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César Díaz-Carrera.
de LIDERAR
Universidad Complutense.
Marshall Ganz.
Senior Lecturer de Políticas Públicas
en la Universidad de Harvard. La democracia amenazada en el siglo XXI
Sylvie Labelle. César Díaz-Carrera es profesor
Profesora Adjunta de Liderazgo en César Díaz-Carrera titular de Ciencia Política y de la
las Organizaciones en la Universidad Antonio Natera Administración en la Universidad
Laval de Quebec. Complutense donde fundó los
(Directores) estudios de liderazgo público.
Ellen Langer. Director del Programa Integrado
Senior Professor de Psicología en para la Formación Creativa de
la Universidad de Harvard. Líderes, es autor de numerosas
Antonio Natera. publicaciones y de los documentales
Profesor titular de Ciencia Política Liderar en democracia hoy requiere el coraje de no conformar- «Liderazgo Creativo» emitidos por
y de la Administración en la se con modos, ideologías y planteamientos dualistas y obsoletos TVE. Fue analista político en RNE
Universidad Carlos III de Madrid. de antaño. Nos obliga a ir al fondo. Requiere un compromiso y y actualmente promueve la Cátedra
una exigencia a gobernantes y gobernados de expandir nuestra Extraordinaria de Liderazgo Creativo
José Ramón Pin Arboledas. y Gestión de Crisis UCM-RCC
Professor de Dirección de Personas consciencia, desarrollar nuestro potencial creativo y compro-
Harvard University.
en las Organizaciones y Ética meternos con construir sociedades más justas y más libres. A
todos nos incumbe la responsabilidad de legar un mundo un poco
El CORAJE de LIDERAR
Empresarial en el IESE Business
School. mejor de como nos lo encontramos.
James Ritchie-Dunham. Este libro incluye las aportaciones de investigadores sociales
Profesor Adjunto de Estrategia del de distintas disciplinas (ciencia política, economía, filosofía,
EGADE-ITESM, en la Universidad sociología y psicología) procedentes de cuatro universidades
de Harvard.
públicas españolas (Carlos III, Complutense, Pablo Olavide y
Paloma Román Marugán. Rey Juan Carlos), dos universidades norteamericanas (Harvard
Profesora titular de Ciencia Política University de EEUU y Université Laval de Canadá) y del IESE
y de la Administración en la Business School. Todos ellos son conscientes de la importancia Antonio Natera es profesor
Universidad Complutense. que poseen los procesos de liderazgo para la mejora colectiva y titular de Ciencia Política y de la
la profundización democrática. Administración en la Universidad
Ramón Luis Soriano Díaz.
Carlos III de Madrid. Director del
Catedrático de Filosofía del Derecho
Máster en Liderazgo Político y Social.
y Política en la Universidad Pablo
Es autor de diversas publicaciones
de Olavide.
sobre liderazgo político, liderazgo
Emilio Suárez Mansilla. directivo en las organizaciones
Ingeniero industrial, jubilado públicas, así como liderazgo y
de banca y ciudadano en activo. gobernanza democrática. Fue
Director del Instituto de Política y
Manuel Villoria. ISBN: 978-84-7351-351-7 Gobernanza en la Universidad Carlos
Catedrático de Ciencia Política y de III y Vicedecano de Ciencias Políticas
la Administración en la Universidad y Gestión Pública en la misma
Rey Juan Carlos. Universidad.
EL CORAJE DE LIDERAR
CÉSAR DÍAZ-CARRERA
ANTONIO NATERA
(Directores)
EL CORAJE DE LIDERAR
LA DEMOCRACIA AMENAZADA
EN EL SIGLO XXI
AUTORES
[9]
10 EL CORAJE DE LIDERAR
[15]
16 EL CORAJE DE LIDERAR
(Aforismo popular)
[17]
18 EL CORAJE DE LIDERAR
efecto, hace falta estar ciego para no ver que el mundo se desliza
peligrosamente por la pendiente de la robotización y de la deshuma-
nización (Erich Fromm), que urge decidir si queremos vivir en una
sociedad que apueste por fabricar objetos o desarrollar sujetos (Rai-
mond Panikkar), o tal vez ambas. Que hemos de reflexionar sobre
adónde nos conduce el frenesí contable de dígitos electrónicos de
una economía financiera y especulativa descarnada de las necesi-
dades reales de la gente, subproducto de una ilimitada codicia.
Nos conviene distinguir entre medios y fines y poner los avances
científico-tecnológicos al servicio de la libertad interior del ser hu-
mano (Rof Carballo) si queremos construir una sociedad à hauteur
d’homme (Alexandre Marc) y no una deslumbrada y rendida al ru-
tilante brillo del dios dinero y del lucro como valor supremo. Más
solidaridad comunitaria y menos soledad individual, un entorno
en el que juguemos más, riamos más y (nos) juzguemos menos. Y
en el que haya espacio para la rebeldía (Albert Camus) de un ser
libre y responsable en el que la persona se sitúe en el centro del sis-
tema, de un sistema diseñado para servirla. Para todo lo anterior, y
para algunas cosas más que analizamos a continuación, necesita-
mos urgentemente de grandes dosis de coraje, de coraje para lide-
rar. Porque…
¿Cuál es el reto de la postmodernidad? O, dicho de otro modo,
¿necesitamos coraje para acometer qué nuevos desafíos, para en-
frentar qué profundos conflictos, para resolver qué problemas fun-
damentales? El Back to basics! anglosajón de hoy es un reflejo del
aristotélico «¡Buscad lo esencial!» ¿Y qué es lo esencial? ¿Tal vez
encontrar un satisfactorio ajuste en el mostrenco y desencajado en-
tronque actual entre lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero y de honrar-
lo por igual?
El «Gran Tres» de que habla Wilber y a quien seguimos aquí,
tiene que ver con los tres mundos de Karl Popper (objetivo [ello],
subjetivo [yo], y cultural [nosotros] y con las tres pruebas de validez
de Habermas (verdad objetiva, sinceridad subjetiva y ajuste inter-
subjetivo). Incluso con la tan celebrada trilogía de Inmanuel Kant,
La crítica de la razón pura (la ciencia objetiva), La crítica de la razón
práctica (la moral) y La crítica del juicio estético (el juicio estético y
el arte). Desde la cosmovisión mítica el arte, la ciencia y la moral
religiosa se hallaban indisolublemente fundidas (aunque no integra-
das). Los ámbitos del «yo», el «nosotros» y el «ello» (el conocimien-
to objetivo) no habían llegado a diferenciarse. Weber y Habermas
concuerdan en que la dignidad de la modernidad está en la diferen-
ciación entre el arte, la moral y la ciencia. En la práctica significaba
Prólogo 21
que uno podía mirar a través del telescopio de Galileo sin temor a
ser quemado vivo en la hoguera como hereje. Chamuscado tras ha-
ber sido juzgado por el Estado por traición, como si además hubie-
ra cometido un crimen político. Esa «diferenciación entre el sí mis-
mo (yo) y la cultura (nosotros) permitió que el individuo escapase
del sometimiento a las jerarquías de dominio míticas propias de la
Iglesia o del Estado y pudiera participar, con su voto, en la apari-
ción de la democracia. La diferenciación entre la mente (yo) y la
naturaleza (ello) posibilitó la separación entre el poder biológico y
el derecho noosférico, contribuyendo, de este modo, al desarrollo de
los grandes movimientos de liberación (incluidas las mujeres y los
esclavos). La aparición, pues, del feminismo liberal y del abolicio-
nismo y la difusión de los movimientos culturales. La diferenciación
entre la cultura (nosotros) y la naturaleza (ello), permitió que la
verdad dejara de estar sometida a las mitologías de la Iglesia y del
Estado, lo cual contribuyó al surgimiento de la ciencia empírica, de
la medicina, de la física y de la biología, ecología, etc.»2.
