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Discurso histórico: mezcla de fastidio y silencio. La determinación del objeto, de sus propiedades,
de sus límites ha declinado.
Tesis: Fin de la historia: Ninguna configuración estatal podía ir más allá de la democracia
parlamentaria. La tesis se refería no al objeto de la disciplina historia sino a la serie de procesos
sociopolíticos en curso.
* Fin de la hegemonía de la categoría historia como modo general de inteligibilidad del ser.
* Fin de la posibilidad de la categoría historia como condición fundante del discurso histórico.
¿Parámetros de consistencia del objeto de la disciplina historia? Respuesta standard: Cuando las
evidencias del pasado no alcanzan, la disciplina tiene su objeto y la consistencia está asegurada
por la práctica de los historiadores. La evidencia de la práctica sustituye a la reflexión teórica.
Prácticas historiadoras: una consistencia evidente pero no transmisible, está demasiado cerca del
secreto. Si el abandono del problema formal del objeto ha cedido el lugar a las prácticas
historiadoras, se abren dos posibilidades: -que la serie de principios que organizaban la auto
representación hayan sido abandonados en las prácticas, esto es, que su sustento se ha
sustraído del sitio en que la representación lo esperaba.
-Por otro lado es posible que las practicas historiadoras consistan de otro modo que el postulado
por la representación habitual, estamos ante una práctica que aún no ha generado mediante una
reflexión explícita, los cánones que rigen su racionalidad.
Ausencia de una reflexión de la racionalidad específica de esas prácticas historiadoras, por eso
esa mezcla de fastidio y silencio. Silencio porque aún no ha sido elaborada la respuesta y fastidio
porque hay que seguir recurriendo al expediente de unas definiciones que ya no encauzan las
prácticas del campo historiador.
Los principios que organizaron la consistencia del objeto del discurso histórico, son los de la
problemática racionalista de la historia y que la llevaron a establecerse como ciencia.
El problema del objeto del discurso histórico: las polémicas en torno a las exigencias de
cientificidad y a las exigencias de una teoría para un objeto rigurosamente delineado. La historia
entonces, campeaba en el centro de la racionalidad contemporánea.
Lo que estaba en cuestión, no era la posibilidad de una historia científica, sino la doctrina o la
escuela que la llevarían al sitial esperado. Lo que estaba en disputa era la respuesta de qué
teoría, qué modelo, qué método, qué escuela podría satisfacer esas exigencias epistemológicas
de cientificidad. El materialismo histórico marxista y sus matrices funcionalistas, estructuralistas y
dialécticas se ofrecían como principios formales capaces de dar a la doctrina sobre la naturaleza
de las sociedades y sus procesos históricos, la consistencia formal requerida.
Godelier se proponía mostrar como el marxismo constituía el modo adecuado de abordar la
historia de forma científica. La intervención de Godelier ocurre en una coyuntura teórica decisiva
para el discurso histórico y a partir de entonces, la práctica comenzó a quedar disociada de su
representación.
Posición de Godelier respecto de las potencialidades del marxismo en relación con la historia: el
materialismo histórico constituye una teoría de la sociedad, haciendo posible el descubrimiento de
la forma y los mecanismos de la causalidad jerarquizada y la articulación de sus niveles internos,
demostrará el marxismo su capacidad de ser el instrumento de una verdadera ciencia de la
historia.
Para ser una ciencia de la historia, el marxismo debía ser una teoría de todas las sociedades, no
solo del capitalismo y también una teoría del pasaje de un tipo de sociedad a otra. La misión del
investigador marxista tenía que ser la búsqueda de leyes.
Esas leyes generales eran anunciadas como las unificadoras de un campo que se presentaba
como organizado a partir de dos preguntas de índole diferente. Una pregunta por el modo de
funcionamiento de la sociedad, la otra por el pasaje de una sociedad a otra. Y si la reducción es
posible, no basta con suponer que explicando los mecanismos de la reproducción del sistema por
consiguiente también quedan aclaradas las razones de su no reproducción. Reproducción y no
reproducción constituyen un par de opuestos, esto es una situación complementaria: dos partes
de lo mismo, la unidad queda asegurada.
¿En qué condiciones teóricas dos problemas de distinta índole pueden ser postulados como dos
aspectos de lo mismo? ¿Qué ideal de ciencia está operando en esta suposición? ¿Cuáles son las
fuerzas que sostienen este ideal?, etc.
El discurso histórico cumple con una condición exterior asumida como interna que es la
hegemonía de una filosofía que impone un ideal de cientificidad a las disciplinas sociales.
A dos problemas diferentes se les da la misma respuesta porque el discurso histórico bajo presión
de la unidad de objeto supone que los dos, por pertenecer al mismo campo, tienen que estar
estructurados por el mismo principio explicativo, por ende, todo lo que suceda, será bajo la
permanencia inquebrantable de ese principio. La causa de todos los cambios y permanencias, es
una permanencia de base. En esta línea, los cambios solo pueden ser puramente cuantitativos:
pasaje de lo que estaba en germen a lo que está pleno, por eso en el paso de una sociedad a
otra, el cambio radical desaparece, queda disuelto en los pasos graduales de una continuidad
asegurada.
Esa presión filosófica sobre la práctica historiadora se nutre de 3 antecedentes discursivos para
unificar y sistematizar el objeto de la disciplina:
* La decisión antigua de privilegiar la permanencia sobre el devenir: La doxa (tipo de saber
subvaluado) consiste en el saber de las apariencias y como el devenir es pura apariencia, todo
saber del devenir será meramente dóxico. No tendrá jamás rango de episteme. La episteme
constituye un grado superior de conocimiento, conocimiento de lo estable, de lo inmutable. Así el
platonismo piensa lo social bajo el régimen de permanencia.
* La decisión contemporánea de asumir la unidad del ser y el devenir bajo la forma de progreso:
El ideal de progreso, suplementando la exigencia moderna de pensar lo social bajo el principio de
razón (principio de evolución). La evolución exige el pasaje ascendente de lo que era en potencia
a lo que debe ser en acto. El progreso era el mecanismo de inclusión y abolición de la alteridad.
Bajo la presión de la representación filosófica del ideal de ciencia tomado de la física, se impone
la exigencia de pensar la permanencia bajo la hegemonía del principio de razón. Y bajo la
asunción contemporánea del devenir evolutivo, se impone la exigencia de pensar el principio de
razón bajo las especies del progreso.
Contrastada contra su ideal, la situación efectiva del discurso histórico siempre presentó sus
diferencias. Esas diferencias se pensaban como debilidades o deficiencias, etapas necesarias
para la cientificidad ideal.
