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Universidad Diego Portales

Facultad de Ciencias Humanas


Escuela de Psicología

“EL POTENCIAL CURATIVO DE LA RESPIRACIÓN


HOLOTROPICA EN LOS PROCESOS DE CIERRE DE LA
ADOLESCENCIA”.

Memoria para optar al Grado de Licenciado en Psicología

Alumnos: Cristóbal Contreras Téllez


Francisco Zenteno Silva

Profesor Patrocinante: Daniela Carrasco


Asesor Metodológico: Carlos Núñez

SANTIAGO-Chile
2010

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FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Resumen

“El Potencial Curativo de la Respiración Holotrópica en los Procesos de Cierre de


la Adolescencia”
Cristóbal Contreras & Francisco Zenteno

El presente estudio indaga en la influencia que tiene la Respiración Holotrópica


en los procesos de cierre de la adolescencia. Para aquello se indagó en los aportes
teóricos proporcionados por Erikson acerca del desarrollo del ciclo vital y en el
marco teórico conceptual propuesto por Grof acerca de los estados no ordinarios de
conciencia y los diversos niveles y dimensiones del inconsciente. La muestra fue
compuesta por 5 personas entre 19 y 24 años, los cuales participaron de un sesión de
Respiración Holotrópica tras la cual se le aplicó una entrevista semí-estructurada.
Los resultados indican que la Respiración Holotrópica proporciona contenidos y
material psicológico relevante para la resignificación de experiencias pasadas en el
marco de la consolidación de la identidad, y facilita un espacio de concientización
acerca de aspectos inconscientes que otorgan una comprensión más amplia acerca de
la totalidad de la psique. Ambos procesos de integración facilitan y son de bastante
ayuda sino necesarios para realizar un tránsito seguro hacia la siguiente etapa de la
vida, la adultez joven. En este sentido se ofrece una analogía entre la respiración
Holotrópica y el concepto de Rito de Paso en el contexto psicoterapéutico,
entendiendo que los resultados de su práctica facilitan el desarrollo y el tránsito en
ciclo vital acercándose a los ideales de salud psicológica.

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Palabras Clave: Cierre Adolescencia, consolidación identidad, Respiración
Holotrópica
Índice

I. Introducción………………………………………………………………4
Problematización y Justificación……………………………………...7
Pregunta de Investigación y Objetivos…………...…………………..12
II. Marco Teórico…………………………………………………………...14
Perspectivas del Inconsciente……………………………………..…14
Sigmund Freud……………………………………………………16
Otto Rank………………………………………………………19
Carl Gustav Jung ………………………………………………21
Cartografía de la Mente Humana………………………...………….25
Inconsciente Biográfico…………………………………...…..26
Dimensión Perinatal del Inconsciente…………………………28
El Territorio Transpersonal de la Mente………………..……..37
Integración Psicosomática………………………………………….39
Adolescencia y Cierre ……………………………...………………46
III. Aspectos Metodológicos……………………………………….……......49
Tipo de Estudio…………….…………………………………….49
Muestra…………………………………………………………….50
Recolección Datos……………………………………………........50
Procedimiento……………………………………………...............52
Plan de Análisis…………………………………………................53
Consideraciones Éticas…………………………………………….54
IV. Análisis de Resultados…………………………………………………..55
V. Conclusión………………………………………………………………67
VI. Discusión…………………………………………………………....…..72
VII. Consideraciones Finales………………………………………………...76
VIII. Referencias Bibliográficas………………………………………………78
IX. Anexos………………………………………………………………….82

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I. Introducción

La Respiración Holotrópica es una poderosa herramienta psicoterapéutica


desarrollada por el Dr. Stanislav Grof y su esposa Christina en la década de 1970
orientada hacia la auto exploración y sanación profunda. Se trata de un proceso
continuo de hiperventilación provocado por la práctica de un ritmo respiratorio más
intenso y profundo del habitual, acompañado por trabajo corporal específico y
música evocativa. Su eficacia como técnica psicoterapéutica se sustenta en el poder
heurístico y sanador de los estados no ordinarios de consciencia, el cual en este caso
se reproduce en intensos procesos de psicosomatización, visualizaciones y otros
fenómenos de naturaleza psicoide provocados por la experiencia corporal del
ejercicio mencionado (Grof, 1994).

A diferencia de los estados alterados de consciencia conocidos por la psiquiatría y


psicopatología tradicional, en los que las funciones cognitivas (neurológicas,
mentales) que se encuentran a la base del funcionamiento consciente se ven afectadas
y mermadas (Dusek & Girdano 1990, en Méndez 2007), en los estados no ordinarios
y especialmente en los holotrópicos “no perdemos completamente nuestra
percepción de la realidad diaria mientras que, por otro lado, nuestro campo
perceptivo se ve desbordado por el contenido procedente de otras dimensiones de la
existencia y del psiquismo. En tales casos, estamos experimentando de forma
simultánea dos realidades muy distintas” (Grof, 2002; pp. 23). Es decir, en este
estado -de carácter paradójico y de integración dual- vemos extendidas nuestras
funciones mentales hacia aspectos de la realidad que no son evidentes en los
denominados estados hilotrópicos, relacionados con la consciencia cotidiana y
funcional. Precisamente en oposición a ello se estructura el significado del término
holotrópico, el cual es literalmente “orientado (en movimiento) hacia la totalidad”,
remitido a las palabras griegas holos = todo/totalidad, y trepein = moverse a, o en
dirección a algo.

Esta diferencia semántica manifiesta que en los estados hilotrópicos nos


identificamos generalmente con una pequeña fracción de nuestro ser que en la

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mayoría de los casos está representada por el ego, mientras que durante los estados
holotrópicos podemos trascender estos límites y reivindicar la plenitud de nuestra
identidad. Por otro lado, la diferencia básica entre lo no-ordinario y lo holotrópico es
la dimensión sanadora de éstos últimos; es posible tener experiencias altamente
psicodélicas a partir del trabajo con enteógenos y químicos que constituyen estados
no-ordinarios y ampliados de conciencia, pero la dirección hacia la totalidad y hacia
la integración psicológica es propia de lo holotrópico (Grof, 2000). Es decir, los
estados holotrópicos constituirían un tipo específico de experiencia en el marco de lo
no-ordinario y ampliado y pueden ser inducidos de muchas maneras: la humanidad
durante prácticamente toda su historia ha desarrollado diversas tecnologías de lo
sagrado (ídem, 1994) que le han permitido acceder a estos estados no ordinarios de
consciencia que varían tanto en la forma como en el contenido psíquico al que
aluden. Este concepto designa aquellos procedimientos y prácticas que han sido
utilizados en diversas culturas con el propósito de alterar la mente e inducir estados
holotrópicos con fines rituales y religiosos. Estas han sido consideradas
históricamente como elementos clave del desarrollo de prácticamente todas las
grandes tradiciones espirituales de oriente y occidente. Dentro de estas prácticas las
más conocidas son la deprivación sensorial, la meditación, el consumo y la ingesta
ceremonial de alucinógenos, enteógenos y químicos, la exposición permanente al frío
o al calor (temazcal), las danzas rituales, la hipnosis, el ayuno, la hiperventilación y
el pranayama, las catarsis emocionales personales y/o colectivas inducidas, la
oración católica y la recitación mántrica, la autoflagelación, la práctica de asanas en
el hata yoga, el yoga kundalini, etc. Por su parte la utilización de diferentes técnicas
de respiración ya sea con propósitos terapéuticos o religiosos ha estado presente
prácticamente en todo sistema psicoespiritual orientado hacia la comprensión de la
naturaleza humana. La estrecha relación existente entre la mente y la respiración se
hace evidente si revisamos la semántica histórica que algunas culturas han utilizado
para referirse a ambas (Grof, 2000): en la medicina tradicional china la palabra chi
alude a la energía vital y fuente de motivación esencial (podría analogarse a una idea
ampliada de la líbido freudiana) así como al aire que respiramos con los pulmones.
En la literatura Vedanta hindú la palabra prana se refiere no sólo a la respiración
fisiológica sino también a la esencia sagrada de la vida, móvil de toda experiencia
humana, mientras que en la antigua Grecia la palabra pneuma convoca dos similares
significados. El término phren, en la misma Grecia, se utilizaba tanto para designar al

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diafragma (músculo de mayor tamaño en el sistema respiratorio) como también para
la mente (ej.: esquizofrenia: mente dividida).

Los estados holotrópicos son acompañados muchas veces de una profunda


experiencia de transformación psicoespiritual que ayuda a generar una mayor
amplitud en nuestra visión del mundo, una importante comprensión de los aspectos
más relevantes de nuestra identidad y también de las dimensiones numinosas de la
existencia. De tal modo, la aplicación de la técnica de Respiración Holotrópica
resulta muy pertinente y útil en el contexto psicoterapéutico ya que representa una
rica fuente de información relevante respecto de la vida y la identidad del sujeto en
ese contexto sanador. Como más adelante veremos, muchos de los contenidos
psicológicos que emergen a partir de estos estados pueden ser comprendidos desde
las psicoterapias tradicionales, mientras que otros obligan a ampliar sus marcos de
interpretación e invitan a completar algunos de sus más importantes vacíos.

Fundamentalmente, la Respiración Holotrópica tiene como objetivo y consecuencia


del proceso la integración de material psíquico inconsciente que no ha sido
acomodado por el organismo tanto en su dimensión de psique como de soma (Grof,
1994). La falta de integración de los contenidos psíquicos se explica
fundamentalmente por la efectiva actividad de los mecanismos de defensa
inconscientes descritos en toda la literatura psicoanalítica y muy especialmente por
Freud en sus “Trabajos sobre Hipnosis y Sugestión” (1888 – 1892) y en “Estudios
Sobre la Histeria” (1895), sin embargo, a través de la técnica de la Respiración
Holotrópica estos mecanismos pueden ser inhibidos, facilitando enormemente el
trabajo de integración psicológica. Otro principio fundamental subyacente a esta
herramienta es que a partir de su práctica la psiquis lleva a cabo un proceso de
simplificación y amplificación de sus dinámicas, lo que hace mucho más asequible
para una persona los contenidos que se expresan durante el proceso. Este mecanismo
de simplificación y amplificación psíquica es un resultado espontáneo de la
provocación de estados holotrópicos y facilita la liberación energética y emocional
(por ejemplo catarsis) en las personas que practican la Respiración Holotrópica. Éste
proceso se representa, por ejemplo, en la manifestación de múltiples contenidos
psíquicos condesados en imágenes o sensaciones específicas que posibilitan su
abordaje y comprensión. La amplificación tiene que ver específicamente con la

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invocación directa que hacen las experiencias holotrópicas a los conflictos y
problemáticas básicos de la persona que se somete a esta vivencia (Grof,1980)

El origen de esta técnica y sus implicancias teóricas fundamentales respecto de la


psicología del ego y del inconsciente son algunas de las temáticas abordadas más
adelante en este informe. Por ahora nos corresponde a modo de problematización
evidenciar en términos generales algunas de las implicancias de la utilización de los
estados holotrópicos de consciencia en el contexto psicoterapéutico y, como segundo
eje de problematización, establecer las implicancias psicosomáticas de esta
herramienta con respecto de los paradigmas actualmente predominantes que abarcan
estos fenómenos.

Problematización, Justificación y Relevancia.

Nos interesa especialmente contribuir en la recuperación de una dimensión de


nuestra disciplina que ha sido relativamente abandonada, retrayéndose sólo hasta
hace poco a un lugar dentro de la psicología experimental/de avanzada o demasiado
alternativa (quizás fuera del marco científico aceptable en la disciplina) y que, en
realidad, se remite a los inicios de la indagación psicológica. En los orígenes de la
psicología profunda y de la psicoterapia, y en los primeros años de su desarrollo
como técnica terapéutica efectiva y con propósitos definidos, los estados
holotrópicos jugaron un papel crucial en la exploración de zonas no conocidas de la
psique, sirviendo como punto de partida para la búsqueda de explicaciones concisas a
cerca de la naturaleza esencial de lo mental.

En general, los manuales de psiquiatría atribuyen el inicio del trabajo


psicoterapéutico a las primeras sesiones de hipnosis llevadas a cabo por Jean Martin
Charcot con pacientes histéricos en el Hospital de la Salpetrière, en París (Grof,
2000). Allí Freud, fascinado por los alcances de esta nueva técnica, comienza a
aprender del mecanismo de la inducción de hipnosis para utilizarla en sus
investigaciones iniciales e intentar acceder al inconsciente de sus pacientes. Ya en
“Estudios Sobre la Histeria” Freud y Breuer (1895) recomendaban el trabajo
terapéutico con regresiones hipnóticas y abreaccionas emocionales como tratamiento

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efectivo de las neurosis y otros trastornos psicosomáticos. Sin embargo Freud en su
trabajo posterior abandonó el énfasis psicoterapéutico de la experiencia directa y se
orientó al análisis de la transferencia y la dimensión traumática de los fenómenos
inconscientes, dejando relativamente sin respuesta el inmenso marco de
investigación que alguna vez abrió (Ross, 1989).

Los autores creemos que es por esta razón que existe muy poco material,
especialmente en español, que realice aportes teóricos y ayude a comprender la
utilidad de los procesos holotrópicos, y al mismo tiempo que reafirme el potencial
curativo de éstos. De igual forma, creemos que es muy importante que la psicología
en tanto ciencia de la salud deje de relacionarse con prejuicios y reservas respecto de
los estados no ordinarios / holotrópicos de consciencia y, de manera imperiosa, debe
consolidarse en la disciplina la diferencia entre éstos y las psicosis y esquizofrenias.

Pensamos que el trabajo en tanto Terapia Experiencial Holotrópica puede ser muchas
veces desdeñado principalmente por el miedo doctrinario de algunas perspectivas de
ver cuestionadas sus bases más importantes, en desmedro del desarrollo de poderosas
y eficaces herramientas psicoterapéuticas. Para mayor comprensión de los alcances
de estos estados, y para prevenir el prejuicio académico que los relaciona con
patologías mentales (adecuados para la noción de estados alterados de consciencia),
el descubridor de la técnica alude a algunos aspectos pragmáticos muy simples que
ayudan a desmitificarlos1:

“Los estados holotrópicos se caracterizan por profundos cambios de percepción


sensorial, la cual puede verse alterada por imágenes procedentes de nuestra historia
personal y de diferentes aspectos de nuestro psiquismo, claras proyecciones del
material inconsciente. […] El intelecto no se ve mermado, por el contrario, podemos
sentirnos desbordados por la cantidad de información verdadera relativa a nuestra
historia personal, las dinámicas inconscientes, las dificultades emocionales y los
problemas interpersonales. De mismo modo, podemos tener revelaciones
extraordinarias respecto a diversos aspectos de la naturaleza y el cosmos” (Grof,
2000; pp. 25)

1
Una detallada descripción de los contenidos psicológicos y las vivencias suscitadas por los estados
holotrópicos con consciencia se ha llevado a cabo en el Marco Teórico de este estudio.

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A su vez, de acuerdo con Frances Vaughan (1979) pensamos que la utilidad de
incorporar los estados holotrópicos en el contexto de la psicoterapia permite que el
terapeuta genere las competencias adecuadas y adquiera las herramientas pertinentes
para poder seguir y guiar el proceso terapéutico de sanación de su paciente, sin
importar los niveles de complejidad al que este acceda y, por otro lado y más
importante aún, logra optimizar los tiempos de tratamiento ya que los contenidos
psicológicamente relevantes se han de hacer más evidentes debido a los mecanismos
de integración, amplificación y simplificación de la psiquis propios de éstas
experiencias.

Por otro lado, como ya adelantábamos, el segundo eje de problematización lo


constituyen los procesos de psicosomatización en la medida en que establecen la
puerta de entrada a la experiencia de la Respiración Holotrópica. Cabe destacar que
esta es una técnica que utiliza como móvil principal de la experiencia a la
respiración, y por tanto implica necesariamente al cuerpo, y al mismo tiempo, utiliza
una serie de técnicas corporales durante las sesiones que ayudan a profundizar y en
otros casos a cerrar, integrar y finalizar de un modo adecuado las experiencias. Los
procesos psicosomáticos consisten en manifestaciones corporales que sostienen una
relación directa con contenidos psicológicos relevantes los cuales permiten, a
propósito de la inhibición de los mecanismos de defensa psicológicos y de la
simplificación y amplificación psíquica ya descrita, una importante expresión de
fenómenos de naturaleza psicológica inconsciente. Como procesos psicosomáticos
entendemos aquel espectro de la experiencia humana en el cual se articulan dos
dimensiones de diversa índole en un mismo fenómeno, a saber la psique y el soma
(Courdell,1996). En cierta medida corresponden a procesos mediante los cuales el
organismo permite expresar contenidos psicológicos que debido a su carácter
complejo son altamente difíciles de expresarse por otras vías. Las principales
características que definen este fenómeno se encuentran descritas a continuación y
relacionadas al desarrollo histórico que la complejidad de este fenómeno ha
suscitado.

Respecto del modo en que han sido abordados estos fenómenos podemos decir que
inicialmente comenzaron a cobrar bastante interés en el campo de la psiquiatría por
tratarse de afecciones que no presentaban una etiología orgánica aparente. Los

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primeros acercamientos en esta área se realizaron bajo un Modelo Médico
Tradicional u Ortodoxo en el cual, tal como afirma Courdel (1996), se sostenía la
vieja dicotomía entre la mente y el cuerpo donde lo psicosomático ocupaba el lugar
de lo que no era posible explicar desde la fisiología, es decir, como versa el título del
estudio realizado por dicho autor, correspondían a fenómenos “con etiologías
insuficientemente precisadas”. Así, lo psicosomático se erigió sobre lo desconocido
en forma de “ficción explicativa” (Courdel, 1996) presentando al mismo tiempo una
condición de agravante en relación a un cuadro clínico específico. De tal modo, la
intensidad de la somatización se consideraba y se sigue considerando directamente
proporcional a la intensidad de la patología.

Tras haberse realizado diversos estudios médicos sin éxito alguno sobre el origen de
los trastornos psicosomáticos, el foco de análisis comenzó a desplazarse tenuemente
hacia la posible influencia y determinación psicológica que podía residir en ellos.
Fue en este campo donde las investigaciones encontraron un mayor marco
explicativo acerca de la naturaleza de los procesos psicosomáticos, y en donde
finalmente se estableció la etiología psicológica que subyacía en este tipo de
trastornos. A partir de los estudios revolucionarios de Freud en la década de 1890 se
abrió la senda que permitió superar definitivamente la dualidad que sostenía la
efectividad del Modelo Médico en relación a los fenómenos psicosomáticos. A partir
de sus estudios sobre los procesos psicosomáticos y la relación de estos con la
dinámica del inconsciente, Freud sostuvo que dichos procesos son el producto de una
insuficiencia psíquica en la cual existe una desviación de la excitación emocional
hacia lo somático, en vez de resolver la excitación bajo un procedimiento psíquico.
En palabras de Freud, “la suma excitación no destinada a entrar en asociación
psíquica halla, tanto más, la vía falsa hacia una inervación corporal” (Freud, 1895;
pp. 133). Aquel impacto o excitación anímica que no puede ser transformada y
organizada a través del aparato psíquico, ya sea porque sobrepasa sus posibilidades
de elaboración mental o porque fallan los mecanismos psicológicos, produce su
descarga en el cuerpo a través de los síntomas somáticos (Otero & Rodado, 2004).
Con posterioridad, gran parte del trabajo clínico de elaboración teórica y de
investigación en torno a los procesos de psicosomatización ha sido realizado sobre la
base teórica de las ideas psicoanalíticas de Franz Alexander (1950), a quien se le
atribuyen los primeros aportes en lo referente a la Medicina Psicosomática. En

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síntesis su gran contribución fue la de reconocer que los “síntomas psicosomáticos
son el fruto de los concomitantes fisiológicos de los traumas y de los conflictos
psicológicos” (Grof, 2002; pp. 178).Según Alexander la excitación emocional
producida durante los ataques de ansiedad, pena o rabia desencadenarían reacciones
fisiológicas intensas que conducirían al desarrollo de síntomas y enfermedades
psicosomáticas (Alexander, 1950). Desde esta nueva epistemología surge la idea del
“todo psicosomático” que admite integrar lo psíquico y lo orgánico (la psique y el
soma) como parte de un mismo proceso (Courdel, 1996) en el cual se articulan los
aspectos mentales y físicos como una expresión conjunta y paralela a ciertos
procesos, trastornos o cuadros psicopatológicos específicos2.

