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Causas y consecuencias de las migraciones en la

Prehistoria, Grecia y Roma.

Las migraciones humanas son un fenómeno social que ha estado presente


en la historia de la humanidad desde siempre.

En las fases paleolíticas y durante el Neolítico hubo numerosas


migraciones que tuvieron como causa principal algunos fenómenos
naturales como inundaciones o sequías que causaban hambrunas.

Como consecuencia puede determinarse el poblamiento de áreas


desprovistas de seres humanos.
Más tarde, durante las colonizaciones griegas, la causa de las migraciones
tenían que ver con la expansión comercial y con nuevas oportunidades de
conquista.

Un resultado de estas migraciones fue el desarrollo de una intensa


actividad mercante en torno del mar Egeo y más allá, en el entorno
Mediterráneo.

En el periodo romano de conquista, las migraciones tuvieron que ver con


el traslado de individuos a los centros de poder en el imperio.
Esto permitió asegurar la primacía metropolitana y la dependencia política y
económica de la periferia imperial.
Migraciones humanas, poblamiento del hombre

La expansión de la humanidad, o dicho de otro modo: las migraciones humanas prehistóricas, son
los procesos por el cual el ser humano se extiende paulatinamente hasta colonizar todas las
regiones habitables de la Tierra.
El primer gran proceso de expansión lo lleva a cabo el hombre primitivo. Tomando en cuenta el
origen africano del género Homo, esta expansión se realiza desde África hacia Eurasia en forma
temprana, hace casi 2 millones de años.
Pero la expansión global efectiva la realizan los humanos modernos, pues es el Homo sapiens quien
una vez consolidado como especie, coloniza el mundo y sustituye a las demás especies de Homo
existentes. Ya que los humanos modernos se habrían originado en el África negra en un período
entre los 140.000 y 250.000 años según una amplia gama de evidencias (ver Origen de los humanos
modernos), el momento principal de expansión de los humanos modernos implicaría una o más
migraciones desde África hacia el continente asiático hace unos 65.000 años según la evidencia
genética.
Las migraciones humanas se dieron por la búsqueda de comida y nuevos territorios en las
cuales le permitieran sobrevivir. Hasta hace poco antes del Holoceno (10 mil años atrás), la
raza humana había sufrido cambios insignificantes en su largo peregrinaje de casi un millón
de años y el número de pobladores no pasaba del millón de individuos. Se encontraban
distribuidos en el Viejo Continente, formando pequeños grupos familiares, dedicados a la
caza, la pesca y la recolección.
El hombre primitivo, desde su remota aparición, por su condición errante y por los grandes
cambios climáticos ocurridos, fue desplazándose lentamente por todas las áreas
continentales que favorecían su precaria economía parasitaria (pesca y recolección).
Ocurriendo lo siguientes hechos:

 Los austrolopitecos vivieron en el África subsahariana y jamas salieron de esa zona.


 Durante el Pleistoceno medio inferior (600 mil – 275 mil años), los homínidos se
extendieron a partir del África tropical, desplazándose hacia el norte de África y Europa
hacia el este, hasta China, pasando por el sur de Asia.
Los fósiles más antiguos de este grupo pertenecen al estadio evolutivo conocido como
pitecantropo u Homo Erectus. Las dimensiones de su cerebro se encontraban a mitad de
camino entre las del austrolopitecus y la del hombre moderno.
 En el Pleistoceno medio superior (275 mil – 95 mil años) con la probable excepción de
unos cuantos pitecántropos sobrevivientes en Java y el norte de África, el Homo
Sapiens se había distribuido por África, Europa occidental y meridional (incluida la parte de
Alemania), Asia meridional (Arabia, India y China) y zonas de Indonesia.
Para entonces el hombre se había adaptado a diferentes medios geográficos. Los primitivos
asiáticos y africanos estaban concentrados en prados y valles, mientras que los europeos por
sitios que estuvieron cubiertos de bosques.