O bien se asume ese desfasaje entre ideal y práctica efectiva como fortaleza o se continúa
asumiéndolo como debilidad. En general, la comunidad de historiadores se ha inclinado por esta
segunda alternativa.
El discurso histórico comenzó a desviarse de la reproducción fiel del sentido de la historia debido
al determinismo ideológico de los años 60 y 70 y se propuso la vuelta a un empirismo sin
contaminación ideológica. El empirismo actual se refugia en los hechos pero no reniega de la
concepción de la historia como una totalidad, solo resulta una versión atomista enclavada en la
misma problemática.
¿Qué es lo que ha vuelto imposible la existencia de una teoría unificada de la historia? No hay
posibilidad de que el campo, el supuesto objeto quede definido por una propiedad formal
integradora. Es que no existe una lógica única para la integridad del objeto pasado.
Así se remite la existencia del objeto, sólo a la evidencia de un pasado innegable y de una
disciplina dedicada a su estudio.
¿Cómo queda situada la actividad teórica en el campo del discurso histórico una vez que se ha
desvanecido la posibilidad del objeto unificado? Con la disolución del objeto unificado, lo que
emerge como ámbito pertinente para la práctica historiadora es el campo de intervención. Pero la
delimitación del campo depende de la potencia y de la estrategia de cada intervención y ya no del
principio de unicidad del objeto. Cada intervención de la práctica historiadora determina qué
prácticas son relevantes para su análisis.
Soberano
Disciplina
Biopoder
El conjunto formado por medicina e higiene será en el siglo XIX un elemento muy importante. La
medicina es un poder-saber que actúa a un tiempo sobre el cuerpo y sobre la población, sobre el
organismo y los procesos biológicos, que tendrá efectos disciplinarios y efectos de regulación.
El elemento que circulara de lo disciplinario a lo regulador será la norma. La norma es lo que
puede aplicarse a tanto el cuerpo que se quiere disciplinar como a la población que se quiere
regularizar.
Nos vemos entonces ante un poder que tomo a su cargo el cuerpo y la vida, o si se quiere, que
tomo a su cargo la vida en general constituyendo 2 polos: uno en la dirección del cuerpo, otro en
la dirección de población.
Es una tecnología de poder que tiene como objeto y como objetivo la vida, un poder que consiste
en hacer vivir ¿Cómo puede dejar morir? Aquí interviene el racismo.
Pero ¿Qué es el racismo?
En primer lugar, es el modo en que, en el ámbito de la vida que el poder tomo bajo su gestión, se
introduce una separación, la que se da entre lo que debe vivir y lo que debe morir. Sera un modo
de fragmentar el campo de lo biológico, será una manera de producir un desequilibrio entre los
grupos que constituyen la población, permitirá al poder subdividir la especie en subgrupos. La
segunda función se refiere a “si quieres vivir el otro debe morir”. El racismo, en efecto, permitirá
establecer una relación entre mi vida y la muerte del otro que no es de tipo guerrero, si no
biológico, la muerte del otro de la mala raza, de la raza inferior, esto es lo que hará la vida más
sana y más pura.
No se trata entonces ni de una relación militar o de guerra, ni de una relación política, sino de una
relación biológica. Se intenta suprimir peligros, internos o externos, en relación con la población y
para la población.
Desde el momento en que el estado funciona sobre la base del biopoder, la función homicida del
estado mismo solo puede ser asegurada por el racismo. El racismo representa la condición con la
cual se puede ejercer el derecho de matar, ya sea directa o ser también muerte indirecta: el
hecho de exponer a la muerte o de multiplicar para algunos el riesgo de muerte, o más
simplemente la muerte política, la expulsión.
Se estableció entonces un vínculo entre la teoría biológica del siglo XIX y el discurso del poder.
Cada vez que hubo enfrentamiento, homicidio, lucha, riesgo de muerte, se tuvo que pensar todo
esto en el marco del evolucionismo. El racismo se desarrolló en primer lugar con la colonización.
A fines del siglo XIX la guerra aparece no solo como un modo de reforzar la propia raza
eliminando la raza adversa, sino también como un modo de regenerar la propia raza, cuanto más
mueran de los nuestros más pura será nuestra raza.
El racismo asegura entonces la función de la muerte en la economía del biopoder, sobre el
principio de que la muerte del otro equivale al reforzamiento biológico. Lo que hace la
especificidad del racismo moderno no está ligado con mentalidades, con ideologías, con mentiras
del poder, sino más bien con la técnica del poder, con la tecnología del poder. El racismo está
ligado con el funcionamiento de un estado que está obligado a valerse de la raza, de la
eliminación de las razas o de la purificación de la raza para ejercer su poder soberano.
El nazismo no es otra cosa que el desarrollo de los nuevos mecanismos de poder instaurados a
partir del siglo XVIII, ningún estado fue más disciplinario y al mismo tiempo más asegurador que
el régimen nazi. El control de los riesgos específicos de los procesos biológicos era uno de los
objetivos esenciales del régimen. Se podría decir que en el estado nazi todos tenían derecho de
vida y muerte sobre su propio vecino, aunque no más fuera a través de la práctica de la denuncia,
que permite suprimir, o hacer suprimir al que está al lado. En el régimen nazi se asiste al
desencadenamiento del poder homicida y del poder soberano a través de todo el cuerpo social.
No tendría como único objetivo la destrucción de otras razas, el otro es el de exponer la propia
raza al peligro absoluto y universal de la muerte, solo esta exposición podrá construirla como raza
superior y regenerarla definitivamente frente a las otras razas. La sociedad nazi generalizo de
modo absoluto del biopoder y también el derecho soberano de matar. Un estado absolutamente
racista, homicida y suicida.
En los años 1942-1943 se quiso eliminar todas las otras razas, en 1945 mediante el telegrama 71,
Hitler daba la orden de eliminar las condiciones que mantenían con vida al mismo pueblo alemán.
El nazismo solo llevo a un juego entre el derecho soberano de matar y los mecanismos de
biopoder, este está inscripto en todos los estados modernos, en todos los estados capitalistas.
El socialismo del siglo XIX fue directamente un racismo, este retomo tal cual la idea según la cual
la sociedad o el estado tiene la función de gestionar la vida, de organizarla, de multiplicarla, con
todas las consecuencias que esto comparte, nos encontramos con un estado socialista que debe
ejercer el derecho de matar o de eliminar. Y así, de manera natural reencontrarnos con el
racismo, y no solo el racismo propiamente étnico, sino el racismo evolucionista también, el
racismo biológico. Cada vez que hay socialismos nos encontramos con el racismo. El racismo
socialista fue liquidado en Europa a fines del siglo XIX.
