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Reis.

Revista Española de Investigaciones


Sociológicas
ISSN: 0210-5233
consejo.editorial@cis.es
Centro de Investigaciones Sociológicas
España

CACHÓN RODRÍGUEZ, Lorenzo


Reseña de "Le nouvel esprit du capitalisme" de LUC BOLTANSKY y ÈVE CHIAPELLO
Reis. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, núm. 98, 2002, pp. 199-209
Centro de Investigaciones Sociológicas
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99717918010

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LUC BOLTANSKY y ÈVE CHIAPELLO
Le nouvel esprit du capitalisme
(París, Gallimard, 1999)

ALFONSO VÁZQUEZ
La imaginación estratégica. El caos como liberación
(Barcelona, Granica, 2000)

Luc Boltanski (Director de Estudios considerarse aportaciones fundamen-


del Grupo de Sociología Política y tales de la sociología contemporánea
Moral de la Escuela de Altos Estudios europea por ser proyectos muy ambi-
en Ciencias Sociales —EHESS— de ciosos en el plano teórico. Ève Chia-
París) no es un autor muy conocido pello es profesora e investigadora en
en España. Su nombre se suele asociar la HEC.
con P. Bourdieu por algunos artículos Le nouvel esprit du capitalisme se
firmados por ambos en los años inscribe en la estela de De la justifi-
setenta. Pero mientras de este último cation. Este último texto puede consi-
se traducen prácticamente todos sus derarse la piedra fundacional del
libros al castellano, Boltanski no ha «convencionalismo» por su insistencia
tenido tanta «suerte» y, sin embargo, sobre las convenciones que justifican a
algunas de sus obras, como Les cadres: los actores ante sus propios ojos y
la formation d’un groupe social (1982) ante los demás por pruebas donde
o De la justification: les economies puede ser evaluada la grandeza (gran-
de la grandeur (1991) (escrita con deur) de cada uno (y no sólo su
L. Thévenet) —entre otras—, pueden fuerza). El concepto de «ciudad» (cité)

98/02 pp. 199-225


CRÍTICA DE LIBROS

se presenta en este marco como un ciente número de personas: el capita-


«tipo ideal» (en sentido weberiano) lismo (el capital) va bien, mientras la
que modeliza coherentemente la lógi- sociedad va —más bien— mal. Y, por
ca de unos «principios superiores otra, del «estado de la crítica», que
compartidos» (en expresión de Rous- nunca parece haber estado tan desar-
seau) que actúan como «principio de mada porque o bien se indigna pero
equivalencia» en relación al cual se sin acompañar propuestas alternati-
establece la grandeza relativa de los vas, o bien renuncia a denunciar una
actores en presencia en relación a la situación que no puede ignorar acep-
justicia. En Le nouvel esprit du capita- tándola, por tanto, como inevitable:
lisme se presenta una (séptima) «ciu- los «dispositivos críticos disponibles
dad», la «ciudad por proyectos», que no ofrecen en la actualidad ninguna
corresponde al nuevo (tercer) espíritu alternativa de envergadura». Por eso,
del capitalismo contemporáneo, que los autores se proponen en este libro
viene a añadirse a las seis «ciudades» «abrir la caja negra de los treinta últi-
presentadas en el texto de 1991: la mos años para mirar la manera como
«ciudad inspirada», la «ciudad domés- los hombres hacen su historia» y
tica», la «ciudad del renombre», la poder así comprender este debilita-
«ciudad cívica», la «ciudad mercantil» miento de la crítica. Pero con una
y la «ciudad industrial». Pero si para dimensión no sólo sociológica (el
la construcción de las seis ciudades conocimiento), sino también orienta-
presentadas en De la justification los da a apoyar un relanzamiento de la
autores se habían guiado por seis tex- acción política: con una pretensión
tos clásicos que habían considerado de proporcionar a la voluntad colecti-
paradigmáticos de cada una de las va las bases para la reconstrucción de
ciudades (textos de San Agustín, Bos- la crítica (de las críticas) del capitalis-
suet, Hobbes, Rousseau, Smith y mo, porque, contra el neodarwinismo
Saint-Simon, respectivamente), para histórico, los autores plantean que
la construcción de la «ciudad por pro- «los hombres no sólo sufren la histo-
yectos» (no «de proyectos», como ria, la hacen». Y ambas dimensiones
insisten los autores) las fuentes han (la sociológica y la política) se abor-
sido unos cincuenta textos normati- dan desde el sólido esquema teórico y
vos de gestión empresarial escritos en conceptual elaborado en De la justifi-
Francia en los años noventa (estudia- cation.
dos en contraposición a otros tantos Partiendo de una «definición míni-
de los años sesenta). ma» del capitalismo («exigencia de
Le nouvel esprit du capitalisme, en el acumulación ilimitada del capital por
que sus autores comenzaron a traba- medios formalmente pacíficos»),
jar en 1995 y que está dedicado a señalan la necesidad de un espíritu
Albert Hirschman, nace de una doble para el capitalismo, sumando la pers-
inquietud: por una parte, la coexis- pectiva de Weber (razones individua-
tencia de un capitalismo regenerado y les) con la de Hirschman (razones de
una degradación de la situación eco- bien común) y articulándola en torno
nómica y social que afecta a un cre- al concepto de «justificación». El

