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Las primicias significan la primera porción de algo que es separado como una
ofrenda a nuestro Padre Dios. Por medio de ellas podemos expresar nuestro
agradecimiento anticipado de lo que hemos recibido y recibiremos en el año por
medio de la fe.
El Poder de las primicias no tiene nada que ver con lo que das, sino con el lugar
en que tienes a Dios, ya que ese lugar va a determinar tu primicia. Para ver un
ejemplo de esto, note la diferencia entre la ofrenda de Caín y la de Abel. Abel
dio lo mejor porque Dios era lo primero en su vida.
Que significa ser lo primero: lo que tiene supremacía sobre todas las cosas. Es
decir, si pones el Reino primero la bendición del Reino te va a alcanzar.
Cuando presentas lo primero para Dios; Él nunca retiene lo primero para ti.
Para que las primicias sean recibidas, debían entregarse tal como Dios lo pedía;
lo primero.
Cada vez que hacemos un acto de obediencia a lo que la Palabra nos pide, todo
queda registrado para nuestro beneficio.
Hay una diferencia muy clara en la biblia entre las primicias y el diezmo:
Las primicias se debían celebrar al principio del año o de cualquier cosecha,
nacimiento de animal o cualquier otra área donde usted haya sido bendecido.
Cuando tu puedes diezmar, ofrendar y dar primicias a Dios; eso refleja que Dios
tiene realmente el primer lugar en tu vida.
Hay una sola razón por la que muchas veces no podemos obedecer con nuestros
diezmos y primicias, y esto lo podemos decir con una sola palabra: TEMOR
Y Dios no solamente quiere que traigas las primicias a su casa, sino que también
adores frente a ellas.