Los avances desarrollados en el dominio del «ello» —con espec-
taculares descubrimientos en las ciencias técnicas y empíricas— han
eclipsado a los avances realizados en los dominios del «yo» y del
«nosotros» y los han colonizado, usurpando el lugar de la concien-
cia y de la moral. Sólo el conocimiento objetivo, empíricamente de-
mostrable parece gozar del máximo prestigio. Es cierto que en polí-
tica y en democracia, muchas cuestiones lo son de grado, pero las
importantes no suelen ser sólo de grado sino sustantivas3. Sin em-
bargo, las narrativas científicas tienen prioridad en los medios de
comunicación (¡y en los mercados!) sobre los relatos liberadores del
espíritu humano. Sabemos, desde Kurt Gödel y su famoso teorema,
que sólo podemos comprender algo cabalmente cuando lo supera-
mos. Así, no es posible entender la matemática sin trascender al pla-
no de la lógica, ni la alta política —la política de los principios— sin
dar un salto cualitativo a la ética. Y la lógica y la ética no son sino
dos partes de la filosofía. Cuando los problemas no tienen solución
en el ámbito en el que se plantean, no queda si no trascenderlos
dialógicamente actuando sobre lo que aún no existe (Lao Tse). Éste
es el reto. Por ello, inventar un nuevo equilibrio —de integración y
diferenciación a la vez entre los elementos del «Gran Tres»— se ha
convertido en tarea prioritaria para los líderes de nuestro tiempo si
Wilber, K. (1996), Breve historia de todas las cosas, Kairós, Barcelona, p. 176.
2
marzo, pp. 18-19. Véase también Parry, G. (1970), Political Elites. Studies in political
Science, George Allen and Unwin, Londres, p. 158.
22 EL CORAJE DE LIDERAR
¿ANESTESIA O NARCOSIS?
LA LIBERACIÓN DEL CIUDADANO
AMORDAZADO
César Díaz-Carrera
Antonio Natera
E pluribus unum
[23]
24 EL CORAJE DE LIDERAR
1
Recuérdese al respecto la obra clásica de Samuel P. Huntington, The Soldier and
the State: The Theory and Politics of Civil-Military Relations (Harvard University Press,
1957).
26 EL CORAJE DE LIDERAR
***
1. INTRODUCCIÓN
[41]
42 EL CORAJE DE LIDERAR
2
En The Globalization Paradox. Democracy and the Future of the World Economy
(2011), Dani Rodrik, profesor en la Harvard Business School, nos confronta con el
44 EL CORAJE DE LIDERAR
Willis Harman
4
Para comprender este fenómeno ayuda mucho la síntesis de paradigmas de René
Passet, en L’économique et le vivant (1979). Este heterodoxo profesor de economía de la
Sorbona, explica cómo no sólo el subsistema económico gobierna el sistema vida (lo
que resulta absurdo desde el punto de vista sistémico), sino lo que es aún peor, de los
tres elementos del proceso productivo: recursos naturales, recursos humanos y capital,
será el elemento muerto del sistema productivo (el capital) —ya que los otros dos están
vivos— el que domine el sistema vida. Este total absurdo (¿por cuánto tiempo sosteni-
ble?), lleva al autor a hablar de «l’économie des choses mortes», la economía de lo muer-
to. Ello pone de manifiesto el error de utilizar como modelo para la economía (que de-
bería considerarse una ciencia «viva», al servicio de necesidades humanas), las ciencias
duras de base matemática. Similar error, dicho sea de paso, fue condenado por el profe-
sor José Luis Pinillos, respecto de lo inapropiado del modelo de ciencia utilizado para la
Psicología: la Física. Una disciplina que había excluido al ser humano de su «ecuación».
Véase también, René Passet, Elogio de la Globalización. Por una «Mundialización Huma-
na» (2002).
CRISIS DE CIVILIZACIÓN Y DEMOCRACIA AMENAZADA... 49
rios a los ojos de los ciudadanos que los financian con sus impues-
tos y los sufren en sus políticas, ¿adónde debemos dirigir la mirada?
¿Tal vez al nuevo contexto que nos brinda la llamada Posmoderni-
dad?
5
Las notas que configuran este apartado están inspiradas por y construidas sobre
las ideas de la magnífica conferencia de clausura del profesor Emilio Lamo de Espinosa
en el Congreso Español de Sociología, Salamanca, 2001 (cfr. 2004). Este autor quiere
dejar patente su agradecimiento.
CRISIS DE CIVILIZACIÓN Y DEMOCRACIA AMENAZADA... 51
Thomas Merton
Sócrates
tado natural. Por lo tanto, el enfoque del nuevo Liderazgo sería una
invitación a crear aquello que nunca existió, un futuro posible y
plausible.
Esta reflexión, nos conduce a la tercera dimensión que enfrenta
a los Paradigmas —Viejo y Nuevo— del Conocimiento con sus co-
rolarios de tipo organizacional y societal.
6
«The remarkable convergence of twenty century thinkers […] is the elaboration of
the idea that human meaning is arbitrary […] the world of human aspirations is funda-
mentally fictitious […] if we do not understand this, we understand nothing about man».
7
La pérdida de posibilidad —dice Kierkegaard— significa: que todo se ha vuelto
necesario o que todo se ha vuelto trivial para el ser humano.
CRISIS DE CIVILIZACIÓN Y DEMOCRACIA AMENAZADA... 63
8
Reconocidos en los escritos de Sir Basil Liddell Hart (considerado el mayor genio
militar del siglo xx) como los rasgos más significativos del comandante militar.
64 EL CORAJE DE LIDERAR
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Rodrik, D. (2011): The Globalization Paradox. Democracy and the Future of the
World Economy, Norton, Nueva York.
66 EL CORAJE DE LIDERAR
DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
A LA DEMOCRACIA ARMÓNICA
Ramón Luis Soriano Díaz* 9
1. INTRODUCCIÓN
[67]
68 EL CORAJE DE LIDERAR
1
Un trabajo de Daxie (1993: 85) aseguraba que la clase política en Francia se carac-
teriza por su inamovilidad: dos tercios de los diputados salientes volvían a ser reelegi-
dos.
