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Ciencias Políticas y Sociales


Criminología Semiótica. La cuestión criminal en las palabras de la criminología académica y la
criminología mediática.
Autor: Capellan Coronel, Juan Exequiel; exequielcapellan@outlook.com
Orientador: Sal Paz, Julio César; salpaz@gmail.com
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Nacional de Tucumán.

RESUMEN
El objetivo general de esta presentación es proponer una articulación entre la Semiótica y
Criminología, con el fin de postular una criminología semiótica, que se plantee objetivos
teóricos tales como reconstruir semióticamente los estereotipos criminales además de
demostrar la existencia de la estructura inquisitorial como discurso legitimante del poder
punitivo y objetivos políticos como el de diagnosticar su grado de legitimación o
deslegitimación y generar instrumentos útiles para una práctica humana que tenga como fin
la contención del ejercicio desbocado del poder punitivo.

Para adecuarnos a tales fines, se trazó una metodología que consiste en el examen
enunciativo y discursivo de una noticia digital del 13 de diciembre del 2013 del periódico
tucumano La Gaceta, cuyo tópico es el fenómeno de los “saqueos”, para inferir la significación
del “saqueador” y a fin de evidenciar la existencia del discurso inquisitorial.

Palabras clave: criminología semiótica, poder punitivo, discurso inquisitorial


INTRODUCCIÓN

La criminología semiótica se adjudica como objeto de conocimiento la dimensión


semiósica del poder punitivo. Por un lado, en vocablos cotidianos indica la cuestión criminal,
es decir “lo que se habla del crimen”; por el otro, con términos teóricos se lo conceptualiza de
la siguiente manera: Una serie de discursos que tienen en común la semiotización del
esquema (de pensamiento) norma-transgresión-transgresor-transgredido-castigo, en
cualquier tipo de comunicación y en cualquier tipo de práctica social, mediante la cual un Commented [EC1]: ¿Cómo hago para desambiguar?
determinado grupo social en un determinado momento histórico construye y destruye
determinada cualidad ontológica de la criminalidad. Dicho esto, para justificar la articulación
de estas disciplinas –la semiótica y la criminología– es necesario exponer el horizonte
epistemológico de cada una.

La criminología cautelar es una disciplina criminológica reciente fundada por Raúl


Zaffaroni, de la que habla en publicaciones tales como Criminología. Aproximación desde el
margen (1988), La palabra de los muertos (2011), Crímenes de masa (2012 [2009]) y, entre
otros, La cuestión criminal (2015 [2012]). En cuanto al interés epistémico se refiere, adherimos
–sin aceptaciones dogmáticas– a su tesis central de que los crímenes más graves contra la Commented [EC2]: Ver dequeísmo.
humanidad (como son los genocidios) los cometen las agencias estatales que ejercen un
poder punitivo desbocado. Asimismo, es de interés el objetivo político que se ensaya: Prevenir
masacres a través de la contención del ejercicio descontrolado del poder punitivo. Así pues,
a continuación, se esbozará brevemente los conceptos de poder punitivo, sistema penal,
discurso inquisitorial y estereotipos.

En primer lugar, aquí se concibe al poder como un tipo de actividad humana que se
caracteriza por la capacidad de efectivizar un resultado en virtud de propósitos y de la
acumulación de los medios necesarios. Además, se entiende que las diferentes formas de
poder son posibles de clasificar según los tipos de instrumentos a través de los cuales se
ejerce tal actividad. Por consiguiente, se deduce, a primera vista, que lo que define al poder
punitivo es el castigar como su recurso. Mejor dicho, el medio o instrumento es un dispositivo
que consiste en el complejo norma-transgresión-castigo. Con todo, es conveniente atender a
la palabra de la academia, es decir a lo dicho por la criminología cautelar.

Zaffaroni (2009) afirma que el “poder punitivo es todo ejercicio de coerción estatal que
no persigue la reparación (no pertenece al derecho civil o privado en general) y tampoco
contiene o interrumpe un proceso lesivo en curso o inminente (coerción directa del derecho
administrativo)” (pág. 16). Para decirlo de otra forma, el poder punitivo es una forma de poder
político (actividad del estado) y una forma de poder jurídico.(actividad de la rama judicial del
estado). Por otro lado, quienes lo ejecutan son las agencias ejecutivas del poder jurídico (las
policias) y en su mecanismo están implicados los procesos de criminalización primaria,
criminalización secundaria y apropiación de los estereotipos criminales dominantes. La
criminalización primaria consiste en la legislación de la conducta delictiva, es decir que se
describe en una ley un determinado comportamiento que adquiere así estatuto de delito y es
amenazado con una pena específica. La criminalización secundaria es el acto punitivo
ejercido por las policías que seleccionan “personas sospechosas” con “aspecto de
delincuente”, ya que la criminalización primaria no recae en nadie, sino que es un programa
del “deber ser” elaborado por los legisladores y ejecutado por las policías (Zaffaroni, 2009).
Otra característica es la confiscación de la víctima, que es una actividad que se realiza
“cuando el señor, el dominus, el soberano (o quien sea que ejercía la autoridad), decidió
usurpar el lugar del lesionado, lo eliminó del escenario y se proclamó único ofendido con
derecho a reprimir” (Zaffaroni, 2011, pág. 21). Hasta ahora se ha ensayado qué es el poder y Commented [EC3]: Resta hablar de otros aspectos del
poder punitivo vinculados con los Objetivos: aparición del
su criterio de clasificación además de presentar en qué consiste el poder punitivo, quiénes lo Estado de Policía.
ejecutan y cómo opera según la perspectiva zaffaroniana.

OBJETIVOS

MATERIALES Y MÉTODOS

RESULTADOS Y DISCUCIÓN

CONCLUSIONES

AGREDECIMIENTO

FINANCIAMIENTO

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