miércoles, 20 de marzo de 2019

Ayuda mi incredulidad
Texto: Marcos 9.14.29

Tema: Jesús el Hijo de Dios

Propósito: El creyente confiará en Jesús el Hijo de Dios

Introducción
Este relato de la curación del muchacho endemoniado lo encontramos también en los
evangelios de Mateo y Lucas. Cuando prestamos atención a los tres relatos, y hacemos una
comparación de ellos descubrimos que Mateo por una parte le dedica solamente siete
versículos; así mismo, el Evangelio de Lucas le dedica solamente seis versículos y medio;
mientras que Marcos lo relata en diez y seis versículos. Esto es muy importante que lo
tomemos en cuenta ya que demuestra el interés que Marcos tiene de trasmitirnos
detalladamente lo que sucedido en esta ocasión; y no solamente lo que sucedido en aquella
ocasión, sino que este acontecimiento encaja perfectamente con el mensaje que Marcos
quiere trasmitir en todo su evangelio: “Presentarnos a Jesús como el Hijo del Hombre que
vino a la tierra como Siervo sufriente para remangarse las mangas y ponerse a servir a
los hombres y dar su vida en rescate por muchos" (10.45).

Un punto importante también es que los tres evangelistas relatan este acontecimiento después
de la transfiguración. Para ser más precisos “…un día después…” (Lucas 9.37) de la
transfiguración. Necesitamos entender el propósito de esta intención:

“Por un lado los Evangelios nos muestran en la transfiguración al Cristo de Gloria, al Cristo de
poder, exaltado, en toda su gloria, poderío y majestad, y por otra parte la patética y débil
condición de los discípulos tratando de expulsar un demonio y fracasar en el intento.

Enseñanza: Esta mis amados hermanos, es una verdad que nunca jamás, pero nunca jamás
debemos de olvidar: Nuestra condición de debilidad, nuestra condición de dependencia, no
somos autosuficientes, siempre vamos a necesitar de ese Cristo de poder que nos presentan
los Evangelios, recordemos la palabras del apóstol Pablo: “…porque mi poder se
perfecciona en la debilidad.” 2 Corintios 12.9

1. La incapacidad de los discípulos vv14-16

14  “Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y
escribas que disputaban con ellos. 15  Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y
corriendo a él, le saludaron. 16  El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?”

A. El grave apuro en el que se encuentran los nueve discípulos. v14

Al siguiente día de la transfiguración, Jesús y los tres discípulos que pidió le acompañaran se
dirigieron al lugar donde los nueve discípulos se habían quedado. Y cuando llagaron a ese
lugar, Jesús vio una gran multitud alrededor de aquellos nueve discípulos. Vio también,
algunos maestros de la ley que discutían con ellos.

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Ponga usted por un momento en su mente aquella escena: “Por un lado los discípulos
tratando de expulsar el demonio de aquel muchacho sin lograr absolutamente nada. Por otro
lado aquella multitud de gente al rededor de ellos; algunos movidos por el morbo solamente.
¡Y no solo eso! Aquellos escribas – qué nada más buscaban ocasión para acusar a Jesús y a
sus discípulos de fraudulentos y blasfemos – No debería extrañarnos que estos escribas se
estuvieran riendo con muestras de burla; alegrándose por el fracaso de los discípulos al tratar
de sanar a este muchacho dominado por el demonio y la enfermedad. Como diríamos los
mexicanos: Se alegraban del mal ajeno.”

¡Que grave apuro debieron haber pasado los nueve para intentar defenderse ante toda aquella
gente alrededor!

Ahora bien, Jesús observaba que sus discípulos estaban en aquel grande apuro. El texto
bíblico dice: “Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de
ellos, y (vio) escribas que disputaban con ellos.” v1 Jesús no solamente vio a la multitud y a los
escribas discutiendo con sus discípulos, sino vio más allá:

Ejemplo: “Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la
cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. Mc. 6.48

En esta ocasión Jesús vio que sus discípulos se encontraban en serios problemas: Se
encontraban en medio del mar de Galilea, les había agarrado una fuerte tormenta, y remaban
con mucha fuerza luchando contra el viento y las olas. Jesús no solamente vio que estaban
remando contra toda la fuerza de la naturaleza, sino vio el serio problema en el que aquellos
discípulos se encontraban, por tanto, se dirigió a ellos para ayudarles y revelarse a ellos como
aquel que aun el mar y el viento le obedecen.

