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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


ECONOMÍA

“LA EXPANSIÓN TECNOLÓGICA, LA PUBLICIDAD


Y LA GLOBALIZACIÓN COMO NEGOCIO EN LA
CULTURA DE MASAS”

ENSAYO: RELACIÓN EXISTENTE ENTRE DESARROLLO


ECONÓMICO Y PROCESOS DE COMUNICACIÓN EN
TIEMPOS RECIENTES

DAVID ALFONSO MARTÍNEZ MEDRANO


GRUPO: 9303
2017
Después de la Segunda Guerra Mundial, en la que Estados Unidos se coronó como
el rector del sistema económico internacional, los países en vías de desarrollo,
comúnmente denominados “del Tercer Mundo”, apenas se estaban formando como
países independientes y algunos estaban terminando revoluciones y guerras civiles.

Por lo tanto, a través de las instituciones creadas por Estados Unidos para regular
la paz entre las naciones, principalmente la Organización de las Naciones Unidas,
los países subdesarrollados pedían capital y recursos a los países del Primer
Mundo, lo que dio paso a la creación de un Fondo Monetario Internacional, un Banco
Mundial, una Organización Mundial del Comercio, y demás instituciones controladas
por los países desarrollados que pudiesen llevar a cabo esta tarea. Así nació lo que
hoy se conoce como un Nuevo Orden Mundial.

Aunado a un Orden regido por criterios económicos, apareció un Nuevo Orden


Informativo, en el que Estados Unidos y demás países del Primer Mundo tenían total
control del contenido y dirección de la información. En 1980, la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO, por sus siglas en
inglés), a través del Informe MacBride, solicitó una desmonopolización de la
información, lo que el Primer Mundo consideró como “una confabulación
tercermundista para cercenar el flujo y el derecho de la información”.1 El Primer
Mundo estaba a favor de expandir la competencia a todo el mundo, pero quería
mantenerse con el control de la dirección y contenido de la información, por lo que
el problema principal era quién debía regirla. Con esto, la información se volvió en
una especie de Darwinismo, es decir, en una supervivencia del más fuerte. A la
fecha, no se han propuesto políticas de comunicación y de información a nivel
internacional desde 1980, después de que el Informe MacBride fuera abandonado
y dejado en el olvido.

Está claro que las empresas privadas son las que han salido beneficiadas, ya que
toda su demanda está en manos de los particulares. Por otro lado, los países

1
Ortega, C., Reyes Matta, F., Casullo, N. & Roncagliolo, R. (Marzo - Abril 1981). Nuevo orden
informativo internacional. Nueva Sociedad, 53. (Recuperado de: http://nuso.org/revista/53/modelos-
economicos/) Consultado el 28 de Noviembre del 2017.
subdesarrollados, al no encontrarse en una economía competitiva, dependen
económica e informativamente de los países desarrollados.

Resulta interesante que éste inicio de la globalización, el cual ha pasado por


grandes desvaríos durante los últimos años, ha representado cierta mejoría política
y económicas para los países subdesarrollados, los cuáles, en lugar de salir
beneficiados, estaban estancándose más en la crisis por el Nuevo Orden
Económico Mundial debido a la explotación de materia prima en éstos países por
parte de los países desarrollados.

Con esta introducción, se abre el propósito del presente ensayo, el cuál es


representar el avance en los procesos de comunicación, a través de las nuevas
tecnologías nacidas en ésta plena revolución informativa, y compararlas con un
desarrollo económico.

Es preciso mencionar, para iniciar, que la globalización y el avance tecnológico ha


traído tanto puntos negativos como positivos, aunque es difícil establecer una
balanza y estudiar hacia qué lado ha llevado a la humanidad las nuevas tecnologías.
Citando a Dênis de Moraes:

“Los beneficios provenientes de la expansión tecnológica no son


distribuidos de manera igualitaria en el conjunto de la sociedad. El
acceso a las tecnologías depende de condiciones adquisitivas y
culturales marcadamente desiguales. La evolución técnica debería
ampliar el conocimiento de las sociedades y de los hombres; en la
práctica, sin embargo, ocurre una perversa inversión: las técnicas
avanzadas son apropiadas por élites y otros actores privilegiados
en función de objetos determinados. La explosión innovadora no
representa un bien común, ni una conquista entre los pueblos.
Grandes empresas e instituciones hegemónicas tienen la
prerrogativa de utilizarla en función de ambiciones particulares. Son
ellas quienes disponen de poderío financiero, influencia política,
capacidad industrial y redes globales de distribución.”2

Con esto, Moraes hace una clara referencia a la brecha digital, la cual es definida
como la disparidad entre naciones y dentro de éstas que tienen y no acceso a
internet3, y es la muestra de la crisis informática que tenemos en la actualidad en el
siglo XXI, en la cual Estados Unidos y las grandes potencias continúan siendo
dueños del control, dirección y contenido de la información.