Ahora bien, a partir de esta concepción de lo psicosomático en la cual dichos


procesos son comprendidos y analizados como la materialización o expresión de
cuadros psicopatológicos, es que surge el Modelo Holotrópico de los procesos
psicosomáticos. Básicamente se constituye a partir de la discusión respecto de la
asociación entre somatización y patología. De acuerdo con Stanislav Grof (1994,
2000) es imperioso despatologizar la psicosomatización para entenderla como un
fenómeno en sí mismo y no necesariamente en relación a un cuadro psicopatoógico
y/o psiquiátrico. Esto tiene como propósito esencial abrir la gama de significados que
pueden desprenderse de las múltiples manifestaciones auténticas del cuerpo. Para
este modelo, a diferencia del Modelo Médico, la intensidad de la manifestación
psicosomática no se relaciona con la intensidad del padecimiento, sino con la
intensidad del proceso psicoterapéutico, mientras que su diferencia con la Medicina
Psicosomática es el cambio de foco desde el síntoma-patología, hacia el síntoma
como evidencia de un proceso de sanación profundo. Una descripción de la
arquitectura de los fenómenos psicosomáticos, así como la naturaleza de sus
contenidos puede encontrarse en el Marco Teórico de este estudio.

Por ahora pretendemos reconsiderar el potencial terapéutico que han tenido los
estados holotrópicos de conciencia a lo largo del desarrollo de nuestra disciplina, así
como también plantear la posibilidad de considerar los fenómenos psicosomáticos
como procesos potencialmente curativos. Ambos aspectos configuran unas de las
2
Si bien inicialmente la Medicina Psicosomática se estructuró como una rama o especialidad médica,
sus adherentes sostienen que debe entenderse como una condición inmanente a toda manifestación
corporal, no únicamente para aquellos casos en que los avances médicos no permiten comprender el
fenómeno desde lo fisiológico (Courdel, 1996).

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principales propiedades y características del trabajo holotrópico, y en si responden a
carencias disciplinares que transforman y amplían los marcos interpretativos
existentes en la psicología. Dado las relevancias epistémicas que conllevan el uso de
la Respiración Holotrópica y el inmenso potencial terapéutico que lo subyace, los
autores estamos interesados en relacionar este aspecto del trabajo holotrópico con las
crisis que constituyen el cierre de un proceso humano tan complejo como es la
adolescencia. Pensamos que la Respiración Holotrópica puede ayudar a resolver
algunas de sus múltiples aristas de cara a una nueva etapa en el desarrollo como lo es
la adultez. Para ello utilizaremos las nociones organizadas por Erik Erikson (1974)
respecto de las crisis propias del adolescente y de su desarrollo posterior. La relación
que establecemos ente estas variables (Respiración Holotrópica y procesos de cierre
de la adolescencia) se sustenta en la similitud que observamos en las dinámicas de
integración y reestructuración de contenidos psicológicos y procesos inacabados en
ambos asuntos. De ahí que consideremos la posibilidad de que la técnica propuesta
pueda constituir un aporte en la etapa del desarrollo vital que aquí nos interesa. De
esta manera, surge el interés de plantear la siguiente pregunta de investigación:

¿Cómo influye la práctica de la Respiración Holotrópica, desde la perspectiva de los


sujetos, en los procesos de cierre de la adolescencia?

Nos gustaría observar principalmente cómo se produce la integración de contenidos


psicológicos inconscientes, cómo se configuran otros provistos de un sentido de
totalidad, y cuál es su incidencia en ésta etapa específica del desarrollo de una
persona. Para ello se han establecido éstos como los objetivos de investigación:

Objetivo General:

Describir la influencia de la práctica de la Respiración, desde la perspectiva de los


sujetos, en los procesos de cierre de la adolescencia.

Objetivos Específicos:

Describir la cualidad integrativa de las experiencias suscitadas por la práctica de la


Respiración Holotrópica.

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Describir e Identificar de qué manera los contenidos experienciados aluden o se
relacionan con una resignificación de experiencias pasadas y una articulación de
identidades infantiles por parte del adolescente.

Describir los contenidos inconscientes expresados (Biográficos, Transpersonales y


Perinatales) en sus dimensiones problemática-psicotraumática y heurística, en
adolescentes que practiquen la Respiración Holotrópica.

Describir la expresión de contenidos inconscientes a través de procesos


psicosomáticos (tensiones musculares, sensaciones, dolores y otros), en relación a la
reactivación de síntomas a traumas psicofísicos, y a experiencias no integradas en el
pasado.

Describir e Identificar de qué manera los contenidos experiencia dos aluden o se


relacionan con procesos de cierre de la adolescencia.

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II. Marco Teórico

“Es el único trabajo que conozco que incorpora tan bien los hallazgos de Freud,
Jung y Rank, añadiendo “insigths” frescos, que los métodos de esos terapeutas
jamás podrían haber logrado.” Joseph Campbell

Perspectivas del Inconsciente: Develando la Naturaleza de la Mente y los


Fundamentos Teóricos del Trabajo Holotrópico

La Respiración Holotrópica es sin lugar a dudas una técnica psicoterapéutica


que trabaja sobre todo con los contenidos inconscientes de la psique humana. Es un
espacio de exploración intrapsíquica en el cual a través de estados ampliados de
conciencia estimulados por un proceso de hiperventilación constante, trabajo
corporal específico y música evocativa, se permite vivenciar y revivir contenidos
psicológicos que de otro modo se encontrarían en un estado de latencia inconsciente.
Con el uso de la Respiración Holotrópica en el contexto terapéutico proporcionado
por nuestra disciplina, los sujetos se disponen a vivenciar diversas sensaciones,
imágenes y experiencias, las cuales se ha visto se relacionan directamente con
aspectos inconscientes tales como traumas psicológicos y psicofísicos, experiencias
ligadas a la vida intrauterina, encuentros arquetípicos y experiencias transpersonales
y numinosas entre otras. Más allá de la diversidad de experiencias posibles que
otorga el uso del trabajo holotrópico, lo interesante es la estrecha relación que
guardan estas experiencias con la resolución de conflictos hospedados en la psique
humana. Con bastante asombro se ha observado cómo el hecho de experimentar
diversos contenidos psíquicos en un estado holotrópico genera una sensación de
alivio, cura o sanación en los sujetos que los experimentan: precisamente una de las
cualidades principales de los estados holotrópicos es la desinhibición del complejo
sistema defensivo del que dispone el aparato psíquico.

De aquellos mecanismos psíquicos nos ocuparemos más adelante, sin embargo por
ahora es preciso dar cuenta de aquella materia prima con la cual trabaja la
Respiración Holotrópica, a saber, el material inconsciente (Grof, 2000). Dado el
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escaso conocimiento que existe en nuestra disciplina acerca del uso de dicha técnica,
y dada la complejidad inherente a esta misma, ya sea por la diversidad de las
experiencias que esta suscita o por la integración de los procesos psicosomáticos y
bioenergéticos que el trabajo holotrópico implica, es que se hace necesario para una
mayor compresión al respecto ejecutar una breve recopilación teórica acerca de los
principales aportes realizados en torno a la dinámica del inconsciente. Para entender
entonces el hecho de que esta técnica posibilite la experimentación de contenidos
inconscientes que por un lado provienen de diversos lugares de la experiencia
humana (el momento del parto, biografía infantil , arquetipos) y sin embargo son
comunes a todo ser humano y, por otro lado, que tienen posibles implicancias
terapéuticas dado su carácter heurístico es que se ofrece la siguiente revisión con
intención de justificar y comprender algo que el campo de la fenomenología y la
experiencia han validado hace ya bastantes años. Este desafiante ejercicio se centra
esencialmente en los aportes psicoanalíticos acerca del inconsciente realizados por el
primer y más desatacado garante del psicoanálisis, Sigmund Freud, en su discípulo
detractor Otto Rank y en sus contribuciones acerca del origen psicofísico de la
dinámica inconsciente, y finalmente en los aportes arquetípicos y auto reguladores
del inconsciente colectivo de Carl Jung.

El descubriendo del inconsciente (Hartmann, 1869) o lo inconsciente propiamente


tal, data mucho antes de las investigaciones psicoanalíticas de Freud, sin embargo fue
este quien realizó la primera problematización científica y disciplinar acerca de la
cuestión de lo inconsciente. En este sentido lo que se le atribuye a Freud no es el
descubrimiento de la realidad inconsciente, sino más bien una pionera aproximación
analítica acerca de la relación que guarda el inconsciente con el psiquismo humano
(Assoun, 1982). Además, los experimentos hipnóticos, y especialmente la sugestión
posthipnótica, demostraron ya, antes del nacimiento del psicoanálisis, la existencia y
la actuación de lo anímico inconsciente en la vida de las personas (Freud, 1984). Esta
aproximación psicoanalítica proporcionó unos de los elementos más importantes en
la comprensión de la psique humana en tanto develó en una primera instancia la
estructura psíquica del inconsciente (Assoun, 1982). Así, a partir de las exploraciones
psicoanalíticas de Breuer y Freud (1895) sobre ciertos casos de histeria que excedían
y sobrepasaban el marco de comprensión proporcionado por el enfoque medico,

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surgió la hipótesis psicoanalítica del inconsciente como una realidad intrapsíquica de
relativa incidencia sobre los fenómenos del comportamiento humano.

Sigmund Freud

El modelo psicoanalítico del inconsciente freudiano postula que lo inconsciente en


tanto instancia psíquica se organiza a partir una operación fundamental mediante la
cual el sujeto intenta separar las representaciones ligadas a sus pulsiones (Freud,
1915 b). En su destaca obra Lo Inconsciente Freud (1915 a) sostiene que el hecho de
que la conciencia sólo integre en un momento dado un limitado contenido de
representaciones y afectos obliga a pensar que la mayor parte de aquello que
denominamos conocimiento consciente tiene que hallarse durante extensos períodos
en un estado de latencia, es decir, en un estado de inconsciencia psíquica. Esta
afirmación no es más que un modo muy sencillo de introducir la necesidad de
aceptar que más allá de la conciencia existe una dimensión en la cual reside todo
aquello que no es consciente. Ahora bien, Freud precisó una importante división
entre las dinámicas que acontecen en esta región de la psique sosteniendo que
existen procesos que “fácilmente se tornan conscientes, y aunque dejen de serlo,
pueden volver a la consciencia sin dificultad, o como suele decirse, pueden ser
reproducidos o recordados” (Freud, 1984, pp. 30). En ese sentido el autor afirma que
todo lo relativo al inconsciente que se conduce de esta manera, conviene
denominarlo como susceptible de la consciencia o preconsciente. Sin embargo, por
otro lado existen ciertos procesos y contenidos psíquicos que no tienen un acceso tan
fácil a la consideración de la consciencia, y por tanto es preciso descubrirlos,
adivinarlos y traducirlos a la expresión consciente. Para estos procesos dice Freud, se
reserva en puridad el calificativo de inconsciente. Dichos procesos son esen-
cialmente inaccesibles para la conciencia y sólo pueden llegar a la región consciente
a través del preconsciente. Por lo tanto, se puede decir que en las dinámicas del
inconsciente existen para Freud (1915) tres instancias particulares o tres tópicos de
los procesos psíquicos individuales: lo consciente, lo pre consciente y lo
inconsciente.

Ahora bien, en materia de lo inconsciente el hecho de que algunos actos o


procesos psicológicos tengan mayor o menor accesibilidad al plano consiente no es
menor; Freud (1915a) lo sintetiza de la siguiente manera: “Lo inconsciente

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comprende, por un lado actos latentes y temporalmente inconscientes, que fuera
de esto, en nada se diferencian de los conscientes, y por otro, procesos tales como
los reprimidos, que si llegaran a ser conscientes presentarían notables diferencias
con los demás de este género” (pp. 86)

Esta diferenciación entre los distintos procesos preconcientes e inconscientes nos


lleva a indagar en la cuestión de la represión, concepto de vital importancia en la
teoría psicoanalítica. No por nada Freud (1914) sostuvo que la doctrina de la
represión era el pilar fundamental sobre el que descansaba el edificio del
psicoanálisis, y de todas maneras lo es si consideramos la importancia explicativa
que tiene dicho fenómeno para el funcionamiento del aparato psíquico individual.

La noción de represión surge de la observación clínica realizada por Freud y sus


colaboradores en la cual se constató que tanto en las personas sanas como entre los
enfermos se producían frecuentemente actos psíquicos tales como pensamientos,
deseos, creencias y afectos, los cuales eran incoherentes e incomprensibles o bien
oscuros, y que sin embargo se tornaban claros y explicables si se introducían otros
actos psíquicos de los que la conciencia no era testigo (Freud, 1915a). Ahora bien, si
esos actos no pudiesen acceder a la conciencia por simple reflexión o introspección,
surge la sospecha entonces de que existe una fuerza que se opone a su devenir
consciente, es decir, hay algo que los reprime. Esta fuerza que reconoce aquellos
pensamientos, representaciones o afectos que son indeseables para la conciencia se le
atribuye al mecanismo de censura que se origina en el inconsciente. Esa censura
puede darse entre lo inconsciente y lo pre consciente y entre lo pre consciente y lo
consciente, de modo que existirían dos dimensiones distintas en el acto represivo de
diversa complejidad (Freud, 1915b).

Desde esta perspectiva, la noción del inconsciente freudiano postula que existen
ciertos actos psíquicos que por su naturaleza no son capaces de acceder a la
conciencia ya que existe una fuerza o mecanismo de censura que los rechaza, los
expulsa y los relega a permanecer en un estado de inconsciencia. Para entender cual
es la motivación intrínseca de estos mecanismos represivos hay que necesariamente
aludir de una manera muy sintética a los principios que caracterizan y regulan la
actividad psíquica de un individuo. Para Freud los sujetos se encontraría motivados
principalmente por poderosas pulsiones instintivas de carácter sexual dominado por

17
el imperativo natural del principio de placer, es decir por la necesidad de buscar la
descarga inmediata de la tensión que produce el aplazamiento de la satisfacción de
tales pulsiones. (Sassenfield, 2004). En otras palabras la función central del aparato
psíquico es la de evitar la acumulación de la excitación y de mantenerse en el nivel
de excitación más bajo posible. En este aparato, el displacer está definido como un
aumento de la tensión y la disminución de la excitación es sentida como placer
(Colombo, 2003). De esta manera, y bajo esta concepción del individuo, Freud
sostiene que el objetivo último de la represión es evitar el displacer, es decir, la
tensión acumulada por la no satisfacción de una pulsión (Freud, 1925b).

Estas pulsiones que regulan la dinámica de intrapsiquica del sujeto tienen un origen
somático de carácter inconsciente y se delegan en la psique a modo de
representaciones y afectos bajo la forma de una carga y descarga respectivamente. En
este sentido el inconsciente se organizaría entonces como un texto psíquico a partir
de la operación fundamental de la represión mediante la cual el sujeto intentaría
rechazar las representaciones ligadas a pulsiones (Assoun, 1982). Este es el
mecanismo a la base entonces que organiza el inconsciente; los contenidos regulados
por dicho mecanismo serán los que devienen de conflictos pulsionales y la
perdurabilidad estaría definida por las resistencias del sujeto.

Ahora bien, más allá de toda la complejidad inherente al concepto freudiano del
inconsciente, podemos afirmar que éste se caracteriza principalmente por otorgar una
fuente de información retrospectiva para el sujeto. En todos los casos, los actos
psíquicos reprimidos remiten siempre hacia el pasado y principalmente hacia la
infancia del los individuos. Freud (1915a) afirma que el núcleo del inconsciente es
infantil y en ese sentido explica que “es aquella pieza de la persona que en aquel
tiempo se separó de ella, no ha acompañado el ulterior desarrollo y por eso ha sido
reprimida” (Freud, 1915a, pág. 141).

El inconsciente freudiano siempre nos relega hacia los aspectos reprimidos de la


niñez y casi toda su concepción de la psicopatología humana se remite a este
escenario de la vida. Desde esta perspectiva entonces el aparato psíquico humano y
el comportamiento o la conducta siempre en una última instancia pueden encontrar
su explicación y su etiología en un aspecto biográfico del sujeto, específicamente en
las primeras etapas de su desarrollo. Sin embargo y sin intención alguna de

18
menospreciar sus aportes, la evolución de la psicología a través de sus diversas
contribuciones acerca de lo inconsciente han ampliado esa pionera problematización
descrita hacia diversas dimensiones de la psique humana que se escapan de la
comprensión del espectro biográfico individual de los sujetos (Grof, 1994).

Otto Rank

La perspectiva freudiana en general ubica los conflictos psicológicos de los sujetos


no más allá de la infancia y por lo tanto no abarca los registros que preceden a dicha
etapa. Diferentes estudios en el marco de la psiquiatría y la psicología han indagado
en aquellos contenidos inconscientes que se relacionan con la memoria corporal que
existe en torno al trauma del nacimiento. Han sido bastantes los autores provenientes
de distintas perspectivas psicológicas los que han enfatizado en la importancia de las
repercusiones traumáticas que tiene el nacimiento para el funcionamiento ulterior de
la psique (Rank, 1929; Fodor, 1949, Grof, 2000). El impacto de este suceso tendría
bastantes implicancias en la psicogénesis de muchos de los trastornos emocionales y
psicosomáticos del sujeto. En este sentido se plantea que los fenómenos
psicosomáticos del inconsciente no sólo se refieren a conflictos netamente
psicológicos, sino que también pueden remitirse a traumas físicos que en sí contienen
un fuerte impacto psicotraumático.

La cuestión de por qué la situación perinatal que se da en el útero materno se


encuentra tan indisolublemente ligada al sentimiento primitivo de angustia se debe a
que en el momento del nacimiento dicho estado voluptuoso primitivo o amniótico se
ve interrumpido de una manera completamente indeseable producto de las diversas
compresiones uterinas, los desplazamientos fetales consecuentes y las dificultades
fisiológicas inherentes al momento del parto (presión, falta de oxigeno, etc). Según
Rank (1929) esta experiencia primitiva que se traduce en una situación de angustia
no constituye exclusivamente una expresión de los trastornos fisiológicos recién
mencionados, sino que también “adquieren un carácter afectivo, en el sentido
psíquico, como consecuencia de la transformación de una situación voluptuosa al
máximo en una situación en exceso penosa” (pág. 26). Este sentimiento de angustia
primitivo que acompaña al nacimiento, y cuya actividad se manifiesta hasta la
muerte, se constituye como el primer acto psíquico que se opone a la tendencia de
reconstrucción de la situación intrauterina perdida. En otras palabras, dicha angustia

19
se estructura como el trauma primordial de la vida del sujeto y por tanto, tal como lo
describen los mecanismos de defensas freudianos, se configura como la primera
barrera o represión inicial. Dicho de otra manera, “la impresión de la angustia
primordial, percibida y psíquicamente fijada, apaga el recuerdo del estado
voluptuoso anterior y se opone a esa tendencia al retorno que nos quitaría la
facultad de vivir” (ídem. pág. 170). Esta fijación infantil se representa en las
primeras relaciones puramente fisiológicas entre el niño y el cuerpo de la madre en
las que se destacan las tendencias a chuparse los dedos de los pies (posición
intrauterina) y los dedos de las manos (destete), entre otras. Las fobias infantiles
hacia animales depredadores o insectos, que no reflejan más que el miedo a ser
devorado y de retornar al útero materno, reflejan la oposición al retorno antes
mencionada.

En este sentido, Rank sostiene que toda vida ulterior de un individuo consiste en
reemplazar el paraíso intrauterino en el cual se encontraba el feto antes de nacer. Esto
se refleja en la situación analítica en la cual el autor sostiene que a través de su
experiencia clínica pudo asegurarse de que “la parte esencial de este tratamiento
analítico, a saber, la supresión de la fijación de la libido en el psicoanalista, consiste
en que el enfermo reproduce su primer nacimiento, puramente fisiológico, es decir,
en las separación más completa y profunda representada en el alejamiento de la
madre” (ídem. pág. 30). De este modo el análisis tiene como ultimo efecto liberar al
enfermo de la influencia que ha tenido el trauma del nacimiento, que no ha
desaparecido jamás de su inconsciente y el cual ha sido simbolizado y anclado
psíquicamente en el primer objeto libidinal, según Rank, el cuerpo maternal.

