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MATERIAS:

- DEMANDA DE INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS POR ACCIDENTE DEL


TRABAJO CONTRA EMPLEADOR DIRECTO, Y SOLIDARIAMENTE CONTRA
DUEÑO DE LA OBRA, ACOGIDA.-
- RECURSO DE UNIFICACIÓN DE JURISPRUDENCIA EN MATERIA LABORAL
BUSCA DETERMINAR NATURALEZA DE OBLIGACIÓN DE INDEMNIZACIÓN DE
PERJUICIOS QUE EN MATERIA DE ACCIDENTE DEL TRABAJO LE ASISTE AL
TRABAJADOR VÍCTIMA DEL MISMO.-
- NORMATIVA LABORAL QUE FORMAN PARTE DE DICHO ESTATUTO DEBE
ENTENDERSE DESDE PERSPECTIVA COHERENTE CON FINALIDAD DE DICHA
RAMA DEL DERECHO, CONFORME PRINCIPIO DE PROTECCIÓN DEL
TRABAJADOR.-
- ACTUAL NORMATIVA BUSCA INTENSIFICAR Y MEJORAR POSICIÓN DEL
TRABAJADOR QUE SE DESEMPEÑA EN RÉGIMEN DE SUBCONTRATACIÓN
FRENTE A DERECHOS QUE LE SON CONCULCADOS POR LO QUE OBLIGACIÓN
DE INDEMNIZAR DAÑOS PROVOCADOS EN CONTEXTO DE ACCIDENTE DEL
TRABAJO QUE LE CORRESPONDE A EMPRESA DUEÑA DE OBRA, DEBE
ENTENDERSE COMO SOLIDARIA.-
- REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE RECURSO DE UNIFICACIÓN DE
JURISPRUDENCIA EN MATERIA LABORAL.-

RECURSOS:

RECURSO DE UNIFICACIÓN DE JURISPRUDENCIA LABORAL (RECHAZADO).-

TEXTOS LEGALES:

CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULOS 183-B, 183-C, 183-D, 183-E, 483 Y 483-A.-

JURISPRUDENCIA:

"Que la unificación de jurisprudencia pretendida, según se indica en el libelo recursivo,


se refiere a la correcta interpretación de los artículos 183-B y 183-C del Código del
Trabajo, concretamente, en lo relativo a la naturaleza de la obligación de indemnización de
perjuicios que en materia de accidente del trabajo le asiste al trabajador víctima del mismo,
y específicamente, respecto de la aplicación a dicha obligación de la solidaridad establecida
en el artículo 183-B ya citado, única materia de derecho admitida para los efectos del
presente recurso..." (Corte Suprema, considerando 2º).

"Que tales normas, en cuanto forman parte del estatuto que rige las relaciones de
trabajo, deben entenderse desde una perspectiva coherente con la finalidad de dicha rama
del derecho, esto es, conforme el principio de protección del trabajador, el cual recorre
transversalmente toda la regulación de esta materia, y que, en lo específico, se pretendió
con la incorporación de tales normas por medio de la dictación de la Ley N° 20.123,
reafirmar, por un lado, la posición de garante de la empresa mandante dueña de una obra en
relación a la seguridad de los trabajadores subcontratados que laboran en ella; y, por otro,
consagrar la su responsabilidad directa en el cumplimiento de las obligaciones pecuniarias
de sus contratistas, no sólo las laborales y de seguridad social, sino también las
correspondientes al ámbito de la seguridad, y de este modo, asegurar el respeto de los
derechos del trabajador y no la situación particular de control o no de la empresa.

En efecto, por medio de la introducción de la normativa citada, se modificó


ostensiblemente el marco regulatorio previo, al establecer en el artículo 183-B la
posibilidad de dirigirse derechamente contra el patrimonio del dueño de la obra respecto de
incumplimientos de determinados derechos, cuando no haya tomado los resguardos que la
ley establece. Por su parte, se consagra en el artículo 183-E una obligación específica en
materia de higiene y seguridad, al imponerle al dueño de la obra el deber de protección
eficaz de la vida y salud de todos los trabajadores que se desempeñen en su empresa o
faena, derogándose la responsabilidad subsidiaria que establecía el antiguo artículo 64 del
código en referencia, consagrando una de carácter directo que en el evento de incumplir el
mencionado deber, que debe asumir ya no sólo como garante de la obligación que le asiste
al empleador directo, sino responsable de su propia conducta que contribuyó al
acaecimiento del evento dañoso.

De tal modo, se trata de un régimen que busca intensificar y mejorar la posición del
trabajador que se desempeña en régimen de subcontratación frente a los derechos que le son
conculcados, por lo que la correcta comprensión de la naturaleza de la obligación de
indemnizar por los daños provocados en el contexto de un accidente del trabajo que le
corresponde a la empresa dueña de la obra, debe entenderse como solidaria, pues si frente a
las obligaciones laborales y previsionales no se discute dicho estatuto, en el contexto de
mejoramiento de la protección al trabajador, con mayor razón se debe entender aplicable
respecto del incumplimiento de los preceptos que procuran la protección de la vida y salud
del trabajador." (Corte Suprema, considerando 7º).

"Que, de esta manera, tanto por los objetivos tenidos en cuenta por el legislador laboral
al dictar la Ley 20.123, los principios que deben orientar las asignaciones de sentido de sus
disposiciones y su relación con otras áreas del ordenamiento jurídico, es que esta Corte
concluye que la correcta interpretación de la cuestión de derecho que da lugar al recurso, es
la resuelta por los jueces impugnados.