Sin embargo, es un hecho que las nuevas tecnologías también han representado
mejoría en la producción de bienes y servicios tanto en los países desarrollados
como subdesarrollados, debido principalmente al cada vez más fácil consumo y
enajenación a través de la publicidad. Así como el cumplimiento a la solución de
problemas de manera más rápida y eficiente. Un ejemplo muy claro es el consumo
a través de medios desmaterializados que Jean Paul Simon menciona:

“Ésta generación está brindando nuevas prácticas que deberían ser


mejor entendidas, mientras sus cambios son explicados, en
general, por un ‘factor generacional’; esto es, una generación en
particular originando una práctica que continuará y se expandirá a
las generaciones subsecuentes. Con un cambio de productos a
servicios, hacia más ‘desmaterialización’, es aún más importante
darse cuenta de la evolución de los patrones de consumo. […] Los
patrones de consumo están cambiando, y los clientes le están
dando un nuevo músculo y una nueva habilidad para

2
Moraes, Dênis de. (2010). Mutaciones de lo visible: comunicación y procesos culturales en la era
digital. Buenos Aires: Paidós. PP. 69
3
Márquez, F. (Octubre - Noviembre 2003). El Nuevo Orden Mundial de la Comunicación en la Era
de la Sociedad de la Información. Razón y Palabra, 35. (Recuperado de:
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n35/fmarquez.html) Consultado el 28 de Noviembre del
2017.
autoabastecerse o para contratar en producciones colaborativas en
una escala sin precedentes.4

A la fecha, el consumo de medios de entretenimiento audiovisuales en Internet a


través de una nube ha representado una manera más fácil y rápida del consumismo
para las nuevas generaciones, así como el llamado multitasking, en el que gracias
a las nuevas tecnologías, éstas pueden realizar labores de producción de una forma
más fácil y rápida.

No obstante, se habla de una dependencia hacia las nuevas tecnologías debido a


la cada vez más fuerte necesidad para solucionar problemas a través de ellas, así
como la ahora urgente búsqueda de los jóvenes de una aceptación social, la cual
debe realizarse forzosamente con las nuevas tecnologías. Lo que, por consiguiente,
significa para las empresas privadas de comunicación del Primer Mundo un
mercado nuevo de dónde se puede generar grandes producciones de capital, el
cual parece ser el único fin de los medios de comunicación actuales: La cultura de
masas. Citando a Javier Esteinou:

“Paralelamente a este exceso de sobreoferta informativa que


genera esta nueva etapa del desarrollo capitalista, la sociedad
avanzada entra en una nueva etapa de consumo cultural. Así,
respondiendo al principio económico que señala que todo
incremento provocado en el proceso de producción afecta
proporcionalmente al proceso de producción y consumo, los
ciudadanos entran en nuevo ciclo de rápida y abundante
asimilación ideológica que marca el arribo de una nueva fase
cultural de la historia capitalista.”5

Esta cita puede complementarse con la que nos proporciona Eduardo Galeano:

4 De Prato, G., Sanz, E. & Simon, J.P. (2014) Digital Media Worlds: The New Economy of Media.
Inglaterra: Palgrave, Macmillan. Traducido al español por el autor de este ensayo con ayuda del
traductor de Google.
5 Esteinoiu Madrid, F. J. (1990). Economía Política y Medios de Comunicación. México: Trillas.
“La cultura del consumo, la cultura de lo efímero, condena todo el
desuso mediático. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda,
puesta al servicio de la necesidad de vender. Las cosas envejecen
en un parpadeo, para ser reemplazadas por otras de vida fugaz.
Hoy lo único que permanece es la inseguridad, las mercancías
fabricadas para no durar resultan tan volátiles como el capital que
las financia y el trabajo que genera. El dinero vuela a la velocidad
de la luz: Ayer estaba allá, hoy está aquí, mañana quien sabe, y
todo trabajador es un desempleado en potencia”. 6

Aquí se denota lo que en los tiempos contemporáneos del 2017 es más obvio. El
avance tecnológico está desarrollándose más rápido que el avance social de la
humanidad, cosa que está distanciando a las clases sociales de los actuales países
en vías de desarrollo.

