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Introducción
Algo que debemos reconocer como verdadero es que todo ser humano ha nacido
espiritualmente ciego. Los ojos de nuestros corazones están nublados por el pecado y
oscurecidos por Satanás. Por eso hemos amado más las tinieblas que la luz. Somos
incapaces de comprender la verdad.
Para algunas, esta ceguera es temporal; pues por la gracia de Dios, nuestras mentes son
iluminadas por el Espíritu Santo para ver la luz del evangelio y seguir a Cristo en fe salvadora.
Cuando una persona permite en negar la verdad del evangelio, llega el momento en que
Dios la entrega a las consecuencias de su incredulidad. Por tanto, su ceguera espiritual, su
necedad, solamente confirma que el Juicio de Dios está sobre ellos.
1. Los fariseos piden que Jesús pruebe que es el Hijo de Dios, con una
señal del cielo. v10,11
10 "Y luego entrando en la barca con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta 11 Vinieron
entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo, para tentarle.”
A diferencia de su estancia en tierras paganas, donde fue buscado y recibido por miles de
personas; en este lugar es rechazado por los suyos. La Biblia dice: “A lo suyo vino, y los suyos
no le recibieron.” Juan 1.11
En el momento en el que la barca llegó a la orilla, y Jesús desembarco, los fariseos y los
saduceos vinieron a él. En esta ocasión no preguntaban, sino que inmediatamente cayeron en
discusión con Jesús; y así continuaron.
El rechazo a Cristo era claro, ellos odiaban a Jesús, no deseaban su presencia en aquel
lugar. Los milagros y señales que él realizaba no eran suficientes para ellos, se los atribuían a
Satanás.
¿Cuál seria el tema de la discusión? El pasaje no da detalles, sin embargo con toda
seguridad podemos decir que el tema de discusión era: Con que autoridad Jesús se auto
nombraba el Hijo de Dios. Quizás ellos habían escuchado de la señal de la multiplicación del
pan, una señal que los judios conocían que el Cristo realizaría. Entonces, que Jesús pruebe
que él es el enviado de Dios. ¿Qué hacen?
Ellos exigen a Jesús una ‘señal del cielo’ ¿Qué significa esta demanda? Jesús había
realizado muchos milagros, pero para los judíos (Juan 6.30-31) y sobre todo para los líderes
religiosos, estos milagros no confirmaban a Jesús como el Cristo. Ellos habían asegurado que
los milagros que Jesús efectuó eran por pacto con Satanás (3,22)
La señal que ellos demandaban entonces, era una señal milagrosa visible o audible, donde
Dios actuara y acreditara a Jesús como el Cristo.
Ejemplo: El profeta Elias y Los profetas de Baal. (1 Reyes 18,21-22; 36,40) Señal: Dios mismo
interviene y testifica a favor de la credibilidad de su profeta.
¿En verdad ellos estaban interesados en conocer que Jesús era el Cristo, para creer en él?
Vemos claramente lo que hay detrás de esta demanda: “…pidiéndole señal del cielo, para
tentarle.” Hay toda una actitud de total incredulidad detrás. Lo que estos líderes incrédulos
quieren poner a prueba es la validez de lo que Jesús dice ser. Ellos reconocen –– en un sentido
–– que Jesús realiza milagros, pero estos no son suficientes para acreditarlo como el profeta
según ellos. Así que, piden señal donde Dios intervenga y testifique a favor de la credibilidad
de Jesús como el profeta enviado por Dios. Entonces, lo que ellos se proponen hacer es, dejar
en claro que Jesús no es el enviado de Dios.
Hay algo más en esta narración que prueba la maldad que había en el corazón de estos
hombres.
Mateo 16.1 “Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase
señal del cielo.”
¿Qué relación tenían los fariseos y los saduceos? No tenían ninguna relación, los fariseos y
saduceos eran enemigos irreconciliables. Por un lado, los fariseos eran legalistas, no querían
contaminarse al juntarse con publicanos y pecadores. Celosos de sus tradiciones de tal
manera que le daban a la tradición un lugar de autoridad igual a la escritura. Creían en
doctrinas fundamentales como la resurrección del cuerpo, la importunidad del alma, y la
existencia de ángeles.
