Sei sulla pagina 1di 86

ACCION DE AMPARO NUEVO.

HONORABLES MAGISTRADOS DE LA CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJICIO

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.

JUAN PEREZ, guatemalteco, de setenta años de edad, casado, Empresario, de este

domicilio, me identifico con el Documento Personal de Identificación Código Único de

Identificación número cinco mil dos, cero dos mil cuarenta y uno, dos mil doscientos

uno, expedido por el Registro Nacional de las Personas de la República de Guatemala.

Actúo en mi calidad de Secretario General y Representante legal del Partido Político

ALIANZA CIUDADANA. Señalo como lugar para recibir notificaciones la Oficina

Jurídica ubicada en Tercera Calle dos guión veinte zona uno de esta ciudad de

Guatemala. Actuó bajo la Dirección y Procuración de la Abogada LINCY VELÁSQUEZ

ORDÓÑEZ que me auxilia; respetuosamente comparezco, y;

EXPONGO:

I.RAZON DE MI GESTIÓN: INTERPONER ACCION CONSTITUCIONAL DE

AMPARO EN CONTRA DEL PARTIDO POLITICO ALIANZA CIUDADANA.

II.MOTIVO DEL PRESENTE AMPARO: El motivo originario del presente Amparo lo

constituye la disposición o la decisión de lo contenido en la resolución ciento setenta y

uno guión dos mil quince (170-2015) de fecha tres de septiembre del año dos mil quince,

por la que el Tribunal Supremo Electoral declara SIN LUGAR el Recurso de Revisión

planteado por el personero del Partido Político Alianza Ciudadana, dentro del expediente

mil doscientos (1200), notificada en esa misma fecha. (Más adelante individualizaré las

normas que contienen los derechos violados o infringidos por el fallo y los motivos de la

infracción).

III.DAÑO AGRAVIO O PERJUICIO QUE LE CAUSA AL PRESENTADO LA

DECISION CONTENIDA EN LA RESOLUCION IMPUGNADA: Siendo que se trata


de una Resolución acéfala. Contra Derecho, que adolece de Defecto Absoluto de Forma

ya que viola los derechos a la seguridad jurídica, de igualdad ante la ley, de defensa,

incluyendo las garantías de audiencia y al debido proceso, del juez o tribunal

competente, de elegir y ser electo, de optar a cargos públicos y tener acceso a las

funciones públicas del país, el derecho de los partidos políticos de postular candidatos a

cargos de elección popular; y a los principios de irretroactividad de la ley, de

preeminencia en materia de derechos humanos de los tratados y convenciones

internacionales aceptados y ratificados por Guatemala sobre el derecho interno, inclusive

la Constitución, y de no subordinación entre los Organismos del Estado.

III. DE LOS HECHOS QUE MOTIVAN EL AMPARO: De los expuestos se resume: a)

Que en resolución DGRC guión R guión cero cero dos guión dos mil quince, del

veintidós de agosto del año dos mil quince, previo informe que al respecto rindiera su

Departamento de Organizaciones Políticas, la Dirección General del Registro de

Ciudadanos resolvió no acceder a la solicitud presentada por el mencionado partido

político coaligados de la inscripción de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de

la República, Diputados al Congreso de la República por lista nacional y Diputados al

Parlamento Centroamericano, argumento: i) Que no obstante que dicha organización

política llena los requisitos legales para postular candidatos a la Presidencia y

Vicepresidencia de la República, existen evidencias en contra de la declaración jurada

presentada por el Candidato a Presidente de la República de Guatemala Juan Ignacio

Loyola, puesto que está establecido que éste asumió y desempeño la Jefatura de

Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y dos al ocho de agosto de

mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se encuentra enmarcada dentro

de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la Constitución Política de la

República de Guatemala; ii) que, Con apoyo y coincidiendo con los criterios sustentados
por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de Abogados, la citada prohibición es de

inelegibilidad y no de incompatibilidad, que la opción a los cargos de Presidente y

Vicepresidente de la República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza

al solicitar la inscripción como candidato ante ese Registro; y que no existe

irretroactividad en la aplicación de la prohibición contenida en el precitado artículo 186

inciso a); III) que estando las planillas de candidatos a diputados vinculadas a la del

cargo de Presidente de la República, al resolver rechaza todas las candidaturas

propuestas por el referido Partido Político; b) que en resolución ciento sesenta y ocho

guión noventa, del veintiocho de agosto del presente año, el Tribunal Supremo Electoral

declaro SIN LUGAR el recurso de nulidad que, contra la denegatoria de inscripción

antes relacionada, interpusiera la coalición del partido político formulante; c) que

mediante resolución que señala como acto reclamado, el Tribunal Supremo Electoral, a

su vez, declaró SIN LUGAR el Recurso de Revisión que el mismo Partido Político

presentara contra la resolución citada en la literal anterior, estimando, entre otros

aspectos, que: i) al no tramitar la nulidad por el procedimiento de los incidentes, no violó

el derecho de defensa del candidato propuesto por el Partido Político, ya que el mismo

no es aplicable al proceso electoral que debe ser breve; ii) que el Registro de Ciudadanos

es un órgano técnico cuyo Director, teniendo rango de Magistrado de la Corte de

Apelaciones, tiene facultades jurisdiccionales y, por lo tanto, puede analizar aspectos de

fondo y no solo de forma; iv) que ese tribunal tiene su propia interpretación, por lo que

no se apoya en ninguna opinión, texto o tratado; v) que el acto de optar al cargo de

Presidente de la República, en el caso de Juan Ignacio Loyola, se produjo cuando el

Partido Político solicitó su inscripción, acto el cual es posterior a la vigencia de la

Constitución Política de la República, cuyo artículo 186 inciso a) se está aplicando con

posterioridad a dicha vigencia, aún cuando el hecho generador de la norma corresponda


a época pretérita; y, vi) que los tratados internacionales sobre derechos humanos son

normas de naturaleza ordinaria que, a su juicio, jamás puede ser superiores a la

Constitución Política de la República, a pesar de que ésta admite su preeminencia sobre

el Derecho interno; d) que al negarse a la inscripción de todas las planillas postuladas

por el Partido Político, se viola el derecho de las organizaciones políticas que

representan a postular candidatos a cargos de elección popular, mediante la aplicación

retroactiva del artículo 186 (inciso a) constitucional; e) que se violó por parte del

Tribunal Supremo Electoral la garantía de audiencia al resolver los recursos de nulidad y

de revisión por ellos interpuestos, ya que, afirman, si bien la Ley Electoral y de Partidos

Políticos determina que los recursos se resolverán dentro del término de tres días, no

prohíbe la garantía de audiencia que es un derecho humano reconocido por nuestro

sistema e inherente a toda persona humana; f) que se violó la garantía del debido

proceso, primero, al afirmar la autoridad impugnada que el personero del Partido

Político ostenta la representación legal del Partido Político y de sus candidatos, porque

ni por ministerio de la ley ni por manifestación de voluntad de dichos candidatos, el

mencionado personero tiene dicha representación, sino únicamente del Partido Político;

y, segundo, cuando los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral se niegan a aplicar,

al resolver los recursos de nulidad y revisión, el procedimiento incidental preestablecido

por la Ley del Organismo Judicial para poder afectar los derechos del Partido Político y

sus candidatos, arguyendo que el mismo no es aplicable en el proceso electoral que debe

ser breve, con lo que incumple con la obligación que le impone el artículo 125 inciso s)

de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que sea valedero, a juicio del

interponente, el principio de brevedad invocado; g) agrega que también se viola el

debido proceso cuando la autoridad impugnada pretende conferirle facultades

jurisdiccionales al Director General del Registro de Ciudadanos, pues, sostiene el


Partido Político que representa; como los candidatos por ellos postulados, se vieron

afectados en sus derechos por un funcionario que no está facultado para administrar

justicia, y porque pretender equipararlo a un Magistrado de la Corte de Apelaciones, es

“es ir muy lejos” constituyendo una modificación a la ley asumiendo funciones

legislativas que no le corresponden al aludido Tribunal; h) indica asimismo que se

infringe el debido proceso y el principio contenido en el artículo 203 constitucional,

cuando en las resoluciones avaladas y confirmadas por el Tribunal Supremo Electoral se

afirma, primero, que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la

República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar su

inscripción, y, segundo, que JUAN IGNACIO LOYOLA, no puede ser inscrito como

consecuencia de que la prohibición contenido en el inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, constituye una causal de inelegibilidad y no de incompatibilidad;

al respecto exponen que de la sola lectura de la precitada norma se establece que no

contiene “prohibiciones de inelegibilidad”, y que al mismo sostener la tesis, la autoridad

impugnada, además de que “cae en el mismo error incurrido por la Corte de

Constitucionalidad cuando rindió la opinión consultiva número 212-89”, se arroga la

calidad de legislador constituyente para establecer prohibiciones inexistentes; agrega que

lo anterior “es una de las partes medulares que motivan el presente amparo”, puesto que

dicho criterio está creando, a su juicio, graves problemas en el proceso electoral al

amenazar con dejar “sin candidatos a todas la plataforma política”; i) siempre respecto al

aludido al inciso a) del artículo 186 constitucional, agregan los postulantes que no es

correcto afirmar que los constituyentes quisieron crear causales de inelegibilidad, puesto

que de haber sido esta intención hubieran redactado aquella norma en términos distintos,

semejantes a los utilizados en anteriores Constituciones; por el contrario insisten, la

constituyente eliminó tales prohibiciones contenidas en el artículo 184 de la


Constitución Política de la República de mil novecientos sesenta y cinco, establecido, en

cambio, “limitantes para optar” a los mencionados cargos, lo que a su entender “y el de

todos los sectores políticos e intelectuales del país” constituyen presupuestos para

participar en una elección como candidato, lo hace excediéndose para que ciertas

personas no participen como candidatos, lo hace excediéndose en su facultad de

interpretación y arrogándose la de legislador constituyente, lo cual a su criterio

inaceptable dentro de un régimen de Derecho; j) manifiestan que al afirmar que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción, el Tribunal impugnado

no tuvo un claro significado de los verbos utilizados, dando lugar a una contradicción

idiomática, teniendo ese argumento, a su parece, un alcance sumamente extensivo y

alejado de toda realidad, pues únicamente puede entrar en la dignidad del mencionado

cargo, quien además de vencer en las elecciones, sea declarado electo e investido como

tal; agregando que, con tal afirmación, el Tribunal Supremo Electoral está

obstaculizando el derecho político de Loyola y de los demás ciudadanos postulados

como candidatos, de tener acceso a las funciones públicas del país, reconocido por la

Convención Americana sobre Derechos Humanos; k) que no comparte el criterio del

Tribunal reclamado, respecto a que la inscripción del candidato por ellos postulado para

el cargo de Presidente de la República deviene improcedente, argumentando que en caso

de resultar electo no tendrá derecho a asumir ese cargo, porque según afirman se parte de

una premisa equívoca, como lo es el de la aplicabilidad de la norma del inciso a) del

artículo 186 constitucional que, por “haber nacido a la vida” en enero de mil novecientos

ochenta y seis, no puede normar hechos acaecidos con anterioridad a su vigencia; por lo

que asimismo sostiene que la conclusión del indicado Tribunal, relativa a que la

precitada norma aplicable aún cuando el hecho generador corresponda a época pretérita,
tampoco es correcta ya que al poder constituyente no puede conferírsele la facultad de

legislar en contra de derechos humanos nacidos y garantizados por la propia

Constitución, ni para que una norma sea aplicada con efectos retroactivos, sin que se

atente “contra la naturaleza del Estado guatemalteco, que es Democrático”; I) expone

que al denegar el Tribunal Supremo Electoral la candidatura de Loyola, argumentando

que la misma encuadra dentro de la prohibición contenida en el inciso a) del varias veces

citado artículo 186, y que el acto de optar el cargo de Presidente de la República por

parte del mencionado ciudadano se ha producido en el momento en que el Partido

Político postulante solicitó su inscripción como candidato, constituye una aplicación

retroactiva de la ley que viola los artículos 2 y 15 de la Constitución Política, primero,

porque la norma en cuestión entró en vigencia el catorce de enero de mil novecientos

ochenta y tres, y segundo, porque el Tribunal impugnado equivoca su propia

interpretación al haberse limitado a la literalidad de esa norma, sin analizar la

Constitución Política “en su conjunto, como un todo”, con lo cual habría concluido

obligadamente que lo que existe es un conflicto de leyes en el tiempo, surgido entre la

actual Constitución Política y la anterior, sin que sea aceptable que la primera sea

contradictoria al establecer en su artículo 15 no retroactividad de la ley y , al mismo

tiempo, contener una norma fundada en hechos “consumados en el pasado”; indican

también, que el Tribunal Supremo Electoral omitió considerar que conforme el artículo

16 Transitorio de la Constitución Política, la Asamblea Nacional Constituyente tendió un

manto de legalidad a los actos de gobierno realizados desde el veintitrés de marzo de mil

novecientos ochenta y dos, oportunidad en la que fue depuesto el General Juan Carlos

Rodas del cargo de Presidente de la República, por haber alterado el orden constitucional

mediante fraude electoral, por lo que, según su criterio, no puede afirmarse que en la

fecha mencionada sucedió una alteración del orden constitucional; m) argumenta,


citando el artículo 5 de la Constitución Política de la República, que en aquellos casos en

que la conducta del gobernado no haya sido normada por la ley anterior, de manera que

no pueda ser considerada prohibida, la realización de esta conducta constituiría el

ejercicio de un derecho adquirido emanado de la ausencia de una ley reguladora,

derecho tutelado, según sostiene, por el orden jurídico que ha otorgado el ciudadano

facultades para obrar discrecionalmente dentro del régimen de legalidad, por lo que

concluye afirmando que el surgimiento de una ley que regule una situación hasta futuro

pues, de lo contrario, se vulneraría el artículo 15 de la ley fundamental aludida; n)

exponen que la autoridad impugnada hizo caso omiso de que para Loyola existía “un

derecho adquirido preconstitucional”, superior al inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, con base en el precitado artículo 5, constitucional actualmente

vigente y en el artículo 184 de la Constitución vigente hasta el veinticinco de abril de

mil novecientos ochenta y seis; indican asimismo que, de conformidad con el artículo 23

de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, no puede hablarse de

limitaciones, para participar como candidato a un cargo de elección popular por razones

de cargo de situación, como lo sería, afirman, las prohibiciones establecidas en el

artículo 186 constitucional, norma que a su juicio no puede tener aplicabilidad debido a

que el propio poder constituyente, en uso de sus facultades soberanas, “se autolimitó en

el sentido de darle preeminencia a los tratados y convenciones sobre derechos humanos,

aceptados y ratificados por Guatemala, sobre el derecho interno”, el cual incluye a la

propia Constitución Política; ñ) que el Tribunal Supremo Electoral violó los artículos 44

y 46 constitucionales, al aplicar retroactivamente el mencionado artículo 186 y sostener

que los tratados internaciones sobre derechos humanos son normas de naturaleza

ordinaria que jamás estarán por encima de la Constitución Política; y o) finalmente

manifiesta que, contrariamente a lo afirmado por la autoridad impugnada, las


candidaturas a Vicepresidente de la República, Diputados al Congreso por la lista

Nacional y al Parlamento Centroamericano, no estén vinculadas a la del Presidente de la

República por tener ésta la calidad de principal y aquellas de accesorias, porque no

existe ninguna norma que así lo establezca, ya que al referirse al artículo 203 de la Ley

Electoral y de Partidos Políticos a postulaciones vinculadas, ello significa que deberán

presentarse las candidaturas en forma unitaria, pero no que las mismas estén unidas de

manera que la no inscripción del candidato presidencial conlleve el rechazo de las demás

sin motivo alguno. Concretamente solicitaron que, al otorgársele amparo, se deje en

suspenso la resolución señalada como acto reclamado y, consecuentemente,

restableciendo el ejercicio de los derechos políticos del Partido Político que representa y

de los candidatos por éste postulado, se orden a quien corresponda proceder a inscribir

todas las candidaturas presentadas por el Partido Político ALIANZA CIUDADANA.

IV. COMPETENCIA DEL TRIBUNAL: La parte conducente del Articulo 11 del

Decreto número 1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente, dispone: “Las salas de la

Corte de Apelaciones del Orden Común, en sus respectivas jurisdicciones, conocerán de

los amparos que se interpongan en contra: a) El Tribunal Supremo Electoral. b)…c)…

d)..e)..f)…g)..h)..”.

V.AUTORIDAD CONTRA LA QUE SE INTERPONE EL PRESENTE RECURSO DE

AMPARO: La presente Acción constitucional de Amparo se interpone contra EL

TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA.

VI.PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD: Contra la resolución de fecha tres de septiembre

del año dos mil quince, por la que el Tribunal Supremo Electoral declara SIN LUGAR el

Recurso de Revisión planteado por el personero del Partido Político Alianza Ciudadana,

dentro del expediente mil doscientos (1200), notificada en esa misma fecha, estando

debidamente notificada dicha resolución a las partes no hay recurso legal que interponer,
por lo que únicamente es ámbito dicha resolución de la presente ACCION DE

AMPARO.

