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(Mariano Azuela)
-"Te digo que no es un animal. Oye cómo ladra Palomo... Debe ser algún
cristiano".
Cabe destacar que en la obra de Mariano Azuela tiene varias alusiones a comida,
principalmente la que comían los campesinos pobres como Demetrio Macías:
“…llenaba de chile una tortilla que sostenía en la diestra, de una cazuela a la que
metía la otra mano…”
Resumen.
La Revolución Mexicana
Después de dos años de caos político y social, a fines de 1915 tomó el poder
Venustiano Carranza, quien en 1917 promulgó la Constitución de Querétaro,
donde se implantaban importantes reformas como: la jornada laboral de 8 horas,
la indemnización por accidentes de trabajo, la libertad de creencias, la reforma
agraria y la nacionalización del petróleo.
Nace en 1884 en Bilbao, España. Llega a México muy joven a trabajar en una
pastelería en la Ciudad de México, después al ahorrar algo de dinero regresa a
Europa, estudia en el Cordon Bleu en París y en la Escuela de Oficios de Madrid.
Regresa a México alrededor del año 1907 y contrae matrimonio con la señora
Justina Rangel y trabaja en su Academia de Alta Cocina.
Enseña a las mujeres mexicanas a cultivarse en el arte de la cocina (es uno de los
primeros en hacerlo), algunas de sus alumnas destacadas fueron: María de
Basurto, Isabel L. Nieto, Esther Pani e Isaura Garza de Alcalde.
José Luis Juárez López, El profesor de cocina Alejandro Pardo Landa y las
huellas de su oficio, Pág. 186-188, Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de
la Universidad Nacional Autónoma de México.
Riva Palacio, Vicente, México a través de los siglos, tomo VI VII y VIII- , Cumbre
S. A., México, 1987, 223pp.
Pardo Alejandro, Los 30 menús del mes, Noriega Editores, 256pp. México, 1998.
UNIVERSIDAD DEL CLAUSTRO DE SOR JUANA
COLEGIO DE GASTRONOMÍA
Grupo.- 6G
COLEGIO DE GASTRONOMÍA
Grupo. 6G
Después del asesinato de Madero, hubo nuevas luchas en las que triunfó
Venustiano Carranza, quien promulgó la constitución de 1917, paso decisivo para
la organización del estado posrevolucionario. No obstante, los sectores más
radicales de la revolución mantuvieron la lucha hasta 1920.
Madero, un rico terrateniente del norte del país, propuso una fórmula de
compromiso político según la cual Díaz mantendría la presidencia y aquél, desde
la vicepresidencia, iniciaría un proceso de reforma. Tras el rechazo de Díaz a la
propuesta, Madero fue postulado candidato a la presidencia para las elecciones de
1910 por el Partido Antirreeleccionista, que incluía a intelectuales como Filomeno
Mata y José Vasconcelos.
La Academia Pardo, como la llamaban, era una de las más reconocidas. Una
escuela en donde todas aquellas personas interesadas en el buen comer
aprendieron a desarrollar sus habilidades.
Aunque no era natural que en aquellos años las mujeres aprendieran a guisar
fuera de su casa, la idea fue gustando y la institución cobró demanda.
Alejandro Pardo Rangel, hijo del chef, señala que su padre murió muy joven, a los
38 años.
Se decide, por Pancho Villa frente a Carranza y continúa la lucha no sin antes
volver al pueblo para visitar a su adorada mujer: Tras dos años de ausencia, la
esposa, prematuramente envejecida por los sufrimientos le incita a quedarse, a
dejar las armas: “¿Por qué peleas ya?” y Demetrio Macías, las cejas muy juntas,
toma distraídamente una piedrecita y la arroja al fondo del cañón. Demetrio
Macías se mantiene pensativo, viendo el desfiladero y dice: “mira esa piedra cómo
ya no se para”.
Y Demetrio Macías parte a la lucha, mejor dicho, a una trampa que le han tendido
los federales, donde morirá en compañía de sus fieles compañeros. La muerte del
protagonista Macías impresiona por su sentido de espectáculo de la naturaleza:
“las cigarras entonan un canto imperturbable y misterioso, las palomas cantan con
dulzura en la rinconada de las rocas; ramonean apaciblemente las vacas. Y al pie
de la resquebrajadura, enorme y suntuosa como pórtico de vieja catedral,
Demetrio Macías, con los ojos fijos para siempre, sigue apuntando con el cañón
de su fusil.