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ABRIL / 2018
RESUMEN
The objective of this article is to share reflections about the feasibility and convenience
of adopting the knowledge framework of the so-called Transformative Innovation
Policy, including the conceptual model of Deep Transitions, in the design of the Public
Policy on Science, Technology and innovation in Colombia and in Latin American
countries. For this, a synthesis of different knowledge frameworks is made, the main
problems of our context are raised, and reference is made to the relationship with the
great challenges, which lead to reflections.
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Contenido
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1. LA POLÍTICA DE INNOVACIÓN TRANSFORMATIVA
Se realizan reflexiones sobre el modelo global, y sobre cada uno de los niveles, teniendo en
cuenta unas primeras diferencias estructurales entre países desarrollados y los países en
desarrollo como Colombia.
En la dimensión comercial productiva, se debe tener presente que los aspectos de propiedad
intelectual relacionados con el comercio internacional –ADPICS- favorecen los intereses de la
empresas transnacionales en cuanto a que fortalece su poder de liderazgo tecnológico, -el caso
de los medicamentos en el TLC con Estados Unidos.
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precios de servicios y bienes no transables, que afectan la competitividad empresarial, por
ejemplo debido a las altas tasas de interés del crédito –rasgos monopolísticos-, altos precios de
transporte, logística y energía; 4) dependencia de la exportación de productos del sector minero
energético con muy poco valor agregado y escasa generación de empleo; 5) marco regulatorio
inefectivo que no ha controlado la existencia de estructuras monopolísticas u oligopolísticas
que, por ello, se “emperezan” para la innovación; 6) Baja demanda empresarial por CTeI, a
pesar que su aplicación podría elevar la productividad y modernizar el sector productivo
(encuestas de desarrollo tecnológico e innovación, DANE).
Entre los patrones culturales profundos, hay que mencionar el distanciamiento de la sociedad
colombiana –incluidas sus élites- de la ciencia y la innovación, que, tiene una expresión en la
práctica rentista. La débil sensibilidad por la innovación está muy vinculada al campo
empresarial, por lo que los enfoques de innovación social son conocidos por muy pocos actores.
Es posible mencionar el círculo vicioso de la actividad del narcotráfico y una llamada “cultura
mafiosa” (Garay) que implica, también, desinterés por la innovación y la ciencia.
Con relación a desarrollos politicos macro, hasta ahora la decisión política real de largo plazo en
los últimos 25 años, ha sido el enfoque del Consenso de Washington, en el que el impulso a la
investigación e innovación es mínimo. Las relaciones de poder se ejercen por unas élites
centrales que han acordado con unas élites políticas regionales su apoyo a aquellas a cambio de
laxitud frente a su accionar en los territorios, en el contexto de una estructura agraria atrasada,
y en el marco de un sistema político del clientelismo basado en la corrupción (González, 2014,
Robinson, 2013).
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La participación de la sociedad civil en el diseño, seguimiento y evaluación de las políticas
públicas es incipiente y esporádico.
El sector productivo es muy poco innovador –encuestas EDIT, DANE-, poco diversificado,
demanda muy poca investigación, desarrollo e innovación. Utiliza tecnologías maduras. El grado
de aglomeración en clusters o distritos es aún incipiente, debido, entre otras razones, a escaso
capital social.
La regulación es laxa con relación a las prácticas de estructuras monopolísticas (OCDE, Banco de
la República), y a prácticas de poder dominante en el mercado.
En cuanto a las políticas públicas, estas son de corto plazo, con escasa participación de los
actores, con débil nivel de integración entre ellas, y la planeación de corto plazo está
entronizada en la Constitución. La estructura de la gobernanza de CTeI, desarrollo productivo
está desarticulada tanto entre sectores como entre niveles.
La cultura empresarial tiene rasgos de carácter rentista sobre todo en los negocios basados en
la inversión en tierra subutilizada, en negocios con el Estado y en servicios tradicionales no
transables (sector financiero, transporte, entre otros).
Nichos tecnológicos
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En la PML, el cambio de los sistemas socio técnicos se sustenta en las rutas de transición,
definida éstas como los resultados de diversas alineaciones entre desarrollos de los tres niveles.
La PML plantea que las transiciones se producen a través de interacciones entre procesos en los
tres niveles: a) las innovaciones de nicho crean una fuerza interna a través de procesos de
aprendizaje, mejoramientos de desempeño y precio, y de apoyo por parte de grupos poderosos,
b) los cambios en el panorama socio técnico originan presión sobre el régimen socio técnico, y
c) y la desestabilización del régimen socio técnico crea ventanas de oportunidad para las
innovaciones de nicho.
Con base en la inicial caracterización del caso de nuestro país que se ha elaborado, mi primera
percepción es que los procesos en cada uno de los tres niveles y las interacciones entre ellos
son reducidas y tienden a mantenerse así, debido a que se requeriría lograr unos umbrales de
producción y demanda de tecnología y conocimiento, el fortalecimiento de vínculos y de redes
de organizaciones, actores y subsistemas, que, en la actualidad, no se han alcanzado. Se
requeriría un “empuje” inicial en algunos procesos de alta motricidad.
Ventajas del enfoque de la PML: induce a reconocer la relación e influencia recíproca entre
elementos y de diversos tipos de políticas.
Desventajas: las prioridades pueden ser otras. Unas premisas que aparecen en nuestro país no
se tienen en cuenta o se dan por existentes en el modelo: exclusión social, escaso interés en el
conocimiento avanzado, debilidad institucional, entre otras.