VIII) ARGUMENTACIONES SOBRE LAS CONSIDERACIONES CONTENIDAS EN

LA RESOLUCION IMPUGNADA POR EL PRESENTE RECURSO DE AMPARO: EL

TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA Y SU

RESOLUCION DE FECHA TRES DE SEPTIEMBRE DEL AÑO DOS MIL QUINCE,

POR LA QUE EL TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL DECLARA SIN LUGAR EL

RECURSO DE REVISIÓN PLANTEADO POR EL PERSONERO DEL PARTIDO

POLÍTICO ALIANZA CIUDADANA, DENTRO DEL EXPEDIENTE MIL

DOSCIENTOS (1200), NOTIFICADA EN ESA MISMA FECHA; EN UNA

RESOLUCION ACEFALA EN VIRTUD DE QUE NO TIENE FUNDAMENTO

LEGAL, NI DOCTRINARIO EN VIRTUD DE QUE ha argumentado que la misma

encuadra dentro de la prohibición contenida en el inciso a) del varias veces citado

artículo 186, y que el acto de optar el cargo de Presidente de la República por parte del

mencionado ciudadano se ha producido en el momento en que el Partido Político

postulante solicitó su inscripción como candidato, constituye una aplicación retroactiva

de la ley que viola los artículos 2 y 15 de la Constitución Política, primero, porque la

norma en cuestión entró en vigencia el catorce de enero de mil novecientos ochenta y

tres, y segundo, porque el Tribunal impugnado equivoca su propia interpretación al

haberse limitado a la literalidad de esa norma, sin analizar la Constitución Política “en su

conjunto, como un todo”, con lo cual habría concluido obligadamente que lo que existe

es un conflicto de leyes en el tiempo, surgido entre la actual Constitución Política y la

anterior, sin que sea aceptable que la primera sea contradictoria al establecer en su

artículo 15 no retroactividad de la ley y, al mismo tiempo, contener una norma fundada

en hechos “consumados en el pasado”; indican también, que el Tribunal Supremo


Electoral omitió considerar que conforme el artículo 16 Transitorio de la Constitución

Política, la Asamblea Nacional Constituyente tendió un manto de legalidad a los actos de

gobierno realizados desde el veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y dos,

oportunidad en la que fue depuesto el General Juan Carlos Rodas del cargo de Presidente

de la República, por haber alterado el orden constitucional mediante fraude electoral, por

lo que, según su criterio, no puede afirmarse que en la fecha mencionada sucedió una

alteración del orden constitucional; m) argumenta, citando el artículo 5 de la

Constitución Política de la República, que en aquellos casos en que la conducta del

gobernado no haya sido normada por la ley anterior, de manera que no pueda ser

considerada prohibida, la realización de esta conducta constituiría el ejercicio de un

derecho adquirido emanado de la ausencia de una ley reguladora, derecho tutelado,

según sostiene, por el orden jurídico que ha otorgado el ciudadano facultades para obrar

discrecionalmente dentro del régimen de legalidad, por lo que concluye afirmando que el

surgimiento de una ley que regule una situación hasta futuro pues, de lo contrario, se

vulneraría el artículo 15 de la ley fundamental aludida; y exponen que la autoridad

impugnada hizo caso omiso de que para Loyola existía “un derecho adquirido

preconstitucional”, superior al inciso a) del artículo 186 de la Constitución Política, con

base en el precitado artículo 5, constitucional actualmente vigente y en el artículo 184 de

la Constitución vigente hasta el veinticinco de abril de mil novecientos ochenta y seis;

indican asimismo que, de conformidad con el artículo 23 de la Convención Americana

sobre Derechos Humanos, no puede hablarse de limitaciones, para participar como

candidato a un cargo de elección popular por razones de cargo de situación, como lo

sería, afirman, las prohibiciones establecidas en el artículo 186 constitucional, norma

que a su juicio no puede tener aplicabilidad debido a que el propio poder constituyente,

en uso de sus facultades soberanas, “se autolimitó en el sentido de darle preeminencia a


los tratados y convenciones sobre derechos humanos, aceptados y ratificados por

Guatemala, sobre el derecho interno”, el cual incluye a la propia Constitución Política;

que el Tribunal Supremo Electoral violó los artículos 44 y 46 constitucionales, al aplicar

retroactivamente el mencionado artículo 186 y sostener que los tratados internaciones

sobre derechos humanos son normas de naturaleza ordinaria que jamás estarán por

encima de la Constitución Política; y finalmente manifiesta que, contrariamente a lo

afirmado por la autoridad impugnada, las candidaturas a Vicepresidente de la República,

Diputados al Congreso por la lista Nacional y al Parlamento Centroamericano, no estén

vinculadas a la del Presidente de la República por tener ésta la calidad de principal y

aquellas de accesorias, porque no existe ninguna norma que así lo establezca, ya que al

referirse al artículo 203 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos a postulaciones

vinculadas, ello significa que deberán presentarse las candidaturas en forma unitaria,

pero no que las mismas estén unidas de manera que la no inscripción del candidato

presidencial conlleve el rechazo de las demás sin motivo alguno. Concretamente

solicitaron que, al otorgársele amparo, se deje en suspenso la resolución señalada como

acto reclamado y, consecuentemente, restableciendo el ejercicio de los derechos políticos

del Partido Político que representa y de los candidatos por éste postulado, se orden a

quien corresponda proceder a inscribir todas las candidaturas presentadas por el Partido

Político ALIANZA CIUDADANA.

X) ANALISIS JURIDICO DE LA RESOLUCION IMPUGNADA:

La resolución impugnada por la presente acción constitucional de amparo adolece de

defecto absoluto de forma en virtud de que en resolución DGRC guión R guión cero

cero dos guión dos mil quince, del veintidós de agosto del año dos mil quince, previo

informe que al respecto rindiera su Departamento de Organizaciones Políticas, la

Dirección General del Registro de Ciudadanos resolvió no acceder a la solicitud


presentada por el mencionado partido político coaligados de la inscripción de candidatos

a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, Diputados al Congreso de la

República por lista nacional y Diputados al Parlamento Centroamericano, argumento: i)

Que no obstante que dicha organización política llena los requisitos legales para postular

candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, existen evidencias en

contra de la declaración jurada presentada por el Candidato a Presidente de la República

de Guatemala Juan Ignacio Loyola, puesto que está establecido que éste asumió y

desempeño la Jefatura de Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y

dos al ocho de agosto de mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se

encuentra enmarcada dentro de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la

Constitución Política de la República de Guatemala; ii) que, Con apoyo y coincidiendo

con los criterios sustentados por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de

Abogados, la citada prohibición es de inelegibilidad y no de incompatibilidad, que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción como candidato ante ese

Registro; y que no existe irretroactividad en la aplicación de la prohibición contenida en

el precitado artículo 186 inciso a); III) que estando las planillas de candidatos a

diputados vinculadas a la del cargo de Presidente de la República, al resolver rechaza

todas las candidaturas propuestas por el referido Partido Político; b) que en resolución

ciento sesenta y ocho guión noventa, del veintiocho de agosto del presente año, el

Tribunal Supremo Electoral declaro SIN LUGAR el recurso de nulidad que, contra la

denegatoria de inscripción antes relacionada, interpusiera la coalición del partido

político formulante; c) que mediante resolución que señala como acto reclamado, el

Tribunal Supremo Electoral, a su vez, declaró SIN LUGAR el Recurso de Revisión que

el mismo Partido Político presentara contra la resolución citada en la literal anterior,


estimando, entre otros aspectos, que: i) al no tramitar la nulidad por el procedimiento de

los incidentes, no violó el derecho de defensa del candidato propuesto por el Partido

Político, ya que el mismo no es aplicable al proceso electoral que debe ser breve; ii) que

el Registro de Ciudadanos es un órgano técnico cuyo Director, teniendo rango de

Magistrado de la Corte de Apelaciones, tiene facultades jurisdiccionales y, por lo tanto,

puede analizar aspectos de fondo y no solo de forma; iv) que ese tribunal tiene su propia

interpretación, por lo que no se apoya en ninguna opinión, texto o tratado; v) que el acto

de optar al cargo de Presidente de la República, en el caso de Juan Ignacio Loyola, se

produjo cuando el Partido Político solicitó su inscripción, acto el cual es posterior a la

vigencia de la Constitución Política de la República, cuyo artículo 186 inciso a) se está

aplicando con posterioridad a dicha vigencia, aún cuando el hecho generador de la

norma corresponda a época pretérita; y, vi) que los tratados internacionales sobre

derechos humanos son normas de naturaleza ordinaria que, a su juicio, jamás puede ser

superiores a la Constitución Política de la República, a pesar de que ésta admite su

preeminencia sobre el Derecho interno; d) que al negarse a la inscripción de todas las

planillas postuladas por el Partido Político, se viola el derecho de las organizaciones

políticas que representan a postular candidatos a cargos de elección popular, mediante la

aplicación retroactiva del artículo 186 (inciso a) constitucional; e) que se violó por parte

del Tribunal Supremo Electoral la garantía de audiencia al resolver los recursos de

nulidad y de revisión por ellos interpuestos, ya que, afirman, si bien la Ley Electoral y

de Partidos Políticos determina que los recursos se resolverán dentro del término de tres

días, no prohíbe la garantía de audiencia que es un derecho humano reconocido por

nuestro sistema e inherente a toda persona humana; f) que se violó la garantía del debido

proceso, primero, al afirmar la autoridad impugnada que el personero del Partido

Político ostenta la representación legal del Partido Político y de sus candidatos, porque
ni por ministerio de la ley ni por manifestación de voluntad de dichos candidatos, el

mencionado personero tiene dicha representación, sino únicamente del Partido Político;

y, segundo, cuando los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral se niegan a aplicar,

al resolver los recursos de nulidad y revisión, el procedimiento incidental preestablecido

por la Ley del Organismo Judicial para poder afectar los derechos del Partido Político y

sus candidatos, arguyendo que el mismo no es aplicable en el proceso electoral que debe

ser breve, con lo que incumple con la obligación que le impone el artículo 125 inciso s)

de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que sea valedero, a juicio del

interponente, el principio de brevedad invocado; g) agrega que también se viola el

debido proceso cuando la autoridad impugnada pretende conferirle facultades

jurisdiccionales al Director General del Registro de Ciudadanos, pues, sostiene el

Partido Político que representa; como los candidatos por ellos postulados, se vieron

afectados en sus derechos por un funcionario que no está facultado para administrar

justicia, y porque pretender equipararlo a un Magistrado de la Corte de Apelaciones, es

“es ir muy lejos” constituyendo una modificación a la ley asumiendo funciones

legislativas que no le corresponden al aludido Tribunal; h) indica asimismo que se

infringe el debido proceso y el principio contenido en el artículo 203 constitucional,

cuando en las resoluciones avaladas y confirmadas por el Tribunal Supremo Electoral se

afirma, primero, que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la

República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar su

inscripción, y, segundo, que JUAN IGNACIO LOYOLA, no puede ser inscrito como

consecuencia de que la prohibición contenido en el inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, constituye una causal de inelegibilidad y no de incompatibilidad;

al respecto exponen que de la sola lectura de la precitada norma se establece que no

contiene “prohibiciones de inelegibilidad”, y que al mismo sostener la tesis, la autoridad


impugnada, además de que “cae en el mismo error incurrido por la Corte de

Constitucionalidad cuando rindió la opinión consultiva número 212-89”, se arroga la

calidad de legislador constituyente para establecer prohibiciones inexistentes; agrega que

lo anterior “es una de las partes medulares que motivan el presente amparo”, puesto que

dicho criterio está creando, a su juicio, graves problemas en el proceso electoral al

amenazar con dejar “sin candidatos a todas la plataforma política”; i) siempre respecto al

aludido al inciso a) del artículo 186 constitucional, agregan los postulantes que no es

correcto afirmar que los constituyentes quisieron crear causales de inelegibilidad, puesto

que de haber sido esta intención hubieran redactado aquella norma en términos distintos,

semejantes a los utilizados en anteriores Constituciones; por el contrario insisten, la

constituyente eliminó tales prohibiciones contenidas en el artículo 184 de la

Constitución Política de la República de mil novecientos sesenta y cinco, establecido, en

cambio, “limitantes para optar” a los mencionados cargos, lo que a su entender “y el de

todos los sectores políticos e intelectuales del país” constituyen presupuestos para

participar en una elección como candidato, lo hace excediéndose para que ciertas

personas no participen como candidatos, lo hace excediéndose en su facultad de

interpretación y arrogándose la de legislador constituyente, lo cual a su criterio

inaceptable dentro de un régimen de Derecho; j) manifiestan que al afirmar que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción, el Tribunal impugnado

no tuvo un claro significado de los verbos utilizados, dando lugar a una contradicción

idiomática, teniendo ese argumento, a su parece, un alcance sumamente extensivo y

alejado de toda realidad, pues únicamente puede entrar en la dignidad del mencionado

cargo, quien además de vencer en las elecciones, sea declarado electo e investido como

tal; agregando que, con tal afirmación, el Tribunal Supremo Electoral está
obstaculizando el derecho político de Loyola y de los demás ciudadanos postulados

como candidatos, de tener acceso a las funciones públicas del país, reconocido por la

Convención Americana sobre Derechos Humanos; k) que no comparte el criterio del

Tribunal reclamado, respecto a que la inscripción del candidato por ellos postulado para

el cargo de Presidente de la República deviene improcedente, argumentando que en caso

de resultar electo no tendrá derecho a asumir ese cargo, porque según afirman se parte de

una premisa equívoca, como lo es el de la aplicabilidad de la norma del inciso a) del

artículo 186 constitucional que, por “haber nacido a la vida” en enero de mil novecientos

ochenta y seis, no puede normar hechos acaecidos con anterioridad a su vigencia; por lo

que asimismo sostiene que la conclusión del indicado Tribunal, relativa a que la

precitada norma aplicable aún cuando el hecho generador corresponda a época pretérita,

tampoco es correcta ya que al poder constituyente no puede conferírsele la facultad de

legislar en contra de derechos humanos nacidos y garantizados por la propia

Constitución, ni para que una norma sea aplicada con efectos retroactivos, sin que se

atente “contra la naturaleza del Estado guatemalteco, que es Democrático”; I) expone

que al denegar el Tribunal Supremo Electoral la candidatura de Loyola, argumentando

que la misma encuadra dentro de la prohibición contenida en el inciso a) del varias veces

citado artículo 186, y que el acto de optar el cargo de Presidente de la República por

parte del mencionado ciudadano se ha producido en el momento en que el Partido

Político postulante solicitó su inscripción como candidato, constituye una aplicación

retroactiva de la ley que viola los artículos 2 y 15 de la Constitución Política, primero,

porque la norma en cuestión entró en vigencia el catorce de enero de mil novecientos

ochenta y tres, y segundo, porque el Tribunal impugnado equivoca su propia

interpretación al haberse limitado a la literalidad de esa norma, sin analizar la

Constitución Política “en su conjunto, como un todo”, con lo cual habría concluido
obligadamente que lo que existe es un conflicto de leyes en el tiempo, surgido entre la

actual Constitución Política y la anterior, sin que sea aceptable que la primera sea

contradictoria al establecer en su artículo 15 no retroactividad de la ley y , al mismo

tiempo, contener una norma fundada en hechos “consumados en el pasado”; indican

también, que el Tribunal Supremo Electoral omitió considerar que conforme el artículo

16 Transitorio de la Constitución Política, la Asamblea Nacional Constituyente tendió un

manto de legalidad a los actos de gobierno realizados desde el veintitrés de marzo de mil

novecientos ochenta y dos, oportunidad en la que fue depuesto el General Juan Carlos

Rodas del cargo de Presidente de la República, por haber alterado el orden constitucional

mediante fraude electoral, por lo que, según su criterio, no puede afirmarse que en la

fecha mencionada sucedió una alteración del orden constitucional; m) argumenta,

citando el artículo 5 de la Constitución Política de la República, que en aquellos casos en

que la conducta del gobernado no haya sido normada por la ley anterior, de manera que

no pueda ser considerada prohibida, la realización de esta conducta constituiría el

ejercicio de un derecho adquirido emanado de la ausencia de una ley reguladora,

derecho tutelado, según sostiene, por el orden jurídico que ha otorgado el ciudadano

facultades para obrar discrecionalmente dentro del régimen de legalidad, por lo que

concluye afirmando que el surgimiento de una ley que regule una situación hasta futuro

pues, de lo contrario, se vulneraría el artículo 15 de la ley fundamental aludida; n)

exponen que la autoridad impugnada hizo caso omiso de que para Loyola existía “un

derecho adquirido preconstitucional”, superior al inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, con base en el precitado artículo 5, constitucional actualmente

vigente y en el artículo 184 de la Constitución vigente hasta el veinticinco de abril de

mil novecientos ochenta y seis; indican asimismo que, de conformidad con el artículo 23

de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, no puede hablarse de


limitaciones, para participar como candidato a un cargo de elección popular por razones

de cargo de situación, como lo sería, afirman, las prohibiciones establecidas en el

artículo 186 constitucional, norma que a su juicio no puede tener aplicabilidad debido a

que el propio poder constituyente, en uso de sus facultades soberanas, “se autolimitó en

el sentido de darle preeminencia a los tratados y convenciones sobre derechos humanos,

aceptados y ratificados por Guatemala, sobre el derecho interno”, el cual incluye a la

propia Constitución Política; ñ) que el Tribunal Supremo Electoral violó los artículos 44

y 46 constitucionales, al aplicar retroactivamente el mencionado artículo 186 y sostener

que los tratados internaciones sobre derechos humanos son normas de naturaleza

ordinaria que jamás estarán por encima de la Constitución Política; y o) finalmente

manifiesta que, contrariamente a lo afirmado por la autoridad impugnada, las

candidaturas a Vicepresidente de la República, Diputados al Congreso por la lista

Nacional y al Parlamento Centroamericano, no estén vinculadas a la del Presidente de la

República por tener ésta la calidad de principal y aquellas de accesorias, porque no

existe ninguna norma que así lo establezca, ya que al referirse al artículo 203 de la Ley

Electoral y de Partidos Políticos a postulaciones vinculadas, ello significa que deberán

presentarse las candidaturas en forma unitaria, pero no que las mismas estén unidas de

manera que la no inscripción del candidato presidencial conlleve el rechazo de las demás

sin motivo alguno. Concretamente solicitaron que, al otorgársele amparo, se deje en

suspenso la resolución señalada como acto reclamado y, consecuentemente,

restableciendo el ejercicio de los derechos políticos del Partido Político que representa y

de los candidatos por éste postulado, se orden a quien corresponda proceder a inscribir

todas las candidaturas presentadas por el Partido Político ALIANZA CIUDADANA.

X) CASOS DE PROCEDENCIA DEL PRESENTE RECURSO EXTRAORDINARIO

DE AMPARO; Para la canalización jurídica del presente Recurso Extraordinario de


Amparo, me permito invocar como casos de procedencia, los instituidos en el articulo

265 de la Constitución Política de la República de Guatemala; y específicamente los

establecidos en los artículos 9 y 10 incisos a), d) y h) del Decreto número 1-86 de la

Asamblea Nacional Constituyente.

