,
ayuda a su transformación en sus procesos de gestión y administración para el
fortalecimiento de sus misiones sustantivas como institución de educación superior.

Los conceptos teóricos en los que se apoya este trabajo es el Estado/ Nación como punto
de referencia para la explicación de la educación como derecho social. La globalización
como fenómeno multicausal que influye y determina la nueva dinámica social a nivel
mundial. Las políticas públicas como acciones de gobierno y del Estado que buscan la
transformación de los procesos sociales, incluida la educación. Las escuelas normales y
la formación de docentes como dos elementos esenciales en la explicación de la
educación normal dentro de un modelo de formación y un modelo de administración y
gestión que favorezca la transformación de la formación de docentes en México para el
nuevo milenio.

El propósito de este trabajo es dar a conocer algunos elementos del modelo de gestión y
administración implementado en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado

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de San Luis Potosí, que han fortalecido las tareas sustantivas de docencia, investigación
y extensión, dentro del ámbito de la educación superior.

RESULTADOS
El Estado como institución nace en Francia, éste evolucionó hasta la actualidad;
comprende una entidad territorial –espacio físico y geográfico–, instituido por un poder
central, con instituciones que lo fortalecen. Las Instituciones públicas lo representan y son
las que por su conducto generan acciones para satisfacer las demandas de la población,
como son los servicios. A lo anterior se suma la infraestructura administrativa –la
burocracia–, financiera, militar y diplomática que lo legitima. Lo constituyen unidades
financieras que ayudan a regular y dirigir la economía, y demás acciones inherentes a los
procesos económicos y financieros que favorecen el mercado. Desde su origen en 1789
a la fecha, el concepto de Estado ha transitado de un Estado Liberal y benefactor a un
Estado Neoliberal, como el caso de México.
El Estado nación ha sido vulnerado en sus “funciones a partir de las mutaciones
económicas, políticas y culturales que caracterizan el mundo de hoy” (Maya, 2010: 54). Al
respecto ha tomado nuevos roles con características neoliberales con influencia
determinante de los organismos internacionales como: Banco Mundial (BM), el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), aunado al poder económico de las empresas multinacionales que
controlan la economía y el mercado.
La globalización también ha establecido nuevas relaciones sociales, políticas y
económicas, por tanto el papel del Estado ante las nuevas realidades del mundo, ha tenido
que generar cambios en los programas educativos, en la formación y actualización del
profesorado; por tanto subyace en las reformas educativas categorías como: excelencia y
competitividad como rasgos de una educación que forma al nuevo ciudadano para el siglo
XXI.
En el nuevo orden mundial, los Estados han tenido que generar políticas públicas
para satisfacer necesidades de desarrollo social, en especial las educativas. Han tenido
que alinear sus sistemas educativos a las nuevas condiciones mundiales: como se señala
“la educación deja de ser un bien simbólico y se reconfigura como un bien de mercado”
(Maya, 2010: 58). El panorama internacional, consecuencia de la globalización exige al

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gobierno reorientar el sistema educativo para que éste responda al nuevo orden
económico mundial “de la globalización, caracterizado por el libre comercio, el libre tránsito
de capitales y de información, exige que los sistemas educativos aseguren la calidad de
la enseñanza y de los aprendizajes” (Zorrilla, 2010: 317). Asumiendo una postura crítica y
estableciendo una relación entre políticas públicas y educación, podemos advertir la
complejidad de la reforma educativa que se lleva a cabo actualmente en México, debido
a un conjunto de interrelaciones entre variables sociales, políticas, económicas,
educativas y culturales.