Las historias recurrentes consideran que el presente es la culminación del pasado y el lugar
desde el cual se pone de manifiesto su historicidad. Usan el pasado para deslindar (aclarar) el
régimen de verdad contemporáneo de una disciplina y, al hacerlo, no solamente usan la historia
para vigilar el presente, sino que también para moldear el futuro.
Pero esa “historia del presente” debe tomar como una reivindicación en el sentido de que es
necesario analizar esa imagen de la disciplina, no verla como un mito ni reflejo del pasado, sino
observar cómo opera y cuáles son sus funciones, y debe tomarla como problema, en el sentido
de que no se la puede utilizar como principio para nuestra investigación del pasado.
Hasta la década del 1960, casi todas las historias de la psicología pertenecen al género de lo
“recurrente”. Sin embargo, en el período posterior, esa “historia recurrente” de las ciencias
psicológicas fue cuestionada en varios frentes. Los sociólogos del control social y los críticos de la
cultura incluyendo a la psicología en sus críticas. Las críticas sociológicas cuyo objetivo no es
ilustrarnos sobre el pasado, sino legitimar el presente, analizar el desarrollo de las disciplinas en
términos de trasformaciones externas al conocimiento científico.
Los siglos XIX y XX, esos análisis se inclinan de factores externos: económicos, profesionales,
políticos, culturales y patriarcales.
Dicha historia escrita a modo de crítica plantea cuestiones significativas en cuanto a la relación
entre conocimiento y sociedad, entre variedad y poder, entre psicología y subjetividad.
FACTORES ECONOMICOS : La relación entre capitalismo y el surgimiento de las disciplinas
psicológicas analizando las condiciones políticas, institucionales y conceptuales que dieron lugar
a la formación de diversas nociones de la economía, el mercado, las clases de trabajadores y el
sujeto colonial. Deberíamos analizar la forma en que esas problematizaciones plantearon
cuestiones a las cuales las psicociencias pudieron brindar respuesta.
FACTORES PROFECIONALES: Debemos estudiar la manera en que se forman las alianzas
entre aquellos que terminan convenciéndose, de diversas maneras, de que tienen ciertos
intereses y de que esos intereses son los mismos que los de los individuos.
FACTORES POLITICOS: En lugar de analizar el aumento de control del estado en el siglo XIX y
las ciencias psicológicas que fueron útiles para lograrlo, deberíamos investigar la formación de
una nueva forma de movilización de la autoridad política en ese período. La disciplinarización de
la psicología está constitutivamente vinculada a una transformación fundamental que viene
sucediendo en la racionalidad y las tecnologías del poder político desde las últimas décadas del
siglo XIX.
FACTORES CULTURALES: La dirección de la investigación podría invertirse para hacer menos
hincapié en las “mentalidades” que originaron la ética, y más hincapié en las condiciones
específicas de emergencia, articulación y trasformación de los valores éticos y técnicas que
hacen que ciertas prácticas culturales sean posibles.
FACTORES PATRIARCALES: Analizan hasta qué punto las identidades y atributos de hombres y
mujeres, que convencionalmente fueron situados del lado de lo natural, habían sido construidos
en torno a una diversidad de problemas de regulación, vinculados con una variedad de supuestos
culturales y prácticas para la administración del espacio (ej.: el espacio público y el privado) y de
la interacción (ej.: la crianza de los hijos y el sexo).
La construcción de lo psicológico
Había un dominio de la “realidad” que la psicología buscaba conocer, pero que existía de diversas
formas independientemente de ella: la psiquis, la conciencia, la vida mental humana, la conducta
o lo que fuera. Había, por otra parte, una esfera de la “psicología” que, nuevamente, variaba
según cada explicación, pero que estaba formada por los psicólogos o sus percusores, las
teorías, las creencias, los libros y los artículos, los experimentos y afines. Además, había una
esfera de la “sociedad”, construida como “cultura” que actuaba como telón de fondo. A veces,
esas historias cuestionaron las relaciones entre la psicología y la sociedad: de qué manera
fenómenos “sociales” tales como la religión, el prejuicio e incluso, dispositivos institucionales
como las universidades y las profesiones afectaron el desarrollo de la psicología o influyeron
sobre él. A veces, también cuestionaron de qué manera las teorías y los profesionales de la
psicología habían afectado a la sociedad: cómo y cuándo y con qué resultado habían sido
“aplicadas”. Por no decir nunca, rara vez, cuestionaron las relaciones entre el objetivo de
conocimiento psicológico (la vida mental del individuo humano, la subjetividad) y el conocimiento
psicológico mismo.
Una serie de autores puso en duda esas divisiones. Según ellos, la psicología no puede ser
considerada como un dominio dado, separado de algo llamando “sociedad”. La psicología
constituye su objeto en el proceso de conocerlo. Esta línea argumentativa se conoció como
“construccionismo social”. El conocimiento está “subdeterminado” por la experiencia, de manera
que el mundo deber ser entendido en términos que son producto de la cultura. Por lo tanto, esta
comprensión depende de los procesos sociales. Esos procesos son variables sociales e
históricamente, también lo es lo que se considera como conocimiento.
Para algunos construccionistas el objetivo mismo de la psicología es histórico. Sin duda, la
psicología no puede alcanzar la universalidad en sus leyes, por muchos motivos, pero
fundamentalmente, porque su objeto (la psicología humana) cambia con la cultura y es cambiado
a su vez por la psicología misma. Para otros, es precisamente a través de la investigación
histórica que es posible analizar las detalladas y complejas negociaciones a través de las cuales
ciertas técnicas de experimentación, formas de explicación y modos de argumentación fueron
aceptados como definición de la disciplina de la psicología, y a través de los cuales la “materia”
de la psicología se “construye socialmente” tanto en el sentido de la construcción de conocimiento
sancionado como en el sentido de la construcción de pensamiento, el sujeto humano. En otro
enfoque, muchos argumentaron que lo que fue “socialmente construido” debería ser
“desconstruido”. Esta línea de pensamiento, la construcción social se refiere a un complejo de
procesos “interpersonales, culturales, históricos y políticos” incluida la psicología misma, que
producen los objetos que estudia la psicología, tales como “el niño” o “la madre”, en relación con
ciertas estrategias de poder o dominio, y la desconstrucción se refiere a todo lo que va desde una
forma genética de análisis y crítica hasta un método analítico formal para revelar las oposiciones
originarias y las omisiones sobre las que ciertas filosofías o formas de conocimiento están
fundamentadas.
