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Editorial Pax
México.
ASERTIVIDAD
INTRODUCCIÓN
En la relación con los demás podemos experimentar cúmulo de satisfacciones variadas,
profundas y enriquecedoras, como también altas dosis de infelicidad, frustración y dolor.
El contacto con un ser humano puede ser lo mejor o lo peor que puede sucedernos. ¿Cómo lograr
que la experiencia humana sea lo más constructiva posible?
Para el éxito de una relación humana es indispensable la comunicación adecuada.
La educación que normalmente recibimos no nos adiestra necesariamente para comunicarnos
positivamente, con los demás; por el contrario, aprendemos a sentirnos inseguros, a ocultar,
reprimir o tergiversar nuestros mensajes o a convertir nuestra expresión en francas agresiones
que humillan o lastiman haciéndonos sentir culpables después.
En la actualidad se está enfatizando muchísimo la necesidad de prevenir las enfermedades
físicas que pueden aparecer después de los cuarenta, mediante dieta adecuada, ejercicio
sistemático y relajamiento muscular, pero ¿acaso la "salud mental" es algo que ya tenemos
garantizado y que por lo tanto no existe necesidad de vigilar? La relación humana es fuente vital
de nuestras vidas, requiere conducirse en armonía, es preciso que vigilemos muy de cerca su
positiva realización si es que deseamos años posteriores de satisfacción y felicidad.
La salud psicológica también puede deteriorarse gravemente con las experiencias negativas no
asimiladas constructivamente a través de los años. ...
¿QUÉ SIGNIFICA SER ASERTIVO?
Actuar asertivamente significa tener la habilidad para transmitir y recibir los mensajes de
sentimientos, creencias u opiniones propias o de los demás de una manera honesta, oportuna,
profundamente respetuosa, y tiene como meta fundamental lograr una comunicación satisfactoria
hasta donde el proceso de la relación humana lo haga necesario.
Ser asertivo no es ganarle al otro: es triunfar en el respeto mutuo, en la continuidad de los
acercamientos satisfactorios y en la dignidad humana, no importando que a veces no se logre un
resultado práctico o personalmente beneficioso o inclusive que se requiera ceder.
Implica no doblegarse, sin embargo, ante cualquier acción que intente violar el respeto a lo propio
y al mismo tiempo se somete a la firme exigencia individual de respetar profundamente en las
acciones personales, los derechos humanos de los demás.
Los componentes de la asertividad son respetarse a sí mismo, respetar a los demás, ser directo,
honesto y oportuno, control emocional, saber decir y escuchar, ser positivo y la expresión no-
verbal de los mensajes. La conducta asertiva requiere el manejo armonioso de estos elementos
con el fin de lograr una comunicación satisfactoria permanente.
RELACIONES HUMANAS: PRINCIPALES ERRORES
Todos hemos vivido experiencias dolorosas y aprendizajes benéficos al relacionarnos con los
demás. En el presente capítulo comentaremos dos alternativas de comunicación que con
frecuencia llevamos a cabo con pésimos resultados para la satisfacción y el mantenimiento de la
relación interpersonal. Después profundizaremos en los elementos que nos ofrece la acción
asertiva como método de aplicación más eficaz y que bien puede sustituir a los anteriores.
Relación no-asertiva
Esta conducta, frecuentemente utilizada por nosotros, consiste en no comunicarse o hacerlo de
una manera débil hablando con demasiada suavidad o "timidez" ocultando lo que se piensa en
contenido o intensidad, siendo comúnmente indirecto en el mensaje, rodeando el tema o
disculpándose cuando la situación requiere que hablemos claro respecto a lo que deseamos o
necesitamos.
Esta forma de actuar es básicamente pasiva o débil; espera que los demás adivinen lo que
requerimos en lugar de activamente asegurarlo. Por lo tanto nos colocamos en segundo lugar
permitiendo que aprendan a abusar de nosotros, dejando de satisfacer adecuadamente nuestras
necesidades y provocándonos por ello malestar y tensión.