 En el Pleistoceno superior (95 mil – 10 mil años). El hombre de **Neanderthal está


representado por un conjunto de huesos fósiles descubiertos en Europa, África del norte y
el Próximo Oriente, todos ellos fechados en la primera parte de la glaciación Würn.
Posiblemente aprendieron a confeccionar sus ropas con pieles preparadas, lo que les
permitió internarse en las frías regiones del Asia Central, hasta Uzbekistan.
Entre los 40 mil y 30 mil años, hacían su aparición hombres parecidos a los actuales, Homo
Sapiens-Sapiens, que comenzaron a reemplazar a los Neanderthales, con quienes tal vez se
cruzaron.
Los nuevos pueblos introdujeron un nuevo tipo de cultura, Paleolítico Superior, cuyos restos
se encuentran distribuidos en las áreas continentales de Europa, el norte de África y Asia
meridional.
Luego se produjo la última gran expansión humana; emigrando hacia el sudoeste llegaron a
Australia y hacia el norte, a Siberia. Desde allí, por el estrecho de Bering, entonces puente
continental debido a las glaciaciones, llegaron a tierras americanas.

A pesar de que en los últimos años se han suscitado desacuerdos en este aspecto, tradicionalmente
se define a la prehistoria como el período que va desde la aparición del hombre hasta la invención
de la escritura. Esto da un margen de tiempo muy amplio, ya que para algunos autores la prehistoria
comienza con los primeros homínidos hace 7 millones de años, mientras que otros, más estrictos,
fijan su comienzo hace unos 200 mil años, con la aparición del Homo Sapiens. En todo caso, hay
acuerdo en que los primeros registros escritos, hace unos 3 mil años, marcan el final de la
prehistoria.

Antecedentes
La debacle de los grandes saurios, hace unos 165 millones de años, dejó el camino libre para que
pudieran prosperar y evolucionar una variada gama de animales, conocidos como mamíferos. Estos
animales evolucionaron a especies muy inteligentes y hábiles, que a pesar de ser comparativamente
más débiles que otras, pudieron sobrevivir y dominar su entorno, gracias a su visión estratégica y su
capacidad de fabricar herramientas y armas. Estas especies evolucionaron a otras más y más
hábiles, siendo predecesoras del hombre moderno, que logró incluso migrar de las sabanas
africanas para extenderse por todo el planeta.

Protagonistas
Siendo que no hay registros escritos de los acontecimientos de aquellos días, y en virtud de que
ocupan una extensión considerable de tiempo, no se puede hablar de protagonistas individuales,
sino del protagonismo que como especie tuvo el Homo Sapiens.
Causas
Todo el período prehistórico tiene como origen directo el largo período de evolución que se disparó
con la extinción de los dinosaurios. Los antepasados del hombre y otros animales probablemente no
habrían prosperado mucho en un entorno dominado por depredadores tan grandes, numerosos y
eficientes.

Diversas necesidades evolutivas llevaron a los ancestros del hombre a hacerse bípedos, a
organizarse en sociedades, a fabricar utensilios, a hacerse más inteligentes. Con el tiempo, se
convertirían en los humanos modernos.

Desarrollo de los acontecimientos


Las investigaciones más aceptadas actualmente ubican los fósiles más antiguos de homínidos en la
zona central de África. Se estima que allí surgió el Homo Sapiens, resultado de una larga evolución.

Antecedentes
La debacle de los grandes saurios, hace unos 165 millones de años, dejó el camino libre para que
pudieran prosperar y evolucionar una variada gama de animales, conocidos como mamíferos. Estos
animales evolucionaron a especies muy inteligentes y hábiles, que a pesar de ser comparativamente
más débiles que otras, pudieron sobrevivir y dominar su entorno, gracias a su visión estratégica y su
capacidad de fabricar herramientas y armas. Estas especies evolucionaron a otras más y más
hábiles, siendo predecesoras del hombre moderno, que logró incluso migrar de las sabanas
africanas para extenderse por todo el planeta.

Protagonistas
Siendo que no hay registros escritos de los acontecimientos de aquellos días, y en virtud de que
ocupan una extensión considerable de tiempo, no se puede hablar de protagonistas individuales,
sino del protagonismo que como especie tuvo el Homo Sapiens.

Causas
Todo el período prehistórico tiene como origen directo el largo período de evolución que se disparó
con la extinción de los dinosaurios. Los antepasados del hombre y otros animales probablemente no
habrían prosperado mucho en un entorno dominado por depredadores tan grandes, numerosos y
eficientes.

Diversas necesidades evolutivas llevaron a los ancestros del hombre a hacerse bípedos, a
organizarse en sociedades, a fabricar utensilios, a hacerse más inteligentes. Con el tiempo, se
convertirían en los humanos modernos.