De la misma manera en Marcos 14.1 Jesús no solamente ve lo que sucede al rededor de sus
discípulos, si no que ve el grave apuro en el que se encontraban: “Estaban siendo
avergonzados y siendo objeto de burla por parte de los escribas delante de aquella gran
multitud.

B. Jesús entra en acción. v15

Vemos como Marcos narra la manera en la que Jesús aparece en la escena:

15  “Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.”

Tan pronto como la multitud lo vio, el asombró les invadió, e inmediatamente corrieron hacia él.

Ilustraré lo que sucedió aquí con este ejemplo:

Ejemplo: La reacción de una persona cuando ve a su artista favorito en persona. (La llegada
por primera vez de los Beatles a U.S) La palabra que se traduce como “asombro” la vamos a
encontrar solo cuatro veces en todo el N.T y esas cuatro veces están escritas en el evangelio
de Marcos nada más. La manera en la que Marcos usa esta palabra en este versículo es para
describir una reacción de admiración en aquella multitud; causada por la presencia de Jesús.
Por esa razón el versículo 15 termina diciendo: “… y corriendo a él, le saludaron.”

Enseñanza: Amados hermanos: Lo que el texto nos esta revelando es la motivación del
corazón en aquella multitud: Ellos pudieron haber llegado a percibir que Jesucristo era la única
esperanza y que Jesucristo era, en cierto modo, el Salvador. La admiración que sentían al ver a
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Jesús no precisamente quería decir que ellos habían creído en Jesús como Salvador. A ellos
les atraía los milagros que Jesús realizaba por el Poder del Espíritu Santo, pero no entendían el
significado de las señales. Por ello es que digo con toda seguridad que para esta multitud
Jesucristo era, en cierto modo, el Salvador.

Así para muchos creyentes en la iglesia del siglo XXI. A ellos les atrae los cultos llenos de luces
y “milagros”, les atrae un Jesús que encaja con sus comodidades. “La iglesia puede organizar
campañas, grandes congresos, llenos de alabanza y testimonios impactantes, pero sin la
predicación de un Evangelio puro, no sirve de nada aquella campaña. La iglesia debe dejar de
visualizar a Jesús de una forma subjetiva. ¿Cómo debe entonces ver la iglesia a Jesús? Cómo
la Sagrada Escritura no lo presenta: Cómo el Hijo de Dios Todo Poderoso Salvador.

El texto Bíblico nos muestra la forma en la que Jesús enfrenta la situación: 16 “El les preguntó:
¿Qué disputáis con ellos?” Inmediatamente Jesús vuelve su atención hacia aquellos escribas
maliciosos: Se apresura a defender a los discípulos. “–¿Sobre qué discuten? – pregunto
Jesús. (NTV)

De pronto un silencio total en la boca de aquellos escribas. Era una situación tan vergonzosa
que no sabían qué decir. La disputa de pronto termino al igual que la burla. Ninguno de ellos
tuvo el ánimo para responder la pregunta de Cristo.

Enseñanza: Existe una enseñanza muy importante para la iglesia en esta parte del pasaje que
estamos estudiando. Deseo ilustrarlos con la siguiente historia:

Cuando el creyente viene por la elección soberana de Dios Padre a Cristo, llega lleno de
aquellas mentiras que aprendió en la vida sin Cristo. Y una de ellas es la de” Yo soy
autosuficiente”. Estas mentiras las sigue practicando en su vida cristiana. Entiende
perfectamente su teología pero en su mente está mentira aun le gobierna. Es entonces cuando
quiere realizar todas sus actividad bajo la influencia de: “Yo puedo hacerlo” Entonces es ahí
donde fracasa.

La enseñanza de estos versículos (14-16) Es: Que Cristo es quien opera por medio de su
Espíritu Santo en la iglesia. ¡La iglesia sin Cristo no es iglesia!