70 EL CORAJE DE LIDERAR
5
Las definiciones más comunes sobre la democracia directa destacan la relevancia
de los temas sometidos a la votación ciudadana y la ubicación de los ciudadanos en el
lugar de sus representantes. Definiciones desde el objeto y el sujeto. Sirva de ejemplo la
definición de Budge: «es el régimen en el que el pueblo como un todo vota sobre las más
importantes decisiones políticas» y «el cuerpo de ciudadanos adultos votan directamen-
te sobre la mayoría de los asuntos sobre los que en una democracia representativa vota
el Parlamento» (Budge, 1996: 137).
DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA... 75
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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CAPÍTULO 3
1. INTRODUCCIÓN
[91]
92 EL CORAJE DE LIDERAR
2
Para una distinción entre gestión pública y gestión privada y sus efectos sobre el
liderazgo público, véase Villoria y del Pino (2009: 37-41).
LIDERAZGO PÚBLICO Y CORRUPCIÓN 95
En suma, que si se quiere construir una teoría que sea útil a los
administradores electos y a los gestores públicos, en lugar de tratar
de construir teorías universalmente aplicables, se debe poner más
énfasis en el detalle y se debe considerar con más cuidado la diferen-
cia existente entre organizaciones públicas y privadas, entre diferen-
tes organizaciones públicas y entre los diversos niveles de responsa-
bilidad de esa vasta categoría que constituirían los gestores públicos.
No es lo mismo liderar una empresa privada que una pública, aun-
que compita en el mercado, y desde luego no es lo mismo liderar
estas empresas que un ministerio del Interior, del mismo modo que
no es lo mismo ser alcalde que directivo de una fundación cultural,
sea pública o privada. Como dice Stone (1945: 210), la complejidad
y las variaciones en puestos y en tipos de organizaciones públicas
produce ilimitadas permutaciones y combinaciones en liderazgo
público. Frente a ello, las teorías gerenciales del liderazgo público
han pretendido dar una solución universal al problema del lideraz-
go, con resultados negativos a nivel general.
3
Hoosier Times, domingo 7 de agosto de 2005.
4
Senate Democratic Policy Committee Hearing, «An Oversight Hearing on Whether
the Army Corps of Engineers Retaliated Against Whistleblowers Who Objected to Iraq
Contracting Abuses», September, 16th, 2005.
102 EL CORAJE DE LIDERAR
Figura 1
Nivel de potestas
– Nivel de + Nivel de
institucionalidad institucionalidad
de la organización de la organización
Figura 2
La necesidad de auctoritas (política)
– La necesidad de + La necesidad de
legitimación política legitimación política
de la organización de la organización
Director Navantia
Figura 3
La necesidad de auctoritas (técnica)
– La necesidad de + La necesidad de
legitimación técnica legitimación técnica
de la organización de la organización
Director Navantia
5. CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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LIDERAZGO PÚBLICO Y CORRUPCIÓN 113
[115]
116 EL CORAJE DE LIDERAR
1
Sobre esa necesidad y búsqueda de sentido, Albrecht vincula la necesidad de
adoptar una visión en las organizaciones complejas con las crisis de significado que
muchas de ellas padecen: «En muchos aspectos las crisis actuales de muchas organiza-
ciones son crisis de significado. La gente no está segura de sí misma porque no ven que
el porqué está detrás del qué. Ya no tienen la sensación de que las cosas están bien defi-
nidas y que el trabajar duro les llevara al éxito. Cada vez más la gente tiene sentimientos
de duda e incertidumbre con respecto al futuro de sus organizaciones y, por tanto, por
lo que se refiere a sus propias carreras y futuros. Cada vez más las organizaciones y sus
miembros sufren crisis de significado […] Aquellos que quiere aspirar a roles de lideraz-
go en este nuevo contexto, no deben subestimar la profundidad de esa necesidad de
significado. Se trata de un antojo humano fundamental, un apetito que nunca desapare-
ce» (Albrecht, 1994: 22).
EL LIDERAZGO POLÍTICO COMO PROCESO... 117
5
Se suponía, por ejemplo, que los líderes deberían ser excepcionalmente inteligen-
tes, muy vitales y con una gran capacidad de comunicación pero, cuando estas proposi-
ciones «obvias» se examinaron, resultaron ser todas falsas: «Sí, los líderes eran un poco
más inteligentes, pero no mucho más. Y sí, eran más enérgicos y dinámicos [...] pero no
para tanto. En verdad, eran mejores comunicadores públicos que la media, pero la dife-
rencia global no era muy grande [...] De este modo, cada uno de estos mitos se evapora-
ron bajo la luz del escrutinio científico» (Sashkin y Rosenbach, 1993: 87). Aunque algu-
nas cualidades se revelaban importantes en muchos líderes, no parecía tratarse de rasgos
necesarios ni suficientes para asegurar un liderazgo eficaz. Una persona con «rasgos de
liderazgo» podía mostrarse eficaz en una determinada situación pero ineficaz en otra
situación diferente.
EL LIDERAZGO POLÍTICO COMO PROCESO... 123
7
En efecto, una referencia obligada es la concepción weberiana que, imbricada en
el esquema de los tipos ideales de dominación y la interrelación entre ellos, ha influido
en infinidad de propuestas y definiciones ulteriores. Weber define el carisma como «una
cualidad de una personalidad individual en virtud de la cual se considera extraordinario
y tratado como investido de fuerzas o cualidades sobrehumanas, sobrenaturales o ex-
cepcionales». La autoridad carismática descansaría, pues, en «la devoción hacia la san-
tidad específica, heroísmo, o carácter ejemplar de un individuo y las pautas normativas
u orden revelador u ordenado por él». Sintetizando su aportación, el carisma (y, por
ende, el fenómeno del liderazgo carismático) presentaría los siguientes rasgos distinti-
vos: i) es estrictamente personal; ii) hace referencia a cualidades excepcionales o sobre-
naturales; iii) descansa en la relación líder-seguidores; iv) puede ser secular o religioso;
v) su existencia requiere de un reconocimiento voluntario por parte de discípulos y se-
guidores; vi) dicho reconocimiento depende de un ejercicio de demostración constante,
mediante «pruebas» convincentes que incrementan la devoción y el entusiasmo hacia el
líder; vii) es emocional, irracional y comunal; viii) no está sujeto a normas, códigos o
regulaciones; ix) implica una demanda o una misión; x) surge con mayor probabilidad
en momentos de crisis; xi) es revolucionario y transformador; y xii) posee un carácter
transitorio y es objeto de rutinización (referencias de Weber, 1968: 214-215).
