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EL AVE QUE ALCANZÓ LA LUNA

En un recóndito lugar de un inmenso bosque, donde solo se escuchaba el sonido de la naturaleza en todo su esplendor,
habı́a una imponente montaña donde vivı́a un grupo de aves majestuosas que lideraban la montaña y sus alrededores,
teniendo el respeto de todos los animales del bosque. Una noche mientras recibı́an el nacimiento de un ave, el cielo
empezó a adornar el bosque de muchos colores y la luna brilló mas que nunca inquietando a todos los animales. Todos
estaban felices por la nueva ave que parecı́a ser un milagro del cielo, pero el cielo no fue tan generoso esa noche, ya que
en un abrir y cerrar de ojos se acercó una gran corriente de aire y sin darse cuenta el huevo del ave que estaba apunto
de romperse fue arrastrado por esta corriente, cayendo en un rı́o tan largo que lo hizo extraviar. Tristes todos los
animales, mas aun los padres por la perdida de su hija, decidieron buscarla sin parar, y ası́ fue durante mucho tiempo...

Aquella ave, que por obra de la naturaleza empezó un mal vuelo, terminó en una playa muy lejos de su hogar y
de todo aquello que lo harı́a crecer incesantemente. Sin embargo, en ese cascarón desgastado, el ave escuchaba una
voz que le traı́a calma y sin esperarlo recibió ayuda de una manada de lobos que aúllan en la playa cada vez que
la luna se mostraba de noche. Estos lobos acogieron y trataron de darle un hogar al ave preguntándose de donde
podrı́a venir, pasaron los dı́as y gracias a la voz que le susurraba y a su fuerte voluntad, el ave logró sobrevivir las
frı́as noches. Pasó mucho tiempo y los lobos quienes sabı́an que en algún momento tenı́an que despedirse del ave,
decidieron darle un nombre, el cual fue “luna”. Luna se sentı́a orgullosa de su nombre y cada vez que iba con los lobos
a apreciar la luna, querı́a alcanzarla, estar mas cerca de ella y abrir camino para quizás algún dı́a ver a sus padres que
tanto les recordaba la luna. Agradecida con los lobos decidió empezar su viaje aun sabiendo que fácilmente podrı́a
morir en el intento, pues tenı́a que aprender, ganar experiencias y conseguir eso que tanto querı́a.

Luna querı́a aprender a volar, ası́ que decidió caer de muchos arboles mientras continuaba, hasta quedar sin energı́as.
Su comida era escasa y se sentı́a vulnerable, pero cada noche al ver la luna y sentir su luz, la voz que escuchaba se
hacı́a cada vez mas intensa dejando a un lado sus preocupaciones. A veces intentaba saber que podrı́a ser esa voz que
tanto la calmaba, pero al parecer siempre dejaba que las preguntas flotaran sin decir nada. Cierto dı́a, luego de tanto
caer sin tener resultados, decidió caminar a un risco muy alto para intentar caer con éxito, era un riesgo que debı́a
tomar si querı́a abrir mas sus malgastadas alas. Al saltar fue tanta la emoción que su vista se nublo, cerro los ojos y
al abrirlos sentı́a que podı́a ver mas lejos, pero en el transcurso del vuelo, divisó como iban cayendo sus plumas una a
una perdiendo el equilibrio y golpeando su pico muy fuerte contra una roca que sobresalı́a del risco, al llegar al suelo
después de tanto luchar por mantenerse en el aire, quebró sus garras quedando prácticamente inútiles.
Luego del incidente, luna terminó destrozada, sin ganas de seguir adelante y parecı́a que todo habı́a acabado, pero esa
noche el cielo nuevamente empezó a adornar todo el lugar de muchos colores y mientras luna deliraba en el frió suelo,
la voz con mucho fervor exclamó “BRILLARÁS NUEVAMENTE”. Al dı́a siguiente, luna se llevó una gran sorpresa,
le habı́an emanado un grandioso plumaje con las alas mas grandes jamas vistas, un majestuoso pico que desprendı́a
cualquier tipo de carne y unas gigantes garras que desgarraban al contacto. Luna subió nuevamente al risco y surcó
los cielos volando tan alto que podı́a verlo todo a su paso. Feliz con todo lo que le habı́a pasado, decidió esperar la
noche para ver la luna, y descansó en la cima del risco, donde se propuso visitar cada bosque y cada montaña con
tal de encontrar a su familia.

En esa larga e incesante búsqueda, una noche luna visualiza a lo lejos una gran montaña donde volaban aves de
toda clase, parecı́an estar celebrando algo y en ese mismo instante las aves se percatan de la imponente ave que se
acercaba y deciden avisar a todos los animales que igualmente quedan admirados al ver tan majestuosa ave. Al visitar
el lugar, luna sentı́a cierta calma que se le hacia familiar, se intensificó mas cuando vio dos grandes aves esperando lo
que parecı́a ser el nacimiento de una nueva ave y aun mas cuando las dos grandes aves reconocieron a su hija perdida.
Esa noche la luna brillo como nunca, aquella voz que acompañó esa ave perdida le susurro nuevamente diciendo “es tu
momento”, al escuchar muchos aullidos a lo lejos, contenta y orgullosa porque habı́a alcanzado eso que tanto querı́a,
voló con gran ı́mpetu hasta quedar frente a la luna donde le preguntó a esa extraña voz: –¿quien eres?
Cuando parecı́a que la pregunta quedarı́a en el aire, la voz le susurra mientras se desvanecı́a lentamente “soy luna...”.

Autor: Mario Luis Viloria Pérez

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