Amados hermanos: Cristo siempre esta listo para sacar del apuro a su iglesia cuando está
quiere hacer las cosas por su propia fuerza y fracasa en el intento.

Así como Jesús conocía perfectamente la debilidad de sus discípulos. Conoce perfectamente
nuestra debilidad. A pesar de todo, ¡nos ama y llega para socorrernos!

Ninguno de los expertos de la ley tuvo ánimo para responder a la pregunta de Cristo. Sin
embargo, el silencio no durá por mucho tiempo, pues entre la multitud se adelantó un hombre,
como se ve claro en los siguientes versículos:

2. La explicación de lo sucedido vv 17-19

17  Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un
espíritu mudo,18  el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y
cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no
pudieron.
19  Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con
vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.

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La intención de aquel padre era traer a su hijo único a Jesús para que le sanase. Pero cuando
vio que Jesús no estaba con sus discípulos, les pide a ellos que sanasen al muchacho. ¿Y por
qué no? ¿Acaso expulsar demonios y sanar enfermos no era parte de la misión a la que Jesús
les había enviado? ¿Y no es verdad que estos discípulos habían tenido éxito en el
cumplimiento de esta misión? Pero en este caso en particular habían fracasado: –el padre le
explica a Jesús– “… y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.” El texto
griego dice literalmente: “No tuvieron la fuerza suficiente.” Había una razón que explica el
fracaso total de los discípulos que mencionaremos más adelante en el versículo 29.

17 “Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu
mudo,18  el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes,
y se va secando…”

Si examinamos detenidamente los diversos síntomas del mal que aquel muchacho sufría,
concluimos que padecía de epilepsia. En los versículos 18, 20 y 26 vamos a encontrar las
características que se manifiestan en una persona que padece este mal:

- Ataques
- Convulsiones
- Desmayos
- Espumarajos en la boca
- Crujir de dientes
- Rigidez de cuerpo

Este no era un caso ordinario de epilepsia. Era muchísimo peor. Cada vez que el demonio le
tomaba lo desgarraba, convulsionaba, echaba espumarajos, pegaba de chillidos. Y esta
posesión producía un efecto en el chico: “…y se va consumiendo…” Literalmente: “Su
cuerpo se va secando.”

Este muchacho también era sordomudo. El padre dice: “…traje a ti mi hijo, que tiene un
espíritu mudo…” Este muchacho estaba poseído por un demonio que le quitaba la facultad
de hablar y oír (cf v25) No es que el muchacho se cayera al suelo, lo que ocurría es que un
espíritu maligno una y otra vez lo derribaba. ¡Este muchacho en verdad se encontraba en una
condición física que había sido producida por un espíritu inmundo! Por tanto, este muchacho
era epiléptico, sordomudo, y aún peor, endemoniado.

Enseñanza: Muchas personas no creen en la posesión demoniaca por una sola razón: Porque
se encuentra en la bíblia. ¿Cuantos programas de misterio existen en la actualidad en la
televisión? ¡Paranormal! ¡Encuentros con el más allá! Lo que ven en la tele lo dan por un hecho
¡Pero lo que la Biblia dice al respecto no lo creen por el simple hecho que se encuentra en ella!
Amado hermano: La palabra de Dios es veraz y no puede haber falacia alguna en ella porque
su origen esta en un Dios que es veraz y no puede mentir.

Entonces el pasaje bíblico nos muestra a Jesús profundamente conmovido: v19 “Y

respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con
vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.”

¿Porqué esta reacción de Jesús?

No había pasado mucho tiempo que los discípulos habían confesado que Jesús era el Cristo.
(Marcos 8.27-30) Les había enseñado el propósito de su venida al mundo (8.31) se había
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transfigurado delante de Pedro, Juan y Jacobo (9.2-9) Cuestionaban sobre la enseñanza de la

resurrección de Jesús (v10)

Los discípulos aunque habían confesado que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, aun en su
corazón lo dudaban. Su fe era aún débil.

