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SYSTEM CENTER
PROGRAMA: AUXILIAR DE ENFERMERÍA
II SEMESTRE
SAN JUAN DEL CESAR – LA GUAJIRA
2020
INTRODUCCIÓN
La placenta previa designa al tejido placentario que cubre cualquier porción del
orificio cervical interno. Una placenta se denomina baja cuando el borde placentario
no cubre el orificio interno, pero está a menos de 2 cm de él.
Multiparidad
Cesárea previa
Anomalías uterinas que inhiben la implantación normal (p. ej., miomas, legrado
previo)
Tabaquismo
Embarazo multifetal
Edad materna avanzada
COMPLICACIONES
Para las pacientes con placenta previa o una placenta de implantación baja, los
riesgos incluyen mala presentación fetal, rotura prematura de membranas
pretérmino, restricción del crecimiento fetal, vasa previa e inserción velamentosa
del cordón umbilical (en el cual el extremo placentario del cordón se compone de
vasos umbilicales divergentes rodeados solo por las membranas fetales).
En las mujeres que han tenido una cesárea previa, la placenta previa aumenta el
riesgo de placenta acreta; el riesgo aumenta significativamente a medida que
aumenta el número de partos por cesárea previos (de alrededor del 10% si han
tenido un parto por cesárea a > 60% si han tenido > 4).
SIGNOS Y SÍNTOMAS
En general, los síntomas comienzan durante la parte final del embarazo. Luego
empieza un sangrado vaginal repentino e indoloro; la sangre puede ser rojo brillante
y abundante, a veces incluso con shock hemorrágico. En algunas pacientes, hay
contracciones uterinas con el sangrado.
DIAGNÓSTICO
Ecografía Transvaginal
La placenta previa debe tenerse en cuenta en toda mujer con sangrado vaginal
después de las 20 semanas. Si se encuentra una placenta previa, el tacto vaginal
puede aumentar el sangrado, y a veces causa una hemorragia repentina y masiva;
por lo tanto, si se produce un sangrado vaginal después de las 20 semanas, el
examen pelviano digital está contraindicado a menos que primero se haya
descartado la placenta previa mediante una ecografía.
Aunque la placenta previa es más probable que cause sangrado abundante,
indoloro, de sangre de color rojo brillante más que en el desprendimiento prematuro
de placenta, la diferenciación clínica aún no es posible. Así, en general se necesita
la ecografía para distinguirlas. La ecografía transvaginal es un método seguro para
diagnosticar una placenta previa.
En todas las mujeres con una placenta previa sintomática, está indicada la
monitorización de la frecuencia cardíaca fetal.
TRATAMIENTO
Si la mujer está estable, el parto se realiza entre las 36 semanas/0 días y las 37
semanas/0 días
El momento del parto depende del bienestar materno y/o fetal. Si el paciente está
estable, el parto se puede hacer a las 36 semanas/0 días a 37 semanas/0 días. La
documentación de la madurez pulmonar ya no es necesaria (2).
El parto se realiza por cesárea debido a placenta previa. El parto vaginal puede ser
posible en mujeres con placenta baja si el borde placentario está entre 1,5 y 2 cm
del orificio cervical y el médico se siente cómodo con este método.
En la mayor parte de los casos esta patología no presenta síntomas, por lo que la
mayoría de los diagnósticos tienen lugar en controles sanitarios rutinarios durante
el embarazo. Sin embargo, existe la probabilidad de que se desarrollen algunos
indicios que pueden indicar la presencia de hiperglucemia:
Náuseas y vómitos.
Pérdida de peso.
Fatiga.
Visión borrosa.
Infecciones recurrentes, sobre todo en vagina, vejiga y piel.
Aumento considerable de hambre y sed.
DIAGNÓSTICO
La diabetes gestacional no sólo afecta a la madre, sino que el bebé también puede
sufrir consecuencias debido a que su organismo depende sobremanera del de su
madre durante la gestación. Los riesgos para la madre son los típicos de una
hiperglucemia, que si no es tratada de forma correcta puede provocar graves daños
en los tejidos y en el organismo en general. Además, una mujer que haya
presentado esta patología durante la gestación es propensa a padecer diabetes
entre los cinco y los diez años posteriores al embarazo.
En el caso del bebé, las consecuencias son de otro tipo. El feto se desarrolla gracias
a los nutrientes que recibe de la madre. Si ésta tiene un exceso de glucosa, el bebé
recibirá más de la que necesita y los excedentes se almacenarán como grasa, lo
que eleva el riesgo de que aumente considerablemente de peso y desarrolle una
macrosomía. Al incrementar el bebé de tamaño, hay más posibilidades de sufrir
complicaciones durante el parto, como un posible desagarro para la madre o una
lesión física en el bebé, por lo que en muchos de estos casos se suelen practicar
cesáreas.
Además, cuando el feto está desarrollándose y recibe altos niveles de glucosa, su
páncreas actúa produciendo más insulina para poder metabolizarla, por lo que los
recién nacidos que se han gestado en estas condiciones pueden tener niveles de
glucosa bajos y presentar diabetes y problemas respiratorios.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
Cesárea
La cesárea es una operación para sacar al bebé a través del vientre de la madre.
Una mujer con diabetes mal controlada tiene una probabilidad más alta de requerir
una cesárea. Cuando el bebé nace por cesárea, a la madre le toma más tiempo
recuperarse del parto.
Presión arterial alta (preclamsia)
Cuando una mujer embarazada presenta presión arterial alta, proteína en la orina y
una inflamación frecuente en los dedos de las manos y los pies que no se alivia,
puede ser que tenga preclamsia. Este es un problema grave que amerita ser vigilado
muy de cerca por el médico. La presión arterial alta puede causar daños tanto a la
madre como a su bebé en gestación. Puede provocar un nacimiento prematuro del
bebé y también convulsiones o accidentes cerebrovasculares (un coágulo
sanguíneo o sangrado en el cerebro con posible daño cerebral) en la mujer durante
el trabajo de parto y el alumbramiento. Las mujeres con diabetes tienen presión
arterial alta con más frecuencia que las mujeres que no la tienen.
Las personas con diabetes que toman insulina u otros medicamentos para la
diabetes puede que sufran una baja en su nivel de azúcar en la sangre. El bajo nivel
de azúcar en la sangre puede ser grave y hasta mortal si no se atiende rápidamente.
Las mujeres pueden evitar una disminución peligrosa de su azúcar en la sangre si
vigilan cuidadosamente sus niveles y se tratan en forma oportuna.
Dado que el embarazo produce cambios en las necesidades de energía del cuerpo,
los niveles de azúcar en la sangre pueden cambiar muy rápido. Revise su azúcar
en la sangre a menudo, como se lo indique su médico.
4. Tome insulina, si la necesita
Algunas veces las mujeres con diabetes gestacional necesitan tomar insulina. Si su
médico le prescribe insulina, utilícela como se lo indica para controlar su azúcar en
la sangre.