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espíritu del capitalismo son represen- de textos franceses de management, la


taciones y justificaciones compartidas mitad de los años sesenta y la otra
que legitiman los modos de acción mitad de los noventa. La conclusión es
adecuados al principio de justicia clara: en treinta años se ha producido
dominante. De esta manera, los auto- un desplazamiento en las cuestiones
res van a superar la oposición entre fundamentales que son abordadas por
los que no ven en la sociedad sino estos textos normativos que recogen el
relaciones de fuerza (Bourdieu) y los deber ser que se considera deseable en
contractualistas (Ricoeur) que ponen el capitalismo. En los noventa se pone
el acento en el debate democrático de el acento en «la polivalencia, la flexibi-
las condiciones de la justicia. Es sobre lidad del empleo, la aptitud para
el espíritu del capitalismo sobre el aprender y adaptarse a nuevas funcio-
que actúa fundamentalmente la críti- nes más que a la posesión de un oficio
ca que se apoya, necesariamente, en y las cualificaciones adquiridas, pero
cuatro posibles «fuentes de indigna- también sobre las capacidades de com-
ción» frente al capitalismo: a) inau- promiso, de comunicación, sobre las
tenticidad; b) opresión de la autono- cualidades relacionales... Este espíritu
mía y la creatividad; c) miseria y del neomanagement responde a
desigualdades; y d) oportunismo y demandas de autenticidad y de liber-
egoísmo. Boltanski y Chiapello dis- tad, que históricamente ha planteado
tinguen dos tipos de críticas (conce- la “crítica artista” y deja de lado
bidas como tipos ideales y no como las cuestiones del egoísmo y de las
realidades históricas separadas): la desigualdades tradicionalmente asocia-
«crítica artista» y la «crítica social». das a la “crítica social”».
Pero mientras la primera se alimenta Y, con esos mimbres, Boltanski y
básicamente de las dos primeras fuen- Chiapello construyen la «ciudad por
tes de indignación, la segunda lo hace proyectos». El «equivalente general»
de las dos últimas. En cada una de de esta séptima ciudad es la «activi-
ellas podemos encontrar (reconstruir) dad»: superando la oposición entre
una versión «modernista» y otra trabajo y no trabajo, entre estable e
«antimodernista». inestable, entre asalariado y no asala-
Los textos de gestión de empresas riado, lo mesurable en términos de
pueden ser, en opinión de los autores, productividad y lo que no lo es. La
una fuente adecuada para (re)cons- «actividad» se basa en una multiplici-
truir el espíritu del capitalismo en dad de proyectos de todo tipo que
nuestro tiempo: «el discurso del mana- pueden ser desarrollados de modo
gement, que se pretende a la vez for- superpuesto o concatenados. El pro-
mal e histórico, global y situado, y que yecto es una forma de asociación
mezcla preceptos generales y ejemplos transitoria ajustado a un mundo-red,
paradigmáticos, constituye hoy la es «la ocasión y el pretexto de la cone-
forma por excelencia en la cual el espí- xión»: «la sucesión de proyectos multi-
ritu del capitalismo se encuentra plicando las conexiones y haciendo pro-
incorporado y compartido». Y así ana- liferar los lazos, tiene por efecto
lizan comparativamente un centenar extender las redes». Esta ciudad por