Lo que vemos aquí es a Jesús expresando su dolor e indignación. Cuando el dirige su queja
contra esta “generación” muestra que Jesús no estaba pensando sólo en los nueve discípulos
que habían fracasado en aquel intento por liberar del demonio a este muchacho.Es evidente
que Jesús estaba muy descontento con todos los que se encontraban en ese lugar:

El padre del muchacho que tenia falta de fe en el poder sanador de Cristo; con aquellos
escribas maliciosos. Que en lugar de mostrar algo de piedad, con toda probabilidad se
deleitaban con la impotencia de los discípulos; con la multitud en general, que estaba más
preocupada en sí misma que de otros; y por último pero no menos importante, con aquellos
nueve discípulos, por descuidar el ejercicio de su fe, y no poner todo su corazón en perseverar
en la oración.

El evangelista esta dejando ver de una manera muy clara que a Jesús le era doloroso
“soportar” a todos ellos que carecían de una confianza en Jesús, que carecían de un amor
tierno el uno por el otro. Ya habían pasado casi tres años de ministerio y las cosas seguían
igual en el corazón de mucha gente. En realidad Jesús estaba anhelando el fin. ¿Cómo
estamos seguros de esto? Lo revelan las expresiones que Jesús hace: “¡Oh generación
incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?…”

“«¡Gente sin fe! (ἄπιστος = GENTE no creyente / GENTE que duda) ¿Hasta cuándo tendré
que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos?…” (NTV)

Lo que Jesús dice aquí es muy fuerte. El les esta diciendo: Hasta cuando ustedes creerán que
Yo Soy el Hijo de Dios y que he sido enviado por mi Padre no para ser servido, sino para servir,
y para dar mi vida en rescate por muchos.

¿Cual era el propósito de las señales que Jesús realizaba? El evangelio de Juan escribe:

30  “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no
están escritas en este libro. 31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,
el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” Juan 20.30-31

Enseñanza: ¿Sabes cual es problema de muchos? El problema de muchos es que viendo tan
claramente lo que Dios ha hecho en la vida de otros y aún en sus propias vidas continuan
dudando. ¿Por qué sucede esto? Porque no han hecho del evangelio el centro de su vida. ¡No
viven el evangelio! ¡Oh amado hermano; amada hermana! no vivas creyendo que por tus
propias fuerzas eres capaz de sacar tu vida adelante, reconoce tu debilidad, reconoce tu
necesidad de Dios. La mayor necesidad que el ser humano tiene en su vida no es la necesidad
de amigos. No es la necesidad de bienes materiales. Es la necesidad de Dios. No vivas
dudando del Poder de Cristo Jesús.

Mira la reacción de Jesús: Aunque lleno de dolor por la incredulidad de toda aquella gente ¡Oh
cuanta ternura, cuanto amor! El da la orden: Traédmelo. En lo que estaba a punto de hacer,
revela no sólo su poder sino también su amor.

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Y la historia continua:

3. La fe real del Padre pero débil vv20-24

20  “Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho,
quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. 21  Jesús preguntó al
padre: Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. 22  Y muchas
veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten
misericordia de nosotros, y ayúdanos. 23  Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo
le es posible. 24  E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi
incredulidad.”

A la orden trajeron al muchacho a Jesús; y al instante mismo en que el demonio ve a Jesús el

muchacho empieza a convulsionar de tal forma que el demonio lo hacia revolcarse por el
suelo, echando espumarajos por la boca.

Esto nos recuerda el relato en Marcos Capitulo cinco, donde un hombre de la región de ganara
estaba poseído por una legión de demonios, y al ver a Jesús de lejos se arrodilla ante él y
clamó “…a gran voz…: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro
por Dios que no me atormentes.” Marcos 5.7

Entonces: v 21 “Jesús preguntó al padre: Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo:
Desde niño.”

Aquí surge una pregunta: ¿Jesús necesitaba saber esta información para curar al muchacho?
Creo que esta pregunta tiene dos propósitos:

1. Jesús no necesitaba esta información para sanar a este muchacho; él conoce todo del
hombre. Es el padre de este muchacho quien necesitaba reflexionar acerca del largo período
de tiempo en el que su hijo había estado en esta condición. Notemos que la respuesta del
Padre a la pregunta de Jesús es: desde niño.

