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SERVIDUMBRES
1.- Introducción. 2.- Antecedentes Históricos. 3.- Concepto. 4.- Contenido. 5.-
Clases. 6.- Características. 7.- Servidumbres legales. 8.- Servidumbres Voluntarias.
9.- Extinción de las Servidumbres.
I.- Introducción.
1 En lo sucesivo C.C.
2
un predio ajeno (ius utendi). En razón de que se quiere evitar que se confundiera
este gravamen con la categoría medioeval de los siervos.
Esto se debe, a que la primera acepción gramatical del término servidumbre
se refiere a la condición servil.2 Y una definición de la servidumbre desde el punto
de vista activo, podría inducir al intérprete a deducir que se trata de un derecho que
tiene su antecedente en el régimen jurídico de los siervos de la gleba o de las cargas
territoriales.
La comisión redactora del Código Napoleón, tuvo mucho cuidado en este
punto, a fin de evitar cualquier mención que permitiera inferir que el derecho real de
servidumbre hacía referencia a la situación que se vivió en Francia durante el Ancien
Régime. O a la condición de vasallaje, o al sistema de cargas reales y de privilegios
imperante durante aquélla etapa histórica.3 Por tal motivo, es que el Código Civil de
Napoleón, definió a las servidumbres como un gravamen real, partiendo su estudio
del predio sobre el cual recaen y no como un derecho real, es decir, partiendo su
análisis del predio a cuyo favor está constituida la carga. También es interesante
señalar, que en esta definición -políticamente correcta- se ha evitado hacer
referencia a la persona titular del derecho real y a la persona dueña del predio que
reporta el gravamen.
Otros intérpretes, mencionan que el C.C. en esta materia ha tomado la
postura de la unicidad de las servidumbres. Es decir, no sigue la clasificación
dualista del derecho romano, el cual distinguía dos tipos de servidumbres: las
personales y las reales o prediales.4 Indicando los partidarios de esta interpretación,
que el C.C. reconoce únicamente un solo tipo de servidumbre, es decir, las reales
o prediales. Por cierto, esta postura que subsume en una sola categoría los diversos
tipos de servidumbres antes mencionados, bajo el nombre genérico de
“servidumbres” fue una creación de los juristas bizantinos.
2 Voz: Servidumbre. (Del lat. Servitudo, inis) f. Trabajo o ejercicio propio del siervo. Real Academia
Española, Diccionario de la Lengua Española, 15ª ed., Talleres Calpe, Madrid, 1925.
3 El Ancien Régime duró de los siglos XVI al XVIII, en la materia inmobiliaria permanecían vigentes
los derechos feudales señoriales, que regulaban la forma de administrar las tierras y calificaban a
las personas según la calidad del territorio. Los señores, dueños de tierras, tenían derecho de vida
y muerte sobre quienes habitaban su señorío.
4 Rodolfo Sohm, Instituciones de Derecho Privado Romano, Historia y Sistema, trad. de Wenceslao
Sin embargo, como se comentará más adelante, ninguna de las dos líneas
de interpretación antes comentadas es correcta.
5 René Foignet, Manual Elemental de Derecho Romano, traducción del Lic. Arturo Fernández
Aguirre, Editorial José M. Cajica, Jr., Puebla, 1956, p. 115.
6 Juan Iglesias, Derecho Romano, Instituciones de Derecho Privado, 2ª reimp. de la 9ª ed., Editorial
8 Ídem.
9 Juan Iglesias, op. cit., p. 348.
10 Ibid., p. 342.
11 René Foignet, op. cit., p. 119.
12 Ibid, p. 119.
5
3.- Concepto.
13 “La acción típica para la protección de las servidumbres es la vindicatio servitutis, llamada en el
Derecho postclásico y justinianeo actio confessoria, en antítesis a la actio negativa”. Juan Iglesias,
op. cit., p. 354.
14 Voz “Gravamen”, Diccionario Porrúa de la Lengua Española, 39ª ed., México: Ed. Porrúa.
6
15 Vid el estudio de las obligaciones reales que hace Manuel Borja Soriano, Teoría General de las
Obligaciones, 8ª. ed., Editorial Porrúa, México,1982, pp. 78-80.
16 “La razón de la servidumbre es la utilidad”, Carlos López de Haro, Diccionario de Reglas, Aforismos
17
Cfr. Pietro Bonfante, Instituciones de Derecho Romano, Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, México, 2007, pp. 325-345.
18 Vid. Eugène Petit, Tratado Elemental de Derecho Romano, traducción de José Ferrández
4.- Contenido.
5.- Clases.
Por la actividad que requiere su ejercicio, desde este punto de vista, si se requiere
para su uso de un acontecimiento de la naturaleza o de la actividad humana se
clasifican en continuas o discontinuas (art. 1059 in pr.).