Por un lado, países en América Latina deben gran parte de su mejoría económica
gracias a las nuevas tecnologías; pero por otro, la falta de abastecimiento, y
poblaciones rurales sin apenas electricidad son producto también del surgimiento
de ciertos campos de trabajo como el del periódico, de los cuáles se explorarán más
a fondo más adelante.

Asimismo, las nuevas tecnologías, y más específicamente, las redes sociales, han
dado hincapié al nacimiento de una nueva necesidad, sobre todo para las nuevas
generaciones, que consiste en la aceptación social y la búsqueda de pertenecer a
cierto estatus. Ésta necesidad, que representa un fuerte mercado tanto para las
grandes empresas como para sus campañas publicitarias, ha marcado fuertemente
a toda una generación completa.

Con estas citas, al mismo tiempo, se da paso al argumento de la interconectividad


entre las personas como parte necesaria tanto para la cultura como para los
mercados.

6 Galeano, E. (14 de Marzo del 2017). El imperio del consumo. (Recuperado de:
https://www.ecoportal.net/temas-especiales/globalizacion/el_imperio_del_consumo/).
Como ya se mencionó anteriormente, los medios de comunicación actuales viven
en una supremacía del más fuerte, en dónde los medios informativos del Primer
Mundo tienen control de la información y son regidos por criterios meramente
económicos; a su vez, esta globalización y falta de creación de contenido no
dependiente de medios económicos a los países desarrollados por parte de los
países del Tercer Mundo se ha convertido en uno de los objetos de estudio
principales de la rama de la Economía Política. Citando a Florence Toussaint:

“La premisa de la cual parte la economía política de la comunicación


reconoce en los medios a industrias que se manejan de acuerdo a directrices
económico políticas, presentes en la sociedad en la cual se insertan. Habría
que agregar que éstas ya no son locales ni de nación, sino globalizadas. Por
tanto, sus objetivos de entretenimiento, ideológicos, de cultura, educación e
informativos se encuentran supeditados a una meta primordial: La
Realización de Capital.”7

Resumidamente, es un hecho que en un régimen completamente capitalista a nivel


mundial, el único de objetivo para la creación de comunicación es la
sobreproducción de información y, por lo tanto, de capital, el cual corresponde
principalmente al mercado privado, sin intervención del Estado, que era uno de los
objetivos que planteaba Adam Smith. Sin embargo, es lamentable que, como dice
la canción, “en un mundo globalizado, la gente pobre no tiene lugar”. 8

El alcance de la globalización llega a tal grado, que se ha quedado impregnado en


nuestra cultura. Todo alcance cultural, así como el informativo, actualmente está
regido por una economía en busca de sobreproducción de capital, a través de la
ideología y la enajenación de la gente, de lo cual se ha encargado la publicidad.

En cuanto a lo que hoy se conoce como Cultura Digital, se puede definir de la misma
manera en la que abre Moraes:

7 Toussaint, F. (2014). Crítica de la Información de Masas. México: Trillas.


8 Panteón Rococó. (2002). La Carencia. En Compañeros Musicales [CD]. Monterrey, Nuevo León:
Sony Entertainment Records.
“En el escenario de mediatización de la vida social, caracterizada por
mediaciones e interacciones basadas en dispositivos tele-informacionales,
los sectores culturales están inmersos en la lógica del lucro que preside la
expansión de la forma-mercancía a todos los campos de actividades. […] La
conversión de la cultura en economía y de la economía en cultura es uno de
los cimientos del capitalismo actual.”9

