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Como bien sabemos, “en la guerra todo se vale”, esto es totalmente cierto y por tal motivo se

crearon unas leyes que protegen a las personas o por así decirlo humanizar la guerra, como
consecuencia de la creación de estas leyes para la mediación de actos ilícitos de la guerra, se
han visto involucrados muchas personas en actos del servicio que han cometido por no tener
muy claro cómo manejar los actos morales que van ligados con el DIH

Eso de no tener claro como manejar los asuntos o sus actos morales no va muy ligado al caso
pero, si nos ponemos a reparar el porque en el conflicto actual que mantiene Colombia con los
grupos organizados al margen de la ley, se sigue viendo la violación de estas normas de DIH,
diría que es por el entrenamiento al que se someten los combatientes colombianos que su
única misión es la de acabar con la vida del enemigo, y aparte de eso hay que sumarle todos
los años que llevamos en conflicto con nosotros mismo y cuando se nos presenta la
oportunidad en combate de por fin abatir al enemigo, acabar con su vida, nos vemos
sumergidos en una impotencia total, al no poder hacer justicia con nuestras manos, el hecho
de acabar con la vida del enemigo y saber que esa persona no le va a hacer daño a nadie mas y
la justicia se va a ahorrar tanto papeleo y bobadas; esto es lo que muchos quieren que sean los
combates, sin normas que digan que esta permitido o no, pero ya no es así.

Si miramos con atención, hoy en día hay que respetarle la vida al enemigo, y si está herido
atenderlo y mantenerlo con vida, hasta que lo judicialicen de manera legal como la norma lo
dicta, el problema de esto es que la manera como la justicia colombiana maneja y procesa a
los criminales es absurda, porque por todos los crímenes que pudo haber cometido una
persona, no importa cuantos hallan sido, ni de cuantos se le acusen como culpable; si se tiene
un buen abogado y buenos contactos e influencia, no pasara mas de 20 años en la cárcel, y eso
sin contar las mil y un maneras de disminuir la condena.

Con esto vemos dos caras de la moneda, matarlo y hacerle un favor a Colombia pero violar los
derechos humanos cometiendo un acto amoral comprometiendo su carrera y futuro, o dejarlo
vivir cumplir con sus derechos, y que en un par de años salga libre otra vez a delinquir,
dañando cada vez más al país y sumiéndolo más en la delincuencia.

Lo que acabe de hablar no es nada menos que como aplicamos el principio básico de el DIH, es
uno de los mas importantes, el principio de humanidad

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