0 valutazioniIl 0% ha trovato utile questo documento (0 voti)
111 visualizzazioni4 pagine
La procaína es un anestésico local descubierto hace más de 50 años que se usa comúnmente para anestesia local, espinal y general. Bloquea la conducción nerviosa al estabilizar las membranas neuronales. Se usa principalmente para cirugías pequeñas, quemaduras, anestesia espinal y combinada con opioides. También tiene usos en terapia antienvejecimiento y remodelación de cicatrices.
La procaína es un anestésico local descubierto hace más de 50 años que se usa comúnmente para anestesia local, espinal y general. Bloquea la conducción nerviosa al estabilizar las membranas neuronales. Se usa principalmente para cirugías pequeñas, quemaduras, anestesia espinal y combinada con opioides. También tiene usos en terapia antienvejecimiento y remodelación de cicatrices.
La procaína es un anestésico local descubierto hace más de 50 años que se usa comúnmente para anestesia local, espinal y general. Bloquea la conducción nerviosa al estabilizar las membranas neuronales. Se usa principalmente para cirugías pequeñas, quemaduras, anestesia espinal y combinada con opioides. También tiene usos en terapia antienvejecimiento y remodelación de cicatrices.
La Procaína es un fármaco (Toda sustancia química utilizada en la cura o
prevención de una enfermedad), descubierta hace más de 50 años, que bloquea la conducción nerviosa, tanto el inicio como la propagación del impulso nervioso. Por esta característica, se le confiere la capacidad de actuar como un anestésico local y generalmente es utilizada para combinarla con otros medicamentos. También se llama "Novocaína". Debido a su pobre penetración (difundir con dificultad) en contacto con las membranas mucosas, no se aplica sobre superficies. Siendo por ende, la vía subcutánea o intramuscular, la vía de elección. Por su rápida acción y de corta duración, sumado a su menor toxicidad en comparación a otros anestésicos locales, radica su importancia terapéutica. así como su uso en otros campos de la medicina, específicamente en la terapia antienvejecimiento y reconstructiva
DESARROLLO
Principalmente la procaína se inyecta de forma espinal (en la columna
vertebral) o local (en la zona del cuerpo donde el paciente lo necesita). Existen medidas de dosis para equilibrar la cantidad inyectable de los adultos, aunque pueden ser diferentes para cada paciente, porque esto también depende de la patología del mismo y de la técnica analgésica que vayamos a usar.
En anestesia local de 500 a 600 mg cada 24 horas.
En anestesia espinal de 50 a 200 mg.
La molécula de procaína se llama Clorhidrato de Procaína . En el mercado
existen ampollas o envases en soluciones al 1,2 o 10% sin epinefrina; al usar la solución se le puede agregar un vasoconstrictor. Las soluciones suelen contener 0,25 a 0,5% de procaína para anestesia infiltrativa, 0,5 a 2 % para bloqueo de nervios periféricos y 10% para anestesia espinal.
La procaína es principalmente empleada como:
Anestesia local para heridas, cirugías pequeñas y quemaduras.
Anestesia espinal Anestesia general combinada con opioides. Otros usos: medicina antienvejecimiento, remodelación de cicatrices.
Su mecanismo de acción se basa en bloquear tanto la iniciación como la
conducción de los impulsos nerviosos mediante la disminución de la permeabilidad de la membrana neuronal a los iones sodio y de esta manera la estabilizan reversiblemente. Dicha acción inhibe la fase de despolarización de la membrana neuronal, dando lugar a que el potencial de acción se propague de manera insuficiente y al consiguiente bloqueo de la conducción.
Otras acciones producidas por la Procaína son descritas, a nivel del
sistema nervioso central (SNC) produciendo estimulación y/o depresión de éste, y sobre el sistema cardiovascular tales como depresión de la excitabilidad y la conducción cardíaca y vasodilatación periférica.
La procaína es hidrolizada por la enzima colinesterasa, principalmente en
el plasma y, en menor grado, en el hígado. Se hidroliza a compuestos que contiene PABA. Su excreción es principalmente por el metabolismo, seguido de excreción renal de los metabolitos. Su vida media es de 30 50 seg., por lo que la duración de su acción es: corta. Otros efectos. Específicamente, se emplea en la Terapia Neural, a través de pequeños estímulos provocados por la aplicación procaína, en dosis muy bajas, en segmentos específicos del cuerpo en los que el sistema nervioso vegetativo ha sufrido alguna lesión. De esta forma, la procaína se encarga de la restauración de los potenciales eléctricos alterados en la membrana celular, presentes en todas las patologías. Así, elimina las alteraciones que ocasionan la creación estímulos irritativos a la red nerviosa y reactiva los mecanismos de regulación para que el organismo produzca sus propias reacciones auto curativas. Esta técnica es mínimamente invasiva y no produce efectos secundarios.