En efecto, esta Corte ya ha sostenido, que: "sentado como lo ha sido que las
prescripciones de la ley 20.123 han obedecido a la intención de dotar a los trabajadores
subcontratados de un estatuto de protección más intenso y exhaustivo que el existente a la
fecha de su dictación, no es posible ni adecuado sostener un alcance de tales disposiciones
que signifiquen un deterioro de las posibilidades que el sistema otorga al afectado para
obtener un resarcimiento de los perjuicios sufridos por infracción de deberes
consustanciales a la relación laboral, como son los derivados de la debida prestación de
seguridad.

Por ello, la intensificación de la responsabilidad de la empresa principal que atraviesa


las normas en comento permite sostener que si ante una inobservancia de los deberes que
establecen los artículos 183 C y 183 D del Código del Trabajo surge la responsabilidad
solidaria de la empresa principal ante los incumplimientos de las obligaciones laborales -
carácter del cual participa el deber de seguridad, como ya se ha dicho- y previsionales del
contratista para con los trabajadores de éste, con mayor razón ha de surgir similar sanción
ante la infracción de un deber del mismo tipo -laboral- y que grava al dueño de la obra por
expresa disposición de la ley" (Sentencia Rol N° 10.139-13 de esta Corte)." (Corte
Suprema, considerando 8º).

MINISTROS:

Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señores
Milton Juica A., Hugo Dolmestch U., Ricardo Blanco H., y los abogados integrantes señora
Leonor Etcheberry C., y señor Iñigo De la Maza G.

TEXTOS COMPLETOS:

SENTENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES:

Santiago, trece de septiembre de dos mil diecisiete.

VISTOS:

Que Juan Carlos Fernández Hermosilla ha deducido recurso de nulidad en contra de la


sentencia de fecha veintidós de mayo de dos mil diecisiete, dictada por el Juzgado de Letras
del Trabajo de San Bernardo en esta causa RIT O-415-2016, por la cual se condenó a su
representado, Carlos Carrillo Gallegos y a Prefabricados de Hormigón Grau S.A. al pago
solidario de la suma de $40.000.000.- por concepto de daño moral y de $11.760.000.-por
lucro cesante, descontados los ingresos percibidos como subsidio de invalidez.

Basa su recurso en el motivo contenido en el artículo 477 del Código del Trabajo, en
carácter de principal, y el del artículo 478 letra b) del mismo cuerpo normativo, en calidad
de subsidiario. En la causal principal, correspondiente a la infracción de ley que ha influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, se reclama la vulneración de lo dispuesto en el
artículo 1698 del Código Civil, en cuanto no se habría probado la responsabilidad de las
demandadas en el accidente sufrido por el trabajador. Alega en particular que el tribunal
realizó presunciones acerca de lo que pudo causar los hechos, reclamando además que la
prueba no sería suficiente para determinar dichas circunstancias, y que de haberse aplicado
la norma, se habría concluido que no había responsabilidad de las demandadas en el suceso,
por lo que solicita la nulidad de la sentencia y la dictación de una de reemplazo que rechace
la demanda, con costas.

El motivo subsidiario, basado en el artículo 478 letra b) del Código del Trabajo, se
remite a la posible infracción de las normas de apreciación de la prueba según las reglas de
la sana crítica, en relación a la determinación de responsabilidad por no llevar puesto el
cinturón de seguridad y el daño moral decretado. Sobre esto, señala que lo primero
corresponde a una obligación del conductor, de acuerdo al artículo 79 N° 10 de la Ley N°
18290, por lo que la omisión de su uso recae en el trabajador, morigerando la
responsabilidad de los demandados en conformidad al artículo 2330 del Código Civil; al
respecto menciona que las consecuencias del copiloto del trayecto fueron inferiores en
razón de la utilización del elemento de seguridad. Por lo anterior, pide nuevamente la
nulidad del fallo y la dictación de uno de reemplazo que rechace la demanda, con costas.

A su vez, Juan Manuel Rojas Espinoza, por la demandada Prefabricados de Hormigón


Grau S.A., deduce recurso de nulidad contra la misma sentencia, basándose en seis causales
de nulidad, deducidas en forma subsidiaria una de otra. La primera consiste en la causal
contenida en el artículo 477 del Código del Trabajo, en cuanto el fallo habría sido dictado
con vulneración a derechos fundamentales, invocando el debido proceso. Dicho vicio se
encontraría en la no ponderación del informe de la Sección de Investigación de Accidentes
de Tránsito de Carabineros de Chile, el que no fue procurado por el tribunal; a juicio de la
parte, y amparándose en el artículo 457 N° 4 del mencionado estatuto, ello debía hacerse
por el sentenciador, al haberlo admitido en la audiencia preparatoria; señala que el tribunal
terminó basándose en máximas de la experiencia por sobre el conocimiento científico, lo
que influiría en lo dispositivo del fallo y conduciría a la nulidad de la sentencia y la
realización de un nuevo juicio, lo que solicita.

En subsidio, deduce nulidad «por infracción al N° 4 del artículo 459 del Código del
Trabajo» (sic), en relación al análisis de toda la prueba rendida, los hechos que estime
probados y el razonamiento que conduce a esa estimación, en relación a que no se habría
analizado la copia de la carpeta investigativa emanada de la Fiscalía Local de Curacaví, que
determinaría como causa el reventón de un neumático y que ello se habría generado por
descuido o negligencia de la propia víctima, lo que ameritó que no se iniciara investigación.
Según la recurrente, ello influiría en el fallo al determinarse la responsabilidad de las
demandadas, por lo que solicita la nulidad de la sentencia y la dictación de uno de
reemplazo que rechace la demanda, con costas.

En subsidio, deduce la causal contenida en el artículo 478 letra b) del Código del
Trabajo, en cuanto la apreciación de la prueba en la sentencia habría infringido las reglas de
la sana crítica. Al respecto, señala que ello se daría en quebranto de la regla de
conocimientos científicos, por cuanto el único medio idóneo para la determinación de las
causas del accidente sería el informe de la SIAT, el que no se procuró, lo que influiría en el
fallo al determinarse las responsabilidades sin éste, por lo que solicita la nulidad de la
sentencia y la dictación de una de reemplazo que rechace la demanda, con costas.