La teoría de Rank implica poner un énfasis en el aspecto psicofísico del trauma y


por lo tanto otorga un nuevo carácter a los contenidos que alberga el inconsciente. De
este modo esta perspectiva nos permite incorporar a la noción de lo inconsciente
experiencias que superan el marco biográfico infantil de los traumas psíquicos para
integrar una dimensión prenatal de las experiencias psicofísicas. Rank resume sus
principales aporten al respecto, en las siguientes palabras:

“Después de haber explorado el inconsciente en todos los sentidos y en todas las


direcciones, sus contenidos psíquicos y los mecanismos complicados que presiden la
transformación del inconsciente en consciente, uno se encuentra en presencia, tanto

20
en el hombre normal como en los sujetos anormales, de la fuente ultima del
inconsciente psíquico, y comprueba que está situada en la región psicofísica y que
puede ser descrita o definida en términos biológicos: es lo que llamamos el trauma
del nacimiento, fenómeno en apariencia puramente corporal que nuestras
experiencias no obstante, autorizan a encarar como una fuente de efectos psíquicos
de una importancia incalculable para la evolución de la humanidad y en el cual nos
hacen ver el ultimo sustrato biológico concebible de la vida psíquica, el núcleo
mismo del inconsciente” (ídem. pág. 14).

Carl Gustav Jung

Con todo, el inconsciente psíquico no solo ha sido investigado desde sus


implicancias psicodinámicas (mecanismos represivos) y psicotraumáticas (traumas
psico-fisicos), sino que también ha sido estudiado desde la finalidad integral que en
si mismo contiene el inconsciente (Sassenfeld, 2004). El psiquiatra suizo Carl Jung
en conjunto con Freud, puede decirse que fueron dos de los más importantes
investigadores sobe el inconsciente humano, sin embargo este se diferenció
abiertamente de los pensamientos de Freud al proponer que el inconsciente humano
tenía funciones que excedían las que hasta ese entonces el psicoanálisis había
sugerido.

Para Jung, el inconsciente no solo era una bóveda por así decirlo de todas aquellas
representaciones y contenidos reprimidos por el sujeto, sino que también tenía la
funcionalidad autónoma de regular su equilibrio psicológico en una suerte de
función compensatoria mediante la cual se le otorga a la conciencia información
relevante para su propia maduración psicológica (Jung, 1984). En este sentido Jung
afirmaba que los procesos psicológicos están guiados por profundos factores
teleológicos internos que apuntan hacia una finalidad integrativa específica
caracterizada por un impulso primordial hacia la diferenciación individual y hacia la
cristalización de la unicidad de cada persona. Esta tendencia intrínseca del sujeto
hacia su propio desarrollo Jung lo denomino proceso de individuación. Este proceso
es entendido por Jung como un fenómeno psíquico de naturaleza inconsciente que
impulsa al individuo hacia el logro de la totalidad de la personalidad, destacándose la

21
capacidad humana para acceder a un grado creciente de integración de los distintos
componentes del psiquismo (Sassenfeld, 2004).

En este sentido Jung (1984) afirma que la experiencia subjetiva del proceso de
individuación “transmite la sensación que una especie de fuerza supra personal se
interfiere activamente de forma creativa” (pág. 63) sobre la conciencia o
personalidad de un individuo. Es necesario aclarar que el modo en que opera dicho
proceso o la manera en que esta tendencia se manifiesta en la vida de los sujetos es
precisamente a través de los símbolos oníricos, es decir, por medio de la principal
fuente de intercambio psíquico entre en la conciencia y el inconsciente. Nuestra vida
onírica crea un modelo o estructura que refleja cierta coherencia o interrelación entre
los sueños y símbolos que nos proporciona desde el inconsciente. Es precisamente
esta coherencia o estructura onírica particular la que nos hace sospechar de la
existencia de un núcleo psíquico de naturaleza inconsciente e integral al que Jung
denomina como el si mismo, el cual a través del proceso de individuación intentaría
establecer un equilibrio dinámico entre nuestro comportamiento y nuestras
necesidades e impulsos más profundos orientado hacia el crecimiento.

Ahora bien, el hecho que dicho proceso se simbolice como una fuerza o tendencia
intrínseca al individuo no quiere decir que la individuación o maduración psicológica
se desarrolle de manera automática y sin el consentimiento del sujeto. Según Jung
(1984) para que este aspecto creativo del núcleo psíquico entre en juego es necesario
que el ego se desentienda de toda finalidad intencionada y voluntaria para buscar una
forma de existencia más profunda y básica: “El ego tiene que ser capaz de estudiar
atentamente y entregarse, sin ningún otro designio o intención, a esa incitación
interior hacia el desarrollo” (ídem. pág. 96). Es aquel acuerdo que se establece entre
el ego y el sí mismo el que impulsa el proceso de individuación.

Por otra parte Jung no sólo se diferenció de Freud en cuanto a los atributos
teleológicos del inconsciente, si no que también lo hizo en cuanto los contenidos
simbólicos que lo componen. En Freud el símbolo onírico principalmente representa
deseos sexuales reprimidos, y son atingentes exclusivamente al ámbito individual y
biográfico del individuo que los sueña (Assoun, 1982). Sin embargo para Jung el
símbolo onírico no sólo contiene dicha acepción, sino que también puede referirse a
representaciones colectivas y comunes en general para la especie humana. Estos

22
contenidos simbólicos colectivos fueron lo que Jung designó como arquetipos y
corresponderían a un inconsciente colectivo. Sin negar la subsistencia de un
inconsciente individual, lo que hace Jung es afirmar una coexistencia de este último
con un inconsciente colectivo, el cual sería todo menos un sistema aislado y
personalista (Jung,1970). Estas representaciones estarían estrechamente relacionadas
con lo instintivo del ser humano y precisamente en dicha gramática del inconsciente
residiría la hipótesis sobre su acepción filogenética.

Según Jung (1938), la excesiva confianza en la razón y la sobre intelectualización


que caracteriza al sujeto moderno, ha relegado un aspecto instintivo y primitivo e
inconsciente del individuo el cual es inherente a la condición humana. Este aspecto
de los sujetos se ha manifestado, desarrollado y orientado de distintas maneras y
diversos modos según la época y las culturas lo han permitido. Ahora bien, con el
surgimiento de la modernidad y con el uso de la razón como principio regulador de la
vida colectiva y social, dicha región instintiva o primitiva ha desarrollado sus propias
vías para la interacción con la conciencia. Es así como este aspecto instintivo ha
encontrado en la dimensión onírica un espacio de expresión y ha desarrollado un
leguaje netamente simbólico para manifestar sus contenidos psicológicos. Ahora
bien, para Jung (1984) dicho lenguaje es una herencia de la humanidad que ha
permanecido junto a la evolución de nuestra mente, tal como muchas estructuras
anatómicas del hombre primitivo siguen presente hasta el día de hoy. Dicha herencia
es lo que Jung denomina como inconsciente colectivo y su naturaleza sería
puramente arquetípica.

Lo interesante de esta concepción arquetípica del inconsciente es su determinada


función en la dinámica interna de psiquismo individual. Los arquetipos, en tanto
imágenes emotivas inconscientes que reflejan la naturaleza humana funcionan como
una guía psíquica natural que orienta al hombre en su actividad reivindicando su
lenguaje instintivo. Los arquetipos sustraen una dimensión totalmente relegada por
el hombre, aquella que habla sobre la naturaleza humana, sobre nuestros orígenes,
nuestros motivos primitivos, los cuales en definitiva a través de sus símbolos
numinosos reflejan cierta energía psíquica innegable e inherente a nuestra condición,
que a través de su forma instintiva, guiarían al ser humano en su experiencia
vivencial.

23
En definitiva Jung (1984) afirma: “En beneficio de la estabilidad mental y aun de su
salud fisiológica, el inconsciente y la conciencia deben estar integralmente
conectados. A este respecto los símbolos oníricos son los mensajeros esenciales de la
parte instintiva a la parte racional del ser humano, de modo que la conciencia, en la
función interpretativa de los sueños, reconoce el olvidado lenguaje de los sueños. La
reminiscencia infantiles y la reproducción de formas arquetípicas de la conducta
psíquica pueden crear un horizonte más amplio y una extensión mayor de
consciencia, a condición que se consiga asimilar e integrar en la mente consciente
los contenidos perdidos y luego recuperados” (pág. 97).

En síntesis el aporte de Jung no sólo es acerca de la funcionalidad específica del


inconsciente en la interacción dinámica de los procesos psicológicos, sino que
también lo es acerca de los contenidos simbólicos que albergan dicho espacio. Esta
concepción tautológica del inconsciente y los contenidos arquetípicos mediante los
cuales dicha instancia se manifiesta en nuestra conciencia, amplia el marco
interpretativo y conceptual originalmente propuesto por Freud, y a su vez, termina
por complejizar la cuestión de lo inconsciente. Tanto la postura de Freud acerca de lo
inconsciente, como la de Jung, son totalmente validas por su elegancia y coherencia
teórica, pero sin embargo se contraponen abiertamente. Por otro lado, la concepción
psicofísica del inconsciente propuesta por Rank, se constituye como una tercera
arista en este complicado espacio sobre la concepción del inconsciente. Y
precisamente dicha complejidad teórica refleja el carácter dialéctico que ha
impulsado el original desarrollo de la psicología.

Ahora bien, ahí donde la psicología en general ve contradicción, tensión y conflicto


teórico, la Respiración Holotrópica ha ofrecido un marco conceptual y experiencial
en el cual cada una de estas concepciones acerca del inconsciente tiene su propio
espacio de interpretación. Si bien es imposible generar una conciliación absoluta
acerca de las diversas teorías recién mencionadas, tal vez porque cada una de ellas
contiene una visión epistémica distinta acerca de la antropología filosófica de
hombre, sí es posible generar una integración teórica desde la cual cada una de estas
perspectivas aporte en su medida a una concepción integral de los fenómenos
psicológicos del hombre. Sería entonces un ejercicio para generar un marco desde el
cual se abarque la complejidad de la psique en toda su magnitud.

24
La Cartografía de la Mente Holotrópica

A partir de sus observaciones clínicas fenomenológicas Stanislav Grof (1988, 1994,


2000) se percató de que la mayoría de las experiencias que se presentaban en sus
pacientes resultaban incomprensibles para el marco explicativo que él mismo
utilizaba. Y sin embargo las experiencias seguían estando allí, representando
problemáticas profundas sin la posibilidad de ser integradas y sanadas por el
organismo que las experimentaba. Al mismo tiempo, a través del estudio sistemático
de estas experiencias pudo darse cuenta que muchas de ellas podían ser explicadas a
partir de la articulación de diferentes perspectivas psicológicas que aparecían como
inconciliables entre sí. En estas condiciones parece urgente encontrar un sistema
integral de teorías que permita desarrollar los contenidos de la psicoterapia en
múltiples dimensiones y en los diferentes niveles de complejidad propios de todo
proceso personal susceptible de ser analizado o tratado (Vaughan, 1979), y al mismo
tiempo que proporcione herramientas y técnicas eficaces a la hora de tratar de
abordar dichos procesos en la práctica psicoterapéutica. La diversidad de los
contenidos que emergen a través de la Respiración Holotrópica y de otros métodos
de inducción de estados no ordinarios de consciencia constituyen una prueba
evidente de la complejidad de las dinámicas psíquicas e intrapsíquicas y no debe ser
obviadas por la psicología, de tal modo que dicho marco debe ser capaz de otorgar
una explicación plausible para los procesos que se dan en los estados holotrópicos y
ampliados de consciencia.

Los aportes ya revisados de Sigmund Freud, Otto Rank y Carl Jung representan
exploraciones pioneras muy valiosas en el territorio de la mente humana, no solo por
la exactitud con la que describen su estructura y sus procesos, sino también porque
son los acercamientos más certeros y explicativos de la diversidad de experiencias
que Grof pudo observar durante sus años de experimentación holotrópica. Dicho de
otro modo, lo que puede observarse en las sesiones holotrópicas es la materialización
y experimentación in situ de las distintas dinámicas inconscientes propuestas por
estos autores. Si bien dichas perspectivas se contraponen entre sí, cada una de ellas
pareciera explicar cierto tipo de experiencias holotrópicas en particular, las cuales se
organizarían por tanto en distintos y diversos niveles del inconsciente. Es así como

25
Grof configura la Cartografía de la Mente, metáfora con la cual intenta designar ese
sistema integral explicativo que permite organizar y conciliar los diversos aprontes
teóricos mencionados. De este modo genera un espacio interpretativo desde el cual se
permiten organizar experiencias de diversa índole y complejidad, darles sentido y
continuidad, relevando las implicancias psicoterapéuticas sanadoras de la
Respiración Holotrópica y al mismo tiempo logra designar los contenidos
inconscientes de la psique. A continuación se presentará el marco explicativo integral
de las dinámicas psíquicas humanas propuestas por Grof que de ningún modo
pretende estar acabado, sino más bien busca presentar los avances en la exploración
que la psicología ha podido emprender con éxito sobre esta tierra semi desconocida
que es la mente (Grof, 1994).

Biografía Postnatal e Inconsciente Individual.

Como ya hemos visto, de acuerdo con la mayoría de los autores y teóricos de la


psicología desde Freud en adelante, el origen de los contenidos del inconsciente y la
psicogénesis de los trastornos y psicopatologías estaría en las experiencias infantiles
y en distintos sucesos relevantes en la vida de un individuo, los cuales han sido
olvidados y/o reprimidos por la psique a través de los diversos mecanismos de
defensa ya explicitados. El intento psicoanalítico parece bastante adecuado para
explicar cómo se desarrollan las dinámicas del inconsciente en relación a la biografía
postnatal, así como el lugar que ocupan dichos contenidos en el funcionamiento
psicológico. El mismo Grof afirma que “el psicoanálisis constituye un marco
conceptual casi ideal, mientras las sesiones se centren en el nivel biográfico del
inconsciente” (1988; falta pág). Constituyéndose por excelencia para estos casos el
trabajo psicoterapéutico a partir de la disolución parcial o completa de algunas de las
barreras del inconsciente y de sus mecanismos de defensa. Sin embargo el énfasis
exclusivo de dicha escuela en ésta dimensión de la psique, así como el intento de
generalizar sus principios y descubrimientos para explicar fenómenos que
trascienden este espectro de la consciencia y que abarcan otros niveles de la
existencia humana, es su principal debilidad para el trabajo psicoterapéutico
holotrópico.

26
En los estados holotrópicos la emergencia de una parte importante del material
psicológico relevante responde a vivencias de la historia del individuo que no han
sido resueltas, ya sea por que su complejidad excedía las posibilidades de integración
por parte de la persona en el pasado, o bien porque se encuentran aisladas del total de
experiencias de dicha persona por su carácter excepcional y extraño. En otras
palabras, cualquier proceso psicológico incompleto puede emerger desde el
inconsciente para convertirse en el contenido de la experiencia holotrópica, así, parte
importante de las regresiones apuntan a experiencias claves en la constitución de
fijaciones y otros conflictos psicológicos normales (Grof, 2000). Sin embargo no
todas las experiencias holotrópicas que se dan en este nivel responden a hechos
concretos de la historia personal, sino que suele suceder que estos contenidos del
pasado se entremezclen y se estructuren bajo imágenes simbólicas emocionalmente
muy poderosas que no sólo son susceptibles de interpretar sino también de
experienciar plenamente. La dinámica esencial de la escena primal descrita por Janov
(1970) en la cual el individuo integra sus fantasías dolorosas infantiles -de carácter
determinantemente neurótico- en una construcción imaginaria o real que es
representativa de ellas resulta ejemplar para describir las experiencias propias de este
dominio de la mente humana.

Ahora bien, como ya se ha mencionado especialmente a partir de la noción de


inconciente desarrollada por Otto Rank (1929), la naturaleza de los contenidos
emergentes no es únicamente psicológico en su sentido más estricto, sino que
también es posible evocar contenidos orgánicos y físicos de orden sensorial (o
biofísicos) correspondientes al período al cual se remonta la regresión. Dicho de otro
modo, una persona que se encuentra en un estado holotrópico podría revivir e
idealmente integrar experiencias físicas de alta intensidad sensorial que han sido
relevantes en el curso de su vida (traumas biofísicos). Algunos ejemplos de ello son
las rememoraciones de enfermedades del pasado en las cuales la persona puede
volver a experimentar los malestares padecidos, o bien situaciones en que se ha sido
víctima de accidentes en que el organismo se ha visto involucrado, con especial
relevancia aquellas situaciones en que la sobre vivencia se ha visto amenazada. De
igual manera son corrientes las manifestaciones extáticas e incluso orgásmicas,
experiencias durante las cuales vuelven al organismo y a nuestros receptores
sensoriales experiencias de goce y felicidad provenientes desde el pasado.

27
La Dimensión Perinatal Inconsciente.

El término perinatal designa de acuerdo a su raíz griega-latina “lo perteneciente al


nacimiento” (peri= cercano, en torno a) y es utilizado en la jerga médica para
referirse al proceso de parto desde que el feto se encuentra tranquilamente en el
vientre materno hasta que resulta expulsado de él. De acuerdo con esta tradición, no
es posible que el parto sea decisivo en el futuro psicológico del recién nacido, ni
menos que tenga implicancias psicopatológicas en él, con la salvedad de aquellos
casos en que durante el proceso se produce algún daño orgánico, y aún de este modo
el trastorno sería comprendido como de naturaleza neurológica. El impacto
psicotraumático perinatal es cuestionado pues se considera que un recién nacido no
posee una corteza cerebral que le permita condensar experiencia alguna, de igual
modo en que sus neuronas son incapaces de procesar información pues aún no se
encuentran recubiertas por la mielina. Sin embargo al mismo tiempo no existe duda
alguna sobre la capacidad de algunos organismos o formas de vida de menor
complejidad que la del ser humano de establecer patrones de recuerdos a partir de lo
que se denomina memoria celular. Esta curiosa contradicción sólo parece ser muestra
de la fuerte represión emocional y psicológica que las personas estructuran sobre su
propio nacimiento (Grof, 2000).

Plenamente de acuerdo con las observaciones que Rank realizó 30 años antes Grof
redefinió la importancia del papel que juega la integración del trauma del nacimiento
en el proceso de autoexploración, incorporándolo como un elemento decisivo de
cualquier terapia vivencial y experiencial intensa: por constituir un proceso de
muerte y renacimiento explícito durante el cual es posible establecer una continuidad
de la consciencia esta dimensión consta de extensiones simbólicas de magnitudes
arquetípicas propias de los relatos míticos y de los parajes descritos por la literatura
de orden mística y trascendental de prácticamente todas las culturas a lo largo de la
historia (Grof, 1988). Dicha continuidad de la consciencia hace posible que las
experiencias de nacimiento y muerte se fundan en un solo proceso vivencial
holotrópico con un importantísimo correlato psicológico y orgánico que a
continuación será descrito con detalle. Mas las experiencias perinatales no se deben
reducir únicamente al hecho de revivir el parto, apropósito de que el encuentro
vivencial con un proceso de muerte y renacimiento profundo generalmente se

28
relaciona cualitativamente con los contenidos de una crisis existencial de grandes
proporciones que, de acuerdo a las concepciones junguianas, sólo puede ser resulta
estableciendo un contacto efectivo con las dimensiones espirituales y arquetípicas
más profundas de la mente. En ese sentido Grof (1988) afirma que esta dimensión
perinatal representa un nivel de encuentro entre el inconsciente individual y el
colectivo, o bien entre la psicología tradicional y las nuevas psicologías
transpersonales y místicas, funcionando como bisagra entre los contenidos que
corresponden a la emergencia de material biográfico y los correspondientes a la
dimensión transpersonal.