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CRÍTICA DE LIBROS

proyectos es la forma normativa ade- ideológica) no quita fuerza al argu-


cuada al mundo conexionista de la mento tal como lo utilizan los autores
sociedad-red. porque la mayor parte de los (anti-
Es aquí donde se hace patente el guos) críticos se creen el nuevo discur-
contraste y la complementariedad del so. Esta crisis de las críticas tiene con-
texto de Boltanski y Chiapello con la secuencias prácticas y teóricas. La
obra de M. Castells La era de la infor- ausencia de alternativas en la crítica
mación. Si ésta puede ser definida social ha desplazado la voluntad de
como un análisis de las formas que actuar producida por la indignación
adopta el capitalismo y la sociedad ante la miseria hacia posiciones carita-
contemporánea, el texto de Boltanski tivas y humanitarias y, en el plano teó-
y Chiapello aborda el espíritu del rico, ha supuesto un abandono de los
capitalismo en esta misma época. Sal- enfoques macrosociológicos y macro-
vando las distancias, el contraste históricos (que reclamaba con fuerza
entre estos planteamientos nos hace Wright Mills en La imaginación socio-
recordar la discusión implícita entre lógica) hacia el microanálisis. Por su
Marx y Weber. Implícita porque la parte, la crisis de la crítica artista, que
obra de Castells sólo es citada una vez ha visto «satisfechas» sus demandas de
(y además es una referencia de carác- autonomía, creatividad, autenticidad y
ter general en una nota). liberación, ignora los cambios y repite
La segunda parte del trabajo de viejas prácticas y busca salidas en las
Boltanski y Chiapello aborda las críticas, por ejemplo, de los medios
transformaciones del capitalismo, (criticando así a Bourdieu aunque, eso
fechando en 1968 el inicio de la «cri- sí, sin citarlo; en otro lugar critican
sis y renovación» del mismo. Se anali- explícitamente a la revista Les Temps
za luego la «deconstrución del mundo Modernes por la amalgama que hacen
del trabajo» y el debilitamiento de sus entre «obrerismo» y «libertinaje aristo-
defensas: la desindicalización y el crático de vanguardia artística»). En el
cuestionamiento de las clases sociales. Post-scriptum de su libro, los autores
Y muestran cómo, con estos cambios, claman por «la sociología frente a los
se han desplazado las «pruebas insti- fatalismos».
tuidas» y las críticas, tanto la social Si la primera parte de Le nouvel
como la artista, se han visto debilita- esprit... presenta los instrumentos
das porque siguen pegadas a realida- conceptuales y la segunda es más ana-
des e instrumentos superados por los lítica, en la tercera se adopta un tono
desplazamientos del capitalismo: la más propositivo: los autores abordan
primera porque le cuesta interpretar el el «despertar de la crítica social» y las
mundo naciente; en el caso de la críti- indefiniciones de la crítica artista y
ca social, «su crisis es más bien conse- aportan elementos que deberían per-
cuencia de su éxito aparente y la faci- mitir la refundación de ambas si
lidad con la que se encuentra quieren seguir cumpliendo un papel
recuperada y utilizada en su provecho influyente en el nuevo espíritu del
por el capitalismo». Que esta recupe- capitalismo y en el capitalismo
ración sea sólo aparente (y, por tanto, mismo.