La conducta no asertiva impide el enriquecimiento de la experiencia social; es un mecanismo que
resta en lugar de sumar ya que perdemos seguridad, control de las situaciones, energía que se
canaliza mal y efectividad en la solución de los conflictos.
Conducta no-asertiva
Es la forma de expresión débil de los propios sentimientos, creencias u opiniones que al no
responder a los requerimientos de la situación interpersonal que se enfrenta, permite que se
violen los derechos de la persona.
Causas comunes
A ninguno de nosotros nos gusta dañarnos en la relación con los demás. Aun en los casos
extremos en donde se ha encontrado dolor frecuente, existen búsquedas notables para mejorar
de alguna manera la situación. No obstante, y a pesar de los esfuerzos, la mayoría hemos
padecido la insatisfacción ante el hecho de no haber respondido con la energía o espontaneidad
necesarias. Existen cinco razones primordiales que pueden actuar aislada o conjuntamente
provocando el debilitamiento de la propia fuerza para expresarnos.
1. Falta de control emocional, predominio del temor y la ansiedad
Una de las causas más comunes de la inhibición de nuestra conducta espontánea es el temor o
la inseguridad, principalmente provocado por la idea de querer ser aprobado por todas las
personas, ante todo por aquellas que significan mucho para nosotros. ... Se cae en una especie
de círculo vicioso que no es agradable; el temor crece y no actuamos apropiadamente. Esto no
resuelve el problema, lo cual tampoco elimina el malestar o la ansiedad que nos provoca un nuevo
caso que invite a decir lo que realmente pensamos.
Cuando el temor, la inseguridad o la ansiedad crecen más allá de un nivel manejable, el cerebro
"se desconecta", bloqueando los impulsos para decir las cosas o haciendo que la forma de
transmitir los mensajes deje mucho que desear. Existen, sin embargo, formas de adquirir mayor
control ...
Otro temor que bloquea nuestra forma natural de ser se relaciona con evitar a toda costa el
conflicto; tememos el choque o enfrentamiento con los demás, que se incurra en agresividad
gritos o tal vez violencia y decidimos no actuar, cuando muchas veces el problema será inevitable
Y se tornará peor o hasta inmanejable, al evadirlo.
2 Mensajes sociales, No seas egoísta
En la experiencia normativa que tuvimos, muchos de nosotros fuimos orillados a actuar
"razonablemente" a través de mensajes que, dado su contenido su implicación, creaban
culpabilidad. Un concepto muy utilizado es y ha sido el de ser egoísta. ... Así entonces, la regla
es más o menos: Dar muchas veces a los demás no cuenta. Pensar de vez en cuando en mí me
hace automáticamente egoísta.
Cuando se nos acusa es necesario que no demos por un hecho que somos culpables sólo porque
nos sentimos de esa manera. Mucho más benéfico es hacer un análisis racional, honesto y justo
de nosotros mismos sopesando la realidad tal cual es en lugar de descontar rápidamente una
necesidad que deseamos satisfacer, ya que a veces la fuente del conflicto no es más que la
“inflexibilidad, rigidez o egoísmo" de otro. Cuando establecemos un desequilibrio constante entre
lo que damos y recibimos de los demás renunciando a la satisfacción en áreas importantes de
nuestro ser, acabamos afectando el mismo bienestar de la relación humana. ...
3. No vales lo suficiente
Un error de aprendizaje que a menudo nos afecta es condicionar nuestro valor a los atributos o
cualidades que poseemos, pero utilizando escalas claramente arbitrarias que nos quitan
seguridad y nos hacen sentir "menos" que los demás, provocando que la expresión o
comunicación se inhiba....
Los sentimientos de poca valía personal son producto de pensamientos distorsionados, ya que
la autoestima se apoya en atributos, estatus o cualidades que al no tenerse en la cantidad
requerida que se desea, "hacen disminuir" nuestro valor. Error grave de juicio.
4. Falta de habilidad
En ocasiones se actúa no-asertivamente porque no se ha practicado una habilidad ... La falta de
exposición a situaciones novedosas o poco acostumbradas provoca tensión y a veces nos
bloqueamos cuando se requieren actos más firmes.