En subsidio, deduce la causal contenida en el artículo 477 del Código del Trabajo, por
infracción de ley que habría influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en relación
a los artículos 183-E y 184 del referido cuerpo legal, 79 N° 10 y 198 N° 35 de la Ley de
Tránsito, y éstos a su vez en conexión con los artículos 66 bis, y 69 de la Ley N° 16744 y
19, 1546 y 2330 del Código Civil. Señala que de los hechos asentados en el juicio no se
derivaría la infracción de los deberes de seguridad con el demandante, puesto que en ellos
cabría culpa de éste al no utilizar el cinturón de seguridad, lo que constituye falta grave en
la Ley N° 18290; alega además que se le impone en la sentencia un deber de cuidado que
sólo se aplica a faenas o servicios propios del giro, lo que no sucedería en la especie, por lo
que solicita la nulidad de la sentencia y la dictación de una de reemplazo que rechace la
demanda, con costas.

En subsidio a lo anterior, reclama nuevamente la infracción de ley, en relación a los


artículos 1556 y 2330 del Código Civil, por cuanto la sentencia habría tomado como ciertos
los ingresos del demandante, y además, no habría aplicado rebaja de la indemnización por
hecho del actor, en circunstancias que éste circulaba sin su cinturón de seguridad, por lo
que solicita la nulidad de la sentencia y la dictación de una de reemplazo que rebaje el lucro
cesante por no haberse probado, con costas.

Finalmente, reclama la infracción de ley, en relación a los artículos 183-B, 183-C y


183-E del Código del Trabajo, en cuanto no le sería aplicable la responsabilidad solidaria
respecto del accidente. Al respecto, alude a que por antecedentes históricos, de texto y
sistemáticos, dicha clase de responsabilidad sólo se refiere a las obligaciones laborales y
previsionales, y no a aquellas derivadas de un accidente del trabajo, que se derivan del
derecho común, por lo que solicita la nulidad de la sentencia y la dictación de una de
reemplazo que señale que las demandadas concurren a la indemnización de forma
simplemente conjunta, con costas.

OÍDAS LAS PARTES Y CONSIDERANDO:

I. EN CUANTO AL RECURSO DE NULIDAD DEDUCIDO POR JUAN CARLOS


FERNÁNDEZ HERMOSILLA.

PRIMERO: Que para que exista una errónea aplicación del derecho que hubiere
influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, el tribunal debe haber aplicado el
supuesto de hecho contenido en la norma en un caso en que no debía o no se daban las
circunstancias para ello, o bien, se dejó de aplicar un precepto legal cuando los elementos
de hecho lo hicieren procedente. Es decir, la argumentación que debe realizar la recurrente
debe referirse específicamente a la norma en sí, otorgar una interpretación de la misma y
contrastarla con la apreciación realizada por el tribunal, indicando el modo específico en
que ello concurre en el caso concreto.

SEGUNDO: Que se aprecia, desde luego, que la causal se desarrolla sobre la infracción
de una norma cuya única función es la de ordenar la carga de la prueba de las partes, al
disponer que incumbe a la parte que alega la existencia de la obligación su comprobación
en juicio.

No obstante que lo que corresponde es encasillar dicha causal en una de las otras
contenidas en el artículo 478 del Código del Trabajo, cuestión que compete por completo a
la parte recurrente, lo cierto es que tampoco se avizora el modo en que se produciría la
infracción alegada. El considerando décimo noveno de la sentencia expone que,
determinada la forma en que se desarrolló el accidente que lesiona al demandante,
correspondía determinar si efectivamente la creación del riesgo había sido mitigada por un
cumplimiento eficaz de las obligaciones de seguridad que le competían a las demandadas,
lo que aparecía como no justificado en los antecedentes tenidos a la vista por el tribunal,
por lo que procede a condenarlas en los términos expuestos en el fallo.

TERCERO: Que respecto de la causal subsidiaria, debe notarse que resulta imposible
acogerla para esta Corte, por dos motivos. En primer término, resulta esencial que en el
recurso de nulidad, cuando se aboque a la revisión de la aplicación dada por el tribunal
respecto de las reglas de la sana crítica, se enuncien los límites infringidos por la valoración
realizada por el tribunal y el modo en que ello habría alterado las conclusiones obtenidas
por el tribunal, no siendo posible, como hace el recurrente, limitarse a enunciar que se
habrían infringido las reglas de ponderación de la prueba, ya que ello forzaría a la Corte a
conocer de todas las materias de hecho planteadas en la única instancia del juicio, cuestión
que es propia de un sistema de apelación.

Por otra parte, la petición formulada por la recurrente resulta completamente


contradictoria con lo expresado en el cuerpo del mismo, puesto que según los fallos citados
en éste, lo que correspondería en caso de acogerse el motivo sería la rebaja proporcional de
la indemnización por aplicación del artículo 2330 del Código Civil, y no el rechazo de la
demanda, como se pretende, y que además implicaría una infracción de ley no alegada por
la parte.

CUARTO: Que los razonamientos anteriores conducen al rechazo del recurso


presentado por esta parte, sin perjuicio de lo que se resuelva más adelante respecto del otro
que fue presentado en esta causa.

II. EN CUANTO AL RECURSO DE NULIDAD PRESENTADO POR JUAN


MANUEL ROJAS ESPINOZA.

QUINTO: Que respecto de la causal principal, referida a la no ponderación de la prueba


consistente en el informe de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito de
Carabineros de Chile -SIAT- en relación al derecho al debido proceso, debe notarse que no
se advierte que exista tal vulneración y por otra parte, tampoco se advierte que ella
contenga influencia en lo dispositivo del fallo.