La lógica de este marco de conocimiento –el denominado marco 3- reconoce que “nuestro”
sistema socio técnico es fundamentalmente tóxico para el ambiente natural y para el futuro de
la humanidad. Ello se debe en gran medida a la concentración de poder en actores que están
distanciados del mundo natural y de las relaciones sociales cuotidianas.
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El cambio transformativo requerido es aquel que comprende la democratización del control de
la producción de la innovación y de la difusión, y la creación de espacios de negociación o
nichos de mercado para tecnologías alternativas que se establezcan, que capturen la
imaginación y que ganen adeptos entre actores que, de otro modo, serían excluidos.
Se reconoce que no es claro cómo abordar esos nuevos enfoques de política que buscan
abordar desafíos ambientales, sociales y económicos.
Se proponen cambios en los sistemas socio técnicos de: alimentos, energía, movilidad, salud y
provisión de comunicaciones. Pueden ser diferentes las prioridades para los cambios en los
sistemas socio técnicos, en el caso de Colombia y de América Latina.
Con relación a la institucionalidad: las acciones para lograr la amplia transformación del sistema
necesitan ser traducidas en nuevas misiones públicas, pero no es suficiente y deben ser
formuladas con un enfoque de propósito abierto; procesos de cambio amplios, y con políticas
mixtas. Se debe considerar el enfoque de investigación orientada por misión, y los cambios
organizacionales requeridos en el sector público: nuevas alianzas público-privadas, enfoque de
evaluación, y la participación de la sociedad civil. La gobernanza de la innovación transformativa
debe proveer espacios para resolver diferencias
El aporte de nuevas orientaciones –direccionamientos- para los sistemas socio técnicos implica
la generación de varias opciones, y se debe permitir la experimentación; ésta se justifica debido
a que no existe una sola ruta para alcanzar los propósitos ambientales, sociales a través de la
innovación de sistemas, -otra denominación del cambio transformativo.
El campo emergente de investigación de las transiciones socio técnicas que se construye a partir
de la economía evolucionista y de los estudios sociales de la ciencia, STS, se enfoca en cómo
lograr el cambio transformativo. Se requiere un nuevo conjunto de capacidades para vincular
las ciencias sociales y los campos de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) los
cuales, recientemente, han tenido prioridad en muchos países buscando responder a los
imperativos de la competencia internacional y del crecimiento económico a través de los
incrementos de productividad.
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Observar más adelante, Capítulo 4, en enfoque de las Transiciones Profundas, Deep Transitions.
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El cambio transformativo fundamental se conoce también como Innovación del sistema (de
sistemas) o marco 3: que incluye la transformación radical en los componentes y en su
configuración. Y también incluye la innovación social, con la participación de la sociedad civil.
Para inducir cambios en los regímenes socio técnicos puede ser necesario diseñar mecanismos
para lograr una disrupción en los vigentes sistemas.
Se consideran otros enfoques una de cuyas características centrales es que asumen la relación
entre CTeI y Desarrollo, y que adoptan modelos alternativos de desarrollo.
Con la metáfora de los danzantes (gráfico): teoría, política y práctica (Kuhlmann) este enfoque
se basa en la identificación de oportunidades y fallas en los modelos gobernanza de CTeI, a
partir de la identificación de la concordancia o discrepancia entre los “danzantes”. Por ejemplo,
un escenario se conforma cuando los enfoque teóricos entre CTeI y desarrollo otorgan mayor
importancia a los resultados obtenidos en cuanto a: estructura productiva, cultura o la
organización social, y “bailan” con la práctica concordante, pero no lo hacen con una política
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que podría realizar énfasis en la CTeI. La teoría baila con la política y con la práctica. En este
nivel de la teoría existen diferencias entre Países avanzados, PA, y Países en desarrollo, PED, en
cuanto al grado de heterogeneidad de los enfoques teóricos; en los PA se utiliza una gran
cantidad y calidad de marcos conceptuales; en tanto que los PED, con frecuencia, se aplica un
solo marco conceptual y de política sugerido desde el exterior. En lo relacionado con el
emprendimiento, en los PA, los emprendedores bailan con la política y con la teoría; en muchos
países en los cuales el crecimiento económico no está orientado por STI, los empresarios no
están interesados en entrar en la pista de baile. En los PA, los diseñadores de política danzan
con los teóricos del país, en los PED con mucha frecuencia los diseñadores de política bailan
(bailamos) con teóricos del exterior, lo cual lleva a concluir que las asimetrías en el mundo
globalizado se presentan también en el ideológico y académico.
En tiempos recientes se ha producido una convergencia teórica sobre enfoques que vinculan la
CTeI y desarrollo: se ha aceptado un cambio en cuanto a la concepción de la relación necesaria
entre CTeI y desarrollo, y éste último, no se concibe sólo como crecimiento económico,
considerando a las personas o actores como agentes y no como pacientes. Se acepta,
igualmente, la participación de otros actores en la generación de conocimiento en la
denominada pro-poor innovation.
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3.2 El enfoque indirecto de las relaciones entre conocimiento, innovación e inclusión social
El enfoque de la CEPAL parte de reconocer que América Latina es la región más desigual del
mundo, y por ello expresa su interés en la igualdad y en la inclusión social; plantea que en el
continente existe la llamada heterogeneidad estructural que expresa una doble brecha de
productividad: 1) en relación con los países avanzados, y 2) al interior del país por sectores y
regiones, lo que explica la escasez de empleos de alta calidad y bien remunerados, alto grado de
informalidad, pobreza y marginalidad; y una de las causas de la heterogeneidad estructural es la
reducida inversión en CTeI.