Ignorar tus derechos como persona
Parece increíble que la mayoría de nosotros no conozcamos con suficiente profundidad una
noción tan básica como la de los derechos humanos; ignoramos que tenemos derecho a ser
personas falibles, con límites, sentimientos, necesidades y que merecemos ser tratados con
respeto y dignidad.
A veces, acostumbrados al maltrato verbal o físico desde pequeños, entendemos los actos
irrespetuosos como una de las cosas inevitables en la vida, no exploramos otras alternativas y
acabamos soportando automáticamente, sin crítica alguna, violaciones a nuestros derechos.
Efectos del comportamiento no-asertivo
El comportamiento no-asertivo provoca una serie de efectos claramente negativos y a veces
hasta graves si se incurre con frecuencia en este estilo de conducta, deteriorando la satisfacción
y la comunicación en la relación humana. ...
Es contradictorio que al inhibir nuestro comportamiento para evitar conflictos, obtener aprobación
o el bien de los demás, los problemas aumenten y perdamos el respeto de los demás hacia
nosotros...
Cuando actuamos no-asertivamente nos corresponde la responsabilidad de ejercer un cambio.
En lugar de constituirnos en víctimas, tenemos el reto de defender lo propio, no permitir el abuso,
expresarnos con libertad y espontaneidad oportuna y respetuosa hacia los demás. ¿Cómo darnos
cuenta de que necesitamos hacer un cambio en este sentido?
Tener un verdadero sentido constructivo en la relación humana comienza con el autoanálisis
responsable. El primer paso para el cambio es observar que nuestras acciones provocan
reacciones y tratar de entender y descubrir qué existe en la forma personal de proceder que
puede estar contribuyendo a la inhibición de nuestro acto libre, espontáneo y necesario,
independientemente de lo que otros hacen ...
CONDUCTA AGRESIVA
El comportamiento agresivo es otra práctica común y por demás innecesaria en las relaciones
humanas. Aprendimos que para expresar enojo, inconformidad o malestar, necesitamos señalar
a los demás lo inadecuados o incompetentes que son, pero alguien dijo: "No es necesario negar
la realidad de otros para afirmar la propia". La acción agresiva se manifiesta de muchas formas
...
DEFINICIÓN: Conducta agresiva: es la forma de expresión de los sentimientos, creencias u
opiniones que pretenden hacer valer lo propio, atacando o no considerando la autoestima,
dignidad, sensibilidad o respeto de los demás.
Causas comunes
1. Falta de control emocional, predominio de la inseguridad e irritación.
En muchos casos de acción agresiva se debe a ideas negativas que quitan seguridad en la
persona, provocando que se sienta amenazada o vulnerable ante la situación. ...
El paso más importante a dar para combatir el comportamiento agresivo cuando predomina la
inseguridad, es precisamente resolver estos sentimientos; admitir el temor de fondo y trabajarlo
hasta ganar plena autoconfianza, eliminando así cualquier "necesidad" exagerada de defenderse
o atacar.
En algunas ocasiones es difícil aceptar en primer lugar los propios sentimientos de inseguridad o
vulnerabilidad porque se cree que eso implica ser una persona "débil". Esto crea una defensa
que hace poco probable el cambio de la actitud agresiva y, en lugar de recurrir a un análisis de
por qué hemos actuado como lo hicimos, admitiendo las propias emociones, creamos el
mecanismo de estar culpando a los demás. Este mecanismo se perpetúa ya que evita la
confrontación necesaria que se provocaría al admitir la falta de seguridad personal que existe de
fondo.
En ningún caso se podrá mejorar como persona, cuando la principal tendencia es culpar a los
demás de lo que nos sucede.
Predominio de sentimientos de irritación
El comportamiento agresivo está también antecedido por sentimientos fuertes de enojo
provocado principalmente por ideas destructivas que autogeneramos y que rápidamente nos
hacen perder el control emocional.
