Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
- 3 y 4 de febrero de 1820
Con la toma de Valdivia, Cochrane no tan sólo
reivindicó sus pocas afortunadas actuaciones contra
las fuerzas navales españolas de El Callao, sino que
además, consolidó el dominio del mar para Chile y la
independencia de la nación.
A+A-
Su derrotero les llevaría hacia el sur del país, con el fin de integrar tierras
desconocidas entre Valparaíso y el Estrecho de Magallanes.
Fue así como dos semanas más tarde encontraron un puerto del que tomaron
posesión en nombre del rey Carlos V y de su vasallo el gobernador Pedro de
Valdivia.
Hay que recordar que el año anterior ellos habían dado muerte al gobernador
Martín García Óñez de Loyola, en un enfrentamiento que pasaría a la historia
como “desastre de Curalaba”, en las cercanías del río Lumaco.
En 1602 se funda el fuerte “Trinidad” en un esfuerzo por repoblar la ciudad,
la que debió ser abandonada dos años más tarde.
Lord Cochrane
Es a fines de 1817, cuando el agente del Gobierno de Chile en Londres don
José Álvarez Condarco, propuso a Lord Thomas Cochrane 10º conde de
Dundonald, para hacerse cargo de la organización de la escuadra marítima
de Chile. Se trataba de quitar a los españoles el dominio del Pacífico, que
aún subsistía amparado en fortificaciones como El Callao, Valdivia y Chiloé.
Puntos de apoyo que le permitían abastecer sus embarcaciones y la conexión
con el preciado virreinato del Perú.
A fines de ese mes, nuevamente el marino inglés navegaba hacia el sur. Esta
vez con el apoyo de Ramón Freire, intendente de Concepción quien le facilitó
250 hombres que fueron embarcados en la O’Higgins, la goleta Moctezuma
y el bergantín Intrépido.
En la tarde del día siguiente los dos pequeños buques avanzaron hacia la
costa enfrentado la caleta Aguada del Inglés, sin despertar sospechas en un
primer momento.
Con los soldados y los botes de desembarco escondidos intentaron una
sorpresa que sólo funcionó a medias, pero a pesar de todo Cochrane impulsó
al combate a sus hombres que debían enfrentarse a una guarnición defendida
por 10 baterías que contaba con 110 cañones de bronce en su mayoría de
calibre 24, colocados estratégicamente para destrozar cualquier embarcación
que se arriesgara a entrar al fondeadero.
El fuerte San Carlos fue tomado casi sin resistencia por parte de sus
defensores; siguiendo los soldados chilenos con la toma de los fuertes del
Barro, Amargos y Chorocamayo. Pánico y desconcierto entre los defensores
dio lugar a que algunos fuertes fueran entregados prácticamente sin luchar.
Cae Corral
Corral era un fuerte inexpugnable, era el más importante en ese sector y
residencia del gobernador de la plaza y su Estado Mayor. Beauchef fue
informado que esa fortificación poseía tres puertas y ordenó efectuar los
ataques por esos tres lados y por un forado que se había originado al
desplomarse una muralla.
Luego de una lucha rápida y violenta los chilenos se adueñaron del fuerte y
tomaron numerosos prisioneros, incluido el Gobernador coronel Fausto del
Hoyo, quien con una botella de ron esperó la llegada de lo que creyó era un
ejército numeroso. Cuando fue informado que sólo 310 hombres habían
participado en esta batalla, no podía creer que tan pocos hombres habían
logrado vencer las temibles e inexpugnables fortificaciones de las que tanto
se enorgullecía el imperio español.
Pero todavía quedaba por tomar las fortificaciones del lado norte del río la
isla Mancera y el pueblo de Valdivia, lo que se logró con un mínimo esfuerzo
de los soldados de la Escuadra, ya que la desordenada acción de los soldados
que huían impidió a los españoles planificar una defensa oportuna.
RDF
imprimir
RSS
Reportar
Citar
Presentación
Documentos
Imágenes
Cronología
Bibliografía
Links
A lo largo de todo el período colonial, Valdivia desempeñó un papel estratégico y decisivo
no sólo para resguardar la colonización del Reino de Chile, sino también para la defensa
de todas las posiciones españolas en el Mar del Sur; puesto que era el lugar perfecto para
el reabastecimiento de las expediciones enemigas que lograban sortear con éxito la
travesía del Estrecho de Magallanes y donde, además, éstas podían establecer un
peligroso entendimiento con los indígenas de la región.
La fundación de Valdivia data de 1552 y para su emplazamiento se escogió un lugar en la
desembocadura de un extenso sistema fluvial, que reunía condiciones de seguridad y
permitía acceder a un amplio territorio, abundante en población y recursos naturales. Sus
primeros años de vida no fueron fáciles. A la permanente hostilidad de los indígenas se
agregó la escasez de metales preciosos y el reducido aumento de la población blanca, ya
que los colonos hispanos siempre estaban dispuestos a abandonar su condición de
vecinos para partir a otros lugares en busca de fortuna. En 1575, la incipiente villa resultó
seriamente afectada por un terremoto; y dos décadas más tarde fue abandonada, como
consecuencia del alzamiento mapuche de 1598.
El abandono de la ciudad representaba un poderoso atractivo para los enemigos de la
corona española, ya que disponían allí de un sitio para establecerse e introducir una cuña
en los dominios hispanos del Pacífico. La oportunidad fue aprovechada en 1643 por
una expedición holandesa, que intentó sin éxito colonizar la región. La evidencia del
peligro convenció al monarca Felipe IV para ordenar la pronta repoblación de la ciudad y
dotarla de un complejo sistema de fortificaciones artilladas. La tarea fue confiada a
Antonio de Toledo, hijo del virrey del Perú, quien encabezó una expedición de diecisiete
galeones y mil ochocientos hombres, provistos de lo necesario para construir las defensas
costeras, disponer las baterías, poblar el asentamiento e instalar ahí un cuerpo del ejército
del rey. El diseño de la obra fue responsabilidad del propio Toledo, que concibió la
protección del ingreso al estuario del río Valdivia con fuego cruzado de artillería desde el
frente y los costados, proveniente de los castillos-fortalezas de Mancera, Niebla, Corral y
Amargos; los trabajos estuvieron concluidos hacia 1680.
El complejo defensivo valdiviano fue reacondicionado y reforzado a partir de 1764, con
ocasión de la Guerra de los Siete Años entre España e Inglaterra. El estudio y ejecución
del proyecto fue encomendado por Carlos III a profesionales del Real Cuerpo
de Ingenieros Militares, quienes ampliaron y mejoraron las instalaciones hasta convertirlas
en la principal fortaleza hispana del Pacífico. El bastión de Valdivia permaneció
inexpugnable a los enemigos de España durante el período colonial y sólo fue sometido al
final de las guerras de Independencia
Mapa realizado por Levinus Hulsius en 1599 y titulado "Nova et exacta delineatio Americae
(Sección sur)". En él aparecen Valparaíso, Santiago, Concepción y Valdivia.