LA FORMACIÓN DE DOCENTES Y LA TRANSFORMACIÓN DE LAS ESCUELAS

NORMALES

Las escuelas normales en México se fundaron en la segunda mitad del siglo XIX, nacieron
como resultado de las discusiones del pensamiento liberal, al considerar a la educación
como medio y fin para la formación de los ciudadanos; fue la argumentación en los
discursos pedagógicos y políticos de la época que han sido documentados en las
investigaciones de la historiografía de la educación. En cada una de las etapas históricas
de la educación se encuentra el tema de la formación de los maestros en las escuelas
normales como uno de los puntos de disputa, controversia y desafío del Estado Mexicano.
Al ser las escuelas normales instituciones creadas por el Estado, a éstas les fue
dictada la directriz curricular y organizativa para su funcionamiento y su misión social en
la formación del profesorado mexicano. Estos tres elementos presentes en su
composición, han sido duramente cuestionados por las comunidades académicas y
científicas al sostener la hipótesis de que esto les ha impedido evolucionar como
instituciones de educación superior, al no ser capaces de generar conocimiento o no tener
la capacidad de autogobernarse. Las ha dejado al margen para generar desde sus propios
académicos, proyectos educativos innovadores, de gestión y/o investigación que les
permita construir un marco teórico conceptual respecto a la formación de los docentes que
requiere el país actualmente. Su caracterización actual, es diversa, compleja, con historias
y trayectorias diferentes: suman más de cuatrocientas instituciones urbanas que tienen
origen en el siglo XIX, en el siglo XX nacieron las rurales, experimentales, centros
regionales; por el sostenimiento, algunas son estatales otras son federalizadas, junto con
las escuelas particulares, cada uno de los estados de la República. Cada una en su

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creación, ha respondido a las políticas educativas de los gobiernos que las fundaron. La
diversidad en su desarrollo académico y de investigación se manifiesta actualmente en
una radiografía asincrónica entre cada una de las escuelas normales en el país.
Las comunidades académicas y científicas del país en diversos espacios de
discusión se han cuestionado por qué el Estado, sabiendo de la existencia de esta
complejidad, dejó a la deriva su responsabilidad de definir políticas públicas para marcar
directrices en su desarrollo, para que estas instituciones fortalecieran sus áreas
sustantivas de docencia, investigación, extensión, y evolucionaran según las necesidades
sociales. Y por qué las comunidades académicas de las escuelas normales se
mantuvieron receptivas e indiferentes a las nuevas exigencias de la educación superior,
con la claridad del alto compromiso que implica la formación de docentes. No hay una sola
respuesta, así lo dejan ver los datos del diagnóstico de la educación normal llevado a cabo
en el primer semestre del año 2014: hay variables que cruzan lo económico, lo político, lo
cultural, lo educativo, lo contextual y lo ideológico. Atender de forma integral las
necesidades institucionales de las escuelas normales, sólo podrá lograrse a través del
diseño de una política pública que apoye aspectos centrales como lo laboral, su
infraestructura física, tecnológica, su normatividad y desde luego la parte académica, a fin
de trazar rutas que apoyen a la docencia, la investigación, la extensión y la vinculación,
para responder a las necesidades de la educación nacional.
Las escuelas normales no deben cerrar la ventana a la realidad económica del
mundo. La globalización, como máxima expresión del capitalismo, es un fenómeno
multicausal que ha afectado a todos los ámbitos en la vida de las personas y de las
naciones; está en la economía, en la cultura, en las tecnologías de la información y la
comunicación, en el deterioro al medio ambiente, ha generado pobreza y marginación. “La
globalización, como proceso totalizador y continuidad del neoliberalismo económico, ha
atravesado las estructuras de las instituciones, desde la familia hasta el Estado”
(Hernández, 2013: 99).
Al respecto los organismos que han influido en los sistemas educativos de los
países del mundo como el Banco Mundial el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
organismos que basan su influencia en el otorgamiento de financiamiento a través de
diversos proyectos y programas, se suma la UNESCO y la OCDE.

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Con lo anterior podemos inferir el valor e importancia que tiene la formación del
profesorado mexicano y el papel de las instituciones donde se forman; así como el alto
compromiso que tiene el Estado de generar políticas públicas para que las escuelas
normales respondan a esta nueva realidad de la que México no puede estar alejado.