2. No reconocer los derechos de los demás o los propios
La conducta agresiva se caracteriza por defender lo propio pero con poca sensibilidad a la
situación o sentimientos de la otra persona. Difícilmente trata de comprender la situación en que
se encuentran los demás y cómo las condiciones les influyen, emitiendo juicios reprobatorios y
condenatorios muchas veces rápidos y con insuficiente información de las razones que
provocaron las acciones.
No se reconoce a fondo que los demás tienen derecho a fallar, opinar, competir, dudar, ser
débiles, sentir, rehusar, elegir cosas distintas, etc., atacando las manifestaciones de actos que
"no deberían" ocurrir sin analizar que no es nuestro derecho el imponer a otras personas reglas
que son producto de un capricho individual, y menos aún, el ofender a quien no llene nuestras
expectativas.
También puede ocurrir que el deseo de negar los derechos de los demás esté ligado a la poca
atención o prohibición no-asertiva de los propios. Así entonces, si me juzgo cruelmente por mis
errores también aplicaré este tratamiento a quien falle.
3. Previa conducta no-asertiva
Cuando hemos acumulado resentimientos por renuncias frecuentes a nuestro bienestar en función de abusos
de otros o por la ausencia de un sano equilibrio recíproco en la relación humana, en la que sentimos que se
da más de lo que se recibe y esto lo consideramos injusto.
4. Éxito previo al haber actuado agresivamente.
Si bien algunos efectos de la conducta agresiva tenemos: romper el diálogo, crear dolor, rechazo
y mayor intercambio ofensivo, su emisión también puede representar aparentes ventajas. ... Y
esto puede hacer sentir bien a la persona atacante, en términos de que sus deseos se complacen
rápidamente dándole cierta sensación de poder, control o seguridad.
Es una ilusión óptica, sin embargo, creer que se mantendrá la permanencia de este tipo de
situaciones o relaciones. ... También ocurre que los demás comienzan a evitar cada vez más el
contacto con la persona agresora o cuando interactúan con ella intentan agredirla si se da la
oportunidad ...
5. Errores en la forma de expresión.
La falta de habilidad para expresar mensajes puede ser causa principal de manifestación agresiva
en un momento determinado. ... Necesitamos tener tino hasta para decir la verdad ... Lo más fácil
es decir libremente lo que pasa por nuestras mentes o emociones, sin embargo, es una posición
egocentrista y miope no entender que los demás pueden tener historias diferentes, encontrarse
en momentos especiales o inclusive considerar los conceptos de forma tan distinta que al
expresarnos como lo hacemos sólo se provocará incomprensión y dolor. ...
6. Intolerancia a la frustración.
Se ha creído que de la frustración se sigue la agresión, sin embargo, esto no necesariamente
tiene que ser así. Podemos aprender a manejar adecuadamente los sentimientos para que no se
evoquen comportamientos agresivos sistemáticos. La frustración muchas veces es
autoprovocada por expectativas rígidas y falsas respecto a cómo los demás o la realidad “debe”
funcionar. ...
Algunas ideas que ayudan con efectividad al manejo adecuado de la frustración son:
Las cosas no tienen que suceder como yo quiero sólo porque así lo deseo.
Si esto no se da como yo quiero ¿realmente es el fin? ...
Efectos del comportamiento agresivo.
Romper el diálogo o hacerlo más difícil para situaciones posteriores.
La persona agresiva es rechazada y se le etiqueta negativamente ...
No se provocan sentimientos de satisfacción, sino principalmente de culpabilidad.
Se provoca agresividad como respuesta ...
Provoca deterioro moral, psicológico e incluso de la salud física ...
Resentimientos difíciles de manejar.
Temor a su alrededor. ...
La persona agresiva se queda sola ...
Hacerse las siguientes preguntas le puede ayudar a clarificar si necesita cambiar su estilo de
comportamiento:
1. ¿Me siento culpable frecuentemente después de haber dicho lo que pienso y siento?
2. ¿Tengo conflictos, pugnas, discusiones acaloradas con frecuencia?
3. ¿Me irrito fácilmente o me molesto casi por cualquier cosa?