La CEPAL delimita el ámbito independiente de cada una de las políticas de CTeI (indirecta) y
políticas sociales, respectivamente. Según CEPAL, el empleo formal es la ruta directa a la
inclusión; sin embargo –matizando este planteamiento de la CEPAL- hay que tener en cuenta la
existencia de obstáculos reales para acceder a los empleos en los sectores más productivos, y
además porque se requieren capacidades para desempeñarlos, -comprobado en el caso de
Colombia en que no ha habido flujo de personal hacia los sectores productivos de mayor
productividad, contradiciendo lo planteado por Rodrik. La CEPAL plantea relaciones entre las
Políticas de CTeI y de cambio estructural para impulsar la productividad. El aislamiento de la
política de CTeI de las políticas sociales reduce el impacto de las políticas sociales; y en ausencia
de una buena capacidad nacional de CTeI, la oferta de bienes públicos de calidad solo se logra
con la importación de bienes y servicios desde el exterior.
New Manifesto
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Concepto de estrategia de democratización del conocimiento
De entrada este marco de conocimiento plantea que para el mejoramiento de la calidad de vida
se requiere, como una condición necesaria, la incorporación de conocimiento y tecnología
avanzadas y de personal altamente calificado. Subraya que los enfoques directos e indirectos de
la política de CTeI son complementarios, aunque no son suficientes para asumir los desafíos
sociales, económicos y ambientales. Como se ha planteado atrás, se realizan críticas al enfoque
de la CEPAL debido a que a la objetiva dificultad de acceso al empleo formal y a servicios
sociales de calidad impide que el impulso a la innovación y la ciencia se traduzca de manera
automática e importante en impulso al desarrollo social.
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Arocena, Sutz, Science, technology and innovation for what ?, Research handbook on innovation
governance for emerging economies, Kuhlmann-Ordoñez, 2017.
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de la distribución de beneficios del conocimiento avanzado implica la expansión de la
participación ciudadana, y esto requiere capacidades para involucrarse en actividades y
decisiones relacionadas con CTeI, lo cual justifica, a su vez, de la expansión de la educación
superior. De manera análoga y concordante, la gobernanza de la CTeI debe facilitar e inducir
tanto la participación ciudadana como una amplia distribución de los beneficios del
conocimiento.
Existen otros hechos y tendencias que son necesarios tener en cuenta. El primero se refiere al
denominado “contextualización” en que la sociedad “invade” la ciencia, a través de varios
cambios, y ésta “invade” a aquella. La sociedad incluye no solo a la sociedad civil sino que se
fomenta la inversión financiera privada en la universidad y la creación de un ambiente
crecientemente empresarial emprendedor en la universidad, que puede afectar la autonomía
universitaria y el abordaje de temas no necesariamente relacionados con la competitividad o el
desarrollo económico y de largo plazo. Relacionado con esto cabe tener en cuenta las
decisiones e intentos de reducir la enseñanza de las ciencias sociales y humanidades. De otra
parte, las asimetrías y desigualdades en poder económico y político, y en capital cultural sesgan
de manera severa, a quienes no tienen voz o la poseen estructuralmente débil, la posibilidad de
hablar a la ciencia.
Aparece uno de los problemas centrales en el contexto latinoamericano, que desde el plano
económico del enfoque de la política de CTeI de la CEPAL se expresa en una débil demanda de
conocimiento avanzado; que se nutre de un problema político: el muy escaso número de
interesados que apoyan la CTeI, debido a que perciben más impactos y más rápidos de otras
inversiones en comparación con las de CTeI, -falla de Estado denominada “inconsistencia
dinámica”.
Cómo las políticas de innovación -como políticas sociales- pueden superar esos dos tipos de
problemas ?: se sugiere considerar que la demanda social (latente) por CTeI es elevada, y que se
necesita el apoyo estatal para satisfacerla. En otras palabras: se sugiere que, en la
consideración de escenarios estratégicos, la política de CTeI asuma problemas de la agenda
social (salud, vivienda, discapacidad, nutrición) con lo cual tiene la posibilidad de relacionarse
con una legítima demanda y lograr respaldo político.
Si la inversión en CTeI para resolver demandas sociales es factible y visible, abre la puerta para
la inversión en lo económico, con efectos en lo cultural.
Hasta aquí se percibe que una diferencia de contexto con los Países Avanzados: en ellos existe
demanda firme de conocimiento avanzado y capacidades más o menos suficientes para
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satisfacerla; existen demandas privada y social. Y un respaldo político, y es parte de la cultura
ciudadana. Aquí es muy diferente la realidad.
Círculo vicioso entre la muy baja demanda de conocimiento, precaria legitimidad política y
social, y bajo nivel de progreso
Con una visión más amplia proponemos esta definición del problema de este círculo vicioso:
Existe una débil demanda de conocimiento –avanzado y tradicional- desde los sectores
productivos y sociales, por causas económicas, políticas y culturales, que, a su vez, no legitima
ni justifica un mayor esfuerzo en generarlo, lo que mantiene el estancamiento del sector
productivo y social.