Esta primera clasificación de las servidumbres, está elaborada en función de
si se necesita para su uso la intervención o no del hombre. Si únicamente requiere
de un acontecimiento natural para su uso será continua (art. 1060). Es decir, el
momento de la utilización del predio ajeno es independiente de la actividad humana,
no requiere de la intervención de ningún hecho del hombre. El ejemplo con el cual
se trabaja es el de la servidumbre de escurrimiento de agua de lluvia. Cada vez que
llueve, el predio inferior está sujeto a recibir el agua que naturalmente escurre del
predio superior (art. 1071, en su primer supuesto). Su uso es pues incesante (no
cesa), ya que siempre que se produzca el fenómeno natural que la origina se
actualizará la servidumbre, es pues constante. Pero no hay que confundir esta
constancia con la continuidad. Es incesante porque siempre ha de suceder, pero no
se requiere que suceda constantemente, su uso no necesariamente debe ser
repetitivo y sucesivo.25 El número de actos repetidos tendientes a su utilización o su
uso constante, no es lo que da la calidad de continuidad. Si solamente se produce
una vez al año el fenómeno natural que origina la utilización de la servidumbre, ésta
será continua, por lo tanto no hay necesidad de la repetición sucesiva del
acontecimiento natural que la produce.
Por el contrario, si para su uso se requiere de un hecho del hombre la
servidumbre será discontinua, vr. en la servidumbre de paso, su utilización requiere
de un hecho actual del hombre: caminar por el sendero; permitir que lo transite su
ganado. Es más, puede ser que el paso sea constante, repetitivo, sucesivo y
cotidiano -las veinticuatro horas de los trescientos sesenta y cinco días del año-,
pero ese uso ininterrumpido, no le da el carácter de continua a la servidumbre, sigue
siendo discontinua porque necesita de un hecho actual del hombre para su
utilización (art. 1061).
6.- Características.
26
Cfr. Rafael Rojina Villegas, Derecho Civil Mexicano, tomo tercero, 10ª edición, Editorial Porrúa,
México, 2001, pp. 189-240
14
plantaciones (art. 750, fr. II), no sobre los demás tipos de inmuebles, o sea, por
destino, por su objeto o por disposición de la ley.27
Las servidumbres son necesarias o útiles, en razón de que tienen como
presupuesto la situación de los predios sirviente y dominante. Para la utilización y
aprovechamiento del predio dominante es necesario utilizar parcialmente un predio
ajeno. La falta de necesidad o utilidad constituye una imposibilidad jurídica para la
existencia de la servidumbre y constituye un supuesto de extinción del derecho real
de servidumbre, es decir, una causa de liberación del gravamen real. En cuanto deja
de ser necesaria la utilización del predio sirviente para la explotación o beneficio del
predio dominante, la servidumbre pierde su razón de ser, pudiendo pedirse su
consecuente extinción.
Otra característica es la inseparabilidad, las servidumbres son inseparables
del predio a que activa o pasivamente pertenecen (art. 1064). Como gravamen real,
la servidumbre participa de las características de cualquier derecho real, en
particular la adherencia cobra una importancia esencial en la servidumbre. En razón
de que la servidumbre está dispuesta en provecho del predio dominante debido a
que su aprovechamiento está condicionado a la utilización parcial del predio
sirviente, la adherencia es condición necesaria de su existencia. La característica
esencial de adherencia es la que le da a la servidumbre su naturaleza de gravamen
real y a la oneris ferindi de obligación propter-rem. Debido a esta característica, es
que si los predios mudan de dueño, la servidumbre continúa, ya activa, ya
pasivamente, en el predio en que estaba constituída, hasta que legalmente se
extinga (art. 1065).28 La inseparablidad es la nota fundamental en las llamadas
servidumbres prediales en contraposición a las históricas servidumbres personales.
Lo que importa es la situación física o natural de los predios, no la situación o
necesidad de sus titulares.
Las servidumbres son indivisibles, esta característica consiste en que si el
predio sirviente se fracciona o subdivide adquiriéndose cada porción por un dueño
27 Cfr. Julien Bonnecase, Tratado Elemental de Derecho Civil, traducción de Enrique Figueroa
Alfonzo, Editorial Pedagógica Iberoamericana, México, 1995, p. 473.
28 Este artículo 1065 no se entiende ya que menciona que la servidumbre puede recaer sobre un
predio o un “objeto”
15
29 Vid. Carlos Rogel Vide, Derecho de Cosas, J.M. Bosch Editor, Barcelona, 1999, p. 246
16
30 Vid. José Arce y Cervantes, De los Bienes, 1ª edición, Editorial Porrúa, México, 1990, p. 95.
18
31Cfr. Rafael Rojina Villegas, Derecho Civil Mexicano, Tomo tercero, Volumen II, 4ª edición,
Cárdenas Editor y Distribuidor, México, 1969, p. 77.
19
32Cfr. la obra Código Civil para el Distrito Federal en materia común y para toda la República en
materia Federal, Comentado, Libro Segundo De los bienes. Tomo II, Coedición del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM y Miguel Angel Porrúa, México, 1991, pp. 160-192.
21
variación del curso de ésta sea necesario construir nuevas, está obligado, a su
elección, o a hacer las reparaciones o construcciones, o a tolerar que sin perjuicio
suyo las hagan los dueños de los predios que experimenten o estén inminentemente
expuestos a experimentar el daño –que son los predios dominantes-, a menos que
las leyes especiales de policía le impongan la obligación de hacer las obras (art
1074). En esta norma se le otorga al dueño del predio sirviente un derecho de opción
para cumplir su obligación propter rem, o bien, ejecutar él mismo la obra,
constituyendo una servidumbre in faciendo, en razón de que el objeto de aquélla es
un hacer; o bien, tolerar o permitir que la realicen los dueños del predio o predios
dominantes, servidumbre de pati. No será una servidumbre legal, sino un límite al
derecho de propiedad si el derecho administrativo le impone la obligación de instalar
las obras defensivas. Surge la pregunta, de si el incumplimiento a las disposiciones
administrativas que obligan a la realización de la construcción del dique, hace nacer
la servidumbre legal de dique en adición a las sanciones administrativas a que se
haga acreedor el dueño incumplido o únicamente las segundas.