Ejemplo: Algo en lo que tengo que reflexionar regularmente en mi vida es: en la condición en
la que me encontraba antes de arrepentirme de mis pecados, confesarlos y recibir perdón de
Dios por los méritos de Cristo. Viví una vida de drogadicción desde los 10 años hasta los 21
años de edad. El reflexionar en este largo período de tiempo en que me encontraba en esta
condición dirige mi corazón a abundar en gratitud por lo que Dios hizo por medio de Cristo en
mi vida.

La pregunta de Cristo a este hombre, en primer lugar tiene el propósito de que este padre
reflexionara acerca del largo período de tiempo que su hijo había estado en esta condición, y
llevar así su corazón a abundar de gratitud por el milagro que estaba a punto de realizarse.

2. La pregunta de Jesús más que revelar ignorancia en él revela su corazón compasivo. Jesús
con esta pregunta va mostrarle a ese padre dolido por ver la condición en la que su hijo se
encontraba por años, que se interesa en su historia. ¡Cuéntame tu historia! es lo que Jesús le
dice con esta pregunta a este padre sufriente. ¡Me interesa! ¡Vamos! ¡Quiero escucharte! ¡Tú no
eres un anónimo! ¡Yo te conozco y sé por lo que estas pasando!

Enseñanza: Es una acto de adoración ir con nuestra necesidad a Dios y contarle todo aquello
que hemos pasado. Eso es reconocer nuestra debilidad; es reconocer nuestra incapacidad de
darle solución a los problemas en nuestra vida; es reconocer que el Señor siempre se va a
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mostrarse interesado en nosotros sus hijos porqué él es el único capaz; el único con el poder
de solucionar nuestra situación.

Con cuanto dolor el padre le cuenta aquello que vivían en su casa: v 22 “Y muchas veces le
echa en el fuego y en el agua, para matarle…”

Enseñanza: Quisiera que por un momento usted se pusiera en los zapatos de este papá. Este
hombre sufría día tras día al ver a su hijo en esta condición. Este padre no tenia la esperanza
de ver a su hijo un día casarse, de verlo como un muchacho normal. Y para colmó va con los
discípulos y ellos no pueden hacer nada. ¿Cómo papá te haz sentido en algún momento así?
¿Ver a tus hijos destruirse por algún vicio, ver a tus hijos sufriendo en su matrimonio, ver a tus
hijos, lejos de Cristo? si tu respuesta es sí, entonces entiendes perfectamente a este padre.
Podemos darnos cuenta que el alma del padre estaba ligada a la de su hijo: su amor por este
hijo era tierno e intenso.

Este demonio no solamente arrojaba en el fuego o el agua para dañarlo levemente, sino que lo
arrojaba con el propósito de destruirlo. Notemos la expresión: “…para matarle…”

Este hombre admite la posibilidad de que Jesús podía ayudarle, PERO: “…si puedes hacer
algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.”

¿Cómo si tu puedes? ¿Es una broma? La duda de este padre no es si Jesús tenia la
disposición de hacerlo, sino si tenia Jesús el poder para hacerlo. ¡Si en verdad en Jesús esta la
capacidad de hacer algo, “…ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.”

Jesús le responde: “…Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” El problema no esta en
la capacidad de sanarlo sino en tu capacidad de creerlo. (Amados hermanos, quiero abrir un
paréntesis aquí. Esto no quiere decir que Jesús nos da un cheque en blanco para pedir todo lo
que se nos antoje. Entendamos que la fe es la firme convicción de que Dios ha de cumplir
todo lo que él ha prometido; no todo lo que se nos antoje, sino todo lo que él ha prometido. Y
el ha prometido darnos bien y no mal aunque esto implique muchas veces un NO departe de
Dios)

Este padre al instante; como todo padre que ve a su hijo sufriendo grito: “Creo; ayuda mi
incredulidad.” Vemos que este padre abre de par en par su corazón con una respuesta
realmente impresionante. ¡Que honestidad! Este hombre reconoce que tenia la clase de fe que
Jesús pedía; pero que esta fe era imperfecta, llena de temores y dudas. Es interesante lo que
este padre esta pidiendo: “A cada instante, día a día, Jesús ayúdame de tal modo que pueda
vencer mi incredulidad.”