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CRÍTICA DE LIBROS

Boltanski y Chiapello defienden ños al enriquecimiento de los grandes


que la crítica social debe pasar del (...) y la fuente de su explotación por
concepto de exclusión (que designa los grandes reside precisamente en lo
formas diversas de alejamiento de la que constituye su debilidad en este
esfera de las relaciones de trabajo) al marco, es decir, en su inmovilidad».
de explotación, pero lejos de la consi- Fuera de este planteamiento —seña-
deración marxista de éste. Para ellos, lan— «la explotación permanece
una teoría de la explotación «debe inencontrable. Para encontrarla hay
mostrar que el éxito y la fuerza de que comprender que la inmovilidad
unos son debidos, de hecho, al menos de unos es necesaria para la movilidad
parcialmente, a la intervención de de los otros». El funcionamiento de los
otros actores cuya actividad no es ni mercados financieros y de las multi-
reconocida ni valorizada». Para ello nacionales son ejemplos que los auto-
debe existir un mundo en común a res ponen para explicar estas ideas.
fuertes (grandes) y débiles (peque- Pero las relaciones de explotación
ños); este mundo puede ser definido basadas sobre diferencias de movili-
en torno al concepto red: para poder dad les parecen «innumerables: mer-
hablar de exploración tiene que haber cados financieros versus países; merca-
entre fuertes y débiles no sólo una dos financieros versus empresas;
«solidaridad» estructural, sino tam- multinacionales versus países; grandes
bién sustancial: en el mundo conexio- contratistas versus pequeños subcon-
nista que es el nuestro, una teoría de tratados; exper to mundial versus
la explotación útil para la crítica empresa; empresa versus personal pre-
social debe permitir identificar «la cario; consumidor versus empresa».
parte que falta para explicar el miste- Pero una ciudad (como la «ciudad
rio (como dice Marx de la valoriza- por proyectos») debe establecer dispo-
ción del capital) de la felicidad de los sitivos (nuevos) de justicia (en este
grandes, precisar de qué está consti- caso de «justicia conexionista») ya
tuida esa parte que falta y mostrar que, en caso contrario, tenderán a
que es, en realidad, aportada por los multiplicarse las conductas «oportu-
pequeños sin que a éstos se les redis- nistas». En este terreno, las propues-
tribuya la fracción de valor que les tas de Boltanski y Chiapello se pue-
debería llegar». Y dado que en el den ordenar en tres categorías: a) los
mundo conexionista la movilidad, «la nuevos marcos para registrar las con-
capacidad de desplazarse de manera tribuciones (donde se apoyan en el
autónoma, no sólo en el espacio geo- concepto de constitutional orders de
gráfico sino también entre las perso- Ch. Sabel); b) las reglas más justas de
nas e incluso entre los espacios men- remuneración (que en una ciudad por
tales, entre las ideas, es una cualidad proyectos tienen que ver con la
esencial de los grandes, de manera «empleabilidad» del trabajador: y
que los pequeños se encuentran aquí toman en consideración las
caracterizados por su fijeza (su rigi- actuales discusiones en torno a la
dez)», para Boltanski y Chiapello, «la «competencia» de los trabajadores); y
contribución específica de los peque- c) la igualdad de oportunidades de

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movilidad (que ejemplifican con el ella, involuntariamente, ha contribui-


«contrato de actividad» propuesto en do a hacer posible».
el Informe Boissonat en 1995 en En este punto los autores exploran
Francia o con el reciente informe de (muy) brevemente dos pistas: aumen-
Supiot para la UE). Pero estas (y tar la seguridad frente a la movilidad
otras) propuestas que recogen Bol- y limitar el campo mercantil. Lo pri-
tanski y Chiapello deben plasmarse mero, porque «todo lo que aumenta
en el derecho, en normas, porque hoy la seguridad y la estabilidad de
«uno de los signos de formación de las personas en el trabajo devuelve un
una nueva ciudad es el desarrollo de margen de libertad y proporciona
un derecho específico». opor tunidades para resistir a la
La crítica artista, por su parte, está expansión abusiva del autocontrol».
paralizada en la actualidad por su éxito Frente a la movilidad como exigencia
o por su fracaso. Por su éxito, porque y valor incontestable, quieren levan-
ha extendido sus bases desde las mino- tar la posibilidad de «frenar el ritmo
rías de los años sesenta a un amplio de conexiones, sin temer dejar de
público. Por su fracaso, porque la libe- existir para los otros, de oscurecer en
ración del deseo ha abierto nuevas for- el olvido y, al final, en la “exclusión”
mas de control en el capitalismo y le [... porque] si un mundo sin pruebas
ha permitido mercantilizar nuevos bie- es impensable, un mundo de pruebas
nes, más individualizados y más renovadas perpetuamente se muestra
«auténticos». Por esto la crítica artista pronto invivible». Para ello recuperan
se encuentra en la actualidad en una el concepto de «estatuto» (que toman
alternativa: o seguir con la crítica de Supiot) como «texto que regula la
emprendida desde el siglo XIX sin tener situación de un grupo» y que en los
en cuenta los desplazamientos del Estados modernos ha sido concebido
capitalismo, o tomar nota de la capaci- como un instrumento de liberación.
dad del capitalismo de «recuperar», de Este estatuto debería garantizar la
integrar cualquier crítica y anunciar el posición de un individuo «por un
fin de todo valor e incluso de toda rea- tiempo determinado y en un cierto
lidad (disuelta en la dominación de lo espacio, independientemente de la
virtual). La primera opción, si quiere manera como se desarrolla, en un
evitar un progresivo hundimiento por momento determinado, su interac-
falta de enemigos, tiene que inventár- ción con los otros», lo que supone
selos o conceder a los enemigos que le una referencia a instituciones capaces
quedan un poder que han perdido de organizar las pruebas, de definir
hace tiempo. La segunda opción con- los ritmos de las mismas y de estable-
duce al nihilismo y a la «nostalgia cer coacciones externas bajo formas
reaccionaria de un pasado idealizado». de obligaciones y de sanciones para
Para salir de este estancamiento, la crí- garantizar los estatutos. La propuesta
tica artista debería repensar las cuestio- de limitación de la esfera mercantil
nes de la liberación y de la autentici- «particularmente en dirección de una
dad «partiendo de nuevas formas de mercantilización de lo humano», y lo
opresión y de mercantilización que apoyan con consideraciones tanto