Servidumbre de desazolve o de desbrozar, esta servidumbre es descrita por
el C.C. como la que nace cuando es necesario desembarazar algún predio de las
materias cuya acumulación o caída impida el curso del agua con daño o peligro de
tercero y su régimen es el mismo que la servidumbre de dique. El dueño del predio
sirviente, es aquel en el cual se ha depositado los sedimentos, materiales o el lodo
que impiden el curso normal del agua, con el peligro que ésto representa para los
predios vecinos, por lo que aquél está obligado a realizar las obras necesarias o
permitir que se realicen por los dueños de los predios que corran peligro (art. 1075).
Tanto en la servidumbre de dique como en la desazolve todos los propietarios
que participen del beneficio proveniente de las obras de contención o de desazolve,
están obligados a contribuir al gasto de su ejecución en proporción a su interés y a
juicio de peritos. Los que por su culpa hubieren ocasionado el daño, serán
responsables de los gastos (art 1075). Por lo que propiamente debemos distinguir
que el dueño del predio sirviente está obligado a realizar o permitir las obras, él sufre
la molestia, pero el gasto de las mismas se repartirá proporcionalmente entre todos
los beneficiarios, entre los cuales puede estar él mismo.
23
Servidumbre de agua blanda, la cual consiste cuando las aguas que pasan
al predio sirviente se han vuelto insalubres por los usos domésticos o industriales
que de ellas se haya hecho, deberán volverse inofensivas a costa del dueño del
predio dominante (art. 1077), desde luego, el dueño del predio sirviente tiene la
obligación de tolerar el escurrimiento, desagüe o desazolve del predio dominante,
pero no está obligado a soportar el daño producido por las aguas insalubres, en
base a que el ejercicio del derecho de propiedad no puede ser en perjuicio de la
colectividad (art. 16 y 840), el no volver inofensivas o blandas las aguas haría incurrir
en un hecho ilícito al propietario del predio dominante (art. 1910), es una aplicación
de la figura romana de la immissio.34 Por este motivo es que algunos doctrinarios
mencionan que no se trata propiamente de una servidumbre sino de una límite al
derecho de propiedad que obliga a volver inofensivas las aguas insalubres producto
de la explotación de su predio.
Otra tipo de servidumbre legal es la llamada de acueducto, la cual está
regulada por el C.C. desde el punto de vista activo, como derecho real sobre cosa
ajena, indicando que el que quiera usar agua de que pueda disponer, tiene derecho
a hacerla pasar por los fundos intermedios, con obligación de indemnizar a sus
dueños, así como a los de los predios inferiores sobre los que se filtren o caigan las
aguas (art. 1078). El presupuesto jurídico de esta servidumbre es que el dueño del
predio dominante pueda disponer del agua que desea utilizar. Ya sea que fuera
titular del pozo o fuente de agua o que haya exigido la disposición de la misma
conforme al artículo 979, tiene derecho a conducir el agua a través de los predios
vecinos y colindantes hasta el predio de su propiedad que carece de ella o que no
la tiene en los volúmenes necesarios para su explotación, con la obligación de pagar
una indemnización a los dueños de los predios sirvientes. Los predios sirvientes son
de dos tipos, aquellos que sufren el paso del agua y aquellos que sufren el
escurrimiento de la misma, por lo que la indemnización será diferente en cada uno
de dichos casos. Surge la pregunta sobre la naturaleza de la obligación de
indemnizar en estos casos.
Ahora bien, esta servidumbre de acueducto, que por cierto, es una de las
más antiguas que se conocen en el derecho de bienes, ya las doce tablas se referían
a ella como una servidumbre antigua,35 se ha clasificado como una servidumbre que
únicamente puede recaer sobre predios rústicos, por lo que se exceptúan de la
servidumbre legal de acueducto los edificios, sus patios, jardines y demás
dependencias (art. 1079), esto significa que la servidumbre se establecerá sobre
aquellos predios sin construcciones. Inmediatamente salta a la vista la problemática
de qué sucederá si todos los predios intermedios son urbanos, es decir, con
construcciones ¿Se podrá establecer la servidumbre de acueducto? La respuesta
es que en el caso de predios urbanizados, los servicios son materia local o municipal
constituyendo un límite al derecho de propiedad el permitir la instalación de las
tuberías o acueductos que proveerán de agua a las zonas urbanas e incluso en
algunos casos se tratará de verdaderas servidumbres establecidas en vista del
interés público o comunal, constituyendo un tipo de servidumbre administrativa.