La publicidad y el marketing son dos ramas de la comunicación que han pasado por
críticas polémicas. Por un lado, se encuentra la postura de que el estudiar
comunicación por la búsqueda de ser publicista constituye en enajenar a la gente,
en una forma de trabajo mediocre desprestigiando al arte y buscando la aprobación
de los países en potencia; y por otro lado se encuentra la postura que establece que
la publicidad es el mejor campo de trabajo y estudiarla es la mejor forma de “llegar
hasta arriba” y prestar atención en lo que la gran diversidad de contenidos artísticos
y mediáticos que se puedan ofrecer de todas partes del mundo. En los siguientes
pasajes, Patricia Arriaga explica el origen de la publicidad en el sistema capitalista:

“El sector de bienes de producción se desarrolla más rápidamente que el de


bienes de consumo […] Por ello, es necesario estimular el desarrollo del
sector de bienes de consumo, pues un rezago significativo del mismo puede
tener consecuencias graves para algunas ramas del sector de bienes de
producción. Es aquí donde surge la necesidad de la publicidad. […] El
aumento de los [bienes] de consumo no es fácilmente absorbido, pues la
capacidad de consumo de la sociedad tiende a estrecharse.”10

Con esto, está claro que el sistema capitalista se basa en un sistema liberal en el
que se busca la sobreproducción de capital y la creación de una necesidad de
consumo para el fortalecimiento de éste mercado, aunque se traten de bienes y
servicios que no sean necesarios para cierto sector de la población.

9 Moraes, D: Op. Cit.


10 Arriaga, P. (1980). Publicidad, Economía y Comunicación Masiva. México, D.F.: Editorial Nueva
Imagen S.A.
En la creación de éstos bienes y servicios, se encuentran los nuevos medios de
entretenimiento que han sido catalogados en el mismo ámbito que el arte, ya que el
arte, como proceso comunicativo, está sufriendo a la vista tanto de los que la
realizan como de los que la disfrutan una producción con miras únicamente
económicas. Por un lado, tenemos el punto positivo expresado por Jean Paul
Simon:

“Los modelos de negocio en evolución son una salida de dos procesos


simultáneos: La tendencia general de transformación de productos digitales
en servicios, y los procesos de desintermediación e intermediación.
Moviéndose a un modelo de servicio online permite que el cliente pueda
comprar servicios adicionales relacionados a algún contenido editorial más
que simplemente a los medios per se [...] El incremento del valor traído por
la digitalización parece beneficiar más a los consumidores digitales. […] A
medida de que los consumidores se convierten en prosumidores, ellos
pueden jugar un nuevo rol en los procesos creativos.”11

Una de las propuestas aquí es la creación de contenido propio, a través de las


nuevas plataformas digitales, como YouTube, Facebook, y demás redes sociales,
usuarios a través de cualquier parte del mundo pueden subir contenido libremente,
lo cual da hincapié a que países poco beneficiados por la monopolización de la
comunicación puedan crear contenido de calidad.12 No obstante, las televisoras
nacionales que crean contenido a través de emisoras nacionales para los países
subdesarrollados, al estar controladas por las grandes empresas privadas de los

11
De Prato, G., Sanz, E. & Simon, J.P. (2014) Op. Cit.
12 Hay que recalcar, sin embargo, que plataformas de creación de contenido como YouTube fueron
creadas en Estados Unidos o en países grandes Europeos, lo cual, aunque tenga “libre” uso, seguirá
dando prioridad de expansión de contenido a los países pertenecientes a las grandes empresas.
Asimismo, hay países que por reglas políticas no tienen acceso a ninguna de estas plataformas,
como Rusia; y no hay que dejar de recalcar el que YouTube, al ser una empresa privada de
comunicación, también ejerce sus propias reglas sobre lo que se puede publicar o no.
países grandes, tienden a crear contenido relacionado a los problemas del Primer
Mundo, así como poco contenido de calidad; tal es el caso de Televisa, en México.

Los puntos negativos son muy bien expresados por Moraes, quien utiliza los medios
artísticos como ejemplo, y retoma el tema de las dependencias tecnológicas en las
nuevas generaciones:

“Al cancelar la diferencia entre la producción artística y la producción en


general de mercancías, la mercantilización orienta hacia el consumo de masa
en conjunto de manifestaciones hasta entonces clasificadas como elitistas
(exposiciones, ciclos de conferencias, música erudita), y que ahora se
proyectan en las agendas mediáticas como megaeventos, financiados por la
publicidad y por esquemas promocionales.”13,14

Es aquí cuando entran las nuevas tecnologías en el papel del desarrollo económico
que ya se había establecido: La significación de un nuevo mercado tanto productivo
como de consumo. Citando a Bettetini:

“[Los nuevos media] se configuran como elementos de novedad en el


contexto social, sea porque permiten desarrollar de manera diversa algunos
tipos de actividad, sea porque presentan problemas nuevos, o problemas
viejos de un modo nuevo”15

Sin embargo, existe una delgada línea que divide a los puntos positivos con los
negativos que la economía liberal ha dejado sobre las tecnologías. No obstante,
estos dos puntos pueden trabajar conjuntamente.