FENOMENOTÉCNICA
Para Rose, el objeto de conocimiento “se construye”. En el nuevo espíritu científico, Bachelard
argumenta que la razón científica es necesariamente una ruptura con lo empírico. Según él, la
ciencia no debe ser entendida como una fenomenología, sino como “fenomenotécnica”: “Lo
instructivo en ella proviene de una construcción”.
Para Bachelard la construcción no es una cuestión de “discurso” o de lenguaje, es una cuestión
técnica y práctica. Esa línea de pensamiento bachelardiano es la que siguieron estudios recientes
de la ciencia como técnica, como pertinente a laboratorios, aparatos, inscripciones, tablas, tipos
de juicios, divulgación del conocimiento a través de dispositivos institucionales como
publicaciones y conferencias, como algo que tiene que ver con lo retórico y con otros
procedimientos que estabilizan los hechos y las explicaciones.
Rose dice que con tecnología como un conjunto de artes y destrezas que implica la vinculación
de pensamientos, afectos, artefactos y técnicas que no solamente fabrican y manipulan al ser,
sino que, lo ordenan, lo producen, lo hacen pensable como un cierto modo de existencia que
debe abordarse de una manera específica.
REGIMENES DE VERDAD
La verdad, siempre se instala por medio de actos de violencia. Se centra en un proceso social de
rechazo en el que los argumentos, la evidencia, las teorías y las convicciones son empujadas
hacia los márgenes, no permitidos en el campo de lo “verdadero”. Para ser parte de lo verdadero,
los hechos y los argumentos deben ser admitidos en complejos aparatos de verdad (ej.
Publicaciones académicas, conferencias etc.) que imponen sus propias normas y estándares a la
retórica (argumentos o razones que no vienen al caso) de la verdad. La verdad se centra en una
práctica de alianzas, y de persuasión (capacidad de convencer a alguien), tanto dentro como
fuera de cualquier régimen disciplinario. También entraña (se centra) un modo de existencia
humana dentro del cual esa verdad puede ser factible y operaria.
Comprender la “construcción de los psicológico”, requiere una investigación de las maneras en
que se formaron las redes que operaban dentro de cierto régimen “psicológico” de verdad. Las
alianzas entre investigadores y profesionales que ejercen la disciplina, los productores y los
consumidores del conocimiento psicológico, tan esenciales para su construcción, le confieren un
carácter especial al proceso de construcción de lo que se considerará conocimiento psicológico.
DISCIPLINARIZACIÓN
Desde mediados del siglo XIX en adelante, la “disciplinarización” de la psicología estuvo
inextricablemente (muy intrincado y confuso) ligada a la posibilidad de construir tales alianzas.
Las condiciones para lograr una estabilización disciplinaria de este tipo se basaron en la
elaboración de una gran variedad de técnicas y prácticas para disciplinar, vigilar y formar a las
poblaciones y a los seres humanos que las conforman. Estas alianzas hicieron posible el
conocimiento positivo del hombre. Los medios técnicos existentes para materializar la teoría fue
determinante en el proceso de construcción de la verdad psicológica. Hacia fines del siglo XIX, el
proyecto de disciplinarización de la psicología se llevó a cabo, a través de un proceso que obligo
a la psicología a abandonar las formas de justificación utilizadas y a adoptar “técnicas de verdad”
ya establecidas en otros campos de conocimiento positivo.
Las dos primeras técnicas de verdad fueron la estadística y la experimentación. Ambas técnicas
no solo ilustran las alianzas entre la psicología y otras disciplinas científicas, sino también la
interacción recíproca entre lo teórico y lo técnico. La estadística, se originó como “ciencia del
Estado”, como un intento por reunir información cuantitativa correspondiente a hechos y sucesos
que tenían lugar en un campo determinado con el objeto de conocerlo y gobernarlos; inicio de una
relación duradera entre el conocimiento y el gobierno.
PSICOLOGIZACIÓN
La “disciplinarización” de la psicología estuvo característicamente ligada a la psicologización de
una serie de espacios y prácticas diferentes en las que la psicología llego a impregnar, e incluso a
dominar otras maneras de formar, organizar e implementar verdades acerca de las personas. La
producción de los “efectos de verdad” psicológicos esta intrínsecamente relacionada con el
proceso mediante el cual una serie de campos, espacios, problemas, prácticas y actividades “se
volvieron psicológicas”. Se vuelven psicológicas en el sentido de que se problematizan.
LA TEKENE DE LA PSICOLOGIA (tekene = arte)
Podemos destacar tres dimensiones de las relaciones entre la psicología, el poder y la
subjetividad.
1. Una trasformación de la lógica y los programas de gobierno
2. Una trasformación de la legitimidad de la autoridad
3. Una trasformación de la ética
Siglo XIX → La Psicología se estudiaba en Enseñanza Secundaria, era encarada como disciplina
de estudio encuadrada dentro de la Filosofía.
Todavía no existía una demanda que promoviera una actividad mayor ni tampoco un impulso
hacia el desarrollo autónomo de la Psicología. Carlos Vaz Ferreira no creía que la Psicología se
encontrara en condiciones de constituirse aún en ciencia independiente.
Primeros pasos del proceso de la Psicología nacional encarada como ciencia independiente.
Período propicio para el estudio y para los contactos con el exterior (Europa). Esto a su vez
posibilitó un activo intercambio y elaboración de proyectos variados (creación de laboratorios
desde 1915).
Ellos siempre estuvieron vinculados con la Psicología pero profundizaron más otras vertientes,
ninguno se convirtió en un profesional de la Psicología. Seguían siendo profesionales de otras
ramas, con especialización en Psicología.
2) La década del 30
Panorama nacional: crisis económica y dictadura de Terra, que inauguró un régimen mucho más
autoritario y represivo que lo que se venía dando en este siglo en el país. Período más propicio
para acoger extranjeros (refugiados políticos).
La actividad psicológica predominante siguió estando vinculada con estudios relacionados con la
problemática de la enseñanza y el aprendizaje.
Nueva tarea de producción - adaptación de tests. La nueva tarea emprendida fue la tarea de
producción, que implica un giro importantísimo sobre el predominio hasta entonces de una tarea
centrada en la difusión de conocimientos. Una parte de esta tarea fue el trabajo de adaptación de
tests a las características de nuestro país, realizando un amplio trabajo de aplicaciones,
estandarizaciones y construcción de baremos.
