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Por administración pública se entiende la disciplina y también el ámbito de acción en materia de gestión de
los recursos del Estado, de las empresas públicas y de las instituciones que componen el patrimonio público.
La administración pública se ocupa de gestionar el contacto entre la ciudadanía y el poder público, no
sólo en las instituciones burocráticas del Estado, sino también en las empresas estatales, en los entes de
salud, en las fuerzas armadas, en la policía, los bomberos, el servicio postal y los parques nacionales, entre
otros. En cambio, no abarca los sectores judiciales y legislativos.
Este concepto puede entenderse desde dos puntos de vista:
Formalmente, se refiere a los organismos públicos que han recibido del poder político las
competencias para atender necesidades puntuales de la ciudadanía en asuntos de interés general,
como la salud, la burocracia, etc.
Materialmente, se refiere a la actividad administrativa del Estado, es decir, a la gestión de sí mismo,
para reforzar el cumplimiento de las leyes y la satisfacción de las necesidades públicas, así como su
relación con organismos particulares.
La administración pública tiene el privilegio de lo contencioso-administrativo, o sea, del derecho
procesal administrativo, capaz de gestionar actos de gestión (el Estado actúa como persona jurídica) o actos
de autoridad (ejecutados por el Estado por decreto).
o Auditoría externa o legal: es la más conocida popularmente y consiste en el análisis de las cuentas del
balance anual de una empresa a través de un profesional auditor externo por requerimiento legal. Tiene efecto
de inscripción en el Registro Mercantil.
o Auditoría interna: se lleva a cabo por los propios empleados del negocio, para investigar la validez de los
métodos de operaciones y su coherencia con respecto a la política general de la empresa. Para ello se
evalúan ciertos detalles que intervienen en los procesos y mecanismos internos. Es una herramienta clave
para el control interno y una vez finalizado el análisis emitirá un informe a la dirección o a órganos superiores
del equipo, para evaluar posibles soluciones en referencia a los problemas encontrados.
o Auditoría operacional: este tipo de auditoría se desempeña por un profesional cualificado para ello y tiene
como objetivo valorar la empresa y su gestión para aumentar la eficacia y la eficiencia, hacia una mejora
importante en la productividad. No tiene porqué desarrollarse por alguien interno de la empresa, sino que la
propia Dirección podrá contratar a un profesional especializado en ello. El auditor analizará el sistema y
propondrá ideas con mejoras útiles.
o Auditoría de sistemas o especiales: en este grupo encontramos otro tipo de auditorías dirigidas a evaluar otro
tipo de factores no económicos, como es el caso de la auditoría de software, entre otros muchos.
o Auditoría pública gubernamental: se desarrolla por el Tribunal de Cuentas gracias a las competencias
adquiridas por la Ley Orgánica de 1984.
o Auditoría integral: esta auditoría evalúa por completo toda la información financiera, estructura de la
organización, los sistemas de control interno, cumplimiento de leyes y objetivos empresariales para dar una
visión global y certera del cumplimiento de la empresa.
o Auditoría forense: se realizan en las investigaciones criminales con el objetivo de esclarecer los hechos
ocurridos.
o Auditoría fiscal: esta auditoría se realiza con el objetivo de velar por el cumplimiento de las leyes tributarias,
para que las empresas y organizaciones paguen sus impuestos de forma correcta.
o Auditoría financiera: también denominada auditoría contable. Se encarga de examinar y revisar los estados
financieros y la preparación de informes de acuerdo a normas contables establecidas.
o Auditoría de recursos humanos: se utiliza para hacer una revisión de la plantilla, las necesidades que posee la
empresa y la gestión del talento.
o Auditoría ambiental: se analizan todas las actividades de la empresa para controlar e intentar reducir al
máximo el impacto que poseen el medioambiente.
Mientras los fundamentos del comercio no han cambiado desde los tiempos prehistóricos, durante el último
siglo se ha producido una gran transformación. En un momento, todo negocio era una pequeña empresa, en
la que los comerciantes vendían artículos a los residentes locales o a otros negocios (imagínate la tienda
general de un pueblo pequeño en los primeros años del siglo 1900). Pero el surgimiento de las grandes
corporaciones llevó al establecimiento de las cadenas de tiendas y los grandes almacenes.
En 1980 nacieron las “supertiendas” – tales como Barnes & Noble o la siempre temida Wal-Mart- Las tiendas
minoristas más pequeñas temblaban con la noticia de que una de estas supertiendas se instalaba en el
pueblo. Con sus masivas economías de escala y precios bajos, las supertiendas o hipermercados obligaron a
muchas tiendas más pequeñas a cerrar sus puertas.
Pero durante 1990, el péndulo comenzó a oscilar de vuelta a favor de las pequeñas minoristas, a medida que
el surgimiento del comercio en línea empezaba a nivelar el campo de juego. Los fundamentos del comercio en
línea se establecieron en 1960 con el desarrollo del protocolo “Intercambio de Datos Electrónicos” (“EDI” de su
sigla en inglés), lo cual posibilitó la transferencia de datos de forma digital desde una computadora a otra.
Pero preocupaciones de seguridad impidieron la adopción de esta herramienta para uso general en las
empresas hasta 1994, cuando Netscape desarrolló la encriptación “Capas de Enchufes Seguras”, llamada
“SSL” por su sigla en inglés. Al mismo tiempo, surgieron los primeros servicios de terceros para el
procesamiento en línea de las tarjetas de crédito, y VeriSign desarrolló los primeros certificados de identidad
digitales para verificar una empresa en la red.