XI) NORMAS CONSTITUCIONALES Y DE OTRA INDOLE EN LAS QUE

DESCANSA LA PETICION DE AMPARO; Las Normas Constitucionales y de otra

naturaleza que han sido violadas por la Autoridad Recurrida en la Resolución que por el

presente Recurso de Amparo se impugna, en las que descansa la Petición de Amparo,

son las siguientes:

a)El articulo 2º. De la Constitución Política de la República de Guatemala que dispone

que es deber del Estado garantizar a todos los habitantes de la República LA JUSTICIA;

b)El articulo 12 de la misma Constitución que contiene el Derecho de Defensa y el

Principio del Debido Proceso;

c)El articulo 28 del mismo texto constitucional que regula el Derecho de Petición que

conlleva la obligación de la Autoridad correspondiente de analizar la petición y

resolverla conforme a la ley;

d)El articulo 29 de la citada Constitución que regula lo relativo al Derecho de los

habitantes de la República al Libre acceso a los Tribunales de Justicia, para que sus

casos sean conocidos, analizados y resueltos de conformidad con la ley,

e)El articulo 44 del mismo cuerpo legal, norma amplia y extensiva a otros derechos que

aunque no consten de manera expresa en la Constitución, son inherentes a la persona

humana, como el Derecho a la Pureza Jurídica en la Función Jurisdiccional; y, que

también dispone que son nulas ipso jure las disposiciones gubernativas o de cualquier

otra orden que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la Constitución

garantiza;
f)Articulo 4º. Del Decreto 1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente que contiene el

Derecho de Defensa y el Principio del Debido Proceso;

g) El inciso d) del Articulo 147 del Decreto número 2-89 del Congreso de la República

que también regula lo relativo a los requisitos de forma y de fondo que deben cumplir

las Sentencias Judiciales. h) Incisos d) y g) del artículo 10 de la Ley de Amparo,

Exhibición; Personal y de Constitucionalidad; h) Leyes violadas: 2,4,5,12,15,44,

136,137,140, 141, 203 223, 278 y 281 de la Constitución Política de la República de

Guatemala; 23 incisos 1.b, 1.c y 2, y 24 de la Convención Americana sobre Derechos

Humanos; 3, 4, y 114 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de

Constitucionalidad; 3 incisos c) y e) 4, 2 inciso a), 93 y 194 de la Ley Electoral y de

Partidos Políticos.

XII) ACTO DE AUTORIDAD CONTRA EL CUAL SE INTERPONE EL PRESENTE

RECURSO DE EXTRAORDINARIO DE AMPARO: La presente acción constitucional

de amparo la interpongo EN CONTRA DEL TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL

DE LA REPUBLICA DE GUATEMALA, QUE FUE QUIEN DICTO la disposición o

la decisión de lo contenido en la resolución ciento setenta y uno guión dos mil quince

(170-2015) de fecha tres de septiembre del año dos mil quince, por la que el Tribunal

Supremo Electoral declara SIN LUGAR el Recurso de Revisión planteado por el

personero del Partido Político Alianza Ciudadana, dentro del expediente mil doscientos

(1200), notificada en esa misma fecha. Que en resolución DGRC guión R guión cero

cero dos guión dos mil quince, del veintidós de agosto del año dos mil quince, previo

informe que al respecto rindiera su Departamento de Organizaciones Políticas, la

Dirección General del Registro de Ciudadanos resolvió no acceder a la solicitud

presentada por el mencionado partido político coaligados de la inscripción de candidatos

a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, Diputados al Congreso de la


República por lista nacional y Diputados al Parlamento Centroamericano, argumento: i)

Que no obstante que dicha organización política llena los requisitos legales para postular

candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, existen evidencias en

contra de la declaración jurada presentada por el Candidato a Presidente de la República

de Guatemala Juan Ignacio Loyola, puesto que está establecido que éste asumió y

desempeño la Jefatura de Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y

dos al ocho de agosto de mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se

encuentra enmarcada dentro de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la

Constitución Política de la República de Guatemala; ii) que, Con apoyo y coincidiendo

con los criterios sustentados por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de

Abogados, la citada prohibición es de inelegibilidad y no de incompatibilidad, que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción como candidato ante ese

Registro; y que no existe irretroactividad en la aplicación de la prohibición contenida en

el precitado artículo 186 inciso a); III) que estando las planillas de candidatos a

diputados vinculadas a la del cargo de Presidente de la República, al resolver rechaza

todas las candidaturas propuestas por el referido Partido Político; b) que en resolución

ciento sesenta y ocho guión noventa, del veintiocho de agosto del presente año, el

Tribunal Supremo Electoral declaro SIN LUGAR el recurso de nulidad que, contra la

denegatoria de inscripción antes relacionada, interpusiera la coalición del partido

político formulante; c) que mediante resolución que señala como acto reclamado, el

Tribunal Supremo Electoral, a su vez, declaró SIN LUGAR el Recurso de Revisión que

el mismo Partido Político presentara contra la resolución citada en la literal anterior,

estimando, entre otros aspectos, que: i) al no tramitar la nulidad por el procedimiento de

los incidentes, no violó el derecho de defensa del candidato propuesto por el Partido
Político, ya que el mismo no es aplicable al proceso electoral que debe ser breve; ii) que

el Registro de Ciudadanos es un órgano técnico cuyo Director, teniendo rango de

Magistrado de la Corte de Apelaciones, tiene facultades jurisdiccionales y, por lo tanto,

puede analizar aspectos de fondo y no solo de forma; iv) que ese tribunal tiene su propia

interpretación, por lo que no se apoya en ninguna opinión, texto o tratado; v) que el acto

de optar al cargo de Presidente de la República, en el caso de Juan Ignacio Loyola, se

produjo cuando el Partido Político solicitó su inscripción, acto el cual es posterior a la

vigencia de la Constitución Política de la República, cuyo artículo 186 inciso a) se está

aplicando con posterioridad a dicha vigencia, aún cuando el hecho generador de la

norma corresponda a época pretérita; y, vi) que los tratados internacionales sobre

derechos humanos son normas de naturaleza ordinaria que, a su juicio, jamás puede ser

superiores a la Constitución Política de la República, a pesar de que ésta admite su

preeminencia sobre el Derecho interno; d) que al negarse a la inscripción de todas las

planillas postuladas por el Partido Político, se viola el derecho de las organizaciones

políticas que representan a postular candidatos a cargos de elección popular, mediante la

aplicación retroactiva del artículo 186 (inciso a) constitucional; e) que se violó por parte

del Tribunal Supremo Electoral la garantía de audiencia al resolver los recursos de

nulidad y de revisión por ellos interpuestos, ya que, afirman, si bien la Ley Electoral y

de Partidos Políticos determina que los recursos se resolverán dentro del término de tres

días, no prohíbe la garantía de audiencia que es un derecho humano reconocido por

nuestro sistema e inherente a toda persona humana; f) que se violó la garantía del debido

proceso, primero, al afirmar la autoridad impugnada que el personero del Partido

Político ostenta la representación legal del Partido Político y de sus candidatos, porque

ni por ministerio de la ley ni por manifestación de voluntad de dichos candidatos, el

mencionado personero tiene dicha representación, sino únicamente del Partido Político;
y, segundo, cuando los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral se niegan a aplicar,

al resolver los recursos de nulidad y revisión, el procedimiento incidental preestablecido

por la Ley del Organismo Judicial para poder afectar los derechos del Partido Político y

sus candidatos, arguyendo que el mismo no es aplicable en el proceso electoral que debe

ser breve, con lo que incumple con la obligación que le impone el artículo 125 inciso s)

de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que sea valedero, a juicio del

interponente, el principio de brevedad invocado; g) agrega que también se viola el

debido proceso cuando la autoridad impugnada pretende conferirle facultades

jurisdiccionales al Director General del Registro de Ciudadanos, pues, sostiene el

Partido Político que representa; como los candidatos por ellos postulados, se vieron

afectados en sus derechos por un funcionario que no está facultado para administrar

justicia, y porque pretender equipararlo a un Magistrado de la Corte de Apelaciones, es

“es ir muy lejos” constituyendo una modificación a la ley asumiendo funciones

legislativas que no le corresponden al aludido Tribunal; h) indica asimismo que se

infringe el debido proceso y el principio contenido en el artículo 203 constitucional,

cuando en las resoluciones avaladas y confirmadas por el Tribunal Supremo Electoral se

afirma, primero, que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la

República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar su

inscripción, y, segundo, que JUAN IGNACIO LOYOLA, no puede ser inscrito como

consecuencia de que la prohibición contenido en el inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, constituye una causal de inelegibilidad y no de incompatibilidad;

al respecto exponen que de la sola lectura de la precitada norma se establece que no

contiene “prohibiciones de inelegibilidad”, y que al mismo sostener la tesis, la autoridad

impugnada, además de que “cae en el mismo error incurrido por la Corte de

Constitucionalidad cuando rindió la opinión consultiva número 212-89”, se arroga la


calidad de legislador constituyente para establecer prohibiciones inexistentes; agrega que

lo anterior “es una de las partes medulares que motivan el presente amparo”, puesto que

dicho criterio está creando, a su juicio, graves problemas en el proceso electoral al

amenazar con dejar “sin candidatos a todas la plataforma política”.

XIII) SOLICITUD DE AMPARO PROVISIONAL: Solicito el amparo provisional para

que se suspenda la resolución de fecha tres de septiembre del año dos mil quince, por la

que el Tribunal Supremo Electoral declara SIN LUGAR el Recurso de Revisión

planteado por el personero del Partido Político Alianza Ciudadana, dentro del expediente

mil doscientos (1200), notificada en esa misma fecha, RESTITUYENDOSEME MI

DERECHO CONSTITUCIONAL DE DEFENSA y EL DEBIDO PROCESO

XIV) MEDIOS DE PRUEBA: Para probar los hechos sujetos del presente amparo

ofrezco los siguientes medios de prueba:

1). DOCUMENTOS:

a) 1) resolución DGRC guión R guión cero cero dos guión dos mil quince, del veintidós

de agosto del año dos mil quince, previo informe que al respecto rindiera su

Departamento de Organizaciones Políticas, la Dirección General del Registro de

Ciudadanos resolvió no acceder a la solicitud presentada por el mencionado partido

político coaligados de la inscripción de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de

la República, Diputados al Congreso de la República por lista nacional y Diputados al

Parlamento Centroamericano, argumento: i) Que no obstante que dicha organización

política llena los requisitos legales para postular candidatos a la Presidencia y

Vicepresidencia de la República, existen evidencias en contra de la declaración jurada

presentada por el Candidato a Presidente de la República de Guatemala Juan Ignacio

Loyola, puesto que está establecido que éste asumió y desempeño la Jefatura de

Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y dos al ocho de agosto de
mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se encuentra enmarcada dentro

de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la Constitución Política de la

República de Guatemala; ii) que, Con apoyo y coincidiendo con los criterios sustentados

por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de Abogados, la citada prohibición es de

inelegibilidad y no de incompatibilidad, que la opción a los cargos de Presidente y

Vicepresidente de la República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza

al solicitar la inscripción como candidato ante ese Registro;

XV) FUNDAMENTOS DE DERECHO:

El articulo 265 del mismo texto legal, instituye el Amparo como un medio de defensa

constitucional para proteger a los habitantes de la República de violaciones a sus

derechos que la misma constitución y las leyes de Guatemala garantizan.

La procedente aplicabilidad legal al presente Recurso Extraordinario de Amparo, se

encuentra en los artículos 1º., 2º., 3º., 4º., y 10 del Decreto 1-86 de la Asamblea Nacional

Constituyente.

PETICION:

DE TRÁMITE:

a)Se admita para su tramite el presente memorial y que de conformidad con lo ordenado

por el articulo 13 del Decreto 1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente, proceda a

CONSTITUIRSE EN TRIBUNAL EXTRAORDINARIO DE AMPARO, mandando

iniciar el expediente judicial correspondiente;

b)Se tenga como lugar para recibir notificaciones de mi parte el señalado; y que se tenga

como mi Abogada Directora y Procuradora a la ABOGADA LINCY VELÁSQUEZ

ORDOÑEZ profesional que me auxilia;

c)Que se tenga por interpuesto la presente Acción Constitucional de Amparo en contra

del TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA;


d)Aceptar para su tramite la presente Acción Constitucional de Amparo; DECRETAR

EL AMPARO PROVISIONAL a favor del Recurrente suspendiendo los efectos de la

Resolución impugnada; y, dentro del término señalado por la ley Requerir los

Antecedentes enumerados en el Apartado de Pruebas del presente memorial, que son

imprescindibles porque están ofrecidos como prueba;

e)Recibidos por ese Tribunal Extraordinario de Amparo, los antecedentes ya

identificados, se solicita que se corra Audiencia al Postulante, al Ministerio Publico, y a

cualquier persona que ese Tribunal estime que podría tener interés en el presente

Recurso de Amparo,

f)Que si ese Tribunal Extraordinario de Amparo estima procedente, mande a Abrir a

Prueba el presente recurso por el término de ley.

DE FONDO:

a)Que en la oportunidad procesal de Dictar Sentencia, SE DECLARE:

I)CON LUGAR o PROCEDENTE la presente Acción Constitucional de Amparo y en

consecuencia RESOLVER:

II)Se Otorgue AMPARO DEFINITIVO a los presentados;

III) Que se deja sin efecto la Resolución de fecha tres de septiembre del año dos mil

quince, por la que el Tribunal Supremo Electoral declara SIN LUGAR el Recurso de

Revisión planteado por el personero del Partido Político Alianza Ciudadana, dentro del

expediente mil doscientos (1200), notificada en esa misma fecha; en virtud de que la

autoridad impugnada hizo caso omiso de que para Loyola existía “un derecho adquirido

preconstitucional”, superior al inciso a) del artículo 186 de la Constitución Política, con

base en el precitado artículo 5, constitucional actualmente vigente y en el artículo 184 de

la Constitución vigente hasta el veinticinco de abril de mil novecientos ochenta y seis;

indican asimismo que, de conformidad con el artículo 23 de la Convención Americana


sobre Derechos Humanos, no puede hablarse de limitaciones, para participar como

candidato a un cargo de elección popular por razones de cargo de situación, como lo

sería, afirman, las prohibiciones establecidas en el artículo 186 constitucional, norma

que a su juicio no puede tener aplicabilidad debido a que el propio poder constituyente,

en uso de sus facultades soberanas, “se autolimitó en el sentido de darle preeminencia a

los tratados y convenciones sobre derechos humanos, aceptados y ratificados por

Guatemala, sobre el derecho interno”, el cual incluye a la propia Constitución Política;

que el Tribunal Supremo Electoral violó los artículos 44 y 46 constitucionales, al aplicar

retroactivamente el mencionado artículo 186 y sostener que los tratados internaciones

sobre derechos humanos son normas de naturaleza ordinaria que jamás estarán por

encima de la Constitución Política; y finalmente manifiesta que, contrariamente a lo

afirmado por la autoridad impugnada, las candidaturas a Vicepresidente de la República,

Diputados al Congreso por la lista Nacional y al Parlamento Centroamericano, no estén

vinculadas a la del Presidente de la República por tener ésta la calidad de principal y

aquellas de accesorias, porque no existe ninguna norma que así lo establezca, ya que al

referirse al artículo 203 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos a postulaciones

vinculadas, ello significa que deberán presentarse las candidaturas en forma unitaria,

pero no que las mismas estén unidas de manera que la no inscripción del candidato

presidencial conlleve el rechazo de las demás sin motivo alguno. Concretamente

solicitaron que, al otorgársele amparo, se deje en suspenso la resolución señalada como

acto reclamado y, consecuentemente, restableciendo el ejercicio de los derechos políticos

del Partido Político que representa y de los candidatos por éste postulado, se orden a

quien corresponda proceder a inscribir todas las candidaturas presentadas por el Partido

Político ALIANZA CIUDADANA.


IV)Se condene al TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL DE LA REPUBLICA DE

GUATEMALA al pago de las costas judiciales de esta Acción Constitucional de

Amparo.

CITA DE LEYES: Artículos: 1, 2, 3, 4, 12, 28, 29, 2,4,5,12,15,44, 136,137,140, 141,

203 223, 278 y 281 de la Constitución Política de la República de Guatemala; 23 incisos

1.b, 1.c y 2, y 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; 3, 4, y 114 de

la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 3 incisos c) y e) 4, 2

inciso a), 93 y 194 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos; 44, 203, 204, 211, 265,

272, de la Constitución Política de la República de Guatemala; 1, 4, 5, 9, 16, 17, 141,

142, 143, 147 literal d), 153 literal c), 196, 197, 198, 200 del Decreto número 2-89 del

Congreso de la República, Ley del Organismo Judicial; 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 Primer

Párrafo y literales a), b), d) y h), 11, 20, 21, 22, 24, 27, 28, 29, 31, 33, 34, 35, 38, 39, 40,

42, 43, 45, 49 del Decreto número 1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente, Ley de

Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. Acompañamos nueve copias de

este memorial.

Guatemala, 31 de septiembre de 2015.

EN SU AUXILIO:
AMPARO 11111-2015 Oficial 10.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO.

Guatemala, treinta y uno de octubre de dos mil quince.

I)Se incorpora al proceso el oficio que antecede, identificado con el número de registro

veinte mil novecientos ocho (20908) y se tiene por recibido en original el expediente que

en el mismo se indica, remitido por el Tribunal Supremo Electoral de la República de

Guatemala; II) Se decreta el AMPARO PROVISIONAL solicitado, en virtud de que las

circunstancias del caso lo ameritan su otorgamiento y porque además concurren los

presupuestos contenidos en el articulo 28 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de

Constitucionalidad; III) De los antecedentes, se da vista por el plazo común de cuarenta

y ocho horas, a quien plantea el amparo, a la autoridad impugnada, al MINISTERIO

PUBLICO, A TRAVÉS DE LA FISCALIA DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES,

AMPAROS Y EXHIBICION PERSONAL y en calidad de terceros interesados a:

ESTADO DE GUATEMALA, A TRAVÉS DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE

LA NACIÓN, a los sujetos procesales indicados se les apercibe de que deben cumplir

con lo preceptuado en los artículos 550, 61 y 79 segundo párrafo del Código Procesal

Civil y Mercantil y 45 de dicho código cuando sea procedente, dado que ésta es una

instancia constitucional distinta a las instancias ordinarias, ya que de lo contrario, bajo

su estricta responsabilidad, se resolverá lo pertinente y en el caso especifico de omitir el

cumplimiento del artículo 79 citado se les notificará por los Estados del Tribunal, en

tanto no se cumpla con dicho articulado, asimismo, se les hace saber que al evacuar las

audiencias que se confieran dentro del presente proceso de amparo, deberán acompañar

además del duplicado, tantas copias como sujetos procesales intervengan en el mismo.