En primer término, la sentencia refiere que dicho informe no fue posible de ser obtenido
por haber sido despachados a los tribunales, no conteniéndose una carpeta con el nombre
del demandante. Ergo, no puede consistir en una falta al debido proceso -considerándose
incluso el impulso procesal de oficio de los tribunales con competencia en lo laboral- un
imposible: si dicha carpeta no se encontraba en poder de la SIAT, no le era exigible al
tribunal la demora innecesaria del proceso a fin de encontrarla, a riesgo de lesionar los
derechos de los demás intervinientes en el proceso.

Además, no constando el contenido del informe de la SIAT, más allá de lo que se


pudiere contener en la carpeta investigativa de la Fiscalía Local de Curacaví, no se puede
determinar si, en efecto, las conclusiones allí alcanzadas habrían variado lo fallado, lo que
concurre al rechazo de este motivo de nulidad.

SEXTO: Que, respecto de la primera causal subsidiaria enunciada, debe notarse que
ésta no se encuentra invocada como en derecho corresponde, puesto que no se alude a un
motivo específico de aquellos contenidos en el artículo 478 del Código del Trabajo,
remitiéndose únicamente a la mención obligatoria de la sentencia laboral contenida en el
artículo 459 N° 4 de dicho cuerpo legal, lo que basta para su rechazo.

Con todo, debe notarse que los antecedentes allí señalados fueron apreciados por el
tribunal, quien los utiliza para confirmar las declaraciones de los testigos del accidente,
según se aprecia del considerando décimo.

SÉPTIMO: Que respecto de la segunda causal subsidiaria, referente a una posible


infracción de las normas de apreciación de la prueba, en relación a los conocimientos
científicamente afianzados, debe notarse que la ausencia forzada del informe pericial
emanado de la SIAT no invalida las conclusiones alcanzadas por el tribunal en razón de las
máximas de la experiencia, fundándose las conclusiones en testimonios directos de
personas que presenciaron y aun vivenciaron el accidente sufrido por el demandante.

Por lo demás, no es cierto que las responsabilidades derivadas de un accidente puedan


determinarse únicamente a través de un informe de la SIAT, quedando disponible a las
partes la presentación de todos los medios de prueba que puedan ser suficientes para lograr
la convicción del tribunal en conformidad a la ley.

OCTAVO: Que la tercera causal subsidiaria, referida a la infracción de los artículos


183-E, 184 del referido cuerpo legal, 79 N° 10 y 198 N° 35 de la Ley de Tránsito, y éstos a
su vez en conexión con los artículos 66 bis, y 69 de la Ley N° 16744 y 19, 1546 y 2330 del
Código Civil por cuanto la causa de los daños sería la no utilización del cinturón de
seguridad por el demandante, no es posible de ser acogida en los términos planteados por la
parte.

En efecto, los hechos tenidos por probados por el tribunal abundan sobre la
determinación incompleta del estado de la máquina que manejaba el actor al momento del
accidente, y que el camión comienza a acelerar producto de la pendiente y de la carga, sin
poder frenar, lo que «no se debía a una decisión deliberada de su conductor, sino que
obedeció a razones ajenas a su voluntad, como lo fue la pérdida de control del vehículo y la
condición obligada de desplazarse por inercia pendiente abajo a la salida del túnel Lo Prado
en dirección al poniente.» (considerando décimo cuarto) Ergo, la causa basal del accidente
ha sido demostrada como de responsabilidad de las demandadas, cuestión que difiere de la
alegación de la recurrente respecto del uso del cinturón de seguridad, que dice relación con
la extensión de los daños sufridos por el actor.

NOVENO: Que, en torno a la cuarta causal subsidiaria, quedó demostrado en el marco


del proceso que, efectivamente, el actor no estaba utilizando su cinturón de seguridad,
cometiendo con ello una infracción a lo dispuesto en el artículo 79 N° 10 de la Ley de
Tránsito. Esta disposición no puede ser menos que conocida por el trabajador, considerando
especialmente que tenía licencia de conducir de clases A1 y A2, de tipo profesional, siendo
inconducente el argumento del tribunal en torno a que debía subrayársele al trabajador la
importancia de su uso.

Sin embargo, tanto la petición como el argumento de la recurrente se refieren a un


punto diverso, referido a la prueba del lucro cesante, el que se tuvo por cierto en la
sentencia, motivo que lleva al rechazo de esta causal, sin perjuicio de lo que se dirá más
adelante.

DÉCIMO: Que respecto de la última causal subsidiaria, debe notarse que no se avizora
el modo en que podría haberse concretado dicha infracción, al determinarse que la
responsabilidad de las demandadas es de carácter solidario. En efecto, la solidaridad
invocada tiene como fuente el artículo 183-B del Código del Trabajo, desde que el hecho
que la empresa principal tenga una responsabilidad directa (artículo 183-E del cuerpo
citado) no significa otra cosa sino que se la pueda demandar independientemente del
empleador directo, por su propia responsabilidad, lo que no elimina la solidaridad pasiva
que la ley establece respecto de las obligaciones laborales que éste último haya adquirido,
entre las que se encuentra la de indemnizar los perjuicios ocasionados por la infracción de
su obligación de seguridad, contenida en el artículo 184 del Código del Trabajo. Abunda en
lo anterior que este accidente del trabajo, por la gravedad de las consecuencias sufridas por
el trabajador, importa la imposibilidad de cumplimiento de la obligación contenida en el
artículo antes mencionado, lo que encuentra su correlato en el artículo 1526 N° 3 del
Código Civil, que dispone la solidaridad en este caso.

UNDÉCIMO: Que, habiéndose determinado la improcedencia de todas las causales de


nulidad, corresponde el rechazo del recurso.