Pedagogía. Dentro del clima reformista en el ámbito pedagógico → Propuesta del plan reformista
“Plan Estable” concebido por Clemente Estable para Enseñanza Primaria, que tenía como
objetivo atender los aspectos psicológicos del educando.
Con respecto a sus concepciones dice Ardila: “Su sistema psicológico, el disciminacionismo
afectivo, se aproxima a las ciencias naturales. Radecki insistió en que los fenómenos psicológicos
eran biológicos y subjetivos. Dijo que los hechos observados deberían analizando usando un
“prisma funcional” (…) Radecki defendió la necesidad de la psicología autónoma, aunque
armonizada con las ciencias biológicas, una psicología que fuera una ciencia natural no reducible
a otras disciplinas. Para él los fenómenos psicológicos debían examinarse con un criterio
biológico, dinámico y funcional”.
Las clases de Radecki concitaron entusiasmo y adhesión de muchas personas. Las personas
interesadas en estudiar y discutir sobre Psicología provenían de Pedagogía y de la Medicina pero
se sumaron algunos con formación de otras disciplinas.
En Uruguay médicos destacados (salud o Consejo del Niño) iniciaron una campaña que alcanzó
difusión pública, buscando superar las secuelas sociales de la crisis económica ya que se veía
necesaria mantener una postura muy activa y militante. Profesionales de la salud y de la
educación trabajaron juntos por la higiene mental, el tema congregó interesados desde ambas
ramas. Muchos uruguayos inquietos por trabajar por un futuro mejor:
›› El Consejo del Niño se ocupaba del aspecto psicológico de la atención a los niños.
›› El Instituto de Criminología dependiente de la Dirección Nacional de Cárceles.
Siguió predominando una psicología experimental y psicométrica → Se siguieron instalando
laboratorios que trabajaban en Psicología desde esas concepciones. Los laboratorios más
experimentales se centraban en un trabajo próximo a la Psicofísica, que buscaba establecer los
correlatos entre los procesos psíquicos y los fenómenos físicos relacionados.
De todos modos, había una influencia creciente de otras corrientes teóricas (Psicoanálisis).
- 1934 → El trabajo de Emilio Verdesio sobre “La enseñanza especial en el Uruguay”, que
evidencia la necesidad de contar con personal especializado en la detección de dificultades y
posterior tratamiento de los alumnos que lo requirieran.
- 1937 → El Reglamento de organización del Laboratorio de Biotipología en la Enseñanza
Industrial, donde, con relación a los exámenes psico-fisiológicos que se proyectaban realizar a los
alumnos, decía textualmente: “los exámenes serán realizados por personal técnico
especializado”.
→ El informe sobre el funcionamiento de la “Clínica de la conducta” del Consejo de Niño,
que decía: “…examinamos al menor clínicamente, haciéndonos asesorar por un especialista
psico-pedagógico”.
- 1938 → El Reglamento para la Dirección de Institutos Penales, al referirse al Laboratorio
Psicotécnico, establecía que:”El Encargado de la Sección Psicotécnica, (…) deberá ser
especializado en Psicología”.
- 1945 → El llamado a concurso realizado por el Consejo del Niño para proveer un cargo de
psicóloga para el Hogar Femenino Nº 1 que la maestra Reyna Reyes ejerció en carácter de
psicóloga.
3) La década del 40
Mira y López fue contratado para conducir el Laboratorio de Morey Otero luego de su
muerte, y continuó una tarea de organización y ampliación de los servicios. El laboratorio se
jerarquizó aún más con su contribución pero empezó a apuntar a objetivos diferentes y
específicos y se convirtió en un centro de formación de profesionales en Psicopedagogía.
- En el campo de la Medicina. Las prácticas experimentales parecían más relacionadas con los
esfuerzos por encontrar las explicaciones de las funciones psíquicas superiores a través de una
base orgánica. Se abrió camino a otra tendencia más abierta a lo “anímico”, las relaciones psique-
soma, la posible influencia de lo psíquico sobre lo orgánico o por lo menos la mutua influencia.
Cambio de paradigma → Se abandona el determinismo fisiológico como explicación de esas
relaciones.
›› Creación de la Clínica Médico Psicológica en el Hospital Pedro Visca por el Dr. Marcos.
Funcionaba en la órbita del Ministerio de Salud Pública, la Orden de servicio que oficializó su
funcionamiento la firmó el Ministro de esa Cartera.
›› El predicamento de la teoría psicoanalítica que desde el hospital Psiquiátrico comenzó a hacer
el Dr. Pérez Pastorini, formando el primer grupo de adherentes y alumnos (futura Asociación
Psicoanalítica del Uruguay)
›› La fecunda tarea de formación y difusión del pensamiento psicológico que a nivel privado
ejercía el Dr. Alfredo Cáceres (seguidor de las ideas de Radecki)
Aunque la provisión de los cargos a que dieran lugar aquellas solicitudes de especialistas
en Psicología se realizara con personas que provenían de otros campos y se formaban en
Psicología, se fue constituyendo una demanda que suponemos alentó la formación
profesional específica.
Los primeros que la intentaron fueron los alumnos de Radecki con la instalación del Centro de
Estudios Psicológicos. Radecki y sus alumnos constituyeron un sector de dinamismo muy
destacado. El Laboratorio Psicotécnico (que funcionaba desde años atrás en la Fuerza Aérea) se
vinculó con Radecki y sus alumnos y vivió esto como una forma de reformarse y modernizarse,
mientras que para éstos el Laboratorio se convirtió en un lugar de práctica y experimentación.
1945 → El acta fundacional del Centro de Estudios Psicológicos establecía: “Encara su estudio no
como complemento de otras profesiones, sino como preparación de Psicólogos profesionales
aptos para realizar aplicaciones prácticas que reclaman las necesidades del país en diversos
ramos de actividad humana”.
Egresados de este centro publicaron los primeros ofrecimientos de trabajos psicotécnicos que se
publicaron en la Hoja de Psicología y en la Revista de Psiquiatría.
- Se puso en funcionamiento una Editorial que publicó trabajos de la especialidad,
- Se puso un Consultorio que atendía problemas de readaptación, adaptación, educación y
orientación social.
4) La década del 50
- 1958 → Sanción de la Ley Orgánica. Se asistía al empuje por dar un nuevo marco legal a la
estructura universitaria, que diera mejores posibilidades a su desarrollo, recogiendo elaboraciones
de muchos años de sus órdenes.
- 1959 → Montevideo fue sede del Congreso Latinoamericano de Psicología al que nos referimos
anteriormente.