Por esta única vez se conceden cuarenta y ocho horas adicionales a razón de la distancia

a las partes que tienen señalado lugar para recibir notificaciones fuera del perímetro de
este Tribunal. IV) Para notificar a los terceros interesados, se tomará como base la

última dirección señalada por dichos sujetos en los antecedentes del amparo y de no

poderse notificar en esas direcciones, se notificará en los lugares cuyas direcciones se

señale, en su caso, en el memorial de interposición del amparo, bajo estricta

responsabilidad del interponente; como último recurso, se procederá a notificar en el

lugar más factible que determine el Tribunal a efecto de salvaguardar el derecho de

fecha y audiencia de las partes. V) En virtud de haberse decretado el AMPARO

PROVISIONAL, se ordena faccionar el acta respectiva en donde se consignará

detalladamente el estado que en ese momento guardan los hechos y actos que se

suspenden y la prevención hecha de no modificarlos hasta que se resuelva en sentencia o

lo ordene el tribunal, con los apercibimientos respectivos. Y, se ordena dejar copia

certificada de las partes conducentes de los antecedentes que se relacionan con el acto

reclamado y las que tengan íntima relación o que hubiesen originado el mismo y

devuélvase los originales a su lugar de origen, con la reserva de que, a través del envio

pertinente, en cualquier estado del proceso se podrá requerir nuevamente su remisión a

través del oficio correspondiente. Artículos citados y 1 al 10, 27, 28, 29, 33, 34 y 35 de

la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 46, 48, 49, 77, 178, y

180 de la Ley del Organismo Judicial; 2 inciso a) del Auto Acordado 2-95 de la Corte de

Constitucionalidad; Acuerdos 44-92 y 9-95 de la Corte Suprema de Justicia.


Lic. Mynor Custodio Franco Flores,
Magistrado Presidente
Cámara de Amparo y Antejuicio.

Lic. Juan Sierra González Lic. Alberto Pineda Roca


Magistrado Vocal Primero Magistrado Vocal tres.
Lic. Luis Arturo Archilla Leerayes. Magistrado Vocal Octavo.
Licda. María de la Luz de León Terrón
Secretaria Corte Suprema de Justicia.
Acción de Amparo No. 11111-2015 Oficial 10.

HONORABLES MAGISTRADOS CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CAMARA DE

AMPARO Y ANTEJUICIO.

JUAN PEREZ, de generales conocidas en la Acción de Amparo, arriba identificado, ante

Ustedes con todo respeto comparezco y para el efecto;

E X P O N G O:

1.Me encuentro debidamente notificado de la resolución emitida con fecha treinta y uno

de octubre del dos mil quince, para lo cual me permito evacuar la audiencia conferida en

la forma siguiente: Siendo que se trata de una Resolución acéfala. Contra Derecho, que

adolece de Defecto Absoluto de Forma ya que viola los derechos a la seguridad jurídica,

de igualdad ante la ley, de defensa, incluyendo las garantías de audiencia y al debido

proceso, del juez o tribunal competente, de elegir y ser electo, de optar a cargos públicos

y tener acceso a las funciones públicas del país, el derecho de los partidos políticos de

postular candidatos a cargos de elección popular; y a los principios de irretroactividad de

la ley, de preeminencia en materia de derechos humanos de los tratados y convenciones

internacionales aceptados y ratificados por Guatemala sobre el derecho interno, inclusive

la Constitución, y de no subordinación entre los Organismos del Estado.

III. DE LOS HECHOS QUE MOTIVAN EL AMPARO: De los expuestos se resume: a)

Que en resolución DGRC guión R guión cero cero dos guión dos mil quince, del

veintidós de agosto del año dos mil quince, previo informe que al respecto rindiera su

Departamento de Organizaciones Políticas, la Dirección General del Registro de

Ciudadanos resolvió no acceder a la solicitud presentada por el mencionado partido

político coaligados de la inscripción de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de

la República, Diputados al Congreso de la República por lista nacional y Diputados al

Parlamento Centroamericano, argumento: i) Que no obstante que dicha organización


política llena los requisitos legales para postular candidatos a la Presidencia y

Vicepresidencia de la República, existen evidencias en contra de la declaración jurada

presentada por el Candidato a Presidente de la República de Guatemala Juan Ignacio

Loyola, puesto que está establecido que éste asumió y desempeño la Jefatura de

Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y dos al ocho de agosto de

mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se encuentra enmarcada dentro

de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la Constitución Política de la

República de Guatemala; ii) que, Con apoyo y coincidiendo con los criterios sustentados

por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de Abogados, la citada prohibición es de

inelegibilidad y no de incompatibilidad, que la opción a los cargos de Presidente y

Vicepresidente de la República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza

al solicitar la inscripción como candidato ante ese Registro; y que no existe

irretroactividad en la aplicación de la prohibición contenida en el precitado artículo 186

inciso a); III) que estando las planillas de candidatos a diputados vinculadas a la del

cargo de Presidente de la República, al resolver rechaza todas las candidaturas

propuestas por el referido Partido Político; b) que en resolución ciento sesenta y ocho

guión noventa, del veintiocho de agosto del presente año, el Tribunal Supremo Electoral

declaro SIN LUGAR el recurso de nulidad que, contra la denegatoria de inscripción

antes relacionada, interpusiera la coalición del partido político formulante; c) que

mediante resolución que señala como acto reclamado, el Tribunal Supremo Electoral, a

su vez, declaró SIN LUGAR el Recurso de Revisión que el mismo Partido Político

presentara contra la resolución citada en la literal anterior, estimando, entre otros

aspectos, que: i) al no tramitar la nulidad por el procedimiento de los incidentes, no violó

el derecho de defensa del candidato propuesto por el Partido Político, ya que el mismo

no es aplicable al proceso electoral que debe ser breve; ii) que el Registro de Ciudadanos
es un órgano técnico cuyo Director, teniendo rango de Magistrado de la Corte de

Apelaciones, tiene facultades jurisdiccionales y, por lo tanto, puede analizar aspectos de

fondo y no solo de forma; iv) que ese tribunal tiene su propia interpretación, por lo que

no se apoya en ninguna opinión, texto o tratado; v) que el acto de optar al cargo de

Presidente de la República, en el caso de Juan Ignacio Loyola, se produjo cuando el

Partido Político solicitó su inscripción, acto el cual es posterior a la vigencia de la

Constitución Política de la República, cuyo artículo 186 inciso a) se está aplicando con

posterioridad a dicha vigencia, aún cuando el hecho generador de la norma corresponda

a época pretérita; y, vi) que los tratados internacionales sobre derechos humanos son

normas de naturaleza ordinaria que, a su juicio, jamás puede ser superiores a la

Constitución Política de la República, a pesar de que ésta admite su preeminencia sobre

el Derecho interno; d) que al negarse a la inscripción de todas las planillas postuladas

por el Partido Político, se viola el derecho de las organizaciones políticas que

representan a postular candidatos a cargos de elección popular, mediante la aplicación

retroactiva del artículo 186 (inciso a) constitucional; e) que se violó por parte del

Tribunal Supremo Electoral la garantía de audiencia al resolver los recursos de nulidad y

de revisión por ellos interpuestos, ya que, afirman, si bien la Ley Electoral y de Partidos

Políticos determina que los recursos se resolverán dentro del término de tres días, no

prohíbe la garantía de audiencia que es un derecho humano reconocido por nuestro

sistema e inherente a toda persona humana; f) que se violó la garantía del debido

proceso, primero, al afirmar la autoridad impugnada que el personero del Partido

Político ostenta la representación legal del Partido Político y de sus candidatos, porque

ni por ministerio de la ley ni por manifestación de voluntad de dichos candidatos, el

mencionado personero tiene dicha representación, sino únicamente del Partido Político;

y, segundo, cuando los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral se niegan a aplicar,
al resolver los recursos de nulidad y revisión, el procedimiento incidental preestablecido

por la Ley del Organismo Judicial para poder afectar los derechos del Partido Político y

sus candidatos, arguyendo que el mismo no es aplicable en el proceso electoral que debe

ser breve, con lo que incumple con la obligación que le impone el artículo 125 inciso s)

de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que sea valedero, a juicio del

interponente, el principio de brevedad invocado; g) agrega que también se viola el

debido proceso cuando la autoridad impugnada pretende conferirle facultades

jurisdiccionales al Director General del Registro de Ciudadanos, pues, sostiene el

Partido Político que representa; como los candidatos por ellos postulados, se vieron

afectados en sus derechos por un funcionario que no está facultado para administrar

justicia, y porque pretender equipararlo a un Magistrado de la Corte de Apelaciones, es

“es ir muy lejos” constituyendo una modificación a la ley asumiendo funciones

legislativas que no le corresponden al aludido Tribunal; h) indica asimismo que se

infringe el debido proceso y el principio contenido en el artículo 203 constitucional,

cuando en las resoluciones avaladas y confirmadas por el Tribunal Supremo Electoral se

afirma, primero, que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la

República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar su

inscripción, y, segundo, que JUAN IGNACIO LOYOLA, no puede ser inscrito como

consecuencia de que la prohibición contenido en el inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, constituye una causal de inelegibilidad y no de incompatibilidad;

al respecto exponen que de la sola lectura de la precitada norma se establece que no

contiene “prohibiciones de inelegibilidad”, y que al mismo sostener la tesis, la autoridad

impugnada, además de que “cae en el mismo error incurrido por la Corte de

Constitucionalidad cuando rindió la opinión consultiva número 212-89”, se arroga la

calidad de legislador constituyente para establecer prohibiciones inexistentes; agrega que


lo anterior “es una de las partes medulares que motivan el presente amparo”, puesto que

dicho criterio está creando, a su juicio, graves problemas en el proceso electoral al

amenazar con dejar “sin candidatos a todas la plataforma política”; i) siempre respecto al

aludido al inciso a) del artículo 186 constitucional, agregan los postulantes que no es

correcto afirmar que los constituyentes quisieron crear causales de inelegibilidad, puesto

que de haber sido esta intención hubieran redactado aquella norma en términos distintos,

semejantes a los utilizados en anteriores Constituciones; por el contrario insisten, la

constituyente eliminó tales prohibiciones contenidas en el artículo 184 de la

Constitución Política de la República de mil novecientos sesenta y cinco, establecido, en

cambio, “limitantes para optar” a los mencionados cargos, lo que a su entender “y el de

todos los sectores políticos e intelectuales del país” constituyen presupuestos para

participar en una elección como candidato, lo hace excediéndose para que ciertas

personas no participen como candidatos, lo hace excediéndose en su facultad de

interpretación y arrogándose la de legislador constituyente, lo cual a su criterio

inaceptable dentro de un régimen de Derecho; j) manifiestan que al afirmar que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción, el Tribunal impugnado

no tuvo un claro significado de los verbos utilizados, dando lugar a una contradicción

idiomática, teniendo ese argumento, a su parece, un alcance sumamente extensivo y

alejado de toda realidad, pues únicamente puede entrar en la dignidad del mencionado

cargo, quien además de vencer en las elecciones, sea declarado electo e investido como

tal; agregando que, con tal afirmación, el Tribunal Supremo Electoral está

obstaculizando el derecho político de Loyola y de los demás ciudadanos postulados

como candidatos, de tener acceso a las funciones públicas del país, reconocido por la

Convención Americana sobre Derechos Humanos; k) que no comparte el criterio del


Tribunal reclamado, respecto a que la inscripción del candidato por ellos postulado para

el cargo de Presidente de la República deviene improcedente, argumentando que en caso

de resultar electo no tendrá derecho a asumir ese cargo, porque según afirman se parte de

una premisa equívoca, como lo es el de la aplicabilidad de la norma del inciso a) del

artículo 186 constitucional que, por “haber nacido a la vida” en enero de mil novecientos

ochenta y seis, no puede normar hechos acaecidos con anterioridad a su vigencia; por lo

que asimismo sostiene que la conclusión del indicado Tribunal, relativa a que la

precitada norma aplicable aún cuando el hecho generador corresponda a época pretérita,

tampoco es correcta ya que al poder constituyente no puede conferírsele la facultad de

legislar en contra de derechos humanos nacidos y garantizados por la propia

Constitución, ni para que una norma sea aplicada con efectos retroactivos, sin que se

atente “contra la naturaleza del Estado guatemalteco, que es Democrático”; I) expone

que al denegar el Tribunal Supremo Electoral la candidatura de Loyola, argumentando

que la misma encuadra dentro de la prohibición contenida en el inciso a) del varias veces

citado artículo 186, y que el acto de optar el cargo de Presidente de la República por

parte del mencionado ciudadano se ha producido en el momento en que el Partido

Político postulante solicitó su inscripción como candidato, constituye una aplicación

retroactiva de la ley que viola los artículos 2 y 15 de la Constitución Política, primero,

porque la norma en cuestión entró en vigencia el catorce de enero de mil novecientos

ochenta y tres, y segundo, porque el Tribunal impugnado equivoca su propia

interpretación al haberse limitado a la literalidad de esa norma, sin analizar la

Constitución Política “en su conjunto, como un todo”, con lo cual habría concluido

obligadamente que lo que existe es un conflicto de leyes en el tiempo, surgido entre la

actual Constitución Política y la anterior, sin que sea aceptable que la primera sea

contradictoria al establecer en su artículo 15 no retroactividad de la ley y , al mismo


tiempo, contener una norma fundada en hechos “consumados en el pasado”; indican

también, que el Tribunal Supremo Electoral omitió considerar que conforme el artículo

16 Transitorio de la Constitución Política, la Asamblea Nacional Constituyente tendió un

manto de legalidad a los actos de gobierno realizados desde el veintitrés de marzo de mil

novecientos ochenta y dos, oportunidad en la que fue depuesto el General Juan Carlos

Rodas del cargo de Presidente de la República, por haber alterado el orden constitucional

mediante fraude electoral, por lo que, según su criterio, no puede afirmarse que en la

fecha mencionada sucedió una alteración del orden constitucional; m) argumenta,

citando el artículo 5 de la Constitución Política de la República, que en aquellos casos en

que la conducta del gobernado no haya sido normada por la ley anterior, de manera que

no pueda ser considerada prohibida, la realización de esta conducta constituiría el

ejercicio de un derecho adquirido emanado de la ausencia de una ley reguladora,

derecho tutelado, según sostiene, por el orden jurídico que ha otorgado el ciudadano

facultades para obrar discrecionalmente dentro del régimen de legalidad, por lo que

concluye afirmando que el surgimiento de una ley que regule una situación hasta futuro

pues, de lo contrario, se vulneraría el artículo 15 de la ley fundamental aludida; n)

exponen que la autoridad impugnada hizo caso omiso de que para Loyola existía “un

derecho adquirido preconstitucional”, superior al inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, con base en el precitado artículo 5, constitucional actualmente

vigente y en el artículo 184 de la Constitución vigente hasta el veinticinco de abril de

mil novecientos ochenta y seis; indican asimismo que, de conformidad con el artículo 23

de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, no puede hablarse de

limitaciones, para participar como candidato a un cargo de elección popular por razones

de cargo de situación, como lo sería, afirman, las prohibiciones establecidas en el

artículo 186 constitucional, norma que a su juicio no puede tener aplicabilidad debido a
que el propio poder constituyente, en uso de sus facultades soberanas, “se autolimitó en

el sentido de darle preeminencia a los tratados y convenciones sobre derechos humanos,

aceptados y ratificados por Guatemala, sobre el derecho interno”, el cual incluye a la

propia Constitución Política; ñ) que el Tribunal Supremo Electoral violó los artículos 44

y 46 constitucionales, al aplicar retroactivamente el mencionado artículo 186 y sostener

que los tratados internaciones sobre derechos humanos son normas de naturaleza

ordinaria que jamás estarán por encima de la Constitución Política; y o) finalmente

manifiesta que, contrariamente a lo afirmado por la autoridad impugnada, las

candidaturas a Vicepresidente de la República, Diputados al Congreso por la lista

Nacional y al Parlamento Centroamericano, no estén vinculadas a la del Presidente de la

República por tener ésta la calidad de principal y aquellas de accesorias, porque no

existe ninguna norma que así lo establezca, ya que al referirse al artículo 203 de la Ley

Electoral y de Partidos Políticos a postulaciones vinculadas, ello significa que deberán

presentarse las candidaturas en forma unitaria, pero no que las mismas estén unidas de

manera que la no inscripción del candidato presidencial conlleve el rechazo de las demás

sin motivo alguno. Concretamente solicitaron que, al otorgársele amparo, se deje en

suspenso la resolución señalada como acto reclamado y, consecuentemente,

restableciendo el ejercicio de los derechos políticos del Partido Político que representa y

de los candidatos por éste postulado, se orden a quien corresponda proceder a inscribir

todas las candidaturas presentadas por el Partido Político ALIANZA CIUDADANA.

FUNDAMENTO DE DERECHO:

El artículo 35 de la Ley de Amparo y Exhibición Personal y de Constitucionalidad,

preceptúa: Recibidos los antecedentes o el informe, el tribunal deberá confirmar o

revocar la suspensión provisional decretada en el auto inicial del procedimiento. De

estos antecedentes o del informe dará vista al solicitante, al Ministerio Público,


institución que actuará mediante la sección que corresponda según la materia de que se

trate, a las personas comprendidas en el artículo anterior y a las que a su juicio también

tengan interés en la subsistancia o suspensión del acto, resolución o procedimiento,

quienes podrá alegar dentro del término común de cuarenta y ocho horas. Vencido dicho

término, hayan o no alegado las partes, el tribunal estará obligado a resolver, pero si

hubiere hechos que establecer abrirá a prueba el amparo, por el improrrogable término

de ocho días. Los tribunales de amparo podrán revelar de la prueba en los casos en que a

a su juicio no sea necesario, pero la tramitarán obligadamente si fuere pedida por el

solicitante. Si el amparo se abriere a prueba, el tribunal, en la misma resolución, indicará

los hechos que se pesquisarán de oficio, sin perjuicio de cualesquiera otros que fueren

necesarios o de las pruebas que rindieren las partes.

PRUEBAS:

a)Resolución DGRC guión R guión cero cero dos guión dos mil quince, del veintidós de

agosto del año dos mil quince, previo informe que al respecto rindiera su Departamento

de Organizaciones Políticas, la Dirección General del Registro de Ciudadanos resolvió

no acceder a la solicitud presentada por el mencionado partido político coaligados de la

inscripción de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, Diputados

al Congreso de la República por lista nacional y Diputados al Parlamento

Centroamericano.

P E T I C I O N E S:

1. Se agregue a sus antecedentes el presente memorial;

2. Con citación de la parte contraria y estando en tiempo solicito que se tengan como

prueba en este amparo el documento debidamente individualizado; debiendo tenerse en

cuenta el mismo al momento de resolver el presente amparo dentro del plazo después de

concluido el de prueba;
3. Que al resolver la presente Acción de Amparo, se declare CON LUGAR, el mismo

restituyendo el goce de nuestro derecho a participar en las elecciones generales

programadas.