El contenido del derecho real de servidumbre legal de acueducto, atribuye a
su titular el poder jurídico de utilizar parcialmente un predio ajeno mediante la
construcción del canal necesario en los predios intermedios para conducir el agua
de la que pueda disponer al predio dominante. Este poder jurídico está configurado
como un deber jurídico, ya que necesariamente el canal tendrá que ser construido
por el dueño del predio dominante, aunque haya en los predios sirvientes canales
para el uso de otras aguas (art. 1080), lo anterior tiene por ratio legis el evitar el
problema de la confusión de las aguas, las cuales al mezclarse originarían un
problema de accesión que se resuelve legalmente con la atribución de la
copropiedad de las aguas confundidas o mezcladas (art. 926); así que para evitar
esta situación, es que el C.C. establece la obligación a cargo del dueño del predio
dominante de construir el canal o acueducto particular para conducir sus aguas. La
cantidad de agua que pueda hacer pasar por el acueducto establecido en predio
ajeno, no tendrá otra limitación que la que resulte de la capacidad que por las
dimensiones convenidas se haya fijado al mismo acueducto (art. 1088). Asímismo,
35Cfr. Gayo, Institutas, traducción, notas e introducción de Alfredo di Pietro, 3ª edición, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1987, p. 198.
25
través de los canales y acueductos del modo más conveniente, con tal de que el
curso de las aguas que se conducen por éstos y su volumen, no sufra alteración, ni
las de ambos acueductos se mezclen (art. 1082). La servidumbre de acueducto no
obsta para que el dueño del predio sirviente pueda cerrarlo y cercarlo, así como
edificar sobre el mismo acueducto de manera que éste no experimente perjuicio, ni
se imposibiliten las reparaciones y limpias necesarias (art. 1095).
Por lo cual el que pretenda constituir la servidumbre legal de acueducto debe
previamente, conforme a lo dispuesto por el artículo 1086:
I.- Justificar que puede disponer del agua que pretende conducir;
II.- Acreditar que el paso que solicita es el más conveniente para el uso a que
destina el agua;
III.- Acreditar que dicho paso es el menos oneroso para los predios por donde
debe pasar el agua;
IV.- Pagar el valor del terreno que ha de ocupar el canal, según estimación
de peritos y un diez por ciento más;
V.- Resarcir los daños inmediatos, con inclusión del que resulte por dividirse
en dos o más partes el predio sirviente, y de cualquier otro deterioro.
El primer requisito consistente en justificar que se puede disponer de las
aguas que se pretenden conducir al predio dominante ya ha sido explicado líneas
arriba. El segundo, consistente en acreditar que el paso que solicita es el más
conveniente para el uso a que destina el agua, hace referencia al principio de que
la servidumbre se establece en utilidad del predio dominante para su explotación,
por lo que al no cumplirse la categoría utiliter, no podrá establecerse la misma. El
tercero que señala que se debe acreditar que el lugar en el que se pretende abrir el
canal o construir el acueducto es el menos oneroso para los predios sirviente, es de
la naturaleza de la servidumbre, en la que se busca que la misma se establezca de
la manera menos gravosa para aquéllos. El cuarto requisito, es de difícil inteligencia,
pagar el valor del terreno que ha de ocupar el canal, según estimación de peritos y
un diez por ciento más. Se entiende que el término “pagar” no tiene la connotación
de precio, no estamos en presencia de una compraventa de una fracción del predio
sirviente; sino, de una indemnización por el uso del predio ajeno. Por último, el de
27
resarcir los daños inmediatos, con inclusión del que resulte por dividirse en dos o
más partes el predio sirviente, y de cualquier otro deterioro. Trae como
consecuencia la reparación del daño, no sólo de la afectación producida por la
apertura del canal (el acto de molestia), sino también por el escurrimiento que pueda
presentarse (art. 1086).
En el supuesto de que el dueño del predio sirviente ofrezca dar paso a las
aguas por el canal que ya tiene abierto en el predio de su propiedad, obliga al dueño
del predio dominante a aceptar dicho paso y además lo constituye en la obligación
de pagar, en proporción a la cantidad de agua que conduzca, el valor del terreno
ocupado por el canal en que se introducen y los gastos necesarios para su
conservación, sin perjuicio de la indemnización debida por el terreno que sea
necesario ocupar de nuevo, y por los otros gastos que ocasione el paso que se le
concede (art. 1087).
El dueño del predio dominante y en general todo el que se aproveche de un
acueducto, ya pase por terreno propio, ya por ajeno, debe construir y conservar los
puentes, canales, acueductos, subterráneos y demás obras necesarias para que no
se perjudique el derecho de otro (art. 1092), comprendiendo, desde luego, la limpia,
construcciones y reparaciones para que el curso del agua no se interrumpa (art.
1094), lo cual constituye en el caso de la servidumbre legal de desagüe, como en la
servidumbre legal de acueducto una obligación a cargo del dueño del predio
dominante y de los poseedores derivados. Si los que se aprovecharen fueren varios,
la obligación recaerá sobre todos en proporción de su aprovechamiento, si no
hubiere prescripción o convenio en contrario (art. 1093). Se puntualiza que la
referencia a que el acueducto esté en terreno propio, no conforma una obligación
propter rem, sino una limitación al derecho real de propiedad.
Servidumbre legal de desecamiento de pantano, esta servidumbre está
establecida en el artículo 1091, la cual remite a la regulación de la servidumbre de
acueducto y de desagüe, refiriéndose al caso en que el poseedor de un terreno
pantanoso quiera desecarlo o dar salida por medio de cauces a las aguas
estancadas, le son aplicables las disposiciones concernientes al paso de las aguas.