Mercados como el de la telefonía móvil han representado la hegemonía económica


de los países del Primer Mundo en producción y consumismo, y al mismo tiempo

13 Moraes, D: Op. Cit.


14 Un ejemplo sobre un arte que ha caído en las garras de la globalización, volviéndose un negocio
con un fuerte mercado a nivel internacional, es el deporte. Solamente el fútbol mundial factura 250
billones de dólares por año en derechos de transmisión.
15 Bettetini, G. & Colombo, F. (1995). Las nuevas tecnologías de comunicación. Barcelona: Ediciones
Paidós.
representan la clara dependencia de las nuevas generaciones. Volviendo a citar a
Moraes:

“El teléfono móvil es el eje gravitacional de la sociedad en red móvil para


designar un tipo de sociedad cuyas estructuras y prácticas sociales se
organizan en torno a redes microelectrónicas de información y comunicación,
con dispositivos que interfieren en las funcionalidades cotidianas, en las
relaciones interpersonales, en la descentralización de la producción, en los
métodos de gestión empresarial, en las operaciones financieras, en el trabajo
virtual y en la conexión directa entre servicios públicos y usuarios”16

Lo que significa que el mercado de los teléfonos celulares ha significado una mejoría
importante en los procesos de producción tanto de bienes productivos como de
consumo; sin embargo, también han significado la forma más fácil de consumismo,
enajenación y puntos negativos de la globalización, sobre todo en los países sub
desarrollados.

El ejemplo más usado y, sin embargo, menos analizado en un marco tanto


económico como psicológico, son las redes sociales. Éstas, a su vez, son el claro
ejemplo de la necesidad de nuevas políticas económicas e informativas a nivel
internacional.

Las redes sociales son conocidas por vender la información a las grandes empresas
privadas para que atacar con publicidad en sectores específicos, basándose en las
compras y búsquedas de los usuarios de Internet. No es de extrañar que las
empresas multimillonarias que representan Facebook, Twitter, y más tengan tratos
con las productoras de servicios digitales. Volviendo a citar a Moraes:

“Aunque se utilicen estrategias de mercado comunes en el mundo físico, las


redes ofrecen otras posibilidades exploratorias de los recursos multimedia,
con la finalidad de obtener dividendos comerciales a partir de una comunidad
de intereses. Así ocurre con Twitter, que dejó de ser simplemente un
ambiente de sociabilidad para transformarse en una herramienta virtual para

16 Moraes, D: Op. Cit.


nuevos modelos de negocios y marketing corporativo, favoreciendo, por
ejemplo, conexiones instantáneas de empresas del mercado financiero con
accionistas, inversores y especuladores.”17

Con esto, también se habla sobre una revolución en los métodos publicitarios, al
mismo tiempo de la existencia de una revolución tecnológica.

Antes de concluir, se mencionan algunos datos recientes, de manera muy resumida


sobre las tecnologías de comunicación e información, y su desarrollo económico en
relación a la evolución por la que han pasado debido a la revolución tecnológica:

En cuanto a la industria de los libros, ésta ha sido fuertemente afectada por la


digitalización y la desmaterialización de los productos. Citando a Giuditta de Prato:

“Ésta industria se puede fechar en la introducción del formato usado para los
libros modernos (el códice: bloque de madera, libro) alrededor del primer
siglo: Un libro encuadernado con páginas. El códice gradualmente fue
reemplazado por la rúbrica (rollo de papiro, pergamino de papel). Éste nuevo
formato permitió el acceso aleatorio, mientras que a las rúbricas solamente
se podían accesar secuencialmente. Esto es considerado como el ‘cambio
tecnológico’ más importante antes de la invención de la imprenta, después
de la invención de la escritura como una tecnología cognitiva.18

También es un hecho que la digitalización de la industria del libro ha significado un


aumento en los recursos publicitarios de la misma, así como la introducción de
empresas como Google o Amazon en la competencia de éstas industrias.
Actualmente, la industria de los libros en la globalización goza de una gran posición
económica.

