Se define como territorio ocupado, cuando se encuentra de hecho
colocado bajo la autoridad del ejército enemigo. Esta ocupación no se extiende más que a los territorios donde dicha autoridad se halla establecida y con medios para ser ejecutada. (Artículo 42 del Reglamento de la Haya de 1907).
De tal forma un territorio es considerado ocupado cuando se ubica entre
la autoridad de un ejército hostil, esta ocupación es extendida solo al territorio donde la autoridad ha sido establecida y puede ser ejercida.
Al momento que un territorio está bajo autoridad de un ejército hostil, son
aplicables las normas del DIH sobre la ocupación; de esta forma se confiere a la potencia ocupante ciertos derechos y alas vez obligaciones.
En virtud del artículo 2 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949,
éstos se aplican a todos los casos de ocupación de territorios durante conflictos internacionales, así como en situaciones en las que la ocupación del territorio de un Estado no encuentra resistencia armada.
La licitud de la ocupación está regulada por la Carta de las Naciones Unidas y
por el derecho conocido como jus ad bellum. Cuando existe una situación que, en los hechos, equivale a una ocupación, se aplica el derecho de la ocupación, independientemente de que la ocupación se considere lícita o no.
Opinión Consultiva de La Corte Internacional de Justicia Sobre Las Consecuencias Jurídicas de La Construcción de Un Muro en El Territorio Palestino Ocupado