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desde el punto de la demanda (en la de estabilidad, las críticas pueden ser-


perspectiva de la lista de bienes socia- vir para desvelar las pruebas que
les de M. Walzer) como de la oferta. transgreden la justicia y esas críticas
En la conclusión de Le nouvel esprit no pueden ser permanentemente
du capitalisme, Boltanski y Chiapello desoídas porque esto deslegitimaría el
proponen un «modelo de cambio» del sistema; bajo el efecto de la crítica se
capitalismo que, aunque no pretenda producen tensiones entre las pruebas
ser una teoría del cambio social, sí instituidas y, como consecuencia, se
quiere abrir la vía para una generali- multiplican los desplazamientos
zación en el espacio y en el tiempo. desde aquéllas a nuevas pruebas.
Dicho modelo parte de ocho axiomas Estos desplazamientos se legitiman
que los autores explicitan: 1. El capi- jugando con las diferencias entre la
talismo tiene necesidad de un espíritu crítica artista y la crítica social y, por
para comprometer a las personas que otra parte, pueden neutralizar las crí-
son necesarias para la producción y ticas porque «la crítica es menos
para el mercado de los negocios; 2. El móvil que el capitalismo [porque] las
espíritu del capitalismo debe incorpo- instancias críticas no tienen la inicia-
rar una dimensión moral si quiere ser tiva del desplazamiento. Tiene cen-
movilizador; 3. Para perpetuarse, el tros de cálculo débiles (…) La necesi-
capitalismo tiene necesidad, a la vez, dad de apoyarse sobre la ley para
de estimular y de frenar la insaciabili- defender los intereses de los más débi-
dad; 4. El espíritu del capitalismo no les golpea a las organizaciones críticas
puede ser reducido a una ideología en con una especie de conservadurismo
el sentido de una ilusión sin efecto en que no conoce el capitalismo». Estos
los acontecimientos del mundo; 5. El desplazamientos tienen también posi-
capitalismo tiene una tendencia bles efectos destructores sobre el capi-
perpetua a transformarse; 6. El opera- talismo: sea porque favorecen un des-
dor principal de la creación y de la compromiso de las personas (por
transformación del espíritu del capi- ejemplo, de los cuadros medios), sea
talismo es la crítica (voice); 7. Bajo porque introducen un desajuste entre
ciertas condiciones, la crítica puede el capitalismo y el Estado, sea porque
ser uno de los factores de cambio del favorezcan la pauperización de un
capitalismo (y no sólo de su espíritu); colectivo importante de la población.
y 8. La crítica agota su energía en las Es la crítica la que advierte al capita-
fuentes de indignación. lismo de estos peligros. Pero esta
A partir de estas premisas, los auto- recuperación de la crítica se hace
res exponen «las etapas de cambio del siempre tarde y con un proceso labo-
espíritu del capitalismo» resaltando el rioso que comienza desde posiciones
papel que la crítica cumple en los con frecuencia anacrónicas, juzgando
desplazamientos que se producen en el presente desde ideales del pasado.
las pruebas características de cada De ahí puede pasar a construir nue-
etapa, desplazamiento que también vos esquemas interpretativos que
produce la desorientación (y debilita- ofrezcan una cartografía del nuevo
ción) de la crítica misma. En una fase mundo que se va configurando.