ME FUNDO EN LAS LEYES CITADAS Y EN LOS SIGUIENTES ARTICULOS:

Artículos citados y 1 al 10, 27, 28, 29, 33, 34 y 35 de la Ley de Amparo, Exhibición

Personal y de Constitucionalidad; 46, 48, 49, 77, 178, y 180 de la Ley del Organismo

Judicial; 2 inciso a) del Auto Acordado 2-95 de la Corte de Constitucionalidad; Acuerdos

44-92 y 9-95 de la Corte Suprema de Justicia.

Acompaño doce copias de este memorial.

Jutiapa, veinte de diciembre del año dos mil quince

EN SU AUXILIO:

Amparo No. 11111-2015 Oficial 10.


HONORABLES MAGISTRADOS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.

CAMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO REPÚBLICA DE GUATEMALA.

JUAN PEREZ, de datos de identificación conocidos en el expediente arriba identificado,

por este medio comparezco y;

I) E X P O N G O:

Que fui notificado de la resolución de fecha veintinueve de enero de dos mil quince,

mediante la cual se señala la AUDIENCIA PÚBLICA para ser celebrada el JUEVES

DIECISIETE DE JULIO DE DOS MIL CATORCE A LAS NUEVE HORAS CON

TREINTA MINUTOS y al respecto:

II) M A N I F I E S T O:

El proceso de amparo que interpuse lo hice con el objeto que cese la violación al debido

proceso, pues la resolución emitida por el Tribunal Supremo Electoral, al denegar el

mismo, lo hace porque considera que es improcedente, lo cual sigue violando mi

derecho al debido proceso, el derecho que tengo de defensa y una serie de preceptos

constitucionales y ordinarios que están a la bastedad argumentados en el amparo

interpuesto, porque avala la sentencia dictada por la Sala de la Corte de Apelaciones de

Trabajo y Previsión Social que es la contentiva del acto reclamado, pues en ella se me ha

restringido y violado flagrantemente el derecho AL DEBIDO PROCESO Y AL

DERECHO DE DEFENSA y consecuentemente el derecho pleno establecido en la

Constitución Política de al República de Guatemala, toda vez que se trata de una

Resolución acéfala. Contra Derecho, que adolece de Defecto Absoluto de Forma ya que

viola los derechos a la seguridad jurídica, de igualdad ante la ley, de defensa, incluyendo

las garantías de audiencia y al debido proceso, del juez o tribunal competente, de elegir y

ser electo, de optar a cargos públicos y tener acceso a las funciones públicas del país, el

derecho de los partidos políticos de postular candidatos a cargos de elección popular; y a


los principios de irretroactividad de la ley, de preeminencia en materia de derechos

humanos de los tratados y convenciones internacionales aceptados y ratificados por

Guatemala sobre el derecho interno, inclusive la Constitución, y de no subordinación

entre los Organismos del Estado.

III. DE LOS HECHOS QUE MOTIVAN EL AMPARO: De los expuestos se resume: a)

Que en resolución DGRC guión R guión cero cero dos guión dos mil quince, del

veintidós de agosto del año dos mil quince, previo informe que al respecto rindiera su

Departamento de Organizaciones Políticas, la Dirección General del Registro de

Ciudadanos resolvió no acceder a la solicitud presentada por el mencionado partido

político coaligados de la inscripción de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de

la República, Diputados al Congreso de la República por lista nacional y Diputados al

Parlamento Centroamericano, argumento: i) Que no obstante que dicha organización

política llena los requisitos legales para postular candidatos a la Presidencia y

Vicepresidencia de la República, existen evidencias en contra de la declaración jurada

presentada por el Candidato a Presidente de la República de Guatemala Juan Ignacio

Loyola, puesto que está establecido que éste asumió y desempeño la Jefatura de

Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y dos al ocho de agosto de

mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se encuentra enmarcada dentro

de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la Constitución Política de la

República de Guatemala; ii) que, Con apoyo y coincidiendo con los criterios sustentados

por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de Abogados, la citada prohibición es de

inelegibilidad y no de incompatibilidad, que la opción a los cargos de Presidente y

Vicepresidente de la República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza

al solicitar la inscripción como candidato ante ese Registro; y que no existe

irretroactividad en la aplicación de la prohibición contenida en el precitado artículo 186


inciso a); III) que estando las planillas de candidatos a diputados vinculadas a la del

cargo de Presidente de la República, al resolver rechaza todas las candidaturas

propuestas por el referido Partido Político; b) que en resolución ciento sesenta y ocho

guión noventa, del veintiocho de agosto del presente año, el Tribunal Supremo Electoral

declaro SIN LUGAR el recurso de nulidad que, contra la denegatoria de inscripción

antes relacionada, interpusiera la coalición del partido político formulante; c) que

mediante resolución que señala como acto reclamado, el Tribunal Supremo Electoral, a

su vez, declaró SIN LUGAR el Recurso de Revisión que el mismo Partido Político

presentara contra la resolución citada en la literal anterior, estimando, entre otros

aspectos, que: i) al no tramitar la nulidad por el procedimiento de los incidentes, no violó

el derecho de defensa del candidato propuesto por el Partido Político, ya que el mismo

no es aplicable al proceso electoral que debe ser breve; ii) que el Registro de Ciudadanos

es un órgano técnico cuyo Director, teniendo rango de Magistrado de la Corte de

Apelaciones, tiene facultades jurisdiccionales y, por lo tanto, puede analizar aspectos de

fondo y no solo de forma; iv) que ese tribunal tiene su propia interpretación, por lo que

no se apoya en ninguna opinión, texto o tratado; v) que el acto de optar al cargo de

Presidente de la República, en el caso de Juan Ignacio Loyola, se produjo cuando el

Partido Político solicitó su inscripción, acto el cual es posterior a la vigencia de la

Constitución Política de la República, cuyo artículo 186 inciso a) se está aplicando con

posterioridad a dicha vigencia, aún cuando el hecho generador de la norma corresponda

a época pretérita; y, vi) que los tratados internacionales sobre derechos humanos son

normas de naturaleza ordinaria que, a su juicio, jamás puede ser superiores a la

Constitución Política de la República, a pesar de que ésta admite su preeminencia sobre

el Derecho interno; d) que al negarse a la inscripción de todas las planillas postuladas

por el Partido Político, se viola el derecho de las organizaciones políticas que


representan a postular candidatos a cargos de elección popular, mediante la aplicación

retroactiva del artículo 186 (inciso a) constitucional; e) que se violó por parte del

Tribunal Supremo Electoral la garantía de audiencia al resolver los recursos de nulidad y

de revisión por ellos interpuestos, ya que, afirman, si bien la Ley Electoral y de Partidos

Políticos determina que los recursos se resolverán dentro del término de tres días, no

prohíbe la garantía de audiencia que es un derecho humano reconocido por nuestro

sistema e inherente a toda persona humana; f) que se violó la garantía del debido

proceso, primero, al afirmar la autoridad impugnada que el personero del Partido

Político ostenta la representación legal del Partido Político y de sus candidatos, porque

ni por ministerio de la ley ni por manifestación de voluntad de dichos candidatos, el

mencionado personero tiene dicha representación, sino únicamente del Partido Político;

y, segundo, cuando los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral se niegan a aplicar,

al resolver los recursos de nulidad y revisión, el procedimiento incidental preestablecido

por la Ley del Organismo Judicial para poder afectar los derechos del Partido Político y

sus candidatos, arguyendo que el mismo no es aplicable en el proceso electoral que debe

ser breve, con lo que incumple con la obligación que le impone el artículo 125 inciso s)

de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que sea valedero, a juicio del

interponente, el principio de brevedad invocado; g) agrega que también se viola el

debido proceso cuando la autoridad impugnada pretende conferirle facultades

jurisdiccionales al Director General del Registro de Ciudadanos, pues, sostiene el

Partido Político que representa; como los candidatos por ellos postulados, se vieron

afectados en sus derechos por un funcionario que no está facultado para administrar

justicia, y porque pretender equipararlo a un Magistrado de la Corte de Apelaciones, es

“es ir muy lejos” constituyendo una modificación a la ley asumiendo funciones

legislativas que no le corresponden al aludido Tribunal; h) indica asimismo que se


infringe el debido proceso y el principio contenido en el artículo 203 constitucional,

cuando en las resoluciones avaladas y confirmadas por el Tribunal Supremo Electoral se

afirma, primero, que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la

República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar su

inscripción, y, segundo, que JUAN IGNACIO LOYOLA, no puede ser inscrito como

consecuencia de que la prohibición contenido en el inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, constituye una causal de inelegibilidad y no de incompatibilidad;

al respecto exponen que de la sola lectura de la precitada norma se establece que no

contiene “prohibiciones de inelegibilidad”, y que al mismo sostener la tesis, la autoridad

impugnada, además de que “cae en el mismo error incurrido por la Corte de

Constitucionalidad cuando rindió la opinión consultiva número 212-89”, se arroga la

calidad de legislador constituyente para establecer prohibiciones inexistentes; agrega que

lo anterior “es una de las partes medulares que motivan el presente amparo”, puesto que

dicho criterio está creando, a su juicio, graves problemas en el proceso electoral al

amenazar con dejar “sin candidatos a todas la plataforma política”; i) siempre respecto al

aludido al inciso a) del artículo 186 constitucional, agregan los postulantes que no es

correcto afirmar que los constituyentes quisieron crear causales de inelegibilidad, puesto

que de haber sido esta intención hubieran redactado aquella norma en términos distintos,

semejantes a los utilizados en anteriores Constituciones; por el contrario insisten, la

constituyente eliminó tales prohibiciones contenidas en el artículo 184 de la

Constitución Política de la República de mil novecientos sesenta y cinco, establecido, en

cambio, “limitantes para optar” a los mencionados cargos, lo que a su entender “y el de

todos los sectores políticos e intelectuales del país” constituyen presupuestos para

participar en una elección como candidato, lo hace excediéndose para que ciertas

personas no participen como candidatos, lo hace excediéndose en su facultad de


interpretación y arrogándose la de legislador constituyente, lo cual a su criterio

inaceptable dentro de un régimen de Derecho; j) manifiestan que al afirmar que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción, el Tribunal impugnado

no tuvo un claro significado de los verbos utilizados, dando lugar a una contradicción

idiomática, teniendo ese argumento, a su parece, un alcance sumamente extensivo y

alejado de toda realidad, pues únicamente puede entrar en la dignidad del mencionado

cargo, quien además de vencer en las elecciones, sea declarado electo e investido como

tal; agregando que, con tal afirmación, el Tribunal Supremo Electoral está

obstaculizando el derecho político de Loyola y de los demás ciudadanos postulados

como candidatos, de tener acceso a las funciones públicas del país, reconocido por la

Convención Americana sobre Derechos Humanos; k) que no comparte el criterio del

Tribunal reclamado, respecto a que la inscripción del candidato por ellos postulado para

el cargo de Presidente de la República deviene improcedente, argumentando que en caso

de resultar electo no tendrá derecho a asumir ese cargo, porque según afirman se parte de

una premisa equívoca, como lo es el de la aplicabilidad de la norma del inciso a) del

artículo 186 constitucional que, por “haber nacido a la vida” en enero de mil novecientos

ochenta y seis, no puede normar hechos acaecidos con anterioridad a su vigencia; por lo

que asimismo sostiene que la conclusión del indicado Tribunal, relativa a que la

precitada norma aplicable aún cuando el hecho generador corresponda a época pretérita,

tampoco es correcta ya que al poder constituyente no puede conferírsele la facultad de

legislar en contra de derechos humanos nacidos y garantizados por la propia

Constitución, ni para que una norma sea aplicada con efectos retroactivos, sin que se

atente “contra la naturaleza del Estado guatemalteco, que es Democrático”; I) expone

que al denegar el Tribunal Supremo Electoral la candidatura de Loyola, argumentando


que la misma encuadra dentro de la prohibición contenida en el inciso a) del varias veces

citado artículo 186, y que el acto de optar el cargo de Presidente de la República por

parte del mencionado ciudadano se ha producido en el momento en que el Partido

Político postulante solicitó su inscripción como candidato, constituye una aplicación

retroactiva de la ley que viola los artículos 2 y 15 de la Constitución Política, primero,

porque la norma en cuestión entró en vigencia el catorce de enero de mil novecientos

ochenta y tres, y segundo, porque el Tribunal impugnado equivoca su propia

interpretación al haberse limitado a la literalidad de esa norma, sin analizar la

Constitución Política “en su conjunto, como un todo”, con lo cual habría concluido

obligadamente que lo que existe es un conflicto de leyes en el tiempo, surgido entre la

actual Constitución Política y la anterior, sin que sea aceptable que la primera sea

contradictoria al establecer en su artículo 15 no retroactividad de la ley y , al mismo

tiempo, contener una norma fundada en hechos “consumados en el pasado”; indican

también, que el Tribunal Supremo Electoral omitió considerar que conforme el artículo

16 Transitorio de la Constitución Política, la Asamblea Nacional Constituyente tendió un

manto de legalidad a los actos de gobierno realizados desde el veintitrés de marzo de mil

novecientos ochenta y dos, oportunidad en la que fue depuesto el General Juan Carlos

Rodas del cargo de Presidente de la República, por haber alterado el orden constitucional

mediante fraude electoral, por lo que, según su criterio, no puede afirmarse que en la

fecha mencionada sucedió una alteración del orden constitucional; m) argumenta,

citando el artículo 5 de la Constitución Política de la República, que en aquellos casos en

que la conducta del gobernado no haya sido normada por la ley anterior, de manera que

no pueda ser considerada prohibida, la realización de esta conducta constituiría el

ejercicio de un derecho adquirido emanado de la ausencia de una ley reguladora,

derecho tutelado, según sostiene, por el orden jurídico que ha otorgado el ciudadano
facultades para obrar discrecionalmente dentro del régimen de legalidad, por lo que

concluye afirmando que el surgimiento de una ley que regule una situación hasta futuro

pues, de lo contrario, se vulneraría el artículo 15 de la ley fundamental aludida; n)

exponen que la autoridad impugnada hizo caso omiso de que para Loyola existía “un

derecho adquirido preconstitucional”, superior al inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, con base en el precitado artículo 5, constitucional actualmente

vigente y en el artículo 184 de la Constitución vigente hasta el veinticinco de abril de

mil novecientos ochenta y seis; indican asimismo que, de conformidad con el artículo 23

de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, no puede hablarse de

limitaciones, para participar como candidato a un cargo de elección popular por razones

de cargo de situación, como lo sería, afirman, las prohibiciones establecidas en el

artículo 186 constitucional, norma que a su juicio no puede tener aplicabilidad debido a

que el propio poder constituyente, en uso de sus facultades soberanas, “se autolimitó en

el sentido de darle preeminencia a los tratados y convenciones sobre derechos humanos,

aceptados y ratificados por Guatemala, sobre el derecho interno”, el cual incluye a la

propia Constitución Política; ñ) que el Tribunal Supremo Electoral violó los artículos 44

y 46 constitucionales, al aplicar retroactivamente el mencionado artículo 186 y sostener

que los tratados internaciones sobre derechos humanos son normas de naturaleza

ordinaria que jamás estarán por encima de la Constitución Política; y o) finalmente

manifiesta que, contrariamente a lo afirmado por la autoridad impugnada, las

candidaturas a Vicepresidente de la República, Diputados al Congreso por la lista

Nacional y al Parlamento Centroamericano, no estén vinculadas a la del Presidente de la

República por tener ésta la calidad de principal y aquellas de accesorias, porque no

existe ninguna norma que así lo establezca, ya que al referirse al artículo 203 de la Ley

Electoral y de Partidos Políticos a postulaciones vinculadas, ello significa que deberán


presentarse las candidaturas en forma unitaria, pero no que las mismas estén unidas de

manera que la no inscripción del candidato presidencial conlleve el rechazo de las demás

sin motivo alguno. Concretamente solicitaron que, al otorgársele amparo, se deje en

suspenso la resolución señalada como acto reclamado y, consecuentemente,

restableciendo el ejercicio de los derechos políticos del Partido Político que representa y

de los candidatos por éste postulado, se orden a quien corresponda proceder a inscribir

todas las candidaturas presentadas por el Partido Político ALIANZA CIUDADANA. Al

respecto la Honorable Corte de Constitucionalidad también ha asentado jurisprudencia

con relación al derecho de defensa y al derecho también del debido proceso que no es

exclusivo en su aplicación en los procesos judiciales, sino también en los procesos

administrativos sea cual fuere la materia y en el presente caso la sensibilidad del derecho

del trabajo lo hace una aplicación sobre la base de la tutela del trabajador, debido

proceso y legítima defensa que debe de prevalecer por sobre cualquier funcionario

público porque éstos son depositarios de la autoridad, nunca pueden ser superiores a la

ley como lo preceptúa el artículo 154 de la Constitución Política de la República de

Guatemala, pues con ello se garantiza la legítima defensa en un juicio y no dejar un

trámite administrativo laboral disciplinario a “medias” o sea inconcluso, sin que haya

causado firmeza, sin que se hayan agotado todos los recursos que concede la ley

especial, en el presente caso la Ley del Servicio Civil del Organismo Judicial, contenida

en el Decreto 48-99 del Congreso de la República de Guatemala como ha quedado

relacionado, en todo caso la jurisprudencia constitucional que se hará valer en mi caso

concreto es incluso jurisprudencia que sirve en un proceso de amparo porque éste como

ustedes tienen conocimiento busca la tutela constitucional y en el presente caso es

totalmente claro que se violó el mismo. Por lo anterior, es de mencionar jurisprudencia

con relación a éste tema, jurisprudencia que la Corte de Constitucionalidad ha fijado y es


sostenida sin variación alguna, porque esa jurisprudencia no se puede variar, fallos de los

cuales a continuación cito.