→ Se iniciaron los cursos de Psicología Aplicada a la Infancia dentro del Curso de
Auxiliares del Médico de la Facultad de Medicina, respuesta a la necesidad de formar
psicotécnicos (el Dr. Julio Marcos lo explicita en su informe de 1949).
- 1951 → Se contrata a Horacio Rimoldi para elaborar un proyecto para la creación del Instituto y
Licenciatura de Psicología en la Facultad de Humanidades
- 1950 → Se creó la Asociación Cristiana de Jóvenes, una institución privada con fines más
amplios,
→ Se inauguró un Departamento de Orientación Vocacional.
- 1951 → Se creó la Facultad Libre de Psicología en el Centro de Estudios de Psicología de
Montevideo. Tuvo corta vida pero marcó en ese momento la intención de dar un estatuto
mayor a la formación en Psicología, desde un ámbito privado.
IV) El Congreso designará una Comisión Permanente encargada de estudiar los problemas que
quedaron planteados precedentemente y de proponer medidas que fueran necesarias.
1950-2000
Los progresos de la Psicología han sido muchísimos, pero hay temas en que parece que la
situación se ha estancado. El estudio teórico de la disciplina crece, así como de prácticas
aplicadas. La demanda social posibilitó y alentó este avance. Es un período de crecimiento y
complejización continuos y de lucha por reconocimientos, complicados por los mismos avatares
de la vida del país, y los propios conflictos. Se abrían dos campos de reconocimiento necesario
para consolidar los procesos registrados hasta entonces: el reconocimiento legal.
Pareciera que la jerarquización de los estudios era algo imprescindible, que de eso dependía una
formación adecuada, y que a su vez de la misma se desprendía la condición habilitante para el
ejercicio, con derecho a la utilización del título.
- 1949 → La comunicación de la Clínica Médico Psicológica redactada por Julio Marcos, llama
“Sra.”, “Srta.”, a quienes cumplían funciones de Psicotécnicas.
- En el caso del Laboratorio Morey Otero, se llama “Profesores” a los miembros de su personal,
aún de Dirección.
- El Instituto de Criminología también presenta como “Profesor” al Jefe del Servicio Psicotécnico,
y así era como aparecían en el aviso de ofrecimiento de servicios psicotécnicos.
1975 Reapertura de facultades y escuelas cerradas, con cambios en los planes de estudios
adecuados al régimen imperante. La Licenciatura en Psicología de la Facultad de
Humanidades y la Escuela Nacional de Bellas Artes no retomaron las actividades.
Formarse durante la dictadura implicó todo tipo de estrategias, además de ser una necesidad, se
tomaba como una forma de resistir al régimen y al discurso totalizante. Se generaron espacios de
estudio, clandestinos y semi-clandestinos con grandes dificultades para reunirse.
Debido a la destitución y exilio de docentes, en Psicología y otros centros hubo una necesidad de
construcción de nuevos referentes. Esto se daba generalmente por recomendaciones y si se
formaban grupos, siempre eran entre conocidos para asegurar la confianza a la hora de reunirse.
“La escuelita”
En 1978 se inaugura la Escuela Universitaria de Psicología (EUP), creada por las autoridades.
Esto tuvo un gran rechazo dentro del colectivo “psi”, considerándola un retroceso para el
desarrollo de la disciplina dentro de la Universidad.
“La creación de la Escuela, las propuestas con respecto al rol del psicólogo que (...) hicieron
planteos concretamente al Ministerio para que se definiera claramente cuál era el rol del
psicólogo, supeditado al médico y todo ese tipo de cosas (...) todo eso lo viví obviamente como un
retroceso de la Universidad, no era un retroceso de la institucionalidad en sí, porque para mí la
Universidad y la Institución siguió existiendo como tal, simplemente invadida por gente que no
tenía legitimidad para [...] Toda esta otra gente lo que estaban haciendo era una ocupación de la
Universidad, pero la Universidad seguía existiendo como tal, es decir con su historia, con su
memoria, eso era la Universidad.” (Entrevista nov/ 03)
La EUP tenía 10 encargados de curso, que en su mayoría tenían formación en psiquiatría, lo que
llevó a un descenso del nivel académico. Los estudiantes que no culminaron la licenciatura de la
Facultad de Humanidades o el Curso de Psicología Infantil, vieron a la Escuela como una
posibilidad para revalidar sus exámenes y certificados de estudio, pero estos no existían. Sólo
había documentos de que habían estudiado en Humanidades.
La generación que ingresaba por primera vez tenía como requisito un examen y entrevista de
ingreso, como la habilitación para estudiar por medio de la categorización “A” y la firma de la Fe
Democrática.
Para poder estudiar, muchas veces las familias tenían que involucrarse para conseguir material y
como había un tiempo determinado para tener los libros y no existían las fotocopias, se pasaban
el fin de semana copiándolos a mano.
De olvidos, recuerdos y otras historias
Sabemos por “cuentos”, relatos y charlas, que el silencio en este nivel, en el de las
microprácticas, era aparente, y que muchas veces significó un “resistir en silencio”. Hoy,
accedemos a esos relatos a partir del intercambio con los protagonistas de ese ayer y en esos
diálogos nos hemos ido transformando hacia un mañana basándonos en historias desconocidas
que, al conocerlas, nos interpelaron a nivel de formas de producción de nuestra identidad en tanto
psicólogos universitarios.
Historizar la historia nos permitió dar cuenta de prácticas concretas que quedan “grabadas” tanto
en los cuerpos como en las memorias. Recurrir a los testimonios, a las historias de vida, tiene
como uno de sus objetivos poder reconstruir desde la memoria de los involucrados, aquello que
no podemos encontrar en documentos, dado que la intervención procuró destruirlos.
Afortunadamente todavía quedan algunos guardados en los más inesperados rincones o en
archivos personales. Pero lo que nosotros queremos saber tampoco lo vamos a encontrar en
documentos, porque pretendemos recurrir a aquello que está a nivel de lo olvidado y que ante
una mínima pregunta, tal cual un pequeño disparador, brota como recuerdo.
Indagar sobre este período y sistematizar los resultados de este seminario y de la primera etapa
de una investigación posterior, intenta ser un aporte en lo que refiere a los procesos de memoria
e identidad, tanto de aquellos centros que fueron clausurados, como del colectivo universitario.