H ACIA UN NUEVO MODELO DE FORMACIÓN DOCENTE


Una primera evidencia que se tiene actualmente del compromiso del Estado para impulsar
la transformación de la educación normal en el país, es el diagnóstico celebrado en el año
2014, donde participaron diversos sectores sociales, profesores, investigadores y
académicos de las escuelas normales, la finalidad fue conocer las necesidades educativas
y sociales para generar políticas públicas para la formación de maestros en el país.
Los académicos del Consejo Asesor del Foro Nacional de Educación Normal
celebrado en la Paz, Baja California Sur, el 6 de julio de 2014, hicieron un análisis de los
puntos tratados a lo largo de los foros regionales. Las conclusiones son motivo de análisis
en este apartado.
Como ya se expresó, las escuelas normales tienen una larga tradición en la
formación del profesorado mexicano, construyeron un marco epistémico de la formación
de docentes que debe fortalecerse, su aniquilación sería un error histórico y político del
Estado, como lo demuestra la historiografía de la educación en cada una de las etapas.
Han contribuido al desarrollo social, educativo y cultural del país, por tanto actualmente se
requiere de un apoyo para su transformación y adecuación a los nuevos tiempos. Lo
anterior conlleva a generar o articular su desarrollo a las políticas de la educación superior,
considerando su papel estratégico y específico en la formación de los maestros para la
educación básica.
Hablar de un modelo de formación docente para el profesorado mexicano, es
entender por modelo un arquetipo o configuración que caracteriza al nuevo profesorado
que el país requiere; construirlo requiere valorar su esencia, reconocer su raíz social e
histórica, para trazar rasgos que lo identifiquen, tarea no fácil, pero la base está en
reconocer que la “herencia de las normales, es parte del patrimonio educativo y cultural
del país” (Arnaut. et. al.,: 16) entonces, es pertinente que las normales a través de una
política educativa se fortalezcan, para que respondan a esta nueva realidad nacional.

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Una de las demandas expresadas en los foros regionales y que es parte de las
conclusiones del foro nacional, es la necesidad de que las escuelas normales tengan
mayores márgenes de autonomía para que las comunidades normalistas fortalezcan su
desarrollo académico. Al respecto, al inicio de este documento se hizo el señalamiento
que cómo a lo largo de la historia de las escuelas normales, el control por el Estado ha
sido una limitación para fortalecer la corresponsabilidad, tanto de las autoridades
educativas, como de la propia escuela. Ante los señalamientos de la autoridad educativa
del diseño de un modelo de formación docente –cabe preguntarse– qué tipo de escuela
normal se requiere para que efectivamente el nuevo modelo rinda frutos. Las reformas en
la educación normal de 1997 y 2012 se centraron en el currículo, no así en la escuela. Los
manuales de organización y funcionamiento de gran parte de las escuelas normales del
país, se rigen bajo la concepción de escuela de 1984, pocas instituciones han hecho
cambios; por lo anterior, ésta es una de las barreras de la gestión y la administración que
generan asincronías y entorpecen su desarrollo académico; aunado a otros factores, como
lo endeble de las plantas académicas, algunas con personal en condiciones laborales que
les impide su consolidación. Este es un punto crítico, que no se quiere ver o se resisten a
atender las autoridades involucradas; mientras se mantengan estas inercias e
inconsistencias no habrá ningún modelo de formación docente que tenga éxito.
La voz de los académicos de las escuelas normales, los investigadores y de los
demás participantes en cada una de las etapas de los foros regionales sobre la educación
normal, coincidieron en manifestar, como bien lo señalan los integrantes del Consejo
Asesor; el nuevo modelo para la formación de profesores debe tener como características:
ser flexible, integral, centrado en el aprendizaje, innovador, con atención a la diversidad;
sin duda cada una de ellas requiere de un conjunto de elementos para que se traduzcan
en acciones cualitativas de la práctica educativa de los formadores de docentes y de
condiciones específicas de los estudiantes normalistas; éstos son retos que tienen las
instituciones. Aquí nuevamente se pone en juego la importancia de la organización y
capacidad de la escuela para responder a los requerimientos de un nuevo currículo, de
esta parte no se ha dicho con claridad –cómo se podrá solucionar– desde la experiencia
de la gestión institucional, se requiere de una nueva estructura organizativa institucional
que permita cubrir los requerimientos del nuevo modelo educativo considerando lo local,

