La educación virtual un compromiso de aprendizaje personal

Claudia Liliana Roldán Mejía

Profesor Consultor
Martha Johanna Merchán Ramírez

Universidad de Santander
Especialización en aplicación de tic para la enseñanza
Tuluá – Valle del Cauca
Febrero 2, 2020

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 La educación virtual un compromiso de aprendizaje personal

Desde finales del siglo pasado científicos, maestros, teóricos, pedagogos, entre
muchos otros, han establecido características del proceso enseñanza-aprendizaje-
evaluación en entornos virtuales de aprendizaje, resaltando que facilitan tareas, acceso
a educación, respeto a la diversidad, respeto al ritmo y nivel de aprendizaje, intereses y
expectativas que permiten de forma práctica y mediante el uso del computador e
internet integrar estos procesos. De igual modo, se han realizado numerosos estudios
sobre el desarrollo de habilidades cognitivas y metacognitivas, a continuación se
presentan las potencialidades de estas habilidades en entornos virtuales de aprendizaje
mencionando características de dichas estrategias, importancia de la n-etiqueta en
dicho entorno y el contraste con la educación presencial.

La educación virtual favorece el fortalecimiento de habilidades en el estudiante

mediante el uso de internet, posibilitando la inserción de esté en un ambiente amigable
y de manejo intuitivo, generando como destreza privilegiada la comunicación escrita,
con ella el aprendizaje se convierte en un proceso que obliga a la planificación de
tiempo, generando autoconciencia, compromiso, motivación y posibilidad de lograr los
resultados esperados, a través de sus propios intereses, de igual forma exige la lectura
como aliada, insumo imprescindible para dar significado y sustento a nuestras ideas,
soporte que exige una relación estrecha con los procesos cognitivos y metacognitivos,
así como puede aseverarse a partir de que “Saber que la lectura exige a nuestro
cerebro y cómo ello contribuye a nuestra capacidad de pensar, sentir, deducir y
comprender a los demás seres humanos es hoy imprescindible, cuando estamos en
plena transición de un cerebro lector a otro cada vez más digital” (Wolf, 2008,20).

Por otro lado, el estudiante que opta por el modelo de aprendizaje virtual debe
ser reflexivo y crítico frente a la búsqueda y manejo de información, esto porque la
gestión de contenido es un factor de éxito o fracaso, por ende la lectura crítica es
preponderante para generar innovaciones o nuevos constructos desde la información

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disponible y usada, como nos explica García Carrasco (2013) sobre el funcionamiento
como “nuestro cerebro establece conexiones entre estructuras, originalmente
dedicadas a otras funciones básicas, y de la aptitud para reorganizar sus conexiones,
como fruto de la experiencia (acción reflexiva) y como resultado de la deliberación sobre
las consecuencias (predicción): el empleo de la inteligencia potencial del instrumento”.

Las bondades de la virtualidad permiten al estudiante resolver sus dudas, usar

medios de comunicación dispuestos para resolución de ellas, a través de foros, uso de
correo, blog, aplicaciones con Whatsaap, entre otros. Es entonces, en este proceso de
enseñanza – aprendizaje donde las variables personales se ponen en juego, los propios
procesos mentales se deben estar revisando, el estudiante comprende que ser
consciente de su cognición durante el desarrollo de las actividades le permite valorar
que conoce, que desconoce, que limita su conocimiento, se ponen en juego no solo
conocimientos, sino creencias que pueden llegar a comparar con otros participantes del
proceso, hacer diferenciación, reconocer habilidades propias y ajenas, gustos,
tendencias, aptitudes.

Sin lugar a dudas cada estudiante vivencia procesos personales de crecimiento,

de acuerdo con la naturaleza de las tareas que enfrente, según el grado de dificultad,
consintiendo la selección de procedimientos para la resolución de las mismas. Es una
reflexión continua que de manera progresiva obligan a retomar sus estrategias
cognitivas y aún más importante metacognitivas. Saber cómo se aprende, ser
consciente de sus propios procesos mentales, posibilita la generación y/o uso de
estrategias que le motiven a controlar el progreso, asegurando un control del
conocimiento. De igual modo, también posee particularidades para adquirir
conocimiento como algunos autores nos expresan sobre la diversidad de aprendizaje
“son representaciones de un tipo particular de actuación dentro de un proceso de
aprendizaje, de manera que puedan dominarse y clasificarse” (Vélez, 2009).