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Entre las causas estructurales de la baja demanda de conocimiento cabe citar de manera
resumida: 1) historia del desarrollo institucional desde la Colonia; 2) el tipo de inmigrantes y sus
capacidades; 3) sui generis asimilación superficial de la racionalidad de la ciencia moderna a la
manera de una “revelación” de índole religiosa, prevaleciendo el dogmatismo antes que los
valores y práctica de la ciencia; 4) La política pública y la práctica “danzan”, en los últimos 25
años, con modelos teóricos como el Consenso de Washington que consideran que el
conocimiento es accesible y poco costoso al nivel internacional y que otorgan más importancia
a otros factores de insumo y de resultado. 5) el patrón de especialización productiva es de tipo
tradicional y no demanda conocimiento; 6) cultura universitaria distanciada del sector
productivo; 7) Debilidad del compromiso político con el impulso a la ciencia y la innovación; 8)
Desconocimiento de la causalidad entre ciencia, tecnología, innovación, educación, desarrollo
productivo y social.
Otro problema que se justifica tener presente, y que se relaciona con el círculo vicioso que se ha
planteado, es el de la desigualdad del conocimiento, que se describe en las grandes brechas en
la producción científica en relación con el exterior –América Latina y el mundo-, y al interior de
Colombia con su concentración en algunas ciudades.
Esto implica varias diferencias con los países desarrollados en los cuales existe una demanda
privada y pública por conocimiento avanzado, distribución amplia de capacidades para la ciencia
y la tecnología, una producción muy apreciable de conocimiento, un desarrollo productivo
diversificado y sofisticado, grupos políticos y de interesados que gestionan apoyo para la
innovación y la ciencia, todo lo cual fortalece la estructura productiva y la oferta de servicios
públicos, y ello legitima y justifica mayor demanda y oferta de conocimiento avanzado.
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4. LAS TRANSICIONES PROFUNDAS
La conceptualización de las transiciones profundas debe, en primer lugar, tener en cuenta una
narrativa con tres niveles de agregación: el primero es el análisis de cómo los sistemas socio
técnicos emergen, crecen, maduran, declinan, y cómo se realiza un cambio de un sistema a
otro; ejemplos de este enfoque son: Sistemas Técnicos Amplios (Hughes) y la Perspectiva
Multinivel (Geels, Grin). El segundo es el análisis de sistemas socio técnicos múltiples que
emergen, crecen, interactúan, maduran y declinan, demostrando patrones históricos con
regularidad y de largo plazo; ejemplos de este enfoque son: la tésis de la Revolución del Control
(Beniger), el concepto de las Épocas de la Tecnología (Misa) y el marco de los Paradigmas Tecno
económicos, cuyos ejemplos son: Freeman y Louca, y Pérez. El tercero, es el análisis que busca
identificar las características generales de modernidad industrial con el fin de sustentar que los
desarrollos de las décadas recientes dan cuenta de un cambio decisivo con respecto a ella;
ejemplos de este enfoque son: el trabajo de Giddens sobre modernidad y auto identidad, y el
marco de la sociedad en red (Castells).
Sin embargo, lo que falta en la literatura actual es cómo esas tres narrativas se relacionan entre
sí. El marco conceptual de la Transición Profunda apunta a establecer conexiones explicitas
entre las tres narrativas.
Uno de los rasgos distintivos de este marco conceptual es el énfasis en las interacciones
endógenas y coevolutivas entre conjuntos de sistemas socio técnicos que moldean las
continuidades de largo plazo y la direccionalidad de la modernidad industrial en general.
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4.1 Paradigma Tecno económico
Este concepto está relacionado con el de revoluciones tecnológicas, RT, definidas como un
poderoso y visible conjunto de tecnologías, productos e industrias nuevas y dinámicas, capaces
de sacudir los cimientos de la economía y de impulsar una oleada de desarrollo de largo plazo,
que en promedio se extiende durante medio siglo. Una RT –que se denomina también oleada-
comprende una constelación de innovaciones técnicas, la cual suele incluir un insumo de bajo
costo y uso generalizado, además de nuevos e importantes productos y procesos y una nueva
infraestructura.
Los paradigmas tecno económicos proveen una meta rutina para la aplicación de nuevas
tecnologías en industrias nuevas y antiguas; operan como mecanismos de coordinación
generando interconexiones entre tecnologías e industrias. Cada revolución cambia el paradigma
tecno-económico que guía la innovación y determina la competitividad.
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Periodos de las Revoluciones tecnológicas
DESPLIEGUE MADUREZ-
DECLINACIÓN
Revolución anterior
Revolución siguiente
GESTACIÓN INSTALACIÓN
Estamos
aquí
El conocer estas regularidades y el carácter del paradigma
ayuda a vislumbrar las oportunidades tecnológicas de futuro
El tema se empezó a abordar en el numeral 1.1. Aquí se subraya el hecho que este enfoque
explica no solo si ocurren las transiciones, sino cómo se dan en sistemas socio técnicos
individuales (gráfico siguiente).