EL LIDERAZGO POLÍTICO COMO PROCESO... 125
8
Y es que «en el mercado político característico de las sociedades pluralistas, los
votos, aunque se cuenten por millones, son siempre un bien escaso: del homo electoralis
depende el reparto de cuotas de poder en el sistema institucional. Ésta es la razón de que
el comportamiento de los electores haya pasado a ser objeto de atención preferente en-
tre los profesionales y estudiosos de la política, en mayor medida que cualquier otro tipo
de comportamiento político» (Vanaclocha, 1997: 194).
128 EL CORAJE DE LIDERAR
9
Esta clasificación constituye una reformulación de la escala que se recoge en la
obra pionera de Tannenbaun y Schmidt (1958). El estilo individualista-autocrático se
define por el hecho de que el líder adopta las decisiones por sí mismo utilizando la in-
formación disponible en cada momento, sin apenas pedir opiniones ni sugerencias y sin
que otros actores influyan directamente en aquéllas. En el estilo consultivo el líder pide
opinión o consejo a otros, aunque realmente es él quien en última instancia adopta las
decisiones. El estilo participativo implica que el líder discute con otros los problemas y
las decisiones se toman conjuntamente, sin que influya más que otros en las decisiones
finales. En cambio, el estilo delegatorio se identifica fundamentalmente por la dejación
del líder en otros actores de la responsabilidad de tomar decisiones, aunque fija los lími-
tes dentro de los cuales deben tomarse. Por último, el estilo laissez-faire, permisivo o
«enajenado», que en realidad es incompatible con la producción de liderazgo, represen-
ta la asunción de decisiones ajenas: el líder hace suyas, sin más, las decisiones tomadas
por otros.
130 EL CORAJE DE LIDERAR
14
Una explicación de éstos y otros tipos de relaciones de cooperación aplicables en
el campo de estudio de la gobernanza, puede consultarse en Natera (2013).
EL LIDERAZGO POLÍTICO COMO PROCESO... 135
18
Resulta curioso observar que donde Giddens ve dualismos acaba por proponer
dualidad. Recuérdese si no, ya en otro plano, su propuesta de superar el «dualismo de la
izquierda y la derecha» mediante otra propuesta híbrida: el de la conocida «tercera vía».
138 EL CORAJE DE LIDERAR
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146 EL CORAJE DE LIDERAR
1. INTRODUCCIÓN
[148]
LAS DEMOCRACIAS Y EL LIDERAZGO POLÍTICO... 149
Gráfico 1
2
La definición que aporta el Diccionario de la RAE resulta clara: Convenio entre
varias empresas similares para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta
y precios en determinado campo industrial. http://lema.rae.es/drae/. Diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española, 22.ª ed.
162 EL CORAJE DE LIDERAR
3
Jennifer Siebel Newson, autora del documental Miss Representation (2011). En
este recurso fílmico se aprecia con toda claridad la distorsión de la figura de la mujer en
el ámbito político.
LAS DEMOCRACIAS Y EL LIDERAZGO POLÍTICO... 163
Cuadro 1
Jefes de Estado de países independientes en el siglo xx
Jefas de Estado
Por esa razón resulta muy difícil encontrar marcos teóricos den-
tro del estudio del fenómeno del liderazgo, aptos para una explica-
ción adecuada de estos casos. Como se decía antes, o bien son ex-
cepciones, o bien son tratados como una variante, muy ajustada, del
perfil masculino. Y solamente señalar dos cuestiones puntuales más
dentro de este debate.
Una, el establecimiento por parte de algunas voces de una rela-
ción entre el liderazgo transaccional (en las formulaciones actuales
sobre el tema), y modelo femenino. Lo que supone la compagina-
ción entre un estilo de liderazgo con rasgos estereotipados del ca-
rácter de las mujeres, lo cual abunda en la situación de despiste teó-
rico en el que se está; y por otro, por ejemplo, el tratamiento del
carisma con uno de los puntales (nunca demasiado operativo) que
aparece recurrentemente asociado al liderazgo. Como se sabe, la
percepción del carisma, está indefectiblemente ligada a la cultura
política de una sociedad, y aquella a su vez a los patrones culturales
164 EL CORAJE DE LIDERAR
4
Véanse, por ejemplo, las conceptualizaciones de Almond, Flanagan, y Mundt
(1973), Linz y Stepan (1978); o Tilly y Stinchcombe (1997), recogidas en Boin, Hart,
Stren y Sundelius (2007).
LAS DEMOCRACIAS Y EL LIDERAZGO POLÍTICO... 165
3. CONCLUSIONES
dos los flancos, por eso hay que hablar de equipo. Por esta razón, y
siguiendo los presupuestos de los nuevos planteamientos en torno al
tema (como, por ejemplo, Nye), el líder se parece ya más a un coor-
dinador que a un director.
6. Dentro del liderazgo plural, de los equipos, hay que señalar
dos ámbitos explicativos sumamente importantes: los partidos polí-
ticos y los políticos profesionales, esferas además fuertemente im-
bricadas. Las organizaciones políticas resultan ser protagonistas de
la actividad política en las poliarquías, y no sólo por surtir al siste-
ma de líderes, sino porque en sí mismas y en su núcleo son máquinas
de aprender y hacer política. Los políticos profesionales son el otro
ámbito de estudio, ya que configuran una red tupida de líderes don-
de importa menos la ideología a la que se pertenece y más su situa-
ción en la estructura de privilegios.
7. Con respecto al liderazgo político femenino en las socieda-
des democráticas, y a pesar de ser éstas las más abiertas e igualita-
rias, se vuelve a constatar, la escasez de casos. Si bien, ha habido una
irrupción medio sostenida a lo largo de los últimos tiempos, dicho
acceso se ha producido sobre todo en los ámbitos deliberativos,
pero apenas en los de tipo ejecutivo. Son muy pocas las mujeres que
llegan a los máximos puestos de decisión. Al ser esto así, es decir lo
que la realidad impone, la reflexión teórica presenta unas deficien-
cias que hay que conocer, y que se resumen básicamente en dos pro-
blemas metodológicos: uno, no existe una teoría explicativa neutra
sobre el liderazgo, de forma que, dos, los mimbres teóricos existen-
tes se ajustan sólo a los modelos masculinos de liderazgo, lo que
arroja un déficit explicativo que llega incluso a interpretar a las lide-
resas dentro del modelo masculino, o si no encaja al «modelo feme-
nino».
8. El tercer punto de debate sitúa el punto de mira sobre el lide-
razgo político en los tiempos actuales de crisis profunda. En este
ámbito, es cuando la ciudadanía observa más a sus líderes y más
necesita su actuación. En las sociedades democráticas, la gestión de
las crisis es aún más compleja que en las dictaduras, ya que los líde-
res democráticos están sujetos a principios morales y leyes vigentes
que hay que respetar, por ello, la constricción en su actuación siem-
pre está más presente. En este punto de debate, en vez de analizar
qué se hace, nos inclinamos por el que se debería hacer para tener
éxito en la ardua tarea. Por ello, el planteamiento desde el que se
aborda esta cuestión, se basa en el recetario que ofrecen los expertos
para salvar o sortear esas disrupciones inquietantes que suponen las
crisis.
