Sei sulla pagina 1di 1

CUALIDADES MUSICALES MINIMAS DEL MAESTRO DE ENSEÑANZA

MUSICAL EN LA BASICA PRIMARIA.

En la educación musical escolar el profesor es factor determinante, y la cualidad sin la


cual no es posible desarrollar labor verdaderamente educativa, es la del
temperamento.

Evidentemente es muy difícil improvisar una cultura, pero si se tiene buen deseo, no
será imposible procurarse una iniciación segura en cualquier materia.

Es innegable que para progresar en cuestiones artísticas, debe poseerse una


disposición que sólo la naturaleza puede dar. Pero esta verdad que en modo alguno
puede desconocerse, tiene trascendental importancia solo cuando se trata de
Pedagogos musicales de profesión que, para serlo, necesitan efectivamente
basarse sobre esas naturales condiciones. Pero para formar su gusto musical y poder
practicar la música para enseñar sus nociones, es suficiente que el maestro tenga
voluntad y se resuelva a emprender esta tarea con optimismo. Una buena
preparación y la educación de su gusto, son suficientes para llevar a la escuela el
sentido de la música y hacer de esta actividad un motivo de belleza y atracción.

Para que la enseñanza de la música en la básica primaria obtenga el verdadero


resultado, o sea el de aficionar hondamente al niño a cantar, y aún más, a sentir una
imperiosa necesidad de hacerlo porque en ello encuentra verdadero deleite, es
necesario que el maestro se preocupe de desenvolver sus cualidades artísticas,
si de ellas fue dotado.

Se necesita como condición primera, una verdadera fe y devoción, y una clara


comprensión de sus responsabilidades; y como segunda condición, un
convencimiento absoluto de lo necesario que es sensibilizar el sentimiento
infantil. Además, son precisos el esfuerzo continuado, sin decaimiento; es decir la
fervorosa constancia y alegría para el trabajo y un intenso amor al niño.

No basta, sin embargo, sentir tan sólo todo esto, sino saberlo poner en práctica, dando
a este trabajo una modalidad esencialmente artística.

“Saber hacer interesar es saber enseñar”.

No se concebiría que una clase de canto dejara de ser agradable, interesante y


atrayente. La clase de canto debe de dictarse a la medida de la capacidad mental de
los niños y de acuerdo con sus intereses del momento. Sabido es que el niño no se
rige por los intereses futuros sino por sus intereses presentes. No acepta una
clase desagradable aun cuando le sea útil en el porvenir; el niño solo acepta la
lección que le agrada y le gusta. Los niños deben de encontrar en la clase de música
el esparcimiento y el descanso que necesitan. Por eso la clase debe de ser muy
interesante, amena y alegre, sin perder de vista que interesar no significa divertir; la
diversión esta reñida con el orden.
Por eso es recomendable que el pedagogo musical se ilustre de variado
repertorio musical infantil, para así poder tener variedad en sus temas de clase y
hacer cada vez más atractiva la misma; no olvidar que cada clase debe de estar
llena de imaginación y de novedades para los niños.

Potrebbero piacerti anche