La Colombia de mitad de siglo XX se sitúa como uno de los países con
mayores índices de violencia, mayor analfabetismo y bajo acceso a la educación. Después de la segunda mitad del siglo xx, los procesos de modernización económica y social adquirieron velocidad: caída de las tasas de natalidad y mortalidad, aumento en esperanza de vida, bienes primarios y condiciones de vida. Sin embargo, la economía de entonces no era tan precaria debido a la modernización, pero se ampliaron las brechas sociales y la concentración de ingresos. Los poderes políticos siempre han estado distribuidos entre algunas familias que controlan además los medios de comunicación, las transacciones económicas y la educación, y por si fuera poco a veces apoyadas por la institución religiosa, es así como estas clases aseguran sus puestos en lo alto de la pirámide jerárquica de la dirección del país. El pueblo pocas veces ha tenido la posibilidad de ejercer su poder y hacer valer su derecho democrático. La educación de los años 50 era un privilegio al que solo podían acceder unas pocas personas que pertenecían a las clases altas, este panorama ha ido cambiando, ahora se ofrece mayor cobertura educativa, aunque con esto se sacrifica su calidad. Aunque se amplió la escolaridad, no se hubo cambios en el funcionamiento, las modalidades o la capacitación a maestros. También podemos observar como el nivel de vida de un colombiano promedio ha mejorado notablemente al estudiar las estadísticas de los censos entre los años 1951 y 1993, las tasas de mortalidad han bajado, especialmente la infantil, la esperanza de vida aumenta 10 años y empieza a regir un control de natalidad que primero es acogido por las clases altas, luego la clase media y finalmente por las familias de escasos recursos que viven en las zonas periféricas de las ciudades principales. La mujer hizo parte del cambio social, se hizo parte del mercado laboral informal y formal, hizo parte de la migración las ciudades y se empezaron a emplear métodos anticonceptivos y el aborto, que aunque era delito, una cuarta parte de las colombianas lo practicaban a pesar del riesgo de muerte. Colombia se convirtió en un país de emigración y los trabajadores colombianos en el exterior estaban aumentando. Nuevas oportunidades, desarrollo y crecimiento personal, alejarse de la violencia. Las migraciones no solo se produjeron hacia el interior del país, también hubo importantes desplazamientos a otros países, principalmente Venezuela, Ecuador y los Estados Unidos, la nueva cobertura en la educación ayudó a esto además el éxodo por parte de los campesinos no acababa en las ciudades principales colombianas, siempre hubo el deseo de una vida mejor, lejos de la violencia y con una mejor calidad de vida, este aspecto cultural fue notable en la formación de la Colombia-Nación. Es importante anotar que la alta migración de esta época por parte de campesinos hacia las grandes ciudades produjo un desequilibrio urbano que se observó principalmente en la incapacidad del sistema educativo para acoger a los nuevos ciudadanos, falta de vivienda y poca efectividad en los planes de desarrollo urbano por parte del estado, esto aumentó significativamente la pobreza que mucho más tarde sería aliviada con planes de desarrollo de vivienda y cobertura educativa. Las transformaciones socioeconómicas y el papel estatal. Esta el crecimiento económico, que cambio el PIB y la composición de empleo. La economía mundial, exportación de materias primas, importación de bienes manufacturados, tecnologías medias y servicios modernos. De 1925/29 a 1986/90 el PIB creció 4.7% anual. Desde 1950 sucedieron 4 cambios significativos en la economía: Primero, el fin del ciclo secular de la Colombia cafetera. Segundo, emergió el sector energético (petróleo, carbón, hidrocarburos), la participación de gasolinas, aceites y otros derivados del petróleo en las importaciones aumento. Tercera, el Estado promovió las exportaciones de manufacturas. Cuarto, continuaron las tendencias de sustitución de importaciones, aumentando la importación de bienes intermedios y de capital. Se creó el perfil de un país netamente agrario y campesino. La migración masiva de campesinos a las ciudades contribuyo al aumento de la productividad agraria, al mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y la transformación de los paisajes. Las ciudades que fueron centro de las migraciones, y en las cuales se vio un crecimiento tanto industrial como poblacional, fueron Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, estas fueron las capitales primarias de las seudo-regiones que eran focos de desarrollo en el país: Centro-Oriente, Antioquia, Gran Cauca y La costa atlántica. La industrialización cambio el país, ahora ya no era más el país rural y de paisajes, lleno de folclore y cultura campesina, se convertía en una sociedad urbana, siguiendo la línea de desarrollo de las grandes ciudades de Latinoamérica; también existían ciudades capitales intermedias que fueron, por así decirlo, el resultado del crecimiento poblacional en zonas rurales, estas ciudades intermedias dependían económicamente de las demás ciudades capitales y por tanto compartían su cultura y forma de desarrollo, aunque se diferencia ban principalmente por la morfología de sus barrios pobres, que eran a fin de cuentas los que definían el estado de pobreza de la ciudad. Por otro lado, fue tan acelerado el crecimiento en las ciudades, que el desarrollo cultural de los ciudadanos o más bien civitas (individuo que establece un contrato social para pertenecer a la ciudad, diferente a ciudadano que generalmente designa al individuo que reside allí) fue estropeado y ayudó a la construcción de ciudades sucias y mal diseñadas, las influencias europeas para la urbanización que aplicaron diferentes arquitectos en la construcción inicial de todas las ciudades fue perdiéndose, esto porque la expansión poblacional se dio más rápida que la respuesta del estado a la vivienda.