LAS DEMOCRACIAS Y EL LIDERAZGO POLÍTICO... 169
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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CAPÍTULO 6
1. INTRODUCCIÓN
[170]
DIMENSIONES DEL LIDERAZGO PARA LA CALIDAD... 171
infundada, puesto que España iba bien. El paro, por ejemplo, era
muy bajo y el PIB crecía. El PP ganó por mayoría absoluta.
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184 EL CORAJE DE LIDERAR
[187]
188 EL CORAJE DE LIDERAR
Mohandas Gandhi
© IDEC
L I D ERAZ G O
(Y…Y)
ORIENTADO A: ORIENTADO A:
• REALIZACIÓN DE TAREAS • INSPIRAR
• CONSEGUIR OBJETIVOS Y • ARMONIZAR Y
• COMPLETAR MISIONES • COORDINAR PERSONAS
(Metáfora del capitán profesional: satisfacción de (Metáfora del director de orquesta vocacional.
la misión cumplida) Disfrute del proceso)
– DESARROLLA EL YO CRÍTICO – DESARROLLA EL YO CREATIVO
© IDEC (Instituto para el Desarrollo de la Creatividad)
196 EL CORAJE DE LIDERAR
2. CAMBIO
Apertura a la Paradoja Oportunidad
/ Ambivalencia
Comunicación
3. VALORES
1. VISIÓN Pensamientos /
Compromiso Acción
Decisión
Conviértete en ti mismo
LIDERAZGO
6. CARÁCTER 4. PODER
Eficacia Efectividad
Influencia Resultados
5. AUTORIDAD
Sin embargo, Oscar Wilde dejó escrito que «los humanos se inte-
resan por todo menos por lo que es realmente importante». No es-
toy seguro de que en los tiempos que vivimos podamos permitirnos
tamaña frivolidad. Por ello mi segunda cita, del poeta Göethe, viene
aquí con profunda vocación de antídoto: «Sea cual sea aquello que
puedes hacer o soñar que puedes, comiénzalo. La audacia contiene
el genio, el poder y la magia en su interior». Richtig!
Charles de Gaulle
Si a las personas se nos conoce por los dilemas que nos asedian,
resultaría esclarecedor conocer el conglomerado de ideas, dudas y
esperanzas que desgarran la mente de un militar a punto de enfren-
tar la encrucijada más trascendental de su existencia y cuya decisión
le convertiría legalmente en un militar rebelde. De un lado de la
balanza el deber de obediencia que había jurado respetar, del otro la
gloria de salvar el honor de Francia. De Gaulle eligió esta última y
supo atreverse cuando otros, con más responsabilidad que él, per-
manecían paralizados por el miedo.
En resumen, estamos ante un hombre de carácter, en sus propias
palabras «la virtud de los tiempos difíciles». Aun así, no deja de
sorprender cómo un militar soberbio y rebelde, en definitiva un de-
sertor, llega a ser elevado a los altares de la gloria patria en pleno
siglo xx, al lado de Juana de Arco y de Napoleón, sus más represen-
tativas luminarias.
5.1.2.
Estadista y líder carismático
Winston Churchill
5.2.1. Forjado en la adversidad
Friedrich Nietzsche
5.2.2.
El Zeitgeist y la articulación de un liderazgo exitoso
1
Para una reflexión sobre los procesos de liderazgo político actual, véase Natera
(2001).
EL LÍDER COMO GENERADOR DE SENTIDO 209
del mal absoluto» y no los comunistas. Por eso supo ser generoso
tras la ruptura del pacto germano-soviético en el envío de armas y
pertrechos salidos de las fábricas inglesas a los soviéticos, a través
del Ártico y que resultaron importantes para contener a los nazis en
el frente del Este. Por tanto, realismo y flexibilidad, pero también
optimismo y coraje para proponer un programa difícilmente atrac-
tivo: «sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas». «Pobre gente —intimó a
uno de sus colaboradores— confían en mí y yo no puedo ofrecerles
más que tragedia por mucho tiempo». Y todo ello con un único e
insoslayable objetivo: la victoria final.
¿Cuáles fueron pues las eficaces actuaciones que, en coherencia
con su visión, le proporcionan credibilidad y construyen su reputa-
ción de líder arquetípico? Fundamentalmente tres.
En primer lugar la hazaña que supuso rescatar de una muerte
segura a 340.000 soldados británicos (incluyendo a 26.000 efectivos
franceses y unos 5.000 republicanos españoles) rodeados en Dun-
kerque por una fuerza muy superior. Miles de civiles británicos de-
safiando el fuego enemigo se lanzaron a través del canal en peque-
ños veleros, barcos de recreo y pesqueros hacia el continente en un
acto de desafío nacional coronado por el éxito. Es «el espíritu de
Dunkerque» símbolo del coraje de una nación que sabe sacrificarse
colectivamente por una causa grande. «La nación tenía el corazón
del león y yo tenía la suerte de aportar el rugido», dirá él más tarde.
El «espíritu de Dunkerque» ayudó a elevar la moral de victoria.
Pero una retirada, no es igual que una victoria. La «Batalla de In-
glaterra» sí lo fue. Él, que siempre había sido partidario de reforzar
la Armada, tuvo que reconocer que un puñado de heroicos pilotos
de la RAF había salvado las Islas de una invasión germana. Ade-
más, descartada la invasión, abrió con éxito un perturbador frente
contra Mussolini en el Mediterráneo.
Su tercer gran éxito fue diplomático. La firma del Lend-Lease
Agreement con el Presidente Roosevelt le permitió conseguir armas
y pertrechos básicos para resistir en solitario. Y, finalmente —con la
participación estelar de Japón en Pearl Harbour— el compromiso
total de Estados Unidos, sin el cual no se hubiera logrado la vic
toria.
Poseía los requisitos personales para ejercer un liderazgo bélico,
las circunstancias le pusieron en el lugar adecuado, construyó una
visión y actuó en coherencia con ella, cosechando éxitos. Todo ello
era necesario, pero ¿hubiera sido suficiente? Probablemente no.
Winston Churchill supo además construir una narrativa apropiada
a sus fines y —lo que es más difícil— conseguir que los británicos la
EL LÍDER COMO GENERADOR DE SENTIDO 211
Nelson Mandela
5.3.1.
La forja de un líder
George Orwell
Fue uno de los trece hijos tenidos con cuatro esposas por el con-
sejero principal de la casa real Thembuy y nieto de rey sin derechos
dinásticos.
Creció entre negros sin contacto con blancos (y, por tanto, sin
complejo de inferioridad) pastoreando el rebaño familiar en sus lla-
nuras y bebiendo leche de vaca directamente de sus ubres, jugando
con otros niños, robando mazorcas y asándolas bajo las estrellas. A
los 9 años fallece su padre y lo adopta el regente, que lo educa para
que le sirva como consejero. Allí contempla los debates con los jefes
de las tribus lejanas que se permiten criticar al regente y tiene su
primera experiencia de lo que podría ser —en la jerga de Norberto
Bobbio— una «democracia deliberativa».
