En Colombia hay alrededor de 13.300.000 hogares en los que se supondría
se consume en su totalidad papel higiénico y otros productos de las empresas acusadas como servilletas, toallas de cocina, toallas para manos y pañuelos faciales. Sin embargo, debido al bajo nivel adquisitivo de muchos hogares colombianos y a los altos precios que se fijaron para este producto, que se sabe fue manipulado en favor de los fabricantes durante 14 años sin que operara el libre mercado, cerca de 3 millones de hogares según cifras oficiales de la Superintendencia de Industria y Comercio, no compraron este producto básico de la canasta familiar.
La industria de los papeles suaves mueve al año cerca de $1.2 billones de
pesos en el país. Sin embargo a causa de la cartelización el negocio aumento en un 30% el precio del papel higiénico y demás productos derivados, lo que ocasionó serios desbalances en la economía de los hogares al tratarse de un producto de uso cotidiano, sin embargo muchos seguían comprando este producto por lo que las ganancias anuales terminaron en alrededor de 300 mil millones de pesos que provenían de los compradores.
Empresas como Familia, Kimberly, Papeles Nacionales y papeles y cartones
de Risaralda aumentaron los precios por encima de los índices de inflación y los costos de producción, de igual forma las empresas registraron utilidades o beneficios superiores al 35% en el transcurso de 10 años desde inicios del 2000 dejando utilidades entre 1.2 y 3.6 billones de pesos al año como consecuencia de no competir libremente.
EFECTOS TRANSFRONTERIZOS. Aunque en mayo de 2016 se impusieron
las sanciones en Colombia contra Kimberly, Productos Familia, Papeles Nacionales y Cartones y Papeles de Risaralda, y cobijó también a 21 personas naturales por un valor de $185.417 millones, la problemática abordó una escala internacional.
Debido a que la Secretaría General de la Comunidad Andina realizó un
comunicado en marzo de 2016 donde emitía una solicitud realizada por la Superintendencia de Control de Poder de Mercado de la República del Ecuador que hacía referencia a prácticas restrictivas en relación a este mercado que incluía filiales de Kimberly y Familia en Ecuador.
La Secretaría General de la Comunidad Andina declaró que las empresas filiales
incurrieron en prácticas anticompetitivas y recomendó sancionar al grupo Kimberly y al grupo Familia con el 10% de los ingresos totales de cada empresa correspondiente al año 2017. En este país las prácticas ejecutadas por estas empresas tuvieron impacto en cerca de 14 millones de habitantes del país ya que las empresas ya mencionadas registraron los precios de venta más altos en el mercado ecuatoriano puesto que en promedio aumento en un 32% entre 2010 y 2016.