Desarrollo de los acontecimientos


Las investigaciones más aceptadas actualmente ubican los fósiles más antiguos de homínidos en la
zona central de África. Se estima que allí surgió el Homo Sapiens, resultado de una larga evolución.
Patrones de las migraciones humanas

La inteligencia humana, la capacidad de comunicar ideas abstractas y complejas, y la habilidad de


fabricar herramientas, le dieron una insuperable ventaja que suplía con creces sus carencias físicas.
Durante la prehistoria, los restos de utensilios fabricados por los humanos indican que hubo dos
grandes etapas, distinguidas por el tipo de material usado: La Edad de Piedra, y La Edad de los
Metales. Los asentamientos humanos en todo el mundo, con algunas diferencias de tiempo y de
procedimientos, pasaron por estas etapas.

La Edad de Piedra suele dividirse en una primera etapa: el Paleolítico, caracterizado por
alimentación de subsistencia (caza y recolección) y herramientas toscas; el Mesolítico, con el uso
de armas más precisas como el arco, formación de asentamientos más estables y ritos funerarios;
y el Neolítico, con una sedentarización más marcada, domesticación de algunos animales, y el
cultivo de ciertas plantas. Tales actividades conducirían al desarrollo de la agricultura hace unos 8
mil años, que supuso uno de los más grandes avances en el desarrollo humano.
La Edad de Piedra culminó hace entre 6 y 7 mil años, con el empleo de los primeros objetos
metálicos, hechos de cobre; con lo cual nace La Edad de los Metales. Este período fue más
complejo porque no se dio de igual modo en todas partes. En general, luego se aprendió que se
podía hacer aleaciones, al lograr el bronce, combinando cobre con estaño. Luego se descubriría el
hierro, un metal cuyo uso fue más extendido.
Los asentamientos humanos del Oriente Medio, concretamente en las tierras fértiles
de Mesopotamia, muestran que allí se desarrolló primero la agricultura, se inventó la rueda y se
confeccionaron los primeros documentos escritos. Esto supuso otro avance revolucionario, al poder
dejar constancia escrita de los acontecimientos, y poder dejar los conocimientos disponibles para
generaciones posteriores. Ese fue el fin de la prehistoria.

Acontecimientos posteriores
Los primeros registros escritos no sólo fueron relatos, sino también leyes. Los seres humanos se
instalaron organizándose en aldeas y poblados, que más tarde derivaron en ciudades con
organización escrita y gobernantes. Tal sería el germen de las civilizaciones grandes que derivarían
en imperios.
Las colonizaciones griegas fueron una serie de fundación de nuevas ciudades y ocupación de
territorios fuera de los territorios originales griegos que se produjeron durante la primera mitad del
primer milenio a.C.

Una primera colonización griega. Esta se produjo a inicios del primer milenio a.C. y fue causada
por la presión demográfica en la Grecia continental debida al movimiento migratorio de pueblos
indoeuropeos (sobre todo dorios) hacia la Grecia continental. Esta primera colonización se derivó
sobre todo hacia las costas de Asia Menor y en las islas próximas. Ejemplo de estas colonizaciones
fueron Lesbos, Samos o Rodas.

Una segunda colonización griega. Fue la expansión de los griegos por el resto del Mediterráneo y
del Mar Negro. Según la bibliografía consultada, tuvo lugar desde el siglo VIII a.C hasta el VI a.C.
Fue poco frecuente ya en el siglo V a.C. Estas nuevas colonias se fundaron sobretodo en la
península itálica, en Sicilia, en las costas del Mar Negro, en el Norte de África y otras en las costas
francesas y españolas. Ejemplo de estas colonias serán Cirene, Siracusa o Marsella.

Se deducen dos causas que pudieron provocar la segunda colonización griega, siendo las
siguientes:
1. Agrícola y ganadera. Era necesaria la búsqueda de nuevas tierras debido al acaparamiento de
tierra por la aristocracia y por el incremento demográfico de la población. A ello, se sumaba el
tradicional principio de herencia que exigía la división de la tierra en partes iguales para los
herederos, haciendo que los lotes repartidos fueran cada vez más pequeños. Todo ello produjo la
llamada “estnokhoría”, que era la escasez de tierras, que exigió soluciones como buscar tierras
coloniales lejos de su ciudad de origen.
2. Comercial. La artesanía y el comercio griego aumentaron la riqueza de las ciudades, que
buscaron a través de las colonias nuevos centros y vías de comercio dedicado tanto a la
adquisición de materias primas, como a la apertura de mercados para introducir los excedentes
de vino, aceite, cerámicas y otros objetos de lujo.

