El kichwa es una de las 14 lenguas ancestrales que se hablan en nuestro país, y
está reconocido en la Constitución ecuatoriana, junto con el castellano y el shuar, como idioma oficial de relación intercultural. Esta lengua es hablada en 13 provincias del Ecuador y, como todos los idiomas, cuenta con variantes, que dependen del sitio donde se hable. De hecho, nuestro kichwa es una variante del quechua que se habla solo en nuestro territorio. La particularidad de la variante ecuatoriana es que no cuenta con las vocales –e y –o (de ahí que se llame kichwa y no quechua). Pese a que es uno de los idiomas más hablados en Ecuador, poco es lo que sabemos de él. De hecho, aún son escasos y poco difundidos los estudios que existen sobre esta lengua en nuestro país, lo cual es lamentable, porque al conocer este idioma (y los idiomas ancestrales) seríamos capaces de acercarnos más a nuestras raíces y de entender nuestro mundo. Por ejemplo, saber kichwa nos puede dar muchas luces sobre nuestra variante del español, salpicada de varias palabras de esta lengua que usamos en el lenguaje coloquial, especialmente en la Sierra. Pensemos, por ejemplo, en chuchaqui, llucho, chaquiñán, guambra, huasipichay, carishina, chachay y tantas otras palabras procedentes de esta lengua que forman parte de nuestra cotidianidad y han sido adaptadas al español. Qué interesante sería no solo usarlas sino entenderlas. El hecho de que el kichwa sea una lengua aglutinante (es decir, que se forma con la unión de varios afijos o varias palabras) permite que en una sola palabra se unan varios conceptos. Por ejemplo, chaquiñán es la unión de chaqui (pie) y ñan (camino) o carishina se forma con cari (hombre) y shina (como, parecido a). El huasipichay está formado de la unión de la palabra huasi (casa) y una forma del verbo pichana (barrer). En fin, me parece que es importante que tomemos en cuenta que conocer este idioma (y si es posible otros ancestrales) nos reivindica como ecuatorianos y nos ayuda muchísimo a entendernos. A ciencia cierta no se sabe en dónde nació la lengua de los habitantes del Tawantinsuyu (tawa, inti, suyu; cuatro regiones del sol). Existen varias versiones en torno al origen de la lengua kichwa. Alfredo Torero (lingüista peruano) dice que la mayor fragmentación del Qechwa ocurrió en el Ecuador porque se mezcló con las lenguas originarias prekichwas antes de la llegada de los Inkas, el kichwa parece ser que era una “LENGUA FRANCA” y se extendió de una forma amplia. Antes de la llegada de los Inkas, en lo que hoy es el Ecuador, estaba poblado por distintos pueblos originarios así como: los paltas, cañaris, warankas, puruwaes, panzaleos, hampatus, kitu-karas, otavalos, imbayas, karankis, killasinkas, pastos, y otros en el Punasuyu (región altiplano). Además, otros pueblos en el Kuntisuyu (región costa), como en el Antisuyu (región oriental). Cada pueblo contaba con su propia lengua, cultura, medicina, tecnología, espiritualidad, educación, economía, sabiduría y gobierno. Antigua lengua hablada por los Incas -cuyo significado es «Lengua de Hombres»- que fue introducida por éstos en todos los pueblos conquistados. “La lengua quichua fue traída por los incas, por ellos fue impuesta a los vencidos; por ellos fue generalizada en las provincias conquistadas. Más tarde, los sacerdotes católicos no solo la propagaron y difundieron, sino que autoritativamente la convirtieron en lengua general y obligatoria para los Indios” (González Suárez).