En segundo lugar, se encuentra la industria de la Televisión. En esta ocasión se cita


a Esteve Sanz:

17
Ídem.
18
De Prato, G., Sanz, E. & Simon, J.P. (2014) Op. Cit.
“El mercado de la televisión, el cual significa uno de los más grandes
mercados de medios de comunicación, tiene una fuerte historia de regulación
que fue generalmente justificada por razones tecnológicas. […] Éste sector
se ha caracterizado por su continuo crecimiento económico en los últimos 50
años, estimulado por un enorme incremento en la capacidad de canales,
mejoramiento de calidad de imagen con alta definición y, más que nada, una
transformación en el tipo de productos audiovisuales, ahora más
participativos y transformativos que en las eras pasadas.”19

Asimismo, fue un hecho revolucionario el cambio de la televisión analógica a la


televisión digital. A pesar de que muchos analistas consideran que con la llegada
del Internet moriría el mercado de la Televisión en los medios publicitarios, su
historia y su crecimiento económico exponencial la dejan ver como el segundo
medio de comunicación más grande que apenas está en su auge.

En tercer lugar, se expone a industria del cine, en la que Hollywood actualmente


mantiene hegemonía en el mercado, producto de la globalización. Citando a Sophie
de Vinck y Sven Lindmarck:

“El sector fílmico es uno de los núcleos de las industrias culturales, creando
valores tanto económicos como culturales. […] Históricamente la exhibición
de las películas ha sido expandida gradualmente más allá del cine teatro a
incluir variedad de pantallas en las que la audiencia puede ver una película.
Dentro de cada mercado, uno puede discernir la competencia entre sus
jugadores principales (por ejemplo, varios cine teatros, emisoras de
televisión, minoristas de DVD), así como su competencia entre títulos
individuales. […] El reto principal para el sector fílmico hoy en día es cómo
garantizar una diversa y accesible oferta de películas a las audiencias, que
también es suficiente recompensa para los nuevos interesados y diferentes
inversionistas.”20

19 Ídem
20 Íbid
Así como a las industrias anteriormente mencionadas, la industria del cine fue
fuertemente afectada por la digitalización; por un lado negativo, se tiene la creación
del mercado de la piratería. Asimismo, la industria del cine se ha caracterizado en
los últimos años por las decisiones de la audiencia y los consumidores, quienes
están ejerciendo una fuerte influencia en el rumbo que está tomando el mercado.

En cuarto lugar, tenemos a la industria de la música, la cual ha pasado


históricamente por varios procesos de cambio. En la actual era de la información, el
uso de aparatos electrónicos para la creación de música está tomando gran parte
del mercado actual.

Asimismo, su producción y consumo fueron fuertemente afectados debido a la


digitalización y a la introducción del CD y formatos mp3. En este mismo punto, se
encuentra la innovación que las nuevas tecnologías ofrecieron al mercado: con la
introducción de partituras digitales, fonógrafos, o tocadiscos, aumentó a gran escala
su producción.

El Internet, por otra parte, ha jugado gran parte tanto en la pérdida como en la
revolución de la industria musical. Por un lado, por la extinción de los CD y su alta
en las ventas que representó, debido a las descargas ilegales; y por otro, la facilidad
de distribución para los artistas y creación de contenido a artistas con bajos
ingresos.

En quinto lugar, se encuentra la industria del periódico, la cual ya se mencionó


anteriormente y se considera como la industria de la comunicación más afectada
por la revolución tecnológica. Citando a Andra Leurdijk:

“La publicación del periódico está en transición. Su negocio legal está en


decadencia, se enfrenta a un aumento competitivo, y sus nuevos servicios
móviles online en la mayoría de los casos no han crecido en un negocio
rentable. Las emisoras de periódicos están intentando con varios nuevos
modelos de venta, de los cuales ninguno ha llegado a compensar las
pérdidas de las imprentas. Mientras tanto, tienen que soportar el doble de
costos de mantener las imprentas de periódicos offline al mismo tiempo que
invierten en nuevos servicios online.”21

La llegada del Internet ha significado un declive para la industria del periódico. Sin
embargo, es preciso mencionar que, aunque actualmente es fácil consultar
cualquier periódico de manera gratuita online, el uso de las redes sociales como
medios de información están sustituyendo a la empresa del periódico, lo que
significa una futura extinción de un medio de comunicación tan bello.