DUODÉCIMO: Que, con todo, y de acuerdo a lo ya razonado previamente, esta Corte


utilizará la prerrogativa que le acuerda el artículo 479 del Código del Trabajo, inciso final,
en cuanto resulta necesaria la recalificación jurídica de los hechos tenidos por ciertos por el
tribunal. En efecto, se advierte de la sola lectura del fallo que el tribunal descarta la
exposición imprudente al riesgo, cuya consecuencia es la reducción del monto
indemnizatorio, en cuanto advierte que la capacitación en el uso del cinturón de seguridad
corresponde al empleador y al principal. Lo anterior no se condice con lo dispuesto en el
artículo 79 N° 10 de la Ley de Tránsito, en cuanto considera que el uso de dicho
implemento es obligatorio para todos quienes conduzcan o sean pasajeros de un vehículo
motorizado que los tenga, con prescindencia de las labores que realice; si bien su uso se
deriva de la existencia de un riesgo derivado del transporte, las condiciones propias del
demandante -conductor profesional con licencias A1 y A2- hacen que sea posible
determinar que éste no podía menos que no saber que la conducción en esas condiciones
podía generar un daño mayor, que lamentablemente acaeció en la especie.

Por lo anterior, se anulará la sentencia y se dictará a continuación y sin nueva vista de la


causa, el fallo de reemplazo que en derecho corresponda.

Por estas consideraciones y visto lo dispuesto en el artículo 1556 del Código Civil, se
resuelve:

Que SE RECHAZAN los recursos de nulidad presentados por Juan Carlos Fernández
Hermosilla y por Juan Manuel Rojas Espinoza en contra de la sentencia de fecha veintidós
de mayo de dos mil diecisiete, dictada por el Juzgado de Letras del Trabajo de San
Bernardo en esta causa RIT O-415-2016, la que SE ANULA DE OFICIO, de acuerdo a los
razonamientos vertidos en el cuerpo de este fallo.

Regístrese y devuélvase.

Redactó el abogado integrante Diego Munita Luco, concurriendo al acuerdo las


Ministros señoras María Soledad Espina Otero y Adriana Sottovia Giménez.

Rol N° 220-2017.-

Pronunciado por la Sexta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
Maria Soledad Espina O., Adriana Sottovia G. y Abogado Integrante Diego Munita L.

SENTENCIA DE REEMPLAZO:

Santiago, trece de septiembre de dos mil diecisiete.

En cumplimiento a lo ordenado por la sentencia que falla el recurso de nulidad en esta


causa, de esta misma fecha, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo:

VISTOS, OÍDOS Y CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que no obstante haberse anulado la sentencia definitiva de la causa RIT O-


415-2016 se reproduce su parte expositiva, y los considerandos primero, segundo, tercero,
cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo, undécimo, duodécimo, décimo
tercero, décimo quinto, décimo sexto, décimo séptimo, décimo octavo, décimo noveno,
vigésimo, vigésimo primero, vigésimo segundo, vigésimo tercero, vigésimo cuarto,
vigésimo quinto y vigésimo sexto, eliminándose expresamente el resto;

SEGUNDO: Que consta de los antecedentes que el trabajador no se encontraba


utilizando su cinturón de seguridad, lo que lo expuso en mayor grado al daño sufrido por el
accidente de tránsito que sufrió, considerando especialmente que salió eyectado de la
cabina del camión producto del impacto del golpe.

TERCERO: Que dicha circunstancia, que no podía menos que ser conocida del
demandante, en razón de su oficio y de haber aprobado las licencias clase A1 y A2, de
carácter profesional, importa una exposición imprudente al riesgo en los términos del
artículo 2330 del Código Civil, que dispone que la apreciación del daño será sujeta a
reducción.

CUARTO: Que en atención a ello, esta Corte reducirá el monto del daño moral a la
mitad, condenándose a ambos demandados a cubrir el monto de $20.000.000.-, más
reajustes e intereses, en razón del accidente sufrido, además del lucro cesante ordenado en
la sentencia original.

Por estas consideraciones y visto lo dispuesto en los artículos 1 y 19 N° 1 y N° 16 de la


Constitución Política de la República, artículos 1, 7, 183-A y siguientes, 184, 450, 453,
454, 456 y 459 del Código del Trabajo, disposiciones de la Ley 16.744, Decreto Supremo
N° 40 de 1969 del Ministerio del Trabajo que aprueba reglamento sobre prevenciones
básicas en los lugares de trabajo, y el artículo 1698 del Código Civil, SE RESUELVE:

I. Que, se acoge la demanda de indemnización de perjuicios por accidente del trabajo y


se condena solidariamente a las demandadas a pagar las siguientes indemnizaciones:
a) Indemnización de perjuicios por lucro cesante, cuyo monto será calculado en la etapa
de ejecución del fallo, de acuerdo a la fórmula establecida en el considerando vigésimo
segundo de la sentencia original, que se tuvo por reproducido en ésta.

b) Indemnización por daño moral de $20.000.000 (veinte millones de pesos).

II.- Que las sumas antes indicadas se reajustarán según variación del I.P.C. y se
incrementará con intereses corrientes entre la fecha en que la sentencia quede firme y el
pago efectivo.

III.- Que no se condena en costas a las demandadas, por haber tenido motivos plausibles
para litigar.

Regístrese y devuélvase.

Redactó el abogado integrante Diego Munita Luco, concurriendo al acuerdo las


Ministros señoras María Soledad Espina Otero y Adriana Sottovia Giménez.

Rol N° 220-2017.-

Pronunciado por la Sexta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
Maria Soledad Espina O., Adriana Sottovia G. y Abogado Integrante Diego Munita L.

SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA:

Santiago, veintiséis de junio de dos mil dieciocho

Vistos:

En estos autos RUC 1640037804-9, RIT O-52-2012 del Juzgado de Letras del Trabajo
de San Bernardo, don Osvaldo Rubén Cifuentes Cifuentes deduce demanda de
indemnización de perjuicios por accidente del trabajo en contra de don Carlos Carrillo
Gallegos, en su calidad de empleador directo, y solidariamente en contra de la empresa
Prefabricados de Hormigón Grau S.A., dueño de la obra en la que desempeñaba sus
funciones, fundado en el incumplimiento de las obligaciones que impone el artículo 183-E
y 184 del Código del Trabajo.

La demandada solidaria, y recurrente en autos, Prefabricados de Hormigón Grau S.A.,


al contestar, solicitó el rechazo de la demanda, alegando en síntesis y en lo pertinente, la
inexistencia de responsabilidad por su parte, pues, por un lado, dio oportuno cumplimiento
de su obligación de protección y seguridad conforme lo mandatan los artículos 183-E y 184
del Estatuto Laboral; y, además, por cuanto el accidente sufrido por el actor se debió una
maniobra de adelantamiento que efectuó con exceso de velocidad. Añade, por otro lado,
que en la especie es improcedente la solidaridad demandada, pues los artículos 183-A y
siguientes establecen un sistema de responsabilidad solidaria limitada que sólo comprende
las obligaciones laborales y previsionales de dar que afecten a los contratistas a favor de los
trabajadores, incluyendo las eventuales indemnizaciones legales por el término del contrato
de trabajo, pero no se extiende a las derivadas de un accidente del trabajo.

Mediante sentencia de veintidós de mayo de dos mil diecisiete, la juez de la instancia,


acogió la demanda deducida, condenando solidariamente a los demandados al pago de
indemnización de perjuicios por lucro cesante y daño moral, éste último concepto
ascendiente a la suma de $40.000.000.-, con los reajustes e intereses que indica, más costas
de la causa.

En contra de este fallo recurrió de nulidad tanto la parte demandada principal como la
subsidiaria, apoyándose esta última, en la oposición subsidiaria de las causales contenidas
en los artículos 477 y 478 b) del Código del Trabajo, denunciando a través de la primera, la
vulneración de derechos fundamentales, y la infracción de diversas normas que estructura
en diferentes capítulos, a saber: por un lado la conculcación del artículo 459 N° 4 del
compendio en referencia; por otro, los artículos 183-E y 184 del Estatuto Laboral, artículos
79 Nª 10, 198 Nª 35 de la Ley de Tránsito, artículo 69 de la Ley N° 16.744, y los artículos
19, 1546 y 2330 del Código Civil; también acusa la infracción de los artículos 1556 y 2330
del Código Civil; y, finalmente, el quebrantamiento de los artículos 183-B, 183-C y 183-E
del Código laboral.

Por sentencia de tres de agosto de dos mil diecisiete, la Corte de Apelaciones de San
Miguel rechazó los recursos de nulidad deducidos, no obstante ello, mediante actuación de
oficio autorizada por el artículo 479 del Código del Trabajo, invalidó la sentencia de base
en lo relativo a la petición de aplicación de la disminución de los montos indemnizatorios
por la exposición imprudente al riesgo que cometió el actor, circunstancias que fue
admitida, dictándose sentencia de reemplazo que mantuvo la condena decretada por el
pronunciamiento del grado, pero rebajando la indemnización de perjuicios por concepto de
daño moral, a la suma de $20.000.000.- por haberse el demandante, expuesto
imprudentemente al riesgo.

En contra de esta última decisión el demandado solidario Prefabricados de Hormigón


Grau S.A. deduce el presente recurso de unificación de jurisprudencia, para cuyo
conocimiento se ordenó traer estos autos en relación.

Considerando:

Primero: Que, de conformidad a lo que previenen los artículos 483 y 483-A del Código
del Trabajo, el recurso de unificación de jurisprudencia procede cuando respecto de la
materia de derecho objeto del juicio existen distintas interpretaciones sostenidas en una o
más sentencias firmes emanados de Tribunales Superiores de Justicia. La presentación
respectiva debe ser fundada, incluir una relación precisa y circunstanciada de los distintos
pronunciamientos respecto del asunto de que se trate, sostenidos en las mencionadas
resoluciones y que haya sido objeto de la sentencia en contra de la cual se recurre y, por
último, se debe acompañar copia fidedigna de la o las sentencias que se invocan como
fundamento.

Segundo: Que la unificación de jurisprudencia pretendida, según se indica en el libelo


recursivo, se refiere a la correcta interpretación de los artículos 183-B y 183-C del Código
del Trabajo, concretamente, en lo relativo a la naturaleza de la obligación de indemnización
de perjuicios que en materia de accidente del trabajo le asiste al trabajador víctima del
mismo, y específicamente, respecto de la aplicación a dicha obligación de la solidaridad
establecida en el artículo 183-B ya citado, única materia de derecho admitida para los
efectos del presente recurso.

La empresa recurrente sostiene que la tesis de la sentencia impugnada es contraria a lo


decidido en el fallo que acompaña para su contraste, correspondiente al ingreso número
297-15, dictado por la Corte de Apelaciones de San Miguel con fecha 29 de octubre de
2015, pues frente a antecedentes fácticos similares se aplicó el derecho en forma
contradictoria, desde que el fallo impugnado, en lo pertinente al arbitrio en análisis, afirma
que la solidaridad invocada en la demanda, tiene como fuente el precepto contenido en el
artículo 183-B del Código del Trabajo, señalando que la circunstancia de que la empresa
principal tenga responsabilidad directa -conforme el artículo 183-E del mismo texto legal-
implica solamente que es posible demandarla independientemente del empleador directo,
por su propia responsabilidad "lo que no elimina la solidaridad pasiva que la ley establece
respecto de las obligaciones laborales que éste último haya adquirido, entre las que se
encuentra la de indemnizar los perjuicios ocasionados por la infracción de su obligación de
seguridad contenida en el artículo 184 del Código del Trabajo". Añade, a título de mayor
abundamiento, que la gravedad de las consecuencias sufridas por el actor en la especie,
conlleva la imposibilidad de cumplimiento de la obligación del referido artículo, lo que
vinculado con el artículo 1526 N° 3 del Código Civil, encuentra justificación a la
solidaridad, al disponerla expresamente la ley en dicho caso.