Es necesario precisar que las experiencias que se remiten al nivel perinatal de la


psique se manifiestan en cuatro patrones vivenciales específicos y distintivos,
comunes a toda la humanidad. Entre ellos se diferencian por la fase del proceso
perinatal al que aluden, las emociones particulares que conllevan, las visiones
arquetípicas simbólicas que de dicha etapa se desprenden, las sensaciones orgánicas
y corporales específicas y sus relaciones con diversas psicopatologías y procesos
psicosomáticos. Estas cuatro constelaciones dinámicas o matrices dinámicas
hipotéticas se denominan Matrices Perinatales Básicas y constituyen un trabajo
único y original dentro de la disciplina psicológica. El contenido expresado en estas
matrices es abundante y complejo, abarcando dimensiones físicas, psicológicas,
arquetípicas y espirituales. Por otro lado, desde el punto de vista de los procesos
psicodinámicos “El cambio de énfasis de la dinámica sexual de base biográfica a la
dinámica de las matrices perinatales básicas, sin rechazar la mayoría de los
descubrimientos importantes del psicoanálisis, es posible gracias a la profunda
similitud experiencial entre la pauta del nacimiento biológico, el orgasmo sexual y
las actividades fisiológicas en las zonas erógenas individuales” (Grof, 1988; pág.
126). De igual forma, la inclusión de esta dimensión en la cartografía de la psique
humana permite construir un modelo explicativo para muchos fenómenos que
suponían dificultades para los acercamientos teóricos psicoanalíticos: especialmente
en lo relativo a la psicopatología las escuelas freudianas no han logrado encontrar
respuestas satisfactorias para algunos trastornos como el sadomasoquismo, el
asesinato sádico, la auto mutilación y el suicido, “tampoco ha tratado de un modo
adecuado el enigma del la parte salvaje del superego, que parece ser una derivación
del ello” (Grof, ídem; pág. Falta). Finalmente, la perspectiva que propone el modelo

29
del inconsciente perinatal abre una nueva concepción de la arquitectura de los
trastornos psicosomáticos, emocionales y de diversas dinámicas psicopatológicas,
ofreciendo posibilidades psicoterapéuticas originales y revolucionarias para
situaciones que no podido ser resueltas con claridad desde otros paradigmas.

Esperamos poder exponer de forma clara el correlato entre la lógica vivencial que
subyace a las Matrices Perinatales Básicas (MPB), las actividades fisiológicas
relativas al desarrollo de las zonas erógenas y aquellos contenidos relacionados con
trastornos emocionales y psicosomáticos.

MPB 1
MPB 2 MPB 3 MPB 4

a) Primera Matriz Perinatal (MPB 1): La Totalidad y el Universo Amniótico.

La cualidad característica de esta matriz alude a la relación simbiótica que existe


entre la madre y su hijo dentro del vientre a propósito de la fuerte conexión biológica
y emocional que se produce entre un órgano y el organismo en que éste se encuentra.
Durante esta etapa el feto se encuentra protegido por las condiciones casi ideales de
un entorno generoso que le provee alimentación, temperatura adecuada y una
sustancia en la que puede flotar y mecerse plácidamente. Tal estado de apacibilidad
intrauterina se representa en estados holotrópicos con visiones que designan la
ausencia de fronteras y la unidad entre el ser y el ambiente: la dualidad sujeto-objeto
se ve superada por un experienciar unitario, orientado hacia la totalidad y
conscientemente expansivo que incluye impresiones de unidad cósmica o mística que
desde el punto de vista sensorial y emocional es posible experienciar como lo que se
ha denominado “éxtasis oceánico”, similares en contenido a las experiencias
numinosas descritas por Jung (1984) y a las experiencias cumbre descritas por
Maslow (1998). Las visualizaciones más comunes de carácter arquetípico son

30
representaciones de los diferentes cielos o paraísos de distintas culturas alrededor del
mundo, así como la identificación con animales y otras formas de vida relativas a los
océanos y mares (ballenas, peces, medusas, algas, mareas) que se extienden más allá
de los principios terrestres, fundiéndose con el cosmos y sus imágenes de orden
galáctico e interestelar. La Madre Naturaleza como cuna benefactora parece un
ejemplo particularmente bello y explícito de las imágenes relacionadas con un “buen
útero”.

Sin embargo, así como es posible la experiencia de un buen útero, también puede
darse el caso contrario en que la persona experimenta sensaciones propias de lo que
podríamos llamar un “mal útero”: la reproducción de intensos sabores desagradables
en la boca y la certeza de encontrarse en un lugar hostil que resulta amenazante son
las primeras sensaciones que luego se representan en escenarios ominosos en los que
es posible tener la impresión de que se está siendo envenenado en el contexto de
aguas contaminadas, vertederos tóxicos y otros (en la actualidad el ser humano
parece querer transformar la biosfera de nuestro planeta en la representación exacta
de un “mal útero”). Esto es reflejo de la incidencia en el feto de los cambios tóxicos
que se producen durante el embarazo, ya sea por movilización hormonal, por la
ingesta de alimentos en descomposición, consumo de alcohol, drogas y tabaco, la
aparición de emociones desequilibrantes por parte de la madre como ansiedades,
fobias e incluso la indeseabilidad del embarazo y el parto. Arquetipos demoníacos
son los convocados por excelencia en este tipo de experiencias, iniciándose así las
primeras batallas en la guerra por el nacimiento. Por otro lado llaman la atención
algunas descripciones de personas que afirman identificar incluso las sensaciones de
excitación sexual de la madre durante su estadía intrauterina.

A propósito del desarrollo psicopatológico y de las zonas erógenas freudianas


experiencias de un “buen útero” al igual que las de un buen pecho materno coinciden
con condiciones ambientales y biológicas en las que no existen mayores tensiones en
tales áreas, y gran parte de los impulsos y necesidades se encuentran satisfechos,
mientras que en su dimensión negativa la disolución de las fronteras en la unión
mística en algunos casos puede ir acompañada por una distorsión psicótica con
inferencias paranoidales que potencialmente en diferentes medidas pudiese
expresarse en el desarrollo posterior del sujeto por nacer.

31
A medida que el feto entra en las últimas etapas de la gestación crece
considerablemente y el espacio en el vientre se le hace cada vez más pequeño. La
cabeza se vuelve hacia abajo preparando al feto para ingresar en el canal de parto, y
se inician las primeras contracciones.

b) Segunda Matriz Perinatal (MPB 2): El Inicio del Parto, la Expulsión del
Paraíso.

Los contenidos incluidos en esta pauta experiencial se remiten al inicio del parto
biológico en su primera etapa clínica. La quietud y el equilibrio beatífico
identificados como matriz primera comienzan a verse amenazados primero por
señales químicas y hormonales que presagian un suceso de vital importancia, y a
continuación se inician las primeras contracciones musculares. Lo distintivo de esta
segunda matriz es que el feto se ve presionado encajándose en la apertura pélvica y,
dado su crecido tamaño, ve reducido su campo de movilidad. Sin embargo el cuello
del útero permanece aún cerrado y por el momento no existe vía de escape hacia el
canal de parto. A este posicionamiento se le denomina “presentación fetal” y se
produce en todos los procesos de parto normal.

Ante este panorama el organismo por nacer presenta esperables sensaciones de


angustia abrumadora y poco a poco se conscientiza de la presencia de un peligro vital
inminente. Como el sujeto no es capaz de identificar la fuente de su angustia tiende a
realizar interpretaciones paranoicas respecto del mundo y de su situación, a esto se le
suma la intensificación de la actividad muscular que produce las contracciones en el
útero, y el feto comienza a quedarse sin oxígeno. De acuerdo con Grof (1994)
revivenciar la lógica experiencial de esta fase del nacimiento constituye una de las
experiencias más hostiles y desagradables que pueden emerger en el trabajo de auto
exploración y sanación holotrópico. Bajo la influencia de los contenidos propios de
esta matriz articulados como procesos psicológicos no integrados el sujeto es víctima
de la imposibilidad de ver los aspectos positivos del mundo y de la existencia,
situación que es acompañada por sentimientos de inutilidad, soledad, inferioridad,
desesperación y culpabilidad, mientras que durante el estado holotrópico se
estructuran en imágenes simbólicas arquetípicas clásicas que designan maldiciones

32
eternas, tales como Sísifo –condenado a cargar con su piedra karmática por toda la
eternidad en el abismo más oscuro del Hades- o bien el caso de Prometeo. Son
llamativas las experiencias de identificación con la imagen de Cristo en la cruz y la
vivencia de su agonía. De igual modo las visiones sensacionales de ser abducido por
una espiral tridimensional o un torbellino, o bien de ser devorado por un leviatán,
una serpiente o un dragón son distintivas de esta matriz. Especial mención merece la
observación realizada por Rank respecto de que los miedos y fobias infantiles a ser
devorado por diversos insectos y otros animales guarda estrecha relación con la
negación de rememorar el parto con todas las consecuencias psicotraumáticas que
éste implica.

En relación al desarrollo psicopatológico posterior parece crucial la experiencia de


un mundo carente de sentido y despersonalizado que tortura al sujeto y lo invade con
significados que están más allá de su comprensión. De tal modo cualquier intento de
evasión de la realidad a través de sustancias tóxicas (toxifrénias) es relacionable con
los contenidos que se desprenden de esta MPB 2. Así mismo las depresiones
endógenas y algunas psicosis esquizofrénicas en las que abundan elementos de
tortura infernal parecen referirse también a esta matriz. Desde el punto de vista del
desarrollo de las zonas erógenas se observa frustración de las necesidades así como
con una condición de tensión y dolor desagradables: frustración ora (sed, hambre),
presencia de sabores desagradables; a nivel anal, retención fecal y dolores en el recto,
dolor en la vejiga y retención de orina; a nivel genital también se pueden identificar
dolores y fundamentalmente frustración orgásmica3.

c) Tercera Matriz Perinatal (MPB 3): La Batalla entre la Muerte y el


Renacimiento

Las contracciones musculares continúan y se intensifican mientras el pequeño por


nacer se aprieta contra el cuello del útero hasta que éste se dilata y se inicia la
propulsión hacia el exterior. El ingreso al canal de parto supone la confrontación de
fuerzas titánicas debido a las aplastantes presiones y al alto grado de sofocación
característicos de esta etapa del nacimiento biológico, mientras que en su fase
3
De acuerdo al significado literal, así como a la concepción reichniana del término que será abordada
más adelante.

33
terminal el feto puede llegar a tragar e incluso a atorarse con fluidos corporales de la
madre como heces, orina, sangre, líquido fetal y mucosa. Dentro de las temáticas
psicológicas típicas que emergen en estados holotrópicos en relación al fundamento
biológico recién descrito de esta matriz se encuentran las experiencias
sadomasoquistas de intensa excitación sexual, las luchas titánicas, episodios
demoníacos, el encuentro con fuego y rituales pirocatárquicos ancestrales, así como
también es posible identificar claras raíces perinatales de la violencia. De la misma
manera la experiencia de fuertes flujos energéticos que finalizan con intensas
descargas explosivas son bastante comunes. Así, temáticas simbólicas representativas
están constituidas por elementos naturales de similares características como las
explosiones volcánicas, los huracanes, truenos y terremotos, pero también se
construyen sobre elementos altamente destructivos desarrollados por la humanidad
como bombas atómicas, misiles, grandes revoluciones sangrientas etc. De modo que
resulta pertinente referirnos a estas experiencias como “éxtasis volcánico” en
contraposición al “éxtasis oceánico” propio de la MPB 1.

En términos arquetípicos suelen emerger imágenes relacionadas con hazañas


heroicas, batallas mitológicas entre dioses y demonios, y escenas del juicio final,
mientras que en términos religiosos resulta más pertinente la idea de un purgatorio
(ya que se vislumbra un final, un sentido) en contraste con las temáticas infernales
(MPB 2) o celestiales (MPB 1).

Sin duda el aspecto más interesante de esta matriz tiene que ver con la relación que
se establece entre sexo, dolor y agresión, y sus implicancias en conductas
sadomasoquistas: la furia biológica que caracteriza las respuestas del feto frente a la
agresión que el organismo materno infringe sobre él al movilizarlo desde el vientre
hacia el estrecho y sofocante canal de parto hablan de intensas emociones de dolor y
angustia, mezcladas con sensaciones propias de la dimensión escatológica y
sangrienta de esta matriz. Paralelamente esta agresión es compensada a través de las
sensaciones de placer que se producen con el deslizamiento por el cuello uterino
hacia el final del dramático proceso (de todas maneras podríamos decir que el feto
llega potencialmente a identificarse con el falo). Así, sexo dolor y agresión
constituyen un todo dinámico que en términos experienciales pueden llegar a
fundirse o a confundirse como lo mismo. De esta manera este modelo proporciona la

34
identificación de valiosas dinámicas psicológicas que permiten la comprensión de
esta y otras desviaciones y trastornos sexuales, al mismo tiempo que ayuda a
entender de forma más clara la relación entre la angustia y la represión de los
instintos de la libido, o bien la represión a partir de la angustia y otras emociones
negativas (Grof, 1988).

Por otro lado podemos decir que el impacto que ejerce esta experiencia despiadada
sobre el pequeño organismo que está por nacer se introyecta con una clara alusión al
dolor, la violencia, y especialmente al suicido en su condición de muerte del ego.
Ante esta grave amenaza se generan una serie de violentos bloqueos y represiones
motrices que sirven como respuesta primitiva y salvaje ante el peligro para la vida.
En este hecho se parece consolidar la base natural de los inicios de la construcción
del superyó freudiano, proceso que en general se atribuye a etapas más adelantadas
del desarrollo del niño. De modo similar, también es posible esclarecer el origen
simbólico -o bien establecer paralelismos en su contenido- de otras ideas
psicoanalíticas clásicas como la vagina dentada. Para Freud este concepto designa la
atribución fantástica que realiza el niño respecto de la capacidad del órgano genital
femenino para matar o castrarlo. De acuerdo a lo que hemos visto, la percepción de
ser triturado y sofocado por la vagina materna no está lejos de la experiencia real,
produciéndose muchos casos de muerte fetal en esa instancia que justifican de forma
natural este temor. Ahora, la asociación entre vagina dentada y castración puede ser
explicada por el trauma de la pérdida del cordón umbilical apropósito del transcurso
del canal de parto a las tijeras médicas propias del parto normal. Esto nos ayuda a
comprender al mismo tiempo la presencia del temor a la castración en ambos sexos.
En esta línea Grof (1988) propone que la imagen de la vagina dentada es en realidad
una generalización de la percepción a partir de la experiencia de algunos de los
contenidos inconcientes que emergen desde esta matriz perinatal, resultando la
generalización y no la percepción lo que es inapropiado.

Por último, en lo que respecta a las zonas erógenas esta tercera matriz se relaciona
con aquellas actividades y practicas que conllevan un relajo y sensación de alivio
luego de un período importante de tensión y contención de la pulsión: en ese sentido
el tragar para la dimensión oral, o el defecar para la anal, y claramente el orgasmo
sexual en lo referido a la genitalidad son propias de esta matriz.

35
d) Cuarta Matriz Perinatal (MPB 4): Experienciar la Muerte y el Renacimiento.

El fundamento biológico de esta matriz se encuentra en la última fase de tránsito por


el canal de parto, así como en la situación inmediatamente posterior a ello. El último
paso del nacimiento se da cuando se asoman al exterior la cabeza y los hombros del
niño, o bien las nalgas y los pies en caso de que viniera invertido (se denomina
“presentación trasera franca”). Ahora todo lo que queda de la conexión simbiótica
con la madre es el cordón umbilical que pronto será cortado, definiendo
concluyentemente el paso de todo ser humanos desde un organismo acuático y
dependiente hacia la libertad orgánica de un mamífero terrestre. La propulsión tuvo
éxito y al intenso dolor, excitación sexual y constricción le siguen de forma repentina
el alivio y la relajación. Este tránsito desde la experiencia descrita en tercera matriz
hasta la liberación del organismo marca el eje fundamental de esta matriz tanto en su
dimensión biológica como simbólica, psicológica y espiritual; el individuo que la
experiencia a través de la Respiración Holotrópica reconstruye una sensación de
aniquilamiento en todos los niveles de su existencia, ya sea físico, intelectual, fracaso
moral y condena de proporciones trascendentales que conlleva una despiadada
destrucción de los puntos de referencia anteriores en la vida de la persona. Este
proceso es denominado muerte del ego y parece ser un requisito para la posterior
liberación que sigue en la lógica vivencial de este proceso. Así, la emancipación se
acompaña por una profunda sensación de redención y quietud, superando las
ansiedades, culpas y temores que fueron enfrentadas ya sea en la vida misma o en la
experiencia perinatal. Este paso de lo ominoso hacia la luz está representado por la
figura del Ave Fénix como símbolo clave del renacer y del despertar definitivo,
mientras que las deidades maternas como la Vírgen María, Isis, Lakshmi, Hera o
Cibeles suelen acompañar las visiones finales del proceso.

Por último, un estado de satisfacción final después de la liberación de las tensiones


acompaña a todos los niveles del desarrollo libidinoso de manera que el hambre es
saciada comiendo o bien se vomita elementos contaminantes en el organismo, el
orgasmo se manifiesta de forma plena, mientras que el ano y el recto no representan
estructuras rentesivas sino que permiten el libre flujo de la materia orgánica.

36
El Territorio Transpersonal de la Mente.

La dimensión transpersonal convoca todas las experiencias posibles en que el


individuo vivencia una conexión entre él y el cosmos a partir de la evidencia de
propia expansión más allá de las fronteras del ego. Normalmente nuestra percepción
y comprensión del mundo se encuentran limitadas las posibilidades físicas de nuestro
aparato sensorial, anclado en un eje espacio-temporal ineludibles, sin embargo,
durante estas experiencias ese eje parece disolverse para dar paso a sucesos que
resultan inexplicables a partir de la experiencia de la persona sustentada por su
historia, y sus estructuras sensorial y psicológica.

Durante las experiencias influenciadas por esta dimensión de la psique la persona


parece tener acceso a fuentes de información existencial que, en primer lugar
exceden su marco de comprensión anterior, y resultan novedosas en su contexto
particular. Si Freud (1915) definió el espectro de la consciencia desde lo inconsciente
hacia lo preconsciente, para con posterioridad aparecer en el consciencia, los
contenidos transpersonales representarían manifestaciones supraconscientes (Grof,
1988) en los que la consciencia individual alcanza mayores niveles de complejidad e
integración respecto de su pasado, proceso que ha sido denominado expansión de la
consciencia (Wilber, 1977). Los niveles de integración y evolución de la conciencia
constituyen un campo de investigación aún hoy revolucionario y en extremo
interesante, pero que no resultan pertinentes en el desarrollo de esta memoria. De
todos modos, nos interesa manifestar la relevancia de aquella estructuración en
cuanto facilitan la comprensión de procesos psicológicos profundos en la medida en
que nos permiten identificar las potencialidades terapéuticas de una persona en
relación a sus posibilidades de integración. En las terapias psicodélica y holotrópica
estas dimensiones se hacen bastante evidentes, y constituyen una guía efectiva (Grof,
1988).

Existe una clase de manifestaciones particulares en las cuales sí nos interesa


profundizar un poco más, que fueron definidas por Jung (1960) como de naturaleza
psicoide. En los fenómenos de esta naturaleza las propiedades de la consciencia
humana parecen confundirse con las propiedades características de la realidad

37
material, de manera tal que se observan sucesos psicológicos con consecuencias
pragmáticas que superan los marcos establecidos por las leyes de la física y la
materia. Específicamente la naturaleza psicoide corresponde a esa cualidad de la
relación que se establece entre la realidad psíquica y fáctica que no puede ser
respondida desde la lógica de la causalidad. Es por ello que Jung prefirió designar a
los fenómenos psicoides como acausales. Entonces éstos pertenecerían al espectro
que se encuentra precisamente entre la materia y la consciencia humana. La
manifestación psicoide más común alude a la presencia simultánea de estados
psicológicos específicos conectados de modo significativamente coincidente con
distintos eventos en el exterior, llamados sincronicidad (Jung,2004). Podríamos decir
que la sincronía en realidad corresponde a una categoría fenomoménica más que a un
fenómeno en sí, pues abarca muchas posibilidades experienciales que se manifiestan
en muchos niveles de detalle y complejidad, no sólo en el transcurso de la terapia
holotrópica. Ahora bien, nos interesa particularmente la sincronicidad y el carácter
acasual de estos fenómenos, pues constituyen el carácter último de los arquetipos que
dominan las experiencias transpersonales. Lo que llevó a Jung a pensar que los
arquetipos constituían pautas comportamentales que definían problemáticas y
vivencias comunes a toda la humanidad, fue la significativa intervención e
interacción de estos en lo que respecta a fenómenos sincrónicos. De acuerdo con
Jung las experiencias de encuentros arquetípicos no sólo reflejan construcciones
imaginarias inconscientes sino que además tienden a representar simbólicamente las
dinámicas intrapsíquicas del sujeto. Durante los estados holotrópicos los arquetipos
no sólo son portadores de simbolismos interesantes y nutritivos para el sujeto que
experimenta, sino que también constituyen fuentes de información supraconsciente
con implicancias integradoras para la psique. En otras palabras, el carácter sincrónico
del arquetipo, no es más que una manifestación de la naturaleza tautológica del
inconsciente, en la cual los contenidos manifestados tienen la particular función de
orientar la integración psicológica de los sujetos.