Su educación primaria transcurre en una misión metodista. En
su primer día de colegio la profesora, una misionera británica, que
no puede pronunciar su nombre, se lo cambia por el de Nelson. Ve
a los blancos como dioses que infunden temor y respeto. Tras pasar
por un internado de élite, va a un Liberal Arts College —el Harvard
de los negros— donde tiene un dilema moral renunciando a un car-
go estudiantil por no considerar legítimo el procedimiento de elec-
ción. Evidencia ahí su sentido de la justicia y el fuerte carácter de un
hombre de principios. Su denuncia le acarrea la expulsión en el ter-
cer año de carrera, terminando su diplomatura por corresponden-
cia en 1942.
Enterado de que su padrino había concertado su matrimonio, le
roba ganado y con el dinero obtenido se marcha al extrarradio de
Johannesburgo enfrentándose por vez primera y en carne propia
con lo que significa ser negro en una sociedad blanca que los segre-
ga y humilla constantemente. Esta situación provoca en él un gran
resentimiento y siembra las semillas de la rebelión. «La vida, la re-
belión y el derecho son tres en uno, inmutables e inseparables», es-
cribió el poeta Gibran. Rebelión que, a decir de Camus, nos gradúa
como hombres.
Mientras completa sus estudios, trabaja como vigilante de una
mina de oro y como oficinista en un bufete de abogados blancos.
Conoce al empresario negro Walter Sizulu, quien impresionado por
su porte y captando su fuerza interior y su brillantez, lo introduce
en el Congreso Nacional Africano (CNA) —el movimiento patrió-
tico de liberación del que él es dirigente— y que será su escuela po-
lítica. Ahí perderá Nelson su timidez, se politizará y convertirá en
un eficaz activista y orador, llegando a dirigir su Liga Juvenil. Su
conocimiento del predicamento de la población oprimida lo com-
pleta abriendo con Oliver Tambo el único bufete de abogados ne-
EL LÍDER COMO GENERADOR DE SENTIDO 215
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Mandela, N. (2008): Un ideal por el que estoy dispuesto a morir, El Mundo (colec-
ción «Las voces de la democracia. Así hablan los grandes políticos»), Madrid.
2
Para una reflexión sobre nuestro común futuro, véase Spady y Kirby (2002).
EL LÍDER COMO GENERADOR DE SENTIDO 219
[220]
UN MODO DE DESARROLLAR LIDERAZGO CREATIVO 221
2. EL MÉTODO
3. EL PROBLEMA
4. REVISIÓN DE LA LITERATURA
4.1. Creatividad
4.2. El liderazgo
4.3. Liderazgo creativo
Su consciencia debe formar parte del repertorio de metadestrezas a adquirir por toda
persona ejerciendo un rol de liderazgo.
224 EL CORAJE DE LIDERAR
5. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
periencia que uno. Claro que hay que escucharles pero, en última
instancia, uno tiene que escuchar sus propias emociones y hacer
aquello con lo que se siente cómodo, incluso si mete la pata. La
creatividad emerge en el interior de uno y por mucho que uno tenga
mentores, asista a conferencias y lea, nada sustituye a ser fiel a uno
mismo y a escuchar y confiar en las propias intuiciones. Eso es lo
realmente trascendente».
El presidente en un sector de innovación tecnológica «bucea en
sus recursos internos». Otro de construcción naval habla de «sus
convicciones que le llevan a proceder de modo autorreflexivo y a
efectuar gestos creativos desde su intuición». Para un directivo del
comercio minorista, es importante «poseer una gran capacidad de
concentración mental».
Los entrevistados mencionan también la importancia de con-
frontar y resolver los grandes remordimientos. Un ejecutivo fabri-
cante de prendas deportivas se refiere a ello como «aceptar el sufri-
miento».
Prestemos atención ahora a las destrezas conceptuales como las
de «asumir responsabilidades y tomar decisiones», según un ejecuti-
vo financiero. Mientras que un ejecutivo de arte habla de «asumir
retos poniéndolos en perspectiva. Yo se los planteo a los jefes de
departamento, invitándoles a que hagan lo propio con sus subor-
dinados. Así todos tienen un reto que enfrentar y eso es muy crea-
tivo».
Respecto de la consciencia interpersonal, el ejecutivo de finanzas
afirma «escuchar a las personas con ideas, y atraerse a la gente para
que vean las cosas de un modo distinto y para inspirarles confian-
za». Para el directivo de comercio minorista: «el ser humano es un
fin en sí mismo». Es preciso darle la oportunidad de expresar su
creatividad y su capacidad de amar». Y añade: «Incluso la gente
“perdida” en el alcohol u otras drogas, en la delincuencia y en la
violencia, puede cambiar sus vidas si son capaces de reconocer el
valor de sus dones y riqueza interior. El amor es una fuerza creativa
que lo transforma todo. El problema es que llegamos a cegarnos a
la vida espiritual».
Resumiendo: en el papel de la familia, grupo y comunidad, así
como el coraje, encuentran los entrevistados los precursores de la
creatividad.
7. CONCLUSIÓN
* Precisión del traductor. Véanse los capítulos de César Díaz-Carrera en este libro y,
en particular, el titulado «¿Qué necesitan aprender hoy los líderes del futuro? Una pers-
pectiva europea».
UN MODO DE DESARROLLAR LIDERAZGO CREATIVO 233
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234 EL CORAJE DE LIDERAR
LIDERAR LA TRANSFORMACIÓN:
ESTRATEGIAS DE MOVILIZACIÓN SOCIAL
Marshall Ganz* 1
1. INTRODUCCIÓN
[235]
236 EL CORAJE DE LIDERAR
Figura 1
La naturaleza de las relaciones en los movimientos sociales
Intereses Intereses
Recursos Recursos
Nuevos recursos
Recursos comunes
Relaciones como recurso
mente amplia para reclutar a otros a que hagan este trabajo, crear la
capacidad para formarlos y ofrecer un entrenamiento que apoye su
desarrollo.
Los movimientos sociales más activos capacitan a sus partici-
pantes en encuentros individuales, así como en reuniones en domi-
cilios, una manera de hacer crecer un movimiento utilizando redes
relacionales preexistentes (Simmons, 1998). En un encuentro indivi-
dual los organizadores reclutan a un anfitrión que se compromete a
invitar a los miembros de su red a su hogar para encontrarse con el
organizador, compartir experiencias y discutir sobre el movimiento.
Los asistentes son entonces reclutados para organizar una reunión
similar en su hogar, y así sucesivamente. La ventaja que este enfoque
ofrece, desde la perspectiva del movimiento, es que identifica los
posibles líderes comunitarios —aquellos que han conseguido ser
anfitriones de un encuentro— y evita la posible dependencia de
aquellas organizaciones e instituciones existentes que pueden ser
más resistentes a los cambios. Por ejemplo, en el movimiento de la
campaña de Obama en Carolina del Sur, los organizadores habían
realizado unas 400 reuniones en casas en octubre de 2007 a las que
asistieron unas 4.000 personas, la base de una movilización que des-
plegó 15.000 voluntarios el día de las elecciones, la mayoría de ellos
activos políticamente por primera vez (Candaele y Dreier, 2008).
