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Nunca es muy tarde con Dios

Esperar nunca es fácil... ¿pero en realidad Dios llega tarde? Podrías sentirte tentado
(mientras esperas) a cambiar tu enfoque a algo menos de lo mejor que Dios quiere para ti.
Pedro, el discípulo de Jesús, enfrentó esa misma tentación más de una vez. La
buena noticia: Siempre hay gracia, y Dios es tan amable en el camino que Él
persistentemente te lleva de vuelta a Sus promesas para la vida que en realidad nunca
esperas. Dios siempre va a querer algo mejor para tu vida, la palabra de Dios dice Isaías
55:8 Mis planes no son vuestros planes, mi proyecto no es vuestro proyecto.
Dios siempre sabrá lo que es correcto para nosotros ya que el es un Dios
omnipresente y omnisciente. Y recuerda durante esos días nublados sin sol cuando
parece que Dios te ha abandonado y olvidado: No es así. Aprende por qué Él nunca falla
en mantener Su Palabra.
A Veces pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros pero no es cierto sin darnos
cuenta nosotros somos ñ nos hemos alejado de el. Es muy común que alguien que se
encuentra enfermo pierda su apetito. De hecho, cuando una persona está sumamente
grave, el médico por lo regular hablará con los seres queridos y les dirá: “Intenten que
coma algo. Si se va a recuperar, necesitará comer”.

Lo mismo ocurre cuando alguien está espiritualmente enfermo. Pierde su apetito


por las cosas espirituales. Pierde su apetito por la Palabra de Dios. De hecho,
cuando usted ve a un creyente perder el hambre por la Palabra de Dios, es una
muestra segura de que esa persona necesita un avivamiento. O solo en su primer
amor tuvo un avivamiento es un tema sumamente delicado ya que por lo menos
tres veces en Salmos 119, el salmista nos dice que una de las maneras que Dios
lo avivará cuando se encuentre espiritualmente débil será a través de Su Palabra.

En el versículo 25 nos dice: “Abatida hasta el polvo está mi alma; ¡vivifícame


según tu palabra!” (RVR1995)

En el versículo 107 nos dice, “¡Afligido estoy en gran manera! ¡Vivifícame, Jehová,
conforme a tu palabra!” (RVR1995)

Y después en el versículo 154 nuevamente dice, “Defiende mi causa y redímeme;


vivifícame con tu palabra” (RVR1995).

Si usted va a ser avivado, será en gran parte de acuerdo a o a través de la


Palabra de Dios. De hecho, lo que el salmista literalmente está diciendo es: “Dame
vida. Reavívame a través de Tu Palabra”. Cuanto más se alimente de la Palabra
de Dios, más hambre tendrá de ella. ÑDe manera que una muestra vital de la vida
espiritual es el hambre, el apetito, por la Palabra de Dios. Hay un hambre
renovada hacia la verdad espiritual cuando usted es avivado. El alimentarse de Su
Palabra le dará más vida, le dará más fortaleza, y le dará vitalidad espiritual

la oración

Uno de los indicadores más verdaderos de si la vida espiritual de un individuo está


progresando o decreciendo es la oración. Y si su vida de oración está
disminuyendo, es una muestra segura de que su vida espiritual necesita un
avivamiento.

Salmos 80:18 lo dice de la siguiente manera: “Así no nos apartaremos de ti; vida
nos darás e invocaremos tu nombre” (RVR1995).

La oración es para la vida espiritual lo que respirar es para la vida física. Los
medicos dicen que. Si su respiración no es muy profunda e intermitente, algo está
mal. Es una señal de que no está saludable. Si su respiración es profunda y
regular, es una señal de una buena salud.

En una ocasión, leí una historia sobre un soldado de la Segunda Guerra Mundial
que había sido llamado a comparecer ante su superior y acusado de espiar. El
superior le dijo: “Le han visto entrar en una zona de selva donde sabemos que hay
patrullas enemigas, y pensamos que usted les está pasando información”.

El superior le exigió que explicase porqué había ido a ese lugar. Y el soldado
simplemente dijo: “Solamente entré ahí para tener una hora a solas en oración”. El
oficial le ordenó que se hincara y le mostrará cómo había orado.

El soldado se hincó, pensando que lo ejecutarían por traición, y comenzó a clamar


a Dios. Inmediatamente, fue obvio que había estado en la intimad con Dios. El
superior lo detuvo y dijo, “Es suficiente. Se puede marchar”. Entonces habló con
otro oficial y dijo: “Nadie puede orar de esa manera sin un largo aprendizaje”.

Cuando se trata de orar, ¿dónde se encuentra? ¿Sus oraciones son profundas y


regulares? ¿O son superficiales, esporádicas, e intermitentes? Si no son muy
profundas, es una muestra de que su corazón necesita ser avivado.

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