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regional y nacional, a fin de comprender y establecer un vínculo con la realidad
internacional.
Los datos recabados en el diagnóstico nacional, y como lo puntualizan los
miembros del Consejo Asesor, es pertinente y necesario que la construcción del modelo
educativo para la educación normal, se discuta desde dentro de las instituciones
normalistas, sus académicos podrán contribuir con su experiencia, y como consecuencia
lo harán suyo, como resultado de una necesidad, para construir un nuevo escenario de
formación del profesorado mexicano. Esto está relacionado con la necesidad de que las
políticas públicas tengan consensos para el éxito de las mismas.
Las escuelas normales han construido conocimiento sobre la formación de
docentes, que se ha documentado parcialmente a través de la investigación educativa;
hay experiencias exitosas en la aplicación de los planes y programas de estudio de la
formación de docentes, por lo menos de las últimas tres reformas educativas: 1984; 1997;
2012. Desde el saber teórico y pedagógico de la práctica docente hay saberes construidos
que pueden fortalecer ampliamente al nuevo modelo, además de resignificar el origen y
razón de las escuelas normales en el país.
Otro elemento esencial, al momento de implementar el nuevo modelo educativo
para la formación de docentes, es el papel estratégico que jugará el profesorado de las
instituciones normalistas; es urgente definir rutas para su profesionalización. La
profesionalización entendida como un proceso de formación que ayuda al desarrollo de
habilidades, conocimientos y actitudes de alto nivel para la docencia y la investigación. Un
profesor sensible a las necesidades de los estudiantes normalistas, con capacidad para
orientar, guiar y presentar situaciones de aprendizaje desde los diversos contextos donde
se lleva a cabo la práctica educativa; esto se traduce en “un conjunto de saberes de corte
pedagógico y otro de carácter multidisciplinario” (Rojas, 2013: 83). A lo anterior se suma
un saber innovador y creativo para ayudar a los estudiantes a generar proyectos de
intervención pedagógica y experimentar nuevas formas de favorecer el aprendizaje de
niñas y niños en la educación básica; a fin de contrarrestar algunas dificultades en la
formación docente que han sido señaladas por la investigación educativa. “Elevar los
niveles de significación de los estudiantes normalistas, que en sus trayectorias formativas
han vivenciado la desarticulación en las tareas propias de la enseñanza” (Reyes y Fortuol,

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2012: 14). Por lo anterior se requiere impulsar programas de profesionalización para que
las comunidades académicas respondan a estas nuevas exigencias sociales.

UN CASO DE IMPLEMENTACIÓN UN MODELO DE GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN


El modelo de gestión y administración es resultado de la aplicación y experimentación en
la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado, alineando las directrices de la
Norma ISO 9001:2008i y recientemente su versión 2015; a lo largo de ocho años ha
favorecido la transformación de los procesos académicos, administrativos y de gestión.
Su valor estriba en la conceptualización holística como unicidad de las acciones
sustantivas que realiza la institución dentro del marco de la educación superior.
El modelo de gestión se apega al concepto de calidad como mejora continua, bajo
la perspectiva de procesos, conceptualizando a la institución educativa como un todo,
cuya tarea central es la formación inicial y continua de los docentes para la educación
básica.
La composición del modelo de gestión y administración experimentado, comprende
las fases de 1) planificar, implicó que la escuela normal definiera los objetivos y procesos
para desarrollar las misiones sustantivas de docencia, investigación y extensión educativa
(que aluden programas educativos centrados en la formación docente, a la investigación,
a extensión y difusión, desarrollo cultural, deportivo, tecnologías y servicios de información
científica y tecnológica, junto con los procesos administrativos complementarios al
desarrollo curricular).
La fase 2) Hacer, implicó que la escuela normal, construyera los procesos básicos
que le darían fortaleza al desarrollo de las misiones sustantivas para su transformación y
fortalecimiento en la gestión y la administración para la mejora de la formación inicial de
docentes.
La fase denominada 3) Verificar, implicó que las áreas, departamentos o
coordinaciones definieran acciones de seguimiento, medición de los procesos y productos
declarados; según los objetivos de calidad política, misión y visión de la escuela normal
que se refleja en la concepción de unicidad institucional.
La fase 4) Actuar, que se refirió a la capacidad de la escuela normal para tomar
decisiones de mejora con base en los datos recabados del seguimiento y medición de los
procesos, productos o servicios que se determinaron. Cada institución educativa es