Por su parte, la sentencia acompañada para su cotejo, sostiene que la regla del artículo
183-E del código laboral, establece una obligación de hacer, y que además, carece en su
contenido de elementos que configuren un régimen de responsabilidad solidaria, puesto
que, conforme lo dispone el inciso segundo del artículo 1511 del Código Civil, para ello es
menester texto expreso que lo consagre, como sí sucede con el artículo 183-B del Código
del Trabajo. En la decisión de reemplazo, se afirma que el Código del Trabajo limita la
obligación solidaria o subsidiaria del dueño de la obra, acotándola a las obligaciones
laborales y previsionales que afecten a los contratistas a favor de los trabajadores incluidas
las indemnizaciones legales que correspondan por término de la relación laboral, de forma
tal que ni aún la obligación de dar que pudiere nacer por incumplimiento de los artículos
184 y 183-E del Código del Trabajo puede quedar incluida en el 183-B de dicho cuerpo
legal.

Solicita, en definitiva, que se acoja el arbitrio impetrado, invalidando la sentencia


impugnada, dictándose la pertinente de reemplazo que declare que la demandada en
carácter solidario, sólo debe responder de manera simplemente conjunta.

Tercero: Que para unificar la jurisprudencia de los Tribunales Superiores de Justicia


respecto a una determinada materia de derecho relativas a la cuestión jurídica en torno al
cual se desarrolló el juicio, atendida la forma como está concebido el recurso de que se
trata, es necesario aparejar resoluciones firmes que adopten una línea de reflexión
contradictorias, que resuelva litigios de análoga naturaleza y sobre la base de supuestos
fácticos afines idóneos de compararse.

Cuarto: Que según se lee, la decisión recurrida, rechazó el recurso de nulidad deducido
en contra de la de base, que acogió la demanda, condenando al impugnante al pago
solidario de las indemnizaciones que se indican, aseverando, en síntesis, según se indicó,
que la regla del artículo 183-B del Código del Trabajo, que consagra la responsabilidad
solidaria de la empresa dueña de la obra respecto la cual existe régimen de subcontratación
laboral, se extiende no sólo a las obligaciones laborales y previsionales, sino que incluye
también la de indemnizar los perjuicios ocasionados por la infracción del deber consagrado
por el artículo 184 del cuerpo legal citado.

Por otro lado, se verifica el contraste exigido por la ley para la procedencia del recurso
de unificación de jurisprudencia desde que de la lectura del fallo acompañado para dichos
efectos por la parte recurrente, se contiene un pronunciamiento en sentido diverso al
aseverarse "que el artículo 183 E del Código del Trabajo carece en su contenido expreso de
componentes propios o que, por referencia, den cuenta de la existencia de un régimen de
responsabilidad solidaria, modalidad que, conforme lo establece el inciso segundo del
artículo 1511 del Código Civil, reclama texto expreso, manifestado en una norma legal, en
una cláusula contractual o aún en una disposición o declaración testamentaria que así la
estatuya, tal como ocurre, por ejemplo, en el artículo 183-B del Código del Trabajo que, a
propósito de las obligaciones de dar de que es titular el trabajador, expresamente consagra
tal solidaridad, por lo que no cabe más que entender que la indemnización compensatoria
derivada del incumplimiento del deber de cuidado establecido en la primera norma citada,
debe seguir la regla general en materia de obligaciones con pluralidad de sujetos,
contemplada en los artículos 1511 inciso primero y encabezado del artículo 1526 del
Código Civil, esto es, revestir el carácter de simplemente conjunta o mancomunada,
obligándose cada codeudor a su cuota o parte respecto de tal obligación".

Quinto: Que, de esta manera, verificándose el supuesto procesal que traba la


procedencia del recurso, en cuanto se constata la existencia de distintas interpretaciones
sostenidas en diversos fallos emanados de los Tribunales Superiores de Justicia,
corresponde entonces a esta Corte, señalar el criterio interpretativo que debe primar entre
ambos, como perspectiva doctrinal unificada en cuanto a la materia de derecho propuesta,
relativa a la procedencia o no de responsabilidad solidaria de la empresa principal, respecto
la indemnización a la que ha sido condenado.

Sexto: Que para dichos efectos, se debe recordar que el artículo 183-B del Código del
Trabajo dispone que:

"La empresa principal será solidariamente responsable de las obligaciones laborales y


previsionales de dar que afecten a los contratistas en favor de los trabajadores de éstos,
incluidas las eventuales indemnizaciones legales que correspondan por término de la
relación laboral. Tal responsabilidad estará limitada al tiempo o período durante el cual el o
los trabajadores prestaron servicios en régimen de subcontratación para la empresa
principal.

En los mismos términos, el contratista será solidariamente responsable de las


obligaciones que afecten a sus subcontratistas, a favor de los trabajadores de éstos.

La empresa principal responderá de iguales obligaciones que afecten a los


subcontratistas, cuando no pudiere hacerse efectiva la responsabilidad a que se refiere el
inciso siguiente.

El trabajador, al entablar la demanda en contra de su empleador directo, podrá hacerlo


en contra de todos aquellos que puedan responder de sus derechos, en conformidad a las
normas de este Párrafo.

En los casos de construcción de edificaciones por un precio único prefijado, no


procederán estas responsabilidades cuando quien encargue la obra sea una persona natural".