Por último, no sólo los encuentros arquetípicos y mitológicos construyen la realidad


experiencial transpersonal, sino también una serie de vivencias que sólo han sido
explicadas a través de la literatura mística y sagrada de diferentes culturas, las cuales
definen con énfasis de detalle los estados sensoriales, afectivos-emocionales y
espirituales. Tampoco resulta pertinente en este espacio profundizar en ellas, pero sí

38
vale la pena mencionar con el contenido místico de unidad cósmica representa un
aspecto muy importante de cualquier experiencia de amplitud consciente (Grof,
1988).

Integración Psicosomática

Como ya se ha mencionado la cartografía de la mente comprende interrelaciones


complejas entre las dimensiones que la componen, siendo posible la emergencia de
contenidos correspondientes a sus distintos niveles articulados bajo el sentido de una
misma experiencia holotrópica. El supuesto a la base que permite explicar esta
multidimensionalidad de los procesos es que los recuerdos de las experiencias tanto
físicas como emocionales no se encuentran almacenados de manera aislada y
fragmentaria en el psiquismo humano, sino que construyen tramas de complejas
relaciones a modo de “constelaciones de recuerdos” organizados en sistemas regidos
por un patrón común denominados Condensed Experience Systems (Sistemas de
Experiencias Condesadas) o COEX. Así, cada sistema COEX “contiene recuerdos
cargados emocionalmente procedentes de diferentes períodos vitales unidos por el
denominador común de compartir la misma cualidad emocional o la misma
sensación física” (Grof, 1994; pág. 45), es decir, son constelaciones coherentes que
aluden a experiencias similares concretas. En el modo en que se articula la
organización de estos sistemas es posible observar que existe una integración o
fusión entre los procesos del cuerpo y los de la mente, o bien una integración
psicosomática que se da de modo auténtico en el organismo y que constituye la
naturaleza esencial de todo proceso humano. A su vez en cada COEX pueden
distinguirse distintos niveles que tienen directa relación con los diferentes períodos
de la vida de una persona así como con los distintos niveles de la mente establecidos
en la cartografía. De acuerdo con Grof (1988) suele suceder en el marco de la
Respiración Holotrópica que la persona que experimenta transite desde contenidos
biográficos hacia el espectro perinatal, de acuerdo con el nivel de
intensidad/profundidad del proceso respiratorio y de las predisposiciones del sujeto.
De igual modo, las experiencias transpersonales parecen constituir la categoría
experiencial más profunda y transformadora en términos vivenciales.

39
Las clásicas temáticas COEX son los recuerdos humillantes, degradantes o
vergonzosos, las experiencias de éxtasis y alegría, el rechazo, y las experiencias que
amenazaron la estabilidad vital. Ahora bien, para todas estas temáticas es posible
establecer un correlato perinatal, y al mismo tiempo una dimensión arquetípica
transpersonal que las representa. La exhaustiva descripción realizada de los
paralelismos entre las matrices perinatales y los símbolos arquetípicos que
acompañan dichas experiencias refleja de modo muy concreto esta característica
dinámica. Sin embargo, y gracias a la particularidad de la dimensión perinatal que la
configura como bisagra entre lo biográfico y lo espiritual es que también se puede
establecer paralelismos experienciales entre la dimensión del inconsciente post natal
y el territorio perinatal. Lamentablemente no contamos con suficiente espacio como
para extendernos aquí, aunque de todos modos la mención de esta doble
direccionalidad es importante.

Por otro lado, a partir de observaciones clínicas en más de cuatro mil de sesiones en
las que se utilizó dietilamida de ácido lisérgico/LSD con propósitos terapéuticos
primero, y a través de otras miles experiencias en que se utilizó la Respiración
Holotrópica después, Grof pudo comprobar empíricamente la existencia de un
criterio de emergencia de los contenidos psicológicos durante los estados
holotrópicos. Este criterio está regido por lo que él denominó “el radar interior”
(Grof, 2000), mecanismo o entidad a través de la cual se movilizan hacia la
consciencia aquellos contenidos del inconsciente con mayor relevancia psicológica,
carga emocional y mayores posibilidades de integración en la consciencia. Vale decir,
durante el curso de una experiencia holotrópica el material psicológico involucrado
siempre resulta adecuado para la persona que lo experiencia ya sea de acuerdo a sus
capacidades como ante sus necesidades psicológicamente más urgentes. Esto se
corresponde con la teleología del inconsciente descrita por Jung, la cual se manifiesta
a través de los procesos de individuación regulados por el sí mismo, como esa
entidad que tiende hacia el equilibrio, la integración de la psique y a la totalidad del
individuo con propósitos claramente autosanadores. Las implicancias disciplinares de
esto redundan en la posibilidad de casi cualquier persona para practicar la
Respiración Holotrópica con relativa independencia de su diagnóstico
psicopatológico y, en segundo lugar, en la facilitación y agilización del proceso
psicoterapéutico, ya que desliga al terapeuta de la tarea de tener que decidir qué es lo

40
adecuado para tratar en el proceso y qué no lo es, suprimiendo en parte importante
algunas de las clásicas barreras ideológicas de la disciplina psicoterapéutica.

Más allá de estas representaciones inconscientes que encuentran en el cuerpo su


manifestación existen otros tipo de fenómenos que se ligan mas con un aspecto
psicosomático propiamente tal. Un aspecto bastante relevante y recurrente en las
experiencias holotrópicas, son los dolores corporales producto de tensiones
musculares desencadenadas a partir del constante ejercicio de hiperventilación. Estas
manifestaciones no tienen que ver con meras reacciones fisiológicas, si no que más
bien se relacionan con complejas estructuras psicosomáticas que normalmente
contienen un significado determinado para la personas. A veces estas estructuras
representan una amplitud o intensificación de dolores crónicos o síntomas que
aparecen en momentos de tensión física o emocional, y otras veces tienen que ver
con viejos síntomas que se reactivan y que el individuo sufre desde su infancia,
pubertad o cualquier otra época de su vida. En palabras de Grof “lo que ocurre en
este proceso es que la respiración acelerada, durante un periodo prolongado de
tiempo, cambia la química del organismo de manera que las energías y emociones
bloqueadas, asociadas con diferentes recuerdos traumáticos, se liberan y están
disponibles para una carga periférica y para ser procesadas. Hace posible que los
contenidos de recuerdos previamente reprimidos emerjan a la conciencia y puedan
ser integrados” (2002, pp.255).

Este fenómeno pone entonces un énfasis no menor en el rol que juega el cuerpo y sus
manifestaciones psicosomáticas en la estimulación y canalización del contenido
inconsciente emergente. Con esto se introduce una concepción bioenergética de la
psique, de la cual se desprende que ciertas emociones y representaciones específicas
tienen una carga energética que puede bloquearse en ciertas partes del cuerpo
generando entonces tensiones musculares. Esta concepción bioenergética es para
nada nueva, más bien tiene su origen en la Teoría del Carácter (1986) propuesta por
el psicoanalista Wilhem Reich.

Conservando la tesis de Freud en relación a la importancia de los factores sexuales


en la etiología de las neurosis, Reich modificó sustancialmente la teoría
psicoanalítica en la cual se formó introduciendo un factor económico que hace
referencia a la acumulación de energías que predisponen al individuo para el

41
desarrollo de sus síntomas y actitudes neuróticas. Esta economía sexual o energética
del individuo se refiere concretamente al equilibrio que se establece entre la carga y
descarga de energía. Los traumas originales y los sentimientos sexuales que son
reprimidos generan una carga energética, la cual si no es evacuada y perdura en el
cuerpo del sujeto, generaría tensiones musculares crónicas. De este modo se
originaría lo que Reich denominó como coraza o armadura muscular: esa tensión
muscular que cumple la función de protección en el individuo ante experiencias
dolorosas y amenazadoras por un lado, y emociones e impulsos internos reprimidos
por otro. De este modo, la supresión o represión de dichos contenidos en conjunto
con una actitud caracterológica serían la verdadera etiológica de la neurosis, en
donde el síntoma constituiría sólo una expresión externa de la tensión.

En términos económicos, la coraza o armadura muscular serviría para mantener la


economía energética del sujeto de manera equilibrada, puesto que sujeta de alguna
manera la energía que no puede descargarse. En este sentido Reich (1986) sostendrá
que el individuo neurótico mantiene su equilibrio acumulando su exceso energético
en forma de tensión muscular, limitando así la excitación sexual entre otras cosas.
Por otra parte el individuo sano no estaría sometido a esta limitación, por lo tanto su
energía no se acumularía en la armadura muscular y podría fluir libremente.

De acuerdo a lo expuesto anteriormente en relación a la liberación de contenidos


reprimidos en el inconsciente los autores pensamos que la Respiración Holotrópica
es una herramienta eficaz en la medida en que posibilita la expresión de emociones
reprimidas a través de insights, abreaccionas y catarsis, permitiendo un importante
desbloqueo energético que resulta en una desestructuración de la armadura corporal
que a su vez redunda en un fluir emocional y energético más libre y saludable.

Por otro lado Reich, introduce tempranamente en la psicología el importante papel


que juegan los procesos energéticos en la compresión del funcionamiento
psicológico. Según esta mirada, los contenidos psíquicos reprimidos, tanto
emociones como sentimientos sexuales, son vistos en términos energéticos y ocupan
específicamente un lugar particular en nuestro cuerpo, los músculos. Desde el punto
de vista de los conceptos que se relacionan con la Respiración Holotrópica, la
contribución más importante de Reich tiene lugar en las áreas de los procesos

42
bioenergéticos y las correlaciones psicosomáticas que se encuentran a la bases de los
trastornos emocionales.

Dado el prolífero y complejo desarrollo de la obra reicheana, la cual no sólo se limitó


al análisis caracterológico propiamente tal, es que muchos de sus colaboradores
prefirieron seguir indagando en aquello que Reich pudo haber dejado inconcluso: la
bioenergética. Entre sus colaboradores más destacados se encuentra el doctor
Alexander Lowen, quien fue unos de sus más fieles seguidores en cuanto a la teoría
del carácter. Lowen (1977) propone a raíz de la concepción reicheana de la coraza
muscular, que en realidad los sujetos organizamos estructuras defensivas en distintas
capas o niveles de complejidad que pueden diagramarse como círculos concéntricos.
En el nivel mas exterior de la personalidad se encontraría la capa del ego constituida
principalmente por las defensas psíquicas tales como la negación, proyección, el
reproche, la desconfianza, etc., A continuación y en dirección hacia el núcleo del
sujeto se encontraría la capa muscular donde se encuentran las tensiones musculares
crónicas que apoyan y justifican las defensas del ego, y al mismo tiempo protegen al
individuo contra la capa interior de los sentimientos reprimidos que no atreve a
expresar. Esta capa emocional estaría entonces compuesta por todas aquellas
emociones reprimidas tales como la cólera, pánico, terror, desesperación, tristeza,
etc. Por último estaría en el centro o corazón del cual emanaría el sentimiento de
amar y ser amado.

43
Para este autor, el énfasis psicoterapéutico debe basarse en el trabajo corporal de la
segunda capa defensiva, es decir, la capa muscular, la cual es considerada como una
bisagra o un lugar de encuentro entre las capas primera y tercera. Según Lowen
(1977) “parece lógico ocuparse en las capas primera y tercera, que se
complementan, puesto que la primera se refiere a las defensas intelectuales, y la
tercera a las emocionales. Pero esta amalgama es difícil de lograr, porque la única
conexión directa entre ambas es la capa de las tensiones musculares.” (pp.116). En
este sentido afirma Lowen que el trabajo sobre esta capa permite pasar a la capa
mental o emocional cuando sea necesario. De esta manera al tratar tensiones
musculares puede ayudar a un individuo a entender como su actitud psicológica está
condicionada por su armadura o rigidez corporal, de modo que cuando se estime
conveniente se pueden suprimir las emociones reprimidas movilizando los músculos
contraídos que refrenan la expresión. Finalmente en dicha liberación energética o
expresividad encontramos una arista fundamental para el trabajo psicoterapéutico de
la Respiración Holotrópica.

Como bien se mencionó anteriormente, muchas experiencias conllevan tensiones


musculares que implican un trabajo corporal específico. Este consiste básicamente en
movilizar energías hacia una parte del cuerpo en particular, lo que requiere que “el
respirador” se haga consciente de dónde se focaliza el bloqueo o dolor. En el trabajo
holotrópico se le suele pedir al paciente que empuje con su cuerpo hacia la
resistencia ofrecida por el facilitador, de modo tal que la fuerza la realiza el propio
paciente. A su vez, se le anima a encontrar una respuesta espontánea a la situación,
las cuales por lo general suelen ser gritos, llantos, sonidos de animales, etc. Todas
estas expresiones constituyen a su vez manifestaciones de liberación energética y son
interpretadas como el inicio del desbloqueo. En este sentido podemos apreciar cómo
los aportes hechos por Reich y sus colaboradores ofrecen un marco conceptual
propicio para interpretar parte del trabajo corporal que se llevan a cabo en los
trabajos de Respiración Holotrópicas. A su vez, si recordamos la premisa sobre la que
se fundamenta esta técnica (estimular material inconsciente, propiciando su
liberación e integración), y si consideramos que los procesos psíquicos reprimidos
conllevan una carga energética a modo de tensión muscular, podemos entender con
claridad que el trabajo corporal en la Respiración Holotrópica es más que nada una

44
herramienta que posibilita una intervención segura y efectiva sobre los procesos
psicosomáticos que resultan problemáticos para el organismo.

Por otro lado, la respiración en sí misma como proceso biológico constituye un factor
esencial en la expresión y canalización de los contenidos psicológicos reprimidos
(Lowen, 1977); ya en los inicios de la terapia Reichiana y en el centro de la terapia
bioenergética la respiración profunda y continua eran entendidas como el principal
canal mediante el cual se generan los desbloqueos emocionales y las distensiones
musculares. En el núcleo de las terapias psicocorporales, la respiración es la causal
del aumento energético corporal necesario para desestructurar aquellas tensiones,
corazas y armaduras que impiden el libre funcionamiento de los sentimientos,
emociones, y procesos psicológicos del organismo.

Por último, habiendo ya establecido el criterio respecto de la emergencia del material


inconsciente (COEX) y la dirección vivencial que ese criterio designa, al mismo
tiempo que hemos descrito el modo en que el cuerpo organiza tanto sus defensas
como los mecanismos de expresión de dichos contenidos inconscientes, resulta
mucho más fácil entender las posibilidades de integración de contenidos
problemáticos para el organismo en el contexto de la Respiración Holotrópica. Es por
ello que nos atrevemos a relacionar éste proceso y las características de la
adolescencia y su ciclo de cierre que a continuación describiremos.

Adolescencia y Cierre

El interés de poder relacionar y aplicar las distintas concepciones hasta ahora


expuestas con los procesos de cierre de la adolescencia o lo que se ha denominado
como adolescencia tardía reside en la particularidad de esa transición dentro de la
vida de una persona en tanto se re significan y reestructuran muchos los contenidos
de la vida psíquica del sujeto. La adolescencia es definida como aquella etapa o fase
del desarrollo humano que se extiende entre la infancia y la adultez, la cual está
caracterizada por los fuertes cambios a nivel fisiológico, psicológico y social, que
sufre el sujeto que la atraviesa (Pérez-Díaz & Rodríguez, 2007). Distintos autores
han definido cuales serian las tareas y metas principales en torno al cierre de la

45
adolescencia, y en general existe un consenso compartido con respecto a cuál sería el
evento más significativo de esta etapa: la constitución de la identidad. Erikson (1974)
sostiene que aquellos jóvenes que se encuentran agobiados por la revolución
fisiológica de la maduración genital y la incertidumbre acerca de los roles adultos
que deberán asumir, resultan estar muy abocados a la formación final de una
identidad. El adolescente entonces se encuentra en una rearticulación constante en la
que construye una serie de identificaciones nuevas, sin renunciar por completo a las
primeras identificaciones infantiles. En este proceso el sujeto se ve forzado a resolver
el problema de cómo conectar los roles y habilidades del pasado cultivadas en etapas
más tempranas con los prototipos y principios ideales del presente.

Este proceso de la adquisición o consolidación de la identidad no se configura como


la una finalidad de esta fase, si no que además y en conjunto coexisten otras
necesidades de logro tales como la construcción del espacio subjetivo, el proceso de
emancipación (Efron, 1998) y la elaboración de un proyecto de vida. (Da Costa,
2000). Desde esta perspectiva, un proceso de cierre debe incorporar dichas variables
para considerar la etapa de la adolescencia como consolidada. A este último periodo
en el cual se conjugan y se consolidan los diferentes aspectos descrito acerca de la
identidad, se denomina como adolescencia tardía, y comprende aproximadamente las
edades entre 18 y 28 años (Quiroga, 1999). Este periodo está particularmente
caracterizado por la resolución y resignificación de las problemáticas atingentes a la
adolescencia que conducirán hacia el estado de la adultez. En cierta medida se refiere
a aquel espacio en el cual se terminan de consolidar los aspectos principales que
normalizan la etapa de la adolescencia.

Hemos querido poner el énfasis aquí ya que se trata de una fase específica del
desarrollo la cual está bastante relacionada con los procesos de cierre, de
consolidación y resignificación afectiva. Es un periodo en el cual se integran aquellas
identidades infantiles y púberes (y otras más complejas) al ideal de las
identificaciones actuales más cercanas a la adultez, para generar y otorgar un sentido
de mismidad y continuidad al sujeto (Erikson, 1974). Se trata entonces de un punto
clave en la historia del sujeto debido a que ponen en juego bastante de sus
capacidades para generar una integración y articulación coherente de sus
experiencias en una estructura sólida y coherente. Un papel importante en este

46
proceso lo juega la diferenciación respecto de las figuras paternas, antes
determinantes esenciales de la identidad y en la construcción del sentido personal
(Saavedra, 2005). A través de la diferenciación el adolescente logra construir su
identidad propia sin la presión de los ideales y fantasías familiares, posicionándose a
sí mismo como el principal criterio desde donde se establecen los nuevos ideales de
desarrollo y crecimiento personal. Sin duda este fenómeno puede ser considerado
como un enfrentamiento de intereses entre el adolescente y sus figuras paternas,
resultando que para gran parte de los casos atravesar la experiencia de la
diferenciación resulte en un conflicto psicológicamente muy relevante.

El ejercicio de articular todos estos procesos nos parece que puede ser catalizado de
manera efectiva gracias al uso de la Respiración Holotrópica en tanto ésta se
constituye precisamente como una técnica psicoterapéutica que proporciona
experiencias con contenidos psicológicos que urgen por ser integrados en la
conciencia. De cierto modo vemos en la adolescencia y en el trabajo Holotrópico,
una similitud o analogía en la estructura de ambos procesos. Nos parece que si bien
la esta técnica puede ser utilizado en diversos sujetos de distintas ideologías y
culturas, su uso específicamente en personas que se encuentren en su adolescencia
tardía puede configurarse como un espacio interesante para observar como se
interrelaciones estos dos elementos. Nos gustaría observar principalmente como se
produce la integración de contenidos psicológicos inconscientes, y como se
configuran otros provistos de un sentido de totalidad, y cuál es su incidencia en ésta
etapa específica del desarrollo de una persona.