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responsable de analizar y definir sus prioridades, tomando como referencia las misiones
sustantivas como institución de educación superior: docencia, investigación extensión y
difusión bajo este criterio se tomaron decisiones para su transformación institucional.
El modelo de gestión y administraciónii parte de la concepción holística de la
institución educativa; implica corresponsabilidad desde una perspectiva de gestión
democrática y participativa, donde juega un papel estratégico el papel del directivo en el
liderazgo para impulsar la transformación, en él recae la alta dirección, por tanto el
conocimiento profundo de las dimensiones de la gestión escolar, es trascendental:
curricular, administrativa, recursos humanos, recursos financieros, infraestructura y cultura
organizacional, se convierten en variables a las que hay que transformar para que la tarea
educativa que ofrece la escuela normal se apegue a criterios de calidad en el servicio
educativo que ofrece. Lo anterior va relacionado con la importancia del conocimiento del
contexto de la institución, considerando lo internacional, nacional, estatal y lo local, para
que las acciones que emprenda consideren variables que se relacionan, con lo social,
económico, político y educativo; esto ayuda a comprender a la organización como parte
del entramado social y político de la educación, en especial la formación de docentes.
La gestión de los recursos es uno de los componentes del modelo de gestión, se
identificaron las necesidades, recursos y materiales necesarios para impulsar los procesos
que favorecerán la transformación institucional. A lo anterior se añade el producto o
servicio, es decir aquí se demuestra el logro o la concreción con resultados, no hay forma
de evadir la corresponsabilidad de los actores partícipes de los procesos declarados. Es
también demostración de rendición de cuentas, logró de los objetivos y metas propuestas
por la misma organización. Aquí se demuestra que la organización va evolucionando
porque los datos y resultados lo confirman. La medición, análisis y de la calidad, aparece
como condicionantes en el modelo de gestión, porque de esta manera el principio de
mejora continua subyace a la calidad de la educación y de la formación de profesores.iii
La experiencia en la Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí en la
experimentación de este modelo de gestión y administración ha documentado prácticas
concretas en la aplicación de los planes y programas de estudio de las licenciaturas en
puntos torales como la planeación y evaluación del aprendizaje de los estudiantes, tutoría,
práctica docente, trabajo colegiado. Desde la definición de los procesos complementarios
a la formación docente se ha incidido en: servicios tecnológicos y bibliotecarios,

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evaluación al desempeño docente, cuerpos académicos, proyectos de investigación,
capacitación al profesorado, recursos humanos, financieros y materiales. Cada uno
definido a través de un procedimiento específico ha permitido tener evidencia de la
transformación y cambio que se va generando en la organización curricular.
El modelo de gestión y administración experimentado en la Benemérita y
Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí, se enmarcó dentro de un
nuevo organigramaiv, quedando fuera el de 1984, que es anacrónico a las necesidades
actuales de la educación superior, se definieron direcciones: la Académica responsable
de encauzar los programas educativos de licenciatura, con sus respectivas coordinaciones
de carrera, tutoría, apoyo a estudiantes y evaluación y medición de instrumentos.
Dirección de investigación con coordinaciones de cuerpos académicos, proyectos de
investigación. Evaluación al desempeño docente, archivo histórico y seguimiento de
egresados. Dirección de Extensión Educativa con sus coordinaciones de desarrollo
cultural y deportivo. La Dirección de Servicios Administrativos con los departamentos de
recursos financieros, humanos, materiales y servicios escolares.v
La dirección del Centro de Información Científica y Tecnológica, tiene las
coordinaciones de tecnologías y servicios bibliotecarios. La Dirección de División de
Estudios de Posgrado, a través de sus coordinaciones atiende diplomados,
especialidades, maestrías y doctorado.
El modelo de gestión y administración tiene como base la formación de los futuros
docentes y su profesionalización. Haciendo de la investigación una herramienta esencial
para generar conocimiento y fortalecer la formación de los docentes.
Respecto a las funciones sustantivas de extensión y difusión, se ha intensificado
fortaleciendo vínculos interinstitucionales, difundiendo la producción académica, de
investigación y cultural de la institución. A lo anterior se añade el servicio de apoyo a la
capacitación y actualización que ofrece la institución hacia la sociedad. Lo antes
enunciado se ha mejorado como resultado de la implementación de un sistema de gestión
de la calidad, bajo la premisa de que es la comunidad educativa de la Escuela Normal es
la que en primera instancia debe estar convencida de su transformación y mejora de la
calidad educativa que ofrece.