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 Así mismo, en la modalidad virtual el empleo de elementos visuales es abundante,
por ende privilegia el desarrollo del pensamiento visual, de igual forma es requerida la
recreación e interpretación de imágenes, diagramas, cuadros, representaciones que
comunican como el estudiante comprende, refleja su pensamiento. Por ejemplo: es
necesario que el pensamiento visual entre en juego, tal como lo menciona Raymond
Duval (2010) “el pensamiento visual trata de interpretar la realidad de acuerdo a la
manera en que nuestro cerebro lo hace, simplificando el acceso a la información,
sintetizando y organizando estructuras de información complejas”. Las
representaciones gráficas se fundamentan en conocimientos que los individuos son
conscientes y que pueden inferir, es decir las verbalizaciones, como herramienta
metodológica, para demostar relaciones entre lo que el sujeto sabe y lo que en realidad
hace, consideraciones sobre el estado evolutivo de su proceso de aprendizaje.

A diferencia de la educación presencial, el medio virtual obvia la interferencia de

primeras impresiones físicas, cuya aceptación suelen darse por creencias o valores que
no permiten el reconocimiento del otro tal cual es y se cae en errores a priori. El medio
virtual facilita la interactuación de las personas potenciando habilidades emocionales y
sociales, el trabajo colaborativo facilita la creación de comunidades de aprendizaje que
bajo normas comunes de comportamiento denominadas en “n-etiqueta”, en las que se
indican como pueden ser las intervenciones, el respeto por las ideas de otro, la
discusión razonada, el reconocimiento de autoría, entre otros rasgos, van gestando
procesos de calidad en el aprendizaje, por ende el fortalecimiento de estas estrategias
en equipo impacta directamente al estudiante.

A diferencia de la educación tradicional, en la cual la influencia del estilo de

enseñanza puede orientar a un pensamiento lineal a través de procesos mecanicistas y
respuestas automáticas, donde se corre el riesgo de clases no planeadas y
dependientes de un texto guía, el uso de una estrategia heurística que reduce la
resolución de problemas a adivinar por ejemplo en matemáticas el tipo de algoritmo que
resuelve un problema, hace que se reduzca la verbalización, la capacidad de

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representación de la situación planteada, el poco uso de otros medios además de un
tablero y un marcador, hacen que la monotonía paulatinamente devore la curiosidad por
aprender, entre muchos otros aspectos que inciden directamente en un aula presencial.
A diferencia de los entorno virtuales, en los que se presentan escenarios hipotéticos,
diferentes técnicas y representaciones para acceder a la información, la presentación
de instrumentos de evaluación conocidos desde el inicio del proceso de aprendizaje, la
orientación mediante preguntas, la posibilidad sincrónica o asincrónica de acceder al
material en estudio, entre muchas otras.

De esta manera aprender, desaprender, reaprender, a la par del acelerado

descubrimiento o resignificación científica nos muestra la necesidad de aprendizaje a lo
largo de la vida, los conocimientos tecnológicos, procedimientos técnicos, comerciales y
demás supone una brecha, para muchos que está cerrándose, para otros que provocan
un aumento de la misma toda vez que exige la actualización continua no solo de
procedimientos y conocimientos, sino de instrumentos y aparatos tecnológicos, al igual
que el software necesario.

De igual forma aprender es una decisión personal independiente del medio por el
cual se aprenda, el estudiante que puede por uno u otro medio expandir las funciones
mentales, a través de las estrategias mencionadas, lo hace integrando la reflexión,
sentido y eficacia para lograr potencializar su aprendizaje autónomo, sin que autonomía
signifique en solitario. “Los estudiantes del futuro —un futuro ya muy cercano—
tendrán acceso a la información formal e informal cuando quieran, allí donde estén.
Serán participantes muy activos. (mencionado por Albert Sangra 2013, Landow, 1997).
Autonomía en el entorno virtual encierra el uso responsable de recursos, el acceso a la
información en cualquier tiempo y lugar, la consulta permanente a compañeros,
teóricos, entre otros, de esta manera la adquisición de competencias se realiza de
forma “natural” según el interés del estudiante.

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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

BURÓN, J. (1988). «La autoobservación (self-monitoring) como mecanismo de

autoconocimiento y de adaptación: Un nuevo modelo». Tesis doctoral. Universidad de
Deusto.
— (1991). «Metacognición, aprendizaje escolar y “cosmética” e ilusión de saber».
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Pontiĕ cia Universidad Javeriana, seccional Cali.

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García Carrasco, Joaquín; Juanes Méndez, Juan AntonioEL CEREBRO Y LAS

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14, núm. 2, 2013,pp. 42-84Universidad de SalamancaSalamanca, España

Lizcano R., & Chinchilla, Z. 2013. Libro Electrónico Multimedial: Entornos virtuales de
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fortalecimiento y el desarrollo de la educación virtual.

Sangrá A. 2001. Enseñar y aprender en la virtualidad. Educar.

Vélez, J.,. Entorno de aprendizaje virtual adaptativo soportado por un modelo de

usuario integral (Ph.D. Thesis). Girona, Spain: University of Girona.