“… Los derechos de audiencia y al debido proceso reconocidos en el artículo 12 de la

Ley fundamental, al provenir de una norma general prevista en la parte dogmática,

deben tener plena observancia en todo procedimiento en que se sancione, condene o

afecten derechos de una persona. Tienen mayor relevancia y características en los

procesos judiciales es cierto, pero su aplicación es imperativa en todo tipo de

procedimientos, aún ante la administración pública y Organismo Legislativo y cualquier

otra esfera de actuación, toda vez que por actos de poder público se afecten derechos de

una persona. Tales derechos abarcan la potestad de ser oído, de ofrecer y producir

medios de prueba y de rebatir las argumentaciones deducidas, y el pronunciamiento

definitivo de conformidad con la ley. Su observancia es vital por cuanto determina

protección de los derechos de las personas y fortalece la seguridad jurídica… En caso

semejante, refiriéndose a la garantía constitucional de audiencia, ésta Corte ha expresado

que “se trata, en cada uno de los procedimientos que leyes de diversa índole han

previsto, de satisfacer la exigencia de oír adecuadamente a quien la denuncia afecte, a

fin de llevar a cabo el iter procesal, porque es la audiencia la que legitima la labor de

ponderación del asunto que la autoridad debe decidir, salvo desde luego, frente al

silencio del obligado a responder, que puede obrar como tácito asentimiento del hecho el

cual se le cuestiona (…) Este derecho de la persona ha sido virtualmente la principal

preocupación de esta Corte en el ejercicio de su competencia en amparo, habiendo

establecido su doble condición de derecho propio y garantía de otros derechos. El

desarrollo jurisprudencial ha ido perfilando los alcances de este derecho y, en particular,

en lo que al caso examinado concierne, la garantía de audiencia. Pasados doce años de

análisis constante por esta Corte de los elementos que integran el debido proceso, debe
de considerarse consolidado el principio de que la audiencia prevista en la leyes

procesales es no solo fundamental son elemental (…) Siendo el amparo una protección

de los derechos de las personas cuando a éstas se le ha inferido agravio, no pueden

tenerse como causa fenecida aquella en la que una de las partes no ha tenido oportunidad

de defensa o que se le haya privado de sus derechos sin las garantías del debido proceso,

siendo entre éstas de valor capital el de la audiencia o citación que implica la base de un

verdadero juicio (…) En virtud de la supremacía constitucional, todo el ordenamiento

jurídico debe guardar armonía con los valores, principios y normas, por lo que en

materia administrativa como en cualquier otra, el derecho de defensa y el de audiencia

deben agostarse plenamente. Respecto al proceso legal no pueden tenerse por iguales

los judiciales con los administrativos por existir en la legislación, diferentes regulaciones

la que responden a la naturaleza de cada uno de ellos, siendo, eso sí, aplicables a ambos

aquellos principios que son fundamentales en todo sistema de derecho. El derecho

primario en todo procedimiento por medio del cual se pretenda afectar a una persona, es

el derecho de la defensa jurídica el cual se origina desde la oportunidad de audiencia

debida al afectado, con el objeto de que éste alegue lo que considere pertinente respecto

de la imputación que se le formula…” Gaceta número 57, expediente 272-00 página

número 121, sentencia 06-07-00.

La garantía del debido proceso no solo se cumple cuando en un proceso se desarrollan

los requisitos procedimentales que previene la ley y se de la oportunidad de defensa a

ambas partes de esa relación procesal, sino que también implica que toda cuestión

litigiosa debe dirimirse conforme disposiciones normativas aplicables al caso concreto

con estricto apego a lo que dispone el artículo 204 de la Constitución y que se viola el

debido proceso si a pesar de haberse observado meticulosamente el procedimiento en la


esencia se infringen principios que le son propios a ésta garantía constitucional…”

Gaceta número 61, expediente 712-01 página número 920, sentencia 19-09-01.

“El principio constitucional del debido proceso, contenido en el artículo 12 de la

Constitución Política de la República de Guatemala, tiene como finalidad garantizar o

velar por el real y estricto ejercicio de los derechos de las partes, así como de las

obligaciones propias de los órganos de administración de justicia; comprende la

verificación del agotamiento sistemático de cada una de las fases o etapas del proceso

que se trate, la posibilidad irrestricta de acceder a los medios de impugnación contenidos

en la ley de la materia, en la medida que éstos procedan o se reúnan las condiciones

necesarias que hagan factible la procedencia de los mismos. En sí, dicho principio

procura garantizar que los pronunciamientos que se hagan sobre la cuestión sometida a

discusión, hayan sido dictados en atención a los postulados propios que revisten el

ordenamiento jurídico interno y al derecho en general… ”Gaceta número 68, expediente

1164-02 página número 114, sentencia 08-05-03.

Reconoce la citada norma constitucional el derecho de defensa y el principio jurídico del

debido proceso, que aseguran la posibilidad efectiva de audiencia para quien sea

afectado por un acto o resolución de autoridad. A través de la audiencia la autoridad

judicial o administrativa oye a las partes y recibe las pruebas que aporten con el objeto

de hacer vales sus derechos. Si se priva a una persona de su derecho de audiencia habrá

una violación al principio constitucional citado. El Amparo es un instrumento jurídico

que la Constitución ha instituido con el objeto de restablecer la situación jurídica

afectada, cuando a una persona se le ha restringido o violado los derechos garantizados

por la Constitución y demás leyes, y de restituirme en el goce de los mismos.”. “Gaceta

número 78, expediente 1005-05 sentencia 17-10-05.


El derecho de defensa que preceptúa el artículo 12 de la Constitución en materia penal,

implica que debe de permitirse a los sujetos procesales que puedan hacer valer todos los

medios de defesa que a la ley pone a su alcance con el objeto de que sus pretensiones

sean conocidas por todos los órganos jurisdiccionales competentes, especialmente

cuando los recursos interpuestos sean observados los requisitos de forma y modo que la

ley de la materia exige. En igual sentido está concebido el artículo 8 de la Convención

Americana Sobre Derechos Humanos…” Gaceta número 80, expediente 1959 y 2102-05

sentencia 07-06-06.

Esta Corte ha considerado que una de las garantías propias del debido proceso la

constituye la seguridad y certeza jurídica de que los actos administrativos y procesales

deben estar revestidos al momento de su emisión por originarse de una adecuada

selección de la forma aplicable al caso concreto. La garantía del debido proceso no solo

se cumple cuando en un proceso judicial o administrativo se desarrollan los requisitos

procedimentales que prevé la ley y se le da oportunidad de defensa a las partes, sino que

también implica que toda cuestión administrativa o litigiosa judicial deba dirimirse

conforme las disposiciones normativas aplicables al caso concreto con estricto apego a

lo que disponen los artículos 44 y 204 de la Constitución Política de la República de

Guatemala.” ”Gaceta número 81, expediente 648-06 sentencia 23-08-06.

La Corte de Constitucionalidad ha indicado que:”…La notificación es un acto de

comunicación determinado en la ley, mediante el cual se le hace saber a una persona

individual o colectiva acerca de una resolución administrativa o judicial en la que se le

liga a proceso, ya sea como demandado o de cualquier manera resulte manifiesto el

interés que tenga sobre el asunto de que se trate, a efecto de que exponga su opinión al

respecto o, en su caso, haga valer su derecho de defensa. Expediente 3478-2009. Fecha

de sentencia 20/01/2010. “Dentro de todo proceso, sea cual fuera su naturaleza, el acto
de la notificación es elemental, porque por su medio el tribunal encargado de ejercer

jurisdicción comunica a los sujetos procesales, por medio de su personal subalterno, las

resoluciones respectivas, para que éstos en base al derecho de audiencia concedido

puedan hacer efectiva su defensa en el sentido que convenga a sus interés. La

comunicación aludida, debe ser realizada en la forma prevista por las leyes, de lo

contrario, las partes no quedan obligadas o no se les puede afectar en sus derechos.”

Expediente 3061-2009. Fecha de sentencia 16/10/2009

El artículo 106 de la Constitución Política de la República de Guatemala, también ha

sido violado por la autoridad impugnada, así como el artículo 44 de la Constitución, y

establecen, en concordancia que las disposiciones gubernamentales o de cualquier otro

orden que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la Constitución

garantiza, serán nulas Ipso Jure, y en ese sentido LA SENTENCIA de fecha cinco de

abril de dos mil trece dictada por la Sala impugnada es nula porque es arbitraria, además,

VIOLA EL DEBIDO PROCESO y EL DERECHO DE DEFENSA QUE ES LA

PRETENSIÓN QUE YO EJERCÍ DENTRO DE LAS DILIGENCIAS PERTINENTES

ANTE EL TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL. Se ha violado también el artículo 12

y 14 de la Constitución Política de la República de Guatemala como es el Derecho

de Defensa y el Debido Proceso legalmente establecido. En ese sentido Honorables

Magistrados, el Tribunal Supremo Electoral no ha actuado conforme a las normas

constitucionales, ordinarias, reglamentarias, por la forma a-priori, sin fundamentación o

motivación real y objetiva del caso concreto, considerando que yo no tengo derecho a la

reinstalación, dejando por un lado el debido proceso y mi derecho de defensa, así como

dejando la aplicación pronta, debida y cumplida de la ley.

El artículo 12 de la Constitución Política de la República de Guatemala establece que la

defensa de la persona y sus derechos son inviolables. Nadie podrá ser condenado, ni
privado de sus derechos sin haber sido citado, oído y vencido en juicio, pero vencido

NUNCA POR MEDIO DE RESOLUCIONES ARBITRARIAS SIN

FUNDAMENTACIÓN O MOTIVACIÓN REAL Y OBJETIVA SOBRE EL CASO EN

EL CUAL SE APLICA LA JUSTICIA CONFORME A LAS NORMAS LEGALES

PRE-ESTABLECIDAS Y SOBRE LA BASE DEL DERECHO A QUE SE

CONOCIERAN LOS RECURSOS DE REVOCATORIA Y DE APELACIÓN

CONTENIDOS EN LA LEY ELECTORAL Y DE PARTIDOS POLITICOS.

Dicho artículo Constitucional es también desarrollado por el artículo 4 de la Ley de

Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, Decreto 1-86 de la Asamblea

Nacional Constituyente, que establece que en todo Proceso Administrativo o Judicial,

deben guardarse u observarse las garantías propias del debido proceso. Honorables

Magistrados: en el presente caso se han violentado las garantías Constitucionales, que

como trabajador tengo. Asimismo, el artículo 265 de nuestra Constitución Política

establece que:" Se instituye el Amparo con el fin de proteger a las personas contra las

amenazas de violaciones a sus derechos o para restaurar el imperio de los mismos,

cuando la violación hubiere ocurrido. No hay ámbito que no sea susceptible de amparo y

procederá siempre que los actos, resoluciones, disposiciones o leyes de autoridad lleven

implícitos una amenaza, restricción o violación a los derechos que la Constitución y las

leyes garantizan.", la presunción de inocencia contenida en el artículo 14 de la

Constitución, el cual establece que toda persona es inocente, mientras no le hayan

declarado responsable judicialmente en sentencia debidamente ejecutoriada.

El Tribunal Supremo Electoral ha violado los artículos 12, 14, 44, 101, 102 literal t), 103

y 106, 175 y 204 de la Constitución Política de la República de Guatemala. Además, la

Sala ha violentado el derecho, violando mi esfera de derecho sustantivo, en este caso por

el poder público, representado por el Tribunal Supremo Electoral, que tiene el deber y la
obligación de administrar justicia aplicando la ley, pues esta es su función, no me queda

más recurso que la presente acción de amparo, para defenderme de esta arbitrariedad y

abuso de poder, pues se negó a aplicar la ley y el debido proceso constitucional, siendo

complaciente con sustentaciones que no eran propias del proceso, pero para que el

Estado de derecho tenga contenido y vigencia, es indispensable que los tribunales

competentes respeten las normas del debido proceso y que la justicia de fondo se

imparta de conformidad con la Constitución y las leyes de la República, Y NO

DICTANDO RESOLUCIONES ARBITRARIAS SIN FUNDAMENTACIÓN O

MOTIVACIÓN COMO LO HIZO LA SALA IMPUGNA DEL TRIBUNAL SUPREMO

ELECTORAL.

III) F U N D A M E N T O D E D E R E C H O:

De conformidad con el artículo 66 de la ley de Amparo, Exhibición Personal y de

Constitucionalidad el que establece que: " VISTA Y RESOLUCION. En caso de

apelación de… Si fuere de apelación de la sentencia, se señalará día y hora para la vista

dentro de los tres días siguientes y se resolverá dentro de los cinco días inmediatos a

ésta…”.

IV) P E T I C I O N E S:

1. Se agregue el presente memorial a su expediente respectivo;

2. Que en los términos expuestos se tenga por evacuada la audiencia del día de la vista;

3. Que al resolver el recurso de apelación el mismo se declare con lugar y se hagan las

demás declaraciones, dictándose la sentencia que en derecho corresponda;

CITA DE LEYES: Me fundo en los artículos citados y en los siguientes: 1, 2, 3, 4, 5, 6,

7, 114, 115, 133, 134, 135, 136, 137, 138, 139, 140, 141, 142, 143, 144, 146, 147, 149,

150, 178, 179, 180, 181 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de

Constitucionalidad; 1, 5, 6, 28, 29, 30, 31, 32, 33 del Acuerdo número 4-89 de la Corte
de Constitucionalidad; 25, 28, 29, 31, 44, 51, 61, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 79 del

Código Procesal Civil y Mercantil; 4, 5, 9, 15, 16, 17, 45, 46, 48, 49, 141, 142, 142Bis y

143 de la Ley del Organismo Judicial.

Acompañamos doce copias del presente memorial.

Guatemala, 17 de febrero de 2016.

EN SU AUXILIO

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CAMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO.

GUATEMALA EXPEDIENTE No. 1111-2015: Guatemala, diecinueve de octubre

de mil quince. I) Se integra con los Magistrados suscritos. II) Se tiene a la vista

para dictar sentencia el amparo promovido por JUAN PEREZ, contra el

Tribunal Supremo Electoral, dentro del promovido por la organización política

"Alianza Ciudadana, por medio de su Secretario General y representante legal.

El postulante comparecio con el patrocinio de la Abogada LINCY VELASQUEZ

ORDOÑEZ. ANTECEDENTES: I- EL AMPARO A) Interposición y Autoridad

Impugnada: Fue interpuesto el siete de septiembre del año en curso ante la


Corte Suprema de Justicia, contra el Tribunal Supremo Electoral. B) Acto

Reclamado: La resolución ciento setenta y uno guión dos mil quince (170-2015)

de fecha tres de septiembre del año dos mil quince, por la que el Tribunal

Supremo Electoral declara SIN LUGAR el Recurso de Revisión planteado por el

personero del Partido Político Alianza Ciudadana, dentro del expediente mil

doscientos (1200), notificada en esa misma fecha, por la que el Tribunal

Supremo Electoral declara sin lugar el recurso de revisión planteado por el

personero del Partido Político Alianza Ciudadana. C) Violación que se

Denuncia: Los derechos a la seguridad jurídica, de igualdad ante la ley, de

defensa, incluyendo las garantías de audiencia y al debido proceso, del juez o

tribunal competente, de elegir y ser electo, de optar a cargos públicos y tener

acceso a las funciones públicas del país, el derecho de los partidos políticos de

postular candidatos a cargos de elección popular; y a los principios de

irretroactividad de la ley, de preeminencia en materia de derechos humanos de

los tratados y convenciones internacionales aceptados y ratificados por

Guatemala sobre el derecho interno, inclusive la Constitución, y de no

subordinación entre los Organismos del Estado. D) Hechos que Motivan el

Amparo: De los expuestos se resume: a) Que en resolución DGRC guión R

guión cero cero dos guión noventa, del veintidós de agosto de mil novecientos

noventa, previo informe que al respecto rindiera su Departamento de

Organizaciones Políticas, la Dirección General del Registro de Ciudadanos

resolvió no acceder a la solicitud presentada por los mencionados partidos

políticos coaligados de inscripción de candidatos a la Presidencia y

Viceprecidencia de la República, Diputados al Congreso de la República por

lista nacional y Diputados al Parlamento Centroamericano, argumentando: i)


Que no obstante que dichas organizaciones políticas llenan los requisitos

legales para postular candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la

República, existen evidencias en contra de la declaración jurada presentada por

el candidato a Presidente de la República, General José Efraín Ríos Montt,

puesto que está establecido que éste asumió y desempeñó la Jefatura de

Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y dos al ocho de

agosto de mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se encuentra

enmarcada dentro de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la

Constitución Política de la República; ii) que, Con apoyo y coincidiendo con los

criterios sustentados por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de

Abogados, la citada prohibición es de inelegibilidad y no de incompatibilidad,

que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se

materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción

como candidato ante ese Registro, y que no existe irretroactividad en la

aplicación de la prohibición contenida en el precitado artículo 186 inciso a); y III)

que estando las planillas de candidatos a diputados vinculadas a la del cargo de

Presidente de la República, al resolver rechaza todas las candidaturas

propuestas por la referida coalición; b) que en resolución ciento sesenta y ocho

guión noventa, del veintiocho de agosto del presente año, el Tribunal Supremo

Electoral declaró sin lugar el recurso de nulidad que, contra la denegatoria de

inscripción antes relacionada, interpusiera la coalición de partidos políticos

formulante, compartiendo las consideraciones contenidas en la resolución

impugnada; c) que mediante la resolución que señalan como acto reclamado, el

Tribunal Supremo Electoral, a su vez, declaró sin lugar el recurso de revisión

que la misma coalición de partidos políticos presentara contra la resolución


citada en el literal anterior, estimando, entre otros aspectos, que: i) al no tramitar

la nulidad por el procedimiento de los incidentes, no violó el derecho de defensa

de los candidatos propuestos por la coalición, ya que el mismo no es aplicable

al proceso electoral que debe ser breve; ii) que el personero de la coalición

ostenta la representación legal tanto de los partidos políticos, como de los

candidatos por ella propuestos; III) que el Registro de Ciudadanos es un órgano

técnico cuyo Director, teniendo el rango de Magistrado de la Corte de

Apelaciones, tiene facultades jurisdiccionales y, por lo tanto, puede analizar

aspectos de fondo y no solo de forma; iv) que ese Tribunal tiene su propia

interpretación, por lo que no se apoya en ninguna opinión, texto o tratado; v)

que el acto de optar al cargo de Presidente de la República, en el caso del

General Ríos Montt, se produjo cuando la Coalición solicitó su inscripción, acto

el cual es posterior a la vigencia de la Constitución Política de la República,

cuyo artículo 186 inciso a) se está aplicando con posterioridad a dicha vigencia,

aún cuando el hecho generador de la norma corresponda a época pretérita; y

vi) que los tratados internacionales sobre derechos humanos son normas de

naturaleza ordinaria que, a su juicio, jamás pueden ser superiores a la

Constitución Política de la República, a pesar de que ésta admite su

preeminencia sobre el Derecho interno; d) que al negarse la inscripción de

todas las planillas postuladas por esa coalición, se viola el derecho de las

organizaciones políticas que representan a postular candidatos a cargos de

elección popular, mediante la aplicación retroactiva del artículo 186 (inciso a)