Por otro, los saduceos, aunque hablaban de boca para fuera de la ley de Moisés, negaban
doctrinas fundamentales. A diferencia de los fariseos, los saduceos no creían en la
resurrección del cuerpo, la inmortalidad del alma, ni en la existencia de ángeles. Los saduceos
lucraban con las actividades religiosas del templo, el cambio de moneda, la venta de animales
para el sacrificio.
Con esto podemos ver que fariseos y saduceos eran bandos contrarios. Tenemos un
ejemplo de esto en Hechos 23,6-10; cuando Pablo esta siendo juzgado ante el sanedrín:
6 “Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el
concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la
resurrección de los muertos se me juzga. 7 Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los
fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió. 8 Porque los saduceos dicen que no hay
resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas. 9 Y hubo un gran
vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún
mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a
Dios. 10 Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese
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despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y
le llevasen a la fortaleza.”
A pesar de la enemistad que había entre ellos, los fariseos y los saduceos estaban unidos
por su rechazo al Cristo como el Salvador.
Mateo 7, 21-23 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de
mí, hacedores de maldad.”
¿A qué tipo de personas está hablando el Señor en este pasaje? No está hablando a
personas no religiosas, ateas, tampoco a paganos, herejes o apostatas. Está hablando de
manera específica a personas que están dentro de la iglesia, pero que han sido engañadas a
creer que están en el camino al cielo cuando en realidad están en el camino espacioso al
infierno. Estás son las personas que Pablo asegura “que tendrán apariencia de piedad, pero
que negaran la eficacia de ella” (2 Ti 3,5)
¿Cuántas señales Jesús había realizado en toda la región que confirmaban lo que él decía
ser? No hay duda que Jesús es aquel a quien el Padre ha enviado. Su nacimiento estaba
profetizado, su ministerio estaba profetizado, su muerte estaba profetizada, su resurrección
estaba profetizada, su regreso está profetizado. ¿Dónde encontramos todos estos
cumplimientos? En las Escrituras ¿a caso Jesús no reprende a los judíos diciéndoles: Juan
5,39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;
y ellas son las que dan testimonio de mí”
¿Qué señales hizo Jesús durante su ministerio? Restablecer a los lisiados, curar todo tipo
de enfermedad, limpiar a los leprosos, calmar las olas y el viento, alimentar a los hambrientos,
incluso resucitar a los muertos. A caso ¿Pedir todavía más señales no demostraba la enorme
ceguera espiritual en la que se encontraban aquellos hombres?
Es clara la evidencia en esté caso: Estos hombres eran esclavos del poder de Satanás. El
apóstol Pablo escribe en 2 Corintios 4,3-4: “3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto,
entre los que se pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la
gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” Ellos no podían creer en las señales que
apuntaban a Jesús como el Cristo, porqué eran presa de la incredulidad y el dios de este siglo,
Satanás, cegó su entendimiento, para que la gloria del Evangelio no les resplandezca.
Enseñanza: Con esto ¿debemos pensar que estos hombres no eran responsables de su
incredulidad o de su ceguera espiritual, ya que es Satanás quién oscurece su entendimiento?
Recordemos que el hombre posee una naturaleza pecaminosa, la cual hace que el pecado sea
atractivo. Satanás podía haberlos conducido a no creer en Jesús como el Cristo, pero no
podía obligarlos a no creer en él. Satanás les pudo persuadir a rechazar a Cristo, pero no
podía forzarlos a hacerlo. La Biblia dice “que cada uno es tentado cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido” (Stg 1,14) En el corazón de estos hombres había odio,
había envidia, había orgullo, había codicia, había hambre de ser reconocidos y aceptados,
había malicia, había hipocresía.
Ellos fueron tentados a rechazar a Jesús por todos estos malos deseos que había en sus
corazones, y lo hicieron, rechazaron a Cristo por la maldad que había en ellos. Así que, ellos
eran responsables de su incredulidad y rechazo a Cristo.
Al escuchar esta solicitud Jesús suspira profundamente; porqué lo que estos hombres
demostraban, era una enorme dureza de corazón.
Pedir señales era un insulto. Para ellos, los milagros y cumplimientos bíblicos en la persona
de Jesús no servían para acreditarlo como el enviado de Dios.
Mateo 16.2-3 “Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. 3 Y por
la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que
sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!. 4 La
generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta
Jonás.”