Es de llamar la atención la referencia al poseedor y no exclusivamente al propietario
28
38
Vid. dichas voces, en Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, 15ª edición,
Madrid, 1925
30
entre la finca o heredad y alguna vía pública, el paso sólo se podrá exigir a la
heredad o finca por donde últimamente lo hubo (art. 1104).
Aprovechamiento o utilización, como toda servidumbre, la de paso, tiene
como presupuesto el lograr el aprovechamiento del predio dominante por parte del
titular del ius utendi et fruendi. Por lo que una vez constituido este derecho real de
servidumbre legal de paso, aprovecha a cualquier titular de un derecho de disfrute
sobre el predio dominante, sea este derecho real o personal, vr. usufructuario,
arrendatario o aparcero. Si no existe el aprovechamiento la servidumbre se extingue
por falta de objeto o de causa para algunos doctrinarios.
Indemnización, el monto de la indemnización que se debe pagar debe ser
equivalente al perjuicio que se le ocasione al dueño del predio sirviente. Como el
interés jurídicamente protegido es el aprovechamiento del predio dominante, la
indemnización no es requisito de existencia del derecho real de servidumbre legal
de paso, en razón de que la acción para reclamar esta indemnización es
prescriptible; pero aunque prescriba, no cesa por este motivo el paso obtenido (art.
1098). El plazo de prescripción para exigir la indemnización es de dos años
conforme a la regla general en la materia.
La falta de pago de la indemnización no es una causa de extinción del
derecho real de servidumbre; por lo que no podrá demandarse su extinción a través
del ejercicio de la acción negatoria.
La naturaleza de la obligación de indemnizar a cargo del dueño del predio
dominante, es de naturaleza real, por lo que operará el carácter ambulatorio propio
de las propter-rem y en mi opinión el abandono será causa de extinción de la misma.
La servidumbre legal de abrevadero, es un tipo especial de servidumbre legal
de paso, que únicamente puede ser constituida en predios rústicos y que otorga al
dueño del predio dominante el derecho exclusivamente de exigir que se le permita
el paso de sus ganados por los predios vecinos, para conducirlos a un abrevadero
de que pueda disponer (art. 1105).
No lo faculta a que sus ganados beban en un abrevadero ajeno, esa es otra
servidumbre; sino únicamente a hacerlos pasar o transitar. En derecho romano
antiguo y clásico se distinguía el sujeto al cual se le permite el paso. Por lo que
32
Las servidumbres se pueden constituir por voluntad del dueño del predio
sirviente por medio de un acto jurídico unilateral, como es el testamento o por
declaración unilateral de voluntad;39 o por acto jurídico bilateral a través de un
contrato. Estas servidumbres que tienen su origen en la exclusiva voluntad reciben
el nombre de servidumbres voluntarias, por oposición a forzosas, que es el caso de
las servidumbres legales. Surge la pregunta, si en el caso de las servidumbres
voluntarias, éstas también tienen que cumplir con el presupuesto de la necesidad o
utilidad para el predio dominante. Mi opinión, es que toda servidumbre,
independientemente de su origen, tiene que cumplir con el presupuesto de que
dicho gravamen real se constituye en la razón y medida de satisfacer una necesidad
para poder utilizar o explotar debidamente el predio dominante. La constitución de
una servidumbre inocua la hace inexistente por carecer de objeto.
Si la servidumbre voluntaria se constituye por testamento, tiene su origen en
un acto jurídico unilateral, cuya expresión será a través de la institución de un
legado. A efecto de saber quién comparece a la constitución de la servidumbre, se
tiene que distinguir si el legado consiste en la constitución de una servidumbre sobre
un predio propiedad del testador a favor del legatario. En este caso los dueños del
predio al tiempo del fallecimiento del testador serán los herederos, pero el legatario
también adquirirá la servidumbre al momento del fallecimiento del testador, por
tratarse de un legado de cosa cierta y determinada, recuérdese que los derechos
reales sobre inmuebles son bienes inmuebles (art. 750 fracc. XII). Por lo tanto será
suficiente la comparecencia del albacea para la constitución de la servidumbre,
previa aprobación del inventario por parte de los herederos. Ahora bien, si la
constitución de la servidumbre se establece como una carga a la que se encuentra
sujeta la institución de heredero, deberá otorgar el instrumento correspondiente el
heredero.
El propietario del predio a cuyo favor se constituye la servidumbre ¿Tendrá
que comparecer a la constitución de la servidumbre voluntaria unilateral? La
40Cfr. Alberto Trabucchi, Instituciones de Derecho Civil, Tomo I, traducción de la 15ª edición italiana
por Luis Martínez-Calcerrada, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1967, p. 517.
35
servidumbre por destino del padre de familia, art 1116) y por contrato oneroso y
gratuito.
Algunos autores mencionan que las servidumbres no pueden ser objeto de
los contratos traslativos de dominio, como la compraventa, la permuta o la donación,
pero lo anterior no es preciso, en razón de que es de explorado derecho que dichos
contratos pueden tener efectos exclusivamente obligacionales y no reales (reales
entendido como sinónimo de traslativos del dominio). Por lo que es perfectamente
concebible una compraventa cuyo objeto sea la transmisión de un derecho real de
servidumbre.41
¿Estas servidumbres voluntarias se podrán adquirir por usucapión o
prescripción positiva, también llamada adquisitiva?