47
III. Aspectos Metodológicos

Tipo de estudio

La presente investigación se enmarca en un enfoque cualitativo, el cual se


caracteriza por el estudio de una situación en particular y específica cuyos hallazgos
se producen mediante el análisis interpretativo y no por procesos de cuantificación.
El énfasis de este enfoque esta puesto en la riqueza subjetiva del dato investigado
más que en la cuantificación de la información sustraída a partir de los resultados de
una investigación. Lo que se busca es profundizar e indagar en el tema de
investigación por sobre la generalización. Se trata entonces de fenómenos complejos

48
que se relacionan con la comprensión de los significados atribuidos a ciertos
procesos, problemáticas y sucesos, por parte de una persona, un conjunto o un grupo
social determinado (Ruiz, 1999).

En el intento de indagar acerca como un cierto grupo de personas, perciben y


significan la práctica de la Respiración Holotrópica en relación con los procesos de
cierre característicos de la Adolescencia Tardía, consideramos que el enfoque
cualitativo otorga las bases epistemológicas adecuadas para levantar la presente
investigación. En este contexto, lo que se persigue es precisamente la riqueza del
dato subjetivo otorgado por los sujetos; su importancia y su significación personal y
social, por sobre la generalización de los resultados obtenidos.

Debido tanto a los intereses investigativos como a las características propias de la


presente investigación, el tipo de estudio es exploratorio ya que se indaga en la
relación de variables novedosas y poco estudiadas en nuestra disciplina, por lo
menos desde la perspectiva que propone esta investigación, y es también un estudio
descriptivo ya que se intenta describir las principales características, propiedades y
aspectos más relevantes en la manifestación de ciertos fenómenos que afectan a una
persona o un grupo social (Hernández, et al,,2003). El diseño de estudio es no
experimental, ya que no se intervienen o manipulan deliberadamente las variables
sino que más bien se observan los fenómenos tal y como se dan en su contexto
natural. Además se trata de un diseño transeccional ya que se describen y analizan la
incidencias de las variables en un momento determinado y tiempo especifico
(Hernández, et al., 2003).

La estrategia a utilizar es el estudio de casos, dado que posibilita una comprensión


integral de los procesos en cuanto su naturaleza, sus circunstancias y sus principales
características incluyendo el contexto en el cual se desarrollan (Hernández, et al.,
2003).

Muestra

La población a la que apuntó esta investigación corresponde a adolescentes que se


encuentren en la adolescencia tardía, etapa sobre la cual no existe un consenso
estandarizado, sin embargo entre las delimitaciones más flexibles, se incorporan

49
sujetos entre 19 y 29 años. La muestra estubo compuesta por 5 sujetos entre 19 y 24
años. Dejamos el tamaño de la muestra abierta a ser incrementada durante el proceso
de realización de esta memoria ya que nos parece sumamente relevante no dejar de
recolectar información sobre otros sujetos que participaron en la investigación, y que
sin embargo, por problemas de recursos (tiempo), no han podido ser entrevistados
aun.

El tipo de muestra es intencional o no probabilística, ya que la elección de los


sujetos no dependió de que todos tubieran la misma probabilidad de ser escogidos, si
no que dependió de la decisión de los investigadores según los propósitos
investigativos que perseguimos. (Hernández, et al., 2003). En este sentido, la
modalidad del muestreo es de tipo teórico, ya que el criterio de elección corresponde
con levantar información relevante en relación al marco teórico establecido (Ruiz,
1999). Se trata a su vez, de una muestra con sujetos tipos, debido a que nuestro
objetivo fue analizar los valores y significados de un determinado grupo social, a
saber, sujetos en la adolescencia tardía.

Técnica de recogida de Datos

Para la fase de recolección de los datos decidimos utilizar la entrevista ya que


permite evaluar la complejidad sistémica de una situación así como también, por
medio de la narrativa, indagar en el relato de la persona de tal forma de lograr
identificar las significaciones qué esta construye sobre la realidad. Lo que se busca es
rescatar lo importante y significativo en la mente de los informantes, sus
significados, perspectivas e interpretaciones, el modo en que ellos ven, clasifican y
experimentan su propio mundo (Ruiz Olabuénaga, 2003).

Específicamente utilizamos un tipo de entrevista en particular, denominada


entrevista semi-estructurada, ya que genera una dinámica en la cual el entrevistado,
por iniciativa propia, puede revelar las problemáticas respecto a su realidad interna
tal y como la percibe desde su propia subjetividad e interpretación. Esta modalidad
de entrevistas se caracteriza por seguir una pauta en la cual ni el texto ni las
preguntas están fijadas de forma rígida, priorizando el trabajo sobre ciertos

50
esquemas o ejes temáticos en los cuales interesa indagar, de manera de otorgar al
entrevistado un espacio flexible y abierto para su propio desenvolvimiento
(Fernández,1993). Además, este tipo de entrevista permite al entrevistador generar
distintos tipos de preguntas en el transcurso de la entrevista con la finalidad de
profundizar allí donde le interesa indagar (Hernández, et al, 2003).

Los ejes temáticos desde los cuales se generaró la entrevista se desprenden


directamente del sustento teórico propuesto para la presente investigación. En este
sentido los esquemas temáticos bajo los cuales se guiaron la entrevista mantienen
relación con los aspectos conceptuales provistos por los diferentes autores que se han
referido a características y propiedades tanto de la adolescencia tardía como sobre la
Respiración Holotrópica.

En este sentido, se destacan los siguientes ejes:

1- Articulación de Identidades infantiles con los ideales de la juventud


(Erikson)

2- Resignificación de las experiencias pasadas con un sentido de continuidad en el


presente. (Erickson)

3- Diferenciación de las figuras paternas y su relación con procesos identitarios.


(Erikson)

4- Expresión de manifestaciones corporales y procesos psicosomáticos; reactivación


de viejos síntomas y traumas psicofísicos (Grof)- Tensiones musculares, dolores etc.
(Reich)

5- Estimulación y canalización a través del cuerpo de contenidos inconscientes


emergentes en la Respiración Holotrópica – Experiencias Perinatales, Biográficas y
Transpersonales (Grof)

6- Logro de la totalidad de la personalidad: capacidad humana para acceder a un


grado creciente de integración de los distintos componentes del psiquismo (Jung).

7- Expansión de la consciencia (Wilber) y nueva información a cerca de la naturaleza


de la realidad (Grof).
51
4. Procedimiento

El procedimiento de nuestra investigación se sintetiza en una sesión de Respiración


Holotrópica realizada el día 25 de Octubre con todos aquellos sujetos que formaron
parte de la muestra. Los requerimientos establecidos para participar en una sesión de
Respiración Holotrópica se encuentran en la Ficha Médica adjunta con el
consentimiento informado. Previo a la sesión de Respiración Holotrópica, se realizó
charla teórica acerca del origen, las propiedades, las características y la naturaleza
psiofisiológica de su práctica, con el fin de asegurar la comprensión adecuada por
parte de los participantes de la experiencia en la que iban a participar. A su vez, se
describieron principalmente los aspectos prácticos más relevantes para generar una
práctica lo más natural, cuidadosa y fluida posible. La Respiración Holotrópica se
realiza en parejas y por turnos, existen dos roles posibles; el respirador, es decir, el
sujeto que respira, y el cuidador quien está a cargo de satisfacer las necesidades de su
respirador, como por ejemplo darle agua, llevarlo al baño, quitarle la ropa, taparlo
con frazadas o llamar a un facilitador en caso de que el sujeto que respira necesite un
trabajo especifico corporal o psicológico. Las sesiones duran aproximadamente entre
2 y 3 horas por cada practica, luego se invierten los roles. Después de cada sesión, se
les solicita a los respiradores que de alguna u otra manera intenten de reflejar,
describir o integrar su experiencia en algún dibujo, mandala, descripción narrativa,
etc., con el fin de plasmar y condensar precariamente la experiencia en algún
elemento pragmático. Al término de la sesión, se realizó un círculo con todos los
integrantes con el fin de compartir voluntariamente, las experiencias vividas durante
la sesión de Respiración Holotrópica.

Luego se realizaron las entrevistas pertinentes con los sujetos escogidos, las cuales
fueron grabadas y transcritas para facilitar un análisis más detallado y profundo
acerca de los contenidos registrados y las cuales se encuentran adjuntas en los anexos
para su eventual análisis.

Plan de Análisis

52
Para el análisis de los datos recogidos se utilizó el esquema o modelo propuesto por
Miles y Huberman descrito en Rodríguez Gómez (1996), el cual se desglosa el
proceso de análisis en tres principales etapas; Reducción de Datos, Descripción y
Transformación de Datos y Obtención de resultados y conclusiones.

La “reducción de datos”, consiste en a generar una selección de la información más


relevante con los fines de la investigación. De esta manera se produce un filtro de
aquello que resulta útil al análisis, de manera de reducir la cantidad de información y
de generar un proceso más eficaz. Este proceso de selección se efectúa antes de
realizar la recolección de los dato y, los criterios se establecen según los intereses
investigativos.

La etapa de Disposición y transformación de datos, consiste en separar y organizar


la información en unidades organizadas según los ejes temáticos establecidos de
manera tal, de generar una categorización que permita clasificar los contenidos y
datos recogidos según la temática que abordan.

Por último, la “obtención de resultados y conclusiones”, es la etapa en la cual se


establecen las principales relaciones e interpretaciones ya sea entre los diversos
contenidos con sus categorías así como también entre las diversas las categorías con
el fin de articular los contenidos recolectados en diferentes ideas, resultados o
conclusiones. Es un proceso de integración constante que busca generar relaciones
entre los datos recogidos a la luz del marco interpretativo que otorga el sustento
teórico propuesto para la investigación.

Consideraciones éticas

Entre las principales consideraciones éticas requeridas para cualquier trabajo de


investigación en nuestra disciplina, destacan por sobre otras el resguardar y velar en
todo momento por libertad y dignidad de los sujetos, así como también el asegurar el
derecho de los participantes de suspender su participación en la investigación si así
lo desean. Otro aspecto relevante es respetar el anonimato de los participantes y la
confidencialidad en el uso de los datos recolectados. Como bien se describió en el
procedimiento, un aspecto bastante importante en el contexto de la Respiración
53
Holotrópica es la facilitación de un consentimiento informado mediante el cual se
describe a los sujetos las características mas esenciales del trabajo holotrópico. Con
esto los participantes se aseguraron de informarse acerca de los principales aspectos
y propósitos que persigue la presente investigación. Con el fin de evitar cualquier
contra indicación médica, se facilitó un cuestionario medico de tal manera de evitar
cualquier complicación en el transcurso de la práctica holotrópica. Los diversos
cuestionarios se encuentran anexados al final del presente informe, y fueron
otorgados por la Breathwork Holotropic Comunity, quienes han estandarizado estos
documentos para evitar cualquier tipo de riesgo en la salud de los participantes. No
olvidar, que la Respiración Holotrópica es una técnica psicoterapéutica que ha sido
desarrollada por diversos psiquiatras y psicólogos, y que por tanto se desarrolla en el
contexto terapéutico que otorga nuestra disciplina, de manera tal que toda práctica
de la Respiración Holotrópica se lleva a cabo por sujetos formados académicamente
en el manejo y contención de experiencias holotrópicas.

IV. Resultados:

A partir de los datos recolectados en las entrevistas realizadas se presenta a


continuación un análisis de dichos datos los cuales se organizan según las categorías
o ejes temáticos establecidos con anterioridad. Recordar que las presentes categorías
se desprenden tanto de los objetivos planteados por la presente investigación como
también, desde el marco teórico propuesto para la consecución de estos mismos. En
este sentido, la estructura establecida para las categorías pretende ser congruente con
la estructura argumentativa propuesta en el marco teórico. De este modo
consideramos que las siguiente ocho categorías abarcan de manera integral las
distintas aristas propuestas por en el marco teórico con respecto a los procesos de
cierre de la Adolescencia y a los contenidos y experiencias integrativas sucitadas a
partir de la Respiración Holotrópica.
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Articulación de Identidades infantiles con los ideales de la juventud

Esta categoría busca explicar aquellos fenómenos, experiencias o procesos


psicológicos que hacen una alusión a la identificación o rememoración de
identidades infantiles, es decir; organizaciones coherentes de la personalidad
infantiles que se traducen en tener una sensación particular acerca de quien se ha sido
en épocas anteriores de la vida. Se trata de una identificación interna con aspectos
subjetivos que han estado presentes desde la infancia y que de cierta manera explican
o configuran las percepciones, ideales y las construcciones que generan los sujetos
acerca de si mismos y la realidad. En este sentido el ejercicio propuesto radica en la
articulación de aquellas identificaciones con las principales ideales que se tienen en
la actualidad. Ahora bien, dicho proceso está orientado en este contexto, a reflejar un
proceso de integración más profundo, el cual tiene que ver con el proceso de cierre
de la adolescencia. El siguiente relato da cuenta de la identificación infantil que
realiza un sujeto y como dicho proceso articula una particular manera de relacionarse
consigo mismo y de estar en el mundo:

“…..me conecte con mi infancia, como el encontrarme con mi niña Interior, porque
me di cuenta que ese sufrimiento viene desde chica, desde sentirme abandonada y
rechazada por lo demás, en no ser vista y valorada en como soy realmente…. me di
cuenta que es mi niña interior la que está dolida, es ella quien sufre después de cada
perdida, me di cuenta que yo soy la primera persona que tienen que empezar a
tratarla con el amor. Y a partir de ese amor hacia mí misma, en un sentido sanador e
integrador me di cuenta que yo puedo estar sola y trascender ese patrón de
sufrimiento”

En este relato se hace evidente la identificación con una identidad infantil que se
condensa en el concepto de “niña interior”, el cual alude a ese aspecto de la
personalidad del sujeto que se arraiga o tiene su origen en la infancia y que sigue
vigente en el presente. Lo remarcable de este proceso es el hecho de que dicha
identificación genera en el sujeto una reivindicación de aspectos olvidados de sí
misma así como también acerca de sus convicciones e ideas personales. En este
sentido, se observa un enriquecimiento acerca de aspectos internos de la personalidad

55
del sujeto que no podemos dejar de relacionar con los procesos de consolidación de
la identidad.

Resignificación de las experiencias pasadas con un sentido de continuidad en el


presente.

El paso de la adolescencia a la adultez implica necesariamente un proceso de duelo


hacia el mundo infantil, el cual se ve forzado a una trasformación adaptativa a
propósito de nuevos patrones de comportamiento que responden a la lógica de
nuevas metas y nuevas aspiraciones. Esa transformación se realiza de forma natural
pero no por ello sencilla e imperceptible. A diferencia del primer eje temático,
referido a un proceso de conciliación de las distintas identidades que ha tenido una
persona durante su vida, en este eje se busca dar cuenta de todas aquellas
experiencias del pasado que ayudan a dar sentido y continuidad al presente. De tal
forma, todos aquellos recuerdos de la infancia de los cuales pueden desprenderse
dinámicas psicológicas del sujeto, o dicho de otro modo, experiencias pasadas que
Inciden en la configuración y construcción actual de la personalidad resultan
atingentes a este eje.

Idealmente, esta resignificación debiera ser llevada como un proceso enriquecedor


para el individuo en tanto aporta información valiosa a cerca de su personalidad y su
estructura actual, implicando muchas veces desechar viejos patrones de
comportamiento arraigados en lo profundo de la psique. En este ejemplo la
resignificación implicó una evaluación general de los quiebres amorosos en el pasado
de la persona, que resultó en un fortalecimiento del autoconcepto, generando una
nueva actitud frente a estas situaciones en el futuro:

“junto con ver mi patrón de sufrimiento vi todas mi pérdidas anteriores en las que
había terminado relaciones (amorosas) y vi como yo había ido evolucionado a
través del tiempo… de pasar de una dependencia casi absoluta en la relación, hasta
una independencia y darme cuenta que yo soy integra, que no me voy a la mierda y
no me desintegro cuando se termina la relación, si no que yo sigo siendo la misma, y
me sentí completa en ese momento”

56
Por otro lado, también son importantes en este eje aquellas experiencias del pasado
que no pudieron ser integradas u asumidas exitosamente por el sujeto, generando
emociones, prácticas y actitudes que se ven influenciadas por estos eventos. Un
ejemplo bastante claro lo constituyen los procesos de duelo no resuelto, los cuales
generan contenidos inconscientes que muchas veces no encuentran su lugar de
expresión en la vida diara. En el siguiente caso, la emoción que surgió de ese proceso
inconcluso es la rabia, e incluso podría atisbarse la idea de una culpa no
correspondida:

“Siento que la nostalgia que sentí de mi infancia estaba también muy ligada a los
recuerdos que escarbé, la niñez que tuve con mi abuelo, porque yo viví gran parte de
mi vida con mi mamá y mis dos abuelos… la extrañeza de mi abuelo, que fue como
un padre, la figura masculina y amorosa. Murió cuando yo tenía 12 años o 13 años.
No me lo esperé. Fue una neumonía fulminante. Él era un pan de Dios, nos cuidaba
a mí y a mi abuela. Yo no quise ir al funeral…. Puta que le de una neumonía a una
persona sana, y que de repente se muera, algo pasa po, ya estai cansado, hay
cuidado mucho de todas las personas, mucha carga yo creo… Pienso que tiene que
ver un poco con la resignación, con la nostalgia que siento de esa niñez con mis
abuelos. Un poco con su muerte también, y la resignación a su muerte, que cuando
chico no la procesé nada. Después ya mas grande pude aceptar un poco más,
cuando finalmente fui al cementerio a verlo… No había ido nunca. Yo me resistía a
ir a verlo. Creo que tiene que ver con la sorpresa de que haya muerto, quizás la
rabia que tengo también tiene que ver con eso… ¿Por qué se murió si todavía estaba
bien?”

Diferenciación y resignificación de las figuras paternas y su relación con los


procesos identitarios

En la siguiente categoría conviene aclarar, la importancia y relevancia que adquieren


los procesos de diferenciación y resignificación de las figuras paternas en la
construcción de la identidad. De cierta manera la construcción de la identidad es un
fenómeno que se genera a partir de una reelaboración del concepto sí mismo como
una realidad interna y no como una percepción proveniente de la realidad exterior.

57
En ese sentido las figuras paternas constituyen las principales fuentes proveedoras
de dichas percepciones, de manera tal, que la diferenciación y resignificación de
dichas figuras proporcionan a los sujetos un enriquecimiento en la construcción de la
propia identidad. En síntesis esta categoría busca dar cuenta precisamente de los
procesos mediante los cuales se genera una redefinición de la identidad, a partir de
un proceso de diferenciación o resignificación con las figuras paternas.

El siguiente relato da cuenta de procesos de diferenciación y resignificación paterna


como producto de ciertos insights sucitados por la experiencia. Lo interesante es que
se realiza una significación particular sobre proceso de diferenciación llevado a cabo
por el sujeto:

“años a atrás cuando yo me empecé a diferenciar de mi familia, me di cuenta que


teníamos muchas diferencias, yo me distancié porque creí que nuestra diferencias
eran irreconciliables. Me di cuenta que yo no los podía cambiar y había tirado la
toalla un poco, entonces después de esta experiencia, al conversar con ellos, yo les
dije esto, que había tirado la toalla y que ahora tenía una necesidad de reparar eso
y de reencontrarme con ello, y que yo realmente quería cambiar la relación con
ellos, porque me di cuenta que mi familia son las personas más importantes de mi
vida. Así que dije no quiero seguir así en mi vida, en un farsa relacionarme con
ellos, y ahora es mi momento para cambiar la relación y sanarla. Yo ya venía en un
proceso de mucha diferenciación y ahora me fui al polo opuesto, me reconcilié con
ellos, esas diferencias las pude reconciliar y me di cuenta que esto tenía que ser
desde los dos”

El relato anterior no solo habla de un proceso de diferenciación, si no que aboga por


la necesidad de transformar dicho proceso en un espacio de reconciliación. Tras esa
necesidad de redimir el pasado, se observa sin embargo, una necesidad por redefinir
el presente. En términos concretos, pareciese que el hecho de re significar la relación
parental posibilitara la redefinición de la identidad del sujeto. El siguiente relato es
un llamado hacia una transformación en la percepción que tienen los padres acerca
del sujeto, y que de cierto modo, deja entrever la importancia que tienen dichas
percepciones en la legitimación de la identidad personal del sujeto:

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-“…. me di cuenta de que todavía quería valorarme más a mí misma, y con el
tiempo, yo quería manifestar esto a mis papas, entonces yo justamente una de las
coas que yo les hable con respecto a nuestra relación, les dije que no quería, sentía
que estaba recibiendo muchas críticas de parte de ellos y muchas cosas que tenía
que corregir y no cosas positivas. Quería sentirme valorada como persona y que me
dijeran como ellos me ven, como persona y en cuanto a eso es que pedí que ciertas
cosas cambiaran, que por favor tuvieran más cuidado en bajar un poco el nivel de
críticas y comenzar a valorarme más como persona”.

