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CORRECCIÓN DEL ARTÍCULO “HABLEMOS DE ACOSO

CALLEJERO” DE EL ESPECTADOR.

El acoso hacia la mujeres siempre ha existido, pero esta generación es la que


expone mayormente su opinión de forma pública. Sin embargo, los grupos
feministas surgidos en el último siglo son aquellos que han dado fruto al motivar a
alzar su voz mediante medios como manifestaciones. Debido a esto y a la
tecnología, Han surgido cuentas en redes sociales como "No me calle, también es
mi calle" que promueven exponer el problema y así mismo, impulsar a más
personas para dar testimonio de sus casos.

Uno de los países latinoamericanos con más altas tasas de violencia contra la mujer
es México. Por esto, se realizó para el 2016 una manifestación en Ciudad de
México, en donde surgieron dos reacciones por parte de la audiencia; una de ellas
fue establecer una acusación hacia las jóvenes feministas, que según ellos se
victimizan, de ser una especie de nuevo puritanismo, anticoqueteo y antisexo. Por el
contrario, se puede afirmar que las mujeres se niegan ante cualquier situación en la
cual sientan que su integridad física, emocional o profesional se ven afectadas.

En el caso de la coquetería, no se está en contra de ésta a menos de que se vuelva


un peligro, y sea una causa justa del miedo que se genera al caminar por las calles
en cualquier momento del día. Cabe aclarar, que en los casos de acoso callejero
están presentes relaciones de poder, las cuales dependen de un cargo o jerarquía.
Por ejemplo, se encuentra una variación en el actuar de los hombres cuando ven
pasar a una mujer desconocida a su lado, que con su propia jefa, es ahí donde está
relación logra marcar una diferencia en el trato dado.

La segunda reacción se basa en ejercer y tomar medidas penales para castigar el


acoso callejero. Esto a simple vista se puede presentar como la solución más
efectiva, pues se tiene la costumbre de resolver todo por vía penal. No obstante,
ésta es una propuesta que genera discrepancia, ya que desde la lógica que se
evidencia en un trámite penal, no se podría establecer un procedimiento concreto.
Una de las razones es debido a que el acoso se manifiesta de distintas formas,
como los son los gestos comentarios que pueden ser bruscos o sutiles
dependiendo del contexto. El cual dificulta la posibilidad de verificar la veracidad de
los casos expuestos. En el caso de que se llevarán estos casos a juicio ¿Serían
realmente valorados o se dejaría impune a aquellos que agreden? ¿Estos
procedimientos podrían cambiar a futuro esta clase de comportamientos?

Por lo tanto, las mujeres "han dejado de callar para alzarse en un grito que ponga un
alto a la violencia de género."¹ páginas en redes sociales, hashtags virales, debates,
pronunciamientos (himnos, representaciones dramáticas, representaciones
artísticas) y grupos de apoyo son algunas de las medidas por las que las nuevas
generaciones buscan dar un alto al acoso y a la violencia de género. Abriendo paso
a un cambio social y cultural penal para lograr combatir la segunda reacción,
aunque no sea la mejor respuesta a la violencia de género en algunos casos sí lo
será.

Isabella Guzman
Carolina Guavita
Sara Pacheco
Laura Valencia
Daniela Casanova

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