Depende del tipo de servidumbre, hay que distinguir las servidumbres
continuas y aparentes, de las discontinuas o no aparentes.
Las primeras, o sea, las servidumbres continuas y aparentes se pueden
adquirir por cualquier título legal, incluso por prescripción positiva (art. 1113). Esto
es así, porque las servidumbres continuas y aparentes, intrínsecamente participan
de los requisitos de la posesión apta para usucapir. El uso del predio sirviente revela
el título de la posesión (art. 1115), el dueño del predio dominante al usar de la
servidumbre ubicada en el predio sirviente está probando la posesión sobre la
misma. Dicha posesión la ejercita el dueño precisamente en su carácter de titular
del derecho de propiedad sobre el predio dominante, lo cual demuestra el elemento
de una posesión a título servitutis (art. 1151, fr. I). Dicha posesión es continua,
nunca se interrumpe materialmente, en razón de que el uso de la servidumbre es
incesante sin intervención de hecho del hombre, por tratarse de una servidumbre
continua (art. 1151, fr. III). Asímismo, su uso es público, no es clandestino, porque
existen signos exteriores dispuestos para su uso, en razón de que la servidumbre
es aparente (art. 1151, fr. IV).
Por lo anterior, es evidente que una servidumbre discontinua, no puede reunir
el requisito de ejercerse sobre ella una posesión ininterrumpida o continuada (art.
41
Vid. Angel Luis Rebolledo Valera, Legitimación para el establecimiento y adquisición por contrato de las
servidumbres reales: régimen en el Código Civil Español y Argentino, en Derechos Reales, Principios, Elementos
y Tendencias, Heliasta, Buenos Aires, 2008, pp. 393-420.
37
824), con motivo de que la privación de hecho se presenta cada vez que no se usa;
y una servidumbre no aparente, será clandestina (art. 825), viciando la posesión;
concluyéndose que las servidumbres continuas no aparentes, y las discontinuas,
sean o no aparentes, no podrán adquirirse por usucapión, son imprescriptibles (art.
1114), por no reunir los requisitos de una posesión apta para prescribir (art. 1151).
Un principio básico del derecho procesal, es aquél que indica que el que
afirma está obligado a probar. En el caso de la servidumbre voluntaria frente a la
acción negatoria ejercitada por el dueño del presunto predio sirviente, corresponde
al dueño del predio dominante probar el título en razón del cual tiene derecho a
gozar de la servidumbre (art. 1115), el cual podrá consistir, desde luego en la
prescripción positiva, y no corresponde a aquél probar la inexistencia de la
servidumbre. Por lo cual frente a la acción negatoria, puede contrademandar la
usucapión de la servidumbre, si cumple con los requisitos antes señalados.
Nuestro C.C. siguiendo la tradición romanista regula un supuesto particular
de adquisición de la servidumbre voluntaria, en la llamada servidumbre por voluntad
o destino del padre de familia,42 la cual consiste en la existencia de un signo
aparente de servidumbre entre dos fincas, establecido o conservado por el
propietario de ambas, el cual se considera, si se enajenaren, como título para la
adquisición de la servidumbre, salvo que al enajenarse la propiedad de las dos
fincas, se exprese lo contrario en el título de enajenación de cualesquiera de ellas
(art. 1116).
Analicemos con detenimiento esta disposición, como primer elemento del
supuesto jurídico se requiere “la existencia de un signo aparente de servidumbre
entre dos fincas”, es decir que entre dos fincas haya, aparezca o se encuentre
colocado o dispuesto lo necesario para el uso o aprovechamiento de una de ellas
por medio o a través de la otra, vr. un acueducto, una brecha, etc. Dicho “signo
aparente” está dispuesto entre las fincas como si fuera una servidumbre. Segundo
elemento “establecido o conservado por el propietario de ambas”. Esto es, que
dichas obras dispuestas para el uso de una de las fincas sobre la otra, fueron
42
Cfr. Manuel Albaladejo, Derecho Civil, III Derecho de Bienes, Volumen segundo, 8ª edición, José
María Bosch, Barcelona 1994, pp. 141-143.
38
43 Cfr. Antonio Hernández Gil, en su interesante estudio, Servidumbre de paso constituida por destino
del propietario, en Derechos Reales, Derecho de Sucesiones, Obras Completas, Tomo 4, Espasa
Calpe, Madrid, 1989, pp. 419-424.
44 Cfr. Código Civil para el Distrito Federal…, comentario al artículo 1116.
40
mismo o titular del derecho real de servidumbre es quien tiene la facultad de utilizar
un predio ajeno, como excepción a la característica de exclusividad del derecho de
propiedad. Por esta autorización excepcional que limita en el más amplio sentido el
derecho de propiedad del dueño del predio sirviente, es que las obras para el uso y
conservación de la servidumbre son a cargo de quien se beneficia de la utilización
del predio ajeno, es decir son a cargo del dueño del predio dominante o de sus
causahabientes. El mismo, tiene obligación de hacer a su costa las obras que fueren
necesarias para que al dueño del predio sirviente no se le causen, por la
servidumbre, más gravámenes que el consiguiente a ella; y si por su descuido u
omisión se causare otro daño, estará obligado a la indemnización (art. 1119), como
consecuencia de haber obrado ilícitamente (art. 1910).