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Perspectiva Multi nivel en las Transiciones socio técnicas
Schot sustenta varios caminos en los cuales la PML puede complementar el PATE: 1) la PML
incluye una selección más amplia de actores: no sólo los propietarios de capital financiero y
productivo –los actores centrales en el PATE-, sino los científicos, ingenieros, gestores de
política, beneficiarios, medios de comunicación, movimientos sociales, entre otros; 2) la PML no
solo reconoce el conflicto y el debate involucrados en los cambios de régimen, sino que
también se han dado los pasos iniciales para conceptualizar este proceso de cambio. 3) aunque
la PML ha sido criticada por abordar el “panorama” como una categoría residual, comparada
con el PATE, provee algunos conceptos sobre el impacto de las macro tendencias y los eventos
sobre la evolución de sistemas socio técnicos específicos. 4) la PML es mucho más sensible al
tema de la variedad, tal como se expresa en el concepto de nichos. En consecuencia,
comparada con el PATE que asume un proceso más bien simple en la substitución de
paradigmas, la PML intenta abordar la aparición y desaparición, y la competencia entre una
variedad de paradigmas durante cada cambio.
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Se reconoce que la PML continua a mostrar dos debilidades: 1) la gran mayoría se enfoca en
transiciones de sistemas socio técnicos específicos, y pocos estudios han explorado de manera
explícita interacciones entre varios regímenes. 2) tanto en la PML y en el PATE, su interés está
en los desarrollos a lo largo del tiempo, en tanto que la dimensión espacial de las transiciones y
de las RT no se han conceptualizado de manera explícita. Schot ha introducido la noción de
acoplamiento estructural y funcional como un posible camino para establecer vínculos entre los
regímenes, usualmente en ubicaciones espaciales, como el Estado Nación. Y, dado que se
mencionado poco a los actores involucrados en este proceso, se resalta el rol de las
organizaciones internacionales y transnacionales que son responsables de desarrollar
estándares, facilitan el aprendizaje mutuo, y facilitan entrenamiento y desarrollo de
competencias.
En la tabla siguiente se observan las similitudes conceptuales entre los dos enfoques,
principalmente los paradigmas tecno económicos pueden ser vistos como mecanismos
conectores de regímenes socio económicos individuales y entre estos y el panorama. Un
paradigma que es compartido por varios regímenes puede ser entendido como un régimen de
regímenes, es decir como un meta régimen; este concepto concuerda con el de meta rutinas de
la PML.
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4.4 Hacia un marco conceptual de las Transiciones Profundas: combinando PATE y PML
Durante la etapa de irrupción compiten entre sí los regímenes establecidos y los emergentes
que desembocan en transiciones –o en transiciones fallidas-, resultados que se pueden analizar
en términos convencionales de la PML. Conflictos profundos se pueden desarrollar entre
actores de un régimen y de un nicho, y también entre actores que promueven diversas
innovaciones de los nichos; a través de estas transiciones los futuros paradigmas tecno
económicos empiezan a surgir.
Schot y Kanger proponen que hacia el final de la etapa de irrupción y el comienzo de la etapa de
frenesí, varios paradigmas potenciales inician a difundirse mediante dinámicas multi régimen. A
medida que los propietarios del capital financiero dirigen inversiones hacia nuevas tecnologías e
industrias, los actores de los nichos aceleran el desarrollo de nuevas tecnologías y las asociadas
mejores prácticas mientras que los actores de régimen empiezan a dudar si los sistemas
dominantes tienen un futuro brillante. Es importante resaltar de nuevo el amplio rango de
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posibles actores que incluyen a empresas, inversionistas, usuarios, movimientos sociales,
grupos cívicos, ciudades y varias agencias gubernamentales.
La situación se resuelve en el intervalo de reacomodo, puesto que hasta ese momento hay una
variedad de PATEs y por lo tanto, varias posibles direcciones en las cuales una nueva oleada se
puede desarrollar. Sin embargo, la explosión de la burbuja especulativa alrededor de las nuevas
tecnologías y las industrias nacientes motivará a los países líderes a crear mejores condiciones
regulatorias. Esto, combinado con la irrupción de presiones adicionales del panorama o entorno
socio técnico, tales como la acumulación de una prolongada tendencia que alcanza un umbral
crítico –el cambio climático por ejemplo-, hace que las percepciones de varios actores se dirijan
hacia una dirección similar; por ello en adelante se puede empezar a hablar de la existencia de
el paradigma tecno económico dominante asumido por los países líderes y que ofrece
direccionalidad a través de muchos sistemas socio técnicos. Otros países se sienten forzados a
lograr el alcance –catchup-; los paradigmas alternativos no desaparecen completamente:
pueden permanecer como ganadores en regímenes específicos o revertir al status de nicho,
esperando re emerger en la próxima oportunidad deseada.
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alternativas tales como la movilidad colectiva, energía, vivienda, prácticas de lavandería y cocina
se abandonaron.
En la etapa de madurez el efecto directo de estructuración por parte del paradigma en relación
a los regímenes y nichos está al máximo. Sin embargo, a medida que su potencial comienza a
agotarse, comienzan a aparecer nuevos problemas y oportunidades que no se pueden abordar
totalmente extendiendo la lógica del paradigma dominante. El escenario se plantea por otra
oleada, frente a la cual los propietarios de capital financiero están listos para cambiar sus
inversiones. Pero esta pérdida de visibilidad e impacto directo no significa que la oleada
dominante pierde su impacto. Schot y Kanger plantean que, por el contrario, al inicio de la
etapa de madurez, la oleada progresivamente se convierte en parte del panorama mismo, como
estructuras ideológicas y materiales muy profundas, expresadas en infraestructuras, patrones
espaciales de urbanización o amplias redes de rutinas cuotidianas.