Mientras que, por su parte, el artículo 183 E del mismo estatuto establece: "Sin
perjuicio de las obligaciones de la empresa principal, contratista y subcontratista respecto
de sus propios trabajadores en virtud de lo dispuesto en el artículo 184, la empresa principal
deberá adoptar las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de todos
los trabajadores que laboran en su obra, empresa o faena, cualquiera sea su dependencia, en
conformidad a lo dispuesto en el artículo 66 bis de la Ley 16.744 y el artículo 3° del
Decreto Supremo N° 594 de 1999 del Ministerio de Salud.

En los casos de construcción de edificaciones por un precio único prefijado, no


procederán las obligaciones y responsabilidades señaladas en el inciso precedente, cuando
quien encargue la obra sea una persona natural.

Sin perjuicio de los derechos que se reconocen en este Párrafo 1° al trabajador en


régimen de subcontratación, respecto del dueño de la obra, empresa o faena, el trabajador
gozará de todos los derechos que las leyes del trabajo le reconocen en relación con su
empleador".

Séptimo: Que tales normas, en cuanto forman parte del estatuto que rige las relaciones
de trabajo, deben entenderse desde una perspectiva coherente con la finalidad de dicha
rama del derecho, esto es, conforme el principio de protección del trabajador, el cual
recorre transversalmente toda la regulación de esta materia, y que, en lo específico, se
pretendió con la incorporación de tales normas por medio de la dictación de la Ley N°
20.123, reafirmar, por un lado, la posición de garante de la empresa mandante dueña de una
obra en relación a la seguridad de los trabajadores subcontratados que laboran en ella; y,
por otro, consagrar la su responsabilidad directa en el cumplimiento de las obligaciones
pecuniarias de sus contratistas, no sólo las laborales y de seguridad social, sino también las
correspondientes al ámbito de la seguridad, y de este modo, asegurar el respeto de los
derechos del trabajador y no la situación particular de control o no de la empresa.

En efecto, por medio de la introducción de la normativa citada, se modificó


ostensiblemente el marco regulatorio previo, al establecer en el artículo 183-B la
posibilidad de dirigirse derechamente contra el patrimonio del dueño de la obra respecto de
incumplimientos de determinados derechos, cuando no haya tomado los resguardos que la
ley establece. Por su parte, se consagra en el artículo 183-E una obligación específica en
materia de higiene y seguridad, al imponerle al dueño de la obra el deber de protección
eficaz de la vida y salud de todos los trabajadores que se desempeñen en su empresa o
faena, derogándose la responsabilidad subsidiaria que establecía el antiguo artículo 64 del
código en referencia, consagrando una de carácter directo que en el evento de incumplir el
mencionado deber, que debe asumir ya no sólo como garante de la obligación que le asiste
al empleador directo, sino responsable de su propia conducta que contribuyó al
acaecimiento del evento dañoso.

De tal modo, se trata de un régimen que busca intensificar y mejorar la posición del
trabajador que se desempeña en régimen de subcontratación frente a los derechos que le son
conculcados, por lo que la correcta comprensión de la naturaleza de la obligación de
indemnizar por los daños provocados en el contexto de un accidente del trabajo que le
corresponde a la empresa dueña de la obra, debe entenderse como solidaria, pues si frente a
las obligaciones laborales y previsionales no se discute dicho estatuto, en el contexto de
mejoramiento de la protección al trabajador, con mayor razón se debe entender aplicable
respecto del incumplimiento de los preceptos que procuran la protección de la vida y salud
del trabajador.

Octavo: Que, de esta manera, tanto por los objetivos tenidos en cuenta por el legislador
laboral al dictar la Ley 20.123, los principios que deben orientar las asignaciones de sentido
de sus disposiciones y su relación con otras áreas del ordenamiento jurídico, es que esta
Corte concluye que la correcta interpretación de la cuestión de derecho que da lugar al
recurso, es la resuelta por los jueces impugnados.

En efecto, esta Corte ya ha sostenido, que: "sentado como lo ha sido que las
prescripciones de la ley 20.123 han obedecido a la intención de dotar a los trabajadores
subcontratados de un estatuto de protección más intenso y exhaustivo que el existente a la
fecha de su dictación, no es posible ni adecuado sostener un alcance de tales disposiciones
que signifiquen un deterioro de las posibilidades que el sistema otorga al afectado para
obtener un resarcimiento de los perjuicios sufridos por infracción de deberes
consustanciales a la relación laboral, como son los derivados de la debida prestación de
seguridad.

Por ello, la intensificación de la responsabilidad de la empresa principal que atraviesa


las normas en comento permite sostener que si ante una inobservancia de los deberes que
establecen los artículos 183 C y 183 D del Código del Trabajo surge la responsabilidad
solidaria de la empresa principal ante los incumplimientos de las obligaciones laborales -
carácter del cual participa el deber de seguridad, como ya se ha dicho- y previsionales del
contratista para con los trabajadores de éste, con mayor razón ha de surgir similar sanción
ante la infracción de un deber del mismo tipo -laboral- y que grava al dueño de la obra por
expresa disposición de la ley" (Sentencia Rol N° 10.139-13 de esta Corte).

Por estas consideraciones y en conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos


483 y siguientes del Código del Trabajo, se rechaza el recurso de unificación de
jurisprudencia interpuesto por la parte demandada solidaria en contra la sentencia de trece
de septiembre de dos mil diecisiete, dictada por la Corte de Apelaciones de San Miguel.
Regístrese y devuélvase.

Redacción a cargo de la abogada integrante señora Etcheberry.

Rol N° 40.700-2017.-

Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señores
Milton Juica A., Hugo Dolmestch U., Ricardo Blanco H., y los abogados integrantes señora
Leonor Etcheberry C., y señor Iñigo De la Maza G.

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