Dado que el trabajo relacional tiene un carácter fundacional
para un movimiento social y que sólo puede llevarse a cabo a gran
escala por muchos líderes hábiles en esta práctica, la capacidad para
la formación de líderes —no sólo en lo alto de la pirámide— consti-
tuye una competencia básica del movimiento social.
3.2.1.
Valores, emoción y acción
3.2.2.
Facilitar la acción significativa
Figura 2
Emociones que inhiben y que facilitan la acción significativa
INERCIA URGENCIA
APATÍA IRA
TEMOR ESPERANZA
SOLEDAD SOLIDARIDAD
INSEGURIDAD AUTOCONFIANZA
3.2.3.
El poder de las historias
Figura 3
Estructura narrativa
Argumento
Desafíos
Resultado
Elección
Moral
Individuo
Figura 4
La narración de historias
YO
NOSOTROS AHORA
mana leche y miel» (Éxodo 3: 9) y lo que hay que hacer para llegar
allí. Una visión de esperanza despliega sólo un capítulo a la vez. Se
puede empezar por conseguir el número de personas que nos hemos
comprometido a traer a una reunión. Se puede obtener una «peque-
ña» victoria que muestra que el cambio es posible. Una pequeña
victoria puede convertirse en una fuente de esperanza si se toma
como parte de una visión más amplia. En las iglesias, cuando las
personas tienen una «historia nueva» que contar sobre sí mismas es
como un «testimonio»: la persona comparte el hecho de haber pa-
sado de la desesperación a la esperanza y la importancia de la expe-
riencia es realzada por la narración de la misma.
La esperanza no se va a encontrar en la mentira sobre los hechos,
sino en el significado de los hechos. El rey Enrique V despierta la
esperanza en los corazones de sus hombres ofreciéndoles una visión
diferente de sí mismos en el relato que hace Shakespeare en la víspe-
ra de la batalla de Agincourt. Ya no son unos pocos soldados desa-
liñados dirigidos por un rey joven e inexperto en un oscuro rincón
de Francia a punto de ser aniquilados por una fuerza abrumadora.
Ahora son unos «pocos felices» unidos a su rey en la solidaridad
que tienen la oportunidad de captar la inmortalidad en sus manos,
de convertirse allí mismo en leyendas, un legado para sus hijos y
nietos (William Shakespeare, Enrique V, Acto IV, Escena 3). ¡Éste es
su momento! La historia del ahora sucede en el momento en el que
la historia (el porqué) y la estrategia (el cómo) se entremezclan y en
el que, como el poeta Seamus Heaney escribe, «la justicia puede
agitar, y la esperanza y la historia pueden rimar» (Heaney, 1991).
El senador Obama pasa a su «historia del ahora» con la frase:
«Hay más trabajo por hacer». Después de experimentar los valores
que nos identifican con lo mejor de América, nos confronta con el
hecho de que no se realizan en la práctica. A continuación, cuenta
historias de personas concretas en lugares concretos con problemas
específicos. Y a medida que nos identificamos con cada uno de ellos
nuestra empatía recuerda el dolor que hemos sentido en nuestras
propias vidas. Sin embargo, nos recuerda, todo esto podría cambiar.
Y sabemos que podría cambiar. Podría cambiar porque existe la
posibilidad de cambiarlo, si optamos por hacerlo. Y en este caso es
apoyar la candidatura del senador John Kerry. A pesar de que esto
último finalmente no salió bien, lo interesante es que Obama con-
cluyó su historia del ahora incitándonos a hacer una elección muy
específica. Y ya en su campaña presidencial, Obama se apropió de
esa «feroz urgencia del ahora» de Martin Luther King para movili-
zar a los votantes a favor de su causa.
LIDERAR LA TRANSFORMACIÓN… 257
Figura 5
Capacidad estratégica
Conocimiento
relevante
Capacidad
estratégica
Proceso de Motivación
aprendizaje
Figura 6
Campañas
Cúspide
Resolución
Primeras metas
Lanzamiento
nizació
Fundación rga
n
Campaña
Dirección
Ciclo
6. CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Commentary, Norton, Nueva York.
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nagement Development Program», The Academy of Management Review, 5,
pp. 291-298.
LIDERAR LA TRANSFORMACIÓN… 275
EL LIDERAZGO CONSCIENTE
(MINDFUL LEADERSHIP)
Ellen Langer
James Ritchie-Dunham* 1
2. EL CONTEXTO
[278]
EL LIDERAZGO CONSCIENTE (MINDFUL LEADERSHIP) 279
tiva, estar con la mente alerta nos lleva a respetar a nuestros subor-
dinados y darnos cuenta de que las nuevas soluciones pueden surgir
de cualquier nivel en la organización. Nuestra investigación de-
muestra que un líder consciente es percibido como más carismático,
auténtico y digno de confianza. El concepto de mindfulness en la
organización deja su huella en sus productos, haciéndolos más exi-
tosos. Los empleados conscientes enferman menos, tienen menos
accidentes y, senso contrario, se esfuerzan más y son más produc
tivos.
4. EL ALCANCE
5. NUEVAS PERSPECTIVAS
6. NUEVAS CATEGORÍAS
7. NUEVA INFORMACIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Increasing Discrimination», Journal of Personality and Social Psychology,
49(1).
EL LIDERAZGO CONSCIENTE (MINDFUL LEADERSHIP) 291
[292]
¿QUÉ NECESITAN APRENDER HOY LOS LÍDERES DEL FUTURO?… 293
En lengua inglesa se utiliza una fórmula que las resume: «To ma-
nage the expectations of the stakeholders» (gestionar las expectativas
de las partes interesadas).
Los dos pilares del liderazgo son la credibilidad y la eficacia y
ambos se retroalimentan reforzando la figura del líder. El líder es un
294 EL CORAJE DE LIDERAR
Aristóteles
2
«The first responsibility of a leader is to define reality. The last is to say thank you.
In between the two, the leader must become a servant and a debtor. That sums up the pro-
gress of an artful leader».
302 EL CORAJE DE LIDERAR
2.3. Dinámicas de cambio
2.3.2.
Tipos de Impactos Posibles: «shocks», «wild cards»
y «black swans»
4
Uno de los trabajos más notables en esta dirección es Out of the Blue de John L.
Petersen (1997), donde más de ochenta acontecimientos son listados aplicándoles algu-
nos indicadores de anticipación («early indicators»), que calculan una serie de ratios
sobre su posible ocurrencia. Dentro de estos ratios se incluyen los siguientes: ratio de
cambio, alcance, vulnerabilidad, resultado, tiempo, oposición y factor de potencia. Fi-
nalmente se le asigna un índice general de impacto que nos dará más luz sobre su pre-
dicción.