Ellos podían distinguir si el día tendrá o no buen clima por las condiciones del cielo en la
noche y en la mañana, pero no sabían interpretar los tiempos de Dios. ¡Esta es una fuerte
reprimenda a su hipocresía e ignorancia! Los fariseos como los saduceos se enorgullecían de
su herencia religiosa, y se consideraban expertos en los asuntos de Dios, pero no tenían ni
idea de lo que Dios está haciendo en el mundo. Ellos estaban ajenos a los tiempos
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privilegiados en los que vivían, ellos estaban viviendo el tiempo de la redención que se
efectuaría por parte del propio Hijo de Dios, ante quien están parados ahora mismo, pero que
eran incapaces de ver porqué su ceguera e incredulidad los había ya condenado al infierno.
Así como el profeta Jonás fue salvado milagrosamente del fondo del mar, y esto se
convirtió en una señal. La resurrección de Jesús es para la iglesia una señal clara de que Jesús
es acreditado por Él Padre como Su enviado.
Vemos que Jesús no se deja forzar y rechaza la demanda de estos hombres incrédulos.
Entonces sube de nuevo a la barca y se aleja de ellos pasando a la orilla opuesta. Esto es una
señal de Juicio.
Enseñanza: La escritura enseña que Dios juzgará a todo aquel que rechaza a Cristo y a su
evangelio. Y como hemos visto, hay personas que rechazan a Cristo abiertamente, estos están
fuera de la iglesia del Señor. Pero hay personas que rechazan a Cristo en sus corazones, ahí
donde nadie puede darse cuenta de su rechazo, solo él Señor lo sabe ya qué él es el que pesa
los corazones.
Estas personas se encuentran dentro de la iglesia de Cristo. Son aquellos que el apóstol
Juan describe como los que “…no eran de nosotros…” 1 Juan 2.19
Esté pasaje nos enseña la incredulidad que existe en el corazón del hombre. La
incredulidad es la causa de que muchos estén en el infierno, y que muchos están camino a el.
Sin embargo, la gracia de Dios se mostró para con muchos judios. El apóstol Pedro,
predicando el día de pentecostés dijo lo siguiente:
Hechos 2, 36 “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien
vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.”
Y vemos la gracia del Señor obrando en aquellos corazones endurecidos por el pecado:
Hechos 2,37 “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?”
Hechos 2,38-39 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre
de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque
para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para
cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”
Dios a través del apóstol Pedro hace un llamado al arrepentimiento y fe. Sin embargo
tenemos que tener claro lo que es el arrepentimiento Bíblico. Satanás les dice a muchos
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creyentes que arrepentirse es fácil, tan sencillo como solamente confesar el pecado. Todo lo
que tienes que decir es, “Señor ten misericordia de mí” y Él te perdonará.
Esta mentira del diablo es muy peligrosa. En primer lugar para el arrepentimiento verdadero
se necesita el mismo poder que levanto a Cristo de los muertos, es decir se necesita el poder
de Dios. Esto quiere decir que el arrepentimiento es una gracia de Dios.
“Las personas no pueden cambiarse a sí mismos; hace falta el poder de Dios para que puedan
cambiar. El hecho simple de decir, “Señor ten misericordia de mí,” no es el arrepentimiento
verdadero. Los que usan este lenguaje sin un cambio genuino en sus vidas, se están
engañando. Muchos están ahora en el infierno porque se equivocaron en cuanto a la naturaleza
del arrepentimiento.” Tomas Brooks
1. Es un cambio sustancial. Dar la espalda al pecado y volverse hacia Dios. “Deje el impío su
camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Dios.” (Is.55:7)
Integridad tiene que ver con el temor a Dios en mi corazón. Isaías 1:16 dice, “Lavaos y lim-
piaos; quitad la iniquidad de vuestras
obras delante de mis ojos; dejad de haced lo malo; aprended a haced el bien.” Esto significa
un cambio exterior e interior, un cambio completo de vida.
Necesito el poder de Dios para vivir cada día en el arrepentimiento. Los creyentes verdaderos
buscarán el arrepentimiento mientras haya tiempo, ¡hoy ! El arrepentimiento nunca es fácil pero
con la ayuda y con la misericordia de Dios, uno puede dar la espalda al pecado y volverse
hacia Dios.