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CRÍTICA DE LIBROS

Y, si la presión es suficiente, este terrenos está llamado a convertirse en


relanzamiento de la crítica «conduce un texto de referencia también fuera
a la formación de nuevos puntos de del exágono.
apoyo normativos» sobre los cuales se En el primero, porque en el análisis
debe (re)componer el capitalismo: histórico que recorre Le nouvel
«este compromiso se afirma en la esprit..., cargado de una antropología
expresión de una nueva forma de optimista, Boltanski y Chiapello tie-
espíritu del capitalismo», es decir, por nen tendencia a traducir la racionali-
expresarlo en los términos de De la dad y la coherencia (lógica) del
justification, en la formación de una modelo construido (en términos típi-
nueva ciudad: la «ciudad por proyec- co-ideales) en una racionalización
tos». Claro que los autores reconocen excesiva del comportamiento históri-
que hay otra posibilidad: una degra- co concreto. Frente a esta posición
dación de las condiciones de vida, un puede discutirse si el capitalismo (y
incremento notable de las desigualda- los actores en el capitalismo) resuelve
des y el nihilismo político. Pero si se sus conflictos conforme a los «princi-
establece un nuevo espíritu del capi- pios superiores compartidos» de justi-
talismo en forma de dispositivos cia (en términos de grandeza), como
durables, «el realismo de esta forma- parecen apuntar los autores, o si no
ción ideológica y su capacidad movi- hay una (gran) zona de ejercicio de la
lizadora dependerán ampliamente de fuerza (más allá de los principios). Lo
la pertinencia y de la intensidad de mismo que sí parece relevante su tesis
las presiones que la crítica haya sabi- de que el «nuevo espíritu del capita-
do ejercer sobre el orden o, para ser lismo» incorpora (aunque sea tritu-
más exacto, sobre el desorden que rándolos) algunos elementos de la crí-
caracteriza las formas actuales de la tica, queda por analizar en qué
acumulación capitalista». medida la existencia de este nuevo
Este libro, en la línea de la sociolo- espíritu puede contribuir a modificar
gía de Boltanski, que se inspira en la el capitalismo mismo: ¿responde la
sociología compresiva de Weber y sociedad conexionista a un desarrollo
Simmel y en la nueva sociología eco- del capitalismo ligado a la absorción
nómica de la innovación (Thévenet, de la crítica artista, o es más bien
Latour, Granovetter, Callon), está fruto de necesidades o convergencias
teniendo un impacto considerable en de adaptación a nuevas formas de ges-
Francia en una doble dirección: por tión y a requerimientos o posibilida-
una parte, porque contribuye al deba- des de las nuevas tecnologías?
te actual sobre las transformaciones En el segundo, en la discusión
del capitalismo desde un punto de sobre las «terceras vías», porque el
vista «unilateralmente acentuado» avance que hacen de los elementos de
(como señala Weber en sus observa- nuevo derecho en que podría plas-
ciones metodológicas para la cons- marse la justicia conexionista son,
trucción de los «tipos ideales») y, por todas ellas, propuestas poco articula-
otra, por su incidencia sobre la discu- das que ya se han formulado en dife-
sión de las «terceras vías». En ambos rentes instancias (con cierto eco en

