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INTRODUCCIÓN

1: EL QUÉ
LA CUESTIÓN CRIMINAL

Pregunta contundente
¿En algún momento reflexionaron acerca del crimen y castigo?
(Didier Fassin) ¿Se preguntaron qué es el castigo? ¿cuál es su fundamento? ¿a quienes se castiga?
(Eugenio R. Zaffaroni) ¿Se lo plantearon en términos de conflictividad y poder sociales?
CUERPO DEL DISCURSO
2: EL PORQUÉ
IRRACIONALIDAD SOCIAL

Situación
(Anécdota personal)
Desigualdad social en las condiciones de selección policial
Hace unos meses estaba en una plaza con unos amigos. Cerca de nosotros otro grupo. Ambos
fumábamos tabaco y marihuana. Aparecen tres agentes policiales y se dirigen a los otros. Veo que
conversan. A continuación, los otros toman sus cosas y se van. La policía hace lo suyo por otro camino. Si
bien compartíamos los vicios, nos vestíamos distintos. Ellos decían ser bohemios. Nosotros: estudiantes.
(Datos etnográficos de Didier Fassin)
Desigualdad social en las condiciones de evaluación judicial
El sociólogo Didier Fassin relata dos observaciones etnográficas con las que ilustra cómo opera la
distribución desigual de la pena. Estas situaciones tienen lugar en un tribunal francés el mismo día. Un
joven de 19 años es acusado por desacato a un agente policial en un cacheo sin motivos, mientras que
otro joven por violencia sexual a su pareja. Uno no tiene secundario y es carpintero, el otro estudiante
universitario. Uno es senegalés, el otro francés. Uno es de clase baja, el otro de clase media. Uno tiene un
defensor público, el otro remunerado. En la audiencia, uno moviliza sus competencias comunicativas
inoportunas que conducen en reconvención, el otro adopta una postura de arrepentimiento. En el marco
del CP que legisla 6 meses por desacato y 5 años por violación, uno es sentenciado a prisión preventiva,
el otro a 6 meses de prisión. En esto nos podemos preguntar ¿Qué datos deben pesar y cuales pesaron
efectivamente en el magistrado?
(Datos estadístico de Eugenio R. Zaffaroni)
El “dato fuerte”
Crímenes en masa/Homicidios masivos
Asesinatos cometidos por Estados
Siglo XX
Wayne Morrison: 65.000.000 de cadáveres
Rudolpf Rummel: 165.000.000 de cadáveres
Estimación Zaffaroni:
Promedio: 100.000.000 de cadáveres
1 o 2 de 50 habitantes del planeta
2% de la población mundial

Complicación
¿Qué paso? ¿Qué se puede decir de esto? ¿Cómo pueden interpretarse estos hechos? ¿Qué se viene
diciendo?
En Francia, el sociólogo Didier Fassin y, en América Latina, el criminólogo Eugenio R. Zaffaroni razonan
estos hechos de manera similar: son acontecimientos sociales irracionales. Son soluciones que
devienen en problemas. Se quiere decir lo siguiente: 1) En nuestra sociedad, cuando emerge un problema
entre nosotros actuamos para solucionarlo recurriendo a variados modelos de solución de conflictos 2)
Uno de ellos es el modelo punitivo 3) De su aplicación resulta una situación contraproductiva (Foucault),
irracional (Fassin) o de ejercicio vertical del poder social (Zaffaroni): su fin es solucionar un problema, pero
no lo resuelve; por el contrario: genera otros (en situación contenida: prisionización masiva, costo
económico y humano que implica para la sociedad, producción y reproducción de desigualdades, gatillo
fácil, y cuando se desboca: homicidios masivos).
3: El CÓMO
Razonando de la siguiente manera:
CRIMINALIDAD, PUNITIVIDAD Y DISCURSIVIDAD
¿Qué puede decir un analista del discurso, un estudiante en Letras en la cuestión criminal? ¿Qué valor
puede tener su palabra en el análisis del poder y, concretamente, del poder punitivo? ¿Posee
herramientas conceptuales para colaborar en la explicación de este fenómeno? ¿Cómo pude justificar su
participación?
Lo que puedo decir, como un analista de la doxa y el poder, es lo siguiente: si dispongo de 1, entonces
puedo hacer 2.
1) Vinculación entre criminalidad, punitividad y discursividad se reconocen. El poder y la opinión son
variables fundamentales para explicar fenómenos sociales.