En último lugar, se encuentra el negocio de los videojuegos, el cual se considera


como el negocio más joven de los medios de comunicación.

Actualmente, la empresa de los videojuegos está intentando un nuevo modelo de


negocios basado en los juegos portátiles a través de los teléfonos celulares, lo que
la inclusión de nuevas competencias al mercado.

Con Estados Unidos y Japón como las más grandes potencias en la industria, los
videojuegos pasan por varios filtros en su creación, desarrollo y distribución,
pasando por licenciatarios, desarrolladores, publicistas, diseñadores, etc. Lo que
significa que la industria de los videojuegos, además de una competencia significa
un mercado de la comunicación que representa el trabajo en equipo con diferentes
empresas. Asimismo, es la industria de comunicación en la cual tiene más relación
con los consumidores y con su audiencia, cuyas decisiones representan el éxito o
el fracaso de la industria. Citando de nuevo a Giuditta de Prato:

“El comportamiento de los consumidores ha evolucionado en los últimos años


y ha permito la difusión viral del gaming online para dar lugar a un paso
inesperado La demanda ha sido una fuerza impulsora, impulsando a todo el
contenido multimedia hacia la convergencia. […] El rol de esta industria se
está esparciendo ahora fuera del sector de los medios de comunicación. La

21
De Prato, G., Sanz, E. & Simon, J.P. (2014) Op. Cit.
tecnología promovida por los videojuegos ahora se está utilizando en varios
campos de servicios, sociales o educativos.”22

El campo de los videojuegos actualmente representa un futuro no sólo en los medios


de comunicación sino una revolución en la forma de trabajar actualmente.

Para concluir, si no hubiese sido por la globalización, no estaríamos hablando de


las nuevas tecnologías actualmente, fruto de la necesidad de agilización de la
producción para satisfacer mercados tanto internos como externos. La tecnología
ha significado en el desarrollo económico un avance, pero para el desarrollo social
ha significado un retroceso; a pesar de que la producción y la solución de problemas
ahora son más fáciles gracias a las nuevas tecnologías, la dependencia y falta de
autonomía de las nuevas generaciones23 es más evidente. Asimismo, desde los
80’s a la actualidad, ahora es más clara una supremacía del más fuerte en los
medios de comunicación y medios digitales, en donde la hegemonía continúa
residiendo en las grandes empresas privadas de las grandes potencias mundiales.

Por lo tanto, se hace el llamado, primeramente, de la creación de nuevas políticas


económicas y sociales que regulen el uso, contenido y control de los medios de
comunicación; así como a los artistas, diseñadores y creadores audivisuales a crear
contenido de calidad a través de las nuevas plataformas digitales. No obstante, una
solución innovadora sería la creación de una plataforma digital propia de un país
que no pertenezca al Primer Mundo, en dónde se pueda compartir y consumir
libremente y a nivel internacional todo tipo de contenido, en búsqueda de creatividad
y de sanas competencias.

BIBLIOGRAFÍA/REFERENCIAS

 Arriaga, P. (1980). Publicidad, Economía y Comunicación Masiva. México,


D.F.: Editorial Nueva Imagen S.A.

22 Ídem
23 Los comúnmente denominados “Millenials”
 Bettetini, G. & Colombo, F. (1995). Las nuevas tecnologías de
comunicación. Barcelona: Ediciones Paidós.
 De Prato, G., Sanz, E. & Simon, J.P. (2014) Digital Media Worlds: The New
Economy of Media. Inglaterra: Palgrave, Macmillan.
 Esteinoiu Madrid, F. J. (1990). Economía Política y Medios de
Comunicación. México: Trillas.
 Galeano, E. (14 de Marzo del 2017). El imperio del consumo. (Recuperado
de: https://www.ecoportal.net/temas-
especiales/globalizacion/el_imperio_del_consumo/).
 Moraes, D. (2010). Mutaciones de lo visible: Comunicación y Procesos
Culturales en la Era Digital. Buenos Aires: Paidós.
 Toussaint, F. (2014). Crítica de la Información de Masas. México: Trillas.

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