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Francia la propuesta de Boissonat y la memoria el texto de C. Wright


con escasa resonancia en la UE la del Mills La imaginación sociológica
grupo Supiot). (publicado originalmente en 1959):
Desde la atalaya de Le nouvel esprit no tanto por el título sino por la radi-
du capitalisme es interesante leer (o calidad de la proposición que hace y
releer) algunos de los libros más avan- por la recuperación de cierto ethos de
zados de gestión empresarial. Por libertad. Mills, en plena euforia de la
ejemplo, La imaginación estratégica, de sociología funcionalista en Estados
Alfonso Vázquez. Este autor sintetiza Unidos, se atrevió a poner sobre la
en su historia personal, conjuntamen- mesa de la reflexión conceptos como
te, algunos de los rasgos que Boltanski razón, libertad, política y «artesanía
y Chiapello atribuyen a la crítica intelectual». Vázquez, en medio de la
social y a la crítica artista: militante de orgía del «doble vínculo» a que se
la izquierda universitaria antifranquis- somete a los trabajadores en el capita-
ta en la clandestinidad desde los años lismo avanzado por parte de los ges-
sesenta, comienza a trabajar en ges- tores empresariales tipo («motívese
tión de empresas en los años ochenta. usted, participe, coopere y... sea flexi-
Se podría decir que traslada algunos ble»), termina su libro haciendo un
de aquellos ideales de los sesenta y «elogio de la libertad» que pone en
setenta a la gestión de empresas en los cuestión los conceptos imperantes de
ochenta y noventa. Pero es él como propiedad y poder.
actor de ese proceso el que incorpora El planteamiento del libro de
esas críticas a un contexto nuevo. En Alfonso Vázquez es muy novedoso en
la actualidad es socio y director de su campo: por su arranque a partir de
Hobest, una consultora con pocos actuales teorías como el caos o los
años de vida que está teniendo una planteamientos más recientes de la
influencia notable en la construcción física y de la química moderna y por
de lo que este mismo autor ha llama- la novedad del lenguaje y densidad de
do, en uno de sus libros, El modelo conceptos (entropía, autopoiesis,
vasco de transformación empresarial homeóstasis, redundancia, recursivi-
(1998). Ha trabajado en estrategia y dad, atractores, etc.) en que basa su
organización de numerosas empresas argumentación. Junto a un selecto (y
del País Vasco, entre las que se reducido) grupo de autores de gestión
encuentran algunas de referencia obli- empresarial (Stacey, Hoebeke, Nona-
gada cuando se habla de cambios en ka y pocos más) aparece citado con
los modos de organización empresa- frecuencia (un tal) F. Nietzsche. Es
rial y de éxito industrial, como son un libro que discute, justamente, lo
IRIZAR (último premio europeo a la que se suele dar por supuesto en los
excelencia empresarial), URSSA, Arte- planteamientos más «modernos» de
che, Orona, Ulma y Maier. A esta gestión empresarial y que, así, desnu-
última dedicó el libro Hobekuntza da estos modelos. Vázquez señala que
(1995), que en euskera quiere decir «entender el mensaje del caos signifi-
«mejora continua». ca entender y asumir la existencia de
El libro de Vázquez hace resonar en elevados grados de libertad (...) de las