Enseñanza: Así como este padre debemos ir a Jesús con sinceridad: ¡Creo; pero mi fe es
débil! ¡Ayúdame! “…¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!” (NTV)

4. La manifestación de Jesús como Señor y Siervo

vv25-29
25  Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole:
Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. 26  Entonces el espíritu,
clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos
decían: Está muerto. 27  Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.
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28  Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no
pudimos echarle fuera? 29  Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y
ayuno.

25  “Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole:
Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.”

La multitud rápidamente corrió a donde estaba Jesús con el muchacho con el propósito de
observar el milagro. Es lamentable aún más que después de la exhortación del versículo 19
esta multitud de gente no entendía el mensaje del evangelio de Cristo. Ellos querían mirar el
milagro nada más.

Pero vemos que Jesús no quería alimentar el morbo de aquella multitud: “Y cuando Jesús vio
que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo,
yo te mando, sal de él, y no entres más en él.”

Necesitamos preguntarnos ¿Cual era la prioridad de Jesús, realizar milagros o predicar la

palabra?

35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y
allí oraba. 36  Y le buscó Simón, y los que con él estaban; 37  y hallándole, le dijeron: Todos te
buscan. 38    El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí;
porque para esto he venido. 39   Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y
echaba fuera los demonios.”

La predicación era la prioridad de Jesús y los milagros eran solamente la confirmación de

Jesús como el hijo de Dios.

Enseñanza: Jesús no quería ser considerado como un hacedor de milagros. Nunca estimulo
aquel morbo en la multitud. La dureza del corazón en aquella multitud es la misma que existe
en el corazón de muchos. Desean ver lo sobre natural, desean sentir, desean oír cuentos de
visitas al infierno etc. Y pierden de vista al Salvador.

Sin embargo, vemos la profunda y tierna compasión de Cristo por el muchacho y por su padre:

“Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.”

“Cuando Jesús vio que aumentaba el número de espectadores, reprendió al espíritu maligno.*
«Escucha, espíritu que impides que este muchacho oiga y hable —dijo —. ¡Te ordeno que
salgas de este muchacho y nunca más entres en él!».” NTV

Entonces el demonio intento hacerle un fuerte daño antes de salir, de tal magnitud que pareció
que el muchacho había muerto. (Nuevamente vemos aquel morbo e incredulidad en la
multitud: v26 “Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó
como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.”

Pero Jesús demuestra su poder una vez más: v27 “Pero Jesús, tomándole de la mano, le
enderezó; y se levantó.”

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28  “Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no
pudimos echarle fuera? 29    Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y
ayuno.”

Pudiéramos entender que es la falta de oración en sí misma la que impidió que los discípulos
expulsaran a este demonio. Y pudiéramos equivocarnos al decir que por la oración los
demonios son expulsados. Analicemos este versículo en Mateo 17. 19- 20:

19   “Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos
echarlo fuera? 20    Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si
tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y
nada os será imposible.”

Enseñanza: ¿Quienes eran los discípulos? ¿A caso no eran personas pecadoras? ¿Personas
con una fe finita? ¿Quienes somos nosotros? ¿A caso no estamos en la misma condición que
los discípulos?

Para Nuestra Espiritualidad

¿Donde alimentamos nuestra fe? Romanos 10.17  “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la
palabra de Dios.”

Prestemos mucha atención a lo siguiente: 9  “Y descendiendo ellos del monte, les mandó que
a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los
muertos. 10   Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de
los muertos. 11  Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que
Elías venga primero? 12    Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y
restaurará todas las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y
sea tenido en nada? 13    Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron,
como está escrito de él.”

Ellos guardaron la palabra pero aun había dudas en su corazón.

Veamos también: 8. 31    “Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre
padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los
escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.” 32  “Esto les decía claramente.”

“Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle.” ¡No Señor, tu estas

equivocado! ¿Cómo que te es necesario padecer mucho? ¿Te das cuenta? Ignorancia de la
palabra enseñada.

El texto nos esta llevando a fortalecer nuestra fe por medio de la palabra de Cristo. Es por
medio de la palabra que nos damos cuenta que necesitamos completamente de Cristo en
nuestras vidas.