La aplicación de la procaína en esta terapia se basa en los beneficios que
ofrece la combinación de sus dos nutrientes vitamínicos, el PABA (ácido paraaminobenzoico) y DEAE (dietilaminoetanol). Estos, al ingresar al organismo, son capaces de atravesar las capas delgadas de las membranas dañadas de las células enfermas, aumentando el consumo celular de oxígeno y aportando nutrientes para reparar o renovar las membranas afectadas, combatiendo una de las causas primarias del envejecimiento.
Esta regeneración ayuda a acelerar la producción de proteínas, aumenta
los niveles de ADN y beneficia las reacciones químicas dentro de la célula. Como resultado de todo esto, las funciones celulares mejoran y los síntomas de la enfermedad empiezan a aliviarse.
Igualmente en la actualidad, se emplea procaína como terapia infiltrativa en
la remodelación de cicatrices patológicas, convirtiéndose así en el nuevo sustituto de los esteroides, sin los efectos nocivos de éstos, esta nueva técnica ha arrojado excelentes resultados en diversos estudios realizados. Se contraindica su uso en casos de Hipersensibilidad a la procaína. Sensibilidad cruzada con otros Anestésicos locales tipo éster. Entre los efectos secundarios se describe: Frecuentes: nerviosismo, temblor, Mareos, visión borrosa, Depresión del Miocardio, Hipotensión, Bradicardia. Ocasionales: Depresión y Paro respiratorio, Paro cardíaco, Depresión central, colapso vascular periférico y muerte, reacciones alérgicas, lesiones cutáneas, Urticaria, Edema. Raras: reacción anafiláctica y asma severa, pérdida de la conciencia, convulsiones.
Principales interacciones
Antagoniza acción de: sulfonamidas.
Potencia la acción de: relajantes musculares.
El empleo de anticolinesterasas y, especialmente, de ecotiopato en
oftalmología, da lugar a una menor capacidad de hidrólisis de procaína, por lo que es peligrosa su asociación.
El aumento en la concentración de ión Ca disminuye la acción de los
anestésicos locales.
La administración de procaína concomitantemente con acetazolamida
(diurético), aumenta la vida media plasmática de procaína.
La incorporación de un vasoconstrictor en la misma formulación o aplicada
por separado, aumenta el tiempo de acción del anestésico local.
Se debe temer especial atención en los pacientes con:
INSUFICIENCIA HEPATICA: por el metabolismo hepático de la procaina
debe ajustarse la dosis al grado de incapacidad del mismo.
En los casos con INSUFICIENCIA RENAL: la acidosis y una concentración
reducida de proteínas plasmáticas, pueden aumentar el riesgo de toxicidad sistémica.
En EPILEPSIA: puede provocar temblores y/o convulsiones.
En INSUFICIENCIA CARDIACA: puede producir intensa depresión
miocárdica así como arritmias prolongadas.
HIPERTERMIA MALIGNA: puede contribuir al desarrollo de hipertermia maligna
en el caso de que se requiera anestesia general suplementaria HIPOVOLEMIA: ya que hay riesgo de hipotensión grave durante la anestesia epidural con cualquier anestésico local.
Shock grave, bradicardia o bloqueo cardíaco: cuando se suponga que
debido al lugar de aplicación o a la utilización de dosis elevadas pudieran producirse concentraciones plasmáticas elevadas. No es aconsejable la aplicación sobre áreas inflamadas o infectadas, ya que puede modificarse el pH en el lugar de aplicación y modificar así el efecto del anestésico.
Los niños pueden presentar una mayor probabilidad de que se produzca
toxicidad sistémica igualmente los ancianos presentan mayor probabilidad de que se produzca toxicidad sistémica; por lo que se recomienda su u so con precaución.
Embarazo: Los anestésicos locales atraviesan rápidamente la placenta. La
seguridad del uso en embarazadas, excepto durante el parto, no ha sido establecida; estudios retrospectivos con anestésicos locales al principio de embarazo en casos de cirugía de urgencia, no registraron efectos teratógenos; no obstante, no se pudo excluir
La procaína como anestésico local es una sustancia dopante ya que inhibe
el dolor, no se pueden usar en atletas durante la competencia , pero su uso es permitido con previa información a los respectivos comités antidopaje
Químicamente, la Procaína hidrocloruro es incompatible con hidróxidos
alcalinos y sus carbonatos. Es así mismo, incompatible con la Penicilina G, debido a la formación de una sal insoluble. Los anestésicos locales, tales como la Procaína hidrocloruro, precipitan con Anfotericina B.
CONCLUSION
La Procaína fue descubierta en 1905, como el primer anestésico local
sintético, aunque su administración provoca de manera poco frecuente reacciones adversas, estas deben ser consideradas. Así como sus contraindicaciones y consideraciones ante ciertas enfermedades. Actualmente se emplea en terapia neural así como en la remodelación de cicatrices hipertróficas con excelentes resultados presentados.