constitucional; e) que se violó por parte del Tribunal Supremo Electoral la

garantía de audiencia al resolver los recursos de nulidad y de revisión por ellos

interpuestos, ya que, afirman, si bien la Ley Electoral y de Partidos Políticos


determina que esos recursos se resolverán dentro del término de tres días, no

prohibe la garantía de audiencia que es un derecho humano reconocido por

nuestro sistema e inherente a toda persona humana; f) que se violó la garantía

del debido proceso, primero, al afirmar la autoridad impugnada que el personero

de la coalición ostenta la representación legal de los partidos políticos y de sus

candidatos, porque ni por ministerio de la ley ni por manifestación de voluntad

de dichos candidatos, el mencionado personero tiene dicha representación, sino

únicamente de la coalición; y, segundo, cuando los Magistrados del Tribunal

Supremo Electoral se niegan a aplicar, al resolver los recursos de nulidad y de

revisión, el procedimiento incidental preestablecido por la Ley del Organismo

Judicial para poder afectar los derechos de esa coalición y sus candidatos,

arguyendo que el mismo no es aplicable en el proceso electoral que debe ser

breve, con lo que incumple con la obligación que le impone el artículo 125 inciso

s) de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que sea valedero, a juicio de

los interponentes, el principio de brevedad invocado; g) agregan que también se

viola el debido proceso cuando la autoridad impugnada pretende conferirle

facultades jurisdiccionales al Director General del Registro de Ciudadanos,

pues, sostienen, tanto los partidos políticos coaligados que representan; como

los candidatos por ellos postulados, se vieron afectados en sus derechos por un

funcionario que no está facultado para administrar Justicia, y porque pretender

equipararlo a un Magistrado de la Corte de Apelaciones, "es ir muy lejos"

constituyendo una modificación a la ley asumiendo funciones legislativas que no

le corresponden al aludido Tribunal; h) indican asimismo que se infringe el

debido proceso y el principio contenido en el artículo 203 constitucional, cuando

en las resoluciones avaladas y confirmadas por el Tribunal Supremo Electoral


se afirma, primero, que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente

de la República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al

solicitar su inscripción, y segundo, que JUAN PEREZ no puede ser inscrito

como consecuencia de que la prohibición contenida en el inciso a) del artículo

186 de la Constitución Política, constituye una causal de inelegibilidad y no de

incompatibilidad; al respecto exponen que de la sola lectura de la precitada

norma se establece que no contiene "prohibiciones de inelegebilidad", y que al

sostener tal tesis, la autoridad impugnada, además de que "cae en el mismo

error incurrido por la Corte de Constitucionalidad cuando rindió la opinión

consultiva número 212-89", se arroga la calidad de legislador constituyente para

establecer prohibiciones inexistentes; agregan que lo anterior "es una de las

partes medulares que motivan el presente amparo", puesto que dicho criterio

está creando, a su juicio, graves problemas en el procesó electoral al amenazar

con dejar "sin candidatos a todas las plataformas políticas"; i) siempre respecto

al aludido inciso a) del artículo 186 constitucional, agregan los postulantes que

no es correcto afirmar que los constituyentes quisieron crear causales de

inelegibilidad.

TRAMITE DEL AMPARO:

A)AMPARO PROVISIONAL: Se otorgo.

B)Remisión de antecedentes: Resolución emitida por el Tribunal Supremo

Electoral.

D) Pruebas: a) Fotocopia de la resolución recurrida. b) Presunciones legales y

humanas que se deriven de los hechos probados.

ALEGACIONES DE LAS PARTES:


A)El postulante, al evacuar la audiencia respectiva, reiteró los argumentos

expuestos en el memorial que contiene su solicitud de amparo, haciendo

hincapié sobre la circunstancia de haberse violado sus derechos fundamentales

al ejecutarse dicha disposición y no inscribir su candidatura como candidato a la

Presidencia de la República de Guatemala.

B) El Estado de Guatemala, a través de la Procuraduría General de la Nación,

por medio de su delegada Abogada Karen Barrios, expreso que el acto

reclamado es una resolución dictada por un Órgano Colegiado por lo que no se

ha conculcado derecho constitucional alguno.

C) El Ministerio Público, por medio de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales

Amparos y Exhibición Personal, a través del Agente Fiscal, Abogado Gilberto

Larios, evacuó la audiencia conferida, manifestado que según lo estima esta

fiscalía, las consideraciones jurídicas y fácticas en que descansa el fallo

calificado como agraviante, constituyen el análisis valorativo que el Tribunal

expreso.

CONSIDERADO:

La Constitución Política de la República de Guatemala, establece en el artículo

265 que “…se instituye el amparo con el fin de proteger a las personas contra

las amenazas de violaciones a sus derechos o para restaurar el imperio de los

mismos cuando la violación hubiere ocurrido.

II

El amparista JUAN PEREZ, interpuso acción constitucional de amparo contra la

resolución emitida por el Tribunal Supremo Electoral..

III
Esta Corte Suprema, del estudio de los antecedentes del proceso, la acción de

amparo y las normas aplicables al caso concreto, arriba a la conclusión de que

el Tribunal Supremo Electoral emitió la resolución respectiva apegada a

derecho y actuó con las facultades que le confieren los artículos 203 de la

Constitución Política de la República de Guatemala.

IV.

Las consideraciones anteriores determinan que no se han violado los derechos

reclamados, reconocidos o contenidos en las disposiciones que el formulante

del presente amparo indica, y que se enumeran en la parte de relación de esta

sentencia, y estando la sentencia que se examina apegada a derecho, con las

salvedades ya asentadas en esta parte considerativa en que en esta Corte no

comparte algunas de sus interpretaciones, pero siendo en su conjunto una

valoración finalista de la Constitución Política de la

República, y un valioso instrumento jurídico de protección del

constitucionalismo, del sentimiento constitucional y de los derechos humanos,

esta Corte confirma el fallo venido en grado, incluyendo la revocatoria del

amparo provisional otorgado durante el trámite.

V.

Por la forma en que se resuelve la presente acción y por imperativo legal se

sanciona con multa a la abogada patrocinante, y por no existir sujeto legitimado

para reclamar el pago, se exonera al postulante de la condena en costas.

LEYES APLICABLES:

Articulos citados y 265, 268 y 272 inciso c) de la Constitución Politica de la

República; 2,3,5,6,7,8,9,30,60, 61, 66,114, 115, 149 inciso c), 167, 179, 183, y

185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 17 de


las Disposiciones Reglamentarias y Complementarias 1-89 (Acuerdo 4-89 de la

Corte de Constitucionalidad)

POR TANTO;

LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CAMARA DE AMPARO Y ANTEJUCIO,

con base en lo considerado y leyes citadas, resuelve: Confirma la resolución

emitida por el Tribunal Supremo Electoral, incluida la revocatoria del amparo

provisional y de la orden de inscripción de candidaturas, otorgado durante el

trámite de lo resuelto, devuélvase los antecedentes a donde corresponda.

ENRIQUE JUAREZ

PRESIDENTE

EDMUNDO QUIÑONEZ HECTOR DESCAMPS

MAGISTRADO MAGISTRADO

FERNANDO BARILLAS JOSE ROBERTO MONZON

MAGISTRADO MAGISTRADO

RODRIGO HERRERA MOYA

SECRETARIO GENERAL CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


Amparo No. 1111-2015 Oficial 10. HONORABLE SALA REGIONAL MIXTA DE LA

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD GUATEMALA.

JUAN PEREZ, de datos de identificación conocidos en la Acción de Amparo arriba

identificado, actúa como mi Abogada LINCY VELASQUEZ ORDOÑEZ, señalo como

lugar para recibir notificaciones la Oficina Jurídica ubicada en Quinta Calle dos guión

once zona tres de esta ciudad. Ante los Honorables Magistrados en forma respetuosa

comparezco; y,

E X P O N G O:

1.Me encuentro debidamente notificado de la resolución de fecha emitida por la

Honorable Corte Suprema de Justicia, y comparezco con el objeto de interponer Recurso

de Apelación en base a los siguientes hechos: Que en resolución DGRC guión R guión

cero cero dos guión dos mil quince, del veintidós de agosto del año dos mil quince,

previo informe que al respecto rindiera su Departamento de Organizaciones Políticas, la

Dirección General del Registro de Ciudadanos resolvió no acceder a la solicitud

presentada por el mencionado partido político coaligados de la inscripción de candidatos

a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, Diputados al Congreso de la

República por lista nacional y Diputados al Parlamento Centroamericano, argumento: i)

Que no obstante que dicha organización política llena los requisitos legales para postular

candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, existen evidencias en

contra de la declaración jurada presentada por el Candidato a Presidente de la República

de Guatemala Juan Ignacio Loyola, puesto que está establecido que éste asumió y

desempeño la Jefatura de Gobierno del veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y

dos al ocho de agosto de mil novecientos ochenta y tres, conducta que a su juicio se

encuentra enmarcada dentro de la prohibición contenida en el artículo 186 inciso a) de la

Constitución Política de la República de Guatemala; ii) que, Con apoyo y coincidiendo


con los criterios sustentados por la Corte de Constitucionalidad y el Colegio de

Abogados, la citada prohibición es de inelegibilidad y no de incompatibilidad, que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción como candidato ante ese

Registro; y que no existe irretroactividad en la aplicación de la prohibición contenida en

el precitado artículo 186 inciso a); III) que estando las planillas de candidatos a

diputados vinculadas a la del cargo de Presidente de la República, al resolver rechaza

todas las candidaturas propuestas por el referido Partido Político; b) que en resolución

ciento sesenta y ocho guión noventa, del veintiocho de agosto del presente año, el

Tribunal Supremo Electoral declaro SIN LUGAR el recurso de nulidad que, contra la

denegatoria de inscripción antes relacionada, interpusiera la coalición del partido

político formulante; c) que mediante resolución que señala como acto reclamado, el

Tribunal Supremo Electoral, a su vez, declaró SIN LUGAR el Recurso de Revisión que

el mismo Partido Político presentara contra la resolución citada en la literal anterior,

estimando, entre otros aspectos, que: i) al no tramitar la nulidad por el procedimiento de

los incidentes, no violó el derecho de defensa del candidato propuesto por el Partido

Político, ya que el mismo no es aplicable al proceso electoral que debe ser breve; ii) que

el Registro de Ciudadanos es un órgano técnico cuyo Director, teniendo rango de

Magistrado de la Corte de Apelaciones, tiene facultades jurisdiccionales y, por lo tanto,

puede analizar aspectos de fondo y no solo de forma; iv) que ese tribunal tiene su propia

interpretación, por lo que no se apoya en ninguna opinión, texto o tratado; v) que el acto

de optar al cargo de Presidente de la República, en el caso de Juan Ignacio Loyola, se

produjo cuando el Partido Político solicitó su inscripción, acto el cual es posterior a la

vigencia de la Constitución Política de la República, cuyo artículo 186 inciso a) se está

aplicando con posterioridad a dicha vigencia, aún cuando el hecho generador de la


norma corresponda a época pretérita; y, vi) que los tratados internacionales sobre

derechos humanos son normas de naturaleza ordinaria que, a su juicio, jamás puede ser

superiores a la Constitución Política de la República, a pesar de que ésta admite su

preeminencia sobre el Derecho interno; d) que al negarse a la inscripción de todas las

planillas postuladas por el Partido Político, se viola el derecho de las organizaciones

políticas que representan a postular candidatos a cargos de elección popular, mediante la

aplicación retroactiva del artículo 186 (inciso a) constitucional; e) que se violó por parte

del Tribunal Supremo Electoral la garantía de audiencia al resolver los recursos de

nulidad y de revisión por ellos interpuestos, ya que, afirman, si bien la Ley Electoral y

de Partidos Políticos determina que los recursos se resolverán dentro del término de tres

días, no prohíbe la garantía de audiencia que es un derecho humano reconocido por

nuestro sistema e inherente a toda persona humana; f) que se violó la garantía del debido

proceso, primero, al afirmar la autoridad impugnada que el personero del Partido

Político ostenta la representación legal del Partido Político y de sus candidatos, porque

ni por ministerio de la ley ni por manifestación de voluntad de dichos candidatos, el

mencionado personero tiene dicha representación, sino únicamente del Partido Político;

y, segundo, cuando los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral se niegan a aplicar,

al resolver los recursos de nulidad y revisión, el procedimiento incidental preestablecido

por la Ley del Organismo Judicial para poder afectar los derechos del Partido Político y

sus candidatos, arguyendo que el mismo no es aplicable en el proceso electoral que debe

ser breve, con lo que incumple con la obligación que le impone el artículo 125 inciso s)

de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin que sea valedero, a juicio del

interponente, el principio de brevedad invocado; g) agrega que también se viola el

debido proceso cuando la autoridad impugnada pretende conferirle facultades

jurisdiccionales al Director General del Registro de Ciudadanos, pues, sostiene el


Partido Político que representa; como los candidatos por ellos postulados, se vieron

afectados en sus derechos por un funcionario que no está facultado para administrar

justicia, y porque pretender equipararlo a un Magistrado de la Corte de Apelaciones, es

“es ir muy lejos” constituyendo una modificación a la ley asumiendo funciones

legislativas que no le corresponden al aludido Tribunal; h) indica asimismo que se

infringe el debido proceso y el principio contenido en el artículo 203 constitucional,

cuando en las resoluciones avaladas y confirmadas por el Tribunal Supremo Electoral se

afirma, primero, que la opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la

República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar su

inscripción, y, segundo, que JUAN IGNACIO LOYOLA, no puede ser inscrito como

consecuencia de que la prohibición contenido en el inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, constituye una causal de inelegibilidad y no de incompatibilidad;

al respecto exponen que de la sola lectura de la precitada norma se establece que no

contiene “prohibiciones de inelegibilidad”, y que al mismo sostener la tesis, la autoridad

impugnada, además de que “cae en el mismo error incurrido por la Corte de

Constitucionalidad cuando rindió la opinión consultiva número 212-89”, se arroga la

calidad de legislador constituyente para establecer prohibiciones inexistentes; agrega que

lo anterior “es una de las partes medulares que motivan el presente amparo”, puesto que

dicho criterio está creando, a su juicio, graves problemas en el proceso electoral al

amenazar con dejar “sin candidatos a todas la plataforma política”; i) siempre respecto al

aludido al inciso a) del artículo 186 constitucional, agregan los postulantes que no es

correcto afirmar que los constituyentes quisieron crear causales de inelegibilidad, puesto

que de haber sido esta intención hubieran redactado aquella norma en términos distintos,

semejantes a los utilizados en anteriores Constituciones; por el contrario insisten, la

constituyente eliminó tales prohibiciones contenidas en el artículo 184 de la


Constitución Política de la República de mil novecientos sesenta y cinco, establecido, en

cambio, “limitantes para optar” a los mencionados cargos, lo que a su entender “y el de

todos los sectores políticos e intelectuales del país” constituyen presupuestos para

participar en una elección como candidato, lo hace excediéndose para que ciertas

personas no participen como candidatos, lo hace excediéndose en su facultad de

interpretación y arrogándose la de legislador constituyente, lo cual a su criterio

inaceptable dentro de un régimen de Derecho; j) manifiestan que al afirmar que la

opción a los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República se materializa al

aceptar la proclamación y se formaliza al solicitar la inscripción, el Tribunal impugnado

no tuvo un claro significado de los verbos utilizados, dando lugar a una contradicción

idiomática, teniendo ese argumento, a su parece, un alcance sumamente extensivo y

alejado de toda realidad, pues únicamente puede entrar en la dignidad del mencionado

cargo, quien además de vencer en las elecciones, sea declarado electo e investido como

tal; agregando que, con tal afirmación, el Tribunal Supremo Electoral está

obstaculizando el derecho político de Loyola y de los demás ciudadanos postulados

como candidatos, de tener acceso a las funciones públicas del país, reconocido por la

Convención Americana sobre Derechos Humanos; k) que no comparte el criterio del

Tribunal reclamado, respecto a que la inscripción del candidato por ellos postulado para

el cargo de Presidente de la República deviene improcedente, argumentando que en caso

de resultar electo no tendrá derecho a asumir ese cargo, porque según afirman se parte de

una premisa equívoca, como lo es el de la aplicabilidad de la norma del inciso a) del

artículo 186 constitucional que, por “haber nacido a la vida” en enero de mil novecientos

ochenta y seis, no puede normar hechos acaecidos con anterioridad a su vigencia; por lo

que asimismo sostiene que la conclusión del indicado Tribunal, relativa a que la

precitada norma aplicable aún cuando el hecho generador corresponda a época pretérita,
tampoco es correcta ya que al poder constituyente no puede conferírsele la facultad de

legislar en contra de derechos humanos nacidos y garantizados por la propia

Constitución, ni para que una norma sea aplicada con efectos retroactivos, sin que se

atente “contra la naturaleza del Estado guatemalteco, que es Democrático”; I) expone

que al denegar el Tribunal Supremo Electoral la candidatura de Loyola, argumentando

que la misma encuadra dentro de la prohibición contenida en el inciso a) del varias veces

citado artículo 186, y que el acto de optar el cargo de Presidente de la República por

parte del mencionado ciudadano se ha producido en el momento en que el Partido

Político postulante solicitó su inscripción como candidato, constituye una aplicación

retroactiva de la ley que viola los artículos 2 y 15 de la Constitución Política, primero,

porque la norma en cuestión entró en vigencia el catorce de enero de mil novecientos

ochenta y tres, y segundo, porque el Tribunal impugnado equivoca su propia

interpretación al haberse limitado a la literalidad de esa norma, sin analizar la

Constitución Política “en su conjunto, como un todo”, con lo cual habría concluido

obligadamente que lo que existe es un conflicto de leyes en el tiempo, surgido entre la

actual Constitución Política y la anterior, sin que sea aceptable que la primera sea

contradictoria al establecer en su artículo 15 no retroactividad de la ley y , al mismo

tiempo, contener una norma fundada en hechos “consumados en el pasado”; indican

también, que el Tribunal Supremo Electoral omitió considerar que conforme el artículo

16 Transitorio de la Constitución Política, la Asamblea Nacional Constituyente tendió un

manto de legalidad a los actos de gobierno realizados desde el veintitrés de marzo de mil

novecientos ochenta y dos, oportunidad en la que fue depuesto el General Juan Carlos