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4.5 Las transiciones profundas como continuidades entre oleadas
Schot y Kanger proponen las siguientes similitudes compartidas por cada oleada hasta el
presente: 1) crecientes requerimientos de recursos, incluida una fuerte dependencia de
combustibles fósiles; 2) creciente rol de las tecnologías en sistemas de producción que
conducen a incrementos de productividad, a una escala creciente, propósito y de interconexión
de infraestructuras tecnológicas que apoyan el funcionamiento de modernas sociedades pero
que incrementan el riesgo de falla sistémica; 3) enraizamiento profundo de actitudes y
creencias acerca de nuestro entorno socio material tales como: percepción instrumental de la
naturaleza como un recurso que debe ser guiado, controlado y manipulado a través de la
ciencia y la tecnología con pequeñas preocupaciones sobre los consiguientes efectos
ambientales; 4) relaciones especificas entre ciencia, tecnología, innovación y gobernanza:
concibiendo la ciencia y la tecnología como bienes públicos, los cuales lograrán crecimiento
económico y que por ello merece inversión por parte del Estado. Sin embargo, los resultados de
dicha inversión pueden ser apropiados por el sector privado bajo la rúbrica de la innovación.
Con base en las anteriores observaciones se sugiere que la trayectoria de la Primera Transición
Profunda se estableció en la primera oleada de manera holgada, en tanto que cada una de las
sucesivas oleadas la complementó pero también la fortaleció y profundizó de manera particular.
A ello se sigue que –excepto para la primera oleada- cada vez el paradigma tecno económico
maduro empieza a agotarse y aparecen nuevos, y la selección entre paradigmas competidores
de manera creciente se sesgó hacia ciertas opciones. Ello sucedió debido a que el efecto
estructurante de las oleadas previas, que se había sedimentado, se convirtieron en parte del
panorama socio técnico, y, en consecuencia, también hacen parte del entorno de selección. El
resultado eventual, una nueva oleada o revolución tecnológica, significó, al mismo tiempo, una
notable ruptura en comparación a la anterior, pero también no una desviación completa de la
lógica subyacente a la Primera Transición Profunda.
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Efecto acumulativo de las grandes Oleadas de Desarrollo:
Con miras a sustentar un cambio en este proceso de profundización que densifica el panorama
socio técnico, se introduce una distinción entre los límites –biofísicos- absolutos y relativos de
cada oleada.
Aquí se trabaja con la noción de anomalía presuntiva definida como el supuesto de que una de
dos: bajo algunas condiciones futuras, el sistema convencional fallará o funcionará mal o que un
paradigma radicalmente diferente lo hará mucho mejor o hará algo completamente nuevo.
Puede ser conveniente pensar que cada oleada es un conjunto de capacidades que solo pueden
lograr un cierto monto de resultados, dadas las necesidades y objetivos de los actores que las
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utilizan. Pero que dichas necesidades y objetivos no son exógenos a la oleada sino construidos
durante su desarrollo. En otras palabras, en tanto cada oleada abre de manera genuina nuevas
posibilidades también redefine los límites de lo posible.
Los límites de la oleada se refieren a los límites relativos a las expectativas de los actores
beneficiados. Es la amenaza percibida de alcanzar esos límites lo que históricamente ha
conducido a nuevas oleadas. A la luz del marco del PATE, éste puede ser criticado por
focalizarse solamente en una única manera en que esos límites relativos puedan percibirse –el
agotamiento del paradigma dominante como un incentivo para los dueños del capital financiero
para buscar nuevas oportunidades de inversión. Schot y Kanger sugieren ampliar esta noción
incorporando otros tipos de límites percibidos más allá de los económicos, por ejemplo las
crecientes preocupaciones acerca de los impactos ambientales acumulativos o preocupaciones
sobre la desigualdad y el bienestar humano, reflejados, por ejemplo, en los 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenible.
Con el criterio de que todavía el futuro se debe forjar, se aclara que ello no significa que todas y
cada una de las rutas de futuro tienen la misma probabilidad de ocurrencia, dado que las
posibilidades de los actores para ejercer su agencia se ven considerablemente restringidas por
los resultados socio materiales de la primera Transición Profunda.
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peligro que socavará las condiciones sociales, políticas y ecológicas sobre las cuales aquella se
sustenta, elevando fuertemente la probabilidad de estancamiento económico, creciente
desigualdad social, conflictos relacionados con recursos, desastres naturales recurrentes y
migración forzada.
El avance sobre el enfoque de las Transiciones Profundas requiere la realización de una agenda
de investigación que incluye estas líneas: 1) detección de Transiciones Profundas; 2) mayor
elaboración de un marco conceptual; 3) ampliación del análisis de los periodos de reacomodo;
4) El uso combinado de escenarios socio técnicos cualitativos y modelación cuantitativa para
probar los posibles futuros de los cuales haría parte la segunda Transición Profunda.
Una primera aproximación a una nueva generación de políticas las concibe tanto como algo que
está ocurriendo y que se configura como una promesa de futuro. De otra parte, se concibe a los
Grandes Desafíos como transformativos en el sentido que forman parte de amplios desarrollos
de la sociedad más que debates para definir prioridades en las políticas de CTeI vigentes. El
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énfasis se pone en las opciones y en las limitaciones de la gobernanza de la CTeI más que en
instrumentos específicos de política.
Entre los cambios en marcha se destaca, en primer lugar, la manera en que nuevos actores
aparecen en los debates y espacios públicos, y la emergencia de nuevos espacios. Se subraya
que los procesos de agencia no son centralizados sino distribuidos y orientados por
emprendedores institucionales, incluyendo organizaciones de la sociedad civil. La agencia
distribuida es más compleja debido a nuevas modalidades de corporativismo.