Por eso conocer cuáles fueron esas estrategias de formación, qué significaron para aquellos que
pudieron llevarlas adelante, qué se hizo, cómo, por qué, fueron algunas de las cosas a descubrir
con los estudiantes. Encontrarnos con protagonistas de nuestra psicología por momentos nos
hizo sentir que esas historias también empezaron a ser y son parte de nuestra historia como
psicólogos. Sabemos, como dice Benedetti: “que el olvido está lleno de memoria”. Agregaríamos,
parafraseando al poeta: “y viceversa”.
El capitalismo contemporáneo puede ser definido como Capitalismo Mundial Integrado por:
Porque sus interacciones son constantes con países que históricamente parecían
habérsele escapado de las manos.
Porque tiende a que ninguna actividad humana en todo el planeta escape a su control.
Este doble movimiento (extensión geográfica que se encierra sobre sí misma y expansión
molecular proliferante) es correlativo con un proceso general de desterritorialización.
EL Capitalismo Mundial Integrado (CMI) no respeta las territorialidades ni tampoco los modos de
vida tradicional. Recompone tanto los sistemas sociales como los sistemas de reproducción en
sus propias bases, sobre su axiomática propia. Ciertas formas capitalistas parecen derrumbarse
frente a una guerra mundial o una crisis como la del 29, pero luego renacen bajo otras formas.
Esta desterritorialización/recomposición permanente concierne tanto a las formas de poder como
a los modos de producción.
a. LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN, DE EXPRESIÓN EXONÓMICA Y DE
AXIOMATIZACIÓN DEL CMI
Sobre la evolución: hoy en día ya no solo no existe una división internacional del trabajo, sino una
mundialización de la división del trabajo, una captación general de todos los modos de actividad.
El CMI integra el conjunto de sus sistemas maquínicos al trabajo humano, así las reivindicaciones
sindicales que apuntan a la reducción del tiempo de trabajo es perfectamente compatible, y no
solo incompatible sino incluso deseadas, para que el trabajador pueda dedicarse a tareas
financieramente improductivas pero económicamente recuperables.
La revolución informática acelera considerablemente este proceso de integración.
Esta integración maquínica implica que se tome en cuenta la modelización de cada trabajador no
solo a nivel de su saber (capital de saber) sino también en el conjunto de sus sistemas de
interacción con la sociedad y con el entorno maquínico.
La expresión económica del CMI: los componentes semióticos del capital funcionan siempre en
un doble registro, el de la representación y el del diagramatismo.
De este modo el capital es una categoría semiótica que concierne al conjunto de los niveles de la
producción y al conjunto de los niveles de la estratificación de los poderes. El CMI se inscribe
primeramente en el marco de las sociedades divididas en clases sociales, en clases raciales,
burocráticas, sexuales, de edad, etc. Y en segundo lugar en el seno del tejido maquínico
proliferante.
Axiomatización del “socius” por el CMI: Se caracteriza en el contexto actual por 3 tipos de
transformación:
La clausura: deja de poder mantener el impulso expansionista, su campo de acción queda
clausurado y lejos de construir un factor de crecimiento, corresponde de hecho a una
reformulación radical de sus bases anteriores, que puede desembocar, ya sea en una involución
completa del sistema, ya sea en un cambio de registro. El CMI tendrá que encontrar sus medios
de expansión y de crecimiento, trabajando las mismas formaciones de poder, retransformando
las relaciones sociales y desarrollando mercados cada vez más artificiales. La característica de la
crisis actual es precisamente esta oscilación entre la involución de un cierto tipo de capitalismo
que tropieza con su propia clausura y un intento de reestructuración sobre bases diferentes, que
conduce al CMI a aceptar, tal cual, su finitud y la necesidad de redefinir permanentemente sus
campos de aplicación. Fin pues, de los capitalismos territorializados, de los imperialismos
expansivos y paso a imperialismos desterritorializados e intensivos.
La desterritorialización del capitalismo sobre sí mismo es aquello que Marx había llamado “la
expropiación de la burguesía por la burguesía” El CMI no es universalista. Pero requiere, sin
embargo, una homogeneización de los modos de producción, de los modos de circulación y de
los modos de control social.
Hoy en día el CMI no posee un centro único de poder, inclusive su rama norteamericana es
policéntrica. El CMI instaura su propia democracia interna.
Pone en juego sistemas de información y de manipulación psicológica a gran escala, utilizando
los medios de comunicación de masa.
El poder del CMI está siempre en otra parte, al interior de mecanismos desterritorializados. Esto
lo hace aparecer hoy día como algo imposible de aprehender, de localizar y de atacar. Esta
desterritorialización engendra también fenómenos paradójicos como el hecho, por ejemplo, de
que se desarrollen zonas de tercer mundo dentro de los países más desarrollados y que,
inversamente, aparezcan centros hipercapitalistas desarrollados en zonas de subdesarrollo
El sistema general de segmentaridad: su problema consiste en descubrir nuevos métodos de
consolidación de sus sistemas de jerarquía social. El CMI tiene que hacer coexistir zonas de
súper - desarrollo, de súper - enriquecimiento en beneficio de las aristocracias capitalistas, y
zonas de subdesarrollo relativo, e incluso verdaderas zonas de pauperización absoluta. Estos son
extremos entre los cuales se puede establecer una segmentación de los espacios mundiales.
Esta segmentación social, esta segregación acondicionada a escala planetaria, es la
consecuencia del fenómeno de clausura del CMI.
En el este de Francia donde se vivía de padres a hijos de la industria del acero, el CMI decide
liquidar el paisaje industrial. Tal otro espacio será transformado en zona turística o en zona
residencial para las élites; se alteran los niveles de vida a escala de regiones enteras.
Todos estos axiomas de segmentaridad están conectados entre sí. El CMI no solamente
interviene a escala mundial, sino también en los niveles más personales. Inversamente, las
determinaciones moleculares inconscientes no cesan de interactuar sobre componentes
fundamentales del CMI.
b. LAS NUEVAS SEGMENTARIDADES DEL CMI
A) La segmentaridad transnacional: el antagonismo este-oeste tiende a perder consistencia.
Estando claro que para el CMI se trata siempre de asegurarse el control de todas las zonas que
tienden a escapársele.
La separación tercer mundo en vías de desarrollo y tercer mundo en vías de pauperización
absoluta, en vías de exterminación, se ha vuelto un elemento permanente de la situación actual.
La oposición entre el capitalismo transnacional, multinacional, lobbies internacionales, por un
lado, y el capitalismo nacional por otro, ha dejado de ser pertinente desde un punto de vista
global.
B) La segmentaridad europea: la oposición entre este y oeste dentro de Europa también está
llamada a evolucionar considerablemente en los próximos años. Los métodos de represión
y control social de los regímenes del este y del oeste, tienden a aproximarse mutuamente,
un espacio represivo europeo de los Urales al Atlántico amenaza con reemplazar el actual
espacio jurídico europeo.