¿QUÉ NECESITAN APRENDER HOY LOS LÍDERES DEL FUTURO?… 305
5
Algunos colegas del Center for Public Leadership de la Kennedy School of Govern-
ment (Harvard University) practican este enfoque (cfr. Heifetz, 1994; Williams, 2005).
306 EL CORAJE DE LIDERAR
© IDEC
Henri Brughmans
La Unión Europea actual sigue siendo hoy ese OPNI, ese «ob-
jeto político no identificado» de que hablaba, tal vez el mejor pre-
sidente que ha tenido la Comisión, Jacques Delors. La Unión Eu-
ropea es en puridad una confederación de carácter oligárquico,
con unas instituciones federales de carácter democrático incrusta-
das (Parlamento Europeo y Tribunal de Justicia) que no pueden
cumplir cabalmente con su función porque el voto por unanimi-
dad de todos los Estados-miembro en las decisiones clave, impues-
to por el modelo intergubernamental o, si se prefiere, confederal,
se lo impide.
308 EL CORAJE DE LIDERAR
8
Título de un artículo de Alexandre Marc en L’Europe en formation criticando el
chalaneo y la tibieza de muchos políticos europeístas flácidos y el perjuicio que esta
actitud conlleva para la causa de la unión política y económica de Europa. Para una
temprana visión cristalizada del autor sobre la «Revolución Federalista contra la Euro-
pa de los equívocos», véase Marc (1959). Y, del mismo autor, L’Europe dans le monde
(1965) y Marc (1977), así como el volumen colectivo Le Fédéralisme et Alexandre Marc
(VVAA, 1974) y el libro de homenaje póstumo Hommage à Alexandre Marc (VVAA,
2001).
310 EL CORAJE DE LIDERAR
Blaise Pascal
E pluribus… unum9.
13
La interesante relación entre ambos, puede verse en la obra Jean Monnet-Robert
Schuman. Correspondance 1947-1953 publicada en 1986 por la Fondation Jean Monnet
pour l’Europe (Centre de Recherches Européenes, Lausanne).
¿QUÉ NECESITAN APRENDER HOY LOS LÍDERES DEL FUTURO?… 313
5. CONCLUYENDO…
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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320 EL CORAJE DE LIDERAR
El texto que conforma este epílogo nos ha sido remitido por una
persona aparentemente corriente. Eso sí, intelectualmente inquieta,
socialmente concernida y ciudadanamente comprometida. Trabajó 36
años en banca, se graduó como ingeniero, es abuelo y está jubilado. Si
el objetivo prioritario de las modernas teorías democráticas es el de
promover la emergencia de un ciudadano lúcido, crítico y responsable,
es decir de desarrollar «capital social», su autor, Emilio Suárez Man-
silla, puede muy bien ser un ejemplo en el que inspirarse.
A los directores de este libro El coraje de liderar. La democracia
amenazada en el siglo xxi nos ha parecido oportuno dar acogida en él
para su colofón a una voz ciudadana libre, crítica y propositiva. A una
mente consciente y preocupada, desde la convicción de que el futuro de
la democracia depende en gran medida de que emerjan muchas voces
imaginativas, responsables e insobornablemente independientes como
la de Emilio, quien, por cierto, nunca antes había sentido la necesidad
de expresarse por escrito sobre estos temas. Hemos respetado su lite-
ralidad para no perder la frescura de sus oportunas reflexiones.
[321]
UN CIUDADANO CON VOZ PROPIA
Emilio Suárez Mansilla
[323]
324 EL CORAJE DE LIDERAR
2
John Maynard Keynes, General Theory of Employment, Interest and Money,
1936.
EPÍLOGO 325
3
http://economia.elpais.com/economia/2013/12/20/actualidad/1387540987_130596.
html
EPÍLOGO 329
te, demasiado cerca del poder del dinero para defender los intereses
del pueblo en el futuro próximo. Todos los beneficios que creamos
que podemos obtener, a corto plazo, dando poderes al gobierno,
quedan diluidos en el largo plazo por la pérdida de derechos políti-
cos, y, éstos, resultan ser de mayor entidad y enjundia que los bene-
ficios económicos a corto plazo.
El compromiso con estas seis directrices debe ser firme e inque-
brantable, basado en el convencimiento de que, a largo plazo, las
ventajas de la independencia superarán a las eventuales dificultades
de gobernanza. Un parlamento libre de injerencias es lo único que
puede garantizar la independencia de las instituciones y dotar de
legitimidad al sistema democrático. Con un parlamento libre no
tendríamos el lamentable espectáculo que acaban de dar el PP y el
PSOE repartiéndose los cargos del Consejo General del Poder Judi-
cial, órgano de gobierno de los jueces. ¿Cómo queremos que funcio-
ne la justicia si depende del gobierno? ¿Cómo queremos que funcio-
ne el parlamento si está sometido al gobierno? Así deben ser, a día
de hoy, los sistemas electorales de representación parlamentaria.
Digo hoy porque debe ser un tema abierto, susceptible de mejorar
sus defensas ante las nuevas formas de ataque a la democracia que
surjan en el futuro.
La confluencia de los intereses de los parlamentarios con los de
la ciudadanía, garantizaría el debate, pudiendo así formarnos nues-
tras propias opiniones con respecto a los problemas planteados y
podríamos confiar en nuestros representantes para la resolución de
los desafíos. La política nos sería más cercana y aumentaría nuestro
interés por ella, afianzando el poder del voto del pueblo.
Los ataques a la democracia estarán siempre presentes, es con-
sustancial con el ser humano. No debemos rasgarnos las vestiduras,
somos así. Si aceptamos nuestra naturaleza (arduo esfuerzo de hu-
mildad) haremos normas y leyes de acuerdo a como somos, nos for-
taleceremos y estaremos mejor preparados para las amenazas que
nos traerá el futuro. Podemos conseguir todo esto porque tenemos
el poder del voto, solo tenemos que tomar conciencia de nuestro
poder, asumirlo con responsabilidad de adultos autónomos, no su-
misos y dependientes de un Estado que toma por nosotros las deci-
siones a cambio de un plato de lentejas.
Debemos ser libres y sólo lo seremos con un parlamento libre. Yo
quiero ser libre.
ANEXO
[335]
PARA UNA DECLARACIÓN UNIVERSAL
DE LA DEMOCRACIA
[337]
338 EL CORAJE DE LIDERAR
Artículo 9. El poder judicial debe ser ejercido por jueces inde-
pendientes e imparciales cuyas decisiones no estén condicionadas
por los intereses del ejecutivo, del legislativo o de cualquier otra au-
toridad pública, o de cualquier otro grupo privado.
PRIMEROS FIRMANTES
Los que aparecen con un (*) son aquellos que aportaron obser-
vaciones, las cuales han sido recogidas en el texto final.