En América Latina, la Criminología Cautelar expande su explicación a los Estudios del Discurso. Se
reconoce que los poderes sociales necesitan de discursos para su creación y ejecución (legitimación
o deslegitimación); si al poder punitivo le quitásemos su fundamentación, ¿a qué quedaría reducido?
Sin discurso no hay poder. Si hay poder y su discurso desaparece, aquel pierde eficacia y
desaparece.

Y en Crímenes en Masa:

Con el discurso se ejerce poder –los dictadores siempre lo supieron–, aunque no


sea el mismo poder del que disponen las agencias ejecutivas del sistema penal,
pero estas sin el discurso quedan deslegitimadas y, en definitiva, el poder sin
discurso, aunque puede causar grave daño antes de derrumbarse, no se sostiene
mucho tiempo (Zaffaroni, 2012, p. 86).

Zaffaroni en La Cuestión Criminal dice:

Por supuesto que quienes debían legitimar esas leyes atroces no podían confesar
que el poder punitivo sirve para verticalizar y colonizar, por lo que siempre se trató
de encontrar alguna justificación para cada ley penal, basada en una necesidad
fundada en hechos del mundo real (Zaffaroni, 2015, p. 35).

Además, en Francia, a partir de interpretaciones genealógicas y etnográficas del sistema penal,


Didier Fassin explica que el “momento punitivo” es causado por “las pretensiones conjuntas del poder
y la opinión” (2018, p.19). ¿Qué quiere decir? El poder político “instrumentaliza” la siguiente tendencia
discursiva de la sociedad: mayor intolerancia general y también selectiva respecto de los desórdenes
sociales; cada vez más conflictos pasan por la policía, tribunales y la cárcel y esta sensibilidad
manifiesta cierta jerarquía de los crímenes (“el fraude fiscal es mejor tolerado que el arrebato de
objetos”). El autor afirma que estas “sensibilidades y políticas tienen (…) efectos sobre el conjunto
del sistema penal” (p. 19): “se sancionan más y más severamente las infracciones a la ley” (p. 9).

Por el otro lado, la Semiótica de los Bordes puede y pretende contribuir en explicar las significaciones
de los fenómenos sociales. Es decir, los conceptos teóricos y las operaciones metodológicas de la
Semiótica resultan útiles y necesarios para un investigador interesado en el aspecto semiósico de un
fenómeno social. Magariños de Morentín así lo expresa:

Así pues, la semiótica puede interesarle a los estudiosos e investigadores de los


fenómenos sociales, en la medida en que buscan explicar la significación
socialmente atribuida a tales fenómenos y en la medida en que enfocan esta
búsqueda de un modo riguroso, que justifique las conclusiones a las que lleguen, y
no de un modo intuitivo, que se comprende pero cuya razón de ser se desconoce o
sin que se pueda establecer por qué se considera que es ésa significación (o, mas
bien, conjunto de significaciones) la que corresponde atribuirle a tal fenómeno y no
cualquier otra.
Por tanto, el abogado, el sociólogo, el psicólogo, el historiador, el licenciado en
letras, el crítico de arte, el lingüista, el antropólogo, el geógrafo, el arqueólogo, el
licenciado en turismo, el economista, el filósofo, el terminólogo y el traductor, el
epistemólogo, el bibliotecario, el publicitario, el comunicador, el arquitecto, el
museólogo, el politicólogo, el licenciado en ciencias de la salud, el demógrafo, el
pedagogo y tantos otros, en el ámbito de las ciencias sociales, necesitan de la
semiótica como instrumento estructurador para la consistencia y el rigor de sus
estudios e investigaciones (2009, p. 14).

2) Entonces puedo hacer compatibles elementos disciplinares:


El objeto de estudio:
Problemática y hipótesis:
Metodología corpus:
Metodología método de interpretación:

Solución

CONCLUSIÓN

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