Este gravamen real a cargo del dueño del predio sirviente, no sólo
consistente en una conducta de no hacer o tolerar, sino que entraña el deber jurídico
de ejercitar su derecho de propiedad de modo que no menoscabe o afecte de modo
alguno la servidumbre constituida a favor del predio dominante (art. 1122).
Al implicar la servidumbre un verdadero acto de molestia al dueño del predio
sirviente, consistente en una limitante al contenido de su poder jurídico de dueño, el
ordenamiento jurídico le autoriza a realizar cualquier hecho o acto tendiente a
aminorar esta incomodidad o perjuicio que le ocasiona la servidumbre, desde luego,
siempre respetando el contenido o integridad de la servidumbre. Esta aplicación del
principio civiliter de la servidumbre, confiere al dueño del predio sirviente la facultad
unilateral para modificar la servidumbre, en efecto, el dueño del predio sirviente
puede ejecutar las obras que hagan menos gravosa la servidumbre (art. 1124),
siempre que no se perjudique la misma, se haga oneroso su ejercicio para el dueño
del predio dominante, o que no resulte de ellas perjuicio alguno al predio dominante
(art. 1124). Ya que si de la conservación de dichas obras se ocasionare algún
perjuicio al ejercicio de la servidumbre por parte del dueño del predio dominante, el
dueño del sirviente está obligado a restablecer las cosas a su antiguo estado y a
indemnizar de los daños y perjuicios (art. 1125), por haber obrado ilícitamente (art.
1910).
42
46 “Servitus in faciendo consistere non potest”, Digesto, libro VIII, Título I, Ley 15, pr. 1º.
43
48 Cfr. Henry, Léon y Jean Mazeaud, Lecciones de Derecho Civil, Parte Segunda, Volumen IV,
traducción de Luis Alcalá-Zamora y Castillo, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires,
1978, p. 442-443.
45
49 “La servidumbre se establece en razón de la utilidad objetiva del fundo. Ejercitada dentro de los
límites de las necesidades del fundo al que beneficia –civiliter uti-, no puede desligarse de éste, ni
enajenarse como derecho independiente. La mudanza de los titulares, por sucesión universal o
particular, no afecta a la existencia de la servidumbre.”, Juan Iglesias, op. cit., p. 343.
50 Cfr. Rodolfo Sohm, op. cit., p. 185.
46
para impedir la prescripción (art. 1132) y que si entre los propietarios hubiere alguno
contra quien por leyes especiales no pueda correr la prescripción, ésta no correrá
contra los demás (art. 1133).
Por último es de señalarse que el artículo 1134 que se refiere a que el modo
de usar la servidumbre puede prescribirse en el tiempo y de la manera que la
servidumbre misma,51 está mal ubicado, ya que se refiere al supuesto de adquisición
del contenido de la servidumbre, el llamado por los jurisconsultos romanos el modus
servitutis del que ya se ha hablado líneas arriba.
E.- Por remisión.
Al establecerse la servidumbre en favor del predio dominante, su dueño
puede renunciar al derecho real de servidumbre (art. 1128, fr. IV).
La renuncia es un acto jurídico unilateral (art. 2209), que en el caso de los
derechos reales se traduce en el abandono de los mismos. Por tal motivo la remisión
que sigue como efecto a la renuncia es abdicativa, ya que de lo contrario sería
nugatoria.
La propia fracción IV del art. 1128 del C.C., entiende que la remisión puede
ser producto de una renuncia abdicativa o de una remisión producida por un
convenio extintivo, en el supuesto de que fuese onerosa.
F.- Cumplimiento de la Condición o vencimiento del Término.
Cuando constituida en virtud de un derecho revocable, se vence el plazo, se
cumple la condición o sobreviene la circunstancia que debe poner término a aquél
(art. 1128, fr. V). Como se dijo anteriormente en el caso del cumplimiento de la
condición resolutoria, esta produce el efecto retroactivo volviendo las cosas al
estado que guardaban antes de la constitución de la servidumbre voluntaria. Para
el caso del vencimiento del plazo, la servidumbre se constituyó sujeta a una
temporalidad, siendo una excepción a la perpetuidad de este gravamen real.52
Causas de extinción de la servidumbre legal.
A.- Confusión.
51 Vid. Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12ª edición, Editorial Temis, Colombia, 2010, p.
430.
52
Néstor Jorge Musto, Derechos reales, Tomo 2, Editorial Astrea, Buenos Aires, 2000, p. 192.
47
Si los predios entre los que está constituida una servidumbre legal, pasan a
poder de un mismo dueño, deja de existir la servidumbre; pero separadas
nuevamente las propiedades, revive aquélla, aun cuando no se haya conservado
ningún signo aparente (art. 1129).