Las colonizaciones griegas exportaron las costumbres y la cultura griega por todo el mediterráneo.
Las colonias estaban conectadas política y culturalmente con la metrópoli. Como consecuencia, se
propagaron las ideas políticas, se expandieron los productos comerciales griegos, así como la
cultura.
Todo ello ayudó también al despertar intelectual en las colonias, sobresaliendo en ellas filósofos
gracias a una mayor libertad que la que se gozaba en la metrópoli. Esta siguió sienda más
conservadora y arraigada a la mitología clásica.
Roma
Llegó un momento en el cual el Imperio romano se convirtió en un gran compendio de
territorios, casi impracticable con la forma de gobierno tan centralizada que habían llevado los
emperadores hasta el momento. Por ello el emperador Teodosio (379-395) a su muerte legaba a sus
dos hijos Arcadio y Honorio el Imperio, dividiéndolo por tanto en dos (esto recuerda a al pensamiento
germánico en el cual los jefes dividían sus propiedades entre todos los hijos, dándonos una idea de
que todo estaba cambiando).
De esta manera Roma dejaba de estar totalmente unida, pues poco a poco fueron cambiando sus
políticas, su economía e incluso su manera de ver la religión.
Llegó un momento en el cual el Imperio romano se convirtió en un gran compendio de
territorios, casi impracticable con la forma de gobierno tan centralizada que habían llevado los
emperadores hasta el momento. Por ello el emperador Teodosio (379-395) a su muerte legaba a sus
dos hijos Arcadio y Honorio el Imperio, dividiéndolo por tanto en dos (esto recuerda a al pensamiento
germánico en el cual los jefes dividían sus propiedades entre todos los hijos, dándonos una idea de
que todo estaba cambiando).
De esta manera Roma dejaba de estar totalmente unida, pues poco a poco fueron cambiando sus
políticas, su economía e incluso su manera de ver la religión, iremos advirtiendo las causas de
desmoronamiento del Imperio romano de Occidente, dejando el Imperio romano de Oriente o el
denominado Imperio Bizantino.
La economía en el Imperio Romano
En este apartado sintetizaremos los puntos más importantes del Imperio para comprender de una
manera fácil hacia donde estaba destinada la economía de dicho imperio. La política económica
llevada a cabo desde el inicio de las conquistas de la república en Roma, fue el sacar de las demás
provincias y territorios conquistados todo lo de valor que pudiera ofrecer la tierra (minas, madera,
comida) y enviarlo a la capital.
Con el avance del tiempo, ya en el Bajo Imperio, veremos que los emperadores se vieron en la
necesidad de proteger la frontera/limex de las invasiones que estaban produciéndose debido al
avance de los pueblos germanos. Por ello apostaron a las legiones en la frontera pero estas
debían de ser alimentadas, mantenidas y pagadas claro estaba. Por ello gran parte de lo que llegaba
de las provincias era mandado al limex para poder calmar a todos los soldados que había apostados.
En segundo lugar encontraremos un comercio bastante lujoso que era traído desde oriente,
mediante la denominada ruta de la seda, por la cual los ricos ciudadanos del imperio, calmaban sus
lujos. Todo ello hacía que las valiosas monedas del Imperio fueran saliendo de este, dejando sus
arcas bastante afectadas.
Por tanto encontraremos que era una economía deficitaria que se perdía entre los abusos de los
más ricos y el mantenimiento del costoso ejercito romano.
La política en el Imperio Romano
En la política encontraremos un gran caos debido a que, ya en el Bajo Imperio, se entró en una
espiral de deposiciones de emperadores, debido a la poca fuerza militar que tenían y a los juegos
de poder de los jefes bárbaros que fueron enlazando con miembros de las familias aristócratas
romanas y que buscaban solamente su propio beneficio.
A esto le debemos unir que el Bajo Imperio fue una época en la cual se dejaron de anexionar
nuevos territorios debido a, entre otras cosas, la falta de recursos que hemos mencionado
anteriormente. Así pues, se estableció una frontera fija que debían de defender apostando allí a las
legiones, pero con el paso del tiempo, esa frontera comenzó a retroceder a pasos agigantados. Para
cuando se destituye al último emperador romano, podemos decir que Roma no gobernaba ni la
península itálica.
La sociedad en el Imperio Romano
Dentro de las causas de la caída del Imperio romano tenemos que hablar del cambio que se fue
produciendo dentro de la sociedad. Los primeros en notarlo fueron los humiliores
(campesinos/artesanos), estos fueron sufriendo cada vez más las subidas de los impuestos del
Estado, el cual necesitaba de forma urgente cobrar en especie (alimentos, herramientas, armas…).
Por ello para poder escapar de las obligaciones, pues no tenían ni para vivir, decidieron ceder las
tierras a los honorati (señores terratenientes) para pasar a trabajarlas como arrendados, a cambio
además recibían la protección del nuevo señor de las tierras, antes los abusos de los agentes
imperiales, los cuales no podían hacer nada contra este grupo, pues estos no pagaban impuestos.
Como hemos mencionado anteriormente en este resumen de la caída del Imperio romano, los jefes y
hombres importantes de las tribus bárbaras que entraban en la frontera y que iban formando los
futuros reinos europeos, fueron teniendo contratos matrimoniales con la aristocracia romana.
Consecuencias de la caída del Imperio Romano
Para terminar haremos un pequeño resumen con lo más importante, las consecuencias de la caída
del Imperio romano, fue la ambición de los mismos aristócratas por obtener más tierras los que hizo
que el Estado no tuviera medios para cobrar los impuestos entre la población, además de negarse a
pagar nada al estado para salvaguardarlo.
Eso hizo que ellos mismo hicieran tratos de favor con las tribus germánicas que fueran entrando para
no perder sus propiedades, lo cual acabó por desgastar al Imperio. Por último la crisis de los
emperadores, en la cual se entró, hizo que solo fueran títeres de los jefes bárbaros y cuando estos
dejaban de ser útiles, pues eran asesinados.

La caída del Imperio romano de Occidente trajo como consecuencia para Europa un periodo de
inestabilidad política, social y económica que acabaría gestando un nuevo orden social, que se daría
a conocer en la Edad Media.
Consecuencias de las invasiones bárbaras, las cuales fueron realizadas por una serie de tribus
fuera del limex romano y que desde el S III fueron desgastando el poder del Imperio. De esa manera
conoceremos la ruptura que se produjo, las aculturaciones que pudo haber y por otro lado el
surgimiento de una nueva forma de gobierno.
El final del Imperio Romano
Antes de hablar de las consecuencias de las invasiones bárbaras nos detendremos en conocer el
inicio de esta historia, que empieza con la caída del Imperio Romano. En el año 476 era depuesto el
último emperador romano, Rómulo Augusto a manos de Odoacro, el rey de los hérulos. Pero,
tiempo atrás, se habían producido las famosas e intrigantes invasiones bárbaras.
Desde el S II encontraremos indicios de paso de población bárbara de manera pacífica al interior del
territorio romano, dichas poblaciones pasaban para buscar una mejora en la calidad de vida, además
de buscar lugares más protegidos de otras tribus bastante belicosas que se estaban moviendo de
sus lugares de origen.
En principio dichas poblaciones se asentaban, pagaban sus impuestos al Estado y además pasaban
a formar parte del ejército romano, por lo cual Roma no tenía ningún tipo de problema, pues además
eran buenos guerreros. El inconveniente comenzó cuando algunas de dichas poblaciones obtenían
suficientes poderes pues de esa manera presionaban al Senado para que se hiciera lo que ellos
quisieran, y si el Senado no aceptaba sus peticiones podría peligrar todo estallando una guerra
interna.
Así encontraremos que desde el S III en el Imperio se sucedieron de una manera
bastante acelerada una serie de emperadores, por tanto el control efectivo del Imperio era casi
nulo pues no había muchos emperadores lo suficientemente fuertes para mantenerse mucho en el
poder.
Del mismo modo a partir del año 350 encontraremos la entrada en masa de una serie de
poblaciones que se fueron asentando por diferentes partes del Imperio creando una serie de reinos,
algunos durante un tiempo fueron aliados de Roma, como puede ser el ejemplo de los Visigodos o
los Francos y en otros casos enemigos como los Suevos o los Alanos.
Consecuencias de las invasiones bárbaras nos detendremos a explicar ahora el cambio de poder
que esto trajo. Hasta la deposición del último emperador romano, encontraremos una cierta unidad
política (en la teoría) por la cual había un jefe del Estado, el emperador, y una gran masa de
funcionarios que llevaban los asuntos del Imperio.
Tenemos que decir que eso fue en teoría debido a que desde finales del S II encontraremos que la
administración del Imperio fue empeorando, sobre todo por la gran crisis económica que vivía este,
lo cual produjo que muchos campesinos comenzaran a pedir la protección de los patricios a los
cuales vendían sus tierras aunque las seguían trabajando a modo de usufructo.
Es aquí donde podemos ver el germen de lo que más adelante sería conocido como el sistema
feudo-vasallático. Este hecho hacía que la administración no consiguiera recaudar lo suficiente,
algo que afectaba al pago de los soldados que había en la frontera que comenzaron a dejar de hacer
sus labores.
Esta pescadilla que se muerde la cola, fue lo que provocó que pasado el año 350 las tribus
bárbaras comenzaran a entrar sin ningún problema en el Imperio, dado que las tropas imperiales
no ponían ningún empeño en detenerlas.
Todo esto hizo que tras las invasiones bárbaras se produjera un cambio de poder, en el cual
encontraremos:
 La creación de diferentes reinos germanos, por lo cual encontraremos un mosaico de monarquías
diseminadas por lo que anteriormente fue el Imperio.
 La aparición de lo que más tarde sería el sistema feudo-vasallático, es decir, los terratenientes
comenzaron a tener mucho poder y muchas tierras y serían estos los que elegirían a los reyes de
las diferentes monarquías. Muchos de estos con el tiempo tendrían los cargos nobiliarios como el de
conde o duque entre otros.
Aparición de nuevas lenguas, otra consecuencia importante
Con el fin del Imperio, el latín quedó relegado a la Iglesia, la cual lo siguió usando (hasta
nuestros días) y con ello también el saber de todo el tiempo clásico quedó vinculado a los
monasterios, los cuales se preocuparon por guardarlos y conservarlos hasta un nuevo momento, que
sería la Plena Edad Media.
Por ello, al igual que encontraremos un mosaico de reinos, veremos un mosaico de lenguas
diferentes y dentro de estas algunos dialectos o variantes. Estas serían las conocidas
como lenguas romances que desde la Plena Edad Media cobraron gran importancia e incluso
encontraremos obras escritas en estas.
De esa manera el latín quedó relegado a ser la lengua universal para comunicar, siendo por tanto los
miembros de la Iglesia los representantes de los diferentes reinos, pues eran los únicos que sabían
leer, escribir y en muchas ocasiones hablar dicha lengua.
Desarticulación del comercio, otra de las consecuencias
Y terminamos con las consecuencias de las invasiones bárbaras hablando, ahora, de un aspecto
más vinculado a temas económicos. Al instaurarse un nuevo orden social, encontraremos que el
comercio sufrió cierta decadencia, pues las tribus invasoras tenían una economía más autártica,
es decir, producían lo que necesitaban sin la necesidad por tanto de la existencia del comercio, el
cual quedó relegado a un comercio de alimentos, donde el grano era lo más demandado y algunos
otros objetos.
Estos comercios eran a pequeña escala y desde la Plena Edad Media encontraremos la aparición de
las ferias. Del mismo modo el comercio marítimo también se perdería debido a que las tribus
germanas apenas tenían experiencia marítima, quedando algo de ello en el norte de Europa (donde
siempre hubo navegación).
Uno de los elementos definitivos para la desaparición del comercio fue que las ciudades se
abandonaron casi por completo, quedando solo para la sede de las diócesis de las antiguas
provincias romanas, donde los arzobispos de instalarían con sus cortes y poco más. Pues el mundo
que surgió tras este cambio político fue el medio rural.
En general son muy variadas las causas por las que el hombre emigra. Puede ser por fenómenos de la
naturaleza, por guerras, por cuestiones económicas, políticas o religiosas.

En la Prehistoria, debido a que el hombre tenía un escaso conocimiento de la naturaleza, y por tanto un
precario control de la misma, las migraciones más importantes que realizo se debieron
fundamentalmente a los cambios climáticos o geográficos de diverso tipo.

Las glaciaciones fueron, sin duda, el más importante disparador de los movimientos poblacionales,
puesto que provocaron la desaparición de especies animales y vegetales, así como la aparición de
otras.

Además de las causas de tipo climático geográfico, existieron otras, como rencillas locales o excedente
de población.

En cambio, en la Antigüedad Clásica (Grecia y Roma), las migraciones tuvieron que ver con otro tipo de
causas más complejas, aunque todavía dependientes de la naturaleza, en cierto modo.

Se puede pensar en la escasez de tierra o poca fertilidad de la misma;

Se puede argumentar también la expansión de algunas unidades político-económicas o bien, el


incremento de la población.

No olvidemos, además, el destierro político (ostracismo) que practicaron los griegos en esa época.

En todo caso, desde la prehistoria hasta las civilizaciones griega y romana, los movimientos migratorios
implicaron intercambios culturales muy importantes.

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