Expresión de manifestaciones corporales y procesos psicosomáticos; reactivación de


viejos síntomas y traumas psicofísicos; Tensiones musculares, dolores etc.

Todas aquellas tensiones o dolores musculares asociados con algún evento o trauma
psicofísico del pasado, así como con la reactivación de síntomas psicosomáticos y las
experiencias de relajación o sensaciones relacionadas al alivio de dolores y tensiones
están considerados en este eje. Desde la comprensión de lo psicosomático que aquí
se ha planteado entendemos que dichos fenómenos responden a una compleja lógica
psíquica en la cual se articulan experiencias psicológicas y físicas que determinan a
su vez flujos bioenergéticos en el cuerpo humano, que se movilizan a través de de
canales, o se bloquean buscando proteger al individuo de experiencias que pudieran
resultar amenazantes.

Trabajar sobre estas manifestaciones da pie en la mayoría de los casos a la expresión


de emociones contenidas o a la emergencia de material inconsciente reprimido por
efectivos mecanismos de defensa psíquicos y físicos:

“Comencé a sentir corporalmente cosas extrañas: se me torcieron los dedos, las


manos, la boca también, como fruncido, me costaba incluso hablar… era cada vez
más intensa la sensación, hasta que en un punto me vinieron los dolores. Pedí ayuda
al facilitador e hicimos algunos trabajos corporales.

Cuando me hizo estos masajes y un poco de movimiento se me fue pasando el dolor


corporal, y siguiendo con la respiración empecé a tener sensaciones y emociones…
Me empezaron a surgir. En un principio yo las relaciono un poco con el dolor que
59
sentía, y ahora cuando las trato de distinguir podría decir que era rabia. Tiene que
ver yo creo con la compresión que sentía en mi cuerpo también, como el
recogimiento que no podía sacar… y ahí empezó un punto en el que me movía
histriónicamente en la camilla, me senté de hecho. Me puse de lado y todo este
movimiento de mi cuerpo así como histriónico, como desesperado, era buscando un
desahogo de la emoción… que era la rabia, acompañada de todo lo somático y lo
corporal que tampoco lo podía liberar. Si hubiera soltado la rabia, pienso que
hubiera soltado la tetania (1)”.

Estos mecanismos defensivos impiden a su vez la simbolización de la experiencia


corporal, logrando que el origen y la fuente de conflicto se mantenga inconsciente
para el sujeto. Sin embargo en algunas experiencias las personas logran trascender
los límites impuestos por los mecanismos de defensa y logran simbolizar su
experienciar desde el cuerpo, constituyéndose en una valiosísima fuente de
información acerca de los procesos personales y sobre todo, de salud:

“vi imágenes de como la energía fluía en mi cuerpo, vi mis células de dolor, vi


donde la energía en mi cuerpo estaba estancada… por ejemplo me di cuenta de que
tenía mucha energía estancada en mi garganta y me di cuenta que era porque tenía
muchas cosas que tenía que decir y no podía decirlas. Y necesitaba gritar, sacarlas y
luego de eso me concientice para decir esas cosas que para mí era muy importante
decir, porque si no me estaba enfrentando y afectando con lo psíquico”.

Estimulación y canalización a través del cuerpo de contenidos inconscientes


emergentes en la Respiración Holotrópica – Experiencias Perinatales, Biográficas y
Transpersonales

La siguiente categoría da cuenta de todas aquellas experiencias que tuvieron al


cuerpo como un vehículo para expresar contenidos inconscientes de la psique.
Dichos contenidos aluden a las distintos niveles de inconscientes propuestos por la
Cartografía de la Mente propuesta por Grof. La particularidad de estas experiencias
es el carácter psicosomático que las conforma, donde relato somático se relaciona
directamente con contenidos psicológicos específicos. Bajo este marco se

60
encuentran todas aquellas manifestaciones emocionales y afectivas que se
manifiestan en un nivel corporal y que tienen relación con la experimentación de
contenidos psíquicos. Además se incorporan todas las experiencias en que la
manifestación de energías inconscientes se hace evidente. No olvidar que muchas de
estas energías pueden manifestarse o plasmarse en símbolos, construcciones
arquetípicas o figuras mitológicas provenientes del inconsciente colectivo. A
continuación se presentan algunos relatos que evidencian este espectro de
experiencias:

“…comencé a notar en un principio la dificultad de poder respirar, y luego, la


necesidad por tener dicha dificultad. En ese punto comencé a respirar como si
estuviese ahogándome, como si mi garganta estuviera apretada y no dejara entrar ni
salir aire. Era un acto voluntario pero a su vez inconsciente, no respondía a ni una
lógica formal pero si a una necesidad interna por experimentar una situación de
lucha y sobrevivencia. En cierto sentido, comprendí que dicha necesidad era un
intento de lo más profundo de mi psique por reeditar un evento que si había sido
profundamente dramático, el trauma del nacimiento”

El relato anterior ayuda bastante a esclarecer el sentido de esta categoría. Se trata de


una experiencia en la cual aparece la necesidad psíquica de liberar energía
inconsciente ligada a un evento traumático. Ahora bien, dichas energías no están
asociadas a eventos aislados, si no que su repercusión puede identificarse en la
conducta y personalidad misma de los sujetos:

“Empecé a ver como había sido mi experiencia y fue muy similar a como fue mi
nacimiento(….) y yo nací muy rápido nací muy agitada, mi mama llego al hospital
con la patas abiertas y yo venía naciendo, fue muy rápido y yo reconocí esa energía
en mi vida, como yo soy como naci, mi mama llego súper apurada”

De forma análoga, otro sujeto dice reconocer también que su experiencia tubo
ciertas relaciones o similitudes con el proceso del nacimiento:

“Yo siento que pasé toda la curva (…..)empezando con el viaje en la rabia, después
la nostalgia, las perdidas y la infancia, después la tranquilidad, la paz, la
reconciliación, llegando hasta el relajo. Es extraño, po, de la rabia, hacia el relajo.

61
Es la curva del ciclo del nacimiento también, lo que explicó Javier. Desde la
constricción al relajo… Las matrices”

Logro de la totalidad de la personalidad: capacidad humana para acceder a un grado


creciente de integración de los distintos componentes del psiquismo.

En este eje convergen las experiencias relacionadas con la manifestación de aspectos


reprimidos o relegados por la consciencia que resultan contrarios a los ideales del yo
(sombra), y todas aquellas de contenido con posibilidades de integración por parte
del sujeto que experiencia. Esta integración psíquica no es propia de la adolescencia
ya que se extiende como un continuo a lo largo de todo el ciclo vital y responde a la
naturaleza auto sanadora o teleológica del inconsciente descrita por la psicología
analítica. Este proceso que redunda en un acto de auto descubrimiento implica
esencialmente la aceptación e inclusión de las dimensiones de la personalidad más
sombrías y menos deseadas por el Yo. Necesariamente se trata de un acto de unidad
entre las distintas áreas del psiquismo:

“Lo que más me entregó la experiencia fue poder integrar sentimientos o saber que
los tengo, que antes no cachaba que eran parte mía, y no van a dejar de serlo. El
primer paso es saber si uno los tiene… Como auto descubrirse”

Ahora bien, el hecho de asumir contenidos antes rechazados conlleva a veces una
lucha interna en la que se define el lugar que ocuparán dichos contenidos. En el
siguiente ejemplo es posible observar cómo el proceso de integración afecta a su vez
reflexiones existenciales conscientes que en primera instancia no parecían tener
relación con la emoción que el sujeto estaba conteniendo y que no permitía surgir:

“me dejé llevar e inundar por esta emoción negativa, lo que me hizo entrar como en
una crisis emocional que me hizo llorar mucho, mucho, mucho. Ehhh. Esta situación
se empezó a conectar con diferentes cosas como más existenciales mías, como dónde
están mis apoyos, cuáles son mis objetivos, mis expectativas del proceso en el que
estoy sumergido desde el colegio, como algo mucho más largo, un proceso largo. Me
empezaron a aparecer imágenes y cosas que no las tenía muy presentes y que me doy

62
cuenta ahora de que las había perdido en algún momento de mi vida y que en el
fondo son esenciales para mí bienestar.”

Le teleología del inconsciente implica la existencia de una inteligencia que regula la


emergencia de los contenidos desde el inconsciente a la consciencia. De otro modo,
este proceso resultaría un desastre para la vida anímica de las personas. Así, el efecto
de la integración ha de tener en la gran mayoría de los casos un resultado positivo y
constructivo para las personas, incluso expresada en valiosos insights:

“Me di cuenta de al querer tratarme con mas sutilezas, cambio el ritmo de mi vida,
sentí que venía muy acelerada, y me dije: quiero estar conmigo misma, cambio la
manera de relacionarme con migo mismo. Y sentí mucha fortaleza porque me sentí
plena, sentí como que había llegado a un espacio de calma mental, sentí como que
vacio mi cabeza y todo se calmó, entonces me di cuenta al haber sentido yo
manejando mi energía, sintiéndome poderosa, con mucha voluntad me di cuenta que
yo tenía mucha fortaleza, y que ya estaba, no tenia que luchar para tenerla y ser
dura conmigo misma. Solo estando tranquila conmigo mismo resultaba tener mucha
fortaleza….entonces cambié la energía en mi y cambio la manera en que yo soy en el
mundo, en cómo me manifiesto en el mundo”

“siento que yo voy evolucionando cada vez más hacia una integridad. Voy
conociendo aspectos nuevos e inconscientes y al hacerla estas cosas consientes y
darles un sentido me voy integrado, siento que me voy fusionando, creciendo”

Expansión de la consciencia y nueva información a cerca de la naturaleza de la


realidad.

La siguiente categoría alude a experiencias que den cuenta de un cambio en la


perspectiva acerca de la naturaleza de la realidad así como también de las diversas
dimensiones de la existencia. Se relaciona con una amplitud o expansión de la
conciencia en la cual se generan identificaciones más allá del ego. Se integran
experiencias relacionadas con la unidad con la naturaleza, conexión con el kosmos,
identificación de una fuente se saber suprema o con los principios reguladores de la
existencia. Ahora bien, la relevancia de estas experiencias la información que otorgan
63
al individuo acerca de la manera de concebir la realidad, , la naturaleza de la
existencia y por tanto la naturaleza de si mismos. En este contexto destacamos los
siguientes relatos:

“Si sentí que…, en un momento me conecté profundamente con mi inconsciente,


escuché como a mi consciencia hablar, y estas palabras venían de un hoyo negro, yo
sabía que era mi inconsciente que me estaba halando, era como mi voz hablándome
a mí , era mi sanador hablando. En el minuto que me hice consciente se cerró el
portal con el consciente. Mensajes que tienen que ver con cosas profundas de mi,
que poseía, es necesario y sentir y que no me iba a morir, que podía sentir
sufrimiento, me decía a misma que me quería liberar del parrón, que quería
liberarme, etc.”

De manera análoga, otro sujeto da cuenta también de un punto oscuro que pareciese
representar una fuente de sabiduría interna:

“Conexión con una fuente suprema tuve con ese punto oscuro desde el cual salía
colores verde azulado con morado, ese punto era como el centro del mándala que yo
soy, como que el verme, el ver esa unidad, ese centro interno me conectaba con una
fuente suprema que habita en mi..… Esa unidad me conectaba con realmente con la
eternidad pero desde el punto más cercana de mi mismo. Realmente dentro de mi
había una estaba ese centro organizado de mi ser.”

Procesos de Consolidación de la Identidad

La consolidación de la identidad tiene que ver principalmente con el fortalecimiento


de los fundamentos identitarios de una persona. Este proceso es fundamental en la
adolescencia y es a su vez un indicador plausible del tránsito hacia la adultez. Si bien
el logro de la identidad es una construcción compleja y en la mayoría de las veces un
proceso largo, los primeros atisbos importantes de éxito en esta empresa son los
elementos que aparecen como fortalecimiento del autoconcepto y de la identidad más
inclusiva, auténtica y armónica con el entorno y con quienes nos rodean. Al parecer
uno de los elementos más relevantes de esta construcción es poder darle sentido y
continuidad a la identidad entendida como una instancia arraigada y consolidada en
64
la personalidad del sujeto. El siguiente relato da cuenta como de cómo el sujeto
percibe su propio proceso de consolidación:

“…me di cuenta que no tenía una incertidumbre ni angustia de quien era como si
había sentido en épocas anteriores en mi vida sobre todo más cercana a la
adolescencia, en la que yo realmente sentía angustia por la incertidumbre acerca de
quien realmente yo era. En esta experiencia me di cuenta que al hacerme esta
pregunta sentía una base, siento, una identidad como más consolidada que se está
puliendo, entonces lo que yo me di cuenta fue de los grandes aspectos de mi
identidad… sentí algo muy poderoso en mi interior que era mi base, y yo estaba
sentada y empecé a ver mi energía y a manipularla con mis brazos y la veía, y me
sentí muy enraizada….me sentí muy enraizada con una base solida y aunque pasara
de todo lo que estaba viviendo en ese momento, las emociones que sentía, no tenía
angustia si no que sabia quien yo era, confiaba en quien yo era, me sentía
tranquila….”

Este proceso de consolidación a su vez implica experiencias que sintetizan y


simbolizan el arraigo de valores desprendidos de ciclos de maduración y crecimiento
que también pueden ser orientados a recuperar aspectos del pasado que fueron
suprimidos por el cambio de prioridades producto de los cambios de ciclo entre la
infancia, la adolescencia y la adultez:

“En el fondo para mí fue importante la Respiración Holotrópica para una reflexión
de vida. Por un lado todo el tema de espiritualidad que es algo que me
caracterizaba… me caracteriza…. me caracterizó, desde los once años en adelante,
por lo mismo se conecta mucho con mi identidad, sentí que… la identidad no la
tengo consolidada, pero si me aportó evidencia de mí que me ayuda a fortalecer mi
identidad en ese aspecto. Como buscando esos aspectos que había dejado atrás, y
que son importantes porque son míos. Me ayuda a tener evidencia de mi, a
reconocer un aspecto importante de mi identidad… Le tengo que dar una
importancia, me importa estar conectado con mi espiritualidad… Es entenderme a
mí en algo que es mucho mayor a mí, no sólo quedarme en el yo, yo, y yo, como lo
estaba haciendo antes”

65
V. Conclusiones:

A continuación se exponen los principales resultados y conclusiones respectivas del


presente estudio. Se pretende generar un ejercicio integrativo que dé cuenta en qué
medida, las categorías establecidas en el análisis de resultados satisface los objetivos
perseguidos. Específicamente se trata de generar una narrativa continua que
contextualice los diversos datos recolectados en el marco conceptual y metodológico
que ofrece la presente investigación. El principal objetivo que impulsó nuestro
estudio fue describir la influencia de la práctica de la Respiración Holotrópica, desde
la perspectiva de los sujetos, en los procesos de cierre de la adolescencia. Por
influencia entendemos todos aquellos procesos suscitados a partir de la Respiración
Holotrópica, que en cierta medida ayudan, facilitan o simplemente se relacionan con
estos procesos de cierre.

En relación a los datos recolectados según las diversas categorías establecidas,


podemos identificar que estos se organizan principalmente en torno a dos ejes de

66
carácter temporal. Por un lado encontramos bastantes experiencias relacionadas con
sucesos de la vida de los sujetos ubicados en el pasado, de los cuales los sujetos
realizan una determinada interpretación y resignificación según el caso, y por otro
lado, existen varias experiencias que apuntan hacia una comprensión actual de la
personalidad de los sujetos, orientada a integrar aspectos que tal vez se desconocían
o permanecían ocultos sin desarrollarse, y que sin dudas los sujetos los perciben con
elementos constitutivos de ellos mismos. En ambos casos se trata de experiencias que
suponen importantes procesos de integración que se relacionan en definitiva con los
procesos de cierre de la adolescencia.

Con respecto a las experiencias orientadas hacia la resignificación de eventos


pasados, las tres primeras categorías planteadas en los resultados, las cuales surgen
principalmente de los aportes teóricos de Erik Erikson, ofrecen en su conjunto una
comprensión adecuada de los contenidos biográficos suscitados por la Respiración
Holotrópica, otorgándole un sentido y una contextualización. Entre las principales
implicancias de dichas categorías se hace relevante las experiencias en que los
sujetos se han identificado con quienes han sido en épocas previas, es decir, con
aquellas identidades infantiles que hoy en día generan o aportan una comprensión
particular acerca de la manera de interpretar y de estar en el mundo. En dichos casos
podemos observar que por lo general los sujetos que logran identificarse con
identidades infantiles, dado su legitimidad y autenticidad, logran darle un sentido
coherente a las percepciones, ideales y a las construcciones que generan los sujetos
acerca de si mismos y de la realidad. Consideramos este como un proceso de bastante
importancia en el marco de los procesos de cierre ya que permite rescatar aspectos
internos que se ubican antes del inicio de la adolescencia y que otorgan al sujeto un
sentido de legitimidad y autenticidad con las percepciones y construcciones que se
realizan en el presente y que tal como lo planeta Erikson (1974) son propias del paso
hacia la juventud. Nos parece que lo más rescatable al respecto de dicho proceso es
la posibilidad que ofrece la Respiración Holotrópica de atravesar por una experiencia
altamente significativa y enriquecedora en un momento de cierre, consolidación e
legitimación identitraria.

Por otro lado, podemos identificar otro tipo de experiencias que también ayudan a
que dicho proceso sea aun más completo y abarcativo. Muchos de los sujetos

67
comentan experiencias significativas para ellos que se relacionan con eventos
pasados que aportan información valiosa a cerca de su personalidad y su estructura
actual. Ahora bien, en los diversos casos analizados, dichas experiencias terminan
por generar, según los sujetos, un fortalecimiento del autoconcepto. La reedición de
experiencias doloras, traumáticas, recuerdos olvidados de la infancia, perdidas,
omisiones afectivas, etc., en su conjunto representan en el contexto de la Respiración
Holotrópica, una posibilidad importante para la resignificación de contenidos
olvidados por el sujeto. Dicha posibilidad genera una integración heurística de
aspectos remitidos a una dimensión inconsciente, la cual no solo posibilita una
comprensión más amplia acerca de la historia vital del sujeto, sino que además en
este caso, permite que el tránsito hacia la adultez se vea fortalecido por las
implicancias integrativas recién mencionadas.

Por último otro aspecto bastante relevante en los procesos de cierre, tiene que ver con
las resignificación y diferenciación de las figuras paternas. Como bien se ha
mencionado, las figuras paternas hasta antes del inicio de la adolescencia constituían
las principales fuentes proveedoras de identidad, por lo tanto, la consolidación de
esta alude necesariamente a procesos que a su vez integren y cierren de cierta manera
las diversas significaciones que se ha tenido sobre las figuras paternas a lo largo de la
adolescencia. En este sentido las experiencias obtenidas no solo dieron cuenta de
procesos de resignificación y reconciliación, sino que además, arrojaron luces acerca
de la relevancia que tienen las figuras paternas en como los sujetos se perciben y
como quieren ser percibidos. Se trata entonces de un espacio y un lugar para la re
negociación de las relaciones parentales, las cual según los sujetos resultan
significativas para la definición de ellos mismos.

Hasta este punto nos parece que la cualidad y las propiedades de las experiencias
relacionadas con eventos pasados proporcionan suficientes contenidos como para
comprender el sentido y el aporte que estas tuvieron en relación a los procesos de
cierre de la adolescencia. En sí mismas son experiencias bastante significativas que
apuntan desde la integración de los sucesos personales de la historia de cada sujeto,
al el enriquecimiento en la comprensión acerca del de su propia identidad.

Por otro lado, tenemos experiencias que aluden a una integración de aquellas
herramientas, potencialidades, recursos o simplemente contenidos relacionados con

68
la personalidad de los sujetos, que más que arraigarse en un pasado, tienen su origen
en una dimensión inconsciente arraigada en el presente. Son experiencias que
otorgan valiosa información acerca de la personalidad de cada sujeto y que resultan
bastante significativas para cualquiera, sin embargo aun mas para aquellos que se
encuentren un tránsito como el que supone un cierre de la adolescencia.