A mediados de 1990, Amazon y eBay cambiaron la cara del comercio electrónico en los Estados Unidos. La
capacidad de buscar libros a base a distintos criterios, de recibir recomendaciones personalizadas y de dejar
críticas de las compras ayudó a la popularización de Amazon entre los consumidores. Mientras tanto, eBay
dio a las personas la posibilidad de abrir sus propias tiendas en línea de manera sencilla y segura.
El colapso de la burbuja digital o de las “punto com” en el 2000 disminuyó el entusiasmo por el comercio en
línea durante un tiempo. Sitios como Pets.com habían apostado demasiado al deseo de los estadounidenses
de comprar todo en línea. Pero el mundo del comercio nunca volvería a ser lo que era antes. En 2004, se
formó el Consejo de Normas de Seguridad para las Tarjetas de Pago (“PCI” por su sigla en inglés) para
asegurar que los negocios en línea cumplieran con los requerimientos de seguridad para las transacciones
financieras. Esta seguridad adicional ayudó a hacer más atractivo comprar en línea incluso para los que
anteriormente le temían.
Según datos de BI Intelligence, un 40% de los hombres entre 18 y 34 años de edad dicen que idealmente les
gustaría comprar todo en línea! Mientras los hombres jóvenes se cuentan entre los compradores en línea más
activos, hoy en día las mujeres, los llamados “Baby Boomers” e incluso las personas de la tercera edad son
activos compradores en línea. La nueva generación de “millennials”, nacida entre los años ’80 y ’90, es la que
gasta la mayor cantidad en línea, tanto en dólares (un promedio de US$ 2.000 al año) como en términos del
porcentaje de sus ingresos (9%). A medida que esta generación joven envejezca, su familiaridad con el
comercio en línea (porque claro, nunca han conocido el tiempo en que no existía) le dará forma al futuro del
comercio.
En 2011, las ventas de los comerciantes que operan exclusivamente en línea, o “e- retailers”, superaron por
primera vez las ventas de las cadenas tradicionales con tiendas físicas, según un reporte de comScore. Esta
brecha siguió profundizándose con las ventas de los e-retailers aumentando mucho más rápidamente que los
sitios web de las tiendas tradicionales. Se espera que las ventas del comercio en línea alcancen más de $ 400
mil millones durante los próximos años: Forrester Research proyecta ventas de US$ 414 mil millones y
eMarketer estima ventas de unos US$ 491,5 mil millones.
Sin embargo, una nueva contra-tendencia ya empieza a ocurrir en la que los vendedores web comienzan a
lanzar tiendas físicas para satisfacer el deseo de los consumidores de ver, probar y tocar los artículos antes
de comprarlos. NastyGal, Warby Parker y Bonobos se cuentan entre los vendedores online que han logrado la
incorporación del comercio físico a su modelo de negocio. De hecho, un estudio de Accenture en 2013
indicaba que un 65% de los compradores en línea planificaban primero investigar los productos en línea y
luego ir a una tienda física para comprarlos. El deseo de evitar los costos del envío (47%) y de poder tocar los
productos (46%) son las razones más comunes de los consumidores para comprar en una tienda física. Por
supuesto, existe también la tendencia contraria. Muchos consumidores visitan las tiendas físicas para tocar y
examinar los productos, y luego buscan los mejores precios en línea.
El mayor cambio que está transformando el comercio en la actualidad es el comercio on line móvil. Según
comScore, en 2014 se produjo un punto de inflexión, y la mayoría de las interacciones con los sitios web del
comercio minorista ahora ocurre en los equipos móviles. Esto no significa que la mayoría de tus clientes ya
están comprando a través de los equipos móviles – todavía – pero sí indica que están investigando, buscando
y comparando precios desde el móvil.
Para llevar tu tienda o sitio web al futuro, es importante optimizar tu sitio web para el uso móvil. Piensa en los
“millennials”: son los consumidores del mañana, pero sus hábitos de hoy influirán en cómo tu sitio web debe
prepararse para el futuro.
LOS ORÍGENES DEL COMERCIO
Los orígenes del comercio se remontan a la época de trueque de la era del Neolítico. El comercio es tan
antiguo como la sociedad y no podríamos concebir esta sin él. Porque basamos toda nuestra vida en este
sistema socioeconómico nos ha parecido interesante hacer un post sobre él.
Y es que ahora la palabra «comercio» es sinónimo de crecimiento, grandes marcas y globalización, pero
hace miles de años era todo muy diferente. En las primeras fases de la humanidad, el hombre para satisfacer
sus necesidades vitales debía agotar todos sus esfuerzos para conseguir unos pocos alimentos. Para
protegerse de la intemperie y mantener alejados a los animales salvajes tuvo que buscar refugio en las
cavernas.
Después apareció el núcleo familiar y la organización social dio sus primeros pasos. Con el crecimiento del
grupo humano y sus formas de vida social, nacían nuevas necesidades de satisfacción humana. Así pues, los
tres pilares básicos eran la alimentación, el vestido y la vivienda. Fue entonces, cuando los orígenes del
comercio comenzaron a dar sus primeros pasos.
Apareció el intercambio de bienes o trueque. Los pueblos ampliaron sus mercados y perfeccionaron sus
sistemas de transporte terrestre y marítimo para legar cada vez más lejos con sus mercancías y traer consigo
nuevos productos desconocidos en la región de origen.
En la actualidad el comercio es una actividad de la economía de los pueblos, destinada a relacionar a los
sectores de producción y consumo, tanto nacional como internacional. La finalidad del comercio está en
satisfacer las necesidades del consumidor y en alcanzar las utilidades económicas para el comerciante.
Desde los orígenes del comercio hasta la actualidad, se empezaron a desarrollar diferentes tipos de
establecimientos entre los cuales están los siguientes: