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Para volver a llenar nuestros tanques vacíos de amor existen “Los cinco lenguajes del amor” (Gary Chapmanby):
Déjeme decirle que el tiempo de calidad no es solo a proximidad. Tiempo de calidad es unión. Dos personas pueden
estar sentadas en una misma sala pero no quiere decir que estén necesariamente juntas. También pueden estar
separados por una gran distancia y estar unidos. La unión tiene que ver con una atención completa entre los dos.
¿Cuánto tiempo pasas con tu familia?
Ejemplo: Cuando un padre está sentado en el piso haciendo rodar la pelota hacia su hijo de dos años, su atención no
está concentrada en la pelota sino en su hijo; esto se llama tiempo de calidad.
Un esposo-a que está viendo televisión mientras habla con su esposa-o, no le está dando tiempo de calidad porque ella
no obtiene su atención completa.
Tiempo de calidad no significa que tenemos que pasar nuestros momentos juntos contemplándonos a los ojos; significa
que estamos haciendo algo juntos y que vamos a dar toda la atención a nuestra pareja.
Tiempo de calidad es emplear tiempo dedicado el uno al otro. Si un esposo y una esposa están jugando juntos, estarán
empleando tiempo de calidad el uno con el otro aunque la atención no se concentre en el juego en sí, sino en el hecho
de que están empleando tiempo juntos.
También es necesario pasar tiempo de calidad con Dios, por que ya él nos ha dado tiempo de calidad a nosotros.
Hay un regalo intangible que a veces habla más alto que el regalo que se puede tener en la mano. Se llama “ el regalo de
uno mismo”, o el regalo de la presencia. Estar allí cuando su cónyuge lo necesita habla muy alto para aquel cuyo lenguaje
principal es recibir regalos. Dios es dador de regalos para nosotros, el mayor regalo que nos ha dado es la salvación.
LA FAMILIA CRISTIANA USA SIEMPRE “PALABRAS EXPRESIVAS”
La tercera manera de expresar amor es utilizando palabras que edifiquen. Salomón, el escritor bíblico escribió. “La muerte y
la vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”. (Pro.18:21)
Otra versión dice: “La lengua tiene poder para dar vida y para quitarla; los que no paran de hablar sufren las
consecuencias”.
Santiago 3:9 dice: “Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas creadas a la
imagen de Dios”.
Muchas parejas nunca han practicado o han dejado de expresar el amor por medio de palabras. Salomón dijo: “La congoja
(angustia) en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra”. (Pro. 12:25)
Las palabras de aprecio son poderosos comunicadores de amor.
¡Siempre luces muy GUAPA-0 con ese vestido!
¡Eres el hombre más bello que Dios me dio! Te amo.
¡Gracias por lavar los platos esta noche! Quiero que sepas que te quiero mucho.
¡Estoy muy agradecida que me ayudes a limpiar la mesa!
¡Te quiero por ayudarme a bañar a los niños!
¿Que pasaría con el ambiente emocional de un matrimonio si el esposo y la esposa oyeran tales palabras de afirmación
regularmente?
Sin embargo, cuando recibimos palabras estimulantes nos sentimos mucho más estimulados a responder de la misma
manera.
Le animo a utilizar palabras expresivas desde este mismo día. Dios utiliza palabras expresivas con nosotros.
Por actos de servicio queremos decir hacer cosas que usted sabe que a su cónyuge le gusta que usted haga.
Usted busca agradarlo sirviéndolo, para expresar su amor por él o ella. Tales acciones, como cocinar, servir una mesa, lavar
platos, quitar las manchas de las paredes de la casa, sacar la basura, cambiar los pañales del niño, pintar un dormitorio
etc.etc. Si se hacen con un espíritu positivo, son en verdad expresiones de amor.
Jesucristo dio una simple pero profunda ilustración de la expresión de amor por medio de actos de servicio cuando lavó los
pies de sus discípulos. (San Juan 13: 1-20).
En una cultura donde la gente usaba sandalias era costumbre que el siervo de la familia lavara los pies de los invitados
cuando estos llegaban.
Jesús que había enseñado a sus discípulos a amarse el uno al otro, les dio ejemplo de cómo expresar ese amor al tomar una
cubeta y una toalla, y procedió a lavar sus pies.
Después de esta simple expresión de amor, los animó a seguir su ejemplo.