En segundo lugar, se subraya la direccionalidad explícita que requiere ir más allá del
planteamiento clásico de gobierno y actores interesados, y las rutinas de definición de las
agendas. La direccionalidad se convierte en estrategias de facto más que estrategias
intencionadas, tales como en los países Nórdicos, a través de un “corporativismo creativo” que
estimula la coordinación institucional.
En tercer lugar, se subraya la coordinación horizontal, que implica tener mutuamente en cuenta
las acciones de los demás y ajustar las propias de manera proactiva, creando las bases para la
acción concertada. La concertación se puede considerar como una modalidad de gobernanza
más amplia y diversas variedades de cooperación en las economías capitalistas.
Estas formas nuevas de estrategias de facto son muy específicas a países desarrollados, que se
derivan de procesos históricos en tejidos institucionales, económicos, culturales específicos y
diferentes a los nuestros. Por ejemplo, el significado y alcances del concepto y proceso del
corporativismo en países específicos, y el denominado “corporativismo creativo”, son diferentes
a conceptos denominados de la misma manera en nuestros países, o incluso, no existen.
Estrategias análogas podrían requerir, para el caso de los países en desarrollo, transitar por
unas etapas previas que implican capacitación, compromiso y desarrollo de espacios de
deliberación pública. De otra parte, en América Latina el nivel de capacitación y de conciencia
para abordar estos temas es diferente, y cabría preguntarse por las diversas opciones para
abordar los Grandes Desafíos, que no impliquen reproducir caminos recorridos por países
desarrollados.
En cuanto al abordaje de los Grandes Desafíos se plantea que éstos deben ser concebidos como
misiones de fin abierto, misiones que tienen que ver con un sistema socio-económico como tal
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y que requieren su transformación. Se destaca que los Grandes Desafíos, tienen relación con
elementos y fuerzas heterogéneas, y que las percepciones de los problemas difieren a través de
los diversos grupos sociales; se pueden observar tendencias de innovación y novedad pero
también procesos de captura y cooptación, todo lo cual no puede ser motivo de desilusión sino
que se requiere una siguiente generación de políticas.
Se realiza la precisión que la misión de fin abierto no se limita a los Grandes Desafíos, lo cual ha
originado el concepto de “gobernanza tentativa” con el fin de dar cuenta de enfoques
provisionales, flexibles, revisables, dinámicos y abiertos que incluyen experimentación,
aprendizaje, reflexividad y reversibilidad.
La mayor y más profunda implicación es que las transformaciones en curso, y el rol que
“nuestro” abordaje –uno de sus líderes es Khulmann- juega en aquellas, se debe reflejar y
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actuar en dichas transformaciones. Dicha reflexividad es un elemento clave de la siguiente
generación de políticas.
6. REFLEXIONES
Cualquier marco de conocimiento debe considerar como un hecho problemático real el círculo
vicioso que se ha descrito, so pena de dejar al azar la elaboración de unas rutas de cambio que
dinamicen la demanda de conocimiento. Dichas rutas de cambio deben propiciar, en primer
término, la germinación y el crecimiento de los sectores productivo y social basados también en
la ejecución creciente de actividades de CTeI; en realidad, el sector productivo colombiano no
es innovador y utiliza muy poco conocimiento, y si no se producen cambios la situación tiende a
mantenerse, -ello se deriva del modelo de desarrollo económico adoptado. El cambio tiene
como propósito una apropiación del conocimiento generado en Colombia y en exterior, y de su
germinación y crecimiento, con criterios de desarrollo sostenible más que un cambio
transformativo inmediato, ya que la situación colombiana y de muchos países de América Latina
es de “estancamiento en el pasado”. Esto implica, en un primer momento, la adopción y
apropiación, vía la transferencia, de tecnologías limpias maduras.
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La opción por iniciar un cambio profundo a partir de la institucionalidad, con una visión integral,
se justifica como un experimento de amplia escala, basada en investigación acerca de la
importancia de la institucionalidad (Acemoglu, Robinson) en el éxito de los países, y dados los
modestos e insuficientes resultados, en América Latina y en Colombia, en el último cuarto de
siglo, de la experiencia de modernización enfocada en aspectos como la integración comercial,
el control de variables macroeconómicas, y el adelgazamiento del Estado, -Consenso de
Washington.
Dicho arreglo institucional debe, teniendo en cuenta un concepto amplio de conocimiento –CteI
y conocimiento tradicional-, propiciar tanto una amplia y profunda participación de la
ciudadanía en las decisiones y en las actividades de CTeI, como la amplia distribución de los
beneficios de la aplicación de conocimiento. Hay que resaltar que la participación real de la
ciudadana en los beneficios del conocimiento requiere de la creación y fortalecimiento de
capacidades humanas, y en particular, el fortalecimiento de la educación superior y la
ampliación de su acceso.
Con relación a una alternativa de estrategia enfocada a superar este círculo vicioso, es preciso
resaltar la necesidad de lograr unas mezclas nuevas y sistémicas entre las políticas de CTeI,
políticas sociales y de desarrollo productivo, que incluyan al campo social como un espacio para
transformar su considerable demanda latente de conocimiento e innovación en demanda real,
con miras a legitimar la aplicación de conocimiento mediante resultados e impactos positivos,
posibilitando la emulación por la innovación de parte de otros actores, incluido el
empresariado, desencadenado un círculo virtuoso entre crecimiento de la demanda de
conocimiento, impulso a la generación de éste, positivos impactos en los sectores sociales y
productivos, legitimidad creciente del esfuerzo por generación de conocimiento, y así
sucesivamente.