4. Las contrariedades ¿me molestan demasiado?
5. ¿Los demás me han señalado que soy agresivo o me han demostrado hostilidad con cierta
frecuencia?
6. ¿Me siento fácilmente amenazado ante alguna(s) circunstancias?
Si hay respuesta afirmativa en alguna de las preguntas, reflexiona, para cada situación:
1) ¿Qué pensaste?; 2) ¿Qué sentiste?; 3) ¿Qué fue lo que dijiste?
Luego reflexiona... En caso de seguir comportándome agresivamente:
1. ¿Cómo me sentiré después con esa persona?
2. ¿Qué puedo razonablemente esperar que los demás piensen o hagan?
3. ¿Qué pasará con la relación que me interesa mantener?
4. ¿Cuál es el gasto de energía y qué beneficios reales se obtienen?
LA OPCIÓN ASERTIVA.
La opción asertiva ... promueve la dignidad y el autorespeto en un plano de igualdad con los
demás. Sus componentes básicos son:
Respetarte a ti mismo. Respetarse a sí mismo quiere decir:
Te concibes como un ser humano; con energía limitada que necesitas priorizar, abastecer y
cuidar ... no necesariamente debes responder a las demandas de los demás. ...
Promueves ideas objetivas y constructivas respecto a ti mismo, generando autoconfianza y
seguridad ...
Eres razonable con las demandas que te impones...
No aceptar pasar largos períodos de tiempo bajo presión...
Valoras tus necesidades en su justo nivel. ...
Te perdonas humanamente ...
No te juzgas cruelmente
No te juzgas por tu pasado, aprendes de él
No te comparas con los demás
Respetas a los seres que amas.
Respetar a los demás. La comunicación asertiva requiere que el otro sea concebido
profundamente como ser humano y sea tratado con dignidad y respeto, distinguiendo claramente
que también tiene los mismos derechos que nosotros. El respeto por los demás implica:
Los demás tienen derecho a creer y hacer cosas muy distintas de las que esperamos que
piensen o hagan, siempre y cuando en sus acciones también exista el respeto hacia nosotros.
Entender que los demás también tienen límites
Entender que los demás tienen sus propias razones y motivaciones para actuar...
No debemos erigirnos en los jueces morales y arbitrarios de los comportamientos
inconvenientes de los demás.
Abandonar el concepto de propiedad de los demás, para no impedir o agredir su crecimiento
personal ...
Tratar de usar la mejor forma de expresión, ser amable y cortés ...
Saber pedir disculpas, sin menospreciarnos ... respetando el enojo de los demás, ...
Ser directo. Garantizar que los mensajes transmitidos sean lo suficientemente claros y directos
para evitar caer en el juego de la adivinanza o la confusión. ... A veces los demás no pueden o
no quieren adivinar nuestros mensajes y a eso reaccionamos con frustración, resentimientos o
enojo, sin darnos cuenta que es nuestra responsabilidad ... Cuando se actúa agresivamente, los
mensajes expresados tampoco son directos, en general lo que se provoca es que los demás
crean que se les está queriendo decir, de alguna manera, estúpidos o incompetentes. ...
Ser honesto. Es necesario reflejar nuestros pensamientos, sentimientos o creencias para facilitar
la comunicación.
Ser sincero, evitando, convertir la franqueza en agresividad, cubriendo en realidad
sentimientos de hostilidad o venganza. ...
Ser honesto, sin molestar a las personas, utilizando sarcasmos o críticas cuando lo que
verdaderamente sucede es que estamos resguardándonos de sentimientos personas ...
Ser honesto, es aclarar el verdadero deseo o sentimiento que experimentamos, y evitar la
mentira.
Ser apropiado.
El lugar. Para lograr una comunicación satisfactoria, necesitamos no sólo tomar en cuenta lo que
decimos o escuchamos, sino también el contexto donde ocurre la comunicación. ... buscar el
mejor lugar para decir las cosas, el momento ... el grado de firmeza de transmisión del mensaje,
la relación con la otra persona ...