Lo anterior es lógico-jurídico, ya que desde luego la servidumbre no puede
mantenerse al reunirse la propiedad del predio dominante y del predio sirviente en
la misma persona, por aplicación del principio nemini res sua servit. Pero aquí
realmente la servidumbre no se ha extinguido por confusión, sino que queda, por
decirlo de algún modo, suspensa, ya que se encuentra sujeta a la condición ex lege
de que los predios permanezcan bajo la propiedad del mismo dueño, ya que en
caso de enajenación de cualquiera de ellos, debido a la situación de necesidad-
utilidad entre los predios, la servidumbre continúa como estaba antes de la
confusión.
B.- Caducidad.
Las servidumbres legales establecidas como de utilidad pública o comunal,
se pierden por el no uso de cinco años, si se prueba que durante este tiempo se ha
adquirido, por el que disfrutaba aquéllas, otra servidumbre de la misma naturaleza,
por distinto lugar (art. 1130)
C.- Por convenio.
La regla general es que el dueño del predio sirviente puede convenir con el
dueño del predio dominante la extinción de una servidumbre legal. Pero esta
facultad extintiva del convenio en relación con el derecho real de servidumbre no es
irrestricta, el C.C. en el art. 1131 señala las siguientes limitantes:
I.- Si la servidumbre legal es comunal, el único facultado para celebrar el
convenio extintivo será el Distrito Federal, en razón de que la servidumbre está
establecida en vista de un interés general.
El C.C. en la fracción I del artículo 1131 señala que si la servidumbre está
constituida a favor de una demarcación territorial del Distrito Federal, no surtirá el
convenio efecto alguno respecto de toda la comunidad, si no se ha celebrado
interviniendo el Gobierno del Distrito Federal en representación de ella; pero sí
48
producirá acción contra cada uno de los particulares que hayan renunciado a dicha
servidumbre.
Esta norma adolece de diversos defectos técnicos, en primer lugar se refiere
a que si la servidumbre fue constituida a favor de una demarcación territorial, el
convenio lo celebrará el Gobierno del Distrito Federal en representación de ella. Las
demarcaciones territoriales del Distrito Federal, son las también llamadas
delegaciones políticas, que son organismos públicos desconcentrados de la
administración central del órgano de gobierno de la entidad federativa denominada
Distrito Federal, quien es una persona moral (art. 25, fr. I), por lo tanto las
delegaciones no tienen personalidad jurídica. Es más, el propio Gobierno del Distrito
Federal, que es el poder ejecutivo de la entidad federativa no es una persona moral,
por lo que no se puede entender cómo el órgano de gobierno, que no es persona
jurídica, puede representar a quien tampoco lo es. Nemo dat quod non habet.
En segundo lugar, la recta interpretación de esta fracción indica que a lo que
quiso referirse el legislador es que el predio dominante es un determinado lugar
ubicado en una particular demarcación territorial, y que desde luego el titular de
dicha porción territorial es el Distrito Federal, único facultado para libertar de dicha
carga al predio sirviente. La redacción original de esta fracción que se conserva en
el Código Civil Federal sirve de apoyo a esta interpretación.
En tercer término no se entiende cómo puede celebrarse dicho convenio con
un particular, ya que la servidumbre al ser de interés público o comunal escapa de
la esfera privada. Los sujetos activos, es decir, los titulares del derecho real de
servidumbre, en este caso se encuentran indeterminados. Por lo que ni en el caso
en que se pudiera determinar quiénes son los particulares que pueden usarla, dicha
servidumbre no podría ser renunciable por éstos, por tratarse de una disposición de
orden público (art. 8).
La mención acerca de que sí producirá acción contra cada uno de los
particulares que hayan renunciado a dicha servidumbre, es una reminiscencia del
derecho romano, en el cual la servidumbre no podía extinguirse por una mera
49
convención, pero la violación a dicho pacto fue sancionada por el pretor mediante
la concesión de una excepción frente a la acción confesoria.53
II.- Si la servidumbre es de uso público, el convenio es nulo en todo caso por
aplicación de lo dispuesto en el art. 8 del C.C. En este caso, se trata de una nulidad
absoluta, no sólo por la frase normativa “nulo en todo caso”, lo que incluso ha llevado
a afirmar a algunos intérpretes que se trata de una nulidad de pleno derecho.
III.- Si la servidumbre es de paso o desagüe, el convenio se entenderá
celebrado con la condición de que lo aprueben los dueños de los predios
circunvecinos, o por lo menos, el dueño del predio por donde nuevamente se
constituya la servidumbre. Aquí el convenio está sujeto a la condición legal de que
la servidumbre se extinga por su falta de utilidad como consecuencia de la
constitución de una nueva servidumbre, la cual se entiende proporcionará un uso
más cómodo a la comunidad. Ya que de lo contrario no se entendería cómo es que
el Juez autorizó la constitución de la servidumbre por otro lugar del originalmente
establecido. Por lo tanto, no basta la mera conformidad de los dueños de los predios
circunvecinos, sino que es necesaria la constitución de la nueva servidumbre legal
de paso o de desagüe.
IV.- La renuncia de la servidumbre legal de desagüe sólo será válida cuando
no se oponga a los reglamentos respectivos.54 Lo cual en el caso de la natural es
en realidad un imposible jurídico, ya que los reglamentos administrativos y el propio
C.C. la regulan no propiamente como una servidumbre, sino como un límite al
ejercicio del derecho real de propiedad, establecido en favor de las relaciones
vecinales.