Si bien son muy valiosos los planteamientos sobre las políticas de CTeI y los Grandes Desafíos,
los esquemas de gobernanza en Colombia deben anclarse en la historia de la conformación del
Estado, el desarrollo institucional especifico, con miras a, si fuere del caso, adaptar la propuesta
de gobernanza tentativa, de la cual sí existe justificación de asumir la propuesta del rol del
Estado como legitimador del proceso de participación y de cambio, la reflexión periódica y
suficiente sobre el avance y limitaciones de la Agenda de Desarrollo Sostenible, y como vínculo
en la toma de decisiones democráticas.
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De manera previa se requiere subrayar que el marco 3 está en construcción, y que, como se ha
visto en el numeral 4.2, demuestra unas debilidades en cuanto a que se ha centrado en la
explicación de las transiciones de los regímenes socio técnicos individuales, escasa investigación
sobre las relaciones y vínculos entre aquellos, y en un tratamiento más bien débil de la dinámica
del panorama socio técnico. De ahí la importancia, en primer lugar, de ampliar el ámbito de
análisis hacia las relaciones entre los diversos regímenes socio técnicos y, en segundo lugar,
profundizar en el tema de los panoramas y sus relaciones con los regímenes y los nichos. Para
todo esto es muy importante el trabajo en marcha sobre el modelo conceptual de las
Transiciones Profundas.
Desde el punto de vista técnico sería posible adaptar las acciones de búsqueda, la
experimentación y el aprendizaje, aplicando mecanismos de previsión con el fin de anticipar los
efectos de los cambios.
3
Cabe observar la gran sensibilidad política de este tema en los asuntos de salud: control de precios de
medicamentos, y la opción de decretar licencias obligatorias para el caso de los medicamentos contra la
hepatitis C, por ejemplo, que han suscitado fuerte oposición por parte de empresas transnacionales y
gobiernos extranjeros, incluso en la actualidad.
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configuración de los sistemas requiere de capacidades nacionales que en la actualidad son muy
débiles o inexistentes, en nuestro caso se trataría más bien de transformaciones graduales; en
tercer lugar, el diseño de mecanismos para lograr una disrupción en los sistemas vigentes
implica contar con una institucionalidad fuerte y adecuada al contexto, de nuevo, con
capacidades disponibles, y con respaldo político y ciudadano, elementos todos que en nuestro
caso colombiano son débiles y casi inexistentes.
Aplicando los conceptos de Geels y Schot, en Colombia estamos en una fase de reproducción, y
agrego: indefinida, cuya superación requiere de inmediato estrategias para motivar una
demanda real de conocimiento e innovación y lograr, con legitimidad creciente, una
germinación y florecimiento del conocimiento, alcanzando un umbral de dinamismo virtuoso
que permitan la emergencia de rutas de transición socio técnicas.
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diversos y emergentes valores, ideologías, innovaciones, alianzas público-privadas, que pueden
tener su centro de irradiación en países en desarrollo. Ello implica reconsiderar el concepto de
alcance (catch-up) por otro que incluya valores relevantes a nuestro contexto, basado en el
concepto de desarrollo humano, que relieve, además, la importancia de la innovación y la
tecnología, no necesariamente de punta aunque limpias, la participación ciudadana real en la
gestión del conocimiento y en sus beneficios, la autogestión comunitaria, entre otros asuntos.
La necesaria vinculación de la ética con la ciencia, con miras a fortalecer una visión positiva de
ella, a través de principios como el de responsabilidad, el principio teórico, y el de la razón
práctica, que parcialmente coinciden con el concepto de responsabilidad de la investigación y la
innovación (Owen, Macnaghten, Stilgoe), encuentra en el desarrollo del modelo conceptual de
las Transiciones Profundas una sustentación importante. El modelo de las Transiciones
Profundas permite percibir los distintos escenarios en los que participa la CTeI y algunos de sus
efectos, facilitando la aplicación del principio de la razón práctica asumiendo el sentido de
responsabilidad para orientar de manera propositiva el desarrollo de la ciencia, con el fin de
contribuir al proceso modernizador, pero también para “integrar cada vez más razonablemente
los aspectos del desarrollo material del mundo de la vida con los aspectos culturales, éticos y
políticos de la sociedad civil” (Hoyos).
Referencias
Arocena R., Sutz J., Innovacion y democratizacion del conocimiento como contribucion al
desarrollo inclusivo, 2013
Arocena, Sutz, Science, technology and innovation for what ?, Research handbook on
innovation governance for emerging economies, Kuhlmann-Ordoñez, 2017.
Geels, Frank W., Schot, Johan, Typology of sociotechnical transition pathways, 2007.
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Kuhlmann-Ordoñez, Research handbook on innovation governance for emerging economies,
EE, 2017.
Pérez, Carlota, Revoluciones Tecnológicas y Capital Financiero, Siglo Ventiuno editors, 2006.
Stefan Kuhlmann and Arie Rip, Next-Generation Innovation Policy and Grand Challenges, 2018
Schot, J., Kanger, L., Deep Transitions: Emergence, Acceleration, Stabilization and Directionality,
SPRU, 2016
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