Unos de los principales canales mediante los cuales se expresa la energía contenida
en el inconsciente, es a través del cuerpo. La Respiración Holotrópica genera un
movimiento de energía que muchas veces encuentra en lo psicosomático su mejor
manera de expresión. Lo relevante de las experiencias observadas al respecto, es que
dichos procesos adquieren una significación particular según los propios aspectos
psicológicos de los sujetos. Muchas de las tensiones y dolores musculares ubicados
en puntos específicos del cuerpo como el abdomen, las piernas y la garganta,
contenían un correlato psicológico específico que trascendía la experiencia y que los
sujetos podían identificar en el pasado. Lo que se intenta rescatar entonces es el
carácter simbólico de este tipo de experiencias, y en qué medida los sujetos lograron
dar cuenta de la relación que estos dolores tenían con la manifestación de contenidos
y energías inconscientes. Básicamente los sujetos comentan que este tipo de
experiencias resultó proporcionar información valiosa acerca de las dinámicas del
inconsciente, específicamente con la represión y acumulación corporal de material
afectivo.

Uno de los motivos más recurrentes tras las experiencias observadas hace relación
con procesos en los cuales la persona tiene la sensación de movilizarse hacia una
integración, maduración y cristalización de la personalidad. En este sentido los
sujetos frecuentemente comentan acerca de experiencias de intensa integración de
aspectos inconscientes que apuntan hacia una identificación con la totalidad de la
psique; sentimientos y afectos omitidos, , integración y resignificación de aspectos
evaluados por los sujetos como negativos, disruptivos o amenazantes, identificación
con aspectos positivos de la personalidad; cualidades, recursos, herramienta,
potencialidades, etc. En síntesis son experiencias que apuntan a una reevaluación del
auto concepto, en el sentido que se integran nuevos aspectos y dimensiones omitidas
que influencian en la imagen que los sujetos tienen de ellos mimos. Ahora bien, la
particularidad observada de estos procesos integrativos es que los sujetos

69
espontáneamente se identifican con ellos como una especie de tendencia propia hacia
la totalidad de la personalidad. Dicha connotación nos parece sumamente relevante
para nuestra investigación ya que da cuenta del carácter heurístico de las
experiencias suscitadas por la Respiración Holotrópica.

Un último aspecto pero no menos relevante da cuenta de todas aquellas experiencias


que aluden a las dimensiones perinatales y transpersonales del inconsciente, que sin
lugar a dudas pudimos identificar en los relatos de los sujetos. Con respecto a la
dimensión perinatal, podemos observar una gran cantidad de experiencias que hacen
alusión a energías inconscientes, principalmente relacionadas con la ansiedad, las
cuales desde la teoría grofiana tienen sus orígenes en aquella matriz perinatal en la
cual el bebé intenta salir hacia el exterior pero se encuentra imposibilitado debido a
que la zona genital de la madre no está aun suficientemente dilatada. En los distintos
relatos podemos identificar como los sujetos hablan de experiencias en las cuales se
encuentran encerrados, sin aire, con dificultades para respirar y en las cuales a la
base encontramos cierta cuota de ansiedad, que sin embargo los sujetos logran
trasladar e identificar en otros aspectos de su vida, e incluso como elementos
constitutivos de la personalidad. Lo interesante no es la presencia en este caso de la
ansiedad en sí misma, si no que más bien, en el particular modo de vivenciarla (muy
similar a la matrices perinatales) y en el significado que le otorgan los sujetos. Por
otro lado, existen también experiencias que aluden a la identificación de aspectos que
van más allá del propio ego (transpersonales) y que en síntesis suponen una amplitud
del autoconcepto gracias a la identificación con fuentes tanto internas como externas
de sabiduría e inteligencia superior.

Ahora bien, tanto la resignificación de experiencias pasadas como la integración de


aspectos inconscientes, a luz de estos resultados parecen ser dos procesos que
aportan bastante en lo que se define como el cierre de la adolescencia. El primer caso
supone un proceso de evaluación y resignificaión importante sino esencial para
generar un movimiento de transición segura hacia la adultez, con la confianza que
produce atravesar por espacios de integración y resignificación profunda acerca de la
propia identidad. Como si esto fuese poco, dicho transito se ve respaldado y
fortalecido por la concientización de todos aquellos aspectos inconscientes de la
personalidad que le otorgan al sujeto una perspectiva más amplia ya no solo de su

70
identidad, si no de la totalidad de la psique. En este sentido podemos establecer que
las experiencias suscitadas por la Respiración Holotrópica en adolescentes tardíos, no
solo genera un espacio importante de resignificación y consolidación identitaria, sino
que además proporciona información valiosa acerca de si mismos con lo cual, se
facilitan los procesos de cierre con la confianza que produce rescatar los aspectos
omitidos de la personalidad.

En este sentido consideramos que el modo en que se han asociado las variables
propuestas en este estudio, a saber, Respiración Holotrópica y Procesos de Cierre de
la Adolescencia, ha proporcionado elementos y datos significativos que permiten
concluir que la Respiración Holotrópica genera una importante incidencia positiva en
los procesos de cierre, facilitando su desarrollo. Temas como lutos no resueltos,
experiencias pasadas inconclusas e integración de aspectos inconscientes resultaron
tener un valor inusitado para aquellos que decidieron participar de la experiencia.

VI. Discusión:

Las implicancias fundamentales del ejercicio de articulación realizado


anteriormente aluden principalmente a una revisión de las características propias del
proceso de transición desde la adolescencia hacia la adultez a la luz de ésta
descripción de los procesos subjetivos que se explicitan a través de la Respiración
Holotrópica, a partir de los mecanismos ya descritos de amplificación y
simplificación de la psique, y en el marco de la sociedad actual y sus exigencias

Los momentos de transición y cambio en la vida de las personas son inherentes al


proceso del desarrollo vital de todos los seres humanos e involucran tanto
transformaciones maduracionales fisiológicas como psicológicas y sociales. Estos
momentos de cambio no son una variable que podamos considerar como propia de
cada cultura, aunque sí la forma en que esta transición se produce. El nacimiento, la
circuncisión, la menarquía, la pubertad, el matrimonio, la menopausia, la vejez y la

71
muerte están presentes en todos los grupos humanos desde siempre y han sido
abordados de formas muy diversas a través de la historia.

De acuerdo a la opinión de los autores, en la actualidad la mayoría de estas


transiciones en las sociedades industriales de occidente están marcadas por un énfasis
ritual situado desde el exterior del sujeto, alejado de la experiencia interna de cambio
y trasformación; la connotación social de los momentos de cambio parece cobrar
mayor relevancia que las expectativas, miedos y fantasías que tienen los sujetos
frente al nuevo futuro posterior al cambio.

En Chile y en otros lugares de América es posible observar cómo los jóvenes al


cumplir los quince años celebran en grupo el inicio definitivo de la adolescencia
vestidos como adultos, con trajes formales y consumiendo alcohol, que es también
una práctica asociada al mundo de los adultos. De la misma manera, el tránsito
mediado desde la adolescencia a la adultez está marcado por el fin de la formación
profesional y el inminente ingreso al mundo del trabajo, a su vez entendido como una
búsqueda aún no satisfecha de autorrealización personal, ahora asociada a una
presunta autorrealización laboral (Postman, 1999). La posibilidad de participar como
votante en el mundo político y cívico, así como la responsabilidad jurídica y la
obtención de la licencia de conducir se instalan como prácticas de tránsito que se
celebran en muchos hogares, pero, no obstante, su relevancia como rito es bastante
relativo desde el punto de vista psicológico (Alegret, 2005).

Según Soriano (2009) esta exageración por el motivo externo del proceso de
transición se debe principalmente a la difuminación de los límites entre la niñez, la
adolescencia y la adultez, haciendo necesario que dicho proceso se evidencie ante los
ojos del Otro (social) con la intención de que éste valide la transformación inherente
al tránsito. De esta forma vemos expresada una pérdida del dato experiencial del
proceso, de la vivencia única de trasformación que experimenta el sujeto inmerso en
el cambio. Si entendemos que toda trasformación conlleva una crisis, lo que nos
queda por afirmar es que actualmente estamos alejándonos de la posibilidad de
desarrollar los contenidos psicológicos que se despliegan en esa crisis, pues en su
lugar hemos instaurado el tótem de ritos formalistas basados en experiencias
colectivas que abarcan casi únicamente el sentido externo de la vivencia.

72
Los autores pensamos que la serie de conductas disruptivas asociadas con la
adolescencia, como lo son el tabaquismo y alcoholismo precoz o las conductas anti
sociales, sostienen una relación directa con la imposibilidad de manifestar en
actividades óptimas o adecuadas los contenidos psicológicos propios del proceso de
cambio desde la adolescencia a la adultez, constituyéndose como síntomas de la
lejanía de los ideales de salud psicológica en que se lleva este proceso.

Por otro lado, los fenómenos descritos por el antropólogo cultural Arnold van
Gennep (1960) como Ritos de Paso corresponden a prácticas ceremoniales arcaicas
que se han desarrollado durante miles de años en diversas partes del mundo con el
propósito de redefinir y trasformar a uno o más sujetos dentro de un colectivo local
cultural. De acuerdo con Gennep, los ritos de paso se celebran en momentos críticos
en la vida de los miembros de un grupo y cumplen la función de orientar al sujeto a
resolver de forma adecuada –la mayoría de las veces impuesta- la problemática
subyacente a la transformación.

Los ritos de paso poseen una connotación psicoespiritual bastante relevante, hecho
que se evidencia en la serie de técnicas desarrolladas por el colectivo cultural con el
fin de alterar la consciencia y generar estados holotrópicos (tecnologías de lo
sagrado) asociados a experiencias de muerte y renacimiento que implican el surgir
de una nueva condición en la personalidad de la persona involucrada en dicha
práctica. Supuestamente, la persona que regresa del viaje propuesto como rito de
paso no es la misma que se inició en el proceso. El hecho de ser sometido a esta
intensa experiencia de transformación psicoespiritual hace que la persona construya
una conexión vivencial y experiencial con los motivos que convocaron al rito
(cambios en el cuerpo etc.) y a su vez con dimensiones de la existencia que aquí
hemos entendido como transpersonales y que son multiculturales (Grof, 1994).

Ahora bien, en las sociedades actuales industriales no tenemos algo así como un rito
de paso que dé cuenta de los tránsitos entre ciclo y ciclo en el desarrollo vital, sin
embargo, es probable que “rituales o costumbres, bien seleccionados, entrañen para
los chicos vivencias satisfactorias” (Alegret, pág 45).

Considerando esto último, y comprendiendo la relación que es posible establecer


ente los ritos de paso y los estados holotrópicos implicados en muchos de éstos, es

73
que los autores, de acuerdo con las experiencias que se analizaron en este estudio,
proponemos situar a la Respiración Holotrópica, dada su dinámica inherente de
integración psicológica, como una posibilidad de ritualizar el tránsito desde la
adolescencia hacia la adultez en una práctica que involucre de forma innata los
contenidos psíquicos implicados en el proceso maduracional.

Desde la perspectiva de la salud psicológica, un proceso adecuado de cierre de la


adolescencia debería asumir orgánica y holísticamente la solución de las más
importantes problemáticas que atañen a la adolescencia (Branconnier, 2001), con la
intención fundamental de asegurar un tránsito seguro y completo hacia la adultez.
Las similitudes entre éstos procesos de cierre y la Respiración Holotrópica
propiamente tal ya han sido descritas. No obstante, estas similitudes son las que
permiten perfilar a ésta última como una posibilidad real y convincente como
mecanismo de integración positivo y eficiente a la hora de afrontar el proceso de
tránsito en términos de Rito de Paso. Sin embargo, lo que aquí proponemos ha de
situarse en el contexto psicoterapéutico o de búsqueda personal, no en un contexto
lúdico ni generalizado. Nuestra propuesta alude a las facilidades que puede presentar
la inserción de la Respiración Holotrópica en el contexto de la psicoterapia como una
herramienta adecuada para realizar procesos de cierre de la adolescencia de forma
óptima. Los alcances de ésta técnica sobre todo si se piensa en sujetos con
dificultades en dicho proceso pueden ser altamente gratificantes, tanto para los
usuarios como para el desarrollo positivo de un proceso psicoterapéutico. Sin duda
también es posible realizar la Respiración Holotrópica sin el acompañamiento de un
proceso psicoterapéutico tradicional sin disminuir la eficacia de la técnica, sin
embargo, pensamos que lo óptimo es que se acompañe por éste, sobre todo en
aquellas personas que tiene dificultades en sus procesos de cierre.

Temas como los ya planteados correspondientes a la diferenciación y resignificación


de las figuras paternas y figuras de autoridad, la consolidación de la identidad y la
reivindicación de la plenitud de ésta, e incluso la expansión de la consciencia y la
integración de material psíquico inconsciente son ejes importantes frente a los cuales
la Respiración Holotrópica sí puede ser entendida como herramienta de facilitación
del cierre de la adolescencia de forma óptima y adecuada, lo que alude

74
principalmente a su cercanía con el ideal de salud entendido para éste momento del
ciclo vital.

VII. Consideraciones Finales

No cabe duda de que la posibilidad de realizar un seguimiento a través del


tiempo y de varias sesiones de Respiración Holotrópica en un mismo sujeto puede
tener implicancias teóricas muy importantes al considerar la eficacia de ésta
herramienta en la salud. Un estudio longitudinal parece ser la forma más adecuada
para evaluar el potencial transformador de los estados holotrópicos en la vida de una
persona ya que permite dar cuenta de un proceso de forma más completa y profunda.
La experiencia de varias sesiones se articula como una fuente segura y valiosa de
información, de autodescubrimiento profundo y de trasformación real.

Es por ello que en este estudio se implicó la noción de Potencial Curativo, ya que en
el curso de una sola sesión sólo es posible dar cuenta de la sanación de algunos

75
aspectos de la personalidad de los participantes a partir de sus propios relatos,
mientras que en un estudio longitudinal podría evaluarse el Potencial Transformador
de la respiración Holotrópica en el contexto del ciclo vital.

Por otro lado, respecto a la muestra es importante el hecho de que gran parte de la
ella se haya constituido por estudiantes de psicología. Esto influyó de forma decisiva
en el lenguaje utilizado para narrar sus experiencias, y a la vez de forma positiva
facilitó a los autores la tarea de indagar a cerca de los contenidos aquí implicados. Si
bien esto en definitiva fue una ayuda, se podría argumentar que la muestra no consta
de una variabilidad heterogénea que la haga representativa de los adolescentes
chilenos. Sin embargo, lo que aquí se ha buscado lograr es acceder a experiencias
profundas y a individuos capaces de narrarlas con coherencia. Los conocimientos del
campo de la psicología que algunos de nuestros entrevistados poseen de todas
maneras aumentó la calidad de sus descripciones. Hemos priorizado calidad antes
que cantidad.

Desde el punto de vista epistemológico este estudio ha demostrado la necesidad de


sostener el modelo integral propuesto por Stanislav Grof en tanto parece ser el único
complejo conceptual capaz de explicar y dar sentido a las experiencias que aquí se
han tratado. La capacidad para reunir corrientes tan diversas como el psicoanálisis, la
psicología transpersonal, la bioenergética y otras ha sido decisiva a la hora de
construir una reflexión respecto de la utilidad de la Respiración Holotrópica y su
potencial curativo. A su vez, la confirmación de la eficacia de esta técnica en éste y
en otros estudios silenciosamente ha ayudado a hacer volver en la escena científica a
las psicoterapias centradas en el trabajo con estados no ordinarios y holotrópicos de
consciencia. El potencial de éstos en el contexto terapéutico requiere aún de mucha
indagación y de muchos otros estudios que, por un lado utilicen un marco explicativo
adecuado que movilice a la disciplina a instalar nuevos modelos comprensivos, y a
su vez que demuestren la relevancia de los estados no ordinarios para la salud y para
la psicología en general.

A la luz de este estudio resultaría especialmente interesante una investigación futura


que dé cuenta de la relación entre la Respiración Holotrópica y psicopatologías
específicas presentes en la adolescencia tales como el abuso de sustancias, conductas
anti sociales, depresión adolescente etc. Sin duda esta memoria ha sentado las bases

76
para futuras investigaciones en esa línea pues es concluyente respecto del potencial
de integración y la cercanía que tienen los resultados de la práctica de la Respiración
Holotrópica con un cierre adecuado de la adolescencia. De este modo, es esperable
que los resultados en relación a las mejoras en torno a psicopatologías precisas sean
positivos. De todas maneras, un estudio que aborde la psicopatología ha de ser de
carácter longitudinal y no transeccional, pues, como ya dijimos, esto permitiría
evaluar la eficacia de esta herramienta en términos del proceso de trasformación que
facilita su práctica en serie y no aisladamente.

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-Ross, C.A. (1989). “Multiple Personality Disorder: Diagnosis, Clinical Features, and
Treatment. New York: John Wiley.

- Rodríguez Gómez, Gil Flores & García Jiménez (1996). Metodología de la


Investigación Cualitativa. Málaga: Ediciones Aljibe

- Ruiz Olabuénaga, J. (1999). Metodología de la Investigación Cualitativa.


España: Universidad de Deusto

-Saavedra, Eugenio (2005) Conocimiento y Desarrollo Emocional desde el Enfoque


Procesual Sistémico. Revista de Filosofía y Psicología, Vol , Nº 12. Pp 31- 49.

-Sassenfeld, A. (2004) Sobre la antropología filosófica que fundamenta la


psicoterapia de orientación humanista-existencial. Artículo inédito

-Soriano, Asunción (2009) La Psicoterapia en el Proceso de Transición Hacia la


Adolescencia. Revista Sepypna nº 47. Barcelona, España.

80
-Vaughan, Frances (1979). “Transpersonal Psychoterapy: Contex, Content, and
Proces”. En Journal of Transpersonal Psychology nºII. Pp.101 a 110.

-Wilber, Ken (1977). El Espectro de la consciencia. Editorial Kairos (2005)


Barcelona, España.

IX. Anexos:

MEIDCAL INFORMATION FORM


(HOLOTROPIC BREATHWORK)

La Respiración Holotrópica se entiende como un proceso de crecimiento personal, y


no debe ser vista como un substituto para la psicoterapia. La respiración holotrópica
puede involucrar experiencias dramáticas acompañadas de una poderosa descarga
física y emocional. Este trabajo no es apropiado para mujeres embarazadas, personas
con problemas cardiovasculares, hipertensión severa, enfermedades mentales
severas, fracturas o cirugías recientes, enfermedades infecciosas o epilepsia.
Si tiene alguna duda sobre si usted puede participar, consulte a su medico o
terapeuta, al igual que al facilitador antes de realizarlo.

81
Las respuestas al siguiente formulario son de ayuda para el facilitador, y
serán tratadas de forma estrictamente confidencial. Por favor conteste de manera
completa, y elabore en el reverse de la hoja cuando sea necesario.

1. Tiene una historia de, o actualmente padece alguno de los siguientes:


SI
NO
A) Enfermedad Cardiovascular incluyendo infartos.
B) Alta presión sanguínea
C) Enfermedad mental severa.
D) Cirugía reciente
E) Accidente físico resiente, quebraduras o fracturas.
G) Glaucoma
H) Desprendimiento de retina
I) Epilepsia
J) Osteoporosis
K) Asthma (Traer inhalador)

2. Esta Ud embarazada?

3. Ha sido hospitalizada por razones medicas?

4. Ha sido hospitalizado por motivos psiquiátricos?

5. Esta actualmente en terapia o en algún grupo de apoyo?

6. Esta tomando algún tipo de medicación?

7. Hay alguna otra cosa que debiéramos saber de su estado físico o mental?

Si respondió si, por favor elabore o explique en el reverso.

Por favor lea y firme la siguiente declaración:


Confirmo Que he leído y entendido la información anterior, y que he
contestado de manera honesta y completa, dando toda la información requerida. Mi
estado general de salud hasta donde yo se es bueno.

Nombre

Edad

Fecha
Firma _____________________

82
Telefono

E-mail

Ocupación

83

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