C) La segmentaridad molecular: a) las luchas de interés: las luchas económicas, las luchas
sociales, las luchas sindicales en el sentido clásico. B) las luchas relativas a las libertades
que yo asociaría con las luchas de deseo, los cuestionamientos de la vida cotidiana, del
medio ambiente, etc.
Estudio de la vida nacional e institucional en el período entre 1984 y 1996, con tres momentos
definidos:
1- 1984 – 1986
a. Vuelta a la democracia
b. Reapertura de Facultades y restitución de funcionarios
2- 1987 – 1989
a. Aprobación de la Ley de Caducidad
b. Transformación de estructuras administrativas y docentes de la Escuela Universitaria de
Psicología y de Psicología Infantil; y creación de IPUR (Instituto de Psicología de la
Universidad de la República)
3- 1990 – 1996: Pasaje de Escuela Universitaria de Psicología a Facultad.
1984 – 1986
Este período estuvo marcado por la esperanza y expectativas optimistas del pueblo, por dejar
atrás el pasado y una democracia plena con un nuevo gobierno. Se vivía el período de transición
entre el gobierno de facto y la democracia institucional, aunque seguía existiendo la influencia
militar por lo que esta etapa fue llamada: democracia tutelada, período de negociación o
democracia a medias.
En cuanto a la Universidad, se volvió a los principios de la Ley Orgánica del 1958: autonomía,
cogobierno y los fines universitarios. También, se restituyó a sus cargos a las autoridades,
funcionarios docentes y no docentes destituidos durante la dictadura.
29/3 El Consejo Provisorio hace un llamado para aspirantes a proveer los cargos de docencia,
basados en el compromiso de renuncia de quienes los ocupaban hasta el momento. Un mes
después se formaron 8 comisiones con tres integrantes cada una, para asesorar al CP en los
nombramientos. Se logró una renovación casi total de docentes y procedió a un profundo cambio,
marcado en los contenidos que los nuevos funcionarios dictaban bajo el rótulo de las viejas
materias del plan.
Este estudio se centró en la EUP porque fue la institución que estuvo marcada por los
cambios drásticos y conflictos en la dictadura y la transición a la democracia.
1987 – 1989
A nivel nacional, fue un período de expectativa cívica por la aprobación de la Ley de Caducidad.
Hasta 1988 hubo una recolección de firmas para revocarla.
El país se dividió entre qué posición tomar frente al pasado reciente y el camino a seguir para la
restauración de la democracia.
A nivel social estuvo marcado por los conflictos entre sindicatos y el gobierno, siendo uno de los
períodos de mayor tensión. El optimismo que se sentía en el período anterior se desvaneció ante
la aprobación de la Ley de Caducidad.
Los partidos políticos tradicionales y de izquierda tuvieron conflictos que provocaron divisiones y
hubo dificultad para establecer estrategias de consenso. La intolerancia y desatención a los
reclamos sociales llevaron a la emisión de voto castigo en 1989, que llevó al cambio de
gobernantes.
La Universidad estaba en lucha por un presupuesto digno y había una gran discusión por su
transformación, debatiendo entre posturas restauracionistas o reformistas, en pos de dejar el
pasado dictatorial atrás e integrar los nuevos fundamentos del pensamiento y las necesidades de
la Universidad.
Entre 1987 y 1988 coexistieron tres instituciones: EUP; Psicología Infantil y el IPUR. Con la
creación del Consejo interno del IPUR en 1988, se disuelven las Comisiones Directivas de EUP y
Piscología Infantil.
La preocupación surge por una “nueva impresión de títulos que haría la Universidad”, para lo cual
había que resolver como caratular el mismo.
Otra preocupación era qué hacer con los planes viejos y cómo implementar el nuevo, qué
prioridades establecer a nivel político, de inserción docente e implementación de áreas y
servicios. Se modifica el curso de Psicodiagnóstico llevando a duplicar su extensión.
En Julio del ’88 se crea una comisión de transición docente asesora del consejo, a la que se le
encomienda la tarea de implementación de los cursos para el primer ciclo.
En setiembre del ’88 se toma conocimiento de la aprobación del plan de estudios para primer
ciclo y se resuelve otorgar extensiones horarias a docentes de los planes anteriores.
1990 – 1996
Esta tercera transición se centra en el pasaje a Facultad, por la significación que se le dio en la
Institución.
En 1990, al iniciar las sesiones el CTPUR consolida las Áreas, como un logro gestado en el año
anterior. Estas prefiguraban a los Departamentos, pensadas como una estructura académica y
también funcionaba como soporte del plan de estudios IPUR.
Estas “Áreas de transición” se encuentran dando un giro hacia una territorialización que al
principio se pretendía borrar. La cristalización de las áreas tendrá efectos a nivel académico y
sobre la concepción de ciclos que sostiene el plan IPUR.
Este plan es uno de los principales argumentos del pasaje a Facultad, iniciado a fines de 1990 yy
culminado en marzo de 1994.
En el ’90 se comenzaron a desarrollar tres aspectos esenciales para nuestra Institución: las
Áreas, pasaje a Facultad y Servicios. A fines de este año, la lucha por el presupuesto universitario
obligó a una abrupta finalización de los cursos y en el ’91, ’93, ’94 y ’95 hubo huelgas
universitarias. La huelga del ’90 fue el resurgimiento del movimiento estudiantil que al igual que la
mayoría de las organizaciones sociales, luego de la derrota del “voto verde” entraron en crisis de
la militancia. Debido a esto y las crisis dentro de las Áreas de Diagnóstico y Psicoanálisis, las
planificaciones anuales pocas veces han logrado ser llevadas a cabo.
En 1991 a cuatro años de iniciado el plan IPUR, la primera generación cursaba parte del segundo
y tercer ciclo, se unió la generación ’89 y ’90 para cursar simultáneamente y la generación ’91
cursaba su primer ciclo. A su vez, se dictaba por última vez los cursos de Psicopatología y
Psicología Crítica II del plan EUP, quedando pendiente el curso de Psicodiagnóstico.
La creación de los nuevos ciclos fue pensada para instrumentarse inmediatamente a la
finalización de los cursos de los planes anteriores, pero por la cantidad de estudiantes, el bajo
presupuesto, los pocos docentes y baja carga horaria, la instrumentación de los cursos no pudo
adecuarse a la planificación inicial; sino que tuvo que adaptarse y solucionar los problemas que
iban surgiendo.