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CRÍTICA DE LIBROS

personas, los equipos y las organi- la libertad del individuo como un


zaciones, de forma que éstos son rasgo fundamental del contrato social
capaces de autoorganizarse y autorre- propio de este tipo de empresa y la
gularse, generando así potenciales diversidad, la relajación de la cultura
insospechados de creatividad. Y esto, (en singular) de la empresa, para enri-
obviamente, atenta contra los con- quecer su capacidad de captar señales
ceptos imperantes de propiedad y de entorno, para tratar con los fenó-
poder, que conforman las asunciones menos complejos característicos de
básicas de la teoría de la gestión que nuestro tiempo. En resumen, para
conocemos y en función de los cuales Vázquez, «las empresas de principio
decisión y control corresponden a del siglo XXI presentarán una combi-
quienes poseen y pueden, por tanto, nación variable de rasgos de empresa
ejercerlos». actual (la estabilidad y procedimien-
El modelo de organización del tra- tos de los procesos más rutinarios), de
bajo que preconiza es el que califica las organizaciones de voluntariado
de «sistemas viables», unidades auto- (significado del trabajo y autonomía
rreferentes cuyas actividades tienen en su realización) y de instituciones
sentido en sí mismas y tienen significa- educativas (la empresa como un lugar
do para sus integrantes: y esto exige de aprendizaje continuo)».
que haya un elevado grado de propie- Si La imaginación estratégica fuera
dad sobre lo que se hace y sus resulta- la obra de un académico se podría
dos, y que haya un elevado grado de tachar a su autor de visionario y se le
poder sobre la actividad, sus fines y sus podría exigir la prueba de la «expe-
resultados: aquí «el recurso no es la rimentación». Pero es el trabajo de
persona, el recurso es la organización». un «filósofo práctico» (como señala
A partir de estos conceptos, Váz- M. Ayerbe en el prólogo) que se gana
quez hace una crítica radical (y corro- la vida como consultor de empresas
siva) de dos aspectos claves de las en las que y con las que ha ido elabo-
«modernas» teorías (y prácticas): la rando una manera distinta de conce-
reingeniería (a la que opone como bir la estrategia, la organización y la
alternativa el concepto de redundan- relación de las personas entre sí y con
cia: la necesidad de la sobrecapaci- la empresa. Por esta razón, el juicio
dad) y la planificación estratégica (a sobre el utopismo de sus plantea-
la que opone «la imaginación estraté- mientos hay que reconsiderarlo: lo
gica»: pasando de la ingeniería a la «inimaginable» que se plantea en La
política). La llamada «gestión del imaginación estratégica no sólo es
conocimiento» cobra ahora su sentido posible (porque contamos con capaci-
pleno: los trabajadores son trabajado- dades inexploradas), sino que es nece-
res del conocimiento que generan, sario (para sobrevivir en un mundo
solos o en equipo, significados nue- caracterizado por la incertidumbre); y
vos, que es la verdadera creación de no sólo es necesario (en el orden del
valor. Es el fin (real) del taylorismo. deber ser), sino que la «imaginación
Y contra las doctrinas y las prácti- estratégica» se está aplicando ya (y
cas al uso, Alfonso Vázquez defiende con éxito: tanto en los procesos como

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CRÍTICA DE LIBROS

en los resultados) en algunas empre- llo) y puede considerarse (también) el


sas. Este libro es mucho más que análisis de una experiencia de cam-
«espíritu del capitalismo»: desborda el bios radicales en organizaciones
carácter preceptivo de los manuales al (empresas) que se está produciendo
uso en las escuelas de negocios (que en el País Vasco.
son, fundamentalmente, los analiza-
dos en el libro de Boltanski y Chiape- Lorenzo CACHÓN RODRÍGUEZ

ALAIN MINC
www.capitalismo.net
(Buenos Aires, Paidós, 2001)

Alain Minc es conocido, al menos autor, quien no oculta jamás sus


en Francia, como uno de los más intenciones.
mordaces críticos del Estado de bie- Minc ofrece un coherente discurso
nestar, igual y principalmente francés, en el que parte de la premisa de que
a la vez que, consecuentemente, se nos encontramos en una nueva fase
constituye en uno de los paradimes del capitalismo, consistente en la sus-
de la derecha civilizada, también titución del capitalismo empresarial
francesa. Necesariamente, sus preten- por un capitalismo patrimonial en el
siones le constriñen a deslizarse por que la pieza esencial son los accionis-
escenarios más globales y, en cual- tas y los consumidores. Un presu-
quier caso, no omite apoyaturas pro- puesto teórico del libro que en Fran-
cedentes de otros ejemplos político- cia, como en cualquier otra parte,
económicos. Su último libro aparece resulta no sólo discutible su inexacti-
en la edición castellana con una apa- tud, sino empíricamente observable.
rente ligera y poco perceptible modi- Se pudo pensar hace un par de déca-
ficación: www.capitalismo.net, mien- das, cuando además el capitalismo se
tras que originalmente el .net era .fr. manifestaba menos omnipotente y
De aquí procederá posiblemente para aun menos omnipresente, que dis-
muchos lectores una primera frustra- curriera por esos derroteros, pero
ción. Esperará enfrentarse a una obra actualmente las cosas están muy aleja-
referida a la economía y a la nueva das de esa expectativa. Es cierto que
sociedad producto de la globaliza- en las islas de la opulencia, una quin-
ción, cuando de hecho se encuentra ta parte de la Humanidad, como
con una elaboración íntimamente mucho, la clase media prima y es
ligada a perspectivas propias de un cuantitativamente el sector social más
militante de la derecha francesa. El importante y que también muchos de
engaño en modo alguno procede del sus integrantes, como un contingente

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