Rodas del cargo de Presidente de la República, por haber alterado el orden constitucional

mediante fraude electoral, por lo que, según su criterio, no puede afirmarse que en la

fecha mencionada sucedió una alteración del orden constitucional; m) argumenta,


citando el artículo 5 de la Constitución Política de la República, que en aquellos casos en

que la conducta del gobernado no haya sido normada por la ley anterior, de manera que

no pueda ser considerada prohibida, la realización de esta conducta constituiría el

ejercicio de un derecho adquirido emanado de la ausencia de una ley reguladora,

derecho tutelado, según sostiene, por el orden jurídico que ha otorgado el ciudadano

facultades para obrar discrecionalmente dentro del régimen de legalidad, por lo que

concluye afirmando que el surgimiento de una ley que regule una situación hasta futuro

pues, de lo contrario, se vulneraría el artículo 15 de la ley fundamental aludida; n)

exponen que la autoridad impugnada hizo caso omiso de que para Loyola existía “un

derecho adquirido preconstitucional”, superior al inciso a) del artículo 186 de la

Constitución Política, con base en el precitado artículo 5, constitucional actualmente

vigente y en el artículo 184 de la Constitución vigente hasta el veinticinco de abril de

mil novecientos ochenta y seis; indican asimismo que, de conformidad con el artículo 23

de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, no puede hablarse de

limitaciones, para participar como candidato a un cargo de elección popular por razones

de cargo de situación, como lo sería, afirman, las prohibiciones establecidas en el

artículo 186 constitucional, norma que a su juicio no puede tener aplicabilidad debido a

que el propio poder constituyente, en uso de sus facultades soberanas, “se autolimitó en

el sentido de darle preeminencia a los tratados y convenciones sobre derechos humanos,

aceptados y ratificados por Guatemala, sobre el derecho interno”, el cual incluye a la

propia Constitución Política; ñ) que el Tribunal Supremo Electoral violó los artículos 44

y 46 constitucionales, al aplicar retroactivamente el mencionado artículo 186 y sostener

que los tratados internaciones sobre derechos humanos son normas de naturaleza

ordinaria que jamás estarán por encima de la Constitución Política; y o) finalmente

manifiesta que, contrariamente a lo afirmado por la autoridad impugnada, las


candidaturas a Vicepresidente de la República, Diputados al Congreso por la lista

Nacional y al Parlamento Centroamericano, no estén vinculadas a la del Presidente de la

República por tener ésta la calidad de principal y aquellas de accesorias, porque no

existe ninguna norma que así lo establezca, ya que al referirse al artículo 203 de la Ley

Electoral y de Partidos Políticos a postulaciones vinculadas, ello significa que deberán

presentarse las candidaturas en forma unitaria, pero no que las mismas estén unidas de

manera que la no inscripción del candidato presidencial conlleve el rechazo de las demás

sin motivo alguno. Concretamente solicitaron que, al otorgársele amparo, se deje en

suspenso la resolución señalada como acto reclamado y, consecuentemente,

restableciendo el ejercicio de los derechos políticos del Partido Político que representa y

de los candidatos por éste postulado, se orden a quien corresponda proceder a inscribir

todas las candidaturas presentadas por el Partido Político ALIANZA CIUDADANA.

FUNDAMENTO DE DERECHO:

El artículo 60 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad,

preceptúa: La Corte de Constitucionalidad conocerá de todos los recursos de apelación

que interpongan en materia de amparo.

P E T I C I O N E S:

1. Se tenga por presentado el presente memorial.

2. Se tenga que actúo bajo Procuración, Dirección y Auxilio de mi Abogada LINCY

VELASQUEZ ORDOÑEZ, y se tenga como lugar para recibir notificaciones:

3. Se tenga por interpuesto el Recurso de apelación en contra de la resolución emitida

por la Corte Suprema de Justicia con fecha diecinueve de octubre del año dos mil

quince, y por expuestos mis agravios respectivos, en relación al Recurso de Apelación.


4. Que la Honorable Corte de Constitucionalidad, al resolver declare CON LUGAR, el

RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO, por encontrarse ajustada a derecho y a

las constancias procesales.

5. Se me restituya en el goce de mis derechos civiles y políticos.

6.Se condene a la autoridad recurrida a las costas de ley.

CITA DE LEYES: El artículo citado y 28 de la Constitución Política de la República de

Guatemala; 265, 268 y 272 inciso c) de la Constitución Politica de la República;

2,3,5,6,7,8,9,30,60, 61, 66,114, 115, 149 inciso c), 167, 179, 183, y 185 de la Ley de

Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 17 de las Disposiciones

Reglamentarias y Complementarias 1-89 (Acuerdo 4-89 de la Corte de

Constitucionalidad); 141-142-142Bis-143 de la Ley del Organismo Judicial.

Acompaño doce copias del presente memorial.


Guatemala, 31 de octubre de 2015.

La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), ha recibido más de mil denuncias por
retrasos en la entrega de su Documento Personal de Identificación (DPI) por esa razón
decidió interponer un amparo la mañana de este jueves en la Corte Suprema de Justicia
(CSJ) en contra del Registro Nacional de las Personas (Renap) y la Procuraduría General
de la Nación (PGN).

Corte de Constitucionalidad. Guatemala. GuatemalaEdmundo Vásquez Martínez,

de 60 años de edad, casado, guatemalteco,abogado y notario, con domicilio en

Quetzaltenango, señalo como lugar pararecibir notificaciones la oficina jurídica ubicada

en tercera avenida doce guionveintidós de la zona uno municipio de Guatemala –

departamento deGuatemala, comparezco con el auilio, dirección y procuración

delecelentísimo profesional del !erec"o #uan $anuel %&s'uez (ivera, conel objeto de
plantear garantía constitucional, de amparo, ante esta"onorable corte de conformidad con

la siguiente relación de)

HECHOS

a*

AUTO!"A" !M#UG$A"A%

la autoridad impugnada es la +orteuprema de #usticia, toda vez 'ue fue esta entidad la

emisora deesta resolución de fec"a veintis-is de septiembre de dos mil trece'ue violenta

mis derec"os.b*

ACTO EC&AMA"O%

/nterpongo la presente ++/12 !3 $4(1 contra lasiguiente actuación) (esolución

con fec"a veintis-is de septiembre del añodos mil trece dictada por la +orte uprema de

#usticia en su +&mara 4enalc*

"E& AM#A!STA%

comparezco a solicitar amparo toda vez 'ue measiste el derec"o por ser directamente

afectado por la emisión delacto reclamado y siendo parte del proceso penal 5557080

tramitadapor el oficial s-ptimo del tribunal primero de sentencia penal, en micalidad de

sindicado, me asiste la legitimidad activa d*

AGOTAM!E$TO "E ECUSOS !$TE$OS O"!$A!OS%

3mitida lasentencia condenatoria y "abi-ndose agotado los recursos ordinarios por

plantear, siendo el 9nico el amparo

A$TECE"E$TES

/.3n el año 7080 en el tribunal8ro de sentencia penal deQuetzaltenango emitió una

sentencia condenatoria contra el señor

Edmundo Vásquez Martínez


conden&ndolo por el delito de torturacon la pena de prisión de :0 años//.3n el año 7088

la +orte de apelaciones de apelaciones, sala 'uintade Quetzaltenango, confirmo el

fallo///.3n el año 7087 la +orte uprema de #usticia conoció sobre lacasación emitiendo

la resolución correspondiente el día primero deseptiembre del 708: denegando la

casación.

/%.;a resolución fue notificada al abogado defensor y al sindicado eldia dos de

septiembre del 708:

AGAV!O%

e me est& violentando el derec"o 'ue me asiste y est& consagrado en

la+onstitución 4olítica de la (ep9blica de Guatemala, del principio de

legalidad'ue no "ay pena sin ley anterior, puesto 'ue se me sindica del delito de

tortura,tipo penal 'ue no estaba regulado en nuestra legislación en el momento

'ue sesucedieron los "ec"os, ya 'ue entro en vigencia en el año

8<<=. sí mismo se me est& violentando el derec"o de libertad de acción,consa

grado en la +onstitución 4olítica de la (ep9blica de Guatemala, ya 'uetal delito

no se encontraba vigente al momento de la perpetración de los"ec"os y yo

podía actuar en ese momento en base a lo 'ue la ley no mepro"ibía

#ETE$S!'$%

Que se emita una nueva resolución para garantizar y proteger los

derec"osviolentados.Que se deje sin efecto la resolución correspondiente a la

casación, emitida por la +orte uprema de #usticia.

#UE(AS%"ocumental%

(esolución de la sentencia condenatoria en contra del señor 3dmundo%&s'uez

$artínez
-

(esolución de la +orte de apelaciones, confirmando el fallo.

(esolución de la c&mara penal de la +orte uprema de #usticia, denegandola

casación.

)U$"AME$TOS "E "EECHO%Sustanti*o%

artículo =, 85, 78 de la +onstitución 4olítica de la (ep9blica deGuatemala.

Ad+eti*o%

rtículo > ;ey de amparo, 3"ibición personal e

/nconstitucionalidad, rtículo 76= +onstitución 4olítica de la (ep9blica de

Guatemala.

&a constitucin de la re-/lica de Guatemala

en su artículo 76= indica

#OCE"E$C!A "E& AM#AO%

se instituye el amparo con el fin de proteger a las personas contra las

amenazas de violaciones a sus derec"os o para restaurar elimperio de los

mismos cuando la violación "ubiere ocurrido? @

&a &e0 de Am-aro, E12i/icin #ersonal 0 "e Constitucionalidad esta/lece

)en cual'uier estado del procedimiento, antes de dictar sentencia y a petición

delinteresado o de oficio, los tribunales de amparo tiene facultad para acordad

lasuspensión condicional del acto, resolución o procedimiento reclamado.A,

!$TEES "E TECEOS E$ E& AM#AO%

@ i la autoridad, persona impugnadao el solicitante de amparo tuviesen

conocimiento de 'ue alguna persona tieneinter-s directo en la subsistencia o

suspensión del acto? est&n obligados a"acerlo saber al tribunal? el tribunal de


amparo dar& audiencia a dic"a personaen la misma forma 'ue el $inisterio

49blico, teni-ndosela como parte.A

E)ECTOS"E& AM#AO%

@;a declaración de procedencia del amparo tendr& los siguientesefectos)

a3

dejar en suspenso, en cuanto al reclamante, la ley, el reglamento, resolución

oacto impugnados y en su caso, el restablecimiento de la situación jurídica

afectadao el cese de la medida?A ;os artículos : y < de la ;ey del 1rganismo

#udicial3stablecen)

#!MAC!A "E &A &E4%

@contra la observancia de la ley no puedealegarse ignorancia, desuso,

costumbre o practica en contrarioA.

SU#EMAC!AO"E &A CO$ST!TUC!O$ 4 5EA6U!A $OMAT!VA%

@;os tribunales observar&nsiempre el principio de la #erar'uía normativa y de

supremacía de la constituciónde la (ep9blica?A

&A "E&CAAC!O$ AME!CA "E &OS "EECHOS 4 "E(EES "E& HOM(E

indica en su capítulo primero artículo B%/// 'ue toda persona puede acudir a

lostribunales para "acer así mismo debe disponer de un procedimiento sencillo

ybreve por el cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad 'ue violen,

enperjuicio suyo algunos de los derec"os fundamentales

consagradoconstitucionalmente.A

&A CO$VE$C!O$ AME!CA$A SO(E "EECHOS HUMA$OS

indica en suartículo >C. Garantías #udiciales inciso 8C. Doda persona tiene

derec"o a ser oídacon las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por

un juez o tribunalcompetente, independiente e imparcial?


#ET!C!'$%"E T7M!TE%a3

Que con el presente memorial y documentos adjuntos se forme elepediente

respectivo.

/3

Que se tenga como lugar para recibir notificaciones de mi parte en latercera

avenida doce guion veintidós de la zona uno municipio deGuatemala – !

epartamento de Guatemala oficina del abogadoauiliante a 'uien confiero la !

irección y 4rocuración del presente asunto.

c3

Que se tenga por interpuesta de nuestra parte

ACC!O$CO$ST!TUC!O$A& "E AM#AO

en contra de la +orte uprema de#usticia.

d3

Que se tengan por ofrecidos por nuestra parte los medios de

pruebadebidamente individualizado y por acompañados los documentos

adjuntos.

"E )O$"O%

Que llegado el momento de la resolución final, al resolverse en forma definitiva

lapresente acción de amparo

SE "EC&AE%a3CO$ &UGA

la presente

ACC!O$ CO$ST!TUC!O$A& "E AM#AO/3

en consecuencia se revo'ue la resolución recurrida y 'ue se ordene emitir nueva

resolución la 'ue en derec"o corresponde.

C!TA "E &E4ES%


Eundo mi petición en la ley citada y en los artículos 8 al >8 y 806 de la ;ey de

mparo, 3"ibición 4ersonal y de +onstitucionalidad:0 de septiembre de 708: 

ruego del presentado 'uien de momento no puede firmar en su uilio, !

ireccióny 4rocuración

/%.;a resolución fue notificada al abogado defensor y al sindicado eldia dos de

septiembre del 708:

AGAV!O%

e me est& violentando el derec"o 'ue me asiste y est& consagrado en la+onstitución

4olítica de la (ep9blica de Guatemala, del principio de legalidad'ue no "ay pena sin ley

anterior, puesto 'ue se me sindica del delito de tortura,tipo penal 'ue no estaba regulado

en nuestra legislación en el momento 'ue sesucedieron los "ec"os, ya 'ue entro en

vigencia en el año 8<<=. sí mismo se me est& violentando el derec"o de libertad de

acción,consagrado en la +onstitución 4olítica de la (ep9blica de Guatemala, ya 'uetal

delito no se encontraba vigente al momento de la perpetración de los"ec"os y yo podía

actuar en ese momento en base a lo 'ue la ley no mepro"ibía

#ETE$S!'$%

Que se emita una nueva resolución para garantizar y proteger los derec"osviolentados.

Que se deje sin efecto la resolución correspondiente a la casación, emitida por la +orte

uprema de #usticia.

#UE(AS%"ocumental%

-
(esolución de la sentencia condenatoria en contra del señor 3dmundo%&s'uez $artínez

(esolución de la +orte de apelaciones, confirmando el fallo.

(esolución de la c&mara penal de la +orte uprema de #usticia, denegandola casación.

)U$"AME$TOS "E "EECHO%Sustanti*o%

artículo =, 85, 78 de la +onstitución 4olítica de la (ep9blica deGuatemala.

Ad+eti*o%

rtículo > ;ey de amparo, 3"ibición personal e /nconstitucionalidad, rtículo 76=

+onstitución 4olítica de la (ep9blica de Guatemala.

&a constitucin de la re-/lica de Guatemala

en su artículo 76= indica

#OCE"E$C!A "E& AM#AO%

se instituye el amparo con el fin de proteger a las

personas contra las amenazas de violaciones a sus derec"os o para restaurar elimperio de

los mismos cuando la violación "ubiere ocurrido? @

&a &e0 de Am-aro, E12i/icin #ersonal 0 "e Constitucionalidad esta/lece

)en cual'uier estado del procedimiento, antes de dictar sentencia y a petición

delinteresado o de oficio, los tribunales de amparo tiene facultad para acordad

lasuspensión condicional del acto, resolución o procedimiento reclamado.A,

!$TEES "E TECEOS E$ E& AM#AO%


@ i la autoridad, persona impugnadao el solicitante de amparo tuviesen conocimiento

de 'ue alguna persona tieneinter-s directo en la subsistencia o suspensión del acto? est&n

obligados a"acerlo saber al tribunal? el tribunal de amparo dar& audiencia a dic"a

personaen la misma forma 'ue el $inisterio 49blico, teni-ndosela como parte.A

E)ECTOS"E& AM#AO%

@;a declaración de procedencia del amparo tendr& los siguientesefectos)

a3

dejar en suspenso, en cuanto al reclamante, la ley, el reglamento, resolución oacto

impugnados y en su caso, el restablecimiento de la situación jurídica afectadao el cese de

la medida?A ;os artículos : y < de la ;ey del 1rganismo #udicial3stablecen)

#!MAC!A "E &A &E4%

@contra la observancia de la ley no puedealegarse ignorancia, desuso, costumbre o

practica en contrarioA.

SU#EMAC!AO"E &A CO$ST!TUC!O$ 4 5EA6U!A $OMAT!VA%

@;os tribunales observar&nsiempre el principio de la #erar'uía normativa y de

supremacía de la constituciónde la (ep9blica?A

&A "E&CAAC!O$ AME!CA "E &OS "EECHOS 4 "E(EES "E& HOM(E

indica en su capítulo primero artículo B%/// 'ue toda persona puede acudir a

lostribunales para "acer así mismo debe disponer de un procedimiento sencillo ybreve

por el cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad 'ue violen, enperjuicio suyo

algunos de los derec"os fundamentales consagradoconstitucionalmente.A

&A CO$VE$C!O$ AME!CA$A SO(E "EECHOS HUMA$OS

indica en suartículo >C. Garantías #udiciales inciso 8C. Doda persona tiene derec"o a

ser oídacon las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o

tribunalcompetente, independiente e imparcial?


#ET!C!'$%"E T7M!TE%a3

Que con el presente memorial y documentos adjuntos se forme elepediente respectivo.

/3

Que se tenga como lugar para recibir notificaciones de mi parte en latercera avenida

doce guion veintidós de la zona uno municipio deGuatemala – !epartamento de

Guatemala oficina del abogadoauiliante a 'uien confiero la !irección y 4rocuración del

presente asunto.

c3

Que se tenga por interpuesta de nuestra parte

ACC!O$CO$ST!TUC!O$A& "E AM#AO

en contra de la +orte uprema de#usticia.

d3

Que se tengan por ofrecidos por nuestra parte los medios de pruebadebidamente

individualizado y por acompañados los documentos adjuntos.

"E )O$"O%

Que llegado el momento de la resolución final, al resolverse en forma definitiva

lapresente acción de amparo

SE "EC&AE%a3CO$ &UGA

la presente

ACC!O$ CO$ST!TUC!O$A& "E AM#AO/3

en consecuencia se revo'ue la resolución recurrida y 'ue se ordene emitir nueva

resolución la 'ue en derec"o corresponde.

C!TA "E &E4ES%


Eundo mi petición en la ley citada y en los artículos 8 al >8 y 806 de la ;ey de mparo,
3"ibición 4ersonal y de +onstitucionalidad:0 de septiembre de 708:  ruego del
presentado 'uien de momento no puede firmar en su uilio, !ireccióny 4rocuración

Potrebbero piacerti anche