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DISCUSIÓN
La educación es un derecho social declarado por la Constitución bajo la responsabilidad
del Estado Mexicano, y ésta debe ser planteada bajo la directriz de las políticas públicas;
con un proyecto educativo que implique también la relación en la formación de docentes.
La educación en sus respectivos niveles educativos, se encuentra influenciada por
las necesidades sociales dentro de un marco local, nacional e internacional donde la
globalización juega un papel estratégico en la exigencia de la mejora de la calidad de la
educación.
La educación como parte de una política pública del Estado, debe ser planteada
bajo los esquemas de diálogo, consenso y acuerdo entre los actores partícipes de los
procesos educativos. La política pública nace de las necesidades sociales, por tanto es
desde ese escenario donde debe partir para su transformación e impacto, bajo metas
precisas a corto y mediano plazo.
Las escuelas normales como instituciones formadoras de docentes, necesitan
fortalecer sus funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión, para lo cual
requieren de una transformación en su organización y composición para que respondan a
la realidad nacional de la formación de profesores del nuevo milenio; para dejar el
romanticismo y pasividad en la que se han mantenido algunas de ellas.
El modelo de gestión de la calidad aplicado en la BECENE, ha ayudado a identificar
las tareas básicas que apoyan cada una de las dimensiones de la gestión, pero también
permitió focalizar los esfuerzos para el desarrollo de las misiones sustantivas de docencia,
investigación y extensión, bajo procedimientos que permiten documentar a través de datos
cualitativos y cuantitativos, el nivel de logro de los objetivos de calidad que componen el
sistema de calidad.
La experiencia institucional en la aplicación del sistema de gestión de la calidad,
está relacionada con las aseveraciones que se hacen respecto a “que la gestión se apoya
en un conjunto de factores críticos como son el liderazgo, la planificación de la calidad,
gestión de recursos humanos, gestión de los procesos, cooperación con clientes y
proveedores y mejora continua” (Barrachina, 2007: 91), Dichas características fueron
transferidas en la aplicación del sistema de calidad, cuyos datos empíricos ayudaron a
comprender que una planeación de calidad total ayuda a la transformación de los centros
educativos; aunque es pertinente reconocer que estas experiencias de sistemas de

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gestión de la calidad en la educación son pocas; por tanto este trabajo abona a la discusión
de la necesidad de continuar con trabajos de investigación que ayuden a la mejora de los
procesos de gestión y administración desde modelos como el que aquí se presenta.

i Norma ISO 9001:2008, su migración hacia la Norma ISO 9001:2015 de sistemas de gestión de la calidad
en organizaciones.
ii Los datos empíricos de la aplicación del Modelo de Gestión y Administración bajo la norma ISO9001:2008
de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado se encuentra a disposición en el sitio web:
http://becene.wixsite.com/dirsgc.
iii Los informes cualitativos y cuantitativos se la operación del sistema de gestión de la calidad en donde se
reflejan el logro de los objetivos de calidad, indicadores de medición y niveles de concreción de los seis
procesos declarados en el sistema de gestión de la calidad de la BECENE, se pueden consultar:
http://becene.wixsite.com/dirsgc/informes-direcciones.
iv El nuevo organigrama institucional que responde a la realidad de la educación superior y a las necesidades
de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado se encuentra en el sitio web:
http://beceneslp.edu.mx/pagina/?q=manual-de-organizaci%C3%B3n-y-procedimientos.
v Los procedimientos operativos declarados para el desarrollo de los procesos y lograr los objetivos de
calidad están declarado y pueden ser consultados en: http://becene.wixsite.com/dirsgc/procedimientos-
operacion.

REFERENCIAS
Arnaut, A., Barrón C., Lira, L., Maya, C. y Torres, R. (2014). Foro Nacional para revisión del modelo
para la educación normal. Educación Futura. Recuperado de
http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/06/MODELO-EDUCATIVO-
NORMAL-LEIDA-EN-FORO-NACIONAL-1.pdf.

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